INTRODUCCIÓN
Durante los últimos 10 años de labor académica se ha encontrado, mediante exámenes de laboratorio, anemia crónica en caballos criollos utilizados en las prácticas de cursos de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad de Piura, Perú. Este problema fue usualmente atribuido a las condiciones medio ambientales, enfermedades, alimentación y trabajo a las que son sometidos estos animales. La anemia considerada como una alteración hematológica es un problema atribuido a factores tales como enfermedades parasitarias, úlceras gástricas, enfermedades hemolíticas, alimentación de baja calidad, hemorragias, anemia hemolítica autoinmune e hipersensibilidad tipo II, entre otros (Silva et al., 2017).
En Piura los caballos criollos viven bajo crianza familiar y son utilizados por sus propietarios como animales de carga, transporte y actividades agrícolas, donde la actividad económica está orientada mayormente al cultivo de arroz, algodón y maíz. Estos animales usualmente son llevados en las mañanas a campos de cultivo para que consuman rastrojos de cosecha y panca seca, mientras que por las tarden reciben alimento seco en sus corrales. Asimismo, la región sufre de periodos de sequía que afectan el cultivo permanente de forrajes afectando la disponibilidad y calidad del alimento, lo que conlleva a pérdida de la condición corporal y bajo rendimiento, acompañado de una disminución de hemoglobina y de eritrocitos, lo cual se traduce en anemia.
Castellanos et al. (2010), consideran de vital importancia los exámenes hematológicos en caballos criollos sometidos a trabajos forzosos para poder determinar anomalías sanguíneas, conocer la causa e instaurar el tratamiento con el fin de evitar la exposición a otras enfermedades. Doreste (2013) encontró en 558 caballos de Gran Canaria de diferente edad, raza y sexo, pero clínicamente sanos, una prevalencia de anemia en asnos de 73.3%. Asimismo, Díaz et al. (2020) asociaron la presencia de Babesia caballi y Teileria equi en muestras de sangre de caballos con anormalidades en los parámetros hematológicos de la serie roja y blanca, incluyendo formaciones intraeritrocíticas compatibles con estos patógenos. Por otro lado, Luna et al. (2018) compararon hemogramas de caballos criollos criados en altitudes bajas con otros criados a más de 3000 msnm, encontrando mayores valores de eritrocitos, hemoglobina, hematocrito y plaquetas en la altura (p<0.05).
Los tipos de anemia que se pueden presentar en el caballo son las anemias regenerativas y las no regenerativas (Sullivan y Hinchcliff, 2015; Sullivan et al., 2015). Por el contrario, las hemorragias crónicas se producen por pequeños sangrados que no causan una alteración seria del estado del animal en el corto plazo (Ferrando, 2021). Asimismo, la presentación de anemia en caballos no solo puede deberse a enfermedades infecciosas y parasitarias, sino que también se presenta con la ocurrencia de enfermedades nutricionales o carenciales producidas por una alimentación deficiente (Callejas y Magro, 2020), afectando de forma significativa el crecimiento y rendimiento productivo y de su trabajo diario. Ante esto, el presente estudio tuvo como objetivo evaluar el estado situacional de los caballos criollos, determinar la causa del problema, así como proponer alternativas de solución a los criadores de caballos de la ciudad de Piura, como la formulación de raciones alimenticias ricas en hierro que podría corregir la anemia en caballos criollos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Animales y Muestras
El estudio se realizó entre junio a diciembre de 2022. Se tomaron muestras de sangre (4 ml) de la vena yugular de 35 caballos de trabajo de la provincia de Piura, Perú utilizando tubos Vacutainer® con anticoagulante mediante punción de la vena yugular. Las muestras fueron transportadas a 4 ºC y procesadas en el laboratorio Animal Fashion de la ciudad de Piura. Se determinó hemoglobina, hematocrito y eritrocitos. Con base a los resultados se seleccionaron ocho caballos criollos, de 3 a 8 años de edad, que resultaron con valores hemáticos compatibles con anemia (hemoglobina <8.8 g/dL; hematocrito <26.6%; eritrocitos <5.35 x 106/µL [Muir et al., 2008, ver Cuadro 1). La condición corporal se evidenció con la Escala de Henneke de puntuación del 1 al 9, en función a la grasa almacenada en determinadas zonas del cuerpo y que considera al grado 6 como el ideal, sobre 6 como sobrealimentado y debajo de 6 como baja condición corporal (Soto, 2013; Bolger, 2015; Brito Márques, 2018).
