INTRODUCCIÓN
Las razas de perros braquiocefálicos se caracterizan por tener un acortamiento o aplanamiento del esqueleto facial (Packer et al., 2015). Este rasgo ha sido firmemente seleccionado por los criadores para dar origen a muchas razas populares de perros de compañía, entre ellas el Bulldog Inglés, Bulldog Francés y Pug (Nöller et al., 2008). Muchos propietarios de perros de estas razas las consideran como idóneas para los niños, dado su tamaño pequeño y aspecto de bebé (Packer et al., 2017); sin embargo, estas características los hacen propensos a presentar problemas respiratorios como el Síndrome Obstructivo de las Vías Aéreas Superiores o BOAS (por sus siglas en inglés), lo cual se puede manifestar en un conjunto de signos clínicos (Bertilsson, 2019).
En ese sentido, el grupo de investigación sobre BOAS del Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cambridge (2023) indica que los principales signos clínicos que deben ser reconocidos por parte de los propietarios son: ruidos respiratorios, estenosis de las fosas nasales, signos gastrointestinales, apnea obstructiva del sueño/trastorno del sueño, intolerancia al calor, cianosis y colapso. Ante la falta de diagnóstico temprano, los pacientes con extrema braquicefalia (Bulldog Inglés, Bulldog Francés y Pug) son más propensos a tener un corto ciclo de vida (8.6 años) en comparación con otras razas con menor nivel de braquicefalia o no braquicefálicos (12.7 años) (O’Neill et al., 2015).
Aunque esta sea una afección muy frecuente en estos perros, muchos propietarios no perciben los signos clínicos del BOAS como un problema de salud de sus mascotas, siendo así que Packer et al., 2012) reportó en el Reino Unido que el 58% de los dueños de perros afectados con BOAS mencionaron que sus mascotas no tenían problemas respiratorios. En contraste, un reporte en Brasil observó que el 65% de los propietarios tenían conciencia del síndrome (Lopes y Vasconcelos, 2021). Estos resultados tan variados se pueden explicar debido a la falta de investigaciones relacionados con el conocimiento de los propietarios con relación a los signos clínicos del BOAS.
En el Perú, la frecuencia de canes de razas braquiocefálicas es menor respecto a otros países, incluso en distritos con perfiles socioeconómicos altos como en el distrito de Miraflores (5.3%) (Málaga et al., 2018). Sin embargo, en los últimos años se ha visto un incremento en la tenencia de estas razas, como lo evidencia la participación en múltiples concursos de juzgamiento canino (Kennel Club Peruano, 2023a,b). Por lo expuesto, el objetivo del estudio fue determinar el nivel de conocimiento de los signos clínicos del síndrome de obstrucción de las vías aéreas braquiocefálicas en propietarios de canes de las razas Bulldog Inglés, Bulldog Francés y Pug.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio tuvo un enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo, con un diseño no experimental y de corte transversal. La población objetivo estuvo conformada por personas de 25 a 60 años, propietarios de perros de las razas Bulldog Inglés, Bulldog Francés y Pug de Lima Metropolitana. Se utilizó como instrumento de recolección de información un cuestionario conformado por 13 ítems, elaborado mediante búsqueda de fuentes bibliográficas y consultas con profesionales dedicados a clínica de menores que actuaron como expertos. El instrumento final aplicado fue la versión aceptada por todos los evaluadores.
La recolección de datos se obtuvo vía online, publicada en grupos cerrados de la plataforma social Facebook. Todos los dueños aceptaron, mediante un consentimiento informado, su participación en el estudio y posterior a ello respondieron la encuesta. La información recolectada fue tabulada en el programa Microsoft Excel 2020. Las respuestas sobre el reconocimiento de los propietarios fueron divididas en cuartiles, considerándose al primer y segundo cuartil (50 %) como reconocimiento bajo, al tercer cuartil (25 %) como reconocimiento medio y al cuarto cuartil (25%) como reconocimiento alto. Finalmente, se calculó la frecuencia del nivel de reconocimiento de los propietarios del signo clínico más reconocido y su presentación por distribución por razas.
RESULTADOS
Se obtuvieron respuestas de 46 propietarios de perros de las tres razas en estudio. De estos, el 45.7% presentó un nivel de reconocimiento medio, 28.3% tenía un nivel de reconocimiento alto y 26.1% un nivel de reconocimiento bajo.
