INTRODUCCIÓN
La infección por el beta coronavirus, SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19, se propagó de forma acelerada a todo el mundo, y hasta mediados del 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó aproximadamente 180 millones de casos confirmados y alrededor de 4 millones de fallecidos 1.
En el proceso, surgieron estudios y recomendaciones por expertos que propusieron el uso de medicamentos como hidroxicloroquina, azitromicina, ivermectina, dexametasona, tocilizumab, lopinavir/ritonavir, anticoagulantes, entre otros 2,3,4,5. Incluso, algunos estudios plantearon el uso de medicina herbaria contra la COVID-19 6. Sin embargo, actualmente continúa sin existir terapia totalmente eficaz; aunque dexametasona y remdesivir, con nivel de evidencia razonable, mostraron resultados prometedores en el manejo de la forma grave y reducción del tiempo de recuperación, respectivamente 7,8,9,10. No obstante, actualmente con el desarrollo de vacunas contra este virus, el proceso de vacunación ha iniciado 11.
Por otra parte, la automedicación, según la OMS, implica el uso de medicamentos por la población con la finalidad de tratar una enfermedad, sin prescripción de un profesional con adecuado conocimiento farmacológico y terapéutico, generando retraso en el diagnóstico y tratamiento correcto de la enfermedad; además de los riesgos que implican los errores de dosificación, efectos adversos, interacciones medicamentosas, e incluso dependencia de determinados productos; atentando contra la salud 12,13,14.
Previo a la pandemia, acorde a investigaciones en población peruana, se estima que la automedicación sería en promedio del 74,8 %, sin embargo, esto puede variar según el lugar de procedencia, por ejemplo: 56,7 % en Pueblo Libre (Lima) y 87,8 % en Jesús de Nazareno (Ayacucho); mientras que la automedicación con antimicrobianos, en el año 2016, fue del 53,4 % 15,16,17,18.
Asimismo, tenemos a la población universitaria, un grupo que según estudios realizados ha mostrado una prevalencia elevada en la conducta de automedicación, sobrepasando el 90% y convirtiéndose así en un problema de salud pública común y alarmante 19,20,21,22,23. Frente a la COVID-19, algunos estudios han observado que los jóvenes constituyen un grupo etario que tiene una baja tasa de mortalidad, pero que pueden actuar como portadores sintomáticos o asintomáticos de la enfermedad, contribuyendo con la diseminación del virus 24,25,26.
En Loreto (Perú), cuya capital es la ciudad de Iquitos, un estudio realizado entre julio y setiembre del 2020, demostró una seroprevalencia poblacional por COVID-19 del 70%, siendo la ciudad más afectada por el virus durante el periodo mencionado 27. Los datos acumulados desde marzo del 2020 hasta fines de junio del 2021, reportados por la Dirección Regional de Salud (DIRESA - Loreto) mostraron aproximadamente 96 mil casos confirmados y más de 3 500 muertes por COVID-19 28.
Durante la pandemia, es probable que la población adquiera e incremente la conducta de automedicación, e incluso el uso de plantas medicinales, este último motivado por la creencia de los efectos benéficos de estos productos frente a síntomas respiratorios; y es que la población adulta joven no es ajena al uso de los mismos 29,30. Esta situación, sumado a la falta de control en el consumo de fármacos y medicina herbaria, podría influir en desenlaces negativos. Por lo tanto, este estudio tuvo como objetivo identificar la frecuencia y características de automedicación contra la COVID-19 con fármacos y/o plantas medicinales en los estudiantes de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), Iquitos, Loreto-Perú, durante la primera ola por COVID-19.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal. Los participantes fueron estudiantes de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana inscritos en el semestre I-2020. Se incluyó solo a mayores de 18 años. Se excluyeron a menores de 18 años y gestantes (por ser considerados población vulnerable) y todas las encuestas mal respondidas y/o que no guarden coherencia.
Entre 9 635 estudiantes se realizó el cálculo de la muestra mediante la fórmula para población finita de estudios transversales de mercado, considerándose el nivel de confianza (z) al 95% (1,96), p al 50% y q al 50%, con un margen de error (e) de 5%; obteniéndose como muestra 369,4; considerándose finalmente 400 participantes. Asimismo, se realizó un muestreo probabilístico aleatorio simple, conglomerado por escuela profesional, y estratificado por género. Finalmente se aplicó la técnica de sorteo a la población de estudio. (Figura 1)
Se generó una encuesta semiestructurada ad-hoc, que incluyó preguntas distribuidas en 3 dimensiones: características sociodemográficas, características de COVID-19 y características del uso de medicación. La encuesta fue sometida a juicio de expertos (7 expertos), siendo validada cuando el valor de la razón de validez de contenido fuera de 0.80 o más (CVR = (Ne - N/2)/(N/2)). Previo consentimiento informado, la encuesta fue distribuida por los autores, por medio de un formulario digital en una plataforma de acceso libre.
