1. Introducción
La rápida y expansiva propagación del Covid-19 en el mundo inauguró un período de incertidumbre que tuvo su correlato en el aumento del consumo de información noticiosa. En general, frente a un escenario de características desconocidas, las personas tienden a construir “mapas cognitivos” que les permitan orientarse y completar los vacíos de conocimiento (McCombs & Weaver, 1973). Para ello recurren, especialmente, a los medios de comunicación.
En Argentina, un estudio realizado por el Observatorio de Medios de la Universidad Nacional de Cuyo expuso que nueve de cada diez noticias publicadas en los principales diarios digitales argentinos en las primeras cinco semanas del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) se refirieron al Covid-19. Es decir, la curva informativa sobre la pandemia aumentó más que la enfermedad en sí misma durante el primer mes del ASPO, momento en que, además, el asunto escapaba a la experiencia directa de la población no contagiada, en consonancia con las medidas de confinamiento aplicadas por el Gobierno Nacional desde el 19 de marzo de 2020 (Zunino & Arcangeletti, 2020).
En tanto la pandemia se sostuvo en el tiempo, la originalidad, la imprevisibilidad y el ineditismo que reforzaron el carácter de novedad del asunto (Martini, 2000, p.90) fueron perdiendo su intensidad inicial.
Conforme a ello, en un primer momento, los principales medios del país mostraron un consenso que pretendía “cerrar la grieta” en favor de la salud pública, lo cual quedó representado simbólicamente en la publicación de una misma portada con el titular “Al virus lo frenamos entre todos” el día en que se decretó el ASPO. No obstante, los puntos de quiebre no tardaron en aparecer y ese consenso inicial volvió a mostrar sus fisuras estructurales.
Este trabajo constituye un estudio descriptivo de caso, en tanto pretende caracterizar al fenómeno de la pandemia enmarcado en las coberturas mediáticas de Infobae, Clarín y La Nación (en sus versiones online), tres diarios digitales que se encuentran entre los de mayor alcance de Argentina.
En este sentido, y partiendo de considerar que el volumen de la información noticiosa poco revela sobre los marcos interpretativos propuestos para su comprensión, estudiar los desplazamientos que tomó su cobertura mediática en términos temáticos y los encuadres que efectivamente quedaron plasmados en las noticias publicadas por los medios digitales argentinos de mayor alcance nacional constituye un interés de estudio relevante, cuyo foco será el eje del presente artículo.
A nivel general, esta investigación se propone indagar cuáles fueron los desplazamientos temáticos y los encuadres predominantes que La Nación, Clarín (en sus versiones digitales) e Infobae desplegaron en sus coberturas sobre la pandemia entre 2020 y 2022. La elección de medios digitales responde, en primer lugar, a la importancia que adquirió el consumo de información por esta vía, especialmente en el contexto de la pandemia. Siguiendo a Mitchelstein y Boczkowski (2022), uno de los efectos más significativos del Covid-19 en el plano mediático ha sido la aceleración del declive de los diarios en papel. Asimismo, los tres medios seleccionados se encuentran entre los cinco más consumidos del país tanto en 2020, como 2021 y 2022, de acuerdo con los informes anuales del Instituto Reuters.
2. Marco referencial
El análisis que propone esta investigación se ha desarrollado en el marco de dos perspectivas teórico-metodológicas consideradas complementarias: la agenda setting y el framing.
La primera de ellas, nacida en los años ‘70, es una de las más referenciadas -y también discutidasdentro de las investigaciones en el campo de la comunicación (Zunino, 2018). Surgió en el marco de la corriente funcionalista de la Mass Communication Research (Estados Unidos) y se asume como una teoría de efectos (Aruguete, 2017). En contraposición a las tesis de los efectos mínimos, el establecimiento de la agenda fue pionero en corroborar empíricamente que los medios de comunicación incidían a nivel cognitivo y en plazos extendidos de tiemposobre las audiencias. De esta manera, la hipótesis inicial de esta perspectiva postuló que los issues que seleccionan y enfatizan los medios (en detrimento y/u omisión de otros) en sus coberturas eran señalados, luego, como los más relevantes para la opinión pública; es decir, se planteó -y corroboróla transferencia de relevancia. No obstante, en el prólogo de El poder de la Agenda (Aruguete, 2015), McCombs reformuló esta definición de agenda setting y la describió como: “elementos prominentes en los medios de comunicación [que] con frecuencia adquieren prominencia entre el público” (p.15). Cabe aclarar que este estudio se focalizará únicamente en la cobertura mediática, quedando la instancia de producción y la de recepción como posibles líneas de investigación complementarias posteriores.
Dentro del primer nivel de la agenda, la relevancia temática (salience of issues) es entendida -siguiendo a Amadeo (2008)como la “visibilidad de la información a partir de su ubicación, su tamaño, su disposición con respecto a otro tipo de información o su mayor frecuencia de cobertura” (p.8). Desde los orígenes de este enfoque, McCombs y Shaw (1972) operacionalizaron esta noción a partir de dos indicadores: la frecuencia de aparición de dichos asuntos en la cobertura y la jerarquía que se les asigna dentro de la misma. Este estudio se concentra en el primero de ellos y para ello considera la noción de hueco informativo (news hole). El mismo es definido como la cantidad del espacio disponible para el material informativo no publicitario (Budd, 1964) e implica considerar que los issues compiten por obtener un lugar dentro del espacio acotado de las coberturas destinado a las informaciones (McCombs, 2006).