Parámetro | Eritrocitos (106/µL) | Hemoglobina (g/dL) | Hematocrito (%) |
---|---|---|---|
Promedio | 7.7 | 12.65 | 35.5 |
Rango promedio | 5.4-10.0 | 9.7-15.6 | 27.0-44.0 |
Máximo / Mínimo | 5.35/10.2 | 8.8/15.8 | 26.6/45.0 |
Se trabajó con cuatro machos y cuatro hembras, y los datos de edad, sexo, tipo de alimentación y condiciones de crianza fueron registrados. Durante los 60 días del estudio, los animales continuaron realizando labores agrícolas, de transporte y carga y fueron alimentados en corrales individuales.
Medicación Pre-experimental
Se realizó el diagnóstico de anaplasmosis y piroplasmosis a los animales seleccionados mediante las pruebas inmunocromatográfica rápida e inmunofluorescencia indirecta, respectivamente. La prueba FASTest® Ana-plasma se basa en el principio sándwich inmunocromatógrafico que detecta anticuerpos IgG contra Anaplasma phagocytophilum y Anaplasma platys. Se considera una prueba positiva cuando a los 15 min de incubación aparece un color rosa-morado en las líneas de análisis (T) y de control (C) y negativa, cuando sólo aparece un color rosa-morado en la línea control (Diagnostik Megacor, 2021a). La prueba MegaFLUO® BABESIA caballi se basa en la detección semicuantitativa mediante inmunofluorescencia de anticuerpos IgG contra Babesia caballi en plasma o suero de caballo, donde una muestra positiva responde con color amarillo-verdosa fluorescente (Diagnostik Megacor, 2021b).
Los animales que resultaran positivos a anaplasmosis se les medicaría con oxitetraciclina, en dosis de 7 mg/kg/24 h durante 7 días y fluidoterapia si lo requería y con repelentes de garrapatas a base de permetrinas. Los animales que resultaran positivos a piroplasmosis serían tratados con: imidocarb dipropianato, en dosis de 4 mg/kg PV, 4 veces a intervalos de 72 horas más sulfato de atropina, en dosis de 0.03 mg/kg para prevenir efectos adversos producidos por el imidocarb.
Los equinos seleccionados fueron tratados, asimismo, con ivermectina al 1%, vía oral al inicio del estudio. El peso de los animales fue calculado con una cinta métrica al inicio, al mes y al término del estudio. Para esto, se midió el perímetro torácico y la longitud corporal del animal, desde la articulación escápulo-humeral hasta la punta del hueso isquion. El peso fue estimado con la fórmula PV = (Perímetro torácico)2 x longitud corporal/11900 (García et al., 2009).
Dietas Experimentales
Se prepararon dos dietas ricas en hierro en el módulo de laboratorios de la Escuela Profesional de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Piura (Cuadro 2).
Las dietas 1 y 2 fueron suministradas a los caballos a partir de los tres días de la desparasitación y por 60 días. Para esto, los animales fueron distribuidos en dos tratamientos (4 animales/tratamiento) y ubicados en los corrales de sus propietarios. Las dos dietas (concentrados balanceados) cubrieron los requerimientos nutritivos mínimos del caballo con trabajo moderado (NRC, 2007), y fueron suplementadas con ingredientes ricos en hierro. La dieta 2 contenía mayor cantidad de hierro (533.9 mg/kg) que la dieta 1 (345 mg/ kg), ya que dentro de sus componentes se encontraron ingredientes ricos en hierro como la lenteja partida y el chocolate negro; así como complejo B, aminoácidos, levadura, probióticos y enzimas, insumos que no formaron parte de la dieta.
Tres caballos pertenecieron a un mismo criador, dos a un criador y los tres restantes a criadores individuales. Los animales fueron alimentados diariamente en el mismo horario para evitar alteraciones gastrointestinales. Cada caballo fue alimentado con el alimento común en la zona: panca seca y rastrojo, y con tres kg de concentrado/día. La panca seca y el rastrojo fueron proporcionados por los propietarios en el predio, tres veces al día y el concentrado fue repartido por los investigadores, dos veces al día, en partes iguales. Los investigadores se cercioraron de que los animales consumieran el concentrado antes de retirarse. En los casos con más de un caballo por predio, la dieta 1 se ofreció primero y luego se ofreció la dieta 2 al otro animal. El agua brindada fue limpia, fresca y disponible ad libitum (25-30 L/d).