El estudio se desarrolló bajo estrictas normas de la investigación clínica, siendo aprobado por el Comité Institucional de Ética en Investigación de la Facultad de Medicina Humana - Universidad San Martin Porres, mediante oficio No. 320 - 2020 - CIEI-FMH- USMP. Además, el estudio fue inscrito al Registro de Proyectos de Investigación en Salud (PRISA) del Instituto Nacional de Salud con el código EI00001347. En el análisis estadístico, se utilizó como soporte informático el programa estadístico SPSS v22. Se presentan los datos en tablas descriptivas univariadas, las variables numéricas se presentan mediante la media y desviación estándar, y las variables categóricas se presentan como frecuencias absolutas y frecuencias relativas. Asimismo, se presentan tablas descriptivas bivariadas, teniendo como variable dependiente la automedicación. Para validar diferencias en la distribución de datos se aplicó la prueba exacta de Fisher y Chi cuadrado de Pearson, con un intervalo de confianza del 95% y significancia estadística con un valor p<0,05.
RESULTADOS
De 400 participantes seleccionados aleatoriamente, se contactó a 356 en el periodo entre septiembre a octubre del 2020. Se registraron 385 respuestas, y se descartaron 47 respuestas acorde con los criterios de selección, quedando 338 respuestas válidas (Figura 1).
Características sociodemográficas
El 92% (n=311) de los encuestados fueron jóvenes, la media de edad fue de 22,39 años (DE ± 5,59) y la mediana de 21 años. El 89,6% (n=303) fueron solteros. En las escuelas profesionales, ingeniería representó el 26,9% (n=91), igualmente economía y negocios. Solo 21% (n=71) de los encuestados presenta alguna comorbilidad, encontrándose con mayor frecuencia obesidad en el 28,2% (n=20) y asma en el 22,5% (n=16). Asimismo, durante la cuarentena de la primera ola, el 21,5% (n=15) afirma haber tenido dengue durante ese periodo (Tabla 1).
Ítem | n=338 | % |
Género | ||
Masculino | 131 | 38,8 |
Femenino | 207 | 61,2 |
Grupo etario* | ||
Joven | 311 | 92 |
Adulto | 26 | 7,7 |
Adulto mayor | 1 | 0,3 |
Estado civil | ||
Soltero | 303 | 89,6 |
Conviviente | 21 | 6.2 |
Casado | 11 | 3.3 |
Divorciado | 3 | 0,9 |
Escuela profesional | ||
Ingeniería † | 91 | 26,9 |
Economía y negocios ‡ | 91 | 26,9 |
Ciencias de la salud | 80 | 23,7 |
Ciencias humanas** | 76 | 22,5 |
Dependencia económica | ||
No | 141 | 41,7 |
Sí | 197 | 58,3 |
Presencia de comorbilidad | ||
No | 267 | 79 |
Sí | 71 | 21 |
Comorbilidad | n=71 | |
Obesidad | 20 | 28,2 |
Asma | 16 | 22,5 |
Dengue | 15 | 21,1 |
Hipertensión arterial | 5 | 7 |
Gastritis | 4 | 5,6 |
Rinitis | 3 | 4,2 |
Alergias | 3 | 4,2 |
Trastorno de ansiedad | 2 | 2,8 |
Otros †† | 16 | 22,5 |
Fuente: Elaboración propia.
*Los grupos etarios se dividieron según lo establecido por el MINSA: Jóvenes (18-29 años), adultos (30-59 años) y adulto mayor (>/= 60 años).
†Acuicultura, agronomía, ingeniería de ecosistemas y bosques tropicales, ingeniería forestal, ingeniería de gestión ambiental, ingeniería de industrias alimentarias, ingeniería química, ingeniería de sistemas e informática y zootecnia.
‡ Administración, contabilidad, economía y negocios internacionales.
Bromatología, ciencias biológicas, enfermería, farmacia y bioquímica, medicina humana y odontología.
**Antropología social, derecho y ciencias políticas, educación física, educación inicial, educación primaria y secundaria (ciencias naturales, ciencias sociales, filosofía y psicopedagogía, idiomas extranjeros, lengua y literatura y matemática e informática).
††Participantes informaron: Migraña, hernias, insuficiencia venosa (varices en miembros inferiores), hígado graso, psoriasis, trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA-H), sobrepeso, neurofibromatosis tipo 1, colitis, piel queloide, síndrome de ovario poliquístico (SOP), edemas (“retenciones de líquido”), cardiopatía congénita, hipertiroidismo, lupus eritematosos sistémico (LES), leptospirosis (solo durante la cuarentena).
Características de morbilidad COVID-19
El 55,3% (n=187) de los encuestados informaron haber presentado síntomas sugestivos de la COVID-19. Los síntomas más frecuentes fueron: disgeusia (71,7%; n=134), anosmia (65,8%; n=123), fiebre (59,9%; n=112) y dolor de garganta (52,9%; n=99). Por otro lado, el 63% (n=213) refirió haber tenido contacto con algún caso sospechoso o confirmado de COVID-19, además de convivencia en el 66,2 % (n=141), siendo el (los) familiar (es) el principal contacto en el 78,9% (n=168). Respecto al diagnóstico, el 13,9% (n=47) refiere haber tenido diagnóstico de COVID-19, siendo la prueba rápida el principal medio diagnóstico con 48,9% (n=23). Además, se preguntó si se realizaron alguna prueba diagnóstica como descarte preventivo para COVID-19, y se encontró que el 12,2% (n=41) si se realizó al menos una prueba, siendo frecuente la prueba rápida en el 78% (n=32). (Tabla 2).
