INTRODUCCIÓN
Las carreteras desempeñan un papel fundamental en el desarrollo económico y social tanto en entornos urbanos como rurales a nivel global. Facilitan el acceso a servicios cruciales como atención médica, mercados, educación y oportunidades laborales. Este acceso mejorado contribuye significativamente al fomento y logro del crecimiento socioeconómico en una región o en el área de influencia de la construcción (Quintero, 2009). No obstante, a pesar del impacto positivo en el desarrollo económico de una región, las carreteras también conllevan efectos adversos en los componentes abióticos (físicos) y bióticos (flora y fauna) circundantes. Entre los cambios abióticos más significativos se encuentran el aumento del ruido, la dispersión de contaminantes atmosféricos y material particulado, alteraciones en los ciclos hidrobiológicos con contaminación de cuerpos de agua debido a vertidos de líquidos, aceites y combustibles, así como modificaciones en las condiciones micro climáticas (De La Ossa-V y Galván-Guevara, 2015).
Por un lado, las carreteras provocan una pérdida de espacio para las poblaciones de flora, alteran sus tasas de crecimiento y la reproducción de las especies, resultando en una afectación directa de la composición de las especies nativas presentes en la zona (Martín-Ramos, 2006). La construcción de vías también puede dar lugar a efectos de barrera (barrier effect) y efectos de borde (border effect), consecuencias directas de la fragmentación de los hábitats (Beebee, 2013). Estos efectos aíslan tanto a la flora como a la fauna, restringiendo el movimiento de los animales y la dispersión de estructuras reproductivas como las semillas (Arroyave et al., 2006).
En el caso de la fauna silvestre, los animales pueden desplazarse hacia zonas más distantes del bosque o cruzar la carretera exponiéndose al riesgo de ser atropellados, siendo este último un peligro directo para la biodiversidad. Este fenómeno conlleva a la disminución del tamaño de la población y a la restricción del movimiento efectivo entre las poblaciones (Cuyckens et al., 2016). Cuando las tasas de atropellamiento son elevadas, puede haber un impacto especialmente perjudicial en la diversidad genética (Balkenhol y Waits, 2009; Jackson y Fahrig, 2011), e incluso podría resultar en la extinción de especies silvestres (Garrah et al., 2015). Este efecto se magnifica aún más en el caso de especies vulnerables o en peligro de extinción en una región. Por estas razones, los estudios que evalúan la mortalidad vial de la fauna silvestre son fundamentales para la conservación de los recursos naturales (Santos et al., 2022).
Para preservar esta diversidad, resulta imperativo implementar planes de mitigación y monitoreo de la fauna afectada por atropellamientos. Entre las diversas aproximaciones reconocidas a nivel mundial, se incluyen la construcción de pasos de fauna estratégicos, señalización de advertencia para estos pasos, programas de educación ambiental, instalación de vallado perimetral, uso de disuasores artificiales en el perímetro y la gestión cuidadosa de los hábitats en los bordes de las vías, junto con un seguimiento constante de estas medidas (Jaramillo-Fayad, 2021). Estas estrategias no solo contribuirán a reducir el impacto sobre la fauna, sino que también facilitarán el desplazamiento de los animales entre diferentes fragmentos de hábitats, estabilizando así la dinámica poblacional y, en última instancia, posibilitando un tránsito seguro de la fauna a través de las carreteras (Sawaya et al., 2013).
Situación a Nivel Mundial
Una preocupación de relevancia actual a nivel global es el aumento de la urbanización, el cual contribuye a la fragmentación de hábitats y a conflictos entre humanos y animales, impactando negativamente la biodiversidad y la preservación de los ecosistemas naturales (Ma Yi-fei y You Xueyi, 2022).
Un dato destacado es la afectación del 77% de los recursos terrestres causada por las actividades humanas (IPCC, 2014). Entre estas actividades se encuentra el desarrollo de la ingeniería del siglo XX y la expansión de las carreteras, las cuales facilitan el desplazamiento rápido y conectan extensas distancias (Beebee, 2013). Aunque las carreteras impulsan el desarrollo urbano, indirectamente obstaculizan el movimiento y la distribución de numerosos animales, incluyendo anfibios, reptiles, aves y mamíferos (Carvalho y Mira, 2011).
En esta situación, las poblaciones de fauna silvestre pueden perder la conectividad entre áreas, siendo afectadas por la incapacidad de desplazarse, una actividad crucial para la dispersión de semillas y la variabilidad genética (Riggio y Caro, 2017). Todas las especies de vertebrados que habitan la zona intervenida se vuelven vulnerables a estos cambios, tanto aquellas de tamaño pequeño (por ejemplo, artrópodos, anfibios, micromamíferos) como las de gran tamaño. Estos animales dependen de territorios para desplazarse y de rutas para la dispersión o migración (Fahrig y Rytwinski, 2009).
