COVID-19 EN EL PERÚ
En el Perú estamos a la espera de la quinta ola de COVID-19, en plena primavera, con aumento preocupante de los infectados, en tiempos en que se ha declarado oficialmente no obligatorio el uso de mascarillas. Mientras tanto, los países nórdicos ya están sufriendo lo que ellos denominan quinta, sexta, …. octava ola1. Y la pregunta de todos es ¿cuándo terminará la pandemia de Covid? Además, están aumentando los casos de influenza y otras infecciones virales, por su menor prevención durante la pandemia. Y, a pesar de que Perú tuvo el mayor número de muertes por millón de habitantes, nuestro sistema sanitario no se ha preparado suficientemente para afrontar nuevas crisis. En el mundo, COVID-19 ha producido cerca de 650 millones de infecciones y más de 6,6 millones de muertes2. En el Perú, ha ocasionado más de 4,2 millones de casos y más de 217 mil muertes3. Han fallecido 573 médicos y 178 enfermeras hasta noviembre 2022 en el país. La crisis sanitaria es menor al momento, pero hay preocupación por los problemas políticos, económicos y sociales que enfrentamos, con desempleo, desnutrición, anemia, coberturas sanitarias restringidas y retrasadas que aumentaron durante la pandemia. Se alcanzó 73% de vacunados con tercera dosis, pero solo 23% con cuarta dosis de la vacuna anti-COVID. Existe amenaza del retorno de la polio y el sarampión, entre otros. La gripe lleva un par de años sin que se note su presencia, pero sigue ocurriendo y ha aumentado1.
El último Informe Técnico del Ministerio de Salud Perú señala que, a la fecha se han comunicado 15,802 casos de la variante ómicron a nivel nacional, y se ha detectado la circulación de los linajes BA.4 (1,253 casos) y BA.5 (4,388 casos) con tendencia al incremento desde su identificación. Se adiciona la aparición del sublinaje BA.2.12.1 en 1,696 personas desde la SE 15-2022 a la actualidad, con mayor concentración en Lima Metropolitana. Este linaje se caracteriza por tener mutaciones particulares en la proteína espiga y se calcula que puede tener un crecimiento de casos 42% mayor que el BA.2. Asimismo, se ha detectado el linaje recombinante XE(1), XQ (19) y XT (2), que es una recombinación entre BA.1 y BA.2; las estimaciones iniciales señalan que sería 10% más transmisible que BA.2, pero no parece tener mayor severidad o sintomatología distinta4. Y ahora MINSA Perú ha señalado que el aumento sostenido de casos de COVID-19 desde octubre 2022 se debería a una nueva variante del virus originada en el Perú, la que ha sido denominada ómicron DJ.1. La DJ.1 es una de las dos mutaciones del ómicron BA.5.1.25, que le permitiría transmitirse con mayor facilidad entre los vacunados e infectados recientemente, sin evidencia que sea más letal5.
INFECCIÓN Y REINFECCIONES POR COVID-19
La mayoría de los adultos presentan anticuerpos IgG tras la infección por el SARS-CoV-2 en tiempo mayor a 12 meses (fuerza de la evidencia baja [SoE]). La infección previa proporciona una protección sustancial y sostenida contra la reinfección sintomática con la variante delta (SoE alta) y reduce el riesgo de enfermedad grave por las variantes ómicron (SoE moderada). La infec
ción previa protege menos contra la reinfección con ómicron en general (SoE moderada), pero la protección de las variantes anteriores disminuye rápidamente (SoE baja)6).
El resguardo de una infección previa por el SARSCoV2 contra la reinfección por las varian tes de preocupación BA.4 o BA.5 ha sido modes ta cuando la infección previa fue causada por una variante preómicron, pero fuerte cuando fue causada por una subvariante postómicron (incluyendo BA.1 o BA.2). La protección de una infección previa contra la reinfección con una subvariante BA.4 o BA.5 es menor que la de la reinfección con una subvariante BA.1 o BA.23 5, debido a mayor disminución de la protección inmunitaria con el tiempo y a una mayor capaci dad de evasión del sistema inmunitario con las subvariantes BA.4 y BA.57).
