INTRODUCCIÓN
El desarrollo y propagación de las nuevas tecnologías han cambiado los hábitos de consumo de jóvenes y adultos. Así, con la masificación del uso del Internet y la constante innovación de equipos tecnológicos (smartphones, tabletas, laptops, PC, Smart TV) el acceso a información relativa al entretenimiento, educación, noticias y temas sexuales han sufrido un cambio sustancial 1,2. En este último ámbito, el uso de la red para fines sexuales se ha ido incrementando sistemáticamente en los últimos diez años 1,3.
Si bien el contenido sexual expuesto en la red es variado, el material sexual explícito, es decir la pornografía, se posiciona como uno de los temas más buscados en Internet 3. Según los datos de SimilarWeb, sitio web dedicado al análisis de datos de Internet, la página digital pornográfica Xvideos se encuentra en el séptimo puesto de páginas web más visitadas en el mundo 4. Con esto, el consumo de pornografía y su influencia en conductas sexuales de riesgo son temas ampliamente estudiados pues tienen gran impacto en la sociedad 5.
La pornografía, definida como la “presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación” 6 pasó de ser difícil y costoso de conseguir a ser accesible por toda persona que tenga acceso a Internet 1,7. Esta distinción entre las denominadas pornografía convencional y nueva pornografía, se da principalmente por su tipo de distribución 1,2,8. En primer lugar, la pornografía convencional se basa en imágenes impresas o videos que se distribuían principalmente por revistas o intermediarios ilegales. Al ser de difícil acceso, su costo era elevado, por tanto, su impacto era limitado. En segundo lugar, la nueva pornografía tiene como principal característica ser producida y distribuida de manera masiva: es decir, el material pornográfico puede ser grabado y subido a la red por cualquier persona que cuente con un dispositivo electrónico con conexión a Internet. De esta manera, la mejor calidad de las filmaciones ofrecidas de forma generalmente gratuita y anónima permite que llegue a una mayor cantidad de personas 1,3,9.
El uso de pornografía puede ser un factor de riesgo para agresión sexual, principalmente para los hombres que usan pornografía regularmente 10. Si bien ver pornografía como fuente de información sexual es en sí mismo un factor de riesgo para tener relaciones sexuales sin protección, la combinación de consumo regular de pornografía y ver pornografía como fuente de información sexual es más propenso que se tengo conductas sexuales de riesgo 11.
En estudios encontramos que los niveles más altos de consumo de pornografía se asociaron con una mayor probabilidad de tener relaciones sexuales sin condón 12,13. La pornografía puede verse relacionada con una asociación entre ver pornografía y el riesgo sexual de infección por VIH 14. La posición de salud pública de que la pornografía puede ser un factor de riesgo para el sexo sin condón, y la posición teórica de que los efectos socializadores de los medios sexuales dependen del valor pedagógico de estos medios 15.
En otro estudio el consumo de pornografía en línea se asoció positivamente con el sexo con múltiples parejas, consumo de prostitución y el sexo extramatrimonial 16. En general, la pornografía se asoció con menos relaciones sexuales seguras y más parejas sexuales 17.
En el 2018, la ONUSIDA (2021) reporto que 18 millones de personas viviendo con VIH eran adolescentes desde los 15 años. Valdez-Montero et al. (2015) señala que durante la adolescencia las personas son más susceptible al buscar su autonomía de manera irreverente lo que podría acercarlos a la práctica de conductas sexuales de riesgo. Entre ellas se encuentra: el consumo de drogas y alcohol, la práctica sexual sin protección, promiscuidad, amistades permisivas en material sexual, baja autoestima, entre otras 20.
De igual manera, datos estadísticos proporcionados por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA, ONUSIDA, señalan que otro de los grupos poblacionales más propensos a contraer esta enfermedad, son las mujeres. Si bien hombres y mujeres tienen la misma probabilidad a contagiarse, las mujeres más afectadas por diversos factores biológicos, sociales culturales y biológicos 20.