Ítem | n = 338 | % |
Presentó síntomas | ||
No | 151 | 44,7 |
Sí | 187 | 55,3 |
Síntomas | n = 187 | |
Disgeusia | 134 | 71,7 |
Anosmia | 123 | 65,8 |
Fiebre | 112 | 59,9 |
Dolor de garganta | 99 | 52,9 |
Tos | 92 | 49,2 |
Malestar general | 87 | 46,5 |
Mialgias | 86 | 46 |
Congestión nasal | 72 | 38,5 |
Dolor torácico | 63 | 33,7 |
Dificultad respiratoria | 42 | 22,5 |
Diarrea | 38 | 20,3 |
Cefalea | 28 | 15 |
Dolor abdominal | 24 | 12,8 |
Irritabilidad/Confusión | 9 | 4,8 |
Otros síntomas* | 4 | 2,1 |
Contacto COVID-19 | n = 338 | |
No | 125 | 37 |
Sí | 213 | 63 |
Convivencia con contacto COVID-19 | n = 213 | |
No | 72 | 33,8 |
Sí | 141 | 66,2 |
Relación con contacto COVID-19 | n = 213 | |
Familiar | 168 | 78,9 |
Amigo | 34 | 16 |
Desconocido | 11 | 5,2 |
Diagnóstico de COVID-19 | n = 338 | |
No | 291 | 86,1 |
Sí | 47 | 13,9 |
Forma de diagnóstico | n = 47 | |
Prueba rápida | 23 | 48,9 |
Criterio clínico | 12 | 25,5 |
Prueba molecular | 7 | 14,9 |
Prueba de imágenes | 6 | 12,8 |
Se realizó prueba diagnóstica preventiva | n = 335 | |
No | 294 | 87,8 |
Sí | 41 | 12,2 |
Tipo de prueba diagnóstica preventiva | n = 41 | |
Prueba rápida | 32 | 78 |
Prueba molecular | 7 | 17,1 |
Prueba de imágenes | 2 | 4.9 |
Fuente: Elaboración propia.
*Conjuntivitis, “dolor en fosas nasales”, náuseas, vómitos.
Características del uso de medicación
El 76,9% (n=260) refirió haber utilizado medicación (fármacos y/o plantas medicinales), asimismo, el uso simultáneo de fármacos y plantas medicinales fue la principal forma de medicación (65,4%; n=170), seguido del uso aislado de plantas medicinales (25,8%; n=67). Por otra parte, entre los participantes que afirmaron el uso de medicación (fármacos y/o plantas medicinales) se encontró una frecuencia elevada de automedicación (79,2%; n=206). (Tabla 3)
Ítem | n = 338 | % |
Uso de medicación | ||
No | 78 | 23,1 |
Sí | 260 | 76,9 |
Tipo de medicación | ||
Fármacos y plantas medicinales | 170 | 65,4 |
Solo planta medicinal | 67 | 25,8 |
Solo fármacos | 23 | 8,8 |
Automedicación* | n = 260 | |
No | 54 | 20,8 |
Sí | 206 | 79,2 |
Fuente: Elaboración propia.
*Se consideró como automedicación, a todo participante que utilizó fármacos sin receta médica, incluyendo el uso plantas medicinales (productos que se venden u obtienen sin receta médica)
Características del uso de fármacos
Entre los participantes que usaron medicación, el 74,2% (n=193) utilizó fármacos. Los grupos farmacológicos más utilizados fueron los corticosteroides (59%; n=114), analgésicos no opioides (56,5%; n=109), antibióticos (39,9%; n=77) y antiparasitarios (28,5%; n=55). El paracetamol fue el fármaco más usado (41,5%; n=80), seguido de azitromicina (35,8%; n=69) y dexametasona (35,2%; n=68). La principal fuente de recomendación provenía de médicos en el 43% (n=83); no obstante, el 72% (n=139) adquirió los fármacos sin receta médica y el 74,6% (n=144) los adquirió en la farmacia. Además, el tiempo de uso fue de una semana o menos en el 76,2% (n=147). Por otro lado, sólo el 24,4% (n=47) incurrió en polifarmacia durante este periodo (Tabla 4).
