Introducción
El oso andino (Tremarctos ornatus) es el único mamífero de la familia Ursidae nativo de Sudamérica, con una distribución que comprende desde Venezuela hasta el noroeste de Argentina, y un rango altitudinal de 200 hasta 4757 m (Peyton 1999, Vélez-Liendo & García-Rangel 2017). A pesar de su gran adaptabilidad, su presencia se ve limitada por causas antropogénicas (García-Rangel 2012). Se ha estimado que su distribución se ha reducido en un 75% desde el año 1500 (Wolf & Ripple 2017) debido principalmente al incremento de la frontera agrícola y ganadera (Peyton 1999, García-Rangel 2012). Además, en muchas localidades se percibe al oso andino como depredador de ganado vacuno (Peyton 1980, Goldstein 2002, Goldstein et al. 2006, Figueroa 2015) y dañino para cultivos como el maíz (Orejuela & Jorgenson 1999, Paisley 2001, Morales 2003, Figueroa 2015), percepciones que ocasionan conflictos con el hombre. Esta percepción negativa sobre el oso, muchas veces injustificada o sobredimensionada, ha impulsado su cacería (Peyton 1999, Poveda 1999, Goldstein et al. 2006, Figueroa 2015). Tanto los conflictos humano-oso andino como la pérdida de su hábitat han ocasionado que la especie se categorice como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza -IUCN (Vélez-Liendo & García-Rangel 2017).
En el Perú, algunos de los grandes desafíos que enfrenta la protección del oso andino es la poca información sobre registros de su presencia e interacción con el hombre, en especial, en zonas rurales aisladas y de difícil acceso, como algunas observadas en el departamento de Ayacucho (Cossios et al. 2012, Figueroa & Stucchi 2013, Serfor 2016, Falconi 2020). Así, el primer registro documentado del oso andino en Ayacucho data de hace más de 40 años en la provincia de Huanta (Peyton 1980) y, posteriormente, luego de 15 años en la provincia de La Mar mediante entrevista (Pacheco et al. 2007). Por otro lado, durante la última década se rescataron dos individuos de oso (i.e., un osezno en la provincia de La Mar en 2016 y un juvenil en la provincia de Huanta en 2021; E. Ccaicuri & W. Ayala, com. pers.). En ambos casos, los individuos fueron separados de la madre y mantenidos como mascotas. Por lo anterior, podemos afirmar que los vacíos de información sobre el oso andino en el departamento de Ayacucho limitan las medidas de conservación necesarias para garantizar las subsistencia de las poblaciones silvestres.
El presente estudio tiene como objetivo evaluar la presencia del oso andino, así como la interacción humano-oso andino en tres comunidades campesinas quechua hablantes de la provincia de La Mar, departamento de Ayacucho con el fin de actualizar el conocimiento sobre la especie. Para esto, registramos su presencia, describimos la percepción y conocimiento local sobre la especie, e inspeccionamos cadáveres de ganados cuyas muertes fueron atribuidas al oso andino.
Material y métodos
El estudio fue desarrollado durante setiembre y octubre de 2019 en los territorios comunales de Santo Domingo de Huecchues y Unión Libertad de Rumichaca (pertenecientes al distrito de Chungui), y San Martín de Chupón (perteneciente al distrito de Oronccoy), todos en la provincia de La Mar, departamento de Ayacucho (Figura 1).
El área de estudio comprende un rango altitudinal entre los 798 y 4800 m con ecosistemas que caracterizan la transición del paisaje andino-amazónico: bosques montanos, matorral arbustivo, bofedales y pastizales altoandinos (i.e. pajonales y puna; Gobierno Regional de Ayacucho 2014). Las principales actividades económicas que desarrollan en estas comunidades son la ganadería de vacuno, la crianza de animales pequeños, así como el cultivo de frutales, papa y maíz (INEI 2012).
Con el fin de identificar la presencia del oso andino en los territorios comunales, establecimos 22 transectos, los cuales incluyen nueve en Santo Domingo de Huecchues, seis en Unión Libertad de Rumichaca y siete en San Martín de Chupón (Tabla 1). Los transectos fueron de alrededor 500 m de largo, donde se registraron todos los avistamientos y posibles rastros del oso andino (i.e. excretas, senderos, comederos o restos alimenticios, huellas, entre otros), realizando observaciones a ambos lados del transecto (MINAM 2015). Las excretas y comederos encontrados fueron caracterizados in situ identificando el tipo de alimentación (vegetales o restos de animales) y la antigüedad aproximada de los rastros. Se anotó la ubicación geográfica (coordenadas GPS), altitud y unidad de vegetación de los transectos donde se registró cada rastro (Tabla 1).