La violencia sexual es una de las conductas de riesgo que más influyen en el contagio del VIH, en la medida en la que el sexo no consensuado está asociado a traumas genitales, heridas por coito, violaciones colectivas y penetración vaginal y anal sin protección 21. Por todo esto, el objetivo de este estudio es identificar la relación entre el consumo de pornografía y los comportamientos de riesgo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Tipo de estudio
Estudio prospectivo de corte transversal, se utilizó un muestro no probabilístico por bola de nieve a los pacientes contactados inicialmente, no se calculó la muestra ya que se entrevistaron a todos los que aceptaron participar en el estudio. El estudio tuvo 245 participantes, los cuales accedieron participar voluntariamente. El estudio se llevó a cabo en el mes de febrero de 2021.
Anunciando el cuestionario como una investigación vía online por diferentes redes sociales (Facebook y WhatsApp) se distribuyó solamente entre los pacientes que indicaban ser residentes de los departamentos de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, San Martín, Amazonas, Loreto, Ancash, Lima, Callao, Huánuco, Huancavelica, Pasco, Junín, Ucayali, Ayacucho, Apurímac, Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco, Puno y Madre de Dios.
Los datos se recolectaron mediante un cuestionario en Google Forms, el tipo de muestreo fue por bola de nieve a todos los que aceptaron participar. Los participantes dieron su consentimiento informado después de leer la descripción del estudio, donde se indicó el anonimato de la encuesta. Los datos están disponibles en https://doi.org/10.6084/m9.figshare.14658810.v1.
Cuestionario
Los datos fueron recopilados mediante una encuesta online que constaba de 59 preguntas, divididas en cuatro secciones: Características personales, preguntas sobre salud sexual, consumo explícito de medios y comportamiento sexuales. Dichos instrumentos estuvieron basados en otros cuestionarios 22,23,24.
Estadísticas
Los datos recopilados se limpiaron, codificaron e ingresaron en una base de datos de Microsoft Excel desarrollada para este propósito. Se utilizó estadística descriptiva y análisis bivariado para en análisis de los datos, se usaron medias, razón de prevalencias y las pruebas estadísticas de chi cuadrado, odss ratio, con el software InfoStat 2020. El nivel de significancia se fijó en P < 0,05.
RESULTADOS
La muestra total de encuestados fue de 245 con una media de edad de 21,7 años (DE = 5,56). En dicha muestra, el sexo femenino tuvo una frecuencia (47,8%). También se identificaron individuos heterosexuales con una alta predominancia (70,6%), personas con educación superior (73,9%), individuos que eran católicos (44,9%), individuos que vivían con sus padres (80,0%), personas que se encontraban en una relación seria (16,7%) y personas que tenían un sueldo mayor al sueldo mínimo (32,2%) (Tabla 1).
Total (n=245) N (%)o media (desviación estándar) | Masculino (n=117) | Femenino (n=128) | P valor | |
Sexo | ||||
Masculino | 117 (52,2) | |||
Femenino | 128 (47,8) | |||
Edad (años) | 21,7 (5,56) | 22,7 (6,06) | 20,8 (4,90) | |
Orientación sexual | ||||
Heterosexual | 173 (70,6) | 88 (75,2) | 85 (66,4) | 0,1306 |
Homosexual | 72 (29,4) | 29 (24,8) | 43 (33,6) | |
Salario mensual | ||||
Menor al salario minimo | 108 (44,1) | 49 (41,9) | 59 (46,1) | 0,0507 |
Salario mínimo | 58 (23,7) | 22 (18,8) | 36 (28,1) | |
Mas que el salario minimo | 79 (32,2) | 46 (39,3) | 33 (25,8) | |
Nivel educativo | ||||
Secundaria | 59 (24,1) | 21 (17,9) | 38 (29,7) | 0,0929 |
Universitario | 181 (73,9) | 93 (79,5) | 88 (68,8) | |
Posgrado | 5 (2,0) | 3 (2,6) | 2 (1,5) | |
Religión | ||||
Católico | 110 (44,9) | 52 (44,4) | 58 (45,3) | 0,5457 |
Protestante | 31 (12,7) | 13 (11,2) | 18 (14,1) | |
Ninguna | 104 (42,4) | 52 (44,4) | 52 (40,6) | |
¿Con quien vive’ | ||||
Con un amigo/pareja | 22 (9,0) | 9 (7,7) | 13 (10,2) | 0,3872 |
Con mis padres | 196 (80,0) | 92 (78,6) | 104 (81,2) | |
Solo | 27 (11,0) | 16 (13,7) | 11 (8,6) | |
Estado civil | ||||
Casado/en una relación estable | 41 (16,7) | 17 (14,5) | 24 (18,8) | 0,2534 |
En una relación no estable | 43 (17,6) | 17 (14,5) | 26 (20,3) | |
Soltero | 161 (65,7) | 83 (71,0) | 78 (60,9) |
Factores de riesgo de los encuestados
Positivos para VIH
Para el análisis de razón de probabilidades (OR) se encontró que las mayores probabilidades de ser positivos para VIH se asociaron con ser LGTB, con no tener la percepción de que los medios sexuales fomentan el sexo sin condón y con tener relaciones sexuales en grupo. Por otro lado, la menor probabilidad de ser positivos para VIH se asoció con no haber conocido a su pareja sexual mediante una aplicación de citas.(Tabla 2).