El seguimiento del nivel de anemia como respuesta a las dietas experimentales se hizo mediante análisis de sangre a los 0, 30 y 60 días para determinar el número de eritrocitos y el valor de hemoglobina y del hematocrito. Para conocer los valores hematológicos se utilizó unAnalizador HematológicoAS640Vet que permite analizar 60 muestras por hora y trabaja con el método sin cianuro para HGB (hemoglobina) y de Impedancia para el recuento de células.
Análisis Estadístico
En el análisis estadístico se tomaron en cuenta los valores de eritrocitos, hemoglobina y hematocrito, así como el peso vivo en el día 0, 30 y 60 del estudio con base a las dos dietas experimentales. Se determinaron las medidas de tendencia central de los datos. El diseño del estudio fue pre-experimental de prueba previa y posterior a la intervención, sin emplear un grupo control (Pino, 2018). Se usó un muestreo no probabilístico basado en el juicio de los investigadores para la selección de los animales, los cuales debieron cumplir con los criterios de inclusión indicados.
La variable independiente fue el tratamiento de la anemia con la dieta (causa) y la dependiente fue la respuesta de los valores hematológicos y peso vivo (efecto). Se utilizó la prueba no paramétrica de eficacia in vivo con dos grupos de animales para comparar el rango medio de dos muestras relacionadas y determinar si existen diferencias estadísticamente significativas (Villarroel del Pino, 2019).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Diagnóstico de anaplasmosis y piroplasmosis
Ningún caballo del estudio resultó positivo a anaplasmosis o piroplasmosis, por lo que no fue necesario iniciar los tratamientos para estas enfermedades; sin embargo, fueron tratados con el antiparasitario antes de iniciar la suplementación con las dietas experimentales.
Efectividad de las dietas ricas en hierro
Con la finalidad de mejorar los niveles de hemoglobina de los caballos del estudio (<8.8 g/ dL) que se encontraron por debajo del valor normal (9.7-15.6 g/dL) se prepararon las dietas 1 y 2 con un alto contenido de hierro. Los resultados indican un mayor incremento de eritrocitos, hemoglobina y hematocrito en los animales que recibieron la Dieta 2, más no así en aquellos que recibieron la Dieta 1 (Cuadro 3). Los caballos suplementados con la Dieta 1 no incrementaron el número de eritrocitos ni el valor de hematocrito (p>0.05), pero consiguieron mejorar (p<0.05) la concentración de hemoglobina en 0.7 g/dL a los 30 días y en 0.9 g/dL al finalizar el estudio (60 días). Por otro lado, aquellos que recibieron la Dieta 2 lograron incrementar la concentración de hemoglobina en 0.8 g/dL a los 30 días y en 1.5 g/dL al finalizar el estudio; asimismo, aumentaron significativamente (p<0.05) el número de eritrocitos (0.33x106/µL a los 30 días y en 0.90x106/µL a los 60 días). En forma similar, el hematocrito (2.1 y 5.1% a los 30 y 60 días, respectivamente).
Existen diferencian significativas (p<0.05) entre las medias de los tres parámetros hematológicos por efecto de las dietas
SE: Error estándar
En el Cuadro 3 se puede apreciar, asimismo, que al comparar las dos dietas se encontró que no hubo diferencias en los valores hematológicosen el día 30del estudio(p>0.05), a diferencia del día 60 donde la Dieta 2 presentó mejores valores (p>0.05).
En el Cuadro 3, asimismo, se puede apreciar que al comparar ambas dietas se encontró que hubo diferencias significativas (p<0.05) en los resultados de los valores hematológicos a partir del día 60 y no se presentaron diferencias entre ellas en el día 30 del estudio (p>0.05).