Además de esto, el primer nivel de la teoría contempla una segunda fase de análisis referida a las condiciones contingentes (McCombs & Weaver, 1973) cuya hipótesis sostiene que la capacidad de los medios para transferir la relevancia de un objeto hacia la agenda pública dependerá también de otros factores. Por un lado, el grado de incertidumbre de las personas sobre el asunto determinará si los issues son, en términos de Zucker (1978), obstrusivos (de experiencia directa) o no obstrusivos (alejados de la experiencia directa). Por el otro, dependerá de las variables sociodemográficas de las personas. En este estudio se toma el primero de estos aportes para comprender cómo la relevancia que adquirió el asunto no fue una constante, sino que se redefinió en virtud de la incertidumbre y los aislamientos característicos del período de la irrupción y de la posterior experiencia directa de la enfermedad.
El segundo nivel de la agenda, por su parte, indaga el modo en que un asunto es cubierto por los medios. En ese sentido, estudia la agenda de atributos, entendidos como “características y rasgos que definen a un objeto” (McCombs & Valenzuela, 2007, p.47). En este caso, el objeto es la pandemia en tanto issue central y los atributos se entienden como subtemas que moldean al asunto en sí, esto es: como puntos de vista mediante los cuales tanto los periodistas como el público contemplan al mismo (Ghanem, 1996).
Cabe mencionar que este trabajo no se vuelca al estudio de los efectos, sino que operacionaliza una serie de elementos conceptuales de la teoría de la agenda setting para el estudio particular de las agendas mediáticas de los diarios digitales seleccionados.
En este sentido, también es preciso señalar que, aunque dentro de los estudios de comunicación hay quienes proponen concebir al framing como una fase de la agenda (McCombs & Valenzuela, 2021; McCombs & Ghanem, 2001), aquí se parte de considerar que se trata de dos teorías independientes, aunque complementarias entre sí (Aruguete, 2017).
A diferencia de la agenda, la noción de frame proviene del campo de la psicología. Bateson (1972) se refirió a este concepto para referirse al marco de interpretación en función del cual las personas prestan atención a determinados aspectos de la realidad percibida y no a otros. Luego, fue Goffman (1974) quien aplicó el concepto dentro de la sociología, entendiendo a los frames como esas formas compartidas y transmitidas en el marco de una sociedad, que también inciden y atraviesan la producción noticiosa (Igartua et al., 2022).
Siguiendo a Reese (2001) se parte de considerar a los frames como “principios organizadores socialmente compartidos y persistentes en el tiempo, que trabajan simbólicamente para estructurar el mundo social de modo significativo” (p. 11).
El framing es entendido aquí como un programa de investigación multiparadigmático (D’Angelo, 2002, 2012) que permite abordar el proceso comunicacional de manera integral (esto es: tanto las rutinas de producción de las noticias como los textos noticiosos, la recepción de las mismas y la cultura, entendida como un repertorio compartido de frames). Asimismo, esta perspectiva permite entender al framing como una metateoría que se nutre de perspectivas y paradigmas diferentes, pero complementarios entre sí (Koziner, 2015).
Este trabajo se centra en el estudio de los frames noticiosos (news frames), comprendidos como aquellos que quedan efectivamente plasmados en las noticias y que constituyen la mejor evidencia del proceso de encuadre, por lo cual se presentan como una vía de ingreso privilegiada para su análisis. No obstante, esto no puede, en ningún caso, omitir que dicho proceso trasciende los medios dado que los encuadres noticiosos interactúan con las conductas sociales y cognitivas que los han moldeado (Koziner, 2015).
En las investigaciones centradas en los encuadres noticiosos se han diferenciado dos tipos de frames que pueden detectarse en los contenidos informativos: los genéricos o generic news frames (de Vreese, 2003; Iyengar, 1991; Semetko & Valkenburg, 2000), y los específicos o issue-specific news frames (Kerr & Moy, 2002; Husselbee & Elliott, 2002; Igartua et al., 2005). Los primeros pueden aplicarse al estudio de cualquier mensaje y en relación con cualquier tema. Los específicos, en cambio, posibilitan dar cuenta de las diferentes aristas de un tema particular y profundizar en su estudio (Igartua et al., 2022; Muñiz, 2020).
Este estudio trabaja con los encuadres genéricos en función de la tipología propuesta por Semetko y Valkenburg (2000). Las autoras identifican cinco encuadres que podrían presentarse en cualquier texto noticioso: el encuadre de conflicto, centrado en el desacuerdo -ya sea entre instituciones, grupos o individuos-; el de atribución de responsabilidad, en el cual se le asigna la responsabilidad por el problema o su solución a una institución, grupo o individuo; el encuadre de interés humano, que desarrolla un tratamiento emocional o se centra en el rostro humano del asunto; el de moralidad, que prescribe cuestiones morales o religiosas; y el de consecuencias económicas, que presenta al problema en cuestiones económicas que se deberán afrontar.
