INTRODUCCIÓN
La salud mental, como un estado de bienestar en el cual el individuo es capaz de realizar sus potencialidades y afrontar las tensiones normales de la vida, está estrechamente relacionada con el ajuste psicológico. En este contexto, el ajuste psicológico puede entenderse como la capacidad de adaptación emocional y conductual de un individuo en respuesta a las demandas de su entorno. Este proceso implica un equilibrio entre las necesidades internas y las exigencias externas, que se logra a través de mecanismos de regulación emocional y cognitiva. Un adecuado ajuste psicológico permite a las personas alcanzar un bienestar emocional, lo que a su vez influye positivamente en la percepción de su entorno y en su habilidad para enfrentar situaciones adversas de manera constructiva. Por tanto, el estudio de este ajuste adquiere relevancia en la psicología y la salud mental, ya que permite identificar comportamientos adaptativos que contribuyen al bienestar integral.
Además, el ajuste psicológico posee un componente esencial en el ámbito de la resiliencia, ya que se asocia con la capacidad de las personas para recuperarse frente a experiencias de estrés, fracaso o adversidad. Diversos estudios han evidenciado que aquellos individuos con un alto nivel de ajuste psicológico muestran no solo una mayor capacidad de adaptación, sino también una habilidad mejorada para aprender de situaciones difíciles, transformando estas experiencias en oportunidades de crecimiento personal. Esta capacidad de regulación y adaptación implica no solo una autorregulación emocional, sino también una apertura a la reestructuración de esquemas mentales, lo cual fomenta una respuesta adaptativa y resiliente ante los cambios del contexto. En este sentido, el ajuste psicológico no solo es un indicador de salud mental, sino también un predictor del desarrollo personal y de la capacidad del individuo para enfrentar desafíos y mantener su bienestar psicológico a largo plazo.
Comportamiento humano, aprendizaje y equilibrio
El desarrollo humano, en sus distintas etapas evolutivas, involucra un repertorio de comportamientos que se organizan y construyen sobre la base de la presencia tanto de condiciones internas como de condiciones externas. Desde la perspectiva psicológica, el comportamiento humano es esencialmente aprendido en un medio social que condiciona la presencia de los variados comportamientos, pero teniendo en cuenta las propias condiciones internas del individuo, primariamente biológicas y posteriormente biopsicológicas, por tanto, estos comportamientos se rigen por los principios y las leyes del aprendizaje. Este comportamiento aprendido y desarrollado, se diferencia ostensiblemente del comportamiento innato, el cual es más de carácter biológico y está más orientado a las respuestas incondicionadas, a la supervivencia como especie humana 1,2.
Desde el punto de vista psicológico, el comportamiento humano, como expresión del desarrollo de cada individuo, se forma por complejas interacciones e interrelaciones, organismo-medio ambiente, de carácter sistémicas, que siguen los principios y leyes del aprendizaje humano. Su estudio obedece a la pretensión no solo de lograr explicar la conducta humana sino poder lograr la predicción y control de la misma1,3.
El aprendizaje social, define lo que se denomina los comportamientos psicosociales, los cuales “son cualidades o manifestaciones psicológicas adquiridas por los principios del aprendizaje4”. Estos comportamientos son construidos y desarrollados desde la infancia mediante el aprendizaje social, obedeciendo también a influencias socioculturales, incorporándose y contribuyendo a formar la personalidad del individuo 5,6. El comportamiento psicosocial, por ser de carácter cognitivo-afectivo, está vinculado a la formación de valores éticos o morales, presentándose conductualmente en forma de actitudes, opiniones, creencias, sentimientos o conductas concretas en un contexto determinado 4.
