INTRODUCCIÓN
La relación entre humanos y animales se ha ido incrementado con el paso de los años, generando una mejor cultura de sensibilidad hacia ellos, tomando en cuenta muchos aspectos en la sociedad (Delgado, 2022; Atero et al., 2024). La convivencia con mascotas como perros y gatos proporciona beneficios psicológicos, fisiológicos y sociales a los seres humanos (Valderrama y Serrano, 2017). Sin embargo, el incremento desmedido poblacional debido a la carencia de control natal causa un impacto negativo sobre la salud pública de los países en vías de desarrollo (Salamanca et al., 2011), entre los que se encuentran la transmisión de zoonosis, la contaminación ambiental por excretas y los accidentes por mordedura (León et al., 2014).
Para mitigar los impactos negativos dentro de la relación animal-humano se necesita instaurar programas sanitarios, los cuales se logran encaminar a partir de la estimación poblacional de perros y gatos con respecto a las personas (León et al., 2014). Por tanto, es importante; establecer parámetros que robustezcan la información demográfica como tamaño de la población, métodos de cuidado, y edad, entre otros (OIE, 2009).Además, los parámetros demográficos permiten simular los efectos potenciales de las intervenciones y construir indicadores efectivos (Ferreira, 2009; Flórez y Solano, 2019).
Según lo mencionado, los reportes de estudios poblacionales de perros y gatos a nivel mundial se enriquecen con los datos de información demográfica. Como ejemplos se encuentra el estudio de Castillo et al. (2022) quienes reportan promedio de 1.4 perros y 1.8 gatos por vivienda en el distrito de Lince, Lima-Perú, de Florez y Solano (2019) que reportan 97.1% de viviendas con perros o gatos en Bucaramanga, Colombia y de Downes et al. (2011) en Irlanda quienes estimaron una densidad de hogares con perros de 640 620 y de gatos de 215 542. Con relación al sexo, Gil et al. (2022) reportaron 56.1% de canes machos y 55.8% de felinos machos en dos distritos de Lima, y Pino et al., (2017) en Cuba indicaron 63% de hogares con perros, en tanto que Gebremedhin et al. (2020) en Etiopía reportaron una proporción de machos y hembras de 3:1 para perros y casi 1:1 para gatos. No obstante, no se disponen de informes ni publicaciones que aborden la densidad y la demografía de las poblaciones de perros y gatos en Montería, Colombia; asimismo, estudios demográficos al respecto en Colombia son escasos, Por consiguiente, el propósito de esta investigación fue describir las características demográficas de la población de perros y gatos residenciados en cuatro barrios del sur de la ciudad de Montería, Colombia.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se llevó a cabo en la zona sur de la ciudad de Montería, en los barrios de Santa Fé, P-5, La Granja y Simón Bolívar, durante el primer trimestre de 2024, aplicando una periodicidad quincenal en cada barrio. Se empleó un enfoque descriptivo para facilitar la recopilación de datos cuantitativos de manera efectiva y eficiente durante el proceso de indagación (Guevara et al., 2020).
La recopilación de datos se llevó a cabo mediante encuestas y entrevistas a domicilio con los tutores de las mascotas o con quienes los tuvieran a su cargo. Los domicilios fueron seleccionados mediante un muestreo por conveniencia (Hernández González, 2021), considerando las condiciones logísticas para el acceso a los hogares. Las visitas se llevaron a cabo entre las 07:00 y las 12:00 h, logrando encuestar a 568 domicilios.
La encuesta constó de tres secciones. En la primera se preguntaba si tenían perros o gatos y cuántas personas vivían en el hogar; la segunda sección indagaba sobre sexo, edad, raza, estado de vacunación que según el Decreto 2257 de 1986 del Ministerio de Salud y Protección Social en Colombia deben estar vacunados contra: rabia, encefalitis equina, brucelosis, fiebre amarilla y leptospirosis. También se indagó sobre la desparasitación de las mascotas contra parásitos internos y externos en los últimos 12 meses. La tercera sección averiguaba sobre la razón de tener mascotas y el tipo de alimentación. La encuesta fue diseñada y validada por el grupo de investigación GENES de la Universidad de Córdoba, compuesto por profesionales en ciencias biológicas. Antes de aplicar el cuestionario, se socializó con cada residente para informar sobre los objetivos del estudio a lo cual de manera verbal acordaron su colaboración. La participación de una persona mayor de edad y residente permanente de la vivienda fue esencial para la ejecución de la encuesta. En cuanto a los perros y gatos incluidos en el censo debían residir obligatoriamente en los hogares participantes. No se consideraron aquellos que vivían en la calle.
Los datos recopilados de las encuestas se trasladaron a una hoja de cálculo del programa Microsoft Excel® donde se graficaron en cuadros y figuras para detallar cada variable.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se recolectaron 568 encuestas durante el estudio (Cuadro 1), de las cuales 472 tenían mascotas (83%). En este grupo se observó una mayor frecuencia de perros (69.2%) que de gatos (30.8%). Con respecto al rango etario el porcentaje de perros y gatos con mayor representación fue entre 1 y 5 años (Cuadro 2), resultado que concuerda con lo expresado por Morales y Varas (2009) en Viña del Mar, Chile, quienes encontraron con una edad promedio de perros de 4.7 años, y con Moncada y Hurtado, (2009) en Bucaramanga, Colombia, donde el 47% de los perros tenían entre 1 y 4.9 años, en tanto que el 42% de gatos correspondían a edades entre 1 y 3.9 años.
Cuadro 1. Distribución de los encuestados en cuatro barrios del sur de Montería, Colombia y número de domicilios con y sin mascotas (perros y gatos)