Este listado de encuadres se ha utilizado ampliamente (de Vreese, 2003; 2005) y ha sido una de las propuestas de tipologías de encuadres genéricos presentes en las noticias que ha tenido mayor influencia en la literatura sobre framing (Muñiz, 2022). Aunque el estudio de esta teoría en Iberoamérica es todavía deficiente en comparación con el desarrollo en otras regiones (Igartua et al., 2022), la aplicación de encuadres genéricos presenta antecedentes en la región. A continuación, se hace referencia a algunos de los más influyentes para la realización de este trabajo.
Igartua y Muñiz (2004) recurrieron a los generic frames de Semetko y Valkenburg (2000) para analizar el tratamiento noticioso que la prensa y la televisión españolas le otorgaron a la inmigración. Detectaron en las coberturas la prominencia de los encuadres atribución de responsabilidad, interés humano y conflicto.
Aruguete (2011) también aplicó estos encuadres para el estudio de la cobertura del proceso de privatización de ENTel en 1990, en ese momento, empresa de telecomunicaciones de Argentina. Dado que no todos los frames presentaron una fiabilidad aceptable y de acuerdo con las correlaciones identificadas entre los indicadores, mantuvo el encuadre de consecuencias económicas, pero construyó dos nuevos (conflicto con impacto humano y resolución de conflictos).
Asimismo, en 2014, Aruguete y Koziner realizaron una aplicación deductiva de los encuadres propuestos por Semetko y Valkenburg (2000) para el estudio de la cobertura que tres diarios generalistas argentinos -Clarín, La Nación y Página/12- hicieron del “7D”, en alusión al 7 de diciembre de 2012, fecha clave que la Corte Suprema de Justicia argentina había establecido para la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En función de los resultados obtenidos, las autoras redefinieron los encuadres predominantes, hallando dos más salientes: culpabilidad por el conflicto y consecuencias económicas.
También González García (2016) tomó la tipología de encuadres propuesta por Semetko y Valkenburg (2000) para analizar los contenidos noticiosos del diario Perú21 entre 2011 y 2015, con foco en las informaciones sobre las relaciones internacionales. Los resultados indicaron como encuadres más prominentes en ese asunto, atribución de responsabilidad y consecuencia económica.
Por su parte, Rodríguez Díaz y Montes (2008) también aplicaron los cinco encuadres presentados por Semetko y Valkenburg (2000) al estudio de los encuadres noticiosos presentes en las coberturas de los medios españoles El País y El Mundo, en referencia a una de las crisis migratorias en Canarias durante 2006. Las autoras concluyen que los encuadres de responsabilidad y de interés humano son los más frecuentes en la muestra de noticias analizada.
En síntesis, este trabajo se sirve de las herramientas teórico-conceptuales de las teorías de la agenda setting y del framing para analizar la composición de las agendas mediáticas y de los encuadres predominantes en las coberturas que La Nación, Clarín e Infobae hicieron de la pandemia por Covid-19 entre 2020 y 2022.
Estos andamiajes teóricos fueron elegidos en función del protagonismo notable que han adquirido en los estudios sobre medios de comunicación, ya sea por su capacidad de analizar cómo estos seleccionan, incluyen y jerarquizan en sus coberturas determinados asuntos y/o personajes; así como también por su comprensión de la producción noticiosa como parte de un proceso más amplio y dinámico que atraviesa a la comunicación de manera integral.
3. Metodología
El objetivo general de este trabajo es indagar cuáles fueron los desplazamientos temáticos y los encuadres predominantes que La Nación, Clarín (en sus versiones digitales) e Infobae desplegaron en sus coberturas sobre la pandemia entre 2020 y 2022. En términos específicos, se pregunta: ¿Cuál fue la relevancia de la pandemia en las coberturas mediáticas estudiadas?, ¿cuáles fueron los encuadres más prominentes en las noticias a lo largo del período analizado?, ¿cuáles fueron las variaciones a lo largo del período bajo estudio?, y ¿qué relación se encuentra entre la frecuencia de la cobertura mediática y el nivel de contagios por Covid-19?
Los diarios digitales elegidos conforman las unidades de contexto y se seleccionaron en función de estar entre los más leídos del país según los informes anuales del Instituto Reuters. La Nación fue el primer diario de Buenos Aires en entrar en la web, el 1 de diciembre de 1995. De ese modo, uno de los periódicos centenarios del país, fundado por el expresidente Bartolomé Mitre en 1870 (18621868), empezaba a desempeñarse en la red (Rost y Bergero, 2012). El 10 de marzo de 1996 llegó a internet Clarín, el diario en papel más leído del país y uno de los de mayor circulación de habla hispana. Fundado por el ex diputado del Partido Socialista Independiente, Roberto Noble, el 28 de agosto de 1945, es la marca insignia del mayor multimedio del país (Becerra, 2015). En tanto, Infobae, creado en el 2002 por el empresario Daniel Hadad, es un nativo digital que al día de la fecha encabeza el ranking de lecturas online a nivel nacional.