ítem | n=193 | % |
MEDICAMENTOS | ||
CORTICOIDES | 114 | 59 |
Dexametasona | 68 | 35,2 |
Prednisona | 45 | 23,3 |
Metilprednisolona | 1 | 0,5 |
ANALGÉSICOS | 109 | 56,5 |
Paracetamol | 80 | 41,5 |
Naproxeno | 11 | 5,7 |
Diclofenaco | 8 | 4,1 |
Aspirina | 4 | 2,1 |
Metamizol | 3 | 1,6 |
Ibuprofeno | 2 | 1 |
Fenazopiridina | 1 | 0,5 |
ANTIBIÓTICOS | 77 | 39,9 |
Azitromicina | 69 | 35,8 |
Amoxicilina | 4 | 2,1 |
Ampicilina | 2 | 1 |
Clindamicina | 1 | 0,5 |
Eritromicina | 1 | 0,5 |
ANTIPARASITARIOS | 55 | 28,5 |
Ivermectina | 55 | 28,5 |
ANTIHISTAMÍNICOS | 21 | 10,9 |
Clorfenamina | 15 | 7,8 |
Cetirizina | 4 | 2,1 |
Loratadina | 2 | 1 |
4-AMINOQUINOLINAS | 8 | 4,1 |
Hidroxicloroquina | 7 | 3,6 |
Cloroquina | 1 | 0,5 |
DESCONGESTIONANTE | 3 | 1,6 |
Fenilefrina | 3 | 1,6 |
ANTITUSÍGENO | 2 | 1 |
Dextrometorfano | 2 | 1 |
MUCOLÍTICO | 2 | 1 |
Ambroxol | 1 | 0,5 |
Bromhexina | 1 | 0,5 |
OTROS | 5 | 2,6 |
Vitamina | 3 | 1,6 |
Antigripal | 2 | 1 |
POLIFARMACIA* | ||
No | 146 | 75,6 |
Sí | 47 | 24,4 |
RECOMENDACIÓN DE FÁRMACOS | ||
Médico | 83 | 43 |
Profesional de salud no médico | 37 | 19,1 |
Farmacéuticos | 5 | 2,6 |
Enfermería | 2 | 1 |
Técnico en enfermería | 2 | 1 |
No especificó | 28 | 14,5 |
No profesional de salud (sin especificar) | 25 | 13 |
Familiares | 20 | 10,4 |
Conocimiento Previo | 11 | 5,7 |
Internet | 15 | 7.,7 |
Redes sociales | 12 | 6,2 |
Navegador | 2 | 1 |
Artículo científico | 1 | 0,5 |
Conocidos | 3 | 1,6 |
Otros | 4 | 2 |
Estudiantes de la salud | 2 | 1 |
Naturistas | 1 | 0,5 |
Televisión | 1 | 0,5 |
FORMA DE ADQUISICIÓN | ||
Sin receta médica | 139 | 72 |
Con receta médica | 54 | 23 |
LUGAR DE ADQUISICIÓN | ||
Farmacia | 144 | 74,6 |
Botica | 32 | 16,6 |
Mercado | 6 | 3,1 |
Intermediarios | 6 | 3,1 |
Casa | 4 | 2,1 |
Centros de salud | 2 | 1 |
Otros lugares† | 2 | 1 |
DIAS DE USO | ||
Menor o igual a 1 semana | 147 | 76,2 |
1-2 semanas | 26 | 13,5 |
Más de 2 semanas | 20 | 10,4 |
Fuente: Elaboración propia.
* Polifarmacia: Consumo de más de 3 fármacos simultáneos.
† Hotel y bodega.
Características del uso de plantas medicinales
Entre los participantes que usaron medicación, el 91,2% (n=237) utilizó plantas medicinales. Las más utilizadas fueron Eucalyptus (87,3%; n=207) y Zingiber officinale (79,7%; n=189). Las principales formas de consumo fueron en infusión (70,9%; n=168) e inhalación de vapor (70%; n=166). Las principales fuentes de recomendación fueron personas ajenas al área de la salud (28,7%; n=68), seguido familiares (23,2%; n=55) y redes sociales (19%; n=45). Los mercados fueron el principal lugar de adquisición (79,7%; n=189) y, el tiempo de uso fue de una semana o menos en el 52,3% (n=124). Por otro lado, el 86,5% (n=205) practicó poliherbácea. (Tabla 5)
Ítem | n = 237 | % |
PLANTAS | ||
Eucalyptus (eucalipto) | 207 | 87,3 |
Zingiber officinale (kion) | 189 | 79,7 |
Chamaemelum nobile (manzanilla) | 81 | 34,2 |
Piper aduncum (matico) | 75 | 31,6 |
Mansoa alliacea (ajo sacha) | 50 | 21,1 |
Cymbopogon citratus (hierba luisa) | 47 | 19,8 |
Malva sylvestris (malva) | 37 | 15,6 |
Citrus limon (limón) | 19 | 8 |
Allium cepa (cebolla) | 11 | 4,6 |
Allium sativum (ajos) | 9 | 3,8 |
Uncaria tomentosa (uña de gato) | 6 | 2,5 |
Sambucus spp (sauco) | 5 | 2,1 |
Maytenus macrocarpa (chuchuhuasi) | 5 | 2,1 |
Citrus bergamia (toronja) | 2 | 0,8 |
