INTRODUCCIÓN
La tenencia de animales es una actividad ligada al hombre, lo que se fundamenta principalmente que el ser humano necesita establecer relaciones sociales no solo con otras personas sino también con los animales (Herrera, 2012). Se ha demostrado que la vinculación humano-animal, influye de manera positiva en la salud y el bienestar del hombre, lo que ha propiciado que gran parte de los hogares tengan mascotas (Gómez et al., 2007). Sin embargo, las personas no tenían gran preocupación con relación a las condiciones de vida de los animales, pero esto ha ido cambiando en los últimos años debido a una mayor conciencia de que estos son seres sintientes; es decir, con capacidad de sentir dolor y placer (Froehlich, 2017).
La tenencia responsable se define como una situación en que una persona acepta y se compromete a cumplir una serie de obligaciones dimanantes de la legislación vigente, encaminadas a satisfacer las necesidades comportamentales, ambientales y físicas de un individuo y a prevenir los riesgos que el animal pueda presentar para la comunidad, para otros animales y para el medio (Sánchez et al., 2016). En este contexto, en Paraguay, la Ley 4840/13 de Protección y Bienestar Animal en el Artículo 27, hace referencia a los deberes que deberían asumir los propietarios de animales, suministrando instalaciones adecuadas, alimento, bebida suficiente, cuidados sanitarios, trato afable y amigable (BACCN, 2013). En tanto, la Ordenanza Municipal 87/2010 de la ciudad de Pilar, reglamenta la tenencia de animales domésticos y describe en el Artículo 1 «el registro, tenencia, crianza, cuidados higiénicos, sanitarios, tránsito, exposición, comercialización, ingreso al ejido, fiscalización y transporte de los animales domésticos de compañía» (Junta Municipal de Pilar, 2010).
La tenencia no responsable de los animales está ligada a problemas de salud pública, como ocurrencia de enfermedades zoonóticas, contaminación ambiental por heces y ruidos, mordeduras o arañazos, etc. (Varas et al., 2006; León et al., 2013; Tortosa et al., 2016; Robles et al., 2017).
A nivel local, se han realizado estudios de tenencia, cuidado responsable y características de mascotas en la ciudad de Itauguá (Ortiz Cuquejo et al., 2018), en Coronel Oviedo (Sánchez et al., 2015) y en Asunción (Málaga et al., 2015). Sin embargo, se requiere más información de otras regiones del país. Ante esto, el objetivo de este trabajo fue determinar indicadores de la tenencia responsable de animales de compañía y el nivel de conocimiento del marco legal en tres barrios del distrito de Pilar, Ñeembucú.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se llevó a cabo en el área urbana del distrito de Pilar, capital del departamento de Ñeembucú, Paraguay. El distrito se ubica a 356 km al sur de la capital Asunción, separado de la República Argentina por medio del río Paraguay. La ciudad presenta una superficie urbana de 7989 m2 (Municipalidad de Pilar, 2016; Romero, 2017).
El estudio fue del tipo observacional, descriptivo, prospectivo y de corte transversal. Se realizaron encuestas a 138 propietarios de viviendas de tres barrios (Barrio Obrero, Barrio General Díaz y Barrio 12 de Octubre) desde noviembre de 2022 a marzo de 2023, mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia.
Para la recolección de los datos se utilizó una encuesta modificada de Herrera (2012) y Arauco et al. (2014) y validada por expertos en el tema. La encuesta estaba compuesta por 35 preguntas cerradas divididas en tres secciones:
Sección 1. Vivienda: edad de los miembros y tipo de vivienda (casa o departamento).
Sección 2. Animales de compañía: especies, aspectos demográficos (sexo, edad, genética), control reproductivo (esterilizaciones), sanitarios (vacunaciones, desparasitaciones, atención veterinaria, diagnóstico de enfermedades), nivel de confinamiento (permanente, temporal, sin confinamiento), razón de la tenencia (afectiva, seguridad), tipo de alimento (balanceado comercial, comida casera y frecuencia), método de identificación (collar, chip, tatuaje) y alojamiento (refugio).
Sección 3. Grado de conocimiento del marco legal vigente (Ley 4840/13 y Ordenanza Municipal 87/2010).
