INTRODUCCIÓN
La violencia contra la mujer es un fenómeno mundial, afecta de diversas maneras a los dependientes directos de la víctima. Su modalidad cambia según el espacio y agresor; episodios reiterativos producen consecuencias físicas y emocionales que inducen al suicidio 1. Se vienen creando estrategias, políticas públicas y protocolos para afrontar esta problemática utilizando el modelo ecológico de violencia 2.
La máxima expresión de esta violencia es el feminicidio, acto enfocado en un contexto sexual, familiar incluso de hostigamiento donde el agresor tiene una relación interpersonal con la víctima. La legislación peruana clasifica al feminicidio en íntimo, no íntimo y por conexión 3. En estudio de informes de necropsias en mujeres de Estambul reportaron que la principal causa de muerte fue por arma de fuego, fue la principal causa, el lugar fue la vivienda de la víctima y el homicida era el conyugue o novio 1. En mujeres adultas del Cairo 4 la modalidad de asesinato más frecuente fue con armas cortantes, posterior a una discusión doméstica. Zara et. al. 5 demostró que la motivación de los homicidas íntimos fue una relación conflictiva, entretanto para el homicida no íntimo fue antisocial. En Pernambuco, Brasil, los antecedentes recurrentes de violencia física aumentaron el riesgo de feminicidio, especialmente con objetos cortantes y armas de fuego 6. Los factores de riesgo relacionados con el homicidio íntimo de una mujer son un historial documentado de maltrato, distanciamiento social, acecho, abuso de sustancias, enfermedad mental y poseer armas de fuego 7.
El perfil sociodemográfico del feminicida difiere de homicidas comunes; tienen educación superior, empleo regular y bajo consumo de alcohol o drogas 8. En un estudio de Suecia, se demostró que los feminicidas no tenían antecedentes penales 9. En 30 agresores íntimos de Cataluña, España (21 homicidios y 9 tentativas) presentaron trastornos disociales de personalidad, bajo nivel de educación y la escena del crimen fue el domicilio de la víctima 10. En el año 2021, se identificó a la ruptura sentimental como argumentación del feminicidio, otras características fueron el uso de armas de fuego y tener conductas violentas 11.
A pesar del rechazo mundial, en el año 2020, al menos 4091 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 26 países de Latinoamérica 12, entre ellos el Perú. Las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú (INEI) 13) refieren que para el año 2019, 148 mujeres fueron víctimas de feminicidio (36 de Lima Metropolitana) y en el año 2020 hubo 137 víctimas (25 de Lima Metropolitana).
Ante la problemática, en el Perú se promulgó la Ley 30364 para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar 14) y la Ley 30819 que modifica el Código Penal Peruano acerca de las agravantes y tipificación del feminicidio 13. Asimismo, en el año 2021 se aprobó una estrategia nacional para proteger y sancionar a los agresores en casos de violencia contra las mujeres 13.
La pandemia por COVID-19 obligó a la población mundial al aislamiento social obligatorio, hecho que ocasionó aumento de la violencia doméstica, acoso sexual, impacto sobre la salud mental y desaparición de mujeres. En España, se demostró la disminución de feminicidios, pero el aumento de casos de violencia de género 15. Antes y durante el contexto de pandemia numerosos países instauraron programas preventivos de protección hacia las mujeres; reafirmando compromisos de erradicar la violencia, pero hasta la fecha no se consigue resultados efectivos. En el Perú, las restricciones sociales fueron hasta el año 2021 periodo donde se incrementó las denuncias por casos de violencia de género y disminución del feminicidio 13.
El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Perú (IMLCF-Perú) es una institución encargada de los diagnósticos científicos médicos legales en cadáveres, personas vivas y/o restos humanos útiles para la resolución de problemas de justicia como los feminicidios. En Lima Metropolitana, tiene dos sedes de resolución de casos de alta complejidad: la Unidad de Tanatología Forense (UNTANFOR) donde se realiza las necropsias de ley a todas las personas fallecidas por muerte violenta o sospechosa de criminalidad, y la Unidad Clínico Forense (UNCLIFOR) donde se realiza los informes periciales médico legales en personas como son los exámenes físicos, sexual, psicológicos y psiquiátricos en vida a mujeres víctimas. A los agresores en calidad de detenidos, se les realiza exámenes médico legales para descartar violencia física, examen psiquiátrico y psicológico. Todos los exámenes son realizados a solicitud de la autoridad competente.