Con diagnóstico de ITS
Las mayores probabilidades de ser diagnosticados con una ITS se asociaron con tener una educación superior, con estar casado o en una relación estable y con no tener relaciones sexuales con condón, incluso con pareja estable. Por el contrario, las menores probabilidades de tener diagnóstico de ITS se asociaron con no estar en una relación afectiva/sexual, con no haber conocido a su pareja sexual mediante una aplicación de citas y con no consumir bebidas alcohólicas durante el sexo.(Tabla 2).
Conocer y haber usado la PEP
El aumento de probabilidades de que los individuos conozcan y usen la PEP se asociaron con tener una educación superior, con no tener relaciones sexuales con condón, incluso con pareja estable y con no tomar medidas de prevención. En cambio, la menor probabilidad de conocer y haber usado la PEP se asoció con carecer de una ocupación profesional. (Tabla 2).
Variable independiente (Referencia) | VIH positivo OR (IC = 95%) | Diagnóstico de ITS OR (IC = 95%) | Conoce y ha usado la PEP OR (IC = 95%) |
Femenino (Masculino) | a | 1,12 (0,44 - 2,89) | 0,99 (0,45 - 2,19) |
Edad (23 vs. 19) | 1,20 (0,11 - 13,33) | 2,07 (0,32 - 13,34) | 0,93 (0,18 - 4,93) |
LGTB (Heterosexual) | 23,65 (3,71 - 150,64) | 1,44 (0,50 - 4,14) | 0,93 (0,34 - 2,55) |
Educación superior (Educación secundaria) | a | 5,93 (1,09 - 32,33) | 4,39 (1,15 - 16,71) |
Otros (mormón, budismo, etc.) (católico) | 1,19 (0,16 - 8,70) | 0,83 (0,13 - 5,37) | 0,64 (0,19 - 2,18) |
Mayor a sueldo mínimo (Sueldo mínimo o menos) | 0,48 (0,08 - 3,00) | 1,52 (0,53 - 4,34) | 1,77 (0,74 - 4,27) |
Profesional no sanitario (Profesional de la salud) | 0,63 (0,07 - 5,89) | a | 0,32 (0,08 - 1,34) |
No profesional (Profesional de la salud) | 0,31 (0,04 - 2,41) | a | 0,19 (0,05 - 0,66) |
Con padres (Solo o con compañía) | a | 1,15 (0,34 - 3,87) | 1,32 (0,45 - 3,85) |
Casado o en relación estable (Soltero o en relación inestable) | 2,43 (0,49 - 12,18) | 5,06 (1,88 - 13,57) | 1,19 (0,44 - 3,26) |
Edad de primera vez viendo pornografía (16 vs. 13) | a | 1,36 (0,16 - 11,42) | 0,83 (0,17 - 3,90) |
El tipo de pornografía influye en sus relaciones sexuales (No vs. Sí) | 1,29 (0,27 - 6,16) | 0,55 (0,21 - 1,44) | 0,92 (0,40 - 2,12) |
Los medios sexuales fomentan el sexo sin condón (No vs. Sí) | 9,45 (1,52 - 58,79) | 2,08 (0,81 - 5,36) | 1,25 (0,56 - 2,78) |
Tiene relaciones sexuales con condón incluso con pareja estable (No vs. Sí) | 1,15 (0,21 - 6,27) | 4,34 (1,41 - 13,36) | 2,68 (1,07 - 6,74) |