Contraer COVID19 varias veces es más peligroso de lo que se piensa. Se ha analizado los registros de salud de 443,000 personas del Departamen to de Asuntos de Veteranos de EE. UU. que die ron positivo en la prueba del COVID19 una vez y los compararon con los registros de 41,000 per sonas que dieron positivo dos o más veces y con 5,3 millones de personas sin infección alguna por COVID19. En comparación con las personas que solo se infectaron una vez, las que tenían múltiples infecciones tenían tres veces más pro babilidades de ser hospitalizadas por COVID19 y dos veces más probabilidades de morir a causa de la enfermedad. También tenían 3,5 veces más probabilidades de desarrollar problemas pul monares, 3 veces de tener afecciones cardíacas y 1,6 veces de sufrir alteraciones cerebrales8).
Se considera que, para evitar una primera, se gunda o tercera infección es necesario vacu narse y reforzarse, llevar mascarilla en lugares públicos cerrados y evitar las reuniones si se está enfermo. Ahora, en muchos países como el nuestro, ya no existe la obligación de portar mascarillas, en momento en que aumentan las infecciones y reinfecciones por COVID19. El De partamento de Educación Primaria y Secundaria de Massachusetts tomó en febrero de 2022 la decisión de permitir a los distritos escolares sus pender el enmascaramiento universal durante el año escolar 20212022. Se estudió 72 distritos escolares en el área metropolitana de Boston que suspendieron el enmascaramiento en mo mentos variables: 46 distritos dejaron de hacer lo en la primera semana después del anuncio, 17 en la segunda semana, 7 en la tercera semana y dos nunca suspendieron el enmascaramiento. Una semana después, las tasas de COVID19 di ferían significativamente entre los distritos que continuaron y los que no continuaron con el enmascaramiento. Las diferencias oscilaron en tre 1,4 y 9,7 casos adicionales de COVID19 por cada 1,000 estudiantes y personal por semana y representaron el 29% de todos los casos du rante el periodo de estudio. Los resultados apo yan claramente los beneficios de incorporar el enmascaramiento universal en los enfoques de políticas públicas para controlar el COVID19 en entornos congregados9).
CONSECUENCIAS EN LA SALUD POR EL COVID Y POR EL COVID PROLONGADO
La mayoría de las personas que desarrollan CO VID19 se recuperan completamente, pero al gunas personas experimentan una variedad de efectos a mediano y largo plazo después de recu perarse de su enfermedad inicial. Estos efectos son conocidos como síndrome posCOVID19 o COVID largo o prolongado, del que ya nos hemos referido en los fascículos anteriores de la Revis ta Peruana de Ginecología y Obstetricia. Los in vestigadores están trabajando con los pacientes que desarrollan la afección posCOVID19 para comprender mejor su causa, sus síntomas y sus efectos. La Organización Mundial de la Salud de clara que actualizará la información y los mate riales a medida que vayamos sabiendo más10). En los niños, COVID19 es una enfermedad rela tivamente leve y de corta duración, pero algunos tienen síntomas durante al menos cuatro sema nas y, entre los hospitalizados, alrededor de la cuarta parte tiene síntomas hasta cuatro meses después, como fatiga, dolor crónico y niebla ce rebral, convulsiones, movilidad limitada y fatiga. Muchos niños con COVID largo se recuperan gradualmente incluso sin tratamiento, pero en otros, la falta de conocimiento de los profesiona les médicos sobre la enfermedad ha dificultado su tratamiento11).
PROBLEMAS MENTALES CAUSADOS POR COVID19
La Organización Mundial de la Salud ha señala do que la ansiedad y la depresión aumentaron un 25% en todo el mundo en el primer año de la pandemia de COVID19, con riesgo de desa rrollar estos y otros trastornos mentales hasta un año después de haberse recuperado. Otras personas pueden sufrir derrames cerebrales, ansiedad, trastornos de la memoria y trastor nos sensoriales. Se considera que el sistema in munitario reaccionaría con una inflamación en todo el cuerpo e incluso en el cerebro. También las células endoteliales de los vasos sanguíneos cerebrales se alteran durante la infección de CO VID19 y así afectaría la función mental. Las célu las microglía pueden atacar las neuronas y dañar las sinapsis. Además, es posible que COVID19 pueda comprometer la diversidad de bacterias y microbios en el intestino. Dado que los micro bios del intestino producen neurotransmisores como la serotonina y la dopamina que regulan el estado de ánimo, su modificación podría ser la raíz de algunos problemas neuropsiquiátri cos. Son factores de riesgo tener un trastorno mental diagnosticado antes de enfermar con COVID, tener síntomas graves de COVID19 y una larga estancia hospitalaria. Los jóvenes pueden mostrar comportamientos suicidas y autolesi vos después de la infección por COVID19. Las mujeres son más propensas que los hombres a informar sobre los efectos en la salud mental. Fi nalmente, las personas con problemas como el asma, cáncer y enfermedades cardíacas pueden desarrollar trastornos mentales posCOVID12).
