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Revista Peruana de Biología
On-line version ISSN 1727-9933
Rev. peru biol. vol.15 no.2 Lima 2008
TRABAJOS ORIGINALES
Flora vascular y vegetación de la Laguna de Parinacochas y alrededores (Ayacucho, Perú)
Vascular flora and vegetation of Parinacochas lake and neighborhoods (Ayacucho, Peru)
José E. Roque1 y Ella Karina Ramírez2
1 Laboratorio de Florística, Museo de Historia Natural - Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Email José Roque: peperoque@yahoo.com
2 Dirección de Conservación de la Biodiversidad, Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). Email Karina Ramirez: kramirez@inrena.gob.pe
Resumen
La laguna de Parinacochas, situada en el extremo sur del departamento de Ayacucho, a 3200 m de altitud, está considerada como un importante humedal altoandino; sin embargo, su riqueza florística es poco conocida. En un intento por cubrir este vacío de información botánica, se presentan los resultados de evaluaciones realizadas entre los años 20032006 en este ecosistema altoandino. La flora vascular está conformada por 234 taxones (225 especies y nueve taxones infraespecíficos), en 179 géneros y 73 familias; las Asteraceae, Poaceae y Fabaceae son las familias con más especies. Se encontraron siete tipos de vegetación, constituyendo los matorrales los más diversos. Veinte taxones, incluyendo cinco subespecies, son considerados endémicos para el país; se amplía, igualmente, el conocimiento sobre la distribución departamental de 93 taxones. La actividad ganadera constituye la principal amenaza antrópica, en tanto que otras actividades no representan riesgo potencial para la flora y vegetación de este ecosistema.
Palabras clave: Humedales altoandinos, flora, Parinacochas, Andes, Perú.
Abstract
Parinacochas lake, located in the southernmost part of the department of Ayacucho, to 3200 m of altitude, is considered as an important high-Andean wetland; however, its floristic richness is little known. As an attempt to cover this empty of botanical information, results of evaluations made between years 2003 and 2006 in this high-Andean ecosystem are presented. The vascular flora is represented by 234 taxa (225 species and nine infraspecific taxa), in 179 genera and 73 families; Asteraceae, Poaceae and Fabaceae are families with the largest number of species. Seven vegetation types are found, being shrublands the most diverse. Twenty taxa, including five subspecies, are considered endemics to the country; likewise, knowledge about departmental distribution of 93 taxa is increased. Cattle constitutes the main anthropic threat, while other human activities do not put at risk the wild flora and vegetation of this ecosystem.
Keywords: Highland wetlands, flora, Parinacochas, Andes, Peru.
Introducción
Los humedales son considerados como ecosistemas altamente productivos, muy importantes no solamente por la diversidad biológica que sustentan sino también por las funciones ecológicas, los procesos complejos e interacciones físicas y biológicas que en ellos se desarrollan. Estos importantes ecosistemas, además de constituir hábitats de especies de flora y fauna silvestres con alto valor de conservación, también sustentan a poblaciones humanas, forman parte del patrimonio natural y cultural de la humanidad, están relacionados con creencias religiosas y cosmológicas, constituyen una fuente de inspiración estética y forman la base de importantes tradiciones locales (Blanco, 1999; Convención de Ramsar, 2002; Salvador & Cano, 2002; Ziesler & Ardizzone, 1979).
La laguna de Parinacochas es conocida también como laguna de Incahuasi (Casa del Inca), llamada así por los restos arqueológicos del período Inca que se encuentran en sus alrededores (Bingham, 1923). Incahuasi daba el nombre a una feria que se realizó hasta la década de los setenta, cada mes de agosto, en donde se congregaban pobladores, comuneros y comerciantes de diferentes departamentos, y se realizaba el comercio e intercambio de diversos productos de distinta índole, siendo además un acontecimiento cultural, folklórico y religioso.
