INTRODUCCIÓN
Las enfermedades transfronterizas suelen ser altamente contagiosas, afectando directamente a la salud pública y pudiendo afectar la economía de los países. El desplazamiento de las personas, animales y la concentración e intensificación de los sistemas de producción es una de las causas que perpetúa la redistribución y velocidad de propagación de estas enfermedades (FAO, 2009), sumándose a ello el comercio mundial que permite la llegada de agentes patógenos hacia nuevas fronteras. Esto ocurre, más allá de que existen normas que regulen el comercio interior y exterior en cada país, debido a que existe la posibilidad de que los responsables de transportar animales, productos o subproductos de ellos puedan evadir el registro de los controles fronterizos, exponiendo al país a la entrada de nuevos patógenos (Cediel y Martínez, 2010).
En ese sentido, la estrategia de detección de brotes es fundamental debido a que conforme avanza el tiempo, existen nuevos factores que dificultan la prevención, control y manejo de las enfermedades emergentes (USAHA, 1998). Existen enfermedades de importancia en salud pública que se han logrado eliminar en algunos países como la rabia en México (OPS, 2019); sin embargo, en otros lugares como en España, a pesar de los esfuerzos realizados se han presentado brotes de rabia debido a las movilizaciones transfronterizas (Echevarría, 2020).
Los canes, al ser reservorios de muchas enfermedades zoonóticas, son un potencial riesgo de introducción de enfermedad exótica a los países. En el Perú, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), establece los requisitos sanitarios para la importación y certificados veterinarios internacionales que respaldan el ingreso de mascotas al país (SENASA, 2020). Dentro de las certificaciones sanitarias exigidas a los canes se encuentra la desparasitación interna y externa, y la vacunación completa, que incluye parvovirus canino, distemper canino, hepatitis canina, leptospirosis y rabia (SENASA, 2017a).
El análisis de la procedencia de los canes ingresados al país permitiría evaluar las posibles enfermedades endémicas o exóticas que podrían estar ingresando desde el país de origen al Perú. En este contexto, el estudio tuvo como objetivo determinar la procedencia de los canes ingresados durante el periodo 2009-2018 y evaluar indirectamente el potencial riesgo de introducción de agentes zoonóticos exóticos para el Perú.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se desarrolló en el Laboratorio de Epidemiologia y Salud Publica en Veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universitaria Peruano Cayetano Heredia (FAVEZ-UPCH), en Lima, Perú. La investigación correspondió a un estudio observacional descriptivo retrospectivo, acompañado de un estudio de revisión de literatura relacionado a enfermedades exóticas y endémicas para los países de origen de los canes ingresados al país, pero exóticas para el Perú.
El estudio utilizó una base de datos proporcionada por el SENASA-MIDAGRI de ingreso de canes al Perú durante el periodo 2009-2018. Se descartaron los datos que estuvieron incompletos. Las variables de estudio fueron: (a) año de ingreso de los canes al país (2009-2018), (b) procedencia, definido como el país de origen de los canes, (c) punto de ingreso de los canes (aeropuerto, puerto marítimo, puesto fronterizo terrestre) y (d) número de canes ingresados. Los datos fueron analizados mediante estadística descriptiva y los resultados fueron resumidos en frecuencias absolutas y relativas; presentándose en cuadros de acuerdo con las categorías de las variables consideradas en el estudio.
Se obtuvo información acerca de enfermedades zoonóticas exóticas para el Perú, pero exóticas y endémicas con reservorio en canes en los países de origen de los principales países y regiones geográficas de donde provinieron los canes internados al Perú. Se realizaron búsquedas en plataformas de acceso libre como: The Lancet, PubMed, SciELO, Nature Research, Elsiever y a través de la revisión de los portales WEB de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Se extrajo las siguientes características básicas de cada publicación: (a) enfermedad reportada, (b) información epidemiológica, (c) país de presentación, y (d) referencias bibliográficas de la fuente de obtención de la información.
El estudio no contravino ninguna norma ética debido a que se utilizó información solicitada por la FAVEZ-UPCH al SENASA- MIDAGRI con fines de investigación.
RESULTADOS
La revisión y depuración de las bases de datos ofrecida por el SENASA-MIDAGRI permitió obtener datos de 40 860 canes que registraron ingreso al país en el periodo 2009-2018. Los meses en el que ingresaron la mayor cantidad de canes fueron de diciembre, enero y julio (Cuadro 1). La mayor cantidad de canes provinieron de las Américas (Norte y Sur) y Europa. EEUU y Chile representaron los principales países de origen en el primer caso y España e Italia en el segundo caso (Cuadro 2).
