INTRODUCCIÓN
Las pasturas proporcionan un excelente alimento para los animales en pastoreo o en confinamiento, debido a que representan una fuente más económica de forraje (Uvidia et al. 2015). Las especies forrajeras deben estar adaptadas a las condiciones climáticas y tipo de suelo de la zona y se deben aplicar técnicas de manejo apropiadas para que puedan tener un mejor rendimiento de materia seca y de valor nutricional (Fonseca et al., 2022). No obstante, las variaciones climáticas en regiones de clima tropical húmedo reducen el desempeño productivo y nutricional de las pasturas, por lo que los pastos de corte representan una mejor alternativa de suplementación para los rebaños durante los periodos de escasez (Pereira et al., 2021).
Pastos del género Pennisetum sp representan uno de los más importantes recursos forrajeros, siendo cultivado en casi todas las regiones tropicales y subtropicales del mundo debido a su alto potencial de producción de masa seca, valor nutritivo, palatabilidad, vigor y resistencia (Pereira et al., 2022). El género Pennisetum presenta más de 140 especies (Brunken, 1977), que incluye forrajes cultivados, como el pasto elefante (P. purpureum Schumach), maralfalfa (P. violaceum Lam), e híbridos como el morado (Pennisetum purpureum x Pennisetum typhoides). Además, de especies del género Pennisetum, el pasto Guatemala (Tripsacum laxum, Nash) ha ganado importancia, debido a su adaptación a climas cálidos y por su alta productividad (Huchim et al., 2017).
Técnicas de manejo, como el intervalo de corte o la frecuencia entre cortes después del establecimiento del cultivo son los factores agronómicos comunes que afectan las características de crecimiento, el rendimiento en materia seca y la calidad nutricional de las gramíneas forrajeras perennes como las del género Pennisetum (Lounglawan et al., 2014) y Tripxacum. De este modo, Monção et al. (2019) obtuvieron con pasto elefante una mejor producción de materia verde (187 t ha-1), materia seca (49 t ha-1), fibra (720 g kg-1) y carbohidratos (822 g kg-1) con frecuencias de corte de 150 días, aunque un menor contenido de proteína (77 g kg-1) y digestibilidad (47%). Por otro lado, cuando la cosecha se realiza a los 45 días, el rendimiento decrece significativamente, obteniendo 100 g kg-1 (Lounglawan et al., 2014) y 58% de digestibilidad (Jayasinghe et al., 2022).
Diversos estudios reportan que los pastos maralfalfa, morado y Guatemala, con cortes entre los 65 días, obtienen bajos rendimientos en materia seca, fibra cruda, y alto contenido de proteína y digestibilidad (Lara, 2012; Madera et al., 2013; Lyimo et al., 2016; Huchim et al., 2017; Jaime et al., 2018; Álvarez-Vázquez et al., 2021; Ghimire et al. 2021). En general, se ha encontrado que, a mayor intervalo de corte, mayor rendimiento de materia seca, mayor proporción de tallo, mayor concentración de fibra cruda, menores concentraciones de proteína y menor digestibilidad (Geren et al., 2020).
A pesar de información existente sobre el rendimiento productivo y valor nutricional de diferentes pasturas tropicales de importancia ganadera, las variables de cada especie son dependientes de características propias de cada región, por lo que cada especie para expresar su potencial productivo y nutricional dependerá del conocimiento técnico de sus características morfosiológicas y prácticas de manejo por parte del productor. Por ejemplo, la Amazonía peruana cuenta aproximadamente con una extensión de 440 mil hectáreas de pastos cultivados, que pertenecen a diversos géneros, con características productivas nutricionales variadas (Echevarría, 2020); no obstante, en los pequeños ganaderos de la región, debido a la escasa información técnica sobre determinadas especies forrajeras adaptadas a la realidad de la localidad, surgen incógnitas como ¿Qué tipo de pastos pueden proporcionar las cualidades de alimentación necesarias para mi rebaño?, y ¿Cuál es la frecuencia de corte apropiada que mantenga o eleve el rendimiento productivo y nutricional de mi pastura? Por tanto, el presente estudio tuvo como objetivo evaluar las características agronómicas y nutricionales del pasto elefante, maralfalfa, morado y Guatemala, sometidos a dos frecuencias de corte.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de Estudio
El estudio se realizó en la Estación Experimental Agraria San Ramón (EEA San Ramón), del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), localizado en el km 3.5 de la carretera Yurimaguas-río Shanusi, provincia de Alto Amazonas, departamento de Loreto (5°56’13'’ S y 76°07’04'’ W), a 182 msnm. El clima está clasificado como tropical húmedo (Holdridge, 1967). Se destacan dos estaciones climatológicas, la lluviosa (septiembre -mayo) y la seca (junio -agosto). El promedio mensual de la precipitación, temperatura y humedad relativa del aire durante el periodo experimental fue de 65 mm, 28.5 ºC y 75%, respectivamente (Figura 1), según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI, 2022).