El Gobierno Peruano ha realizado modificaciones en el Código Penal, creó políticas públicas y planes operativos para erradicar este fenómeno social, pero lamentablemente el feminicidio continuó. Para implementar estrategias de erradicación del feminicidio es importante el registro de datos estadísticos oficiales que permiten conocer la forma, comportamiento y magnitud del hecho analizando los dos actores sociales (víctima y feminicida); siendo importante contar con registros de fuentes directas como son los datos del IMLCF-Perú donde se analiza a ambos protagonistas. Así, el objetivo del presente estudio fue analizar los casos de mujeres peruanas víctimas de feminicidio asesinadas en Lima Metropolitana durante los años 2019 y 2020 por feminicidas hombres peruanos. Se determinó las características sociodemográficas y personales de las víctimas y sus feminicidas.
MÉTODOS
Diseño del estudio
La investigación fue realizada en UNTANFOR y UNCLIFOR, sedes de mayor especialización del IMLCF-Perú. El estudio fue de diseño observacional descriptivo.
Población y muestra
La fuente de información fueron los informes periciales forenses. Primero, se realizó la búsqueda en el Sistema Informático Forensys, Versión Sis. 1.31.1.18. de las mujeres peruanas víctimas de feminicidio ocurridos durante los años 2019 al 2020, por feminicidas hombres peruanos. Se excluyó víctimas con identidad y causa de muerte desconocida, menores de edad, mujeres de nacionalidad extranjera; así como feminicidas mujeres o que no tuvieron una relación sentimental con la víctima. Finalmente fueron analizados los datos de 46 casos de feminicidio.
Instrumentos y variables
De los informes de necropsia médico legal (ubicados en el archivo físico de UNTANFOR) se recolectaron los datos socio-demográficos (edad, grado de instrucción, estado civil, situación laboral), características de la muerte de la víctima (diagnóstico de la muerte, lugar del feminicidio, examen espermatológico y distrito judicial del hecho) e identidad de los feminicidas. Con respecto a los feminicidas, sus características sociodemográficas (edad, grado de instrucción, estado conyugal) y personales (relación sentimental con la victima al momento del hecho, intento de suicidio después del hecho, antecedentes policiales, hijos con la víctima, antecedentes de familia disfuncional, consumo de drogas y alcohol, tiempo de relación con la víctima, argumento del homicida y trastorno de personalidad) fueron obtenidos de protocolos de necropsia médico legales, informes periciales físicos y psiquiátricos del sistema informático DICEMEL (Sistema de la División Central de Exámenes Médico Legales) de UNCLIFOR. Todos los datos fueron plasmados en una ficha de datos.
Análisis estadístico
Los datos fueron analizados mediante el software IBM SPSS Statics versión 26. Se usó estadística descriptiva para analizar las características sociodemográficas y personales de la víctima y feminicida.
Aspectos éticos
Esta investigación fue aprobada por el Comité de Ética del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Perú. Los datos personales de víctimas y feminicida fueron guardados confidencialmente, cada caso fue codificado, teniendo en cuenta que la información fue sensible y pertenece al ámbito legal.
RESULTADOS
La muestra del estudio estuvo conformada por 46 casos de mujeres víctimas de feminicidio con feminicidas varones identificados y que tuvieron una relación sentimental con la víctima. 30 (65,2%) pertenecen al año 2019 y 16 (34,8%) al 2020. La edad media de las víctimas fue de 30,41 años (desviación estándar [DE] de 10,01). El estado conyugal con mayor frecuencia fue ser soltera 22 (47,8%). En el año 2019, 18 mujeres (60%) tuvieron un trabajo dependiente (vínculo laboral con su empleador); sin embargo, la situación cambió en el 2020 donde solo fueron 7 víctimas (Tabla 1).
Con respecto a las características de la muerte de las víctimas, el diagnóstico más frecuente fue la herida por proyectil de arma de fuego 16 (34,8%). El lugar de los hechos fue el domicilio de la víctima 30 (65,2%), este último dato coincidente con el aislamiento social. Mediante un análisis vaginal se encontró que el 28,3 % de las víctimas tuvieron presencia de espermatozoides. Para el ámbito legal, los distritos de Lima se agrupan en distritos judiciales (D.J); el DJ Lima Norte (Comas, Carabayllo, Los Olivos, San Martin de Porres, Puente Piedra) presentó la mayor frecuencia de casos de feminicidio (32,6%) (Tabla 1).