Esta laguna es de naturaleza endorreica (INRENA, 2003) y ha sido considerada como zona prioritaria para la conservación, especialmente para la protección de aves en los Andes (Franke et al., 2005; Ricalde, 2003; Velásquez, 1998). Este ecosistema y zonas adyacentes cuentan con algunas exploraciones científicas que se inician en la segunda mitad del siglo XIX (Raimondi, 1929), incluyendo las realizadas por Bingham (1923), Koepcke & Koepcke (1952), Hurlbert & Keith (1979) y Hurlbert et al. (1986). En relación a los estudios botánicos, la información proviene de las colecciones realizadas por Weberbauer en la década de 1910 (Weberbauer, 1945) así como de ejemplares de herbario de las expediciones realizadas por Paul C. Hutchison en los 60s y más recientemente, las de Paul M. Peterson en la presente década; sin embargo, la información generada sobre flora y vegetación de esta zona es somera y escasa (ver Combelles & Humala, 2006). El presente estudio aporta información actualizada sobre la riqueza florística de este ecosistema y sus comunidades vegetales.
Área de estudio
La zona de estudio comprende parte de los distritos de Chumpi, Pullo y Puyusca, provincia de Parinacochas, departamento de Ayacucho (Fig. 1), ubicada entre los 15º0815º21 S y 73º4773º34 W, desde los 3100 m hasta los 3500 m de altitud. Geográficamente, pertenece a la cuenca del río Ocoña; tiene una extensión superficial aproximada de 200 km2 y, de acuerdo con el mapa ecológico de la ONERN (1976), se encuentra situada en la zona de vida Estepa Montano Subtropical (e-MS), con una biotemperatura media anual entre los 10,210,5 ºC y precipitación entre 322,3386,3 mm registradas en las localidades de Incuyo y Tarco (INRENA, 2003). Weberbauer (1945) la sitúa en el piso mesotérmico de los tolares, en los Andes Occidentales del Sur, donde las formaciones más extensas son el tolar y pajonal con arbustos dispersos.
Geológicamente, comprende la formación Arcurquina, constituida por una secuencia de calizas producidas al final de una de las transregiones del Mesozoico (parte oeste de la laguna); la formación Capillune, constituida por limonitas verde claras, no muy compacta e intercalada con areniscas tufáceas de grano fino y con microconglomerados (parte sur de la laguna) y depósitos aluviales, al este de la laguna (pampa de Parinacochas), conformada por material volcánico subanguloso y redondeados, con matriz fina; en tanto que la laguna está conformada por materiales limosos, arcillosos y ceniza (INRENA, 2003).
Material y métodos
Se realizaron colectas intensivas considerando los diferentes hábitats aledaños a la laguna, de acuerdo con técnicas estandarizadas (Arakaki, 2001, 2002; Bridson & Forman, 1992; Womersley, 1981), entre diciembre del 2003 hasta junio del 2006. Se tomaron registros de la forma de crecimiento y fenología; para las coordenadas geográficas y altitudes se empleó un receptor GPS. La totalidad de los ejemplares recolectados, ca. 400 especímenes, se encuentran depositados en el Herbario San Marcos (USM).
Las determinaciones taxonómicas fueron realizadas en el laboratorio de Florística del Museo de Historia Natural- UNMSM, empleando claves y literatura pertinentes (León, 1993; Macbride, 1936-1964; Tovar, 1993), además de consultas a especialistas; posteriormente, fueron corroboradas con ejemplares depositados en los herbarios USM y MOL. Para definir las formas de crecimiento hemos seguido a Whittaker (1975), en tanto que los tipos de vegetación corresponden a lo mencionado por Weberbauer (1945).
Resultados
La flora vascular de la laguna de Parinacochas y alrededores está conformada por 225 especies, siete subespecies y dos variedades, agrupadas en 179 géneros y 73 familias (Apéndice 1, Fig. 3). Las Magnoliopsida representan el 74% de los taxones, las Liliopsida el 21%, en tanto que las Pteridophyta y las Gimnospermas representan solamente el 5%. Veintitres taxones no han logrado ser determinados hasta el nivel específico debido a que no contaban con todas las características solicitadas en las claves disponibles.
Las doce familias con mayor número de taxones constituyen casi el 60% de la flora total (Tabla 1), siendo las Asteraceae (43 taxones), Poaceae (26), Fabaceae (14), Cactaceae (7), Calceolariaceae (7) y Solanaceae (7) las familias más diversas; las Lamiaceae y Rosaceae, junto con las Scrophulariaceae, Cyperaceae, Pteridaceae y Verbenaceae aportan con 33 taxones más; tres familias contienen cuatro especies cada una, otras cuatro presentan tres, diecinueve dos cada una, en tanto que las restantes 35 familias presentan solamente una especie.