Bajo la concepción de la relación desarrollo humano-equilibrio y desde de un punto de vista valorativo, los comportamientos psicosociales, siendo cognitivo-afectivos, pueden ser considerados positivos o negativos. Son positivos aquellos que se ajustan al medio social, y son considerados promotores de un mejor desarrollo y el logro del bienestar personal-social de cada individuo. Entre los comportamientos psicosociales positivos se tiene: la honestidad, la confianza, la autoestima, la tolerancia, la empatía, la responsabilidad, la resiliencia, la generosidad, la solidaridad, y el altruismo, entre los más importantes. De otro lado, los comportamientos psicosociales negativos son aquellos que manifiestan desajustes con el medio y por tanto afectan el desarrollo del individuo y el adecuado logro del bienestar personal-social. Son comportamientos negativos o desajustados: la agresividad, la desconfianza, la envidia, la hipocresía, el incivismo, la desesperanza, la intolerancia, el resentimiento y los celos. También puede comprenderse y se ubican como negativos a aquellos que tienen una base biológica y temperamental, son intrapersonales y también se desarrollan siguiendo las leyes del aprendizaje. Estos son: el estrés, la ansiedad, la depresión, y la somatización, entre los más importantes 4.
Consideramos que bajo esta característica unidimensional y bipolar del comportamiento se pueden realizar estudios partiendo por reconocer el carácter positivo (ajuste) o negativo (desajuste) de un comportamiento, reconociéndolo como un indicador importante.
El ajuste psicológico
Los comportamientos psicosociales son expresión del nivel de ajuste psicológico del individuo. Para entender el ajuste psicológico partimos del concepto de adaptación dinámica y dialéctica desde la perspectiva del enfoque evolutivo de Piaget 7, que supone un proceso de interacción dinámica del individuo con el ambiente o entorno, que le permite mantener el equilibrio. Según Piaget 7, la adaptación de todo organismo presupone dos procesos implícitos: La asimilación y la acomodación; mediante la asimilación el organismo actúa u opera activamente sobre el medio e incorpora funcionalmente, aspectos y experiencias del medio, a su estructura interna, lo que permite su desarrollo y mediante la acomodación el organismo se adecua a las influencias y experiencias del medio, para lo cual tiene que transformarse e irse reestructurando. A lo largo de este proceso todo organismo va construyendo y reconstruyendo su estructura, es decir, va construyendo su realidad y va transformando, recreando y creando su medio ambiente. Parangonando a Piaget, el ajuste psicológico es la forma más elevada de adaptación que realiza el ser humano para mantener su equilibrio con el medio ambiente o entorno, que es esencialmente social.
El término ajuste psicológico, se puede explicar a partir de la denominación propia del concepto de “ajuste”, el cual se entiende como aquella propensión del individuo para encontrar “un estado de armonía entre las necesidades internas y las demandas externas y los procesos utilizados para lograr esta adaptación8”. Aquí queremos diferenciar el ajuste psicológico, del ajuste sociológico o cultural de adecuación a las reglas del ambiente social o de la adaptación biológica en el sentido tradicional que más se refieren a procesos fisiológicos o biológicos. Para la APA 8 el ajuste psicológico comprende la adaptación personal, su relación con el yo interior y el entorno; interpretándose así, que una persona bien ajustada es quién satisface sus necesidades de manera saludable, beneficios y demuestra respuestas sociales y psicológicas adecuadas a las situaciones y demandas.
Por su explicación y concepción inicial el ajuste psicológico está asociado con el concepto de adaptación desde una postura biológica, pero en un nivel superior, el ser humano al responder a las demandas físicas, psicosociales y ambientales puede entrar en un proceso y estado de equilibrio (alóstasis). Por ser de base afectiva, el ajuste psicológico tiene como eje adaptativo fundamental el equilibrio emocional 9.
Desde la perspectiva sociocultural, o tradicional, Richards 10 se refirió al ajuste psicológico, como a aquella conducta del individuo que demuestra un comportamiento que puede ser aceptable dentro del contexto cultural en el cual se presenta, siendo lo contrario si fuera en otro contexto cultural; es decir el ser humano tiende a presentar un comportamiento que esté dentro de lo esperado para su entorno. De otro lado, aun siendo esta conducta adaptativa culturalmente para su entorno, el individuo desde una perspectiva individual se puede sentir insatisfecho emocionalmente; por ello el ajuste psicológico está íntimamente relacionado tanto a un ámbito emocional del individuo 11 como también desde el ámbito social de un individuo 12. Bronfenbrenner 12 sostiene que un “ajuste óptimo” no está relacionado a un factor en general, sino que también intervienen una serie de variables que están orientadas a experiencias tempranas del individuo, por ello su estudio y evaluación compromete indicadores que forman parte de los rasgos de personalidad de cada individuo y que van definiendo el denominado ajuste de la personalidad.