Para responder a los objetivos propuestos se recurrió a la técnica del análisis de contenido cuantitativo, dado que permite realizar una descripción sistemática de los componentes formales y semánticos de todo tipo de mensajes (Colle, 2011), y formular inferencias válidas y reproducibles a partir de los datos obtenidos (Krippendorff, 1990). Dicha técnica se caracteriza por ser sistemática y cuantitativa. A su vez, aquí se prefiere caracterizarla como intersubjetiva -en lugar de objetivadado que se considera que, siendo imposible eliminar la subjetividad del analista, esta técnica requiere la definición precisa de las reglas de codificación para lograr consenso entre los diferentes investigadores intervinientes (Igartua, 2006).
El análisis de contenido se aplicó sobre un corpus de noticias seleccionadas en función de haberse publicado dentro de los cinco primeros lugares de las homes de los medios bajo estudio, tomando el criterio de recorrido de los ojos en la lectura (de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo). Al tratarse de portales digitales, regidos por un criterio de actualización constante, para la recolección de noticias se recurrió a la información registrada en tiempo real por el Observatorio de Medios de la Universidad Nacional de Cuyo.
Para la conformación del corpus se realizaron también cuatro cortes temporales específicos: 1) abril de 2020, 2) octubre de 2020, 3) mayo de 2021 y 4) enero de 2022. Los mismos representan puntos significativos a nivel epidemiológico nacional. El primer período comprende la irrupción de la pandemia. Tomando los registros oficiales del Ministerio de Salud de la Nación, entre el 31 de marzo y el 30 de abril de 2020, la cantidad de casos contagiados se multiplicó de 1.054 a 4.428, lo cual marcó un pico inicial de crecimiento de 320%. El segundo comprende el mes en el cual la cantidad de contagios superó el millón de personas. El tercer período, por su parte, registró el porcentaje más elevado de ocupación de camas en terapia intensiva (UTI) por adulto a nivel nacional desde el inicio de la pandemia (77,4% registrado al 31 de mayo de 2021). En dicho mes, además, el Gobierno determinó un nuevo confinamiento estricto por nueve días para los distritos del país en Alto Riesgo o Alarma epidemiológica (que se extendió del 22 de mayo al 30 de mayo inclusive). Por último, en el cuarto se observó el mayor pico de contagios desde el comienzo de la pandemia, con un porcentaje de incremento del 48,18%. Esto se correspondió con el efecto de propagación de la variante Ómicron, cuyo primer caso argentino se registró en diciembre de 2021. La selección de estos recortes respondió al objetivo de identificar los desplazamientos antes detallados, desde el inicio de la pandemia hasta comienzos del 2022.
El corpus de análisis quedó conformado por 420 notas publicadas en la totalidad del período bajo estudio. Sobre esa base se calculó la porción del hueco informativo que ocupó el tema en las agendas mediáticas y luego se trabajó con un corpus más pequeño: las 179 notas referidas estrictamente a la pandemia para analizar los atributos temáticos y encuadres del asunto.
La técnica de recolección consistió en una semana construida, representativa de cada uno de los cuatro meses seleccionados; esto es: un lunes, un martes, un miércoles, un jueves, un viernes, un sábado y un domingo, por cada período. Este método permite obtener una muestra aleatoria de la información de los medios ampliando el rango de su selección, lo que evita distorsiones propias de un momento informativo reducido, al tiempo que suele conservar las marcas de la pauta editorial (Zunino, 2020).
La construcción de las variables y el estudio de los datos obtenidos se enmarcaron en las perspectivas teórico-metodológicas de la agenda setting y el framing. Estas se volcaron sobre una matriz de análisis construida en el software estadístico SPSS para su codificación.
El primer grupo de variables remite a pautas formales: fecha, evento (1= irrupción, 2= millón de casos, 3= saturación UTI, 4= Ómicron), diario digital (1= Clarín, 2= La Nación, 3= Infobae), link y título.
En segundo lugar, para estimar la frecuencia de cobertura de la pandemia se codificó el tópico principal de las 420 notas relevadas. Una vez establecido el porcentaje del hueco informativo ocupado por el fenómeno estudiado, se trabajó únicamente con las 179 notas referidas a dicho asunto y se codificó el tópico asociado a la pandemia.
Luego, se trabajó sobre los news frames, es decir, aquellos encuadres que quedaron efectivamente plasmados en las coberturas, considerando, de todas formas, que estos no pueden ser entendidos por fuera de la cultura en la que se configuran (Koziner, 2015). Para su abordaje metodológico, se realizó una aplicación deductiva de la tipología de encuadres genéricos propuestos por Semetko y Valkenburg (2000). La ventaja de este tipo de aproximación metodológica radica en que, si bien no posibilita un acercamiento en profundidad de los encuadres que aparecen en las noticias sobre un tema en particular, puede replicarse en estudios posteriores, aplicarse a muestras amplias y objetos diversos (Aruguete, 2011) y comparar, por ejemplo, distintos cortes temporales asociados al mismo tema, como aquí se analiza.
Para la identificación de los encuadres genéricos en los textos noticiosos estudiados, la matriz de análisis se compuso de las variables dicotómicas propuestas por las autoras mencionadas, tal como se expresa en la imagen N°1.
