INTRODUCCIÓN
Las cabalgatas son una expresión cultural y tradicional en ferias y fiestas de varios municipios en Colombia, que resalta el papel del equino, como base del trabajo del desarrollo del país (Gómez B y Gómez D, 2010). En el departamento del Meta esta actividad indica el inicio de una variedad de festividades, entre ellas, el Torneo Internacional de Joropo, Las Cuadrillas de San Martín y El Mundial de la Mujer Vaquera. En todos estos eventos, las cabalgatas pueden llegar a abarcar de 8 a 12 km, distancia que es recorrida en aproximadamente 7 horas a paso lento por parte de los équidos (Rodríguez, 2018). Durante este proceso los animales deben soportar temperaturas medioambientales (T) de hasta 33 °C, con humedad relativa (HR) superior al 80% (Rangel y Aguilar, 1995), condiciones climáticas que hacen menos eficiente el proceso de termorregulación del equino durante esta actividad (Guthrie y Lund, 1998).
Los equinos sometidos a ejercicio prolongado en condiciones ambientales difíciles (HR y T altas) tienen como principal mecanismo de termorregulación la evaporación (Pedrozo et al., 2015). Los receptores adrenérgicos de las glándulas sudoríparas son estimulados por el sistema nervioso simpático generando sudor cuando hay actividad física (Gutiérrez et al., 2014), pudiendo perder de 10-15 L/h de líquidos y electrolitos (principalmente cloro, sodio y potasio) (Flaminio y Rush, 1998; Assenza et al., 2014). Estas pérdidas durante las cabalgatas pueden conllevar al desarrollo del síndrome del equino exhausto, trayendo como consecuencia una hipovolemia, deshidratación y alcalosis metabólica (Adam, 2012).
La principal respuesta al estrés se da mediante la activación del eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal, el cual produce señales hormonales, como la hormona liberadora de corticotropina (CRH), la cual induce la liberación de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) que coopera con las células de zona fascicular de la corteza de la glándula suprarrenal que se encargan de sintetizar y secretar cortisol (Estrada y Ruiz 2007; Zuluaga y Martínez, 2017). El cortisol es un glucocorticoide que indica la adaptación del individuo a estos estímulos de agresión (Martos y Ayala, 2003); por lo tanto, se han encontrado niveles elevados de cortisol en equinos en situaciones estresantes como en las competencias y entrenamientos (Witkowska et al., 2021). Para los equinos, el rango de referencia para cortisol plasmático es 13.3 ± 7.4 µg/dL (Zuluaga y Martínez, 2017).
El cortisol controla diversas funciones metabólicas (Kraemer et al., 2003; Calixto y Martínez, 2021), siendo necesario para la adaptación, rendimiento y bienestar del animal (Ponce et al., 2019). Inversamente, cuando la producción de cortisol se prolonga (estrés crónico) se produce una fase de agotamiento que le dificulta adaptarse al medio, lo que descompensa el organismo (Hoffsis y Murdic, 1970; Witkowska et al., 2021), provocando estereotipias, úlceras gástricas, pérdida de condición corporal, alteraciones en la función suprarrenal, hipertensión e infertilidad (Martos y Ayala, 2003; Scheidegger et al., 2016).
En Colombia, según la Ley 1774 de 2016, los animales son reconocidos como individuos con la capacidad de experimentar miedo, estrés, dolor y sufrimiento tanto físico como psicológico. Por estas razones, es de vital importancia garantizar que se encuentren en un estado óptimo de bienestar (OMSA, 2024). En el departamento del Meta no existe alguna normativa sobre la realización de cabalgatas; sin embargo, en algunos municipios está reglamentado que en la organización de estas se debe garantizar puestos de hidratación y socorro cada 2 km, además se debe evaluar por un médico veterinario el estado físico del animal antes del inicio de la actividad (Acuerdo N.° 250 del 2014 del Consejo Municipal de Villavicencio).