Por lo tanto, el atropellamiento de fauna se considera una problemática real y constante para la población silvestre. Países como Australia, Canadá, Estados Unidos y España han promovido la implementación de medidas de prevención y mitigación desde la década de 1980. En el caso de España, los accidentes con fauna autóctona, como grandes mamíferos como alces, venados y osos, resultaban en pérdidas de vidas humanas y generaban costos significativos para los sistemas de salud. Esta fue la razón principal para la implementación de estructuras de cruces seguros para animales (Van der Ree et al., 2015), lo que corresponde a una motivación indirecta pero igualmente influyente. El Cuadro 1 presenta algunos de los tipos de diseños propuestos a nivel mundial para mitigar el atropellamiento vehicular de fauna silvestre y restablecer la conectividad entre coberturas.
Situación en Latinoamérica
América Latina se destaca como una región con un significativo impulso en la expansión de su red vial, a la par de ser una de las áreas más biodiversas del mundo, englobando 8 de los 25 puntos críticos a nivel global para la conservación de la biodiversidad (McCracken y Forstner, 2014). Para ilustrar esta realidad, en los últimos años se han implementado planes para construir y ampliar aproximadamente 12 000 km de carreteras en la cuenca del Amazonas (Vilela et al., 2020), lo que incrementaría las posibilidades de atropellos y la mortalidad de las comunidades de vida silvestre.
La investigación de esta problemática ha ganado relevancia tanto a nivel local como global en los países latinoamericanos. Un análisis previo, que abarcó el periodo 19902017, documentó 197 estudios científicos sobre los efectos de las carreteras en la fauna silvestre, siendo la mayoría de ellos realizados en América del Sur (89%), y el 11% restante en Centroamérica. Brasil encabeza la lista con la mayor cantidad de investigaciones (n=112), seguido por Argentina (n=22), Colombia (n=17), Bolivia (n=15), Ecuador (n=12), Chile (n=7), Venezuela (n=5), Perú (n=4) y Guayana Francesa (n=3). Entre los países centroamericanos, México, Costa Rica y Panamá lideran en cantidad de estudios, con 120, 10 y 3 investigaciones, respectivamente. Según la información recopilada, las aves y los reptiles son los grupos taxonómicos más afectados por atropellos, seguidos de los mamíferos y anfibios. En cuanto a la categorización de especies amenazadas, los mamíferos presentan 19 especies en la categoría de amenaza según la UICN, seguidos por las aves, reptiles y anfibios (Pinto et al., 2020).
Es fundamental destacar los avances en la investigación de estrategias de mitigación en Latinoamérica, donde diversos estudios proponen la implementación de estructuras como pasos inferiores y vallas para reducir la mortalidad de anfibios (Coelho et al., 2012) y mamíferos medianos a grandes (Huijser et al., 2013; Bueno et al., 2015; Ascensao et al., 2017), así como para garantizar la conectividad de jaguares en Centroamérica (Colchero y Conde, 2011; Araya-Gamboa y Salom-Pérez, 2015; Mata et al., 2016) y proteger a las vicuñas en Chile (Mata et al., 2016).
Situación en Colombia
En Colombia, en los últimos años se han llevado a cabo obras viales de gran envergadura como parte del Plan Maestro de Transporte Intermodal (Ministerio del Transporte, 2011). Estas obras tienen como objetivo conectar diferentes municipios y mejorar la competitividad del país. Un componente clave de este proyecto de infraestructura es la implementación de las vías de Cuarta Generación (4G), que abarcan más de 8000 km de carreteras, incluyendo 1370 km de doble calzada y 140 túneles en más de 40 nuevas concesiones (MARM, 2010; Andrade, 2011).
Esta expansión vial ha resaltado la importancia de la preservación de la biodiversidad, convirtiéndose en un enfoque central para diversos actores, tanto independientes (incluyendo investigadores, docentes y profesionales en conservación) como gubernamentales (como las Corporaciones Autónomas Regionales -CARs), comprometidos con la protección de los recursos naturales en Colombia. Sin embargo, la recopilación de datos sobre atropellamientos de fauna se encuentra en una etapa inicial en el país. Esto representa un desafío significativo para la conservación de la biodiversidad del país. Para abordar este problema, desde 2014 se propuso la creación de la aplicación Red Colombiana de Seguimiento de Fauna Atropellada (RECOSFA, 2022), red que busca consolidar la colaboración entre la comunidad científica y los ciudadanos, con el objetivo de desarrollar estrategias para reducir el número de atropellos de animales en las carreteras.