El análisis de las muestras de suelo realizadas en el laboratorio de suelos del INIA, estación El Porvenir, San Martín, reportó 1.42% de materia orgánica (MO) y pH 4.51, suelo tipificado como ultisol, textura franco-arenosa, con 56, 27 y 17 de arena, limo y arcilla, respectivamente. El estudio tuvo una duración de cinco meses, a partir de la mitad de la época lluviosa e inicio y final de la época seca. La preparación del terreno consistió en limpieza, arado y rastreo. El área total fue 288 m² y las parcelas experimentales midieron 3 × 3 m (9 m2).
Tratamientos y Diseño Experimental
Se trabajó con un experimento factorial 4×2 que se dispuso en un diseño de bloques completos al azar con cuatro repeticiones (32 unidades experimentales). Se asignaron como factor A, cuatro pastos de corte (Maralfalfa, pasto Morado, Elefante y Guatemala), colectados del banco de germoplasma de la EEA San Ramón. Para el factor B se asignaron dos frecuencias de corte (45 y 70 días después del corte de uniformización). Para la siembra de los pastos se utilizaron estacas de 0.5 a 1 m, colocadas en surcos a chorro continuo, con 0.8 m entre hileras. El corte de uniformización se realizó a los 60 días después de la siembra.
Muestreo y Variables Respuesta
El corte de los pastos fue realizado de acuerdo a las frecuencias establecidas en los-tratamientos. Para el muestreo se utilizó el método del cuadrante (1 x 1 m), lanzado aleatoriamente dentro de la parcela experimental (Kercher et al., 2003). Todo el forraje existente dentro del cuadrante fue cortado a 5 cm de altura de residuo. Se registró el peso fresco, y las muestras fueron colocadas en estufa de ventilación forzada a 55 ºC hasta alcanzar peso constante. Se utilizaron dos submuestras, la primera para evaluar la relación hoja: tallo de cada especie, utilizando la metodología descrita por Griffin y Jung (2019), y las fracciones de cada componente fueron secadas junto con la segunda submuestra sobre las condiciones mencionadas anteriormente. El peso fresco y seco y área del cuadrante fue utilizado para calcular el rendimiento de materia verde (MV), y materia seca (MS), en t ha-1. Antes del corte se evaluó la altura de la planta (AP en cm), medido desde el ras del suelo hasta el ápice superior.
La segunda submuestra fue molida en un molino Willey, utilizando cribas metálicas de 1 mm. Los análisis nutricionales fueron realizados de acuerdo con la metodología descrita en el manual de análisis de alimentos AOAC (2005), que incluyeron mediciones de materia seca (MS), humedad (H), proteína total (PT), extracto etéreo (EE), fibra cruda (FC), ceniza (C), extracto libre de nitrógeno (ELN), carbohidratos totales (CHOST), fibra detergente ácido (FDA), fibra en detergente neutro (FDN), calcio (Ca) y fósforo (P), expresados en g kg-1 de MS. Los procedimientos utilizados fueron: para H «AOAC 950.46», PT «AOAC 984.13», EE «AOAC 2003», FC «AOAC 962.09», C «AOAC 942.05», Ca «AOAC 927.02» y P «AOAC 965.17». Para determinar FDN y FDA se utilizó la técnica de bolsa de filtro sugerida por ANKOM (2017). El ELN y CHOST fueron estimados utilizando las ecuaciones ELN = 100-(H + PT + EE + C +FT) y CHOST (%) = 100-(PT + EE +C).
Análisis Estadístico
Los datos fueron analizados usando los modelos mixtos «PROC MIXED» del software SAS (SAS para Windows v. 9.4). Previo al análisis de variancia (ANOVA) se hizo la prueba Shapiro-Wilk para comprobar la normalidad de los datos y homogeneidad de las variancias. Los tratamientos fueron considerados como efecto fijo, y los bloques como efecto aleatorio. Las medias fueron comparadas mediante el procedimiento SAS PDIFF ajustado por la prueba de Tukey al 5% de probabilidad.