Los valores de eritrocitos y del hematocrito de los caballos que recibieron la Dieta 2, alcanzaron los valores mínimos de referencia en el día 60, lo que no sucedió con los caballos que recibieron la Dieta 1. Si bien el bazo tiene una gran influencia sobre el valor del hematocrito debido a que un gran número de hematíes que se secuestran temporalmente en el bazo se pueden transferir rápidamente a la circulación sistémica en respuesta a la excitación (manipulación, punción venosa, espasmos) y ejercicio de alta intensidad (Díaz-Sánchez et al., 2018); Poole y Erickson, 2011; Zobba et al., 2011), en este caso los animales del estudio no realizaban actividad física alguna que pudiera elevar este parámetro.
Por otro lado, Savignone (2017) manifiesta que el ejercicio físico en el caballo ocasiona un aumento considerable del número de glóbulos rojos, valor hematocrito y concentración de hemoglobina, alcanzando valores máximos en el punto de fatiga durante el ejercicio, para luego descender durante la recuperación aeróbica. Asimismo, indica que la correlación entre los valores hematológicos y el grado de daño de la membrana de los eritrocitos muestra que, a pesar del aumento de glóbulos rojos circulantes, ante una espleno-contracción, estos se encuentran dañados, como consecuencia del ambiente oxidante durante la etapa de máximo ejercicio (NIH, 2022).
Los resultados del presente estudio indican que las dos dietas experimentales lograron incrementar los niveles de hemoglobina, siendo mayor con la Dieta 2, pero sin llegar a alcanzar los valores mínimos de referencia (Muir et al., 2008). Si bien, la Dieta 2 solucionó parcialmente el problema de anemia en los caballos criollos durante el periodo de estudio, se deberá ampliar el estudio con un mayor número de individuos e incluyendo un grupo control para poder extrapolar los resultados a una mayor población de caballos.
La Dieta 2 contenía mayor cantidad de hierro (533.9 mg/kg) que la Dieta 1 (345 mg/ kg). La inclusión de ingredientes ricos en hierro en la dieta se realizó con la finalidad de incrementar los niveles de hemoglobina. El requerimiento de hierro de un caballo es de 300 a 500 mg por día y está relacionado con la edad, peso, actividad física y a la temperatura ambiente (NRC, 2007). A medida que los caballos consumen mayores cantidades de hierro, mayor sería la disponibilidad de este elemento para la producción de hemoglobina.
La condición corporal, expresada en peso vivo, mejoró durante el periodo del estudio, especialmente en los caballos que recibieron la Dieta 2. Estos últimos ganaron 27.8 kg en los 60 días del estudio, en tanto que los que recibieron la Dieta 1 solo aumentaron 15.3 kg (Cuadro 4). La mejor ganancia de peso con la Dieta 2 podría deberse a que dentro de los ingredientes se encontraban el probiótico y las enzimas celulasa y fitasa, que facilitan la digestibilidad, absorción y asimilación de los nutrientes (Roque, 2023).
Días | Dieta 1 | Dieta 2 | SE | Valor P |
---|---|---|---|---|
0 | 222.2 | 191.1 | 10.22 | 0.033 |
30 | 223.7 | 203.7 | 9.76 | <0.001 |
60 | 237.5 | 218.9 | 9.96 | <0.001 |
SE: Error estándar
La causa de anemia en caballos es variada, pudiendo deberse a enfermedades parasitarias (piroplasmosis, theileriosis), bacterianas (anaplasmosis, leptospirosis), o virales (anemia infecciosa equina), intoxicaciones y enfermedades auto-inmunes, entre otras (Elera, 2022). Las anemias ferropénicas por falta de suministro de hierro son raras en caballos, ya que el forraje tiene altas concentraciones (Doreste, 2013), de modo que cuando se presenta se tiene que analizar la calidad del forraje suministrado y evaluar pérdidas de hierro por enfermedad (Doreste, 2013).
CONCLUSIONES
La Dieta 2 tuvo un efecto significativo en los caballos criollos de Piura al incrementar el número de eritrocitos (en 0.33x106/µL a los 30 días y en 0.90x106/µL a los 60 días) y el hematocrito (2.1 y 5.1% a los 30 y 60 días, respectivamente), además de una mayor ganancia de peso, no sucediendo lo mismo con los que recibieron la Dieta 1 que contenía una menor proporción de hierro.
La Dieta 2 permitió mejorar de manera eficaz el problema de la anemia debido al una mayor composición de hierro (533.9 mg/kg) comparada con la Dieta 1 (345.0 mg/kg).