INTRODUCCION
El empleo de fármacos anestésicos en piscicultura facilita procedimientos propios de la actividad como inseminación artificial, inducción del desove, determinación del peso y medidas corporales, biopsias, transporte y técnicas reproductivas, además de reducir la incidencia de traumas (Sneddon et al., 2016; Mazandarani y Hoseini, 2017). La elección del agente anestésico contempla parámetros como la eficacia, costos, disponibilidad, facilidad de uso y ausencia de efectos adversos sobre peces, humanos y medio ambiente (Ross y Ross 2008; Neiffer y Stamper, 2009; Msangi y Batka, 2015).
Recientemente, algunos aceites esenciales de origen vegetal han sido considera- dos como posibles anestésicos en peces debido su origen natural y beneficios tales como la acción antioxidante, la mitigación del estrés y los efectos inmunoreguladores (Zahl et al., 2012; Mazandarani y Hoseini, 2017; Freitas Souza et al., 2019; Hoseini et al., 2019).
El mentol es un alcohol terpeno monocíclico mayoritario en el aceite esencial de Mentha spp que posee propiedades antiespasmódicas, antiinflamatorias y anestésicas (Rozza et al., 2014; Mazandarani y Hoseini, 2017). Su actividad depresora es mediada por la modulación de receptores de tipo ácido γ-aminobutírico A (GABAA) (Wattet al., 2008; Kasai et al., 2014), mientras las propiedades analgésicas son originadas por la activación selectiva de receptores opioides ê (Galeotti et al., 2002) y por bloqueo de canales de sodio (Haeseler et al., 2002).
El mentol es seguro en humanos (Façanha y Gomes, 2005; Yadegarinia et al., 2006), se consume como saborizante de alimentos, es ingrediente en productos farmacéuticos antiinflamatorios de venta libre y en artículos de higiene bucal (Teta y Kaiser, 2019). El metabolismo rápido del mentol y la excreción completa dentro de las 48 horas posteriores a la exposición de los peces (Botrel et al., 2017), lo posicionan como un anestésico con ventajas en acuicultura (Barbosa et al., 2017). Su uso como anestésico ha sido evaluado en invertebrados mari- nos (Simões y Gomes, 2009) y en algunas especies de peces (Kasai et al., 2014; Mazandarani y Hoseini, 2017; Martins et al., 2018; Hoseini et al., 2019; Teta y Kaiser, 2019). Los ensayos realizados demostraron sus propiedades anestésicas, aunque revelan tiempos de inducción y de recuperación dispares que oscilan entre 1 y 6 minutos y entre 0.95 y 16.6 minutos, respectivamente, según la dosis utilizada y la temperatura del agua (Mazandarani y Hoseini, 2017; Martins et al., 2018; Hoseini et al. 2019).
En ejemplares juveniles de truchas arcoíris (Oncorhynchus mykiss) se demostraron efectos anestésicos en baños de inmersión con 80 ppm de mentol (Teta y Kai- ser, 2019). Estos autores refieren tiempos de inducción y recuperación de 100 ± 21 s y de 94 ± 13 s, respectivamente, y ausencia de efectos colaterales, aun en aplicaciones de 150 ppm en truchas arcoíris. Existen variaciones sustanciales interespecíficas en res- puesta a los agentes anestésicos (Harmon, 2009; Readman et al., 2017), además de gran- des diferencias individuales dentro de cada especie; variaciones que pueden ser el resultado de las dosis aplicadas (Harmon, 2009) así como por diferencias farmacocinéticas o farmacodinámicas (Teta y Kaiser, 2019).
En los peces, estas diferencias pueden estar influenciadas por factores biológicos como edad, sexo, etapa de la vida, peso corporal, tasa de crecimiento, composición corporal, estado fisiológico y estado de salud, así como por factores ambientales como la temperatura del agua, salinidad, pH y nivel de oxígeno (Sneddon, 2012; Zahl et al., 2012). El objetivo de este estudio fue evaluar la efectividad anestésica y sedante del mentol y su seguridad en truchas arcoíris. Los escasos antecedentes del uso de mentol como depre- sor en truchas arcoíris motivaron esta experiencia con el propósito de evaluar su acción depresora por inmersión sobre ciertas variables fisiológicas y anestesiológicas en esta especie con y sin ajuste de pH, considerando que el pH de las soluciones anestésicas de inmersión influye en su eficacia; específicamente, un descenso en el pH reduce la eficacia por mayor ionización (Neiffer y Stamper, 2009).
