Introducción
En 1916 George Eaton describió una especie de rata chinchilla (Abrocomidae) en base a unos restos óseos encontrados dentro de unas vasijas incas en las excavaciones de la ciudadela de Machupicchu en 1912, al cual denominó como Abrocoma oblativa Eaton, 1916 (Eaton 1916). Por muchos años estos restos óseos fueron la única evidencia de la existencia de la especie, por lo que incluso fue considerada extinta (Thomas 1920, Ceballos Bendezú 1994, Woods & Kilpatrick 2005, Pacheco et al. 2009). Autores posteriores han mencionado la especie en listas faunísticas, catálogos de mamíferos y documentos de gestión del Santuario Histórico de Machupicchu (Glanz & Anderson 1990, Pacheco et al. 2009, Patton & Emmons 2015, SERNANP 2015).
Posteriormente Emmons (1999) describe el género Cuscomys Emmons, 1999, y también describe la especie Cuscomys ashaninka Emmons, 1999, colectada en una expedición a la Cordillera de Vilcabamba en 1997 en una localidad situada a 3370 m de altitud (Emmons 1999, Emmons et al. 2001). Las características morfológicas de Cuscomys ashaninka, adaptada a la vida arborícola (p.e. cola larga y pies anchos, con fuertes garras curvas), la diferencian notoriamente del resto de especies pertenecientes a la familia Abrocomidae, lo cual justificó la creación de un nuevo género. Asimismo, las similaridades en la morfología craneal, compartidas también con la especie de Eaton, evidenciaron sin duda, que la especie de Machupicchu pertenece también al género Cuscomys y fue transferida en la misma publicación (Emmons 1999).
No fue sino hasta junio de 2009 que un poblador local y personal guardaparque del SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado) encontraron un ejemplar vivo de esta especie en la ruta del camino inca entre Puyupatamarca y Wiñaywayna (2850 m altitud), el cual fue fotografiado y posteriormente liberado (R. Quispe, com. pers.). Este descubrimiento significó en consecuencia la primera evidencia de esta especie en estado silvestre y demostró que no se encontraba extinta como se creía hasta entonces. La noticia fue revelada por Julio G. Ochoa-Estrada en un artículo publicado en el diario El Comercio (Castillo 2009) y posteriormente difundida en otros artículos periodísticos en la prensa internacional y local (Ochoa-Estrada 2011, Armstrong 2014, Hance 2014).
Después de este descubrimiento no se tuvieron más registros o evidencias de la presencia de esta especie. Se sospechaba que probablemente tuviera poblaciones muy pequeñas y restringidas a los bosques montanos de Machupicchu en el sector de Wiñaywayna. No obstante, se sugería mayores estudios para conocer más sobre la distribución actual, estado poblacional, ecología y otros detalles de historia natural de esta peculiar y rara especie de roedor (Roach 2016, Cossios 2018). Probablemente Cuscomys oblativus tenga hábitos arborícolas, como lo sugieren las adaptaciones morfológicas de la especie hermana (C. ashaninka), por lo que es posible que los métodos utilizados normalmente en monitoreo de mamíferos no sean los adecuados para la captura y/o registro de estos roedores (Emmons 1999).
Según la IUCN, C. oblativus está considerada como especie “DD= datos insuficientes” (IUCN 2019, Roach 2016), mientras que en la legislación peruana es categorizada como “EN= En Peligro” según el DS N°004-2014-MINAGRI (Cossios 2018).
En el presente estudio reportamos nuevas evidencias de la presencia de Cuscomys oblativus en el Santuario Histórico de Machupicchu (SHM) mediante el uso de cámaras trampa como parte de un estudio de monitoreo de mamíferos mayores y medianos en el interior del SHM.
Material y métodos
Instalamos 30 cámaras trampa entre 26 de abril del 2018 y 07 de abril del 2019 con un tiempo efectivo de 10 meses de evaluación (abril - agosto 2018 y octubre 2018 - abril 2019). Las cámaras fueron ubicadas en tres sectores de bosques montanos al interior del Santuario Histórico de Machupicchu: Winaywayna (2650 - 2950 m), Intipata (2920 - 3050 m) y Kantupata (3250 - 3430 m) (Fig. 1).

