INTRODUCCIÓN
El uso de semen sexado en la producción láctea permite la predeterminación del sexo de los terneros resultantes con una confiabilidad aproximada del 90% (DeJarnette et al., 2008). Para predeterminar el sexo de la descendencia es necesario manipular la abundancia relativa de espermatozoides viables que portan cromosomas X e Y, lo que se lleva a cabo a través de citometría de flujo mediante la clasificación de células activadas por fluorescencia (Garner et al., 2013) o por división por láser de los espermatozoides no deseados que portan el cromosoma X o Y (Faust et al., 2016).
El semen sexado se usa principalmente en hatos lecheros, tanto en vaquillas como en vacas lactantes (Butler et al., 2014). La razón principal para incorporar semen sexado en una explotación lechera es imponer un sesgo en el sexo deseado en la progenie resultante. En los sistemas lecheros se requieren terneras, tanto para reemplazos como para expansión del rebaño (De Vries et al., 2008). También se ha reportado que la gestación de una ternera da como resultado un aumento en la producción de leche, en especial en la primera parición (Hinde et al., 2014). Otro beneficio del semen sexado podría ser la reducción de los casos de distocia en cerca del 20% (Seidel, 2003; Norman et al., 2010), ya que las terneras son más pequeñas, facilitando el proceso del parto. Además, la utilización de semen sexado para generar reemplazos puede mejorar la bioseguridad, ya que no se dependería de la compra de vaquillas que eventualmente podrían encontrase infectadas con algún patógeno indeseable (Weigel, 2004).
El objetivo de este estudio fue determinar la tasa de concepción al primer servicio, natalidad y porcentaje de terneros hembras nacidas usando semen sexado Gyr en la inseminación artificial (IA) de vacas Holstein en la irrigación Majes-Arequipa, Perú.
MATERIALES Y MÉTODOS
Lugar de Ejecución
El presente estudio fue de tipo prospectivo y se realizó en el marco del programa de mejoramiento reproductivo de los Centros de Acopio Lecheros de la Irrigación Majes, en el distrito de Majes, provincia de Caylloma, región de Arequipa, Perú, durante los meses de diciembre de 2011 a octubre de 2012, periodo que abarcó la selección e inseminación artificial (IA) de las vacas hasta el nacimiento de los terneros. La irrigación Majes está ubicada a una altitud de 1410 msnm, con una temperatura media anual de 19.1 ºC, presenta dos épocas climáticas en el año (estaciones) con cierta variación en temperatura y precipitaciones. Así, de diciembre a marzo (época de lluvia) con temperatura máxima de 21 ºC) y de julio a noviembre (época seca) con temperatura máxima de 22-23 ºC) y humedad relativa promedio anual de 52%.
Ganaderías y Vacas
El presente estudio se realizó en 381 ganaderías asociadas a los Centros de Acopios Lecheros (CAL) de la Irrigación Majes, con un promedio de 25 a 30 vacas por ganadería. La crianza es de tipo semi-intensiva con un manejo nutricional basado en forraje-concentrado, con pastoreo de alfalfa y suplementación con ensilado de maíz. La producción promedio de leche está alrededor de 25 l/vaca/día, y como método reproductivo se emplea únicamente la inseminación artificial.
Se utilizaron 1174 vacas Holstein de segundo y tercer parto, que fueron seleccionadas con base a un periodo de espera voluntaria entre 80 y 100 días después del parto, de buena condición corporal y sin antecedentes de problemas al parto ni infecciones a nivel del tracto reproductivo. Las vacas seleccionadas fueron evaluadas mediante palpación rectal e inseminadas en una sola oportunidad con semen sexado de tres toros Gyr.
Procedimiento Experimental
Se emplearon pajillas de semen sexado mediante citometría de flujo de tres toros Gyr: «Delegado» (394 pajillas), «Foliao» (408 pajillas), «Peralta» (372 pajillas), procedentes del Centro de Genética Bovina CRV Lagoa (Brasil). Las pajillas eran de 0.25 ml, con 2 a 5 millones de espermatozoides por pajilla. La motilidad espermática se evaluó al azar en seis pajillas de cada toro mediante microscopía óptica, observándose 50% de motilidad para Delegado y 55% tanto para Foliao como para Peralta.
La detección de celo se realizó de manera visual teniendo en consideración indicadores fisiológicos y de comportamiento, y fue realizada por los propietarios y personal de las ganaderías, cuando las vacas se encontraban tanto en los corrales como al pastoreo. Además, se hizo una evaluación mediante palpación rectal previa a la inseminación para determinar la calidad de la secreción cervical (flujo transparente, viscoso y sin alteraciones que indicaran infecciones). Para la IA se tomó en cuenta un periodo de 12 horas del inicio probable de celo (Roelofs et al., 2005). Las pajillas de semen fueron retiradas del tanque criogénico para ser descongeladas en agua temperada a 37 ºC por 40 s. El semen fue depositado a nivel intrauterino, pasando el canal cervical (Mac-Pershon, 1968). El diagnóstico de preñez se realizó por palpación rectal a los 45-60 días de la IA. La identidad de las vacas inseminadas, las fechas de los celos y de los servicios, así como los resultados del diagnóstico de preñez fueron registrados. Las variables de estudio fueron la tasa de concepción al primer servicio ([Número de vacas preñadas / Número de vacas inseminadas] * 100), la tasa de natalidad ([Número de crías nacidas / Número de vacas inseminadas] * 100) y el sexo del ternero.
