INTRODUCCIÓN
Los temas relacionados con la sexualidad son, en gran parte, influenciados por las creencias, prejuicios y estereotipos convencionales que los abordan como temas tabúes o de difícil trato, mucho más si estos son dirigidos o involucran a personas adultas mayores1-3. A pesar de que diversos estudios han descrito cómo la sexualidad representa un aspecto fundamental en este grupo etáreo para lograr el bienestar personal y calidad de vida, la sociedad toma actitudes que aún encasillan a los adultos mayores como seres carentes de sexualidad, siendo incluso el abordaje de este tema, un reto para los profesionales de la salud4,5. Las actitudes hacia la sexualidad en los adultos mayores es un tema complejo de abordar, pues, muchas personas piensan que la sexualidad desaparece y no se toman en cuenta los cambios asociados al envejecimiento a este nivel, que se va modificando con el paso del tiempo6. A nivel nacional existen pocos trabajos que aborden este tema, la mayoría son de carácter descriptivo y se evidencia la alta frecuencia de actitud positiva en los adultos mayores frente a la sexualidad7-10. Otros autores han indicado que la edad y el estado civil/con pareja, podrían favorecer mejores actitudes hacia la sexualidad11,12. Por ello, se necesitan más estudios relacionados a la sexualidad en el adulto mayor, ya que es una etapa difícil por los constantes cambios de hábito y comportamiento que pasa esta población, es así que se buscó determinar las actitudes hacia la sexualidad y las características que se asocian a una actitud positiva.
MATERIALES Y MÉTODOS
Población y muestra:
Se tomó como población a todos los adultos mayores - 273 - atendidos en consulta externa, mediante teleconsulta, del servicio de geriatría del HNHU durante setiembre a diciembre del 2021. La investigación fue conducida del 01 de setiembre del 2021 al 20 de agosto del 2022. EL muestreo fue no probabilístico por conveniencia El tamaño muestral fue de 227 pacientes adultos mayores de 60 años. Se excluyeron a quienes no completaron la entrevista o con historia clínica incompleta, o con deterioro cognitivo, hipoacusia o barrera lingüística que impedían la entrevista telefónica. Todos los participantes dieron su consentimiento para realizar la entrevista telefónica.
Variables, instrumentos y procedimientos:
Se realizaron encuestas vía telefónica con un tiempo de duración promedio de 15 minutos por paciente. Se anotaron datos acerca de la edad, sexo, estado civil, el tener pareja en la actualidad, grado de instrucción (si fue o no superior), haber recibido charla educativa sobre sexualidad (brindada por personal de salud). Así mismo se determinó la presencia de disfunción sexual femenina y masculina mediante los test de función sexual FSM-2 y FSH, respectivamente13,14. Finalmente, se aplicó el test CASV para la determinación de las actitudes hacia la sexualidad (positiva o negativa).12 Ya que se trata de un estudio transversal, el sesgo de selección se ha considerado, pues se trabajó con casos prevalentes y no incidentes, sin embargo, debe considerarse que todos los pacientes eran atendidos regularmente en el mismo hospital y que el cuestionario fue aplicado por una misma persona bajo el mismo protocolo.
Análisis de Datos:
Los datos fueron ordenados en Excel 2016 y analizados con SPSS versión 26. El Chi Cuadrado de Pearson fue empleada para la comparación y determinación de la asociación entre variables cualitativas o categóricas. Se calculó la razón de prevalencia (RP) e intervalo de confianza al 95%, así mismo con las variables que resultaron significativas (p<0,05), se realizó el análisis multivariado y se obtuvo los RP ajustados.
Aspectos Éticos:
Se contó con la autorización de la Jefatura del Departamento de Especialidades Médicas del HNHU y del Comité de ética de la Facultad de medicina de la Universidad Ricardo Palma, además del consentimiento verbal de cada paciente para el uso de sus datos dentro de los resultados de la investigación. Para asegurar la confidencialidad se protegieron los datos mediante códigos y fueron almacenadas con una copia de seguridad y restricciones de acceso, para que solo el investigador realice el análisis de los datos.
RESULTADOS
En latabla 1describen las características generales de los pacientes incluidos en el estudio. El 86,3% presentó una actitud positiva hacia la sexualidad, la edad promedio fue de 75,63 años, el 67,4% tenía menos de 80 años. El 65,6% fueron mujeres y el 56,8% tuvieron educación no superior. El 50,2% fueron viudos o divorciados, el 40,9% fueron casados o convivientes y el 46,7% indicó tener pareja actual. La disfunción sexual se presentó en el 68,4% de las mujeres y en el 71,8% de los varones. Finalmente, el 71% afirmaba haber recibido charlas educativas sobre sexualidad.
