INTRODUCCION
El mercado peruano de alimentos comerciales para perros reporta incrementos notables durante los últimos años y es cada vez más competitivo (El Comercio, 2016), debido principalmente al cambio en la percepción de las personas respecto a las mascotas, donde incluso llegan a ser considerados como parte de la familia (Morales, 2008). En ese sentido, los dueños se preocupan por el bienestar y salud de sus mascotas, pudiendo considerar mayores gastos de alimentación.
Un correcto aporte de nutrientes a través de la alimentación es de vital importancia para el bienestar y salud de los animales domésticos (Ivars et al., 2016); por ello, y con base a la investigación científica en el área de la nutrición para perros, la National Research Council (NRC, 2006), la Association of American Feed Control Officials (AAFCO, 2014) y The European Pet Food Industry (FDIAF, 2020) han establecido los requerimientos nutricionales de esta especie. Con base a esto, muchos países y empresas comerciales han adoptado los parámetros nutricionales exigidos por AAFCO ya que, a diferencia de otros, publica sus perfiles dietarios considerando los nutrientes típicos disponibles en los alimentos comerciales (Hodgkinson et al., 2004).
Por otro lado, en Lima Metropolitana, existe una gran variedad de marcas y precios en alimentos balanceados secos para caninos; sin embargo, la mayoría de los dueños de perros no tiene un conocimiento adecuado sobre el apropiado para su mascota. Aunado a esto, no se disponen de estudios que corroboren la información mostrada en las etiquetas de los productos comerciales, de tal forma que existe un riesgo potencial de que alguno de estos productos no contenga lo que ofrece. Esto se ha podido evidenciar en estudios realizados, tanto en perros (Alvarado, 2003) como en gatos (Dueñas, 2018), y si bien el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (SENASA) ejerce autoridad sobre el registro, control, comercialización y uso de productos veterinarios y alimentos para animales, en la actualidad no existen exigencias normativas específicas para los alimentos comerciales destinados a las mascotas (Bustamante et al., 2019). Por tanto, el objetivo de la presente investigación fue determinar la composición nutricional a través del análisis proximal de los principales alimentos balanceados secos para perros comercializados en el mercado de Lima Metropolitana y contrastar los resultados con lo re- comendado por AAFCO y con lo indicado en las etiquetas de cada marca.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se elaboró un listado de las principales marcas de alimento balanceado para caninos cachorros y adultos comercializados en Lima Metropolitana, a través de contactos con establecimientos de venta masiva, tiendas de mascotas y por consultas a personas involucradas en el rubro. Luego se realizó un muestreo no probabilístico intencional de 10 marcas que indicaban en su etiqueta ser un alimento completo, excluyendo alimentos húmedos, BARF y medicados. Se adquirieron bolsas de 1 kg por cada marca en un periodo de dos meses, siendo 16 muestras (ocho por cada categoría de edad) de dos establecimientos.
Las bolsas fueron abiertas y el contenido fue colocado sobre una superficie plana y mezclado cuidadosamente con la finalidad de homogenizarlo. Se tomaron 200 g por bolsa (cantidad solicitada por los laboratorios) y se colocaron en bolsas estériles y herméticas, previamente rotuladas. Las ocho muestras de alimento para cachorros se llevaron al Laboratorio de Bioquímica, Nutrición y Alimentación Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos durante el tercer trimestre de 2020, y las ocho muestras de alimento para adultos se llevaron al Laboratorio de Evaluación Nutricional de Alimentos de la Facultad de Zootecnia de la Universidad Nacional Agraria La Molina durante el primer trimestre de 2021 (el primer laboratorio no recibía muestras por efecto de la pandemia COVID- 19). El análisis proximal de las muestras se realizó utilizando los protocolos establecidos por la Association of Official Analytical Chemists (AOAC, 2005; AOAC, 2012).