El encuestador, al llegar a la vivienda seleccionada y ante la presencia de una persona mayor de edad, describe los objetivos de la investigación y solicita su participación. La lectura de las preguntas fue realizada por el encuestador y las respuestas fueron marcadas en el documento (Plasencia et al., 2024). La información recogida en las encuestas fue transferida a hojas de cálculo en el programa Microsoft Excel y procesadas mediante tablas de frecuencias.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el Cuadro 1 se presenta la información sobre la edad de las personas que componían los grupos familiares y el tipo de vivienda. Según los resultados preliminares del Censo de 2022 el 66.9% de la población del país se encuentra entre los 15 y 64 años (INE, 2022), lo cual se encuentra en concordancia con el porcentaje encontrado de personas entre 15 y 60 años en los hogares encuestados. Por otro lado, el 94% de las viviendas encuestadas correspondieron a casas con patio.
Cuadro 1. Rango de edad de las personas y tipo de vivienda del área urbana del distrito de Pilar, departamento de Ñeembucú, Paraguay
Variables | n | % |
---|---|---|
Edad (años) | ||
<15 | 110 | 27 |
15-60 | 210 | 51 |
>60 | 94 | 22 |
Tipo de vivienda | ||
Casa con patio | 130 | 94 |
Casa sin patio | 8 | 6 |
Departamento | 0 | 0 |
Se pudo constatar que 94% (130/138) de las viviendas encuestadas tenían animales. Se registraron 275 animales de compañía, siendo 56% perros, 40% gatos y 4% animales no convencionales como loros, gallinas, cerdos y conejos. La frecuencia de perros fue superior a la reportada por Valderrama y Serrano (2017) que encontraron 48% de perros y 31% de gatos, aunque menor a lo reportado por Sá et al. (2020), Pino et al. (2017) y Herrera (2012). Por otro lado, Herrera (2012) encontró 78% de gatos en su investigación. Las diferencias podrían atribuirse al tamaño de la muestra y la zona de muestreo, teniendo en cuenta que en esta investigación sólo fueron incluidas viviendas localizadas en el área urbana. La mayor prevalencia de perros con relación a los gatos podría explicarse por las características etológicas de la especie canina, la cual es vista como más afectuosa, vivaz, espontánea y presente en comparación con los gatos domésticos (Fuck et al., 2006; Catapan et al., 2015; Sá et al., 2020).
En el Cuadro 2 se presentan la información de las características demográficas y control reproductivo de perros y gatos. El 57% de los perros eran hembras, mientras que en el caso de los gatos la mayoría fue macho (59%). Estos valores difieren a lo descrito por Valderrama y Serrano (2017) donde hubo un predominio de perros machos (65.1%). En este sentido, Zúñiga (2007) manifestó que la preferencia de los machos podría explicarse debido a un factor económico, ya que las hembras requieren mayores cuidados y un mejor manejo durante el celo, la gestación y el puerperio. En el presente estudio, si bien no se consultó sobre las razones de la preferencia por determinado sexo, podría atribuirse a un posible cambio en la actitud de las personas a causa de la mayor disposición de medios y recursos en beneficio de sus animales (Vásquez, 2001; Gallardo, 2003; Güttler, 2005; Rossi, 2006).
Cuadro 2. Características demográficas y control reproductivo de perros y gatos del área urbana del distrito de Pilar, departamento de Ñeembucú, Paraguay
Variables | Perro n=155 | Gato n=110 | ||
---|---|---|---|---|
n | % | n | % | |
Sexo | ||||
Macho | 67 | 43 | 65 | 59 |
Hembra | 88 | 57 | 45 | 41 |
Genética | ||||
Mestizo | 90 | 58 | 65 | 59 |
De raza | 65 | 42 | 45 | 41 |
Esterilización | ||||
Macho | 23 | 35 | 26 | 40 |
Hembra | 57 | 65 | 27 | 60 |
El promedio de edad de los perros machos y hembras fue de 3.9 y 3.5 años, respectivamente, en tanto que en los gatos fue de 3.1 años en machos y 3.6 en hembras, resultados similares a los encontrados por Málaga et al. (2015) en la ciudad de Asunción, donde se obtuvo un alto porcentaje de perros mayores de 4 años y por Arauco et al. (2014) con un promedio de 2.7 años. Los resultados indican que una gran parte de la población de perros es joven y potencialmente reproductiva, por lo tanto, con gran potencial de crecimiento poblacional.