En Colombia se han ejecutado varios estudios de medición de cortisol en equinos (Galindo et al., 2007; Zuluaga y Martínez, 2017; Alzate et al., 2018; Zuluaga et al., 2018) y de su estatus hídrico tras ejercicio prolongado (Gutiérrez et al., 2014; Rodríguez et al., 2018). Pero, desde el conocimiento de los autores no hay reportes de la medición de estas dos variables asociadas a cabalgatas; por lo tanto, el objetivo de este estudio fue evaluar el grado de estrés hídrico y la concentración de cortisol sérico en equinos durante dos cabalgatas culturales en los municipios de Granada y Acacias del departamento del Meta.
MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación y Selección de Animales
La investigación se llevó a cabo en los municipios de Granada (11 de agosto de 2022) y Acacías (14 de octubre de 2022) del departamento del Meta (Colombia), durante las cabalgatas inaugurales del Festival de la Cosecha y del Festival del Retorno, las cuales tuvieron unos recorridos totales de 10 km, con una temperatura (T) de 31 °C y humedad relativa (HR) de 66%, y de 8.5 km con T de 34 °C y HR de 75%, respectivamente. En cada una de ellas participaron alrededor de 300 equinos machos y hembras y de una variedad de razas, principalmente Cuarto de Milla, Paso Fino Colombiano, Criollo Colombiano, Percherón y Silla Argentina. Se seleccionaron para este estudio longitudinal a 88 animales por conveniencia (44 por cada cabalgata), con una edad de 8.1 ±2.3 años. Todos los propietarios de los animales vinculados al estudio firmaron un consentimiento informado sobre el examen clínico a efectuar y la toma de muestra de sangre. La investigación contó con la aprobación del Comité de Bioética de la Universidad de los Llanos, según Acta N.° 001 de 03 de agosto de 2023.
Examen Clínico y Toma de Muestras
La toma de muestras de sangre por punción yugular se realizó en el tiempo 0 (T0, 1 h antes de la cabalgata) y en el tiempo 1 (T1, 15 min después de terminar la cabalgata). Asimismo, se realizó un examen clínico enfocado para determinar su estatus hídrico (porcentaje de deshidratación). Para el estatus hídrico se evaluaron: humedad de las mucosas, tiempo de llenado capilar, turgencia de la piel y retracción del globo ocular, siguiendo la metodología de Radostits et al. (2001) y Pritchard et al. (2008). El grado de deshidratación fue clasificado como <5%, 57%, 8-10% y >10%, correspondiendo a euvolemia (con posible deshidratación subclínica o hidratación normal según Davis et al. [2013]) y deshidrataciones leve, moderada y severa, respectivamente. Se determinó la condición corporal de acuerdo con los lineamientos de Henneke et al. (1983) utilizando un rango de 1 a 9.
Las muestras de sangre (3 mL) se colectaron en tubos tipo vacutainer tapa roja sin aditivos o coagulantes. Las muestras se centrifugaron a 1500 rpm por 10 min. El suero sanguíneo resultante se almacenó en alícuotas en tubos Eppendorf a -20 °C.
Microhematocrito y Proteínas Séricas Totales
Se usaron tubos de microhematocrito heparinizados (Brand®, Alemania) para determinar el porcentaje (%) de eritrocitos en las muestras de sangre. La lectura de los tubos de microhematocrito se realizó manualmente siguiendo la metodología de Villiers y Ristiæ (2016).
Para la determinación de proteínas séricas totales (PT) se utilizó 7 µL de cada muestra y fueron procesadas a través del Chemistry Analyzer BS-120 (Mindray Building, China) a 546 nm, el cual midió las PT por medio de un método colorimétrico Biuret (280 µL de reactivo de Biuret). La concentración de PT se expresó en g/dL.
Detección Cuantitativa de Cortisol Sérico
La detección de cortisol en suero sanguíneo se hizo a través de ELISA competitiva utilizando el kit comercial «Cortisol AccuBind® ELISA Kit» (Monobind, USA), siguiendo las recomendaciones procedimentales del fabricante. Se hicieron 7 controles por cada placa, incluyendo dos negativos (0, 0, 1, 4, 10, 20, 50 µg/dL). La lectura se realizó leyendo la densidad óptica (OD, absorbancia) en cada pozo a 450 nm en un lector de microplacas. La curva de calibración se realizó con los resultados de los controles positivos. Se determinó la ecuación de la recta para cada una de las gráficas (T0: y = -0.607Inx+2.5771; T1: y=-0.302Inx+1.2241) y despejando la variable Y se determinó la concentración (µg/dL) de cortisol sérico de cada equino para T0 y T1.