Figura 1 Distribución geográfica de Cuscomys oblativus (Eaton, 1916) en bosques montanos del Santuario Histórico de Machupicchu. Figuras trapezoidal verde, complejos arqueológicos más importantes de la zona: 1: Llacta de Machupicchu (localidad tipo de C. oblativus), 2: Intipata, 3: Wiñay-Wayna. Círculos rojos: registros de C. oblativus con cámaras trampa. Área gris: bosques montanos en el SHM, área achurada: bosques montanos con zonas intervenidas, áreas blancas: pastizales de altura. Recuadro superior: ubicación del área dentro de SHM.
Se utilizaron cámaras Bushnell Trophy Cam HD programadas en modo fotografía, con una capacidad de captura de 3 fotos cada 1 segundo. 10 cámaras fueron colocadas en ramas de árboles a alturas entre 2 a 3 metros del suelo dirigidas a troncos y/o ramas de árboles grandes donde potencialmente podrían desplazarse individuos de la especie. Las otras restantes cámaras fueron instaladas en troncos de árboles a 50 cm del suelo aproximadamente y dirigidas al suelo. El mapa de distribución fue generado usando DIVA-GIS versión 5.4 (htttp:www.diva-gis.org).
Resultados
Obtuvimos 67 registros fotográficos de la presencia de Cuscomys oblativus desde el 2 mayo 2018 al 06 abril 2019 en cinco localidades ubicadas en zonas de bosque montano entre 2842 m y 3413 metros de altitud: 13°11'30.5"S 72°32'24.9"W, 13°11'45.6"S 72°32'15.5"W, 13°11'57.4"S 72°32'37.7"W, 13°12'0.2"S 72°32'27.9"W, 13°12'3.3"S 72°32'35.9"W (Fig. 1). Todos los registros fueron obtenidos de cámaras que estaban ubicadas a nivel del suelo. No se registraron evidencias en cámaras ubicadas en la parte aérea del bosque. Todos los registros corresponden a ejemplares adultos que se desplazan a nivel del sotobosque e indican que es una especie eminentemente de hábitos nocturnos con mayor actividad a partir de las 22 hasta las 04 horas (Fig. 3). Los meses con mayores registros fueron mayo y febrero con 20 y 12 registros respectivamente, no obstante, no se vislumbra un patrón de actividad diferenciado entre época de secas y lluvias.

Figura 2 Registros fotográficos de Cuscomys oblativus en bosques montano en el Santuario Histórico de Machupicchu mediante uso de cámaras trampa.
Discusión
Se confirma la presencia de Cuscomys oblativus en los bosques montanos del SHM. Si bien parece que la especie no es tan rara como se pensaba, su situación no deja de ser crítica debido a la vulnerabilidad de su hábitat. Los bosques montanos cuentan solamente con 13806 hectáreas dentro del SHM (Plan Maestro del SHM 2015-2019: SERNANP 2015), siendo la principal amenaza los incendios forestales que se suscitan en la zona (Cossios 2018).
Fuera del ámbito del área protegida, los niveles de deforestación con fines agrícolas son aún mayores, en especial en la parte inferior del curso de río en el lado oeste del SHM en la zona de Santa Teresa. Asimismo, los sectores sur y sureste limitan con ecosistemas de puna, bosques secos y valles interandinos en la zona de Piscacucho y Wayllabamba, que constituyen probablemente barreras naturales para la especie. Por el momento no se conocen otros registros de C. oblativus fuera del SHM, constituyéndose una de las tres especies de mamíferos endémicos de área natural protegida junto con Mormopterus phrudus Handley, 1956 (Molossidae) y Akodon surdus Thomas, 1917 (Cricetidae).
Hasta el momento, un solo individuo de C. oblativus había sido descrito con algunos detalles externos (Ochoa-Estrada, 2011), por lo que el patrón de coloración de esta especie no estaba claro. Dado que ese individuo era probablemente un juvenil (Gardner et al. 2015), el patrón de color podría haber sido distinto en adultos o entre individuos. Nuestros registros muestran que las manchas blancas en la cara y la mitad blanca distal de la cola son características para C. oblativus.
Tal como lo menciona Emmons (1999) no había razones para pensar que esta especie estaba extinta. Simplemente no se le había registrado bajo métodos convencionales y tampoco se le había colectado utilizando trampas convencionales de evaluación de mamíferos. Por el momento registramos solamente actividad a nivel de sotobosque y si bien no se tuvieron registros de la especie en la parte arbórea, no podemos con la escasa información, concluir que no sea arborícola. Posiblemente utilice ambos ambientes.