En una relación afectiva/sexual (No vs. Sí) | 1,57 (0,37 - 6,77) | 0,14 (0,04 - 0,56) | 0,60 (0,26 - 1,37) |
Tiempo de relación afectiva/sexual (0 - 4 años vs. 5 a más años) | a | 0,74 (0,20 - 2,67) | 0,56 (0,17 - 1,83) |
Tiene relaciones con pareja casual (Tiene relaciones con pareja fija) | 2,94 (0,52 - 16,71) | 0,49 (0,12 - 2,00) | 1,98 (0,82 - 4,79) |
Conoció a su pareja sexual por medio de una aplicación de citas (No vs. Sí) | 0,09 (0,02 - 0,42) | 0,32 (0,12 - 0,87) | 0,67 (0,27 - 1,66) |
Toma medidas de prevención (No vs. Sí) | 1,25 (0,19 - 8,27) | 1,67 (0,54 - 5,14) | 3,35 (1,38 - 8,09) |
Pareja VIH Positivo (Pareja VIH Negativo) | a | 6,00 (0,55 - 65, 65) | a |
Sexo en grupo (SÍ vs. No) | 33,60 (3,72 - 303,35) | 3,96 (0,55 - 28,52) | a |
Beber alcohol al momento de tener sexo (No vs. Sí) | 1,95 (0,39 - 9,73) | 0,25 (0,09 - 0,71) | 0,76 (0,32 - 1,81) |
Usar drogas al momento de tener sexo (No vs. Sí) | 0,37 (0,07 - 1,88) | 0,39 (0,11 - 1,41) | 2,57 (0,46 - 14,26) |
Visitar lugares de reuniones para gays (No vs. Sí) | a | 0,34 (0,05 - 2,29) | a |
*Para los datos de intervalo, el tercer cuartil se comparó con el primer cuartil (referencia entre paréntesis). a: No incluido debido al pequeño tamaño de la muestra dentro de las categorías.
Correlaciones de consumo de pornografía de los encuestados
Costumbre de ver pornografía
En cuanto al análisis OR del consumo de pornografía, las mayores probabilidades de que los individuos consuman pornografía se asociaron con ser LGTB y con no tener la percepción de que el tipo de pornografía que visualiza influye en sus relaciones. Por otro lado, las menores probabilidades de los encuestados consuman pornografía se asociaron con ser del sexo femenino y con no haber conocido a su pareja sexual mediante una aplicación de citas (Tabla 3).
Cinco a más veces viendo pornografía por semana
Se evidenció que las menores probabilidades de ver cinco o más veces pornografía semanalmente se asociaron con ser del sexo femenino, con no tener una ocupación profesional, con no tener la percepción de que el tipo de pornografía que mira influye en sus relaciones sexuales y con no haber conocido a su pareja sexual mediante una aplicación de citas (Tabla 3).
Compartir escenas sexuales que implican conductas de riesgo
La mayor probabilidad de que los individuos compartirían escenas sexuales que implican conductas de riesgo se asocia con tener relaciones sexuales con pareja casual, por el contrario, la menor probabilidad de que este evento ocurra se asocia con no beber bebidas alcohólicas durante el sexo (Tabla 3).
