INTRODUCCIÓN
A finales del 2019, casos de neumonía atípica se presentaron en Wuhan, China, caracterizados por tos seca, fiebre, disnea e infiltrado pulmonar bilateral. La Organización Mundial de la Salud (OMS) 1,2 denominó dicha patología como Síndrome Respiratorio Agudo Severo Coronavirus 2, actualmente conocido como la enfermedad por virus Corona (COVID19) 1,3). El 12 de enero del 2020 se evidencio la secuencia genética del SARS-CoV-2 y se confirmaron 7818 casos en 19 países, por ello la OMS declaró la salud pública mundial en emergencia el 30 de enero del 2020 4,5).
Los odontólogos tienen el mayor riesgo de infección por COVID-19 y frente a su rápida propagación, la ADA determinó el uso obligatorio de equipos de protección personal (EPP) y la atención solo de emergencias odontológicas. En marzo del 2020 se establecieron protocolos preventivos incluyendo la exhibición de carteles informativos, triaje, derivación a los centros de atención dental urgente y suspensión de la atención de pacientes COVID-19 positivos (ADA, UKs, CDOs, NHS UK).
El objetivo de esta revisión de la literatura es comparar las indicaciones y normas vigentes para el uso de elementos de protección personal establecidas en 40 países, durante la atención odontológica en el contexto de la COVID-19.
Transmisión del virus SARS-COV-2
Se describe por primera vez el ARN del Coronavirus en el año 1968, años más tarde, el Centro de Medicina Basada en Evidencia (CEBM) demuestra la existencia de 40 variantes y su propensión a la recombinación y mutación, lo que permitió la transmisión desde el murciélago a diferentes mamíferos y aves, hasta llegar a los humanos 6,7,8).
La transmisión entre humanos puede ocurrir por el contacto directo y transmisión de goticulas en áreas cerradas con alta concentración de aerosoles 9). Es por todo ello, que se ha dado más énfasis al uso correcto de las mascarillas durante la permanencia en el consultorio odontológico, y en caso sea necesaria la reutilización, el empleo del método de descontaminación más eficaz que mantenga su estructura y filtración. Las mascarillas faciales, se han convertido en la principal indumentaria del EPP de cualquier personal de salud, y en mayor medida para el profesional odontólogo. La correcta colocación y retiro, el uso correcto en cuanto a tiempo y exposición con el paciente, y su descontaminación e indicaciones debe ser conocimiento básico y prioritario de cualquier personal de salud 10,11,12).
La COVID-19 cursa con ausencia de síntomas en el 20% de los casos 9 pudiendo evolucionar a una enfermedad respiratoria aguda grave, septicemia con disfunción orgánica y posterior muerte 10). Los dentistas somos profesionales de la salud de alto riesgo de contaminación porque el SARS-CoV-2 reside en el epitelio oral, garganta, nariz y conductos salivales 13), se propaga a través de gotículas grandes expulsadas al toser, estornudar, cantar, respirar intensamente o hablar, las más pequeñas se denominan aerosoles y su transmisibilidad depende de la cantidad de virus viables liberados 14 y las medidas de prevención y control de infecciones establecidas 3).
Empero en estudios en la actualidad con aerosoles y fómites han demostrado que la transmisión es plausible, además que después de producciones continuas de aerosoles por hasta 3 horas puede permanecer el virus viable entre 48 a 72 horas en las diferentes superficies 15). Existen pocas investigaciones en áreas generadoras de aerosoles, cerradas, mal ventiladas y abarrotados de gente, sabiendo que el periodo de liberación del virus es de hasta 8 días posteriores al inicio de los síntomas 16 y que el periodo de incubación es de 5-6 días 17).
Equipo de protección personal: indicaciones para el cirujano dentista
Las zonas para poner y quitar los EPP deben ser diferentes con protocolos de limpieza y desinfección permanente, un área de higiene de manos y la segunda con instrucciones visibles para desecharlos sin contaminarse 18). La higiene de manos se repetirá siempre que se manipule el EPP durante la atención sanitaria 19). Si el profesional lleva guantes durante alguno de los 5 momentos para la higiene de manos recomendados por la OMS, deberá quitárselos, desecharlos, lavarse las manos y ponerse unos guantes nuevos si es preciso 20).