De otro lado, en el estudio del ajuste psicológico hay que distinguir las dimensiones intrapersonal e interpersonal del comportamiento 13 . Todo individuo humano que requiere una búsqueda constante de equilibrio con su entorno debe involucrar comportamientos a nivel intra e interpersonal, para poder satisfacer las demandas del contexto (Figura 1).
La dimensión intrapersonal está más vinculada a aquellos comportamientos que dependen mayormente de las condiciones internas del individuo que en su desarrollo son condiciones biopsicológicas. En cambio, la dimensión interpersonal tiene que ver con comportamientos que se organizan por la influencia de las condiciones externas de carácter social y más sujetas a las leyes del aprendizaje.
En el estudio del ajuste psicológico considerando la dimensión intrapersonal se puede identificar a la variable estabilidad emocional 14. Del mismo modo, el estudio del locus de control de Rotter puede predecir un buen ajuste psicológico, relacionado al locus de control interno 15. Por otro lado, las estrategias de afrontamiento también pueden predecir si un individuo tiene un adecuado ajuste psicológico16.
De otro lado, teniendo en cuenta el contexto en el cual se desenvuelve un individuo, los estereotipos de género pueden incidir en el ajuste psicológico 17, ya que se plantea que quienes se adecuen mejor a los estándares establecidos para los roles de género (hombre y mujer) tendrán un mejor ajuste psicológico; la masculinidad y feminidad también son variables que pueden explicar el ajuste psicológico, principalmente en lo referido a instrumentalidad versus pasividad 18.
El ajuste psicológico del individuo se da en todas las esferas del comportamiento humano conformando dimensiones, así tenemos la dimensión personal-familiar, la dimensión educativa, la dimensión laboral y la dimensión social-comunitaria. Cada una de estas dimensiones del ajuste psicológico están encaminadas a la búsqueda del bienestar psicológico que forma parte del bienestar integral de la persona.
Teorías sobre el ajuste psicológico
A continuación, mostramos una panorámica muy suscinta de los enfoques teóricos sobre el ajuste 19-21 sobre el ajuste (Tabla 1).
Tabla 1 Teorías psicológicas sobre el ajuste
Teoría | Argumento principal sobre el ajuste psicológico |
Teoría Psicodinámica clásica | Para Freud un buen ajuste es cuando hay un equilibrio entre la gratificación y la inhibición de los impulsos (del ello) en la infancia. Un desarrollo con pocos conflictos y fijaciones a través de las etapas psicosexuales permite al Yo capacidad de ganar control y mantener la armonía entre el Ello y el Superyó. Una persona bien ajustada es aquella que es capaz de expresar las demandas de su Ello de manera socialmente aceptable. Las personas bien ajustadas todavía están impulsadas por las demandas de su ello, pero tienen un Yo saludable para frenar su efecto y responder socialmente de forma adecuada. |
Teoría Psicodinámica moderna | Estos teóricos ponen menos énfasis en el Ello y más énfasis en el Yo. Enfatizan la importancia de la interacción social cuando se considera un buen ajuste. Un buen ajuste se define como la capacidad de formar y mantener relaciones saludables, cooperativas, solidarias y productivas con los demás. |
Teoría del comportamiento | Esta teoría afirma que las personas bien ajustadas son aquellas que han adquirido, a través de la recompensa y el castigo, conductas que les permiten lidiar y resolver hábilmente los conflictos cotidianos. El comportamiento ajustado y desajustado se aprende por una serie de reforzamientos. |
Teorías cognitivo-conductual | Esta teoría incorpora los denominados eventos internos, como pensamientos y las emociones, para una mejor comprensión del concepto de ajuste y buen ajuste. El comportamiento de las personas depende más de su interpretación de los eventos externos que de los eventos en sí mismos. Por lo tanto, de acuerdo con la teoría cognitivo-conductual, un buen ajuste constituye una interpretación de los eventos de la vida de una manera que promueva el desarrollo personal y social. |
Teoría Humanista | El buen ajuste se logra cuando una persona desarrolla su potencial al máximo. Maslow, y también Rogers, sostenía que una persona que alcanzó la etapa de autorrealización, después de satisfacer las otras necesidades de su pirámide, es una persona bien ajustada. |
Teoría Existencial | El ajuste es como una lucha por redescubrir el significado de la vida. Los valores creados por la sociedad moderna, como el materialismo, se consideran barreras para la autorrealización, es decir, uno debe encontrar su significado en la vida y vivir de acuerdo con sus propios ideales para ser una persona bien ajustada. |
El ajuste psicológico y salud mental
Siguiendo a la Organización Mundial de la Salud (22) la salud mental está referida al logro de las mejores condiciones de bienestar psíquico de cada individuo que contribuyen a un buen desarrollo personal y una adecuada salud integral.