La edad media de los feminicidas fue 35,76 años (DE = 11,26), las características sociodemográficas frecuentes fueron edad de 18 a 29 años (39,1%), instrucción secundaria (58,8%), estado conyugal soltero (19 casos) y el 45,7% de los feminicidas tuvieron una relación sentimental con la víctima (esposo/conviviente) al momento del feminicidio. Después del feminicidio, 15 tuvieron intento de suicidio, solo 9 fallecieron. El 56,5% tuvieron antecedentes policiales, 54,3% tuvieron hijos con sus víctimas y 25 de ellos crecieron en una familia disfuncional (Tabla 2).
Se les realizó informes periciales médico psiquiátrico a 23 homicidas (de los 37 con vida), 12 homicidas (52,2%) presentaron características similares como: consumidores de drogas, alcohólicos dependientes, relación sentimental con la víctima entre 0 a 3 años y el argumento del feminicida fueron los celos. Con respecto al trastorno de personalidad predominante fueron ser disociales y pasivos agresivos (Tabla 3).
DISCUSIÓN
La violencia de género está presente durante todo el ciclo de vida de algunas mujeres, el presente estudio es primigenio en obtener datos directamente de informes periciales del IMLCF-Perú donde se investigó la víctima y su feminicida con relación sentimental; estas muertes estuvieron acaecidas en la ciudad de Lima Metropolitana donde la mayoría fueron en los distritos de Lima Norte. El presente estudio contribuyó en comprender el feminicidio, reconociendo las características sociodemográficas, personales, de feminicidas y víctimas durante los años 2019 al 2020.
Al respecto del análisis de las víctimas encontramos en Taiwan Fong et. al. 16 analizaron expedientes médico legales de feminicidio donde las víctimas tuvieron entre las edades de 40 a 49 años y laboraban en el hogar; en Turín-Italia tuvieron una edad media de 46,87 años 5) y se dedicaron a las labores del hogar; mientras Unol 1) encontró la edad de las víctimas fue entre 21 a 30 años. Esta información difiere con nuestra investigación, la frecuencia de edades fue entre 18 a 29 años (50%). Quispe et al 17) analizaron casos de feminicidios en regiones del Perú entre los años 2010 al 2018 donde las víctimas tuvieron 30 años a más (51%) pero difiere con Inquilla 18) donde la edad fue de 18 a 29 años y tener un trabajo independiente; estas investigaciones fueron en población peruanas, pero en diferentes regiones de nuestro país.
La educación en América Latina difiere de otros continentes; el nivel educativo predominante en las víctimas fue el nivel secundario (84,8%) este dato coincide con la investigación realizada en Manaos-Brasil 19 donde tuvieron 8 años a más de escolaridad; Inquilla 18) encontró como riesgo tener educación superior dato coincidente con Toprak 20) donde víctimas de Turquía no tenían nivel educativo alto.
El estado conyugal de las víctimas fue ser solteras (47,8%) donde se incluyen las exconvivientes resultado coincidente con investigaciones en Brasil 6, a diferencia de Fong 16 y Chopra et al21) identificaron a víctimas casadas; esto revela que las situaciones conyugales necesariamente no serían un riesgo para feminicidio. En cuanto la situación laboral de las víctimas fue trabajar para empleadores, datos coincidentes con otros estudios 9,18,21) pero difieren con Taiwan 16) y Turquía20 en el cual las mujeres se dedicaban al hogar. En Brasil 6,19) durante los años 2012 al 2017 evidenciaron que el lugar del feminicidio fue la vía pública y el diagnóstico de muerte fue proyectil de arma fuego (PAF), entretanto en Turín-Italia 5, Sudáfrica 22 y en Inglaterra 21 fueron las heridas cortantes datos semejantes encontrados en otros estudios 4,9,16,18; en Lima metropolitana el lugar de muerte con mayor frecuencia fue el domicilio de la víctima (65,2%) y el diagnóstico de muerte fue PAF. Los escenarios de muerte en feminicidios cambian constantemente incluso en nuestro país 17 a consecuencia de la violencia estructural. En Suecia 9, Taiwan 16) y Brasil 23) el lugar de los hechos fue el domicilio de la víctima y mediante arma cortante. El 28,3% de las víctimas tuvieron relaciones sexuales sin protección alrededor de las 72 horas previas a la muerte de la víctima.