Cuadro 2. Distribución de mascotas según grupo etario en los cuatro barrios del sur de Montería, Colombia

La relación hombre/mascota (Cuadro 3) resultó a nivel de todos los barrios de una relación persona/perro de 4.4:1 y de persona/gato de 10:1. La preferencia de las personas por los perros puede ser explicado atendiendo a razones como el comportamiento independiente de los gatos (Gómez et al., 2007) y el mayor nivel de acompañamiento del perro hacia los miembros de la familia (Iborra, 2010).Asimismo, se ha reportado que la proximidad emocional experimentada en las interacciones humanas es más significativa con los perros que con los gatos (González y Landero, 2021), mientras que los gatos poseen una amplia variedad de personalidades independientes y suelen ser desafiantes de controlar (Montoya-Torres, 2020). Estos resultados son similares a los reportados por Plasencia et al. (2024) quienes reportaron una relación persona: perro de 4:1 y persona: gato de 6.7: 1 en Cajamarca, Perú, por Castellanos y Bermúdez, (2020) en Floridablanca, Colombia de 4.5:1 y 10.5:1 de persona/perro y persona/gato, respectivamente, y por Atero et al. (2024) en Chile con una razón de persona/perro y persona/gato de 2.7:1 y 6.2:1, respectivamente.
Cuadro 3. Relación hombre/mascota (perros y gatos) en cuatro barrios del sur de la ciudad de Montería, Colombia

La principal razón de la tenencia de perros fue la afectiva con 73.3%, seguido de protección con 14.4% y en menor porcentaje la razón de negocio con 12.2% (Figura 1). Esta situación podría explicarse atendiendo a qué, la compañía de perros se ha reconocido como un soporte sicológico pues reducen la sensación de soledad y permiten la interacción de sus propietarios con el medio social que los circunda (Gómez et al., 2007), además de ser un factor protector contra enfermedades cardiovasculares y reductor del estrés de sus propietarios (Hernandorena et al., 2020). En este sentido, Morales y Varas (2009) reportan una mayor tendencia hacia la razón afectiva representado por el 42.4%, 13.3% por razón de guardia, 41.4% por ambas razones y 3.2% por otras razones.