Localidad | Unidad de vegetación | Transecto | Inicio transecto | Final transecto | Rango altitudinal (m) | Total recorrido (Km) | Registros |
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San Martín de Chupón | Puna | SMC-1 | 13°14'18.54" S, 73°30'27.71" W | 13°13'19.42" S, 73°29'52.39" W | 3591-3774 | 6 | 28 Co, 1 En, 3 Ex, 10 Hu |
Puna | SMC-2 | 13°13'18.67" S, 73°29'46.38" W | 13°14'22.12" S, 73°30'17.85" W | 3748 -3549 | 2 | 3 Co, 1 En, 2 Ex, 2 Hu | |
Puna | SMC-3 | 13°13'54.73" S, 73°30'33.37" W | 13°13'38.74" S, 73°29'52.51" W | 3740 -3549 | 6.5 | 7 Co, 3 Hu | |
Puna | SMC-4 | 13°14'40.45"S, 73°28'57.91" W | 13°,14'30.54 S, 73°28'9.24" W | 3699 -3526 | 5 | 15 Co, 1 En, 3 Ex | |
Puna | SMC-5 | 13°13'58.99" S, 73°30'27.26" W | 13°14'8.21" S, 73°30'31.06" W | 3657 -3671 | 1.5 | 41 Co, 1 Ex, 3 Hu | |
Puna | SMC-6 | 13°15'36.13" S, 73°27'49.99" W | 13°15'33.73" S, 73°27'51.27" W | 3880 -3893 | 1.5 | 4 Co | |
Puna | SMC-7 | 13°14'49.27" S, 73°27'58.06" W | 13°14'42.15" S, 73°27'52.56" W | 4147 -3938 | 2.3 | 7 Co | |
TOTAL | 24.8 | 135 | |||||
Santo Domingo de Huecchues | Puna | HC-1 | 13°9'5.61" S, 74°13'1.80" W | 13°13'22.23" S, 73°30'20.94" W | 3721 -3787 | 5 | 48 Co |
Puna | HC-2 | 13° 13' 19.517" S, 73°30'25.14" W | 13° 10' 28.654" S, 73°33'25.16" W | 3806 -3602 | 5 | 12 Co, 3 Ex | |
Puna | HC-3 | 13° 11' 30.511" S, 73°35'56.05" W | 13° 11' 2.581" S, 73°30'15.02"W | 3524 -3629 | 4 | 5 Co, 4 Ex, 1 Se | |
Puna | HC-4 | 13° 12' 6.095" S, 73° 30' 24.36" W | 13° 11' 41.933" S, 73° 31' 6.655" W | 3581 -3581 | 2 | 9 Co | |
Puna | HC-5 | 13° 12' 51.272" S, 73° 33' 27.076" W | 13° 13' 16.638" S, 73° 33' 12.311" W | 4094 -4242 | 1.5 | 16 Co | |
Puna | HC-6 | 13° 13' 37.31" S, 73° 32' 10.602" W | 13° 13' 19.816" S, 73° 32' 1.804" W | 4363 -4169 | 1 | 11 Co | |
Puna | HC-7 | 13° 13' 4.784" S, 73° 33' 10.82" W | 13° 13' 29.069" S, 73° 32' 20.583" W | 4300 -4155 | 5 | 16 Co | |
Bosque Montano | HC-8 | 13° 12' 57.82" S, 73° 33' 10.861" W | 13° 10' 48.624" S, 73° 32' 25.556" W | 3421 -3577 | 3 | 4 Co, 3 Ra | |
Puna | HC-9 | 13° 12' 14.261" S, 73° 31' 48.245" W | 13° 13' 4.875" S, 73° 30' 53.5" W | 4012 -3955 | 3.3 | 5 Co | |
TOTAL | 29.8 | 137 | |||||
Unión Libertad de Rumichaca | Bosque Montano | ULR-1 | 13° 8' 20.784" S, 73° 32' 49.676" W | 13° 8' 15.443" S, 73° 32' 54.854" W | 2670 -2218 | 2.50 | 1 Co, 3 Se, 1 Hu |
Puna | ULR-2 | 13° 10' 6.619" S, 73° 34' 17.094" W | 13° 9' 54.021" S, 73° 34' 33.971" W | 3576 -3497 | 3 | 2 Co, 1 En, 3 Hu, 1 Ra | |
Puna | ULR-3 | 13° 10' 50.068" S, 73° 34' 29.197" W | 13° 10' 19.016" S, 73° 34' 16.557" W | 3427 -3382 | 3.5 | 3 En | |
Puna | ULR-4 | 13° 12' 17.056" S, 73° 34' 28.693" W | 13° 12' 17.056" S, 73° 34' 28.693" W | 4160 -4319 | 6 | 3 Co, 2 En, | |
Puna | ULR-5 | 13° 9' 54.021" S, 73° 34' 33.971" W | 13° 10' 50.068" S, 73° 34' 29.197" W | 3572 -3527 | 1.5 | 1 Co, 1 En, 1 Ex | |
Bosque Montano | ULR-6 | 13° 10' 19.016" S, 73° 34' 16.557" W | 13° 12' 17.056" S, 73° 34' 28.693" W | 1972 -2658 | 6 | 4 Co, 4 Ex, 2 Hu | |
TOTAL | 22.5 | 33 |