Variable independiente (Referencia) | Costumbre de ver pornografía OR (IC = 95%) | Cinco a más veces viendo pornografía por semana OR (IC = 95%) | Compartiría escenas sexuales implicando riesgo OR (IC = 95%) |
Femenino (Masculino) | 0,27 (0,15 - 0,47) | 0,19 (0,08 - 0,47) | 0,91 (0,45 - 1,84) |
Edad (23 vs. 19) | 1,10 (0,33 - 3,62) | 1,16 (0,26 - 5,10) | 1,66 (0,41 - 6,78) |
LGTB (Heterosexual) | 2,27 (1,16 - 4,41) | 1,71 (0,73 - 4,01) | 1,58 (0,72 - 3,44) |
Educación superior (Educación secundaria) | 0,86 (0,46 - 1,59) | 1,29 (0,51 - 3,24) | 1,68 (0,68 - 4,16) |
Otros (mormón, budismo, etc.) (católico) | 1,13 (0,48 - 2,66) | 1,41 (0,38 - 5,22) | 1,10 (0,35 - 3,49) |
Mayor a sueldo mínimo (Sueldo mínimo o menos) | 1,55 (0,80 - 3,02) | 1,50 (0,63 - 3,57) | 0,97 (0,40 - 2,33) |
Profesional no sanitario (Profesional de la salud) | 0,49 (0,12 - 1,95) | 0,26 (0,06 - 1,12) | 3,00 (0,47 - 19,26) |
No profesional (Profesional de la salud) | 0,47 (0,13 - 1,67) | 0,24 (0,07 - 0,82) | 1,72 (0,30 - 10,01) |
Con padres (Solo o con compañía) | 1,04 (0,53 - 2,04) | 1,13 (0,42 - 3,04) | 0,49 (0,22 - 1,10) |
Casado o en relación estable (Soltero o en relación inestable) | 0,78 (0,39 - 1,58) | 0,53 (0,17 - 1,72) | 0,80 (0,30 - 2,14) |
Edad de primera vez viendo pornografía (16 vs. 13) | 1,90 (0,51 - 7,12) | 0,83 (0,17 - 3,90) | 0,30 (0,07 - 1,37) |
El tipo de pornografía influye en sus relaciones sexuales (No vs. Sí) | 6,17 (3,34 - 11,39) | 0,41 (0,19 - 0,88) | 0,69 (0,33 - 1,42) |
Los medios sexuales fomentan el sexo sin condón (No vs. Sí) | 0,95 (0,55 - 1,61) | 0,86 (0,40 - 1,89) | 0,62 (0,29 - 1,32) |
Tiene relaciones sexuales con condón incluso con pareja estable (No vs. Sí) | 0,77 (0,41 - 1,45) | 1,51 (0,63 - 3,62) | 1,51 (0,63 - 3,62) |
En una relación afectiva/sexual (No vs. Sí) | 0,97 (0,57 - 1,64) | 1,13 (0,53 - 2,41) | 1,33 (0,66 - 2,69) |
Tiempo de relación afectiva/sexual (0 - 4 años vs. 5 a más años) | 1,56 (0,60 - 4,05) | 1,27 (0,30 - 5,32) | 0,56 (0,17 - 1,83) |
Tiene relaciones con pareja casual (Tiene relaciones con pareja fija) | 1,04 (0,51 - 2,09) | 2,52 (0,97 - 6,54) | 3,70 (1,46 - 9,33) |
Conoció a su pareja sexual por medio de una aplicación de citas (No vs. Sí) | 0,40 (0,19 - 0,81) | 0,43 (0,19 - 0,99) | 1,03 (0,43 - 2,47) |
Toma medidas de prevención (No vs. Sí) | 0,60 (0,29 - 1,23) | 1,45 (0,56 - 3,74) | 1,41 (0,57 - 3,44) |
Pareja VIH Positivo (Pareja VIH Negativo) | A | 7,17 (0,64 - 79, 68) | a |
Sexo en grupo (SÍ vs. No) | 1,16 (0,22 - 6,03) | 1,66 (0,25 - 10,99) | 1,34 (0,20 - 8,77) |
Beber alcohol al momento de tener sexo (No vs. Sí) | 1,23 (0,70 - 2,16) | 1,17 (0,50 - 2,72) | 0,30 (0,14 - 0,64) |
Usar drogas al momento de tener sexo (No vs. Sí) | 0,43 (0,16 - 1,20) | 0,80 (0,23 - 2,70) | 0,37 (0,13 - 1,00) |
Visitar lugares de reuniones para gay (No vs. Sí) | 0,86 (0,17 - 4,45) | a | 0,75 (0,11 - 4,92) |
*Para los datos de intervalo, el tercer cuartil se comparó con el primer cuartil (referencia entre paréntesis). a: No incluido debido al pequeño tamaño de la muestra dentro de las categorías
Correlaciones de conductas de riesgo
Cinco a más parejas sexuales en el último mes
Para el análisis OR de las conductas de riesgo, se encontró que las mayores probabilidades de tener cinco a más parejas sexuales se asociaron con tener un salario mensual mayor al sueldo mínimo, con tener relaciones con pareja casual y con tener sexo en grupo. En cambio, las menores probabilidades de tener cinco a más parejas sexuales se asociaron con ser del sexo femenino, con no haber conocido a su pareja sexual mediante una aplicación de citas y con no usar drogas durante el sexo (Tabla 4).