La mayor proporción de perros (58%) y gatos (59%) fueron mestizos, similar al reporte de Arauco et al. (2014), quienes reportaron 54.1% de perros mestizos. En ese sentido, el autor describió que la preferencia por los animales mestizos pudo estar influenciado por las campañas de sensibilización promocionadas desde el gobierno y las ONGs, fomentando la adopción de este tipo de perros como animales de compañía. A su vez, Sánchez (2015) halló valores superiores de perros (76%) y gatos (75%) mestizos o criollos. La gran diferencia con relación a esta investigación podría estar relacionada con la localización geográfica, teniendo en cuenta que el mencionado trabajo fue llevado a cabo en un distrito ubicado a 12 km del área urbana de la Ciudad de Coronel Oviedo. En el estudio de Pino et al. (2017) se encontraron frecuencias similares de perros mestizos y de raza pura, donde se encontró además el interés de los criadores de reproducir animales con razas definidas que tienen mayor demanda y son más comercializables.
El uso de la esterilización como control reproductivo de los animales evidenció una mayor cantidad de perros hembra esterilizadas con relación a los machos (65 vs. 35%; Cuadro 2), resultado que coincide con lo encontrado por Herrera (2012), quien halló que los propietarios de perros prefieren esterilizar a las hembras. El autor menciona que estos resultados pueden estar influenciados por la cultura e idiosincrasia de la gente, especialmente en zonas rurales sobre la castración de perros macho (Bögel 1990; Güttler, 2005). En cambio, se presentó una situación diferente en los gatos, donde el mayor porcentaje de esterilizaciones se observó en los machos (59 vs. 41%). Esto podría relacionarse con la conducta de marcaje con orina y el vagabundeo de los machos. En ese sentido, se ha demostrado que la castración elimina o reduce en un 80-90% dichas conductas (Manteca, 2010). Otro punto para considerar sería ser el costo de las esterilizaciones, considerando que este tipo de intervención en machos implica una menor inversión de dinero y de cuidados posoperatorios comparado con las hembras.
El 70% (109/155) de los perros y el 65% (72/110) de los gatos acudieron al médico veterinario en los últimos 12 meses y el 69% de los propietarios tenían libreta sanitaria (182/265) de sus animales (Cuadro 3). Asimismo, 34% de los perros y 25% de los gatos habían sido vacunados contra la rabia durante los últimos 12 meses; cifras inferiores a lo registrado por Sá et al. (2020) que encontraron un 73.6% de la población canina inmunizada. Los resultados indican un bajo nivel de vacunación antirrábica, dado que la Organización Mundial de la Salud indica que las campañas de vacunación antirrábica deben ser anuales y alcanzar al menos un 70% de cobertura para lograr un control adecuado y, eventualmente, la erradicación de la rabia (OMS, 2013).
Cuadro 3. Caracterización del aspecto sanitario de perros y gatos del área urbana del distrito de Pilar, departamento de Ñeembucú, Paraguay

Referente a las desparasitaciones, 86% (133/155) de los perros y 75% (82/110) de los gatos recibieron antiparasitarios externos y 88% (137/155) de perros y 76% (83/110) de los gatos fueron tratados contra parásitos internos. La aplicación de los antiparasitarios fue realizada por un médico veterinario (70%, 96/137) en el caso de los perros y 49% (54/83) de los gatos.
En cuanto al confinamiento de los perros, 51% (79/155) estaban de forma permanente en la casa, 10% (16/155) salían con el dueño de día y/o de noche, 13% (20/155) salían solos, ya sea de día o de noche, y 26% (40/155) no estaban confinados. En este contexto, mayores porcentajes fueron encontrados por Valderrama y Serrano (2017) en la ciudad de Abancay, Perú, donde registraron 63.3% de perros que transitan libremente sin ningún control y por Garibotti et al. (2017) que encontraron 55.3% de perros con acceso libre a las calles. Asimismo, Málaga et al. (2015) estimaron que el 19.2% de los perros tenían salida libre a la calle. Si bien los valores de perros de libre circulación y perros que salen sin supervisión no son altos comparados con otros trabajos, igualmente resultan preocupantes, considerando el bajo porcentaje de perros vacunados contra la rabia. El animal sin confinamiento, «vago» pero con dueño, es el principal problema de muchas ciudades (Álvarez y Domínguez, 2001), ya que son los principales transmisores de zoonosis, generan inseguridad en las personas por mordeduras, y ensucian el ambiente con sus deyecciones (Ibarra et al., 1997; Rossi, 2006).