Además, se calculó la abundancia relativa (AR) de los rastros de oso andino (i.e. número de rastros encontrados por cada kilómetro recorrido para cada tipo de unidad de vegetación). Complementario al registro de rastros, se instalaron tres estaciones de monitoreo en cada territorio comunal, cada estación con una cámara trampa durante un período de cinco días con el objetivo de obtener imágenes de individuos de oso. Localizamos cada estación con base en la mayor densidad de rastros de oso andino encontrados (Tabla 2). La cámara trampa fue Bushnell Trophy Cam configurada para tomar tres fotografías en un intervalo de un segundo ante la detección de movimiento.
Localidad | Unidad de vegetación | Código cámara | Coordenadas | Altitud (m) | Registro |
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San Martin de Chupon | Bosque Montano | SMC-CT1 | 13° 12' 14.261" S, 73° 31' 48.245" W | 3209 | |
SMC-CT2 | 13° 13' 4.875" S, 73° 30' 53.5" W | 3201 | Avistamiento | ||
SMC-CT3 | 13° 8' 20.784" S, 73° 32' 49.676" W | 3549 | |||
Santo Domingo de Huecchues | Puna | SDH-CT1 | 13° 8' 15.443" S, 73° 32' 54.854" W | 4016 | |
SDH-CT2 | 13° 10' 6.619" S, 73° 34' 17.094" W | 3759 | |||
SDH-CT3 | 13° 9' 54.021" S, 73° 34' 33.971" W | 3509 | |||
Unión Libertad de Rumichaca | Bosque Montano | ULR-CT1 | 13° 10' 50.068" S, 73° 34' 29.197" W | 2299 | |
ULR-CT2 | 13° 10' 19.016" S, 73° 34' 16.557" W | 2089 | |||
ULR-CT3 | 13° 12' 17.056" S, 73° 34' 28.693" W | 2050 |
Realizamos entrevistas semi estructuradas a pobladores de las comunidades campesinas para conocer la percepción y conocimiento local sobre el oso andino. La guía de entrevistas, adaptado de estudios previos en la especie (Paisley 2001, Albarracín 2010, Rojas-VeraPinto et al. 2020), fue aplicado a todos los jefes de hogar residentes (hombres o mujeres) que accedieron conversar con nosotros. Los idiomas de las entrevistas fueron en quechua y español, las preguntas se enfocaron en tres ejes temáticos: (1) conocimiento sobre el oso andino, (2) interacción humano-oso andino, percepción y creencias sobre la especie, y (3) conservación del oso andino (Apéndice 1).
Tras recoger reportes de los pobladores sobre la depredación del ganado vacuno por parte del oso andino, visitamos las zonas de pastoreo en busca de cadáveres de ganado vacuno con el fin de identificar las causas de muerte como la accidental (e.g. desbarrancamiento o caída de un rayo), por depredación (e.g. osos, zorros) o por causas naturales como enfermedad (i.e. sin perturbación o daño visible del cuerpo). Para ello se revisó cada cadáver encontrado, así como el área del evento (i.e. radio de 5 m alrededor del cadáver; Nallar et al. 2008, Márquez & Goldstein 2014, Laguna 2018). Cada inspección fue registrada, incluyendo la ubicación geográfica, la altitud y el tipo de cobertura vegetal. La descripción del cadáver incluyó la condición física del animal como postura, el tiempo aproximado de descomposición, así como la edad aproximada. Cualquier evidencia de ataque (i.e. marcas de garras y mordidas, hemorragias) fue descrita para identificar a la posible especie depredadora. Toda presencia de rastros de posibles depredadores (i.e. excretas, pelos, comederos, encames) o evidencias de forcejeo del ganado con su posible agresor (i.e. pisadas, arrastre, pastos aplastados o rastros de sangre; Márquez & Goldstein 2014, Laguna 2018) fue también registrado para obtener más información del evento.