Ha tenido sexo oral sin condón
La mayor probabilidad de haber tenido sexo oral sin condón se asocia con estar casado o en una relación estable, por otro lado, las menores probabilidades de que esto ocurra se asociaron con no tener la percepción de que el tipo de pornografía que mira influye en sus relaciones, con no estar en una relación afectiva/sexual, con no haber conocido a su pareja sexual mediante una aplicación de citas, con no beber bebidas alcohólicas y con no usar drogas durante el sexo (Tabla 4).
Ha tenido sexo anal sin condón
Las mayores probabilidades de haber tenido sexo anal sin condón se asociaron con ser del gremio LGTB, con tener una educación superior, con tener un salario mensual mayor al sueldo mínimo y con tener sexo en grupo. Por el contrario, la menor probabilidad de que esto ocurra se asocia con carecer de ocupación (Tabla 4).
Variable independiente (Referencia) | Cinco a más parejas sexuales en el último mes OR (IC = 95%) | Ha tenido sexo oral sin condón OR (IC = 95%) | Ha tenido sexo anal sin condón OR (IC = 95%) |
Femenino (Masculino) | 0,14 (0,03 - 0,56)* | 0,60 (0,33 - 1,11) | 0,63 (0,25 - 1,58) |
Edad (23 vs. 19) | 1,94 (0,19 - 20,12) | 2,59 (0,64 - 10,42) | 1,33 (0,23 - 7,61) |
LGTB (Heterosexual) | 2,09 (0,68 - 6,40) | 1,39 (0,66 - 2,95) | 3,46 (1,34 - 8,91)* |
Educación superior (Educación secundaria) | a | 0,98 (0,49 - 1,95) | 6,47 (1,19 - 35,10)* |
Otros (mormón, budismo, etc.) (católico) | 0,80 (0,19 - 3,42) | 0,75 (0,29 - 1,91) | 0,78 (0,18 - 3,33) |
Mayor a sueldo mínimo (Sueldo mínimo o menos) | 6,07 (2,06 - 17,86)* | 0,87 (0,42 - 1,81) | 2,97 (1,16 - 7,64)* |
Profesional no sanitario (Profesional de la salud) | 1,47 (0,21 - 10,16) | 1,06 (0,20 - 5,50) | 0,32 (0,07 - 1,58) |
No profesional (Profesional de la salud) | 0,47 (0,07 - 2,99) | 0,61 (0,14 - 2,65) | 0,23 (0,06 - 0,89)* |
Con padres (Solo o con compañía) | 3,04 (0,54 - 17,00) | 1,10 (0,49 - 2,47) | 0,63 (0,22 - 1,78) |
Casado o en relación estable (Soltero o en relación inestable) | 0,38 (0,07 - 2,12) | 2,70 (1,03 - 7,11)* | 1,31 (0,43 - 3,96) |
Edad de primera vez viendo pornografía (16 vs. 13) | 0,29 (0,03 - 2,44) | 0,91 (0,22 - 3,77) | 2,25 (0,30 - 17,02) |
El tipo de pornografía influye en sus relaciones sexuales (No vs. Sí) | 0,44 (0,15 - 1,26) | 0,44 (0,22 - 0,87)* | 0,68 (0,27 - 1,70) |
Los medios sexuales fomentan el sexo sin condón (No vs. Sí) | 1,57 (0,55 - 4,47) | 0,92 (0,50 - 1,70) | 1,84 (0,74 - 4,56) |
Tiene relaciones sexuales con condón incluso con pareja estable (No vs. Sí) | 1,38 (0,41 - 4,66) | 1,22 (0,61 - 2,44) | 1,86 (0,63 - 5,45) |
En una relación afectiva/sexual (No vs. Sí) | 0,69 (0,23 - 2,04) | 0,22 (0,12 - 0,42)* | 0,49 (0,19 - 1,29) |
Tiempo de relación afectiva/sexual (0 - 4 años vs. 5 a más años) | 1,44 (0,24 - 8,76) | 1,20 (0,33 - 4,34) | 0,39 (0,11 - 1,35) |
Tiene relaciones con pareja casual (Tiene relaciones con pareja fija) | 4,61 (1,26 - 16,91)* | 0,74 (0,33 - 1,68) | 1,35 (0,42 - 4,35) |
Conoció a su pareja sexual por medio de una aplicación de citas (No vs. Sí) | 0,30 (0,10 - 0,88)* | 0,26 (0,10 - 0,67)* | 0,57 (0,21 - 1,54) |
Toma medidas de prevención (No vs. Sí) | 1,54 (0,44 - 5,40) | 0,59 (0,28 - 1,27) | 1,96 (0,69 - 5,62) |
Pareja VIH Positivo (Pareja VIH Negativo) | a | a | 6,67 (0,60 - 74,22) |
Sexo en grupo (SÍ vs. No) | 84,80 (12,08 - 595,45)* | 1,27 (0,18 - 8,83) | 48,00 (7,07 - 325,80)* |
Beber alcohol al momento de tener sexo (No vs. Sí) | 0,84 (0,27 - 2,62) | 0,20 (0,09 - 0,43)* | 1,24 (0,46 - 3,36) |