Se realizó un análisis descriptivo de los resultados presentados por los laboratorios, con base a materia seca (MS), a través de medidas de tendencia central y de dispersión. Asimismo, los resultados del análisis químico fueron contrastados con los perfiles nutricionales de caninos cachorros y adultos recomendados por AAFCO (2014) y otros autores con el contenido nutricional proporcionado en la etiqueta de cada marca. Las marcas de alimento se clasificaron en dos categorías (económicas y premium/super premium) con base a su composición nutricional y precio de venta. De esta forma, los alimentos para cachorros (C) registrados como C1, C2, C3 y C4 fueron económicas y C5, C6, C7 y C8 fueron registradas como premium / super premium. Para el caso de alimento para adultos (A), las muestras A1, A2, A3 y A4 fueron premium/super premium, y A5, A6, A7 y A8 fueron del tipo económicas.
Por último, se estimó la energía metabolizable (EM, en kcal/kg MS) en las 16 muestras de alimento utilizando los Factores Atwater Modificados (NRC, 1985; AAFCO, 2014): EM (kcal/kg. MS) = 10 x [(3.5 x PC) + (8.5 x GC) + (3.5 x ELN)], donde PC, GC y ELN corresponde a la proteína cruda, grasa cruda y extracto libre de nitrógeno, respectivamente, todos expresados en porcentaje. Para efectos del estudio, se consideró como marcas con alto contenido de EM a valores mayores de 4000 kcal/kg MS, que en caso de haberlas se tendría que hacer la corrección respectiva de los nutrientes.
RESULTADOS
La información proporcionada en las etiquetas mostraba un análisis garantizado mínimo, tal como lo recomienda AAFCO (2014). En el Cuadro 1 se presentan los resultados del análisis químico proximal de las ocho marcas evaluadas, pudiéndose apreciar una alta variación en los niveles de grasa y fibra para ambas categorías etarias. La media de la fibra se aproxima a cero, de modo que el coeficiente de variación (CV) pierde importancia en su interpretación (Silveira et al., 1989); no obstante, el CV de la grasa en los alimentos de las ocho marcas fue superior al 30%, valor considerado muy alto y que indica alta heterogeneidad (Martínez, 1988; Patel et al., 2001).
Los valores de proteína cruda en el análisis proximal indican que todas las muestras de alimento seco para cachorros superan el mínimo indicado en sus respectivas etiquetas, así como el mínimo recomendado por AAFCO (2014) (Cuadro 2). Asimismo, el promedio de PC de los cuatro alimentos eco- nómicos para cachorros (C1, C2, C3 y C4) fue de 28.14% en tanto que el de los alimentos premium/super premium (C5, C6, C7 y C8) fue de 30.95%. Por otro lado, 87.5% (7/8) de las muestras de alimento seco para adultos superaron el mínimo registrado en sus respectivas etiquetas y todas superaron el mínimo recomendado por AAFCO (2014) (Cuadro 2). Asimismo, los niveles de PC variaron de acuerdo con la calidad y precio de los alimentos, observándose el mayor nivel en la muestra A1 (super premium) y el menor en la A8 (económico).
En el Cuadro 3 se observa que los niveles de grasa en todas las muestras de alimento seco para cachorros están por debajo de lo mínimo registrado en sus etiquetas, siendo esta diferencia mayor en las marcas categorizadas como económicas (C1, C2, C3 y C4, con una media de 7.26%), cuando lo mínimo recomendado por AAFCO (2014) es 8.5%, y solo C2 logró superar ligeramente dicho valor. Asimismo, todas las marcas categorizadas como premium/super premium (C5, C6, C7 y C8, con una media de 12.26%) superaron lo mínimo recomendado por AAFCO (2014). Por otro lado, solo el 12.5% (1/8) de las muestras de alimento seco para adultos superó lo mínimo registrado en su respectiva etiqueta y el 62.5% (5/8) superó lo mínimo recomendado por AAFCO (2014). En general, se aprecia que las marcas consideradas económicas no cubren los requerimientos mínimos para grasa en caninos adultos, a excepción de la muestra A8.