Figura 1. Distribución porcentual de la razón de la tenencia de perros (gráfico superior) y de gatos (gráfico inferior) en cuatro barrios del sur de Montería, Colombia
En forma similar, la razón principal de la tenencia de gatos fue también la afectiva, donde el promedio para los cuatro barrios para esta razón estuvo por encima del 89% (Figura 1), lo cual podría entenderse por el impacto que causa la tenencia de felinos como mascotas sobre el bienestar físico y emocional de las personas (Londoño-Taborda et al., 2018). Resultados similares fueron reportados por Calderón-Puentes y Gómez-Carreño (2021) en una investigación en Colombia sobre los efectos asociados a la tenencia de gatos y por Arellano et al. (2018) en San Borja, Lima-Perú.
Del total de 707 mascotas reportadas, 489 correspondieron a perros y 218 a gatos. En los caninos hubo un domino de los machos con un 73% mientras que los felinos el porcentaje de machos fue de 47% (Cuadro 4). Estos resultados son concordantes con el estudio de Atero et al. (2024) quienes reportaron en su estudio en Chile una proporción de perros machos de 54% y de gatos de 54.4%, así como Plasencia et al. (2024) reportaron 67.9 y 50.5% de perros y gatos machos en Cajamarca, Perú. No obstante, Ospino y Gonzales (2019) reportaron en Bucaramanga, Colombia 50.9% de perros machos, pero una mayor frecuencia de gatos hembras (62.9%).
Cuadro 4. Frecuencia de mascotas (perros y gatos) en cuatro barrios del sur de Montería, Colombia, según el sexo

En relación con la dieta proporcionada a las mascotas (Figura 2), la mayoría de los perros era alimentado con comida comercial o concentrado, representando el 71.1% de los casos (348 individuos), seguido de la dieta mixta, compuesta por alimentos caseros y comerciales, con 20.5% (100 individuos), y la alimentación exclusivamente casera, con un 8.4% (41 individuos). En el caso de los gatos, el 70.1% (153) eran alimentados con comida comercial, 18.3% (40) con comida casera y 11.6% (25) con una dieta mixta. Estos resultados reflejan la corriente actual de atender las necesidades alimenticias de perros y gatos mediante el uso de alimentos comerciales o concentrados diseñados específicamente para mascotas, disponibles en el mercado (Watson et al., 2023), lo cual se justifica por las ventajas nutricionales que ofrecen este tipo de alimentos, además de ser más fáciles de almacenar y promueven la higiene dental de las mascotas (Rodríguez, 2023).

Figura 2. Tipo de alimentación suministrada a las mascotas en cuatro barrios del sur de Montería, Colombia
Con relación a los aspectos demográficos (Cuadro 5), 72.2% de los caninos eran criollos o cruces mayormente indiscriminados de razas, mientras que el 27.8% restante correspondía a razas puras. Asimismo, en el caso de los felinos, 70.2% fueron de razas criollas y 29.8% de razas puras. Estos resultados podrían estar explicados por el bajo costo de adquirir una mascota criolla, así como el resultado de la adopción, regalo o rescate callejero de las mascotas (Rojas, 2005; Vinueza, 2015). Resultados similares han sido reportados por otros investigadores (Arellano et al., 2019; Harada et al., 2019; Gil et al., 2022; Barroso, 2023).
Cuadro 5. Información demográfica cualitativa de perros y gatos muestreados en los cuatro barrios del sur de Montería, Colombia

Los resultados de la encuesta con relación a los planes sanitarios (Cuadro 5) reveló que al 59.7% de los perros se les había aplicado desparasitantes y al 79.7% se les había vacunado, en tanto que el 76.1% de los gatos estaba desparasitado y 80.2% estaba vacunado. Resultados similares fueron obtenidos por otros investigadores (Salazar, 2023; Plasencia et al., 2024); sin embargo, estos hallazgos contrastan con los informados por Santafé (2004) en Cali, Colombia, donde el 60.8% de las mascotas no estaba desparasitada.