Usar drogas al momento de tener sexo (No vs. Sí) | 0,19 (0,06 - 0,64)* | 0,15 (0,03 - 0,86)* | 0,48 (0,14 - 1,68) |
Visitar lugares de reuniones para gay (No vs. Sí) | 0,25 (0,04 - 1,71) | a | 0,30 (0,04 - 2,15) |
*Para los datos de intervalo, el tercer cuartil se comparó con el primer cuartil (referencia entre paréntesis). a: No incluido debido al pequeño tamaño de la muestra dentro de las categorías.
DISCUSIÓN
En este estudio identificamos la relación que existe entre el consumo de pornografía, la salud y comportamientos de riesgo. La mayoría de los participantes fueron varones, heterosexuales y con un nivel educativo universitario con educación superior.
Existen investigaciones que apuntan a que los hombres acceden con más frecuencia y dedican más tiempo a la pornografía que las mujeres 25,26,27,28. En este estudio se encuentran resultados similares, menor consumo de pornografía se asociaron con ser del sexo femenino. En ese sentido, Harper & Hodgins (2016) señalan que el consumo de pornografía por parte de las mujeres tienen como objetivo mejorar sus relaciones sexuales; mientras que el de los hombres es buscar excitación. Sumado a esto, Hald & Mulya (2013) indican que los hombres prefieren pornografía más violenta que las mujeres, quienes prefieren una clase de pornografía más suave y amateur. Harper & Hodgins (2016) señalan que el consumo de pornografía por parte de las mujeres tiene como objetivo mejorar sus relaciones sexuales; mientras que el de los hombres es buscar excitación. Sumado a esto, Hald & Mulya (2013) indican que los hombres prefieren pornografía más violenta que las mujeres, quienes prefieren una clase de pornografía más suave y amateur. También identificamos que existe una mayor probabilidad de consumo de pornografía en personas LGBT.
Lambert et al. (2012) determinaron que un mayor consumo de pornografía se asocia a un menor grado de compromiso sentimental en relaciones sentimentales, lo que a su vez se relaciona con mayores niveles de infidelidad. Por ello, las hombres que usan pornografía suelen tener un menor compromiso en sus relaciones de pareja que las mujeres 31.
Otra de las variables intervinientes en las diferencias de consumo de pornografía es el estado civil de los participantes. Por ejemplo, Villancourt-Morel et al. (2016) señala que los hombres casados suelen consumir más pornografía que los hombres solteros y que las mujeres casadas. Para Perry & Schleifer (2018), esta diferencia radica en que los hombres casados acostumbran tener más reparos en comunicar a sus parejas sus fantasías sexuales. En relaciones de esposos, el consumo de pornografía afecta negativamente ampliando la tasa de divorcios 30,32.
Ser positivos para VIH se asociaron con ser LGTB, esto se explica que las personas LGBT son más vulnerables a padecer de VIH 1 y no tener la percepción de que los medios sexuales fomentan el sexo sin condón, en otro estudio se concluye que el consumo de pornografía en Internet no se asoció con el sexo sin protección 2, este resultado no es comunidad LGBT pero podría explicar el resultado sobre la percepción de los participantes.
Las mayores probabilidades de ser diagnosticados con una ITS se asociaron con tener una educación superior, esto también se ve reflejado en otros estudios 3. También se relacionó con estar casado o en una relación estable y con no tener relaciones sexuales con condón, incluso con pareja estable, esto quizás porque a menudo se ocultan para evitar las posibles consecuencias de la estigmatización 4.