En la medida en que cada individuo se esfuerce por tener las mejores condiciones de bienestar personal ello solo puede darse en la interacción social y, por tanto, los procesos de adaptación, equilibrio o ajuste son constantes o permanentes. En tal sentido, los comportamientos psicosociales positivos se convierten en claros indicadores de una salud mental positiva, en cambio los comportamientos psicosociales negativos son claros indicadores de una salud mental negativa que resultan muy perjudiciales para la salud integral. Por consiguiente, a partir del estudio y evaluación de los indicadores de comportamiento psicosocial ajustado o desajustado se podría llegar a tener un perfil de la salud mental de cada individuo.
Indicadores de comportamiento psicosocial que pueden servir para evaluar la salud mental.
A continuación, en la Tabla 2 se presenta de manera esquemática una relación de indicadores comportamentales que pueden servir como criterio de evaluación del nivel de salud mental de un individuo. El tipo de instrumento de evaluación que se aplique para la evaluación de estos indicadores depende del enfoque de estudio que se asuma, si es un enfoque objetivo y comportamental o proyectivo.
Tabla 2 Indicadores de comportamiento psicosocial ajustado y desajustado
Comportamientos psicosociales ajustados | Comportamientos psicosociales desajustados |
El respeto, | La agresividad, |
La honestidad, | La deshonestidad, |
La tolerancia, | La desconfianza, |
La confianza, | La envidia, |
La cooperación, | La hipocresía, |
La empatía. | La intolerancia, |
Asertividad | La mentira, |
La generosidad, | El resentimiento |
La solidaridad, | La desesperanza, |
El altruismo | La incertidumbre |
La condescendencia | El desajuste familiar. |
La resiliencia. | La baja autoestima. |
La responsabilidad | La procrastinación. |
El autoconcepto. | El desajuste sexual |
La ansiedad, | |
La depresión, | |
La somatización. | |
El estrés |
Objetivo del estudio
El objetivo de este estudio fue revisar la literatura existente para investigar el rol ajuste psicológico como un indicador clave de la salud mental, explorando sus dimensiones intrapersonal e interpersonal, su relación con variables como la ansiedad, la depresión y el bienestar psicológico en distintas etapas de la vida, y proponiendo un marco teórico y práctico para su evaluación y aplicación en contextos clínicos, educativos y sociales.
MÉTODO
Se llevó a cabo una revisión bibliográfica para analizar el ajuste psicológico como indicador de salud mental, centrando la búsqueda en estudios que abordaran este concepto en diversas etapas de desarrollo, principalmente adolescencia y adultez. La revisión incluyó las bases de datos de acceso a literatura científica pertinente: APA PsycNet, Scopus, SciELO y Google Scholar, con el objetivo de obtener artículos relevantes y actualizados sobre el ajuste psicológico. Los términos de búsqueda utilizados fueron “Ajuste Psicológico”, “Ajuste Psicológico - Adolescencia”, y “Ajuste Psicológico - Adultez”. Esta estrategia permitió cubrir un amplio espectro de investigaciones empíricas y teóricas que fundamentan el desarrollo y evaluación del ajuste psicológico y su relación con el bienestar emocional y social en diferentes contextos.
Se incluyeron artículos de investigación que reflejaran en el título la denominación de "Ajuste Psicológico", publicados en revistas indexadas de alto impacto y sometidos a revisión por pares. Además, se consideraron únicamente aquellos escritos en español o inglés, con el objetivo de maximizar la comprensión y precisión en la revisión de los textos.