En este punto cabe destacar que este trabajo desagrega algunas de las variables propuestas por las autoras para la identificación del encuadre de atribución de responsabilidad en otras más específicas que se desprenden de ellas, de manera de ajustarlas al objeto de estudio. Así, dicho encuadre quedó compuesto por las siguientes variables dicotómicas: ¿sugiere la historia que algún nivel del gobierno nacional es responsable por el problema?; ¿Sugiere la historia que algún nivel de gobierno local es responsable por el problema?;¿Sugiere la historia que un individuo o grupo es responsable por el problema?;¿Sugiere la historia que el gobierno nacional debe resolver el problema?; ¿Sugiere la historia que el gobierno provincial o local debe resolver el problema?; ¿Sugiere la historia que un individuo o institución puede resolver el problema?; y ¿Sugiere la historia que el problema requiere acción urgente?
Luego de la codificación se realizó el análisis estadístico en el software señalado y se graficaron los resultados que se exponen en el siguiente apartado.
4. Análisis de los resultados
Por sus características disruptivas, la pandemia adquirió una relevancia inédita en las agendas mediáticas, especialmente durante el período cercano a su irrupción. A partir del análisis de los datos obtenidos se observa que del total de notas que se publicaron en el período estudiado (420), 43% se refirieron a la pandemia; y de ellas, la mayor parte (54%) se concentró en su inicio. Así, este trabajo confirma que en el primer período nueve de cada diez notas publicadas por los medios analizados se centraron en el Covid-19, por lo cual el asunto se convirtió prácticamente en un monotema de las coberturas noticiosas de ese momento. Esto puede explicarse por el carácter excepcional del asunto, la incertidumbre que generó, la necesidad que incrementó de obtener información en tiempo real frente a la imposibilidad de las personas de contrastar los hechos con su realidad intersubjetiva a causa del confinamiento, entre otras cuestiones.
La concentración del tema pandemia inicial tendió a disiparse conforme la pandemia se extendió en el tiempo. Así, la frecuencia de notas sobre este issue publicadas en los medios analizados registró un descenso significativo de abril a octubre de 2020 (pasó de ocupar el 92% al 20% de la cobertura). Durante el tercer recorte, la recurrencia del asunto en la cobertura volvió a elevarse (42%), en correspondencia con el aumento de la ocupación de las camas de terapia intensiva, y disminuyó, luego, con un porcentaje del 15% registrado hacia el principio de 2022.
A la inusitada relevancia que tuvo la pandemia en la cobertura mediática de los diarios digitales estudiados, se le adiciona una dimensión de análisis: la cantidad de casos registrados en el país. En este sentido, el gráfico N° 1 muestra cómo el Covid-19 se registró casi como un monotema (más de nueve de cada diez notas) en el momento de la irrupción, cuando los contagios eran relativamente escasos, y luego su presencia menguó hasta casi desaparecer de las portadas, en contraposición al récord de personas que contrajeron el virus hacia el final del período de análisis.
De esta manera, las curvas contrapuestas aportan evidencia empírica a la hipótesis de la segunda fase del primer nivel de agenda setting referida a las condiciones contingentes: cuando un tema está más alejado de la experiencia directa de las personas (temas no obstrusivos), como durante el período de irrupción ante el desconocimiento general del virus y los aislamientos preventivos, se buscan respuestas en los medios de comunicación que adquieren centralidad y una mayor capacidad de transmitir la relevancia sobre un tema hacia la agenda pública. Sin embargo, conforme la pandemia se extendió en el tiempo, los aislamientos terminaron y las personas pudieron contrastar intersubjetivamente lo que estaba pasando, ya sea por haber transitado la enfermedad en primera persona o a través de allegados, el tema se convirtió en obstrusivo y perdió relevancia en las agendas mediáticas.
Apenas en el tercer período mencionado se registra un incremento en la frecuencia de cobertura (cuatro de cada diez notas sobre el tema), lo que encuentra explicación en los nueves días de aislamiento que decretó el Gobierno nacional argentino y en el consiguiente temor por la saturación de unidades de terapia intensiva en el territorio nacional: un tema no obstrusivo para aquellos que no estaban en contacto diariamente con la situación real de los hospitales.
También es importante destacar que los procesos de vacunación que tuvieron lugar en el medio de los períodos analizados en este trabajo le restaron gravedad a la enfermedad y, en consecuencia, las coberturas perdieron el grado de dramatización que habían adquirido al principio, más allá de la cantidad de casos identificados como lo evidencia el gráfico N° 2, sobre todo con la rápida transmisión de la variante Ómicron.
Por otra parte, en cuanto a los atributos temáticos más resaltados en las coberturas, al tratarse de un asunto directamente vinculado con la salud pública, el rasgo sanitario de la pandemia (como estadísticas, la evolución de los contagios o el número de fallecidos) fue el más predominante en todos los medios analizados durante los cuatro períodos en su conjunto. A dicho atributo le siguió en frecuencia el vinculado a la seguridad, debido, por ejemplo, a la publicación de noticias que hicieron foco en casos de incumplimiento del confinamiento, prescripciones y/o permisos de circulación, entre otras cuestiones. Luego, se destacaron atributos vinculados con rasgos económicos y políticos de la pandemia, en consonancia con la publicación de noticias que, por ejemplo, se refirieron a la apertura o cierre de actividades, o bien a la gestión de la pandemia, las alternativas y/o disputas por la búsqueda de una salida a la crisis.