Frecuencia | Porcentaje | |
Actitud hacia la sexualidad | ||
Positiva | 196 | 83,3% |
Negativa | 31 | 13,6% |
Edad (años), promedio | 75,63 | |
De 60 a 80 años | 153 | 67,4% |
De 80 años a más | 74 | 32,6% |
Sexo | ||
Femenino | 149 | 65,6% |
Masculino | 78 | 34,4% |
Grado de instrucción | ||
Superior | 98 | 43,2% |
No superior | 129 | 56,8% |
Estado civil | ||
Soltero/separado | 20 | 8,9% |
Casado/conviviente | 93 | 40,9% |
Viudo/divorciado | 114 | 50,2% |
Pareja actual | ||
Si tiene | 106 | 46,7% |
No tiene | 121 | 53,3% |
Disfunción sexual | ||
Femenina (Si/total de mujeres) | 102 | 68,4% |
Masculina (Si/total de hombres) | 56 | 71,8% |
Charlas educativas | ||
Si recibió | 161 | 71% |
No recibió | 66 | 29% |
Latabla 2presenta el análisis de los factores sociodemográficos y clínicos asociados, la edad fue mayor en los pacientes con actitud negativa en comparación con el grupo de pacientes con actitud positiva (81 y 74,8 años, respectivamente, p<0,001), así mismo se observa que la edad de 60 a 79 años se asocia a actitud positiva (RP: 1,31, IC95%: 1,12-1,52, p<0,001). El sexo no fue un factor asociado a actitud hacia la sexualidad. El sexo masculino se presentó en el 36,7% de quienes presentaron actitud positiva y en el 19,4% del grupo con actitud negativa, no presentó diferencia significativa para ser considerado un factor asociado (p=0,058). Respecto al grado de instrucción, la educación superior fue mayor en el grupo de actitudes positivas hacia la sexualidad (47,4%) y fue un factor asociado (RP: 1,19, IC95%: 1,08-1,31, p=0,001). El estar casado o ser conviviente se presentó en el 46,9% de quienes tenían actitud positiva y sí se encontró asociación significativamente (p=0,014), el ser viudo o divorciado fue un factor protector (RP: 0,77) con respecto a actitud positiva, es decir más actitud negativa. El tener pareja aumentó en 1,32 veces la probabilidad de tener actitud positiva hacia la sexualidad (RP: 1,32, IC95%: 1,19-1.46, p<0,001). La disfunción sexual femenina (p=0,067) y la disfunción sexual masculina (p=0,513) no presentaron asociación significativa. La disfunción sexual masculina aumentó en 1,05 veces la probabilidad de actitud positiva. sin embargo, este aumento fue no significativo.
Actitud hacia la sexualidad | ||||||
Positiva 196 (%) | Negativa 31 (%) | RP [IC95%] | p valor | |||
Edad (años) | ||||||
De 60 a 79 años | 143 (73%) | 10 (32,3%) | 1,31 [1,12-1,52] | <0,001 | ||
De 80 años a más | 53 (27%) | 21 (67,7%) | ||||
Sexo | ||||||
Masculino | 72 (36,7%) | 6 (19,4%) | 1,11 [0,97-1,22] | 0,058 | ||
Femenino | 124 (63,3%) | 25 (80,6%) | ||||
Grado de instrucción | ||||||
Superior | 93 (47,4%) | 5 (16,1%) | 1,19 [1,08-1,31] | 0,001 | ||
No superior | 103 (52,6%) | 26 (83,9%) | ||||
Estado civil | ||||||
Soltero/separado | 18 (9,2%) | 2 (6,4%) | 1,05 [0,58-1,91] | 0,523 | ||
Casado/conviviente | 92 (46,9%) | 1 (3,2%) | 1,27 [1,14-1,41] | 0,014 | ||
Viudo/divorciado | 86 (43,9%) | 28 (90,4%) | 0,77 [0,86-0,69] | 0,029 | ||
Pareja actual | ||||||
Si tiene | 105 (53,6%) | 1 (3,2%) | 1,32 [1,19-1,46] | <0,001 | ||
No tiene | 91 (46,4%) | 30 (96,8%) | ||||
Disfunción sexual femenina | ||||||
Sí | 81 (41,3%) | 21 (67,7%) | 1,15 [0,99-1,31] | 0,067 | ||
No | 43 (21,9%) | 4(12,9%) | ||||
Disfunción sexual masculina | ||||||
Sí | 51 (26%) | 5 (16,1%) | 1,05 [0,93-1,18] | 0,513 | ||
No | 21 (10,7%) | 1 (3,2%) | ||||
Charlas educativas | ||||||
Si recibió | 62 (31,6%) | 4 (12,9%) | 1,13 [1,03-1,24] | 0,033 | ||
No recibió | 134 (68,4%) | 27 (87,1%) |
Finalmente, el recibir charlas educativas es un factor asociado a tener más actitud positiva. el 31,6% del grupo con actitud positiva sí recibió en comparación con el 12,9% de quienes no recibieron. Hubo más gente con charlas educativas en el grupo con actitudes positivas, eso hizo que se encontrara la razón de prevalencia de 1,13. En latabla 3se muestra el análisis multivariado, donde no demostraron ser factores asociados para actitud positiva hacia la sexualidad la edad de 60 a 79 (RPa: 1,048, IC95%: 0,99 - 1,10, p=0,058), el grado de instrucción superior (RPa: 1,068, IC95%: 0,98 - 1,16, p=0,126), el ser casado/conviviente (RPa: 1,006, IC95%: 0,99 - 1,02, p=0,399) y el haber recibido charlas educativas (RPa: 0.980, IC95%: 1,07 - 0,89, p=0,660), solo el tener pareja actual es un factor asociado para actitud positiva hacia la sexualidad (RPa: 1,177, IC95%: 1,09 - 1,26, p<0,001).