Genipa americana (huito) | 1 | 0,4 |
POLIHERBÁCEA* | ||
No | 32 | 13,5 |
Sí | 205 | 86,5 |
FORMAS DE CONSUMO | ||
Infusión | 168 | 70,9 |
Inhalaciones de vapor | 166 | 70 |
Cocido o en decocción | 49 | 20,7 |
Macerado | 13 | 5,5 |
Compresas | 5 | 2,1 |
Otras formas de consumo † | 2 | 0,8 |
RECOMENDACIÓN DE PLANTAS | ||
No profesional de la salud | 68 | 28,7 |
Familiares | 55 | 23,2 |
Redes sociales | 45 | 19 |
Profesional de salud no médico | ||
Enfermería | 6 | 2,5 |
Técnica de enfermería | 3 | 1,3 |
Nutricionista | 1 | 0,4 |
Farmacéutico | 1 | 0,4 |
No especificó | 31 | 13,1 |
Médico | 34 | 14,3 |
Conocidos | 11 | 4,6 |
Conocimiento previo | 8 | 3,4 |
Naturistas | 6 | 2,5 |
Otros ‡ | 6 | 2,5 |
LUGAR DE ADQUISICIÓN | ||
Mercado | 189 | 79,7 |
Propiedades | 19 | 8 |
Espacios libres ** | 16 | 6,8 |
Supermercado | 12 | 5,1 |
Por medio de un intermediario †† | 12 | 5 |
Propiedad ajena ‡‡ | 3 | 1,3 |
Otros | 5 | 2,1 |
DIAS DE USO | ||
Menor o igual a 1 semana | 124 | 52,3 |
1-2 semanas | 41 | 17,3 |
Más de 2 semanas | 72 | 30,4 |
Fuente: Elaboración propia.
* Poliherbácea: consumo de más de 2 plantas medicinales de forma simultánea.
† Jarabe, sopas y alimentos
‡ Chamán, televisión, “personas que utilizaron las mismas plantas”, “basado en rumores de terceros”, “persona con caso similar”.
Entre las propiedades mencionadas por los encuestados (como propias) se encuentran: Casa, huertos, chacras, bio-huerto.
** En el caso de espacios libres algunos participantes mencionaron haber conseguido en zonas cercanas a su hogar de forma libre, otros en la “selva”.
†† En el caso de intermediario, algunos mencionaron que “recibieron la planta por medio de delivery, familiar u otro allegado”.
‡‡ Propiedad ajena hace referencia a los “huertos vecinos”.
Distintos puntos de venta, red social, naturista, tienda, bodega
Análisis bivariado entre Automedicación con fármacos y/o plantas medicinales frente a las características sociodemográficas/características de comorbilidad COVID-19
Mediante la prueba exacta de Fisher y el Chi cuadrado de Pearson, se encontró probable asociación estadísticamente significativa entre automedicación con fármacos y plantas medicinales con asma y síntomas como tos, dolor de garganta, malestar general, diarrea, mialgias, dolor torácico, disgeusia y anosmia. También se encontró probable asociación con “haber tenido contacto con una persona con diagnóstico o sospechosa de COVID-19"; “tener algún tipo de relación con ese contacto” y “convivir con ese contacto”. Por otro lado, el diagnóstico de COVID-19 también estuvo asociado. (Tabla 6)
VARIABLES | AUTOMEDICACIÓN | TOTAL | p valor* | ||||
No | Sí | ||||||
n=54 | % | n=206 | % | n=260 | % | ||
Asma‡ | |||||||
No | 47 | 87 | 198 | 96,1 | 245 | 94,2 | 0,019 |
Sí | 7 | 13 | 8 | 3,9 | 15 | 5,8 | |
Presenta síntomas† | |||||||
No | 8 | 14,8 | 78 | 37,9 | 86 | 33,1 | 0,001 |
Sí | 46 | 85,2 | 128 | 62,1 | 174 | 66,9 | |
Tos† | |||||||
No | 27 | 50 | 146 | 70,9 | 173 | 66,5 | 0,004 |
Sí | 27 | 50 | 60 | 29,1 | 87 | 33,5 | |
Dolor de garganta† | |||||||
No | 24 | 44,4 | 140 | 68 | 164 | 63,1 | 0,001 |
Sí | 30 | 55,6 | 66 | 32 | 96 | 36,9 | |
Malestar general† | |||||||
No | 28 | 51,9 | 149 | 72,3 | 177 | 68,1 | 0,004 |
Sí | 26 | 48,1 | 57 | 27,7 | 83 | 31,9 | |
Diarrea† | |||||||
