INTRODUCCIÓN
El estudio de la morfología in vivo a través de imágenes comenzó a hacerse desde los años 70 y 90 en estructuras de bovinos y ovinos, respectivamente (Fasulkov, 2012), y se ha mantenido como una de las técnicas apropiadas para estudiar y diagnosticar posibles alteraciones de diversos órganos de manera rápida, segura, efectiva y no invasiva. En el caso de la glándula mamaria y pezones, esta técnica permite detectar de manera temprana problemas de mastitis, hematomas, abscesos, tumores y cuerpos extraños, entre otros (Hassan et al., 2016; Dantas et al., 2017). Además, existe información que señala una fuerte relación positiva entre los parámetros ecogénicos de la estructura de la ubre (sobre todo en cisterna y longitud del pezón) y la producción y calidad de leche en ovinos (Makovický et al., 2015; Murawski et al., 2019). Sin embargo, información técnica que ayude a relacionar estas variables productivas con la ecogenicidad de dichos órganos es aún limitada, sobre todo en países en desarrollo (Schwarz et al., 2020).
A este respecto, la interpretación de imágenes y la evaluación de su calidad demanda un marco de referencia para extraer información cuantitativa, ya que la segmentación de imágenes en diferentes tipos de tejidos se logra usando una técnica de umbral simple, en la que los valores se clasifican utilizando rangos (Kurrant et al., 2021) y generalmente estos valores se miden por medio de la cantidad de pixeles en una imagen. En este sentido, el uso del ultrasonido en la evaluación de la estructura de la glándula mamaria debe ser considerado como una práctica cotidiana, ya que provee la habilidad de detectar modificaciones anatómicas (Botelho-Brito et al., 2018).
Por otra parte, la importancia de la salud de la ubre no solo debe ser vista a través de la longevidad en la producción y la ocurrencia de mastitis, sino que además, se deben considerar algunas características funcionales como morfología, resistencia y tolerancia a infecciones, entre otros (Vrdoljak et al., 2020), ya que algunas características como profundidad de la ubre y tamaño de pezones están relacionados con la incidencia de infecciones (Pérez-Cabal et al., 2013) y la eficiencia productiva (Prpic et al., 2016).
En este sentido, un diagnóstico temprano, rápido y continuo ayuda a minimizar las pérdidas que acarrean los problemas relacionados con la glándula mamaria, por lo que la ecografía de la ubre puede ser utilizada como apoyo en el diagnóstico de infecciones y detección de anomalías tempranas (Ayadi et al., 2003). Así mismo, se ha observado que la ecografía de la glándula mamaria en ovinos se viene utilizando en el estudio de la estructura interna de la glándula mamaria y su relación con la anatomía, infecciones y cambios en el tejido (Alejandro et al., 2014). Además, se sabe que existe una asociación entre las medidas tomadas con ultrasonido y el crecimiento del cordero, las cuales pueden ser utlizadas como variables predictoras (Haslin et al., 2021). Sin embargo, información que relacione la ecogenicidad de factores como tipo de tejido en un órgano particular, consistencia del órgano, edad del animal, presencia de lesiones, entre otras es aún limitada. Por lo anterior, el objetivo del estudio fue evaluar la estructura ecográfica de la ubre en ovejas con la finalidad de desarrollar tecnología de seguimiento a la salud mamaria y su relación con el comportamiento productivo de su progenie hasta el destete.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los métodos utilizados en el estudio así como el manejo de las ovejas y de los corderos estuvieron estrictamente apegados a los lineamientos aceptados para el uso ético, cuidado y bienestar de los animales utilizados en trabajos de investigación, de acuerdo con la Federación de Sociedades de Ciencias Animales (FASS, 2010), Academia Nacional de Medicina (NAM, 2011) y por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México con la aprobación del Proyecto «Evaluación ecográfica de los órganos reproductores masculinos y femeninos en ovinos y caprinos para determinar parámetros de ecogenicidad relacionados con la eficiencia productiva y reproductiva».
El estudio se realizó en un rebaño comercial (n=500) destinado a la producción de corderos para el abasto, el cual está constituido por ovejas de pelo en absorción a Katahdin. La unidad de producción se ubica en el municipio de Nicolas Romero del Estado de México. El clima es templado subhúmedo, con lluvias en verano, precipitación anual de 800-1000 mm y temperatura media anual de 16 °C (García, 2004).