Las principales puertas de ingreso de los canes al país fueron el Aeropuerto Internacional (oficina dentro del aeropuerto en la zona de llegada de equipajes del aeropuerto internacional del Callao) y el Terminal Aéreo (carga) (oficina del SENASA - MIDAGRI que se encuentra fuera de dicho aeropuerto que se encarga del control del ingreso de animales que llegan como carga). Menor flujo de ingreso se reportó por otros puestos aéreos, terrestres o marítimos (Cuadro 3).
La revisión bibliográfica de las enfermedades zoonóticas exóticas para el Perú consideró los casos de enfermedades endémicas o exóticas en los países de donde provenían con más frecuencia los canes ingresados al Perú. Dentro de este grupo de enfermedades se encontró evidencias bibliográficas de fiebre botonosa, la fiebre maculosa o fiebre de las montañas, leishmaniosis visceral, sepsis por Capnocytophaga canimorsus y erliquiosis por Ehrlichia ewingii. El consolidado de las mismas se presenta en el Cuadro 4.
DISCUSIÓN
El estudio muestra que durante el periodo en estudio se tuvo una tendencia creciente de ingreso de canes al Perú, lo cual seguiría la tendencia observada con las migraciones de personas al Perú. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en agosto de 2017 se registró un incremento de 437 405 personas extranjeras adicionales que ingresaron al país, representando 7.7% de aumento con respeto a agosto de 2016 (INEI, 2017). En ese lapso se observó que el mayor número de ingreso de extranjeros procedieron de los Estados Unidos de Norteamérica (21%), seguido de Chile (10.8%), Brasil y España (6.9% en cada caso) y Argentina (6.2%) (INEI, 2017), lo que coincide con los países de origen de los canes ingresados al país en los últimos años (EEUU, Chile, Argentina, España), a excepción de Brasil.
Yuryeva (2016) menciona que el turismo interno y externo al país de residencia con animales domésticos es uno de los nuevos nichos en el mercado, convirtiéndose en una tendencia en muchas partes del mundo. En España se ha calculado que el 90% de los propietarios incluyen a sus mascotas en los viajes familiares (La Vanguardia, 2015) y Díaz (2021) menciona que el 45% de 2743 personas encuestadas en España viajaron con sus mascotas entre 3 a 6 veces por año. En Argentina, Marino (2015) encuentra que el 54.1% de las personas que viajan prefieren dejar a sus animales de compañía en la casa de un amigo o familiar, sin embargo, existe un 31.4% de propietarios que prefieren viajar con ellos.
En la actualidad, la movilización con las mascotas se ha facilitado debido a la existencia de servicios empresariales que se encargan de realizar los trámites documentarios necesarios, asegurando el viaje de los anima- les con las mayores condiciones de bienestar posibles (Pet Travel, 2019). Uno de los principales motivos de llevar a las mascotas en los viajes de los propietarios es el «sentimiento de culpa» que sienten estos de dejarlos solos, en un hospedaje desconocido o con terceras personas, además del estrés que pueden sufrir (Sotillo, 2019).
Esta práctica de las personas de viajar con sus mascotas ha sido vista, además, como una oportunidad de negocio. El mercado de establecimientos de entretenimiento o restaurantes en el Perú se está alineando al concepto de «pet friendly» debido a la mayor demanda de «tiempo compartido» entre el humano y el animal de compañía (Fabiani, 2016). A su vez, Marino (2015) indica una mayor demanda de guarderías y hospedajes para canes en épocas festivas, las mismas que coinciden con las temporadas de mayor movimiento turístico. En el caso del Perú estos corresponden a los meses de diciembre, enero, febrero y julio; meses en los que se reporta un mayor ingreso de canes al país, los mismos que ingresan principalmente por vía aérea.
Los resultados de países de procedencia de los canes coinciden con los ingresos que reporta PROMPERU (2019), institución que señala que la mayoría de los turistas provienen de países próximos al Perú, posiblemente debido a las incomodidades de largas horas de vuelo que tendrían los canes procedentes de Asia y Oceanía.