RESULTADOS
Las características agronómicas fueron afectadas por la interacción de los factores pastos × frecuencias de corte (p<0.05), excepto para el rendimiento de materia verde (RMV) y altura de planta (AP). El pasto Morado y Guatemala presentaron mayores rendimientos de MS (RMS de 17.13 y 17.03 t ha-1, respectivamente) a los 70 días, comparados con Maralfalfa, Morado, Elefante y Guatemala cortados a los 45 días (Cuadro 1). El pasto Guatemala obtuvo la mayor (p<0.05) relación hoja: tallo (H:T), cortado a los 45 días, comparado con los otros pastos. La menor relación hoja: tallo fue obtenida por el pasto Morado, cortado a los 70 días.
a.b.c Promedios con superíndices iguales entre cada columna no difieren estadísticamente al 5% de probabilidad por el test de Tukey
2 RMV: rendimiento de materia verde; RMS: rendimiento de materia seca; AP: altura de planta; H:T: relación hoja/tallo
*P valor menor a 0.05
Independiente de la frecuencia de corte, el pasto Elefante fue superior (p<0.05) en altura (155 cm), que el Guatemala (96 cm), y Maralfalfa (136 cm), pero similar al Morado (146 cm; Figura 2). El pasto Guatemala se mostró superior (p<0.05) a los otros pastos para la relación hoja: tallo. De la misma forma, independiente del tipo de pasto de corte, el RMV (62.6 t ha-1), RMS (14.5 t ha-1) y AP (157.1 cm), fueron superiores a los 70 días en comparación con los valores reportados a los 45 días (42.6 t ha-1, 7.2 t ha-1 y 110.3 cm, respectivamente), excepto para la relación hoja: tallo (2.2) que fue mayor a los 45 días (Cuadro 2).
a,b Promedios con índices iguales entre columnas no difieren estadísticamente al 5% de probabilidad (Test de Tukey)
RMV: rendimiento de materia verde; RMS: rendimiento de materia seca; AP: altura de planta; H:T: relación hoja/tallo; EEP: error estándar del promedio
Hubo interacción (p<0.05) para los factores pasto × frecuencia de corte sobre el contenido de MS, FT, ELN y P, excepto para PC, EE, ceniza, CHOST, FDA, FDN y Ca. El contenido de MS fue mayor (p<0.05) a los 70 días (883 g kg-1) que a los 45 días (870 g kg-1) para el pasto morado; sin embargo, fue similar en los otros pastos en las dos frecuencias de corte. El contenido de FT del pasto Elefante fue mayor a los 70 días (329 g kg1;p<0.05) al de los otros tres pastos cortados a 45 y 70 días (Cuadro 3). Asimismo, el corte a los 70 días incrementó el contenido de ELN del pasto Guatemala (508 g kg-1) en comparación a los otros pastos en ambas frecuencias de corte.
1 Medias con índices iguales entre cada columna no difieren estadísticamente al 5% de probabilidad (Test de Tukey)
2 MS: materia seca; PC: proteína cruda; EE: extracto etéreo; FT: fibra total; ELN: extracto libe de nitrógeno; CHOST: carbohidratos totales; FDA: fibra en detergente ácido; FDN: fibra en detergente neutro; Ca: calcio; P: fósforo
*P valor menor a 0.05
El pasto Maralfalfa cortado a los 45 días presentó mayor (p<0.05) contenido de P que a los 70 días; además tuvo un valor superior al pasto Morado cortado a los 70 días y al Elefante a los 45 y 70 días (Cuadro 3). Todos los pastos cortados a los 45 días mostraron mayor (p<0.05) contenido de PC (78.5 g kg1), Ceniza (66.1 g kg-1) y P (1.22 g kg-1) en comparación a los 70 días. Sin embargo, los valores fueron mayores en los cortes a los 70 días para las variables FT (291 g kg-1), ELN (469 g kg-1), CHOST (761 g kg-1), FDA (g kg-1) y FDN (657 g kg-1) (Cuadro 4).
1 Medias con índices iguales entre cada columna no difieren estadísticamente al 5% de probabilidad (Test de Tukey)
2 PC: proteína cruda; FT: fibra total; ELN: extracto libe de nitrógeno; CHOST: carbohidratos totales; FDA: fibra en detergente ácido; FDN: fibra en detergente neutro; P: fósforo; EP: error estándar del promedio
Los cuatro pastos de corte evaluados presentaron diferentes (p<0.05) valores para cada característica nutricional (Cuadro 4). El pasto Maralfalfa y Morado contienen mayor (p<0.05) contenido de ceniza que el pasto Elefante, pero similar al Guatemala (Cuadro 4). El pasto elefante presentó mayor contenido de FDA (344.5 g kg-1), superior a los demás pastos que no tuvieron diferencias estadísticas entre sí. Asimismo, el pasto Elefante presentó mayor contenido de CHOST (759 g kg-1) que el Morado, pero estos no presentaron diferencias significativas con los pastos Maralfalfa y Guatemala. El contenido de P del pasto Maralfalfa, Morado y Guatemala fueron superiores (p<0.05) a los del pasto Elefante (Cuadro 4).