Resultados
Se registraron 312 rastros del oso andino en los bosques montanos y puna, entre los 2218 y 4457 m de elevación (Figura 1, Figura 2a-d, Tabla 1). Los restos alimenticios o comederos fueron los principales rastros encontrados con 242 registros (78%). Estos se componían de diversas especies vegetales como Bromeliaceae (Puya sp., Pitcairna sp., Guzmania sp.), Ericacea (Pernettya prostrata), Cucurbitacea (Cucurbita sp.) y Orquidaceae (Oncidium sp.). Comparando entre los tipos de unidades de vegetación, la puna registró una mayor variedad y cantidad de rastros que el bosque montano (AR = 4.31 versus AR = 1.91 rastros/km respectivamente; Tabla 3). Si bien la unidad de vegetación puna mostró un promedio mayor de rastros (media ± DE: 14.95 ± 14.17) que el bosque montano (media ± DE: 7.33 ± 2.52), no se encontraron diferencias significativas entre ambas unidades (Mann Whitney test: U = 19.5, p-value = 0.41). Adicionalmente, registramos la presencia del oso andino en una de las estaciones de monitoreo instaladas en San Martín de Chupón (13°14’22.35” S, 73°30’6.26” O; Tabla 2) el cual registró a un individuo caminando al lado de un cadáver de ganado (Figura 2e).
Localidad | Unidad de vegetación | Recorrido (km) | Altitud (m) | AR | Cantidad de registros | Tipo de registro |
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San Martín de Chupón, Santo Domingo de Huecchues, Unión Libertad de Rumichaca | Puna | 65.6 | 3382-4457 | 4.31 | 283 | 17 Ex, 21 Hu, 1 Se, 233 Co, 10 En, 1 Ra |
Santo Domingo de Huecchues, Unión Libertad de Rumichaca | Bosque montano | 11.5 | 1972 -3577 | 1.91 | 22 | 3 Hu, 3 Se, 9 Co, 3 Ra, 4 Ex |
Total | 77.5 | 312 |
Se entrevistó a 40 pobladores (nueve de San Martín de Chupón, 10 de Huecchues, 21 de Rumichaca) siendo 27 del género masculino y 13 del femenino con un rango de edad entre 16 a 60 años. La mayoría (80%) reportó que puede reconocer al oso andino en el campo (Figura 3), siendo avistado mayormente en los bosques montanos (47%), seguido de la puna (35%) y, ocasionalmente, en campos agrícolas (18%). El nombre local más utilizado para referirse al oso andino es ukumari (55%) pero algunos pocos lo conocen como oso y oso de anteojos. Para ellos, el oso es un animal principalmente de hábitos omnívoros ya que consume tanto frutos como vegetales y carne (70%). A pesar de que alrededor de la mitad de los entrevistados lo consideró un animal agresivo (52%), gran parte de ellos (85%) reconocieron que este comportamiento no va dirigido hacia las personas. Finalmente, la mayoría desconoce que el oso andino se encuentre en peligro de extinción (60%) y que tenga protección legal que prohíbe su captura, caza o tenencia. No obstante, en su mayoría (60%) reconocieron que hay acciones humanas que impactan negativamente sobre la especie siendo principalmente los incendios en pastizales (23%), la extracción de madera (30%) y ganadería (17%). Frente a esto, los entrevistados propusieron diversas acciones para su conservación como la creación de un área de protección (23%), el evitar destruir y deforestar su hábitat (30%), el establecer acuerdos comunales para evitar su cacería (15%), y aplicar una estrategia de conservación y/o capacitación para proteger mejor las actividades económicas vulnerables a la especie (5%).