El mayor estudio de los Estados Unidos que analiza los efectos a largo plazo del COVID el sistema sanitario de la Administración de Vete ranos, incluye más de 9,000 pacientes tratados con paxlovid dentro de los 5 días del inicio de los síntomas, durante las oleadas de ómicron y sub variante. La edad media era de 65 años, el 12% eran mujeres y compararon los resultados con ~47,000 controles. Hubo reducción del 26% de casos de COVID prolongado y sus complicacio nes, así como ampliaron la supervivencia y evitó hospitalizaciones hasta por un año. Hasta que haya más datos, se observa que el tratamiento con paxlovid puede tener beneficios tanto agu dos como a largo plazo en la infección por CO VID1913).
BRECHAS DIVERSAS EN SALUD PÚBLICA POR LA PANDEMIA
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que es posible que las medidas de salud pública indispensables para contener la disemi nación de COVID19, como los confinamientos y el distanciamiento social, podrían haberse asociado con casos atípicos de influenza y virus sincitial respiratorio, debido a la menor exposi ción del sistema inmune a los patógenos respi ratorios comunes14). Añadimos que también a causa de la pandemia se ha dejado de lado el manejo del control de enfermedades crónicas, como hipertensión, enfermedades cardiovascu lares, obesidad, síndrome metabólico, diabetes mellitus y muchas otras, incluyendo el control preventivo de la gestante y los niños. Debido al COVID19 se calcula que, en los últimos 2 años, un millón de casos de cáncer han pasado des apercibidos en toda Europa. Solo en el primer año, los médicos vieron 1,5 millones menos de pacientes con cáncer y 1 de cada 2 personas con cáncer sufrió retrasos en la administración del tratamiento15).
COVID19 Y GESTACIÓN
Se conoce que la infección por COVID19 se aso cia a una mayor morbilidad materna en el emba razo y a resultados y neonatales adversos, como muerte fetal y prematuridad. Actualmente se sabe poco sobre si el momento en que ocurre la infección durante el embarazo afecta estos resultados. En un estudio observacional pros pectivo alemán que incluyó a 1,149 gestantes sintomáticas infectadas por el SARSCoV2, la infección en los dos primeros trimestres del em barazo se asoció con un mayor riesgo de parto prematuro precoz (≤32 semanas) y mortinatos en comparación con la infección en el tercer tri mestre. El riesgo de parto prematuro fue mayor en las primeras 4 semanas tras la infección. La infección por SARSCoV2 debe ser prevenida durante el embarazo, y aquellas infectadas du rante el embarazo temprano podrían beneficiar se de una amplia vigilancia obstétrica durante el resto de la gestación16).
SOBRE LA EFICACIA EN EL TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN POR LAS NUEVAS SUBVARIANTES SARSCOV2 CON EL USO DE ANTICUERPOS MONOCLONALES LA GESTACIÓN
El Colegio Americano de Médicos ha señalado que algunos medicamentos antivirales y an ticuerpos monoclonales pueden mejorar los resultados de los pacientes ambulatorios con COVID19 leve a moderado. En 26 estudios rea lizados antes de la aparición de la variante ómi cron, las combinaciones nirmatrelvirritonavir y casirivimabimdevimab probablemente reduje
ron las hospitalizaciones, mirmatrelvirritonavir probablemente redujo la mortalidad por todas las causas y regdanvimab probablemente mejo ró la recuperación. El casirivimabimdevimab re dujo el tiempo de recuperación con una diferen cia media de 4 días. Molnupiravir puede reducir la mortalidad por todas las causas, sotrovimab puede reducir la hospitalización y remdesivir puede mejorar la recuperación. El lopinavirri tonavir y la azitromicina pueden aumentar los daños, y la hidroxicloroquina puede dar lugar a menores tasas de recuperación. Sin embargo, la generalización de los hallazgos a la variante ómi cron actualmente dominante es limitada17).