Los signos clínicos con mayor reconocimiento fueron: estertores (93.5%), seguido de jadeo excesivo (91.3%, ronquidos (91.3%) y estenosis de las narinas (89.1%), mientras que el de menor reconocimiento fue la cianosis (30.4%) /Cuadro 1).
Cuadro 1. Reconocimiento de los propietarios sobre los signos clínicos que presentan los canes con relación al síndrome obstructivo de las vías aéreas braquiocefálicas (n=46)
Signos clínicos | Reconocimiento | |
---|---|---|
n | % | |
Estertores | 43 | 93.5 |
Jadeo excesivo | 42 | 91.3 |
Ronquidos | 42 | 91.3 |
Estenosis de las narinas | 41 | 89.1 |
Intolerancia al ejercicio | 40 | 87.0 |
Intolerancia al calor | 39 | 84.8 |
Salivación excesiva (ptialismo) | 31 | 67.4 |
Apnea del sueño | 28 | 60.9 |
Regurgitación y/o vómito | 25 | 54.3 |
Síncope | 20 | 43.5 |
Estridor | 19 | 41.3 |
Apnea del sueño (posicionamiento) | 16 | 34.8 |
Cianosis | 14 | 30.4 |
Los propietarios de perros Pug y Bulldog Francés fueron los que registraron el menor nivel de reconocimiento de los signos clínicos del BOAS (Cuadro 2).
Cuadro 2. Reconocimiento de los signos clínicos del síndrome obstructivo de las vías aéreas braquiocefálicas (BOAS) por parte de los propietarios de perros braquicefálicos
Raza | Bajo | Medio | Alto | |||
---|---|---|---|---|---|---|
n | % | n | % | n | % | |
Bulldog Francés (n=5) | 2 | 40.0 | 2 | 40.0 | 1 | 20.0 |
Bulldog Inglés (n=22) | 5 | 22.7 | 7 | 31.8 | 10 | 45.5 |
Pug (n=19) | 5 | 26.3 | 12 | 63.2 | 2 | 10.5 |
Total (n=46) | 12 | 26.1 | 21 | 45.7 | 13 | 28.3 |
DISCUSIÓN
Los resultados indican que la mayoría de los propietarios de perros de razas braquiocefálicas presentaron un aceptable nivel de reconocimiento a los signos del BOAS. En contraste, la evidencia más común a nivel mundial indica que la mayoría de los propietarios encuestados ignoraban la presencia de signos clínicos relacionados al BOAS (Packer et al., 2012, 2019; Kenny et al., 2022). Una posible explicación para esta disparidad en los resultados podría ser el reducido número de encuestados que participaron en el presente estudio, debido a que solo se trabajó con las personas que respondieron la encuesta publicada en la red social en un tiempo determinado (meses de agosto a diciembre de 2020). Asimismo, también podría considerarse un probable sesgo u error en el análisis de la información solicitada (Manterola y Otzen, 2015).
Los signos clínicos más comunes identificados por los propietarios fueron el estertor, el jadeo y los ronquidos, lo cual coincide con los hallazgos reportados por Aromaa et al. (2019) con propietarios de perros braquiocefálicos con signos sonoros patológicos en las vías respiratorias superiores, en tanto que Mendes et al. (2021) en Argentina reportaron ronquidos, intolerancia al ejercicio y estornudos inversos. Con respecto a los signos poco conocidos como la cianosis, este signo podría deberse a la necesidad del propietario de observar las mucosas, en tanto que para la apnea del sueño coincide con los hallazgos de Packer et al. (2019), debido probablemente a que esto es generalmente considerado como «normal» por los propietarios.
El reconocimiento de los signos clínicos de BOAS en el Bulldog Inglés fue alto (45.5%), posiblemente debido a que en Lima existen múltiples congregaciones y clubes de esta raza (Kennel Club Peruano, 2023a,b), los cuales tienen por finalidad difundir la crianza responsable de la raza y promover su tenencia responsable, así como en la prevención y cuidado de la salud de estos ejemplares.
CONCLUSIONES
El nivel de reconocimiento por parte de los propietarios de los signos clínicos del Síndrome de Obstrucción de las Vías Aéreas Braquicefálicas (BOAS) en perros de raza Pug, Bulldog Francés y Bulldog Inglés fue de 45.7% y fue considerado de nivel medio.
Los signos clínicos de mayor reconocimiento fueron estertores (93.5%), ronquidos y jadeo (91.3%) y estenosis de las narinas (89.1%).