Los géneros con más de dos especies se muestran en la Tabla 2, donde destacan Calceolaria (Calceolariaceae), con seis taxones, seguido de Baccharis, Muhlenbergia y Senecio, con cinco cada uno; los géneros Calamagrostis, Lupinus y Solanum presentan cuatro, en tanto que dos géneros más contienen tres especies. Veinticuatro géneros adicionales presentan dos especies cada uno, mientras que el resto (146) son monoespecíficos.
La forma de crecimiento predominante son las hierbas, las cuales constituyen el 75% de la flora total (177 taxones); ellas son marcadamente estacionales, apareciendo con las primeras lluvias y destacan en casi todos los tipos de vegetación; los arbustos, con 46 taxones, representan el 20% del total, y le dan una característica fisonómica-estructural particular a los matorrales y tolar; las especies arbóreas, junto con los cactus, constituyen el 5% restante (2 y 3% respectivamente), formando parte de los matorrales y pajonal arbustivo.
Siete tipos de vegetación fueron identificados: a) Césped de arroyo; b) Gramadales; c) Matorrales; d) Pajonal con arbustos dispersos; e) Pajonal en pampa, f ) Tolar y g) comunidad de hidrofitas. El césped de arroyo está asociado a relieves topográficos relativamente planos y con suelo permanentemente inundado, cercanos a la laguna o a riachuelos que descargan en ella; contiene el 9% de la flora total, siendo todas herbáceas; las especies predominantes son Alchemilla pinnata, Hypsela reniformis, Lilaea scilloides, Ranunculus spp. y Mimulus glabratus. Los gramadales están extendidos en lugares con poca inclinación topográfica y suelo salitroso; contienen al 10% del total de la flora, predominando hierbas cespitosas pequeñas, como Distichlis humilis, Polypogon interruptus, Paspalum pygmaeum, así como otras especies no graminoides pequeñas. Los matorrales están confinados a las laderas de los cerros y a ciertas áreas planas al SE de la laguna (Osccollo y Tantarilla); crecen sobre suelo rocoso-pedregoso y albergan al 80% de la flora total; las especies arbustivas predominantes son Adesmia spinosissima, Colletia spinosissima, Tetraglochin cristatum, Citharexylum dentatum, Junellia juniperina, Kageneckia lanceolata, Hesperomeles cuneata, Dunalia spinosa, Senecio spinosus, Austrocylindropuntia spp., Berberis lutea, Calceolaria spp. y Puya spp. El pajonal con arbustos dispersos se encuentra también en las laderas rocosas, alternando con los matorrales y, a veces, entremezclándose con ellos; alberga al 25% de la flora y está conformada por gramíneas altas, aunque en otros el pastoreo es tan intensivo que no pasan de los 20 cm; predominan aquí Calamagrostis brevifolia, C. curvula, C. rigida, Muhlenbergia ligularis, Nassella inconspicua, N. mucronata, así como algunos arbustos del matorral. El pajonal en pampa se sitúa en zonas inmediatas a la laguna, en suelo con escasa filtración de agua; contiene al 18% de la flora y está conformado principalmente por especies de gramíneas de los géneros Calamagrostis, Muhlenbergia, Nasella y Poa, aunque existen elementos florísticos importantes como la bulbosa Zephyranthes andina, creciendo de manera dispersa entre las macollas de estas plantas. El tolar se encuentra en lugares casi planos y con suelo arenoso; ocupa áreas extensas, aunque alberga solamente al 3% de la flora total; está dominado por la especie arbustiva Parastrephia quadrangularis, seguida de Baccharis incarum y B. odorata. La comunidad de hidrófitas incluye las plantas que crecen en la laguna, en los arroyos que descargan sus aguas en ella y en los canales de agua; representan al 6% del total y está conformada por hierbas acuáticas de los géneros Elodea, Myriophyllum y Stuckenia, entre otros. Cabe señalar que en el borde SW de la laguna se presenta un pequeño totoral conformado por Schoenoplectus californicus y Juncus arcticus var. andicola, el cual temporalmente se reduce o desaparece cuando el nivel de agua de la laguna se incrementa.
