Sr. Editor:
Hemos leído con sumo interés el artículo de investigación realizado por Nakandakari et al. 1, y nos parece de suma importancia abordar el tema de la anemia en niños menores de 5 años, que es un problema de salud pública en nuestro país y a nivel mundial. Creemos que la relevancia de su estudio radica en que se realiza en una región representativa del norte del Perú, cuyas provincias ubicadas en la región sierra presentan niveles altos de pobreza según los Reportes Regionales de Indicadores Sociales del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). En estas áreas es de preocupación la gran proporción de menores de 5 años con desnutrición crónica (Piura 16,4%, La Libertad 14,9%, Ancash 16,5%), y de anemia en niños de 6 a 35 meses (Piura 36,7%, Lambayeque 35,7%, La Libertad 35,1%, Ancash 40,9%). 2-5
Los autores mencionan que la prevalencia de anemia es mayor en niños de sexo masculino, explicando que “posiblemente esto ocurra porque los varones acuden desde corta edad al campo para acompañar a sus padres en la agricultura y ganadería, lo que los expone a una mala alimentación y a estar a expensas de enfermedades” 1. Partiendo de este enunciado, resultaría muy interesante en futuros estudios dilucidar algunos puntos fundamentales sobre el origen del fracaso de las medidas tomadas por las autoridades en la prevención y manejo de la anemia. Por ejemplo, determinar que en realidad los niños varones de estas zonas están más propensos a padecer de anemia por realizar actividades no aptas para su edad, considerando que se trata de niños menores de 5 años, muchos de ellos iniciando su etapa escolar.
Aunque este tipo de hechos sean considerados como costumbre para las personas que subsisten de la agricultura, debiera educarse a la población sobre las repercusiones a corto y a largo plazo de un estado de déficit nutricional, para así desechar costumbres que constituyen un potencial peligro para la salud pública y que, a futuro, podrían ser catastróficos para la sociedad. Por otro lado, es necesaria la evaluación permanente de la eficacia de la intervención del personal de salud en el manejo preventivo y terapéutico de la anemia según la norma técnica vigente 6 y la aplicación de medidas correctivas a la luz de nuevas evidencias derivadas de futuras investigaciones.