Análisis de Datos
Las tasas de concepción y natalidad de las vacas y sexo de los terneros son presentadas como proporciones, con intervalos de confianza del 95%. Los datos de porcentajes de concepción y natalidad durante los meses del estudio fueron analizados mediante análisis de varianza de una vía con un p<0.05. La comparación de las tasas de concepción y natalidad de vacas de 2do y 3er parto fueron evaluadas mediante la prueba de t-Student (p<0.05). Las diferencias en cuanto al semen de los toros con relación con la tasa de concepción y natalidad de las vacas y sexo de los terneros fueron analizadas mediante la prueba de Chi cuadrado (p<0.05).
RESULTADOS
La frecuencia de inseminaciones por mes en vacas de segundo parto se muestra en la Figura 1. El diagnóstico de preñez según el mes del servicio varió entre 37 y 77%, en tanto que la frecuencia de partos varió entre 32 y 71%. En forma similar, la frecuencia de inseminaciones por mes en vacas de tercer parto se muestra en la Figura 2. El diagnóstico de preñez según el mes del servicio varió entre 39 y 88%, en tanto que la frecuencia de partos varió entre 38 y 85%. En ningún caso se observaron diferencias estadísticas por efecto del mes de servicio. Tampoco se observaron diferencias significativas por efecto de las épocas del año.
Tampoco se observaron diferencias significativas en las tasas de concepción al primer servicio y natalidad por efecto de la estacionalidad, habiéndose obtenido tasas de concepción entre 46 y 82% y de natalidad entre 45 y 79% (Figura 3).
El número de parto (segundo o tercero) no fue un factor que influenció la tasa de concepción o la natalidad (Figura 4). La tasa de concepción promedio fue de 56% y la tasa de natalidad de 54%. Por otro lado, el porcentaje de terneras fue de 82% y de terneros de 18 %.
DISCUSIÓN
El semen sexado es una técnica prometedora para la industria lechera porque proporciona un mayor número de terneras en el establo (De Vries et al., 2008), mayor posibilidad de reemplazos (Holden y Butler, 2018) y disminución de distocias (Garner y Seidel, 2008).
El número de partos no influyó en las tasas de concepción y de natalidad con el uso de semen sexado. Asimismo, la tasa de natalidad fue muy similar a la tasa de concepción. Sin embargo, se pudo observar una menor natalidad en el mes de agosto frente a los meses de julio, setiembre y octubre. Se ha demostrado que la fertilidad en vacas lecheras lactantes es muy sensible al estrés por calor (Huang et al., 2008; Avendaño-Reyes et al., 2010), lo que no sucede en el presente estudio, pues la irrigación Majes mantiene temperaturas medias constantes a lo largo del año, de allí que esta diferencia estadística en la natalidad estaría supeditada a una respuesta individual de los animales. La falta del efecto de las condiciones climatológicas sobre la tasa de gestación se puede atribuir al clima templado durante la inseminación y a la resistencia asociada de la raza a la temperatura y humedad ambiental elevada en Bos indicus y sus cruces con Bos taurus (McManus et al., 2009; Gaughan et al., 2010).
La tasa de concepción promedio de 56% fue mayor a las reportadas en vaquillas por Seidel et al. (1999) y Cerchiaro et al. (2007) con valores de 45 y 51%, respectivamente; y más aún con las tasas de preñez reportadas en otros estudios (Andersson et al., 2006; Mellado et al., 2010). Por otro lado, en la mayoría de estos ensayos se utilizaron vaquillas a diferencia del presente estudio donde se utilizaron vacas de segundo y tercer parto. A pesar de los resultados tan prometedores es muy posible que las tasas de concepción se encuentren comprometidas por el efecto toro, aunque se usó semen de tres toros en casi la misma proporción.
Según otros estudios, el semen sexado sería más eficiente en vaquillas que en vacas (Seidel y Schenk 2008), debido a las bajas tasas de concepción obtenidas en vacas (Seidel y Garner, 2002). Sin embargo, el presente estudio demuestra que, teniendo el debido cuidado en el manejo de la IA es posible obtener tasas de concepción alentadoras para el uso de este material genético en vacas, que en un establo constituye el grueso de los animales destinados a reproducción, en comparación a las vaquillas.
La tasa global de concepción de 56% fue similar al obtenido con el uso de semen convencional en la misma zona del trabajo, lo que deja camino a la realización de otros trabajos de investigación que corrobore este resultado hallado, toda vez que existen reportes que minimizan el uso de semen sexado al obtener tasas de concepción de 21% frente al 46% con semen convencional congelado (Anderson et al., 2006). Por otro lado, la tasa de natalidad promedio de 54% frente a la tasa de concepción de 56% indica que las pérdidas embrionarias y fetales fueron mínimas, lo cual puede señalar, indirectamente, el estado sanitario y reproductivo de las vacas motivo de estudio (Diskin y Morris, 2008).
La frecuencia de nacimiento de hembras (82%) frente a machos (18%) fue menor al estudio de Mellado et al. (2010) con 91% (142/156) de crías hembras y al de Seidel y Garner (2002) y de DeJarnette et al. (2008) con 90% de terneras. Sin embargo, otros estudios muestran datos más cercanos a los encontrados en el presente estudio, como el de Diers et al. (2020) con 87% de nacimientos hembras o el de Bodmer et al. (2005) con 85.3%. Estas diferencias, según los autores, podrían deberse a la técnica del sexado o a la proporción de espermatozoides con el cromosoma XY que no han sido adecuadamente detectados al pasar por la citometría de flujo, o por otros factores como la selección cuidadosa de toros IA, la detección precisa del celo (Bodmer et al., 2005).
CONCLUSIONES
La tasa de concepción al primer servicio y la tasa de natalidad encontrada en este estudio demuestran que el uso de semen sexado de raza Gyr es una buena opción de manejo reproductivo en vacas Holstein de segundo y tercer parto.
El número de parto y la estación del año no influyeron sobre las tasas de concepción y natalidad con el uso de semen sexado.