RPa | IC 95% | Valor p | |
Edad (60-79 años) | 1,048 | 0,99 - 1,10 | 0,058 |
Educación superior | 1,068 | 0,98 - 1,16 | 0,126 |
Estado civil (Ca/Con) | 1,006 | 0,99 - 1,02 | 0,399 |
Pareja actual (si) | 1,177 | 1,09 - 1,26 | <0,001 |
Charlas educativas | 0,980 | 0,89 - 1,07 | 0,660 |
RPa (razón de prevalencia ajustado): obtenido por regresión logística construido con las variables: edad (de 60 a 79 años), grado de instrucción (superior), estado civil (casado/conviviente), pareja actual (si tiene), charlas educativas (si recibió).
DISCUSIÓN
Se observa que el mayor porcentaje de adultos mayores participantes eran menores de 80 años (67,4%). En el análisis bivariado, 73% de los adultos mayores con actitud positiva hacia la sexualidad tenían entre 60 a 79 años, y presentan mayor posibilidad de presentar una actitud positiva hacia su sexualidad y es 1,31 veces mayor de los que tienen de 80 años a más, por lo que, a mayor edad, mayor frecuencia de actitud negativa. Al respecto, Ramos E. et al, hacen referencia que quiénes presentan entre 46 y 80 años, tienen 4,12 veces más probabilidad de actitud positiva hacia la sexualidad (p=0,04)15. Esto es una muestra que los mayores de 80 años mantendrían sus creencias y prejuicios sobre la sexualidad más arraigados a considerarlo un tema tabú, por lo cual es más difícil que compartan sus conocimientos, percepciones, miedos o inquietudes y adopten actitudes positivas hacia este tema. Con respecto al sexo, se encontró mayor frecuencia del sexo femenino en el grupo de actitudes positivas (63,3%) y en el grupo de actitudes negativas (80,6%); sin embargo, este resultado fue no significativo (p=0,058). Torres S. et al, registran, en su revisión sistemática, que la mayoría de los trabajos realizados presentan un mayor porcentaje de sexo femenino sobre el masculino16. Esto explicaría la mayor frecuencia del sexo femenino. Así mismo, se ha reportado que existe mayor facilidad para la mujer poder contemplar temas sobre su sexualidad y tomar una mejor actitud hacia ella, a pesar de que mantienen una menor tasa de actividad sexual que los varones17, y tienen mayor tendencia a inhibir sus deseos sexuales18. Los adultos mayores con educación superior tienen 1,19 veces mayor posibilidad de presentar una actitud positiva asociado (RP: 1,19, IC95%: 1,08-1,31, p=0,001) lo que fortalece la idea de que la educación superior influye de manera notable en la actitud que adoptan los adultos mayores. Hernández M. et al, refieren que el mayor nivel educativo influye de forma directa sobre las actitudes positivas de los adultos mayores, ya que les proporciona más conocimientos sobre la sexualidad y esto les permitiría un mejor desenvolvimiento dentro de sus relaciones(19). El acceso a mayores recursos educativos sobre la sexualidad permite adoptar mejores actitudes, cuanto menos conocimiento se tenga al respecto es más probable que primen malas actitudes aprendidas del entorno15. El 46,9% de los adultos con buena actitud estaban casados o tenían una relación de convivencia, que, aunque superior al grupo con actitud negativa, esto no fue significativo (p=0,053). Del mismo modo, cerca del 90% de quienes manifestaron estas malas actitudes, eran viudos o divorciados. Melguizo E. et , al concuerdan al señalar que alrededor del 60% de los adultos mayores con peores actitudes hacia su sexualidad referían encontrarse viudos o separados3. Torres S et al refieren que, las mujeres viudas toman actitudes negativas con respecto a la sexualidad ya que lo asocian al deber de procreación con la pareja, además de verse mayormente influenciadas por la doctrina religiosa que profesan16. García F. et al, manifiestan que el hecho de encontrarse casados o en un estado de convivencia les brinda una estabilidad y con ello logran un mayor grado de intimidad, reforzando las actitudes positivas hacia su sexualidad20. La mayoría de participantes con actitud negativa no tenían pareja actual y esto podría indicar que la presencia de pareja mejoraría las actitudes hacia la sexualidad (RP: 