El cien por ciento de países europeos emitieron Guías Técnicas para tratamientos generadores de aerosoles y recomiendan el triaje remoto, posponer tratamientos no urgentes, uso del peróxido de hidrógeno al 1-1,5% como antiséptico que reduce la carga viral en boca previo a la atención odontológica en el 80%, uso de EPP que incluya mascarillas FFP2/ FFP3 / N95 en el 80%, FFP2/FFP3 83% y máscara facial 80%; asimismo, cabe resaltar que para la atención de pacientes COVID positivos se recomienda máxima protección y atención sólo en clínicas dentales especializadas creadas para ese fin 19).
El protector facial debe cubrir los lados de la cara y llegar más abajo de la barbilla, se usan sin quitarlos durante todo el turno de trabajo para la atención a un grupo de pacientes con COVID-19. No se recomienda que los profesionales sanitarios utilicen las mismas pantallas faciales para un paciente con COVID- 19 y para otro paciente sin sospecha de enfermedad 5).
El uso de protectores oculares tipo goggle, se recomienda en el 83% de países europeos para procedimientos generadores de aerosoles (19), los cuales, no deben quitarse durante todo el turno de trabajo; empero generan incomodidad, cansancio y distorsión visual además de abrasiones por las correas. Se lavarán con agua y jabón, la desinfección con hipoclorito de sodio produce toxicidad residual e irritación ocular 5).
El 83% de las guías de procedimientos europeas requieren el uso de mamelucos para pacientes de alto riesgo y casos confirmados de COVID y debe cambiarse para cada paciente 19). El 52 % de las guías europeas recomiendan el uso de batas para procedimientos no generadores de aerosol y el 83% para procedimientos generadores de aerosoles 19), deben proteger adecuadamente brazos , tronco y verificar su resistencia a los líquidos, las desechables se usarán solo para contactos breves con los pacientes no para tratamientos generadores de aerosoles, en esos caso se usarán batas lavables e impermeables que cumplan con los requisitos mínimos de rendimiento después del número máximo de lavados recomendado 18). Para descontaminar se lavará a 60 ºC con agua y detergente, colgar y secar 5).
Los guantes médicos deben reservarse para las actividades de alto riesgo, como procedimientos de salud bucodental por la exposición a líquidos y secreciones corporales. Hay que quitarse los guantes tras atender a un único paciente, al salir de la zona de asistencia o al pasar de un paciente a otro, no se recomienda el uso prolongado de guantes para atender a múltiples pacientes; el gel hidroalcohólico sobre ellos degrada el nitrilo y se vuelven pegajosos 5), las normas técnicas europeas recomiendan el uso de doble guante, aunque existe poca evidencia que disminuya el riesgo de contaminación 8).
Mascarillas
Existe una reducción de riesgos con el uso de las mascarillas respiratorias filtrantes N95 o similares en comparación con las mascarillas médicas o las mascarillas de algodón de 12-16 capas 11 es por ello que OMS sugiere el uso generalizado de mascarillas 10). La mascarilla respiratoria filtrante (MRF) de uso obligatorio para el personal de salud que realiza procedimientos generadores de aerosoles 11), garantiza una respiración sin obstáculos, con resistencia máxima durante la inhalación y la exhalación cumple con los parámetros especificados para la acumulación máxima de CO2, la entrada total de aire y la tensión de las cintas, las capas del material filtrante y su forma permite que sus bordes se ajuste totalmente a la piel del usuario, filtran gotículas de 0,075 micrómetros a diferencia de las mascarillas médicas que filtran gotículas de 3 micrómetros de diámetro, las FFP2 filtran el 94% de las partículas sólidas de NaCl y gotículas de aceite de acuerdo a la norma europea 149; NIOSH 42 CFR Parte 84, certifica que las MRF estadounidenses N95 filtran al menos el 95% de las partículas de NaCl 8,19).