Discusión
La riqueza florística de la laguna de Parinacochas y alrededores muestra patrones generales similares a los encontrados en otros sitios andinos localizados arriba de los 3000 m de altitud (Tabla 3). Las tres principales familias fueron las Asteraceae, Poaceae y Fabaceae, similar a lo encontrado en la cuenca del Cotahuasi y en la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca (AEDES, 2005; INRENA, 2001), y ligeramente diferente a lo reportado por Flores et al. (2005) en el ecosistema de las lagunas Pomacocha y Habascocha y Tovar (1973) en la Reserva Nacional Pampa Galeras- Bárbara DAchille. Estas tres familias constituyen en todos los casos más de la tercera parte del total de la flora encontrada en cada una de estas localidades.
El área de estudio presenta mayores similitudes con la flora de la subcuenca del Cotahuasi, localizada en la provincia de La Unión en el departamento de Arequipa. Un total de 57 familias (casi el 80% de las familias de Parinacochas), 123 géneros (69% del total) y 80 especies (34%) son compartidos con el área de la subcuenca del Cotahuasi (Fig. 2). Asimismo, el índice de similitud de Jaccard entre ambas localidades, que pertenecen a la misma cuenca del Ocoña, fue mayor (0,13), mientras que el valor más bajo (0,04) se presentó con las localidades que circundan a las lagunas Pomacocha y Habascocha, situadas en Junín, con las cuales comparte solamente 13 especies (6%).
Si bien es cierto que existe consenso en considerar la laguna de Parinacochas como un importante humedal altoandino, reconocido como hábitat de aves acuáticas que merece ser protegido (Franke et al., 2005; Koepcke & Koepcke, 1952), esto no está reflejado en el interés por el conocimiento de sus componentes biológicos, aun cuando hay algunas propuestas (Castro & Pulido, 1996; Koepcke & Koepcke, 1952; 1956) para incluirla en el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE).
Los escasos estudios realizados han incidido en el componente avifauna, con pocas referencias a la flora acompañante (Weberbauer, 1945). La información obtenida a través de evaluaciones florísticas es la base para el conocimiento de nuestra biodiversidad y esta, a su vez, sirve de sustento para tomar las decisiones que involucran su conservación. Ecosistemas tan importantes y frágiles merecen más atención, sobre todo en el primer paso de saber lo que ellos biológicamente contienen.
Aunque no existe un manejo ecosistémico como tal del humedal ni un ordenamiento territorial de las áreas aledañas, la laguna de Parinacochas y alrededores tienen una larga data de uso de la tierra, principalmente para el pastoreo de ganados vacuno y ovino, siendo la ganadería bovina de crianza extensiva la principal actividad económica de la zona (Zacarías, 2002). Las condiciones elevadas de salinidad (5,6 g/L) y la poca profundidad de la laguna (menos de 3 m) son señaladas como causas probables de la ausencia de peces (Hurlbert et al., 1979), haciéndola igualmente no apta para la agricultura; no obstante, los pobladores la utilizan como fuente de alimento para el ganado, ya que atribuyen a la especie hidrófita-sumergida Stuckenia filiformis suillma (Potamogetonaceae) la capacidad de engorde y el constituir un componente esencial en la dieta del ganado para mejorar el sabor de los productos lácteos.
Siendo la ganadería la principal actividad económica en la zona de estudio, constituye a la vez la amenaza más importante para el ecosistema de la laguna, dado que el ganado vacuno se convierte en el principal competidor por la disponibilidad de alimento para especies silvestres como la vicuña; además, el sobrepastoreo impide la regeneración óptima de los pastos naturales. Al no existir una agricultura intensiva, la presión antrópica sobre este ecosistema es, sin embargo, limitada; al mismo tiempo, la ausencia de actividad minera, aunado a una escasa explotación de los recursos de flora y fauna (caza, leña, plantas medicinales) mantienen este ecosistema conservado; es el caso de los tolares, que en esta zona son escasamente aprovechados, a pesar de ser un recurso altamente apreciado como combustible vegetal en otras localidades relativamente cercanas (ver INRENA, 2001; Linares & Benavides, 1995). Varias de las especies registradas son empleadas por los pobladores con diferentes fines, entre los cuales destaca el uso para leña, especialmente las que tienen hábito arbustivo o arbóreo; sin embargo, no se ha observado actividades de sobreexplotación que pongan en peligro el buen estado de conservación de la flora silvestre.