Las subvariantes BA.4.6 y BA.5 del SARSCoV2 comparten las mismas sustituciones de aminoá cidos en el dominio de unión al receptor de la proteína espiga, principal objetivo de las vacu nas y los anticuerpos monoclonales terapéuti cos contra el SARSCoV2. La BA.4.6 también tie ne una mutación adicional que no se encuentra en la BA.5 (R346T), hallazgo preocupante que la eficacia de las vacunas actuales y de los anti cuerpos monoclonales terapéuticos contra esta subvariante disminuya considerablemente. Los datos recientes del Instituto Nacional de Enfer medades Infecciosas de Tokio, Japón, sugieren que remdesivir, molnupiravir y nirmatrelvir y los anticuerpos monoclonales bebtelovimab e im devimab conservan su eficacia contra la BA.4.6 in vitro. Los resultados también indican que los anticuerpos monoclonales casirivimab, sotrovi mab, tixagevimab y cilgavimab pueden no ser eficaces contra la BA.4.618).
Sin embargo, en el caso de BQ.1.1 y las 6+ mu taciones hay evidencia preocupante de escape inmunológico, por la pérdida anticipada de efi cacia de los anticuerpos monoclonales evusheld o bebtlelovimab. Esto afecta la terapia preventi va para inmunocomprometidos o la terapia de respaldo cuando el paxlovid no tiene éxito19).
Con relación a las mujeres, 552 gestantes de 12 años o más atendidas en el Sistema de Salud de la Universidad de Pittsburgh (UPMC, por sus siglas en inglés) con cualquier prueba positiva documentada de SARSCoV2, 62% de ellas to talmente vacunadas, fueron tratadas con los an ticuerpos monoclonales (mAb) bamlanivimab y etesevimab, casirivimab e imdevimab, o sotrovi mab y fueron comparadas con 392 gestantes no tratadas con mAb. La mediana de la edad gestacional fue 179 días y el 69% recibió sotrovimab. Los acontecimientos adversos relacionados con el fármaco ocurrieron en 8 (1,4%) gestantes, sin diferencias en los resultados obstétricos. No hubo muertes entre los pacientes tratados con mAb en comparación con una muerte en los pa cientes de control no tratados20).
EFECTIVIDAD DE LAS VACUNAS
Es difícil seguir la pista de las nuevas variantes, con denominaciones esotéricas y muchas sin nombre. Pero varias de ellas son bastante pre ocupantes porque su ventaja de crecimiento en comparación con la BA.5 (la ola que se está supe rando) es sustancial, principalmente por su ca pacidad para eludir la respuesta inmunitaria. El hecho de que las variantes converjan en las mis mas y múltiples mutaciones (en los sitios R346, L452, K444, F486, N460) indica cómo el virus está evolucionando en respuesta a la presión de la infección previa y la inmunidad inducida por la vacuna21). La eficacia de una tercera dosis de vacuna de ARNm de COVID19 (booster) contra la variante ómicron B.1.1.529 es incierta, especial mente en poblaciones de edad avanzada y alto riesgo. Entre las 490,838 personas del sistema sanitario del Departamento de Asuntos de Vete ranos de EE. UU. que habían recibido dos dosis de la vacuna COVID19 de ARNm (BNT162b2 o ARNm1273) al menos 5 meses antes, predomi nantemente varones (88%), con edad media de 63,0±14,0 años y seguimiento medio de 80 días, la efectividad más de 10 días después del refuer zo fue del 42,3% contra la infección, del 53,3% contra la hospitalización y del 79,1% contra la muerte por el SARSCoV222).
En un estudio de fase media y tardía y en com paración con su vacuna original, Moderna Inc. indica que sus vacunas adaptadas a ómicron produjeron mejor respuesta inmunitaria contra las subvariantes BA.4/5, cuando fueron admi nistradas como dosis de refuerzo. Sin embargo, los niveles de respuesta de anticuerpos neutra lizantes se redujeron casi 5 veces contra la sub variante emergente BQ.1.1, aunque la actividad neutralizadora del virus siguió siendo ‘robusta’. Pfizer Inc. y su socio alemán BioNTech SE han afirmado que, al cabo de un mes, su inyección adaptada a ómicron dirigida a las subvariantes BA.4/5 produjo una respuesta de anticuerpos más fuerte en los adultos mayores que la inyec ción original23).
Las variantes más evasivas de la inmunidad son BQ.1.1 y XBB (BA.2.75.2 también), demostrada en parte por la resistencia al bebtelovimab, el único anticuerpo monoclonal que queda y que funcionaba bien contra las versiones anteriores del virus, y al evusheld, la combinación de an ticuerpos utilizada para la prevención de indivi duos inmunodeprimidos. Pero el nivel de escape inmunológico también se observa con la inmuni dad híbrida, es decir, la combinación de vacunas e infección luego de vacunarse. No se encuentra anticuerpos neutralizantes contra BQ.1.1 y XBB (y BA.2.75.2) después de 3 inyecciones (Coro navac) y 7 meses después de una infección por BA.1. En la oleada de BA.5 en los EE. UU. se ha visto que 2 refuerzos reducen las muertes (91%) y las hospitalizaciones en personas de 50 años o más, así como hay menos hospitalizaciones (72%) en personas de 18 a 49 años. Este conjun to de datos se suma a la marcada reducción de la mortalidad para los mayores de 50 años por una 4ª vacuna en comparación con la 3ª. Así tam bién, las revisiones sistemáticas indican que las vacunas ayudan a proteger contra el COVID pro longado en un 30 a 50%21).