No | 39 | 72,2 | 185 | 89,8 | 224 | 86,2 | 0,001 |
Sí | 15 | 27,8 | 21 | 10,2 | 36 | 13,8 | |
Mialgias† | |||||||
No | 29 | 53,7 | 151 | 73,3 | 180 | 69,2 | 0,005 |
Sí | 25 | 46,3 | 55 | 26,7 | 80 | 30,8 | |
Dolor torácico† | |||||||
No | 33 | 61,1 | 167 | 81,1 | 200 | 76,9 | 0,002 |
Sí | 21 | 38,9 | 39 | 18,9 | 60 | 23,1 | |
Disgeusia† | |||||||
No | 20 | 37 | 111 | 53,9 | 131 | 50,4 | 0,028 |
Sí | 34 | 63 | 95 | 46,1 | 129 | 49,6 | |
Anosmia† | |||||||
No | 23 | 42,6 | 121 | 58,7 | 144 | 55,4 | 0,034 |
Sí | 31 | 57,4 | 85 | 41,3 | 116 | 44,6 | |
Contacto COVID-19† | |||||||
No | 10 | 18,5 | 76 | 36,9 | 86 | 33,1 | 0,011 |
Sí | 44 | 81,5 | 130 | 63,1 | 174 | 66,9 | |
Relación contacto COVID-19† | |||||||
Ninguno | 10 | 18,5 | 76 | 36,9 | 86 | 33,1 | 0,018 |
Familiar | 39 | 72,2 | 99 | 48,1 | 138 | 53,1 | |
Amigo | 4 | 7,4 | 24 | 11,7 | 28 | 10,8 | |
Desconocido | 1 | 1,9 | 7 | 3,4 | 8 | 3,1 | |
Convivencia contacto COVID-19† | |||||||
No | 18 | 33,3 | 126 | 61,2 | 144 | 55,4 | 0,00025 |
Sí | 36 | 66,7 | 80 | 38,8 | 116 | 44,6 | |
Diagnóstico COVID-19† | |||||||
No | 31 | 57,4 | 183 | 88,8 | 214 | 82,3 | 0,00001 |
Sí | 23 | 42,6 | 23 | 11,2 | 46 | 17,7 | |
Prueba rápida‡ | |||||||
No | 44 | 81,5 | 194 | 94,2 | 238 | 91,5 | 0,006 |
Sí | 10 | 18,5 | 12 | 5,8 | 22 | 8,5 | |
Prueba molecular‡ | |||||||
No | 50 | 92,6 | 203 | 98,5 | 253 | 97,3 | 0,036 |
Sí | 4 | 7,4 | 3 | 1,5 | 7 | 2,7 | |
Criterio clínico‡ | |||||||
No | 48 | 88,9 | 200 | 97,1 | 248 | 95,4 | 0,0205 |
Sí | 6 | 11,1 | 6 | 2,9 | 12 | 4,6 | |
Imágenes‡ | |||||||
No | 50 | 92,6 | 204 | 99 | 254 | 97,7 | 0,018 |
í | 4 | 7,4 | 2 | 1 | 6 | 2,3 |
Fuente: Elaboración propia.
* Significancia estadística con p valor < 0.05
† Prueba de Chi cuadrado de Pearson
‡ Prueba exacta de Fisher
Análisis bivariado entre Automedicación solo con fármacos y solo con plantas medicinales frente a características de su uso
Para valorar la asociación estadística entre la fuente de recomendación y los lugares de adquisición de solo fármacos y solo plantas medicinales (Tabla 4 y Tabla 5), se realizó análisis aislado entre la automedicación sólo con fármacos y las características de su uso y se encontró probable asociación estadísticamente significativa con recomendación procedente de médicos y adquisición en farmacias (Tabla 7). Sin embargo, en el análisis aislado entre la automedicación solo con plantas medicinales y las características de su uso, no se encontró asociación estadísticamente con ningún ítem evaluado.
VARIABLES | AUTOMEDICACIÓN | TOTAL | p valor* | ||||
No | Sí | ||||||
n=54 | % | n=139 | % | n=193 | % | ||
Médico† | |||||||
No | 13 | 24,1 | 97 | 69,8 | 110 | 57 | 0,00001 |
Sí | 41 | 75,9 | 42 | 30,2 | 83 | 43 | |
No profesional de salud† | |||||||
No | 52 | 96,3 | 116 | 83,5 | 168 | 87 | 0,017 |
Sí | 2 | 3,7 | 23 | 16,5 | 25 | 13 | |
Red social‡ | |||||||
No | 54 | 100 | 125 | 89,9 | 179 | 92,7 | 0,012 |
Sí | 0 | 0 | 14 | 10,1 | 14 | 7,3 | |
Conocimiento previo‡ | |||||||
No | 54 | 100 | 128 | 92,1 | 182 | 94,3 | 0,036 |
Sí | 0 | 0 | 11 | 7,9 | 11 | 5,7 | |
Farmacia† | |||||||
No | 3 | 5,6 | 46 | 33,1 | 49 | 25,4 | 0,00008 |
Sí | 51 | 94,4 | 93 | 66,9 | 144 | 74,6 | |
Botica† | |||||||
No | 51 | 94,4 | 110 | 79,1 | 161 | 83,4 | 0,01 |
Sí | 3 | 5,6 | 29 | 20,9 | 32 | 16,6 |
Fuente: Elaboración propia.