MATERIALES Y METODOS
Animales
En el criadero de Boca del Río, ubicado en la provincia de Córdoba, Argentina, se seleccionaron al azar 40 truchas juveniles clínicamente sanas, de ambos sexos, de un estanque de cultivo de 1200 ejemplares de O. mykiss.
Con base en los datos de peso y talla de los peces, se calculó el índice de condición de Fulton (K) de los dos grupos experimentales. Este índice se utiliza para comparar la «condición» o «bienestar» de los peces (Cifuentes et al., 2012; Ndiaye et al., 2015). Su cálculo se realiza a partir de la ecuación K = 100 * W/L3, donde: W = Peso total en gramos y L = longitud total en centímetros.
Agentes Anestésicos y Equipos
Se preparó una solución madre de mentol (250 mg/l) disolviendo los cristales de mentol en etanol absoluto (Biopack®, Argentina), esencial para facilitar su emulsificación y solubilidad en el agua (Teta y Kaiser, 2019). Las concentraciones finales de las soluciones de exposición se prepararon incorporan- do un volumen apropiado de solución madre de mentol en 30 L de agua, mezclando hasta obtener una emulsión homogénea.
Se utilizó una pesa de escala electrónica de sensibilidad de 0.001 g (Ohaus Explorer®) y un ictiómetro milimétrico graduado para obtener el peso y la longitud de cada pez.
Diseño Experimental
La evaluación del depresor de mentol se llevó a cabo en recipientes plásticos de 50 L con 30 L de agua a 16.7 °C y 0.10 mS/cm- 1 de conductividad eléctrica, dispuestos de tal manera que se lograra una rápida manipulación de los peces para reducir al mínimo el estrés y el tiempo de permanencia fuera del agua.
A fin de preservar la aclimatación de los peces, se utilizó el agua del canal que abastece a los estanques de cultivo. El agua del recipiente con la preparación anestésica se renovó completamente después del paso de tres peces y los dos recipientes auxiliares para el registro de datos se mantuvieron con una recirculación continua de agua.
Los peces fueron distribuidos en un grupo A (n = 20) sometidos a 100 ppm de mentol en el agua a pH 6.4 y en un grupo B (n = 20) expuestos a la misma concentración de mentol y pH 8.0 ajustado con bicarbonato de sodio.
Actividad Anestésica
En un primer recipiente, solo con agua (etapa 1), se colocaron los peces, uno a la vez, hasta que se observó un comportamiento de natación normal para determinar la ausencia o presencia de signos de excitación y evaluar la frecuencia respiratoria basal. En un segundo recipiente con anestésico con o sin regulación del pH (etapa 2) se registraron las respuestas fisiológicas de acuerdo con los protocolos establecidos por otros autores (Stoskopf y Posner 2008; Mazandarani y Hoseini, 2017; Teta y Kaiser, 2019).
Se determinaron los tiempos de pérdida parcial de equilibrio, de pérdida de equilibrio lateral y el tiempo de inducción de la anestesia; considerando estado de anestesia cuando los peces perdieron el sentido del equilibrio, la capacidad de natación y no presentaron reflejos al recibir la presión táctil de un operador en el pedúnculo caudal (Sneddon, 2012). Una vez alcanzada la anestesia, los peces fueron retirados para su medición y pesaje, e inmediatamente transferidos a un tercer recipiente libre del anestésico (etapa 3), para registrar la frecuencia respiratoria de la anestesia y el tiempo de recuperación que corresponde al tiempo transcurrido des- de la salida de los peces del baño de anestesia hasta su total recuperación, cuando alcanzan el equilibrio y la natación normal activa. Por último, los peces expuestos se colocaron en jaulas flotantes etiquetadas y se les controló diariamente para determinar la mor- talidad y los cambios en el comportamiento de alimentación durante un periodo de 48 horas.
Análisis Estadístico
Se realizó la prueba T para observar si los peces utilizados en ambos lotes son homogéneos en peso y longitud, mientras que, para los momentos de pérdida parcial de equilibrio, pérdida de equilibrio lateral, inducción de anestesia, recuperación, frecuencia respiratoria basal y en la anestesia se realizó un análisis no paramétrico utilizando la prueba de Mann-Whitney y la prueba U para determinar las diferencias significativas (p<0.05) entre el grupo A y B. Todos los análisis se realizaron en el software SPSS 2.0.