Por otro lado, la mayoría de los entrevistados percibe al oso andino como una especie perjudicial para su economía (Figura 3) ya que el 63% cree que puede dañar diversos cultivos (i.e. café, zapallo, calabaza, granadilla, maíz) y el 78% que puede atacar al ganado vacuno. Los eventos de daño a maíz suelen reportarse entre los meses de febrero y mayo en la comunidad la Unión Libertad de Rumichaca (Laguna Moroccocha, los cerros Llaveccacca, Sinwaccasa y Rayanccasa, así como Espinco, Pichiwillka y Lirpay). En cambio, la depredación del ganado se reporta sin ninguna temporalidad específica en localidades de San Martín de Chupón (Cerro Tranca y Runawanay). Frente a estos reportes de daños, algunos afectados utilizan diversas medidas disuasivas para espantar al oso como la quema de pastos, el uso de latas colgadas que generen ruido ante el movimiento, el uso de postes con plásticos de colores (rojo, azul y blanco), espantapájaros y cohetes. Adicionalmente, nos reportaron que en años anteriores el oso era un animal cazado esporádicamente para ser consumido aprovechando algunas partes de su cuerpo para medicina tradicional (como el frotar con la grasa a los niños para transmitirles la fuerza del animal o para tratar el dolor muscular).
En total revisamos siete cadáveres de ganado, todos en San Martín de Chupón (Figura 1, Tabla 4), ubicados en la puna y matorral arbustivo a más de 3000 m de altitud. De estos, cuatro presentaban solo piel y huesos (Figura 4a-c) por lo cual se descartó alguna inspección. Los tres restantes tenían poco tiempo de descomposición (dos a tres semanas) y mantenían parte de su carne y piel. Al inspeccionarlos, no se encontraron evidencias contundentes de depredación, pero sí de manipulación y posible carroñeo. Dos cadáveres se encontraron en posición anormal con las extremidades separadas del cuerpo (Figura 4d) o el estómago expuesto (Figura 4e). Ambos presentaban marcas de desgarre de carne en el lomo, cabeza o extremidades, pero sin hematomas ni hemorragias alrededor de estas heridas que sugirieran depredación por oso andino o zorro (también reportado en la zona). El tercer cadáver presentaba bajo peso y estaba recostado en posición normal (Figura 4f). A pesar de presentar un hueco en el pecho, los órganos internos (i.e., corazón, pulmones) estaban intactos lo cual presume una muerte por causas naturales. La inspección alrededor de los tres cadáveres no registró evidencia de forcejeo entre el ganado o algún depredador (i.e., pisadas o huellas en el suelo, restos de sangre) y los rastros de depredadores fueron escasos incluyendo una huella de oso y su registro fotográfico en el quinto ganado inspeccionado (Tabla 4, Figura 4d) y un registro fotográfico de un zorro en el sexto cadáver inspeccionado.
# | Fecha del hallazgo | Fecha estimada de muerte | Localidad /transecto | Edad del ganado | Descripción | Distancia del bosque (m) | Diagnóstico de muerte | Tipo de vegetación |
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1 | 10/2019 | 06/2019 | SMC-4 | Adulto | Restos de huesos. | 60 | Indeterminado | Puna cerca de parches de matorral |
2 | 10/2019 | 09/2019 | SMC-1 | Adulto | Restos de huesos y contenido ruminal fuera. | 450 | Indeterminado | Puna con afloramientos rocosos |
3 | 10/2019 | 06/2019 | SMC-5 | Adulto | Restos de hueso y piel. | 50 | Indeterminado | Matorral arbustivo |
4 | 10/2019 | 06/2019 | SMC-7 | Adulto | Restos de hueso y piel. | 320 | Indeterminado | Puna con afloramientos rocosos |
5 | 09/2019 | 08/2019 | SMC-2 | Adulto | Posición anormal, descompuesto con extremidades posteriores separadas. Aún presencia de carne y contenido ruminal fuera. Marcas de desgarre de carne en pecho y lomo, pero sin presencia de hematomas ni hemorragias. | 10 | Indeterminado (posible carroñeo por oso andino) | Matorral arbustivo |
6 | 10/2019 | 09/2019 | SMC-3 | Adulto | Posición anormal, ligeramente descompuesto y con estómago expuesto. Marcas de desgarre de carne en patas y pecho, pero sin presencia de hematomas ni hemorragias. | 80 | Indeterminado (posible carroñeo por zorro) | Puna cerca de parches de matorral arbustivo. |
7 | 10/2019 | 09/2019 | SMC-3 | Semi adulto | Ligeramente descompuesto y casi completo sin marcas de ataque de algún carnívoro. Hueco altura del pecho con órganos intactos. | 80 | Enfermedad u otra causa natural | Puna cerca de parches de matorral arbustivo. |
Discusión
El presente estudio brinda registros actualizados de la presencia del oso andino en la provincia de La Mar, además describe la percepción hacia la especie y los eventos de interacción humano-oso andino. Aunque estás áreas no han sido registradas como parte de su distribución por algunos autores (e.g. Vélez-Liendo & García-Rangel 2017, Amanzo & Cossios 2018), nuestros registros confirman su distribución en el noreste del departamento de Ayacucho.