Un reciente comunicado conjunto del Ministe rio de Salud del Perú y la Sociedad Peruana de Obstetricia y Ginecología señaló que se continúa impulsando en el país la vacunación con el es quema regular con el objetivo de proteger a las gestantes y sus bebés de diversas enfermeda des inmunoprevenibles, y hacen un llamado a las gestantes y sus familias para que se sumen a su protección completando su proceso de vacu nación, recordando que las vacunas son gratui tas, seguras, eficaces y de calidad24.
Se conoce que las vacunas monovalentes de ARNm COVID19 fueron menos eficaces contra la infección sintomática durante el periodo de pre dominio de la variante ómicron del SARSCoV2. Las vacunas bivalentes contra el COVID19, aún no disponibles en Perú, incluyen un componente de la cepa original del virus para proporcionar una amplia protección contra el COVID19 y un com ponente de la variedad ómicron para una mejor protección contra el COVID19 causado por dicha mutante25). Recientemente se ha puesto a dispo sición las vacunas bivalentes de ARN mensajero (ARNm) que contienen las secuencias ancestrales del coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARSCoV2) y de la versión B.1.1.529 (ómicron) para hacer frente a las oleadas de infección y enfermedad por coronavirus 2019 (CO VID19) causadas por las variantes ómicron. La vacuna bivalente ARNm1273.214 que contiene la mutación ómicron BA.1 y cuyo uso está actual mente autorizado en muchos países, provoca fuertes respuestas de anticuerpos neutralizantes contra la variante ómicron BA.1 y las subvariantes BA.4 y BA.5, epidemiológicamente dominantes. La subvariante ómicron BA.2.75, cuya prevalen cia ha aumentado de forma constante en al me nos 36 países, contiene potenciales mutaciones de espiga que escapan a los anticuerpos. En un estudio, el ARNm1273.214 provocó una potente respuesta de anticuerpos neutralizantes contra la subvariante BA.2.75, independientemente de la infección previa por el SARSCoV2. Esta res puesta fue 2,1 veces superior a la de las subva riantes BA.4 y BA.5 y 3,4 y 1,6 veces menor que la de la cepa ancestral D614G del SARSCoV2 y la subvariante BA.1, respectivamente26).
Al evaluar la eficacia de la vacuna de refuerzo de ARNm bivalente autorizada en los EE. UU., esta proporcionó una protección adicional significa tiva contra la infección sintomática por el SaRS CoV2 durante el periodo en el que predomina ron los linajes y sublinajes de ómicron BA.4/BA.5 en personas que habían recibido previamente 2, 3 o 4 dosis de vacuna monovalente. Debido a la disminución de la inmunidad de las dosis mo novalentes, el beneficio del refuerzo bivalente aumentó con el tiempo transcurrido desde la recepción de la dosis de vacuna monovalente más reciente. Por ello, todas las personas deben estar al día con las vacunas COVID19 recomen dadas, incluidas las dosis de refuerzo bivalentes, si han pasado más de 2 meses desde su última dosis de vacuna monovalente(27).
DERECHOS HUMANOS DURANTE LA PANDEMIA COVID19
Con relación a la pandemia de COVID19, muchos países y estados fracasaron en cumplir sus obli gaciones en materia de derechos humanos. En un inicio, los funcionarios de Wuhan, en China, suprimieron información, silenciaron a los de nunciantes y violaron la libertad de expresión y el derecho a la salud. Luego han existido desigual dades en muchos países en cumplir los derechos humanos de no discriminación, alcanzar el más alto nivel posible de salud y de tomar en serio la obligación de asistencia y cooperación internacio nal. La respuesta a estas violaciones significa una financiación mucho mayor por parte de los paí ses de altos ingresos para apoyar a los países de bajos y medianos ingresos en las recuperaciones basadas en los derechos, además de aplicar me didas para garantizar una distribución equitativa de las tecnologías médicas de COVID19. Se nece sitan nuevos instrumentos y mecanismos jurídi cos, desde un tratado sobre el derecho a la salud hasta un fondo para la defensa del derecho a la salud por parte de la sociedad civil, de modo que los relatos de las futuras emergencias sanitarias y la vida cotidiana de las personas sean de igualdad y derechos humanos28).