Se eligieron al azar 22 hembras ovinas adultas lactantes (>1 parto), provenientes de parto doble. Previo al inicio del experimento se realizó una evaluación para detectar animales con ubres sanas y que presentaran lesiones para agrupar en base a este criterio. Se registraron 1070 datos de 8 cortes ecográficos de la ubre con 6 repeticiones por corte. Los cortes ecográficos (CE) se realizaron con el equipo Mindray® dp-10 (Guangzhou, China) y un transductor transabdominal convexo de 5 MHz. La medición de las imágenes en pixeles se hizo con el programa Image J® 1.480 de software libre. Se obtuvieron imágenes digitales de cada campo. Los cortes registrados (Figura 1) fueron: longitudinal caudal derecho (LCaD), transversal caudal derecho (TCD), longitudinal caudal medio de los medios de la ubre (LCMM), longitudinal caudal izquierdo (LCaI), transversal caudal izquierdo (TCI), pezón izquierdo (PI), longitudinal craneal izquierdo (LCrI), y longitudinal craneal derecho (LCrD). En cada corte se registró el tipo de tejido (parénquima o cisterna), consistencia de la ubre (dura, firme y suave) y presencia/ausencia de abscesos (Griffiths et al., 2019).
En las ovejas se registró condición corporal (CC) (Montossi et al., 1998), edad, tipo racial (TR) y tipo de parto (TP). En los corderos se midió peso al nacimiento, peso final (considerado como peso al destete a 100 días de edad) utilizando una báscula de gancho electrónica con capacidad de 45 kg ± 5 g (Metrology, Nuevo León, México) y ganancia diaria de peso calculado como la diferencia entre el peso final y el peso al nacimiento entre la edad al destete.
El análisis estadístico se realizó utilizando el paquete estadístico SAS v. 9.4. Se utilizó un modelo de efectos fijos, con un diseño completamente al azar, con el procedimiento GLM. El análisis se realizó con el bajo el siguiente modelo: Yijklmno =µ+CEi+Tj+CSk+-ABl+Em+Rn+Eijklmno donde: Yijklmn: cantidad de pixeles por corte y/o CC; µ: constante que caracteriza a la población; CEi: efecto fijo del i-ésimo corte ecográfico (i=1,2,3…8), Tj: efecto fijo del j-ésimo tejido considerado en el corte (j=1,2,3), CSk: Efecto fijo de la k- ésima consistencia de la ubre (k=1,2,3); ABl: Efecto fijo de la l-ésima presencia de abscesos (l=0,1); Em: efecto fijo de la m-ésima edad del vientre (m=1,2…,5); Rn: efecto fijo del n-ésimo tipo racial evaluado; Eijklmno: error aleatorio, el cual se supuso normalmente distribuido.
Se realizó un análisis de correlación de Pearson, así como un análisis de regresión múltiple mediante el procedimiento Stepwise, para conocer la relación entre las variables, en especial entre la cantidad de pixeles por CE con las características de la ubre y el comportamiento productivo de los corderos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El Cuadro 1 muestra los resultados de la media de pixeles (MP) por corte ecográfico. Se encontró un efecto dado por el tipo de corte y donde LCaD, TCD, LCaI, TCI, PI, LCRD y LCrI tuvieron valores superiores (p<0.05) a LCMM, que fue el corte con la menor cantidad de pixeles. Al respecto, Bruckmaier y Blum (1992) indicaron tiempo atrás que el ultrasonido provee un valioso sistema para visualizar cambios en la estructura mamaria, pues frecuencias entre 5 y 7.5 MHz son apropiadas para detectar cambios a este nivel (Alejandro et al., 2014), ya que se pueden visualizar adecuadamente estructuras como parénquima, el borde entre la cisterna y el pezón. Asimismo, si se observan pérdidas en el patrón granular normal del parénquima, junto a la presencia de zonas anecoicas y rodeada de estructuras hiperecoicas, lo cual es indicativo del tejido conectivo característico de procesos infecciosos (Fasulkov et al., 2014; Franz et al., 2009).
R2= Coeficiente de determinación, CV = Coeficiente de variación
LCaD= Corte Longitudinal caudal derecho; TCD= Corte Transversal caudal derecho; LCCM= Longitudinal caudal medio de los medios de la ubre; LCaI= Longitudinal caudal izquierdo; TCI=Transversal caudal izquierdo; PI= Pezón izquierdo; LCrI= Longitudinal craneal izquierdo; LCrD= Longitudinal craneal derecho
Los resultados encontrados por tipo de tejido, consistencia de la ubre y presencia de abscesos se muestran en el Cuadro 2. La mayor cantidad (p<0.05) de pixeles se observó en los cortes de parénquima, mientras que la menor cantidad de pixeles por corte se observó en abscesos y tejido de cisterna (p<0.05). Respecto a la consistencia de ubre, se encontró mayor cantidad (p<0.05) de pixeles en cortes realizados sobre tejido suave, aunque sin diferencia significativa con tejido firme, mientras que los cortes duros presentaron los menores valores; resultados que concuerdan con Hassan et al. (2016), quienes indican una estructura granular hipoecogénica para el tejido de parénquima y donde alteraciones de la apariencia normal del corte ecográfico ayudan al diagnóstico de patologías en ubre y pezones.