RESULTADOS
No hubo diferencias significativas entre el grupo A y B en relación con el peso y la longitud de los peces. El índice de Fulton (K) calculado para los grupos A y B dio proporciones de 1.43 y 1.42, respectivamente.
La inducción anestésica rápida se presenta en ambos grupos; sin embargo, en el grupo B (pH 8.0), la pérdida parcial de equilibrio (15.5 ± 5.1 s) (Figura 1A), la pérdida de equilibrio lateral (48.5 ±10.1 s) (Figura 1B) y el tiempo de anestesia (127.7 ± 46.3 s) (Figura 1C) son significativamente inferiores (p<0.05) a los registrados en el grupo A (de 28.2 ± 9.4 s, 33.5 ± 7.1 s y 93.4 ± 34.3 s, respectivamente)
El tiempo de recuperación de la anestesia en los peces el grupo A fue de 189.7 ± 64.2 s y grupo B 181.7 ± 68.0 s (Figura 2), y las tasas respiratorias basal y de anestesia. (Figura 3) no registraron diferencias significativas (p>0.05). La frecuencia respiratoria basal y en anestesia del grupo A fue de 132.4 ± 12.6 y 40.4 ± 14.4 mov/min, respectivamente y de los peces del grupo B fue de 137± 14.3 y 43.6 ± 10.4 mov/min, respectiva- mente. Se observó una marcada disminución de la tasa respiratoria de la anestesia en ambos grupos, alcanzando valores de 69.4% y 68.1%, para A y B, respectivamente. No se registraron muertes dentro de las 48 horas de terminada la experiencia.
DISCUSIÓN
En cuanto al índice de Fulton, Cifuentes et al. (2012) y Ndiaye et al. (2015) proponen un valor de índice de e»1 como valor de referencia del estado de bienestar. Con base a esto, los resultados obtenidos indican que las truchas estaban en buena condición corporal durante el estudio.
El uso de anestésicos de origen vegetal tiene un gran potencial en la acuicultura sobre los agentes sintéticos, que en algunos casos están prohibidos por problemas de seguridad y de residuos (Purbosari et al., 2019).
Se han estudiado varios extractos vegetales esenciales como anestésicos en peces; sin embargo, existen limitaciones en el caso de las plantas y especies estudiadas, habiéndose demostrado la eficacia en un pequeño número de especies piscícolas, pero, además, se desconocen los mecanismos de acción y las posibles vías metabólicas, necesitándose más datos para apoyar la seguridad y los efectos beneficiosos de estos anestésicos. Solo el metansulfonato de tricaína ha sido certificado por la FDA y la Unión Europea para su uso en el pescado destinado al consumo humano (Mazandarani y Hoseini, 2017).
El mentol a 100 ppm de agua ajustada a pH 8.0 constituye una buena alternativa para las prácticas de cultivo de trucha arcoíris, mejorando significativamente la inducción a la anestesia (p<0.05), sin modificar la frecuencia respiratoria, en comparación con el lote sin ajuste de pH. Esto posiblemente como consecuencia del medio alcalino que reduce la ionización del fármaco, facilitando el paso del anestésico a través de las branquias (y probablemente la piel) y su difusión al sistema nervioso (Neiffer y Stamper, 2009; Sneddon, 2012; Zahl et al., 2012).
El mentol es seguro, lo que se confirma por la ausencia de muertes, tanto en este estudio como en otros realizados en peces (Purbosari et al., 2019; Teta y Kaiser 2019). Los registros obtenidos son prometedores en comparación con los notificados en otras especies de peces (Mazandarani y Hoseini, 2017; Martins et al., 2018; Hoseini et al., 2019), y son similares a los reportados en O. mykiss por Teta y Kaiser (2019). Las diferencias observadas podrían atribuirse a las dosis de mentol utilizadas (Harmon, 2009); no obstante, coinciden con los criterios pro- puestos para que un anestésico pueda ser utilizado en acuicultura en cuanto a su efectividad, descrita como la capacidad de producir un estado de anestesia en un periodo de tres minutos y que la recuperación de la natación no exceda de 10 minutos (Ross y Ross, 2008; Neiffer y Stamper, 2009; Msangi y Batka, 2015).
CONCLUSIONES
El mentol tiene potencial como anestésico eficaz para la realización de tareas relacionadas al manejo de truchas de cultivo y puede considerárselo como una droga segura en la especie, y de fácil preparación en condiciones de campo.
El mentol se mostró como un agente eficaz para alcanzar la anestesia, independiente del pH, pero con mejores resulta- dos a un pH 8.