ÉTICA
La pandemia de COVID19 ha planteado impor tantes retos a las sociedades y a los sistemas sanitarios de todo el mundo, tanto los retos téc nicos el desarrollo de vacunas y terapias efica ces como los retos éticos determinar el curso de acción ‘correcto’ en cuestiones críticas, como introducir el uso de máscaras y vacunas, res tringir los viajes, investigar intencionadamente en los participantes para probar las vacunas, asignar las escasas vacunas, entre otros. Una decisión ‘correcta’ a la hora de asignar recursos incluye maximizar los beneficios y prevenir los daños, mitigar las desventajas, reciprocidad, valor instrumental e igual preocupación moral. Otros principios éticos invocados con frecuencia la transparencia, el compromiso y la respues ta a las pruebas, son de procedimiento. Sin embargo, para que la ética sirva de base a las decisiones es necesario cambiar el proceso de elaboración de políticas. Para ello se requiere un equipo competente con capacidades y habili dades complementarias que puedan considerar plenamente el complejo impacto global, regional y local de la planificación y la toma de decisiones en caso de pandemia como el COVID. Se tendrá en cuenta los conocimientos existentes sobre los valores y principios adecuados para orientar las políticas, asegurando que los conocimientos éticos estén presentes antes de que se conciba una respuesta de emergencia y se les integre efi cazmente en la toma de decisiones29).
FUTURO
A pesar de los notables avances científicos y mé dicos, los factores políticos, socioeconómicos y de comportamiento socavan la respuesta a la pandemia de COVID19. Se ha publicado el estudio Delphi, fruto de un panel multidisciplina rio de 386 expertos académicos, sanitarios, de organizaciones no gubernamentales, guberna mentales y de otros ámbitos procedentes de 112 países y territorios en respuesta a la pandemia COVID19, para recomendar acciones específicas de manera de acabar con esta amenaza mundial para la salud pública. El panel elaboró declara ciones de consenso y recomendaciones en lo que respecta a comunicación, sistemas de salud, vacunación, prevención, tratamiento y atención, y desigualdades. Tres de las recomendaciones mejor valoradas piden la adopción de enfo ques de toda la sociedad y de todo gobierno, mantener las medidas de prevención probadas utilizando un enfoque de vacunas y una serie de medidas de salud pública y de apoyo finan ciero para complementar la vacunación. Otras recomendaciones aconsejan a los gobiernos y a otras partes que mejoren la comunicación, re construyan la confianza del público e involucren a las comunidades en la gestión de las respues tas a la pandemia. Las tasas de infección tienden a aumentar cuando los gobiernos suspenden las medidas sociales, incluidas las intervenciones no farmacéuticas, independientemente del nivel de vacunación30).
LA DESPEDIDA DEL DR. ANTHONY FAUCI
El Dr. Anthony Fauci, Director del Instituto Na cional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y principal experto en enfermedades infecciosas, planea dejar el gobierno federal de los EE. UU. en diciembre de 2022. Instó a los estadouniden ses a vacunarse con las vacunas de refuerzo ac tualizadas contra COVID19 de Pfizer y Moderna ante un posible repunte de la infección durante el otoño y el invierno, pues dan protección adi cional significativa contra el COVID19 sintomá tico en personas que han recibido previamente dos, tres o cuatro dosis de la vacuna original31). Además, El Dr. Fauci señaló que hoy en día no hay ninguna razón para creer que la amenaza de las infecciones emergentes vaya a disminuir, ya que sus causas subyacentes están presentes y, muy probablemente, en aumento. La aparición de nuevas infecciones y el resurgimiento de las antiguas son en gran medida el resultado de las interacciones humanas con la naturaleza y su invasión. Así mismo, los cambios climáticos ayudan a que surjan agentes infecciosos inesta bles, salten de especie y, en algunos casos, se adapten para propagarse entre los humanos.
Además de la necesidad de seguir mejorando las capacidades para hacer frente a enfermedades infecciosas establecidas como la malaria y la tu berculosis, entre otras, ahora las enfermedades infecciosas emergentes son un reto perpetuo. Los especialistas en enfermedades infecciosas deben estar siempre preparados y ser capaces de responder al perpetuo desafío32).