1,32, IC95%: 1,19-1,46). Morell V. et al, registran en su estudio que solo el 47,1% refería contar con pareja en ese momento, y que tener pareja supone 2,66 veces más probabilidades de presentar mejores actitudes21. Al respecto, los adultos mayores con pareja adoptan mejores actitudes frente a su sexualidad, ya que el grado de intimidad que les brinda estas relaciones le permiten afrontar las diversas limitaciones fisiológicas que surgen con la edad; se considera, del mismo modo, que la relación de pareja aumenta el deseo y la actividad sexual, dando paso a una mejor percepción sobre el tema y mayor facilidad al enfrentar enfoques prejuiciosos que se puedan haber arraigado a lo largo de la vida18. La mayoría de las limitaciones percibidas por esta población tanto físicas como psicológicas derivan en el término disfunción sexual (DS), la cual presenta a su vez, distinciones con respecto al género15. Dentro del estudio, el 71,8% del total de mujeres admitía presentar DS hasta ese momento, no teniendo diferencia porcentual con respecto a los varones donde se presentó en el 68.4%. La ausencia de esta disfunción representa una probabilidad de 1,15 veces más de presentar una mejor actitud hacia la sexualidad (IC95%:0,99-1,31) en mujeres y de 1,05 veces (IC95%:0,93-1,18), en hombres; aunque dichos resultados no fueron significativos, marcan una relación inversa entre ambas variables. Hernández M. et al, refieren que la DS se presenta en múltiples formas e involucra diversos factores que engloban aspectos físicos, psicológicos, emocionales, culturales y sociales, siendo influyentes en las actitudes que toman los adultos mayores con respecto a su sexualidad19. Gharibi et al, concuerdan y reafirman que la DS involucra variables como las limitaciones físicas, la disminución del deseo sexual, menor lubricación de los órganos genitales y la yuxtaposición de enfermedades crónicas (y polifarmacia) que pueden disminuir el deseo sexual, derivando en actitudes negativas18. Linares et al señalan que más del 70% de mujeres con DS pierden la motivación con su pareja, mientras que solo el 20% de varones indican una situación semejante20, explicado en base a que los varones centrarían su satisfacción en mantener su capacidad sexual22. Se encontró que el 71% de los participantes informa haber recibido algún tipo de charla sobre educación sexual; siendo esta frecuencia mayor en quienes presentaron actitud positiva (31,6% frente a 12,9%) del grupo con actitudes negativas, mostrando asociación en el análisis bivariado (RP: 1,13, IC95%:1,03-1,24, p=0,033), pero no en el análisis multivariado (RPa: 0,980, IC95%:0,89-1,07, p=0,660). Hernández M, refiere que menos del 50% de quienes mostraron una mejor actitud habían recibido información mediante charlas o consultas con especialistas19. Estos hallazgos se explican a razón de que los adultos por encima de los 60 años perciben los temas de la sexualidad a través de las creencias y patrones sociales que aprendieron a lo largo de su vida, lo que resulta en un difícil proceso de interiorización de nuevos conocimientos sobre estos18. Finalmente, se aprecia que, a pesar de que un alto porcentaje de pacientes participantes refirieron actitudes positivas con respecto a la sexualidad (86,3%), existen diferentes características biopsicosociales que influyen de manera importante en la prevalencia dentro de las poblaciones de adultos mayores19.
CONCLUSIONES
En conclusión, existe una alta frecuencia de actitud positiva hacia la sexualidad en adultos mayores; el tener pareja actual sí mostró asociación significativa a actitudes positivas hacia la sexualidad y es un factor independiente a dicha variable. Se recomienda ampliar las características demográficas en estudios posteriores, teniendo en cuenta la diferenciación de acuerdo con el género, ampliar la difusión de conocimientos e información sobre la sexualidad, teniendo en cuenta las características demográficas en los adultos mayores, finalmente, se recomienda la ampliación del estudio de forma multicéntrica.