El SENASA-MIDAGRI es la entidad encargada del control del ingreso de animales de compañía en el Perú. Las exigencias mínimas incluyen la presentación de certificaciones de salud y de vacunación emitidas por un médico veterinario colegiado y habilitado (SENASA, 2020). El primero hace referencia al estado de salud actual, condiciones y antecedentes del animal y el segundo sustenta las vacunas exigidas (SENASA, 2021). En caso no se cuente con los documentos exigidos por el SENASA-MIDAGRI, el animal pasa a una evaluación pudiendo pasar a cuarentena domiciliaria de 15 días o la deportación al país de origen. Una cuarentena domiciliaria solo se procedería en caso de que el dueño encuentre un documento que evidencie el estado de salud y vacunación de su mascota (SENASA, 2017b).
La importancia del cumplimiento de estos protocolos protege al animal de compañía y a los que pudieran estar en contacto con él, además de salvaguardar a las personas de la exposición a zoonosis. Sin embargo, estas exigencias no protegen de algunas zoonosis que pudieran ser endémicas o exóticas en los países de procedencia de los animales de compañía, probablemente debido a que no son consideradas dentro de los protocolos de vigilancia, por considerar que el riesgo de introducción es insignificante o simplemente porque no ha sido evaluado su potencial riesgo de ingreso al país. El estudio encuentra la presencia de casos de enfermedades como fiebre maculosa (Rickettsia rickettsii), fiebre botonosa (Rickettsia conorii), sepsis (Capnocytophaga canimorsus), leishmaniosis visceral (Leishmania infantum) y erliquiosis humana (Erhlichia ewingii) en algunos de los países de donde provinieron el mayor número de canes ingresados al Perú.
La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas es transmitida por la picadura de la garrapata y es endémica de los Estados Unidos. Los signos característicos en humanos son la erupción cutánea en las extremidades, fiebre, y mialgia, pudiendo desencadenar hasta daños a nivel vascular trayendo lesiones en los órganos. En caninos se presenta con epiescleritis, epistaxis, hematuria o signos neurológicos (CFSPH, 2006; Drexler et al., 2017). La fiebre botonosa es una enfermedad endémica de la zona del mediterráneo y es transmitida por garrapatas. Los caninos no presentan signos clínicos, pero en el humano puede ocasionar linfadenitis, hipertermia, erupción macular (OPS, 2003; García et al., 2018).
Ehrlichia ewingii es una bacteria endémica de EEUU, que causa fiebre, mialgia, erupción petequial, cefaleas, diarreas, anemia y trombocitopenia en las personas (Paddock, 2001) y petequias, hematomas, uveítis o hematoquecia en caninos (Stiles, 2000), y solo se tiene como método diagnóstico a la técnica del PCR (Allen et al., 2014). La leishmaniosis visceral es una enfermedad endémica de España y Argentina y transmitida por la picadura de un flebótomo donde el principal reservorio es el perro. Presenta una sintomatología muy similar a otras enfermedades y puede ser difícilmente diagnosticada (Galé et al., 2013). Capnocytophaga canimorsus es una bacteria transmitida por la mordedura de canes y las personas afectadas empiezan a presentar los síntomas tres semanas post mordedura (dolor en las extremidades, disnea, pirexia y cianosis) (Deshmukh et al., 2004).
Si bien es cierto que en la mayoría de los casos, las enfermedades mencionadas se presentan en baja frecuencia, es importante tenerlas presente debido a que, ante la presencia de un animal que estuviera incubando alguna de ellas, estas pueden hacerse evidentes clínicamente como producto de una disminución de la capacidad defensiva del sistema inmunológico producto del estrés ocasionado por el viaje.
Dado que el estudio únicamente ha evaluado la base de datos de ingresos de canes al país, se desconoce cuántos de los animales que ingresaron son importados y nacionales que reingresaron, cuántos de ellos permanecieron en el Perú y cuántos retornaron al país de origen; dada la no identificación de la práctica de viajar con los canes desde el Perú hacia el extranjero en prácticas turísticas; aspectos que pueden ser considerados como limitaciones del estudio.
CONCLUSIONES
Existe un riesgo potencial de introducción de agentes patógenos exóticos que proceden de algunos países de donde procede el mayor número de canes ingresados al país, lo que pude hacer vulnerable al país a enfermedades como fiebre maculosa (Rickettsia rickettsii), fiebre botonosa (Rickettsia conorii), sepsis (Capnocytophaga canimorsus), leishmaniosis visceral (Leishmania infantum) y erliquiosis humana (Erhlichia ewingii).
Es importante conocer las enfermedades que son endémicas o de presentación exótica en los países desde donde provienen los canes que ingresan al país, a fin de tomar las medidas preventivas para evitar el ingreso de enfermedades que son exóticas para el Perú.