Análisis Estadístico
Los datos colectados del examen clínico y pruebas paraclínicas como el microhematocrito, proteínas plasmáticas totales y cortisol sérico fueron tabulados y analizados en estadística descriptiva (mediana. máximo y mínimo) para determinar frecuencias de presentación entre los tiempos T0 y T1. Los datos fueron sometidos a la prueba de Shapiro Wilks donde se determinó que su comportamiento era heterocedástico, aplicándose la prueba no paramétrica de Wilcoxon que permite comparar medianas aritméticas entre las variables de cada uno los tiempos T0 y T1. Además, para determinar las posibles correlaciones se utilizó la prueba de Spearman. Se calcularon los intervalos de confianza del 95% (IC 95%) y se usó el software estadístico Jamovi v. 2.3.24.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Caracterización de los equinos
La frecuencia de edad, raza, sexo y condición corporal de los equinos muestreados se muestra en el Cuadro 1. Las razas predominantes fueron Cuarto de Milla (n=34), Paso Fino Colombiano (n=27) y Silla Argentina (n=12). El 64.8% era machos y del grupo etario adulto (>5-10 años).
Cuadro 1. Caracterización de los equinos del estudio durante las cabalgatas realizadas en Acacías y Granada (Colombia, 2022)

1 Cruce 50/50 entre Criollo colombiano y Cuarto de Milla
Estatus hídrico y evaluación clínica y paraclínica
El estatus hídrico de los equinos antes (T0) y después de la cabalgata (T1) se presenta en el Cuadro 2. No se evidenciaron diferencias significativas con respecto al estatus hídrico (porcentaje de deshidratación) en los tiempos antes y después de las cabalgatas de Granada y Acacías (prueba de Wilcoxon, p = 0.140).
Cuadro 2. Estatus hídrico de los equinos antes de la cabalgata (T0) y 15 minutos después de haber terminado cabalgatas (T1) de 8.5 y 10 km en el departamento del Meta (Colombia), 2022

T0: tiempo una hora antes de iniciar la cabalgata, T1: tiempo 15 minutos después de terminar la cabalgata.
El valor del microhematocrito en T0 fue de 44.5% [rango 16-79%] y en T1 de 49% [rangos 13-115%]), habiendo diferencia significativa entre T0 y T1 (p<0.001) (Figura 1A), tal y como fue reportado por Collao et al. (2013), quienes encontraron valores eritrocitarios incrementados (p<0.05) al término de carreras de larga duración en equinos. En forma similar, Zuluaga et al. (2022) observaron un incremento gradual del hematocrito conforme iba aumentando la intensidad del ejercicio; aumento pos-ejercicio que también ha sido reportado en equinos angloárabes (Muñoz, 2001).

Figura 1. Pruebas paraclínicas en equinos asociadas a estatus hídrico antes (T0) y después (T1) de cabalgatas en Granada y Acacías (Colombia). A. Prueba de microhematocrito (%); B. Proteínas plasmáticas totales (g/dL). *Prueba de Wilcoxon. Las líneas discontinuas verticales de color negro señalan el valor de la mediana
El aumento del microhematocrito al finalizar las cabalgatas está relacionado con la movilización esplénica de células empaquetadas (Fielding y Magdesian. 2011), causada por la capacidad refleja del equino de contraer el bazo como mecanismo de adaptación al ejercicio (Art y Lekeux, 2005). La movilización de eritrocitos del bazo se debe al incremento de catecolaminas circulantes (Hinchcliff, 2007; Swenson y Reece, 2008). Al inicio de la actividad física del équido se produce una liberación de adrenalina, que en menos de un minuto es capaz de producir la contracción esplénica (Valera y Milan, 2016; Zuluaga et al., 2022), generando que el hematocrito se eleva del 60 al 70% del valor inicial (Boffi, 2007).