Las mayores probabilidades de que los individuos consuman pornografía se asociaron con ser LGTB, el uso de la pornografía es muy frecuente entre lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, etc. 5. La mayor probabilidad de que los individuos compartirían escenas sexuales que implican conductas de riesgo se asocia con tener relaciones sexuales con pareja casual 6, aunque otros estudios difieren en los resultados 7.
La mayoría de los participantes de nuestra encuesta ven de 1-4 escenas de pornografía semanalmente. Si bien su consumo aumenta considerablemente cada año, no existen evidencias científicas concluyentes que determinen que la pornografía genere una adicción 33 34 35,36. Sin embargo, el impacto que tiene sobre el bienestar sexual de sus consumidores es significativo 1,8. Poulsen et al., (2013) sugieren que un mayor consumo de pornografía masculina afecta negativamente la vida sexual tanto de hombres como de mujeres, mientras que el consumo de pornografía femenino beneficia la calidad sexual de las mujeres.
Con respecto a la edad media en la cual comienzan a mirar pornografía de manera habitual existen diferencias en cuanto a la identidad sexual con dos años de diferencia. Los hombres inician su consumo a los 14 y las mujeres a los 16 años; sin embargo, la diferencia desaparece al establecer el primer contacto con la pornografía que se da tanto en mujeres como en hombres a los 8 años 9,25. Sin embargo, en nuestro estudio encontramos que la edad promedio para el inicio del consumo de pornografía fue de 14,2 en varones y 15,4 en mujeres.
De acuerdo con lo mencionado anteriormente, el uso de preservativo en la pornografía es escaso. Las personas que consumen pornografía habitualmente han normalizado el sexo sin preservativo, estableciéndose como una de las principales conductas sexuales de riesgo 1,3,8. En esta investigación Identificamos que la mayor probabilidad de haber tenido sexo oral sin condón se asocia con estar casado o en una relación estable por otro lado, las menores probabilidades de que esto ocurra se asociaron con no tener la percepción de que el tipo de pornografía que mira influye en sus relaciones, con no estar en una relación afectiva/sexual, con no haber conocido a su pareja sexual mediante una aplicación de citas, con no beber bebidas alcohólicas y con no usar drogas durante el sexo. Además, encontramos que las mayores probabilidades de haber tenido sexo anal sin condón se relacionan con ser del gremio LGTB y con tener sexo en grupo. Además, las orgias y el uso de la prostitución son continuamente citadas en investigaciones sobre comportamientos sexuales riesgosos 8,37. También encontramos que la mayor probabilidad de tener cinco a más parejas sexuales se asociaron con tener relaciones con pareja casual y con tener sexo en grupo.
Las conductas sexuales de riesgo hacen referencia a aquel comportamiento que pone en una situación de riesgo a una persona en donde su salud, o la de otra persona, pueda salir perjudicada 38,39. En ese sentido, una de las afecciones de transmisión sexual más estudiadas debido a su alta tasa de contagios es el virus de inmunodeficiencia humada (VIH) 18 19. Según las estadísticas mundiales sobre el VIH, 37,6 millones de personas vivían con el VIH en todo en el mundo en el 2020, y 1,5 millones de personas la contrajeron durante el año 2020 18. Este estudio nos sugiere que la mayor probabilidad de tener VIH se asocia con ser LGBT y el tener sexo en grupo. Además, existen mayores probabilidades con ser diagnosticados con ITS el tener una educación superior, el estar casados y tener relaciones sexuales sin condón aun con pareja estable.
Autores como Ballester (2019) señalan que la pornografía ha “intoxicado la cultural sexual cotidiana”, ya que sus consumidores establecen como naturales modelos de conducta irreales donde prima la satisfacción sexual masculina, mujeres sometidas, orgasmos prolongados, erotización de la violencia, poco o nulo uso de preservativos, entre otros. 1,2,29. En ese sentido, la normalización de dichas prácticas sexuales convertidas rápidamente en modas fomenta estándares que enaltecen el poder de los hombres sobre las mujeres, cosificando a estas últimas como únicamente proveedoras de placer generando una amplificación de los estereotipos de género 2.
Se encontró que los participantes LGBT tienen mayor riesgo de tener VIH, no usar condón, ver pornografía y sexo casual. Las ITS se relacionaron con educación superior y tener pareja estable