En el estudio los feminicidas tuvieron edades frecuentes entre 18 a 29 años; sin embargo, en Turquía 20 fue de 31 a 40 años y para Inquilla 18 la edad fue de 30 a 59 años, lo que revela la violencia en temprana edad.
Algunos estudios indican que los feminicidas tenían una relación sentimental con la víctima al momento del homicidio 11,17,18,23 dato coincidente con esta investigación; asimismo, tuvieron hijos con la víctima. Abrunhosa et al11 refiere que es un indicador de conflictos económicos y familiares. En estos casos los niños son dejados en orfandad y bajo custodia de otro familiar recibiendo un subsidio por parte del estado peruano 3. Karbeyaz et al24 demostraron que los feminicidas eran exesposos de las víctimas y Campbell et al 25 refiere una víctima mujer tiene 9 veces mayor probabilidad de ser asesinada por una pareja íntima que por un hombre extraño.
Hernández 26 analizó los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe donde relaciona bajos niveles de asistencia a la escuela y altos niveles de homicidio. En nuestra población los feminicidas tienen educación secundaria, dato coincidente con otras investigaciones 9,23.
Los feminicidas presentan factores emocionales y argumentos detonantes a cometer el acto, como son la separación sentimental con la víctima 11,27 y el divorcio 24. En nuestro estudio el argumento fueron los celos, hallazgo coincidente diversas investigaciones 5,18,19,28; así, la argumentación y motivación de feminicidio es una temática que debería ser estudiada y abordada desde una perspectiva psicológica.
Feminicidas tuvieron antecedentes de encarcelamiento 9,28), en nuestra investigación el 56,5% tuvieron antecedentes policiales a diferencia de Zara et al5) y Caman 9) donde la mayoría no presentaron ningún antecedente; en nuestro país, la violencia de género estaría relacionada con una violencia social. De los 23 feminicidas con examen psiquiátrico legal encontramos dependencia al alcohol y drogas, constituyen un facilitador de violencia interpersonal, datos coincidentes con con Abrunhosa y otras investigaciones 11,15,18,22. Feminicidas sudafricanos consumían sustancias como drogas (cannabis) 22, a diferencia de los homicidas íntimos italianos que no tuvieron consumo de estas sustancias 29.
Zeppegno et al30) realizaron una revisión sistemática mostrando que después del feminicidio, el feminicida se suicida 9; desde una perspectiva psicológica esto se debe al remordimiento, premeditación del acto y pérdida de sus parejas sentimentales. En la investigación encontramos a 15 de los feminicidas intentaron suicidarse y 9 de ellos murieron. Los feminicidas tuvieron antecedentes de familia disfuncional y personalidad disocial, coincidente con Loinaz et al10, por lo tanto, para la prevención de este fenómeno es importante conocer su perfil psicológico/ psiquiátrico con el propósito de establecer estrategias clínicas enfocadas en los factores internos y externos.
Los resultados de esta investigación tienen implicaciones prácticas y ayudarán a la mejora estrategias preventivas contra la violencia hacia la mujer (actualización de planes de seguridad, protocolos, seguimiento de los casos, supervisión y tratamiento) con la finalidad de brindar una respuesta rápida e inmediata y no solo quede en denuncias policiales.
Como limitaciones del estudio, al ser un estudio con datos obtenidos durante el año 2020 (periodo de pandemia por COVID-19), no a todos los feminicidas se les realizó exámenes psiquiátricos forenses por motivo de inmovilización social y la demora en la resolución de los casos por parte del Poder Judicial del Perú. Asimismo, las conclusiones del estudio son referidas únicamente a la muestra de estudio, hallazgos que no son extrapolables a la problemática del feminicidio en nuestro país.
Se recomienda realizar estudios en todos los departamentos del Perú, así como un estudio acerca de los antecedentes antemortem de violencia de género en las mujeres víctimas de feminicidio, con la finalidad de encontrar si en vida hicieron la denuncia, si recibieron atención psicológica, económica u otra por alguna institución del Perú. Esto se fundamenta ante la necesidad que en nuestro país tenemos estrategias y planificación para erradicar la violencia, pero lamentablemente cada año el número de desapariciones y muerte de mujeres continua en ascenso.