Los niveles de fibra cruda de todos los alimentos, tanto para cachorros como para adultos, se encontraron por debajo de lo máximo registrado en sus etiquetas, En el caso de los alimentos para cachorros no se observaron diferencias entre las marcas económicas y premium / super premium, en tanto que en los alimentos para adultos se observaron ligeros mayores niveles de fibra en las marcas económicas. Por otro lado, todas las marcas presentaron niveles de fibra cruda muy por debajo de lo máximo recomendado (Alpízar- Bonilla, 2015; Torres-Vargas y WingChig- Jones, 2021) (Cuadro 4).
La mayoría de las marcas de alimento balanceado seco, tanto para cachorros como adultos, no muestran en su etiqueta los valores de cenizas garantizado (solo tres en la categoría cachorros y uno en la categoría adulto; Cuadro 5). Es importante indicar que la presentación del contenido de cenizas no es una garantía nutricional requerida por AAFCO, sin embargo, se sugiere no superar el 10% (Dueñas, 2018). En tal sentido, el 87.5% (7/8) de los alimentos para cachorros presentaron niveles de cenizas por debajo del máximo recomendado por AAFCO (2014) y solo una de tipo premium / super premium (C5) excedió dicho valor. Por otro lado, ninguno de los alimentos para adultos excedió el nivel máximo recomendado por AAFCO (2014).
Todas las muestras de alimento para cachorros y adultos presentaron valores de humedad por debajo de lo máximo registrado en sus respectivas etiquetas (Cuadro 6), no observándose diferencias importantes entre los tipos super premium y económicas. Asimismo, todas cumplieron con las recomen- daciones de AAFCO (2014); no obstante, se pudo notar que el contenido de humedad en los alimentos para cachorros (4.54%) fue marcadamente inferior al contenido de humedad en los alimentos para adultos (9.24%).
En el Cuadro 7, se muestran los valores de EM estimada para todas las muestras de alimento, con una media de 3444.95 kcal/kg MS (3020.55 - 3922.15 kcal/kg MS), de allí que no fue necesario realizar algún ajuste a los valores de nutrientes de las muestras para su comparación con los valores recomendados por AAFCO.
DISCUSIÓN
Todas las marcas de alimentos cumplieron con declarar en las etiquetas los valores recomendados por AAFCO (2014); sin embargo, los resultados del análisis químico proximal indican que algunos de estos alimentos no corroboraron lo garantizado en su etiqueta ni cumplían con lo sugerido por AAFCO (2014), entidad reconocida internacionalmente como autoridad referente para alimentación animal (Hendriks y Moughan, 2000; Thatcher et al., 2000; Case et al., 2001).
El insumo mayoritario dentro de la formulación alimenticia son los subproductos derivados de las carnes (harina de carne, hueso de vacuno y harina de pollo), las cuales varían mucho en su composición química, de tal manera que los de menor calidad son aquellas marcas que tienen mayores niveles de cenizas y menores niveles de proteína y grasa (FEDNA, 2010). En tal sentido, las marcas premium/super premium para cani- nos cachorro y adulto presentan mayores ni- veles de proteína, debido a que utilizan ingre- dientes de calidad proteica garantizada y otros aditivos en su formulación, lo cual favorece el bienestar y salud de las mascotas (Ivars et al., 2016). Por otro lado, la utilización de plumas en la elaboración de las harinas de vacuno o pollo tiene un efecto negativo en la digestibilidad del alimento en el canino (Murray et al., 1997); sin embargo, ninguna de las marcas utilizadas en el presente estudio tenía registrado dicho insumo en su etiqueta.