El área de estudio alberga once taxones que se encuentran incluidos en el Decreto Supremo Nº 043-2006-AG, norma legal que categoriza las especies amenazadas de flora silvestre (Tabla 4): tres en la categoría En Peligro Crítico (CR), tres en la categoría En Peligro (EN), tres en Vulnerable (VU) y dos en Casi Amenazada (NT).
El presente estudio es un primer intento por documentar de manera completa la flora de la laguna y de las áreas circundantes. La vegetación en la zona de estudio contiene numerosos elementos herbáceos estacionales que dependen fuertemente de las lluvias estivales. En este estudio se amplía el conocimiento sobre la distribución departamental de 93 taxones, que se citan o registran por primera vez para Ayacucho (Apéndice 1). Veinte taxones son considerados endémicos para el país (León et al., 2006), de los cuales, Echinopsis peruviana subsp. puquiensis crece solamente en este departamento, en tanto que Clinanthus incarus, Senecio neoviscosus, Cumulopuntia fulvicoma, Caiophora carduifolia, Tristerix chodatianus y Valeriana pinnatifida son citadas por primera vez para Ayacucho. Reportamos como primeros registros para el país a las especies Salicornia andina, que estaba citada para la flora de Chile (Alonso-Vargas, com. pers.), habitando terrenos húmedo-salobres del desierto de Atacama (Reiche, 1911); Zephyranthes andina, que había sido registrada para Bolivia y Argentina (Foster, 1958; Ravenna, 1971) y a Lupinus bangii (Foster, 1958), reportada antes sólo en Bolivia.
Considerando las características ecológicas, culturales y estéticas que alberga este importante ecosistema altoandino, así como su reconocida importancia para la conservación de fauna, especialmente de aves acuáticas, el presente estudio intenta motivar una mayor atención de las autoridades gubernamentales y locales, a fin de promover acciones efectivas para proponer a la laguna de Parinacochas y zonas adyacentes como un Humedal de Importancia Internacional, según los términos de la Convención Ramsar o un Área Complementaria al SINANPE.
Agradecimientos
Agradecemos a los pobladores de las localidades circundantes de la laguna de Parinacochas, por compartir con nosotros sus conocimientos sobre la flora y fauna de este humedal altoandino. A Iván Ramírez Jiménez, por su paciencia e invaluable apoyo en los trabajos de campo. A las personas y colegas por el apoyo brindado en el desarrollo del presente estudio, así como en la determinación de muchas de las especies: Carlos Aedo, Mª Ángeles Alonso-Vargas, Mónica Arakaki, Hamilton Beltrán, Anton Hofreiter, Colin Hughes, María Isabel La Torre, Blanca León, Alan Meerow, Franco Mellado, Wilfredo Mendoza, Marybel Morales, Michael Nee, Pamela Puppo, Flor de Ma. Salvador, Lisset Tonder y Maximilian Weigend. Igualmente, a Asunción Cano, jefe del Laboratorio de Florística del Museo de Historia Natural-UNMSM, Héctor Aponte, Susy Castillo e Irayda Salinas, por sus comentarios al manuscrito, así como a César Arana y los revisores anónimos por sus observaciones y correcciones. A Rosario Acero, ex-directora de la Dirección de Conservación de la Biodiversidad del INRENA, quien en su gestión apoyó parte de este trabajo, el cual contó con las Autorizaciones 098- 2004-INRENA-IFFS-DCB y 045-2006-INRENA-IFFS-DCB; a Joaquina Albán y Graciela Vilcapoma, jefas de los herbarios USM y MOL, respectivamente, por permitirnos revisar las colecciones científicas.
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Presentado: 09/07/2007
Aceptado: 10/11/2007