Cada período presenta, a su vez, algunas particularidades que se ven reflejadas en el gráfico N° 3. Los atributos económicos de la pandemia fueron los más destacados -luego de los sanitariosdurante el momento inmediatamente posterior a la irrupción del Covid-19 en el país. Se observa una diferencia significativa de este período respecto a los demás, que coincide con la preocupación sobre el impacto del cierre de gran parte de las actividades a causa del ASPO. Los rasgos internacionales de la pandemia (como el énfasis en la cantidad de contagios en otros países, por ejemplo) también adquirieron relevancia en este período, seguidos por otros vinculados con el tránsito y la cuestión policial que implicó la pandemia (en referencia, por ejemplo, a restricciones en la circulación, permisos para transitar, transgresiones del aislamiento, entre otros). En este período, además, se destacaron atributos del asunto vinculados a los programas de asistencia estatal (como el IFE y el ATP), rasgos que desaparecieron de la cobertura conforme la pandemia se extendió en el tiempo.
Cuando la cantidad de personas contagiadas de Covid-19 en el país alcanzó el millón, los atributos vinculados a lo sanitario hicieron foco, sobre todo, en los protocolos de salud. A diferencia del período anterior, se destacaron también atributos políticos del asunto, que hicieron foco en la gestión de la pandemia. Los rasgos vinculados a las celebridades víctimas del Covid-19 también fueron destacados en las noticias de este período. La vacunación comenzó a adquirir, por su parte, un lugar más saliente en tanto atributo del asunto, ya que, en ese momento, por lo menos 40 vacunas experimentales se encontraban en evaluación clínica, según la OMS (2020). Este último rasgo se volvió aún más relevante en las noticias correspondientes al tercer período, cuando se registraron más de 300.000 inoculaciones, según el Ministerio de Salud (2021). En dicho corte temporal, además, se observa la aparición de otro rasgo destacado -ausente hasta ese momentoque hizo foco en lo deportivo, especialmente por la suspensión de la Copa América en Argentina. Los atributos vinculados a las restricciones de circulación también fueron unos de los más prominentes, conforme el confinamiento estricto decretado por el Gobierno Nacional en 2021. Por último, en el cuarto período se destaca el crecimiento de los atributos sanitarios del asunto, en correspondencia con el aumento de casos de Covid-19 de casi un 50%. También se hace foco en los rasgos educativos del tema, en relación con la cercanía del comienzo de clases, y los vinculados con el turismo, a causa de las vacaciones.
Si se observa cada medio por separado, si bien todas las coberturas priorizaron especialmente el aspecto sanitario del asunto, tal como ya se mencionó, es posible detectar algunas diferencias. En primer lugar, Clarín le asignó una mayor cobertura al issue: publicó el 40% de las notas sobre Covid-19 en todo el período analizado. Al igual que La Nación, las noticias que publicó sobre la pandemia resaltaron, además de los sanitarios, atributos vinculados con la economía y la política. En el caso de Clarín, también aparece como uno de los rasgos más salientes del tema en su cobertura la vacunación; lo que marca una referencia respecto a los otros medios digitales bajo estudio. Por otra parte, los aspectos internacionales de la pandemia fueron más resaltados por La Nación e Infobae. A diferencia de Clarín y La Nación, Infobae eligió hacer foco, también, en los atributos del tema relacionados con el mundo de los espectáculos (notas sobre famosos contagiados, por ejemplo). El énfasis puesto en otros rasgos más allá de lo sanitario por parte de los tres medios estudiados se corresponde también con cierto quiebre respecto del consenso inicial ya mencionado. Es decir, conforme el momento de irrupción dio paso a una continuidad, los medios volvieron a poner en primer plano los rasgos habituales de sus coberturas, incluso al momento de publicar noticias sobre la pandemia.
Así como el tratamiento temático del asunto fue adquiriendo diferentes matices a lo largo de todo el período, los marcos interpretativos sobre la pandemia que quedaron plasmados en las noticias estudiadas también registraron modificaciones sustantivas. Para este estudio se trabajó con la tipología de encuadres genéricos propuesta por Semetko y Valkenburg (2000): el encuadre de conflicto, el de atribución de responsabilidad, el encuadre de interés humano, el de moralidad y el de consecuencias económicas.
Del análisis del procesamiento de datos se desprende que, durante el período de irrupción, las variables que componen el encuadre de interés humano (aquel que brinda un ángulo emocional o humano en la presentación de los asuntos y/o problemas) resultaron salientes en las coberturas mediáticas sobre la pandemia analizadas. Así, el 80% de las notas referidas al Covid-19 hicieron hincapié en cómo el problema afectó a las personas o grupos de personas. Esto responde a que, por lo general, los medios se centraron, en un primer momento, en quiénes eran los primeros contagiados, cuáles habían sido sus viajes, dónde se encontraban aislados, cuántos años tenían y cómo evolucionaban sus diagnósticos. Semetko y Valkenburg (2000) explican que este encuadre responde a un esfuerzo por personalizar, dramatizar e incorporar un componente de emoción en las noticias, aspectos que colaboran, a su vez, a captar y retener el interés de las audiencias, cuyo consumo de noticias tiende a ser cada vez más incidental y multiplataforma.
Sin embargo, la prevalencia de esta variable descendió hacia el segundo y tercer período (62% y 35% sobre el total de notas del recorte temporal, respectivamente), y tendió a diluirse aún más hacia el inicio de 2022 (31%).