Un dato relevante ha sido el bajo porcentaje de los perros que salen a pasear (10%). En este punto, Rosado et al. (2016) indican que el ejercicio físico permite que el perro pueda olfatear y explorar su entorno; por tanto, sacar a pasear a los perros es de gran importancia para su desarrollo físico y cognitivo, que se relaciona de manera directa con su bienestar.
Acerca de la razón de la tenencia, 29% (45/155) de los entrevistados manifestaron que tienen perros por razones afectivas, 16% (25/155) porque son buenos guardianes y 55% (85/155) por ambas razones. En cambio, 44% (48/110) de los propietarios de gatos los tienen por razones afectivas, mientras que 25% (28/110) por la conducta de caza y 31% (34/110) por ambas razones. Arauco et al. (2014) encontró que la utilidad de los canes como animales de compañía fue de 72.7% y como guardián del 11.5%, en este último caso, el bajo valor hallado, estaba relacionado con el nivel de seguridad de la zona.
El tipo de alimento más frecuente que consumían los perros y gatos fue mixto, de balanceado comercial y comida casera (45%, 118/265), en tanto que solo balanceado comercial fue de 32% (86/265), 19% con restos de comida (51/265) y 4% con comida casera (10/265). Todos los propietarios respondieron que sus animales disponen de agua fresca y potable. Según Herrera (2012), en los sectores rurales se presentan condiciones socioeconómicas bajas, ante lo cual los propietarios de animales de compañía optan por la comida casera, la cual puede provocar deficiencias dietéticas con consecuencias nocivas desde el punto de vista de la salud animal (Stockman et al., 2013).
La frecuencia de alimentación recomendada para perros es de al menos dos raciones diarias (Ogoshi et al., 2015). En base a esto se considera que la frecuencia de alimentación en esta investigación fue la adecuada, con 60% (93/155) de animales alimentados tres veces al día, 30% (47/155) dos veces al día, 8% (12/155) una vez al día y 2% (3/155) otros, considerando que cuentan con regímenes alimenticios especiales.
El 66% (102/155) de los propietarios afirmó utilizar collar como identificación y los restantes 34% (53/155) no tenían identificación. En cuanto al alojamiento, 61% (95/155) de los encuestados manifestaron que los perros duermen afuera de la casa y 39% (60/155) duermen adentro. En contrapartida, 59% (65/110) de los gatos duermen adentro y 41% (45/110) duermen afuera. De los perros que duermen fuera de la casa, 65% (52/95) de los propietarios manifestaron que los animales tienen camas donde dormir, 16% (15/95) tienen casas y 29% (28/95) tienen ambas.
Por último, lo que corresponde al grado de conocimiento del marco legal, solo 35% (46/130) afirmó conocer la Ley 4840/13 de Protección y Bienestar Animal. Igualmente, un porcentaje aún menor (27%, 35/130) manifestó estar al tanto de la Ordenanza Municipal 87/2010. Estos valores, evidencian que, a pesar de la existencia de un marco de protección normativo y sancionatorio, aún se evidencias falencias sobre su socialización. El conocimiento de las normas y leyes buscan reducir la incidencia de maltrato animal para dar cumplimiento a la armónica convivencia entre el ser humano y los animales (Piray Rodríguez et al., 2022). Plasencia et al. (2024) mencionan que los medios de comunicación juegan un rol muy importante en la difusión de la información sobre las normas que regulan la tenencia de perros y gatos.
CONCLUSIONES
Los resultados indican un alto grado de tenencia de perros y gatos en los tres barrios del área urbana del distrito de Pilar. Se determinó que los encuestados cumplen con las necesidades básicas relacionadas con desparasitaciones, asistencia veterinaria, esterilizaciones, alimentación y alojamiento. Sin embargo, aspectos como la vacunación contra la rabia, confinamiento, identificación y conocimiento del marco legal son puntos que deberían mejorarse, de manera a garantizar la salud colectiva.