* Significancia estadística con p valor < 0.05
† Prueba de Chi cuadrado de Pearson
‡ Prueba exacta de Fisher
DISCUSIÓN
La necesidad de un tratamiento para este nuevo virus, trajo consigo una amplia investigación de alternativas terapéuticas 3,4,5. La elevada prevalencia de automedicación con fármacos y plantas medicinales (79,2%) constituye el principal hallazgo del presente estudio; resultado comparable con estudios realizados en Brasil (81,2%) y Arabia Saudí (98,7%), pero en los que sólo se exploró el uso de fármacos convencionales 19,20,21,22,23.
Respecto a los corticoides, la evidencia sólo justifica su uso en formas severas de COVID-19 7,8, sumado a esto, se ha evidenciado que en los jóvenes la COVID-19 afecta principalmente de forma leve 24, sin embargo, en el presente estudio este grupo farmacológico fue el más utilizado (59%; n=114). Asimismo, el paracetamol también fue de uso frecuente (41,5%, n=80), en contraste con otros estudios donde la frecuencia de uso puede llegar al 57% (Lambayeque, Perú), e incluso a 83% (Arabia Saudí) 20,31.
Dentro de los antibióticos, azitromicina resultó ser el más utilizado (35,8%; n=69), al igual que en universitarios nepalíes (28,1%), mientras que en estudiantes saudíes solo el 2% 31,32. Durante la primera ola, azitromicina se asoció con hidroxicloroquina como posible tratamiento, a pesar de la evidencia probable de mayor riesgo de mortalidad 33, sin embargo, los datos obtenidos en nuestro estudio, mostraron que hidroxicloroquina solo fue utilizada por el 3,6% de estudiantes.
A propósito del antiparasitario ivermectina, la evidencia clínica es controvertida, y es que, por efecto citopático demostrado in vitro, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó su uso contra el SARS-CoV-2 2. Sin embargo, ante la evidencia inconsistente sobre su eficacia y seguridad frente a esta enfermedad, la OMS no recomienda su uso, excepto en el marco de ensayos clínicos 34. A pesar de esto, su uso fue del 28,5% (n=58).
Entre otras características del uso farmacológico, los médicos constituyeron la principal fuente de recomendación; en contraste con otros estudios donde el 51 - 77% son los parientes 19,21,22. Por otra parte, el 72% de estudiantes adquirieron fármacos sin receta médica; similar al 89% reportado en un estudio brasileño 21. Además, las farmacias representaron el lugar de adquisición más frecuente, al igual que otros estudios 22,31,32. Con relación a la conducta de polifarmacia, estudios realizados en población adulta mayor, muestra una prevalencia aproximada entre 30% (Perú) a 70% (US-México) de esta conducta debido a la edad y comorbilidades 35,36; contrario al 24,4% observado en el presente estudio.
Dentro del uso de medicina herbaria (91,2%; n=237), Eucalyptus y Zingiber officinale fueron de uso común (87,3% y 79,7% respectivamente). No obstante, en universitarios de Arabia Saudí solo el 13,8% utilizaron estos productos 23. Por el contrario, en la población general de Arabia Saudí, durante la pandemia por COVID-19, un estudio informó que el 22,1% utilizó o estuvieron utilizando productos herbales o suplementos nutricionales, siendo popular el uso de jengibre, cebolla y ajo 37. El uso de estas especies también se ha relacionado a otros coronavirus, y es que un estudio relacionado al síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) en Seúl, Corea, encontró que el uso de productos herbales, como el ajo o jengibre, representaron el 21,8% 38.
En el contexto de la pandemia por COVID-19, un estudio retrospectivo de casos y controles emparejados, realizado en China, propuso a la medicina herbaria como posible alternativa terapéutica junto con el tratamiento antiviral contra la COVID-19 tras observar mejoría clínica e imagenológica en menor tiempo que sólo con tratamiento antiviral 6. Asimismo, otro estudio en China encontró que algunos compuestos presentes en 5 hierbas podrían tener potencial directo contra el SARS-CoV-2 39. Por otro lado, estudios in silico muestran que algunos componentes de Zingiber officinale, Allium sativum, Allium cepa y otras plantas; probablemente tendrían actividad contra el SARS-Cov-2 40,41,42,43. Otro estudio evaluó la actividad antiviral de Uncaria tomentosa, encontrando que algunos de sus componentes tendrían actividad contra el SARS-CoV-2 44. Acerca de las especies de Eucalyptus y Zingiber officinale, tiene potencial actividad contra virus como el Virus sincitial respiratorio (VSR), herpes simple tipo 1 y 2 (VHS-1 y VHS-2), influenza (H1N1), adenovirus, Chikungunya, Mycobacterium tuberculosis; e incluso actividad antibacteriana y antiparasitaria 45,46,47,48,49,50,51,52,53,54,55.
Un estudio, basado en el análisis de estadísticas de Google trends, sobre búsqueda relacionados al COVID-19, muestra que durante la pandemia aumentaron las búsquedas e interés por nutrientes, compuestos bioactivos y hierbas relacionados con el sistema inmunitario. Basado en esto, este estudio realizó dos encuestas en línea, y encontraron aumento del consumo de estos productos durante la pandemia; entre estos, el jengibre (33%), el limón (32%) y ajo (17%) 56.