Como observación se registra, además, una particularidad: en el tercer recorte aumenta la prominencia de la variable referida a los aspectos individuales o privados de las personas o grupos; lo cual coincide con la cobertura, en pleno momento crítico, de casos emblemáticos como el de Lara Arregui, una joven santafesina que murió sin recibir atención médica, ilustrado en la imagen N° 3. Este tipo de historias, además, suelen ser más cautivantes para las audiencias.
Por su parte, la variable referida a los elementos visuales sobre las personas o grupos afectados adquiere mayor saliencia en el momento en el que se alcanzó el millón de casos con un 38% del total de notas publicadas en ese período.
En relación con el indicador de rostro humano del asunto, se destaca que en el cuarto recorte temporal aparece como más prominente (44%), en coincidencia con la expansión de la variante Ómicron.
Por último, la variable referida a la inclusión de adjetivos que generen empatía en las noticias no resulta saliente en ninguno de los períodos analizados.
La imagen N°4 muestra los niveles de presencia de cada variable que compone el encuadre de interés humano en cada período analizado.
En relación con las variables que componen el encuadre de atribución de responsabilidad, este trabajo desagrega la variable que indica si en la noticia se le atribuye la responsabilidad de resolver el asunto a algún nivel del Gobierno en dos indicadores distintos: una focalizada en el Gobierno Nacional y otra en los gobiernos provinciales y/o locales (hexágonos en gris en la Imagen N°5); dado que ambos fueron parte de la formulación y ejecución de protocolos sanitarios, así como de otras medidas vinculadas con la pandemia.
De esta manera, en los resultados de la codificación se observa que en un primer momento se le asignó en las coberturas analizadas la responsabilidad de resolver el asunto al Poder Ejecutivo Nacional, en tanto institución o bien a través de sus organismos y/o funcionarios (56% de las notas del primer período). Por otro lado, si bien no resulta predominante en el total de las notas, si se comparan los períodos, se registra que en el segundo y tercero crece el porcentaje de noticias que le adjudicaron la responsabilidad por la solución [de la pandemia] a los gobiernos locales, en consonancia con la implementación de protocolos provinciales que fueron también actualizados en el nuevo confinamiento de mayo de 2021.
Asimismo, aunque tampoco es prominente en la totalidad del corpus, se observa que, en el caso del tercer período, la mirada se volcó también hacia la responsabilidad individual de los individuos o grupos como causantes del problema y hacia la capacidad [de estos] por resolverlo, en comparación con los demás cortes temporales. Esto coincide con la dicotomía que empieza a configurarse a nivel social entre el marco que busca interpretar la pandemia desde la salud pública y aquel que pone el énfasis en la libertad individual (Aruguete & Gomez Wagner, 2021).
Por su parte, la variable referida a la necesidad de resolver el problema de manera urgente fue muy predominante en el momento de la irrupción con un 67% de presencia, aspecto que tiende a descender hacia principios del 2022 (25%), en tanto la pandemia fue perdiendo su carácter de novedad. Casi de manera inversa, la variable sobre propuestas de solución no fue saliente en los primeros períodos bajo estudio, debido en parte por la excepcionalidad del asunto, y sí se destacó con la irrupción de la variante Ómicron (62,5%).
La imagen N°5 muestra los niveles de presencia de cada variable que compone el encuadre de atribución de responsabilidad en cada período analizado.
Una de las postales de la pandemia fue la puesta en valor de la moral, del accionar colectivo en virtud de un bien común, de la necesidad de cumplir con las normas y de “cuidarnos entre todos”. En ese sentido, el 57% del total de las notas analizadas incluyeron un mensaje moral, variable que forma parte del encuadre de moralidad propuesto por Semetko & Valkenburg (2000). No obstante, dicho porcentaje del indicador mencionado fue disminuyendo a lo largo del tiempo de estudio, pasando de un 60% de las notas del primer período que presentaron un mensaje moral a un 31%, en el último corte. Es decir, a pesar de que los casos, en este último momento, presentaron un crecimiento del 48%, la alusión al buen comportamiento en las noticias disminuyó más de la mitad respecto de la primera ola. El avance de la campaña de vacunación y la merma de los casos críticos puede haber incidido en la variación de esta variable que conforma el marco de moralidad.
Otra variable que conforma el encuadre de moralidad tiene que ver con la prescripción de comportamiento sobre el problema y tuvo mayor saliencia en el primer (57%) y cuarto período (50%), lo que se corresponde con la proliferación de los protocolos de cuidado individual en carácter preventivo. En tanto, la variable que refiere a la presencia de algún dogma religioso no apareció en el corpus analizado.
La imagen N°6 muestra los niveles de presencia de cada variable que compone el encuadre de moralidad en cada período analizado.
Por otra parte, si bien las variables que integran el encuadre de consecuencias económicas no presentan valores significativos dentro de los períodos analizados, se observa que durante la irrupción se registran levemente más presentes que en los cortes posteriores, en coincidencia con los pronósticos referidos al impacto que el confinamiento podría tener en la economía, una de las primeras dicotomías (salud economía) que se configuró alrededor del asunto (Becerra, 2020). De esta manera, las variables referidas a las ganancias y pérdidas, los costos y las consecuencias económicas tuvieron mayor presencia en el período de la irrupción y luego se fueron desdibujando conforme las actividades económicas volvieron a su flujo habitual.