Una vez recuperados los estudios, se realizó un proceso de selección en varias etapas. Primero, se evaluó la relevancia de cada artículo a través de la lectura de los resúmenes y palabras clave. Posteriormente, se revisaron los textos completos de aquellos estudios que cumplían con los criterios de inclusión. Se prestó especial atención a los métodos y resultados de los estudios seleccionados, analizando sus enfoques sobre el ajuste psicológico y su relación con indicadores específicos de salud mental, como el bienestar emocional, la resiliencia y la regulación emocional.
Los estudios seleccionados se organizaron y clasificaron según sus características metodológicas y teóricas, en función de las dimensiones intrapersonales e interpersonales del ajuste psicológico. Se llevó a cabo un análisis sistemático de las variables involucradas, con su agrupación según la incidencia en diferentes etapas de vida, como la adolescencia y la adultez, y su relación con el bienestar integral. Con esto se busca la identificación de patrones de ajuste en diversos contextos, como el clínico, educativo y social, y el análisis de su impacto en poblaciones específicas, lo que contribuyó a una comprensión integral del ajuste psicológico en distintos entornos.
RESULTADOS
La revisión permite consolidar que el ajuste psicológico se ha venido trabajando predominantemente en áreas de psicológica como son la clínica, salud y personalidad; así como los grupos etareos predominantes son de la adolescencia y adultez.
El ajuste psicológico y la psicología de la salud
La investigación sobre el ajuste incluye todo tipo de poblaciones y muestras, desde niños hasta personas de la tercera edad y desde individuos sanos hasta pacientes con cáncer, entre otras enfermedades y trastornos. Los estudios de ajuste se están ampliando para abordar la interacción entre grupos, por ejemplo, los estudios con familias, o en entornos organizacionales para observar el ajuste de los trabajadores al trabajo y a la empresa y viceversa.
En el campo de la psicología de la salud, se encuentran investigaciones para evaluar el grado de ajuste de los pacientes con diferentes enfermedades físicas, dentro del transcurso de la enfermedad, ya sea ésta temporal o crónica. Se reportan estudios de ajuste a lesiones a la medula espinal 23, enfermedad crónica (24, labio leporino (25, a la enfermedad, discapacidad y pérdida 26, cáncer en asociación a indicadores de ansiedad, depresión y baja autoestima 27 y cáncer y tiempo de tratamiento 28. En el campo de la salud educativa, también se reportan numerosos estudios que vinculan el ajuste con el entorno escolar y universitario 29. También se han realizado estudios sociales y psicosociales como el ajuste de los niños a una tercera cultura 30.
Estudios sobre el ajuste psicológico en adolescentes
El ajuste psicológico en adolescentes ha sido estudiado con diferentes variables como la inteligencia emocional, las competencias sociales, la autoestima, los estilos parentales, los problemas emocionales propios de la adolescencia, entre otras variables.
El ajuste psicológico se ha estudiado en asociación de variables consideradas de problemática recurrente en esta etapa de vida, como la apariencia física, la problemática del peso relacionándolo con indicadores de autoestima, depresión y ansiedad social, interpretándose que el ajuste psicológico puede estar mediado por la presión social 31. Del mismo modo, las redes sociales pueden incidir en la salud mental contribuyendo al bienestar psicológico, amortiguador del estrés y de indicadores de depresión y angustia, por otro lado, el atractivo físico, las habilidades sociales, el autoconocimiento y la competencia social son fundamentales para desarrollar el apoyo social y promover el ajuste psicológico, siendo así el optimismo, una variable fundamental para el desarrollo de las redes sociales extensas y de apoyo, ya que se prefiere a quienes pueden expresar emociones positivas gratificantes 32. Asimismo, el contexto social entre sus pares ha sido una variable a considerar en su estudio; Fantuzzo et al. 33, investigan sobre el acompañamiento entre pares para lograr un mejor rendimiento académico y ajuste psicológico; para lo cual se procedió a evaluar aspectos relacionados al estrés académico, la ansiedad, depresión, temor y angustia psicológica como indicadores del ajuste psicológico.