Los valores de PT en T0 y T1 fueron de 5.89 g/dL [rango: 3.19-7.99] y 6.22 g/dL [rango: 2.80-12.8], respectivamente, siendo significativamente diferentes entre los tiempos de evaluación (p≤0.001) (Figura 1B). Los resultados fueron similares a los registrados por Zuluaga et al. (2022), cambios que se asociaron con disminución del volumen plasmático. De la misma manera, Martínez et al. (2001) evidenciaron una intensificación de la concentración relativa de PT al aumentar la intensidad de ejercicios de larga duración, con valores en la etapa de reposo de 6.24 ± 0.4 g/dL y en la etapa final de 8.74 ± 0.9 g/dL.
Este comportamiento creciente del valor de las PT es causado por la sudoración profusa durante las cabalgatas, donde los requerimientos de entrada de agua aumentan debido a el estrés térmico para adaptarse a los requisitos de pérdida de calor por evaporación (Robert et al., 2019); pérdidas que son parcialmente sustituidas por el agua que ingiere el equino (Pedrozo et al., 2015).
La actividad física genera modificaciones en la composición y cantidad de los elementos sanguíneos necesarios en el aporte de oxígeno al músculo cardíaco y esquelético (Pritzlaff et al., 2000; Reinartz y Echeverry, 2007). Por ende, el aumento del microhematocrito y de las PT son consecuencia de la disminución de volumen plasmático debido a la pérdida del líquido al espacio extravascular tras ejercicios prolongados (Hinchcliff, 2007).
Efecto de las cabalgatas en la concentración de cortisol
Las concentraciones séricas de cortisol en T0 (5.72 µg/dL [rango: 1.52-21.6]) y en T1 (1.1 µg/dL [rango: 1.41-36.7]) fueron significativamente diferentes (p<0.001) (Figura 2). Miyashiro et al. (2012) encontraron diferencias en los niveles de cortisol antes (T1; 3.46, 7.84 y 8.02 µg/dL) y 30-60 min después de pruebas de resistencia (T2: 12.38, 18.69 y 24.40 µg/dL) en tres grupos de equinos en pruebas de resistencia, respectivamente. Otros autores reportaron, asimismo, diferencias significativas en los niveles de cortisol sérico antes y después de las pruebas de entrenamiento o carreras (Galindo et al., 2007; Mircean et al., 2007; De Siqueira y Fernandes, 2015).

Figura 2. Concentración sérica de cortisol (µg/dL) en equinos (n=88) antes (T0) y después (T1) de cabalgatas culturales en Granada y Acacías (Colombia). * Prueba de Wilcoxon. Las líneas verticales discontinuas de color negro señalan el valor de la mediana
Estos resultados corresponden a la respuesta fisiológica al ejercicio intenso donde-el equino ante situaciones de estrés y agotamiento busca el equilibrio por medio de la retención de sodio, aumento de gluconeogénesis y lipolisis bajo la influencia de la síntesis y secreción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y posteriormente liberación de cortisol (Devlin, 1986; De Siqueira y Fernandes, 2015). La secreción de cortisol puede variar según el nivel de entrenamiento y la frecuencia a la que son sometidos los equinos, llegando a disminuir en equinos que se encuentran adaptados a este tipo de actividades (Estrada y Ruiz, 2007; Zuluaga et al., 2022).
Es importante resaltar que el cortisol es afectado por las condiciones medioambientales (Williams et al., 2002), donde animales sometidos a trabajo en zonas cálidas y húmedas pueden sufrir estrés térmico (OMSA, 2024) y la respuesta abarca modificaciones comportamentales, metabólicas y fisiológicas (Colliery Gebremedhin, 2015), que generan valores de cortisol más altos. No obstante, en este estudio no se encontraron correlaciones entre la edad, el sexo y la concentración de cortisol (p>0.05) (Cuadro 3). Estos resultados coinciden con otros investigadores (Douglas, 1999; Munk et al., 2017; Jacob et al., 2018).
CONCLUSIONES
Se encontraron diferencias significativas en los valores séricos de cortisol antes y después de las cabalgatas, respecto a las variables hematocrito y las proteínas plasmáticas totales (p<0.001); sin embargo, no se generaron cambios significativos en su estatus hídrico (p>0.05), aunque una hubo una tendencia a desarrollar hemoconcentración según las pruebas paraclínicas.
Los equinos mostraron un incremento significativo en la concentración sérica de cortisol (p<0.001), biomarcador de estrés.