La imagen N°7 muestra los niveles de presencia de cada variable que compone el encuadre de consecuencias económicas en cada período analizado.
Los indicadores que conforman el encuadre de conflicto, que resalta la disputa entre individuos, grupos y/o instituciones, tampoco resultan predominantes en las coberturas analizadas. No obstante, si se comparan los períodos entre sí, la irrupción registra un mayor foco en conflictos o desacuerdos entre actores, conforme la imprevisibilidad y la incertidumbre que disparó la pandemia en sus inicios en relación con qué acciones tomar de manera inmediata.
Por su parte, en el segundo período analizado emergen los reproches entre actores involucrados (57%) y los diferentes puntos de vista (52,4%) en relación con cómo gestionar la crisis sanitaria y económica. En tanto, la variable que define a la historia en términos de ganadores y perdedores no tuvo presencia significativa en el análisis.
La imagen N°8 muestra los niveles de presencia de cada variable que compone el encuadre de conflicto en cada período analizado.
5. Conclusiones
Esta investigación se propuso como objetivo indagar cuáles fueron los desplazamientos temáticos y los encuadres predominantes de las coberturas que realizaron acerca de la pandemia La Nación, Clarín (en sus versiones digitales) e Infobae. Conforme a ello se seleccionó un corpus de notas sobre dicho asunto publicadas entre los cinco primeros espacios de la home de cada diario digital en función de cuatro cortes temporales específicos (abril de 2020, octubre de 2020, mayo de 2021 y enero de 2022), escogidos por haber representado momentos significativos en el desarrollo de la pandemia en términos sanitarios nacionales, según los reportes del Ministerio de Salud de la Nación. Los medios digitales, por su parte, se seleccionaron en función de encontrarse entre los más consumidos del país, en correspondencia, además, con el declive del consumo de noticias en diarios de papel que la propia pandemia aceleró.
Se realizó un análisis de contenido aplicado a las notas del corpus, en base a una matriz conformada por variables construidas a partir de insumos teórico-metodológicos provenientes de la agenda setting y del framing. En el caso del estudio de los encuadres noticiosos, específicamente se realizó una aplicación deductiva de la tipología de encuadres genéricos propuesta por Semetko y Valkenburg (2000), para determinar qué encuadres predominaron en la cobertura del asunto que hicieron los medios bajo estudio.
A partir del procesamiento de datos, se constató que, a lo largo de la pandemia extendida, el asunto pasó de ser un tema que monopolizaba las agendas mediáticas y que hacía hincapié en la importancia de sortear las diferencias políticas a favor de la salud pública, a tener una cobertura casi nula. Este artículo confirma que nueve de cada diez notas publicadas durante el período inmediatamente posterior a la irrupción de la pandemia versaron sobre el Covid-19 y que dicha tendencia mostró, hacia el final del período analizado, un espejo invertido respecto del primer momento con apenas un 17% de las notas del periodo vinculadas a este issue. Así, la curva que grafica la frecuencia de la cobertura mediática del tema adquirió un carácter descendente, en contraposición a la curva ascendente que muestra la cantidad de casos registrados en el país.
Del mismo modo, las variables que conforman los frames de interés humano y de moralidad resultaron más predominantes en el momento de la irrupción, aunque fueron diluyéndose con el paso del tiempo. Así, dieron paso a que primaran los aspectos individuales del asunto, pasando de definirse como un problema cuya solución se le atribuía al Gobierno Nacional, a desplazarse hacia la resolución particular de cada persona.
Como consecuencia del desplazamiento en el tratamiento temático del Covid-19 en las agendas mediáticas de Clarín, La Nación e Infobae es posible observar la presencia de encuadres genéricos más consistentes únicamente en el período de irrupción. Conforme la pandemia se extiende en el tiempo, pierde novedad, originalidad, imprevisibilidad e ineditismo, y en tanto avanza la campaña de vacunación, también gravedad y magnitud por la cantidad de personas y lugares involucrados (Martini, 2000); todos ellos valores-noticia referidos al efecto del acontecimiento sobre las sociedades. Como resultado, la pandemia pasa de ser el escenario central al telón de fondo en las noticias.
En posteriores y complementarias investigaciones, una línea de estudio posible podría tomar la tendencia hacia el desplazamiento temático y la dispersión de los encuadres plasmados en las coberturas sobre Covid-19 a lo largo del tiempo señalada aquí e indagar qué otros principios organizadores compartidos socialmente y, especialmente, persistentes (Reese, 2001) comenzaron a disputar los marcos interpretativos de este asunto por fuera de los medios de comunicación, entendidos como una de las arenas en las que se dirime el sentido de los acontecimientos públicos, pero no la única. Lo anterior responde a que el desplazamiento confirmado en este estudio se vincula necesariamente con otras disputas por la manera de encuadrar al Covid-19 desplegadas en arenas como la política y la pública, que dejan su huella en las noticias, pero no se dirimen únicamente allí. Observar esa interrelación permitiría dotar de mayor integralidad al estudio y complejizar sus alcances.