La competencia socioemocional también ha sido considerada como predictor del ajuste psicológico. Ollendick et al. 34, en un estudio longitudinal encontró que los niños clasificados como rechazados o controvertidos tendieron a obtener peores resultados en los índices de ajuste a largo plazo que los niños clasificados como populares, descuidados o promedio. Wang 35 también encontró que la competencia social fue un mediador entre las variables del clima escolar percibido y el ajuste de los adolescentes, con la excepción de la relación entre la estructura de metas de dominio y las variables de ajuste.
Casares et al. 36 sostienen que los problemas emocionales en la adolescencia, principalmente la ansiedad y depresión está asociado al ajuste psicológico. Los problemas emocionales como los síntomas de ansiedad y depresión se han relacionado positivamente con el afecto negativo y los problemas emocionales y de conducta y de forma inversa con el afecto positivo y la calidad de vida, apreciándose dificultades de regulación emocional en contextos educativos en adolescentes. Schoeps et al.37, como resultados de su investigación encontraron diferencias significativas de sexo, las mujeres percibían y comprendían mejor las emociones que los varones; sin embargo, presentaron mayores problemas emocionales, en cambio, los varones obtuvieron un nivel de autoestima más alto que las mujeres, mostrando más problemas conductuales. El análisis de regresión reveló que las competencias emocionales y la autoestima se relacionan con menos problemas emocionales y conductuales. Se destacó la importancia de la autoestima para predecir el ajuste psicológico de los adolescentes.
Fuentes et al. (38 enfatizaron la relación entre los estilos parentales de socialización y el ajuste psicológico, el estilo indulgente, basado fundamentalmente en el afecto y no en la imposición parental, logra mejores resultados relacionados con el ajuste psicológico y emocional de los adolescentes españoles.
Cobos-Sánchez et al. 39, estudiaron el rol de la inteligencia emocional en el ajuste psicológico y demostraron la influencia del estado de ánimo y la relación con los padres como factores para el ajuste psicológico y la inteligencia emocional de los estudiantes.
Sánchez y Palacios 40 encontraron diferencias significativas en los indicadores de baja autoestima, desajuste familiar y estrés entre estudiantes secundarios varones y mujeres, hallando al desajuste familiar como predictor de la baja autoestima y el estrés. Del mismo modo, Sánchez et al. 41 observaron que los indicadores del comportamiento psicosocial desajustado en adolescentes, como el estrés, baja autoestima, celotipia, desajuste familiar tienen una relación de causalidad a la propensión de la conducta violenta.
Estudios sobre el ajuste psicológico en adultos
Los estudios de ajuste psicológico en este grupo etario han considerado tanto a los adultos intermedios como los adultos mayores y se ha buscado relacionarlos con personalidad, optimismo-pesimismo, estado de ánimo, factores cognitivos y clima y soporte familiar, entre otras variables.
El adulto es aquel individuo que puede conducirse de acuerdo con sus propias decisiones y libertades. El yo integrado, planteado por Rogers en 1959, explica que un adecuado ajuste psicológico asociado a la evaluación de las características de personalidad e integración de los roles puede predecir el ajuste psicológico en un individuo 42. Del mismo modo, la propuesta teórica del optimismo de Carver y Scheier 43 explica que el optimismo puede conducir a obtener resultados positivos, siendo contrario para el pesimismo que conlleva a obtener resultados negativos.
Chang y Sanna 44 consideran al estado de ánimo como predictor del ajuste psicológico, desde dos dimensiones se establece una dimensión de afecto positivo, en donde predomina sentirse activo, alerta y entusiasta; y la otra dimensión de afecto negativo, en donde el individuo se siente molesto o negativamente excitado, sin embargo, se hace necesario considerar los factores cognitivos asociados con las expectativas de resultados; asimismo, proponen un modelo en que la afectividad actúa como mediadora de ciertos procesos cognitivos, incluidos el optimismo y la adaptación.
Siguiendo la premisa del optimismo, Brissette et al. (32, encontraron, partiendo de la premisa que las diferencias individuales en el optimismo juegan un papel importante para la adaptación a eventos estresantes de la vida, que a mayor nivel de optimismo está asociado a presentar menor disrupción en el estado de ánimo y responder a mayor variedad de estresores; un afrontamiento optimista es mejor para afrontar el estrés que un afrontamiento pesimista. Adicionalmente se ha encontrado que la evaluación del optimismo disposicional está asociado al constructo de la inteligencia emocional, siendo el incremento de ambos asociado a un buen ajuste psicológicos en adultos jóvenes y de mediana edad 5.