El cruce de fauna vertebrada por autopistas incrementa la probabilidad de atropellamiento (De La Ossa O y De La Ossa V, 2013). Este impacto puede ser más frecuente para ciertos grupos de animales, como los reptiles, ya que las carreteras generan atracción hacia la obtención de calor, además de atraer a animales oportunistas o carroñeros (De La Ossa y Galván-Guevara, 2015).
Los datos recopilados a través de RECOSFA (2022) indican cerca de 5600 animales atropellados entre 2014 y 2019 a nivel nacional, siendo más afectados los mamíferos (45%), seguidos por las aves (32%), los anfibios (15%) y, por último, los reptiles (8%). Según estos datos, las especies más afectadas por atropellos son la zarigüeya común (Didelphis marsupialis), el zorro perro (Cerdocyon thous), el oso melero (Tamandua spp), la ardilla cola roja (Notosciurus granatensis) y la iguana verde (Iguana iguana) (Jaramillo-Fayad, 2021).
La obtención de datos sobre los puntos de atropellamiento o puntos críticos beneficia al consolidar la información base para la proyección de medidas de mitigación, incluyendo pasos de fauna, señalización, reductores de velocidad, entre otros (Morantes-Hernández, 2017). Asimismo, es esencial realizar monitoreos para verificar la efectividad de estas medidas. A modo de ejemplo, Mata (2007) utilizó métodos de control, como el registro de huellas, sensores de movimiento y cámaras digitales para verificar la funcionalidad de varios pasos de fauna ya construidos en España.
En Colombia no existe una reglamentación clara sobre la obligatoriedad de medidas de mitigación, como pasos o corredores de fauna silvestre en el diseño e implementación de las vías civiles. Si bien el Manual de Diseño Geométrico de Carreteras dispone parámetros para garantizar la elaboración de diseños y requerimientos para proyectos viales, no incluye directrices para el diseño de pasos de fauna como propuesta de mitigación al atropellamiento de animales silvestres ni aborda temas relacionados con los mismos (INVIAS, 2008). Actualmente, se encuentra en estudio un proyecto de ley propuesto para el Senado de la República de Colombia, el cual define los pasos de fauna como una estrategia para la prevención y mitigación del atropellamiento. El objetivo principal de este proyecto de ley es prevenir y mitigar los riesgos de accidentalidad o cualquier deterioro del bienestar animal (Congreso de la República de Colombia, 2021).
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) es responsable de otorgar los permisos ambientales para la construcción vial en todo el territorio nacional. Por esta razón, algunas concesiones viales, como la Ruta del Sol, Desarrollo Vial al Mar SAS-Devimar, y el Consorcio ambiental San Francisco-Mocoa, implementan acciones dentro de sus Planes de Manejo Ambiental (PMA) como señalización y controles de velocidad, con el objetivo de reducir la probabilidad de atropellos de fauna silvestre (Helios, 2011; Consultoría Colombiana, 2017; Consorcio Ambiental San Francisco, 2022).
Dentro de las vías 4G, el proyecto vial Ruta del Sol sector 2, que se extiende desde Puerto Salgar (Cundinamarca) hasta San Roque (Cesar), incluye la construcción de 28 pasos inferiores de fauna y cuatro pasos aéreos o arborícolas (Agencia Nacional de Infraestructura, 2016). Otros proyectos viales en fase constructiva o en etapa final, como el Proyecto Concesión Autopista Conexión Pacífico 2, el Proyecto Malla Vial del Meta y el Proyecto Vías del Nus resaltan la necesidad y funcionalidad de las implementaciones propuestas para mitigar el atropellamiento de fauna silvestre en el país, evidenciando cómo se están ejecutando con miras a lograr efectividad.
En el desarrollo de este manuscrito, la fortaleza radicó en la experiencia de los autores en la investigación de vida silvestre y el atropellamiento de fauna. La principal debilidad fue la dificultad en la búsqueda de información sobre las medidas de implementación para la mitigación del atropellamiento de fauna silvestre, dado que no existe una propuesta clara sobre estas medidas para reducir la mortalidad de fauna en las vías a ningún nivel (nacional, regional o internacional). Finalmente, las oportunidades ofrecidas por una revisión detallada de la información sobre el atropellamiento de fauna silvestre y las implementaciones a nivel mundial, latinoamericano y nacional permiten enfocar futuras investigaciones para complementar los vacíos existentes.
Se concluye que las pérdidas de animales silvestres debido a atropellamientos demandan un estudio más exhaustivo con el objetivo de comprender a fondo las necesidades de las especies más afectadas y su importancia ecológica en el área de interés. Esto se realiza con el único propósito de proponer, implementar y dar seguimiento a medidas verdaderamente eficaces para controlar las colisiones con nuestra fauna silvestre en la construcción de nuevas redes viales.