Se asume que todos los pacientes pueden transmitir COVID-19 pues los asintomáticos también pueden estar infectados, por ello se recomienda que en todos los escenarios de la consulta odontológica se utilice mascarillas N95 o equivalente con goggles o protectores faciales para minimizar el riesgo, las mascarillas quirúrgicas planas ASTM nivel 3 proveen el máximo nivel de resistencia a fluidos durante procedimientos generadores de aerosoles con moderada o gran contacto con sangre 12).
Luego de la lavarse las manos, colóquese la mascarilla con la palma de la mano dominante sobre la cara externa, lleve la primera banda hacia el área superior y posterior de la cabeza y la segunda hacia el cuello debajo de las orejas, presione el gancho alrededor de la nariz para que tome la forma, revise el ajuste inspirando y espirando, al quitarse la mascarilla no toque la parte frontal, hale las bandas hacia adelante, almacene o deseche en el contenedor rojo 12 para asegurar la máxima eficacia posible y evitar un aumento del riesgo de transmisión 10).
El uso de la misma mascarilla sin quitársela, durante un máximo de seis horas, para atender a un grupo de varios pacientes con COVID-19 y su descontaminación con métodos de desinfección o esterilización usando irradiación con luz ultravioleta germicida tipo C, son medidas temporales que solamente debe emplearse en caso de emergencia crítica por desabastecimiento de mascarillas médicas. El usuario llevará la mascarilla un máximo de cinco veces, comprobando que se ajusta herméticamente 5).
Los respiradores motorizados con purificador de aire (PAPR) y los respiradores elastomericos son dispositivos de uso múltiple validados por las normas internacionales y de los fabricantes, tienen una calidad de filtración equivalente o superior a la de las mascarillas FFP2 o N95, con menor tendencia a generar problemas dermatológicos o problemas de seguridad durante la inhalación; sin embargo son costosos, de difícil almacenamiento y mantenimiento, altera la visibilidad y audición y los modelos con puertos de exhalación sin filtro no aseguran el control de la fuente de contagio del usuario 14) .
Descontaminación de las mascarillas
Se ha demostrado que el peróxido de hidrógeno en forma de vapor al 7-8 % 8), los sistemas SteraMist iHP y BQ-50 son métodos eficaces de descontaminación de mascarillas contaminadas con SARS-CoV-2 sin alterar la integridad ni filtración de las mismas; al igual que la radiación UV-C 2 sin embargo el proceso es más lento en estudios in vitro. El calor húmedo a 70°C demostró eficacia luego del uso de hasta tres ciclos de esterilización 19 sin daño de la estructura sin embargo el ozono a pesar de ser eficaz requiere de dosis contaminantes para el ser humano. El calor seco a 95°C por 30 minutos y cinco ciclos no altera las propiedades de la mascarilla (Tabla 1).
DISCUSIÓN
El número obtenido de normativas sobre medidas preventivas para la atención odontológica fue de 40 a nivel mundial, en las que se indica el uso de los equipos de protección personal para el profesional. Las normativas coinciden en la necesidad de utilizar gorro descartable en el 57,5%, respirador N95 /FFP2 87,5% lentes protectores tipo google u homólogos 85%, mascarilla quirúrgica 15%, protector facial 85%, mandil descartable 82,5%, mameluco 22,5%, doble guante 57,5%, y protectores de zapatos 27.5%. Asimismo, siete manifiestan la importancia de la protección del paciente durante la atención odontológica, coincidiendo en el uso de mascarillas en el 100%, protector facial 28.6% y campos descartables 28,6%; destacando la diferencia de criterios a nivel mundial (Tabla 2 y Tabla 3).
La Directiva Sanitaria 100 del Ministerio de salud peruano (MINSA) fue la más completa en cuanto a la indicación del uso de los EPP de alto riesgo por la generación de aerosoles, para el operador y la necesidad de proteger al paciente del riesgo de contaminación; sin embargo, dicha publicación no ha sido actualizada desde el año 2020, al igual que las demás normativas revisadas. Debido al desabastecimiento mundial, la OMS 14 recomendó el uso prolongado de mascarillas y desinfección en caso de necesidad siguiendo técnicas seguras, así los estudios antes citados demuestran que el empleo de UV-C permite lograr los objetivos en corto tiempo sin alterar la integridad ni filtración de las mascarillas.