Los estudios de personalidad y ajuste han examinado el neuroticismo del Inventario de Personalidad Abreviado de Costa y McCrae, relacionándolo con indicadores de depresión, y autoestima 42. De igual manera, la variable de agresividad está asociado al estudio del ajuste psicológico, especialmente a las características de personalidad antisocial y depresión 45.
Del mismo modo, en esta etapa adulta se hace presente considerar el factor cognitivo y afectivo como predictores del ajuste psicológico relacionándolo con indicadores de depresión principalmente, los individuos con alta depresión tienen un recurso cognitivo limitado; para lo cual también se ha buscado evaluar indicadores de bienestar psicológico y satisfacción con la vida 46; en este sentido, la evaluación de las expectativas de resultado (optimismo y pesimismo), la afectividad (positiva y negativa) están asociados a la evaluación del ajuste psicológico mediante variables como satisfacción con la vida y síntomas depresivos en adultos de mediana edad 44.
El soporte familiar se ha asociado con medidas de bienestar psicológico, autoestima, felicidad, angustia, depresión y ansiedad 47. Del mismo modo, el soporte social puede ser un predictor para un buen ajuste psicológico. Crocett et al. 48, desarrollaron un estudio sobre la integración de estudiantes universitarios de origen mexicano en el sistema educativo americano; el estudio demostró que el soporte familiar y un afrontamiento activo podían amortiguar un alto estrés aculturativo sobre los síntomas de ansiedad y depresión. Asimismo, el soporte de sus pares podía moderar la relación entre el estrés aculturativo y los síntomas de ansiedad
En los adultos la evaluación del ajuste psicológico está asociadas a variables como el aislamiento social, maternidad o paternidad, problemas de pareja, apoyo social percibido, percepción de la adversidad familiar 49,50; relacionándolo con la ansiedad, alteración del estado de ánimo y la autoestima. Roskos et al. 51 , encontraron que aquellos quienes evitaban la resolución del conflicto familiar tendían a presentar un mal ajuste o desajuste psicológico, es decir podían presentar resultados significativamente clínicos asociado a un listado de sintomatología clínica psiquiátrica como ansiedad, estrés y depresión.
La investigación del ajuste psicológico en el adulto mayor se ha trabajado mediante la evaluación de los estilos motivacionales, valores del grado de autodeterminación; considerando la asociación con variables de satisfacción con la vida, autoestima, depresión y significado de la vida 52.
Complementariamente, Human et al. 53 desarrollaron un trabajo de investigación en el cual buscaban identificar si aquellos individuos bien adaptados psicológicamente son más juzgables que aquellos menos adaptados; encontrando que los individuos mejor adaptados son más juzgables porque proporcionaban información más relevante, considerándoles más veraces.
Matos y Sánchez 54) en un estudio sobre indicadores de expectativas de vida, incertidumbre y desajuste del comportamiento considerando los indicadores de ansiedad, depresión, agresividad, desesperanza, intolerancia y temores, encontraron diferencias significativas de acuerdo a grupos de sexo y edad.
CONCLUSIONES
El ajuste psicológico es un proceso de adaptación y equilibrio dinámico y dialéctico que cada individuo mantiene con su entorno, el cual abarca tanto la dimensión intrapersonal como la interpersonal. Los comportamientos psicosociales, que son adquiridos a través del aprendizaje social, funcionan como indicadores claros para evaluar el ajuste psicológico de cada individuo, y al integrarse pueden analizarse como parte de una personalidad ajustada. Estos comportamientos, además, pueden evaluarse valorativamente como positivos o negativos: se consideran positivos cuando promueven el ajuste y equilibrio del individuo con su medio ambiente, y negativos cuando afectan de manera adversa esta adaptación. Así, el ajuste psicológico expresado en el comportamiento psicosocial se configura como un indicador significativo de la salud mental de los individuos, permitiendo una valoración integral del bienestar personal y social.