En la evaluación de la presencia de abscesos, los mayores valores se observaron en ubres con ausencia de abscesos, lo cual coincide con los resultados encontrados por tipo de tejido. Así mismo, una mayor CC se encontró en animales con ausencia de abscesos, lo cual es un claro indicativo de buena salud en los animales, ya que los procesos infecciosos incrementan el contenido de células somáticas en leche, reduciendo su calidad y cantidad (Kumar et al., 2019), afectando la salud de la ubre (Bovo et al., 2021).
No se observó un claro efecto de la edad en la cantidad de pixeles en los cortes ecográficos, ya que los mayores valores (p<0.05) se encontraron en animales de 36 y 60 meses. En forma similar, en el caso de la condición corporal, los mayores niveles de pixeles se observaron en animales de 12 y 36 meses de edad (p<0.05) (Cuadro 3). Por su parte, el tipo racial mostró un comportamiento similar al encontrado en edad, sin una tendencia clara a favor de ningún tipo fenotípico (Cuadro 3). Los resultados sugieren que el análisis ecográfico de la ubre se puede realizar en animales de cualquier edad (siempre y cuando hayan iniciado la producción de leche), tipo racial y condición corporal, lo cual asegura que se cuenta con una herramienta útil para monitorear el comportamiento de la glándula mamaria bajo diferentes esquemas de manejo y de producción (Molenaar et al., 2020).
R2: Coeficiente de determinación; CV: Coeficiente de variación; n: Número de ovejas KT: Katahdin; RM: Romanov; DP: Dorper; DPxRM: Dorper x Romanov; NG: Negra; NGLN: Negra con lana
El Cuadro 4 muestra la matriz de correlaciones entre las variables consideradas. La mayoría muestra relaciones significativas, tanto positivas como negativas. Un dato interesante es la relación negativa entre consistencia de la ubre con GDP y PN (p<0.001). En este sentido, no se encontraron reportes que relacionen de manera directa el análisis ecográfico con caracteres productivos; sin embargo, Poser et al. (2013) indican que parámetros ecocardiográficos están significativamente relacionados con el peso corporal, ganancia de peso y edad de ovinos, con lo cual se tiene una repetibilidad y reproducibilidad excelente para la mayoría de las dimensiones en los órganos evaluados, permitiendo que esta sea una técnica confiable para la evaluación clínica-productiva (Hallowell et al., 2012). Por otro lado, Murawski et al. (2019) mencionan que existe una fuerte correlación entre variables ecogénicas con la producción de leche, a su vez la producción de leche influye sobre el crecimiento y la ganancia de los corderos lactantes. Por lo tanto, los resultados encontrados en el presente estudio validan la evidencia de una fuerte relación entre el comportamiento productivo con varios parámetros ecográficos.
*p<0.05; **p<0.001; ***p<0.0001
CE: Corte ecográfico; P: Pixeles; T: Tejido; CC: condición corporal; CU: Consistencia de la ubre; TP: Tipo de parto; PN: Peso al nacimiento; PF: Peso al destete (100 días); GDP: Ganancia diaria de peso
La relación entre el número de pixeles por corte con las características de la ubre y el comportamiento productivo de los corderos se presenta en el Cuadro 5. La función linear (y = a + bx1 + bx2 + …, bxn) fue la que mejor ajustó las relaciones entre variables (>50%). Todas las variables influyeron significativamente (p<0.05) en el modelo; sin embargo, las variables que explican la mayor variabilidad del modelo fueron el tipo de tejido (49%), GDP (8.1%), peso al nacer (7.2%) y edad de las madres (5.7%). Estos resultados coinciden con Silva et al. (2016), quienes reportan que todos los coeficientes considerados para composición corporal en ovejas y corderos influyen significativamente cuando se utiliza la ultrasonografía con modelos ovinos, pero se debe considerar que los modelos de predicción tienen un mayor peso al evaluar una raza en específico. Por su parte, Albino et al. (2017) indican una precisión en el análisis de regresión similar (0.56) al encontrado en el presente estudio al evaluar por ultrasonografía la composición de la estructura parenquimal de la glándula mamaria, y concluyen que se puede medir acertadamente la composición de la ubre y puede servir como base para estudiar la relación con diversos parámetros productivos.
CONCLUSIONES
El número de píxeles en los cortes ecográficos tienden a incrementar en ubres sanas de las ovejas del estudio, de allí que podría utilizarse como indicador de la salud mamaria durante la lactancia, pues tiene una fuerte relación con el comportamiento productivo de los corderos, en particular con la ganancia diaria de peso.
Este es un estudio pionero de la evaluación clínico-productiva de la salud de la glándula mamaria en las ovejas y su relación con el desarrollo de los corderos, con el cual se sientan las bases para estudios que utilicen de manera integral la evaluación ecográfica y el comportamiento en los animales.