En relación a las fuentes de recomendación para el consumo de plantas medicinales, durante la primera ola se encontró que las personas ajenas al área de la salud fueron la principal fuente, en contraste con un estudio donde las principales fuentes fueron el internet, las redes sociales, y también los familiares o amigos 37. Asimismo, la infusión y los mercados fueron la principal forma de consumo y adquisición de estos productos, respectivamente; similar a un estudio realizado en adultos mayores 36.
A propósito de la poliherbácea, esta conducta estuvo presente en el 86,5% de estudiantes; sin embargo, comparado con estudios realizados en adultos mayores, esta conducta puede llegar a estar presente en el 16,2% (US-México) y 91,6% (Perú) 35,36.
Respecto a la sintomatología de COVID-19, la presencia de anosmia (71,7%) y disgeusia (65,8%) se acerca a lo reportado a otras investigaciones donde más del 50% de pacientes con COVID-19 presentaron estos síntomas 57,58; contrario a otra investigación que reportó que solo el 12.4% de pacientes presentaron estos trastornos 59. Algunos estudios informan que estos síntomas serían la primera y/o única manifestación de la enfermedad e incluso se presentarían más en personas jóvenes del sexo femenino 57,58,59,60,61,62. Por otro lado, otros síntomas reportados fueron la fiebre (59,9%), mialgias (46%), diarrea (20,3%) y náuseas (2%); pero comparado a otro estudio, estos podrían estar presentes en el 70%, 63%, 48% y 27%, respectivamente; junto a la fatiga en el 81% 57. No obstante, es importante remarcar que, a diferencia de las investigaciones discutidas, los resultados obtenidos en este estudio fueron autoinformados sin certeza de un diagnóstico de COVID-19.
A pesar de que no se contempló el motivo específico para el consumo de determinado fármaco o planta medicinal, se encontró aparente asociación estadísticamente significativa con la presencia de asma y síntomas como tos, dolor de garganta, malestar general, diarrea, mialgias, dolor torácico, disgeusia y anosmia (Tabla 6). Esta asociación sería posible, en el caso de los fármacos, dado que los síntomas motivarían esta conducta y ejercerían influencia en el tipo de medicamento a usar 19,21,22,23,31. En el análisis aislado de automedicación sólo con fármacos existe aparente asociación estadísticamente significativa entre esta conducta y la adquisición de estos productos solo en farmacias (Tabla 7); similar a otro estudio donde la cercanía a una farmacia domiciliaria se asocia a esta conducta 19; y en otro estudio, la edad, la condición de soltero, el nivel académico y socio económico se asociaron a esta conducta 20. Además de lo mencionado, aunque en esta investigación no encontró asociación entre el aspecto económico y la automedicación, existen antecedentes que encontraron que aquellos estudiantes con ingreso económico mensual tendrían cinco veces más probabilidad de practicar automedicación, y estudiantes con ingresos mensuales altos tendrían menos probabilidades de automedicarse 63,64.
También se encontró probable asociación estadísticamente significativa con haber tenido contacto con una persona sospechosa o positivo a COVID-19 (principalmente familiares y amigos); y convivencia con este contacto durante la cuarentena de la primera ola (Tabla 6). Esta realidad, según otros estudios, representaría un potencial de contagio mayor en el entorno familiar y social; convirtiendo a las personas en “super-propagadores” (del inglés super-spreading) 65,66.
Un punto importante en este estudio es la mención de las redes sociales y medios televisivos como “fuente de recomendación” para el consumo de fármacos, plantas medicinales, o ambas. Investigaciones previas señalan que estos constituirían un medio de sensibilización sobre la enfermedad, pero también podrían emitir información errónea y exagerada de la situación, contribuyendo a la desinformación y generando temor en la población en general, así la OMS en el documento de “Estrategias sobre medicina tradicional”, enuncia la incapacidad en el control de la publicidad en estos y otros medios, constituyendo uno de los principales problemas que afecta a la medicina tradicional 67,68,69. Probablemente esto pueda explicar la diferencia entre los porcentajes de “recomendación médica” y “forma de adquisición” de los fármacos durante la cuarentena.
Finalmente, la rápida diseminación del virus junto con el temor de infección, las medidas de restricción social, la falta de centros de atención primaria, el colapso de centros de atención terciaria, entre otros, probablemente motivaron a los estudiantes practicar conductas de automedicación. Las limitaciones dentro del estudio fueron los probables sesgos de recuerdo, sesgo de veracidad, y el porcentaje alto de no confirmación de diagnóstico de COVID-19.
CONCLUSIÓN
Se observó elevada prevalencia de automedicación con fármacos y plantas medicinales entre los estudiantes de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana durante la primera ola por COVID-19; además de aparente asociación estadísticamente significativa a comorbilidades, síntomas sugestivos de COVID-19, y contacto COVID-19