Respecto al contenido graso, es preocupante que solo una muestra de alimento seco (para adulto) superó el mínimo garantizado en su etiqueta y que tres muestras de cada categoría etaria no hayan alcanzado el mínimo recomendado por AAFCO (2014). Los niveles adecuados de grasa en la dieta proveen de ácidos grasos esenciales y energía, así como también mejora la palatabilidad del alimento (Mangieri, 2012). Las grasas utilizadas en la formulación de alimentos para mascotas se aplican al final del procesamiento, específicamente en la cobertura. Estas grasas provienen de grasas de vacuno y ave y deben ser tratadas con antioxidantes, a fin de asegurar una vida en anaquel de por lo menos seis meses (Morales, 2008). En la presente investigación, las muestras fueron muy heterogéneas en sus niveles de grasa (31.44 y 41.18% de CV para las categorías cacho- rros y adultos, respectivamente); sin embargo, dichos niveles se encuentran dentro del rango de 5 a 13% reportado por la literatura tanto para perro como gatos (Mangieri, 2012).
Respecto a la fibra, su nivel de inclusión en la elaboración de alimentos para perros es bajo y, por lo tanto, su ingestión también es baja a fin de evitar efectos negativos en la digestibilidad de lo demás nutrientes (NRC, 1985). Cabe resaltar que la fibra es un componente de los carbohidratos y es necesario para el funcionamiento normal y salud integral del tracto gastrointestinal, ya que aumenta el volumen de la dieta y con ello, contribuye con la saciedad y el mantenimiento del tiempo de tránsito normal del alimento por el tracto gastrointestinal (Mangieri, 2012), lo cual mitiga y previene la obesidad (Bosch et al., 2009).
Es importante indicar que las formulaciones de los alimentos comerciales, en este caso para caninos, se realizan tratando de alcanzar un bajo costo; por tanto, es común modificar los porcentajes de inclusión de algunos ingredientes utilizados en la mezcla, sobre todo cuando ocurren cambios en sus precios (Hodgkinson, 2004); sin embargo, ello no es justificación para que algunos lotes de algunas marcas no cumplan con lo mostrado en su etiqueta ni mucho menos lo recomen- dado por AFFCO (2014).
Por último, se estimó el valor de EM (kcal/kg MS) para cada muestra de alimento, con la ecuación propuesta por AAFCO (2014), utilizando los valores de proteína, grasa y carbohidratos, obtenidos en el análisis proximal, que fueron multiplicados por sus factores respectivos. Si bien existe una variación importante de 900 kcal aproximada- mente, todas las muestras estuvieron por de- bajo de 4000 kcal de EM/kg MS, por lo que no se requirió ajuste alguno en los nutrientes. El perro tiene la capacidad de regular su con- sumo de alimento de acuerdo con el nivel de EM, de tal forma que, en condiciones norma- les, consumirá la cantidad necesaria para satisfacer sus requerimientos de energía (Cowgill, 1928; Ramsos et al., 1978). La utilización de alimentos que exceden la EM máxima recomendada podría generar consecuencias negativas en nuestras mascotas caninas (Hodgkinson et al., 2004).
CONCLUSIONES
Todas las muestras de alimento mostraron en su etiqueta una composición nutricional dentro de los recomendados por la Asociación Americana de Funcionarios Controladores de Alimentos (AAFCO).
El análisis químico proximal evidenció algunas contradicciones, como es el caso de la grasa con niveles por debajo de lo mínimo registrado en sus etiquetas e incluso de lo mínimo recomendado por AAFCO, tanto para los alimentos para cachorros como para adultos, especialmente las categorizadas como económicas.
Una de las ocho marcas de alimento para caninos adultos presentó niveles de proteína por debajo de lo mínimo registrado en su etiqueta, pero todas por encima de lo mínimo sugerido por AAFCO.
Los niveles de fibra y humedad coincidieron con lo reportado en sus etiquetas.
Los alimentos balanceados secos comercializados en Lima Metropolitana y categorizados como económicos, tanto para cachorros como adultos, mostraron mayor inconsistencia en los resultados del análisis químico proximal, principalmente en los niveles de grasa, por lo que estarían perjudicando la salud y bienestar de las mascotas caninas.