DISCUSIÓN
Los pastos de corte Maralfalfa, Elefante, Morado y Guatemala incrementaron significativamente las proporciones de fibra y carbohidratos en el mayor intervalo de corte, influenciando el rendimiento de materia seca, debido a su fuerte relación con los componentes estructurales de la planta, como fibra y carbohidratos totales (Ibrahim et al., 2019; Botero Londoño et al., 2021). Esto indica que a medida que a mayor incremento en los intervalos de corte, la planta acumula mayor material fibroso, reduciendo la relación hoja: tallo y, consecuentemente, su valor nutritivo (Sollenberger et al., 2020). Situación similar fue reportada por Geren et al. (2020) con pasto Elefante, quiénes reportaron mayor AP (263 cm) y RMS (42 t ha-1) a los 60 días en comparación con el corte a los 30 días.
Los estudios de Polo (2021) yAndualem y Hundessa (2022) indicaron que no hubo diferencia significativa en RMS para el pasto Guatemala cortado a los 60 y 120 días de edad, pero dichos valores fueron inferiores a los reportados en el presente estudio. Este comportamiento se explica por el hecho de que los pastos de origen tropical presentan una pared celular delgada en los primeros estados de crecimiento; es decir, baja fibra y sólidos totales y, consecuentemente, bajo RMS (Barbero et al., 2021; Pereira et al., 2021). Por otro lado, al aumentar la edad de corte las estructuras vasculares de las hojas se hacen más gruesas, provocando una lignificación del tejido vascular y el esclerénquima de las hojas y tallos, haciéndose físicamente más fuertes y difíciles de reducir en tamaño, incrementando la resistencia a la digestión microbiana dentro del rumen (Clavero y Razz, 2009).
Cuzco-Mass et al. (2021) evaluaron el RMV del pasto Maralfalfa, King Grass verde, King Grass morado y Elefante en la zona de Yurimaguas con edades de corte de 45 y 90 días, encontrando un mayor RMV global a los 45 días, pero sin diferencias para las respuestas individuales de cada especie. De la misma forma, en el presente estudio no se observaron diferencias del RMV entre cada especie evaluada, pero los rendimientos globales fueron mayores a los 70 días que a los 45. Probablemente esto sucedió debido que, al realizar cortes con intervalos prolongados aumenta el contenido porcentual de materia seca, fibra cruda, lignina, pared celular y, como consecuencia, una reducción significativa del porcentaje de hojas verdes y un incremento de la proporción de tallos (Uvidia et al., 2015; Ko, 2019; Álvarez-Vázquez et al., 2021).
La relación hoja: tallo representa un componente de la arquitectura del dosel, que determina la selección de la dieta y consumo de pastos tropicales por parte de los rumiantes (Smart et al., 1998). Las frecuencias de corte influyen directamente en la relación hoja: tallo, principalmente porque las plantas en el inicio de su crecimiento acumulan más hojas, proporción que disminuye conforme el avance de la edad de corte, acumulando más tallos (Arzani et al., 2004; Madera et al., 2013; Cortés y Olarte, 2018). Estos reportes son comprobados en la relación hoja: tallo del presente estudio, donde todas las pasturas evaluadas presentaron mayor proporción de hojas a los 45 que a los 70 días. Por otro lado, el pasto Guatemala, por ser una gramínea de hojas vigorosas y voluminosas (Cook et al., 2005) se destacó de los otros tres pastos.
Maldonado-Quiñones et al. (2021), en un estudio con pasto Maralfalfa observaron una reducción en el contenido de cenizas y proteína conforme el avance de la edad de corte, mientras que los contenidos de FDN y FDA aumentaron de forma progresiva; siendo estos resultados similares a los del presente estudio. Este aumento en el contenido de componentes fibrosos se debe a que entre más madura sea la planta los tallos adquieren una mayor proporción de tejido estructural, alto en fibra (Valles et al., 2016; Chiquini-Medina et al., 2019).
CONCLUSIONES
El intervalo de corte tuvo efecto marcado sobre las características productivas y nutricionales del pasto Maralfalfa, Morado, Elefante y Guatemala.
El corte a los 45 días proporciona un mayor valor nutricional para todos los pastos, pero reduce el rendimiento del forraje. Con el corte a los 70 días se obtiene mayor rendimiento y una ligera reducción de su valor nutricional, por lo que esta frecuencia de corte podría ser utilizada para obtener mayores rendimientos de los animales por área.
El pasto Guatemala presenta una mayor relación hoja: tallo, y moderado rendimiento de materia seca y valor nutritivo, por lo que podría ser utilizado en estudios con animales en pastoreo.