Los valores de abundancia relativa de los rastros de osos andinos registrados durante la época de estiaje en la provincia de La Mar muestran diferencias entre las unidades de vegetación de bosques montanos y puna (1.91 rastros/km versus 4.31 rastros/km, respectivamente). Similar diferencia ha sido reportada en áreas naturales protegidas como el Santuario Nacional Megantoni durante la época de estiaje con 2.46 rastros/km en puna y 0.23 rastros/km en bosque montano (Figueroa & Stucchi 2013) lo que indicaría que en estas localidades la puna tiene una mayor importancia para la especie que el bosque montano. No obstante, es importante resaltar que en nuestro caso el esfuerzo de muestreo en el bosque montano fue limitado debido a dificultades de accesibilidad y visibilidad de la zona de estudio. Dada la mayor cantidad de avistamientos en bosques en comparación con la puna, se requieren estudios adicionales con un muestreo más equitativo por tipo de vegetación y que abarquen la época de lluvias para confirmar la preferencia de hábitat de la especie. Por otro lado, es importante señalar que en la puna y los límites del bosque muestreados con presencia de oso andino se practica también el pastoreo libre del ganado, la cual es una de las principales amenazas para hábitat del oso andino identificadas por los mismos entrevistados. Esta situación ha sido reportada previamente en algunas zonas de amortiguamiento de áreas protegidas (Figueroa & Stucchi 2013, Rojas-VeraPinto & Cruz 2016; Rojas-VeraPinto et al., 2020) donde también se han registrado reportes de ataque al ganado vacuno. Debido a esto el contexto de las comunidades campesinas en La Mar es igual a otras localidades en el Perú que requieren atención para el manejo de los conflictos humano-oso andino.
Si bien la percepción negativa del oso andino, por parte de los pobladores entrevistados, se ha construido también de supuestos y comentarios de terceros, las acciones de respuesta frente a eventos de daño pueden amenazar la permanencia de la población de osos que habitan en estos territorios comunales. Este problema se agudiza ya que se reporta desconocimiento de algunos aspectos biológicos y protección legal de la especie. Tal contexto también refleja la poca o nula presencia de las instituciones del Estado encargadas de proteger la flora y fauna silvestre en zonas remotas como La Mar, donde la interacción humano-oso es constante. Frente a esta situación, es necesario que los esfuerzos de conservación de la especie lleguen a los lugares con mayor necesidad de protección y que estos incluyan constantes programas de educación ambiental e implementen asistencia técnica a pobladores que desarrollen actividades económicas vulnerables por el oso como los cultivos de maíz y ganado para lograr una mejor convivencia (e.g. Morales 2003, Zukowski & Ormsby 2016, Bazantes-Chamorro et al. 2018, Rojas-VeraPinto et al. 2019).
Las inspecciones de los cadáveres de ganado fueron limitadas por su avanzado estado de descomposición. Al igual que los estudios realizados en el Santuario Nacional Pampa Hermosa (departamento de Junín), no recogimos suficientes evidencias para confirmar ataques por parte del oso andino (Rojas-VeraPinto et al. 2020). A pesar de que solo determinamos una posible manipulación y carroñeo (Figura 4d) por parte de la especie, no se pueden descartar los reportes de los pobladores locales sobre la interacción ganado-oso en la provincia de La Mar. Esto en especial por las prácticas de pastoreo libre en terrenos sinuosos cerca de los límites de bosques y así como la poca vigilancia por parte de los dueños (Paisley 2001, Castellanos et al. 2011, Laguna 2018). Recoger mayores evidencias en un tiempo de respuesta corto son importantes para conocer realmente las causas de muerte del ganado y así diseñar mejores estrategias para una mejor convivencia humano-oso. La ciencia ciudadana, a través de aplicativos que recopilan fotos y videos, o la investigación participativa, que incluya a las comunidades, utilizando cámaras trampa podría generar información valiosa y necesaria para implementar un efectivo plan de conservación del oso andino.