INTRODUCCIÓN
El 7.5% de la selva peruana se utiliza con pasturas y ganadería, mayormente con especies de pastos introducidos. Las provincias de Padre Abad, Atalaya y Coronel Portillo de la Región Ucayali cuentan con 275, 206 y 71 ganaderos, respectivamente; registrando 24 368 cabezas de ganado vacuno, siendo 1163 vacas en ordeño con producción promedio de 4.2 L vaca/día (INEI 2015).
La alimentación del ganado durante la época de menor precipitación se encuentra afectada por la disminución de la masa forrajera, ocasionando carencias nutritivas en los animales (Hinojosa et al., 2014), mientras que en la época de mayor precipitación el forraje requiere un adecuado manejo de la madurez para evitar la pérdida de calidad por lignificación, lo que es una limitante para la producción de carne y leche (Motta Delgado, 2018).
Los pastos mejorados que fueron introducidos en las décadas de los 80 y 90 tienen cada vez menos presencia, debido al deficiente manejo técnico de las pasturas que realizan los productores, trayendo como consecuencia la naturalización de las áreas y la pérdida de calidad (Del Águila et al., 2018). Esto implica buscar nuevas opciones de especies forrajeras, tales como los pastos de corte, que puedan manejarse en espacios reducidos, pero con una mayor producción de materia seca (MS).
Los productores del lugar vienen promoviendo el cultivo de maralfalfa que tiene rendimientos de MS y calidad nutricional superior a los contenidos en los pastos tradicionalmente utilizados en la zona. Maralfalfa es una gramínea perenne, con raíces fibrosas adventicias, de porte erecto, que alcanza alturas de 2.5 a 4.2 m., se desarrolla bien a altitudes inferiores a 2600 msnm y en áreas conprecipitacionesanualesde1000a 4000mm, en suelos con pH entre 5.5 y 7.4 de fertilidad media a alta, presenta poca tolerancia al aluminio y encharcamientos, y puede producir hasta 60 t de biomasa seca/ha/corte (Correa et al., 2004; Cerdas-Ramírez 2015). La calidad nutricional de la pastura depende de la fertilidad del suelo, de allí que el contenido de proteína cruda (PC) puede variar de 8 a 16% en base seca y la digestibilidad in vitro puede variar de 55 a 60% en niveles bajos (Hinojosa et al., 2014) hasta 70% en altos niveles (Cerdas-Ramírez 2015), lo que le hace promisorio para los sistemas ganaderos lecheros de la zona. Sin embargo, como toda especie vegetal a mayor madurez se reduce la PC y los nutrientes digestibles totales (NDT) (Correa 2006, Santana et al., 2010).
Se asume que la altura de corte del tallo es un factor que influye en la generación de nuevas yemas para el crecimiento de mayor cantidad de tallos (Hinojosa et al., 2014), lo que estaría correlacionada directamente con la producción de biomasa. Los pastos tropicales por ser plantas C4, maduran más rápido que los de climas templados, y rápidamente se lignifican, haciéndole perder calidad nutritiva.Así, la frecuencia de corte constituye un factor importante para el manejo sostenible de los recursos forrajeros (Santana et al., 2010). Ante esto, el presente trabajo evaluó el efecto de la interacción de cuatro alturas de corte y cinco edades de madurez (rebrote) del pasto de corte maralfalfa para determinar el momento óptimo de consumo.
MATERIALES Y MÉTODOS
El trabajo se realizó entre enero 2019 y febrero 2020 en el Instituto Veterinario de Investigaciones Tropicales y de Altura (IVITA), ubicado en el distrito de Campo Verde, provincia de Coronel Portillo, región Ucayali (Perú), a 266 msnm. La zona presenta una temperatura media de 27.3 °C, precipitación pluvial entre 79 y 523 mm/mes, humedad relativa media de 85%, suelo franco-arcillo-arenoso con pH 4.9. El ecosistema es Bosque Tropical Semi-siempre Verde Estacional (Díaz, 2015).
El terreno para la siembre fue inicialmente preparado con el pase en forma cruzada de una rastra semi pesada en diciembre 2018 y con una segunda pasada de la rastra 25 días después en enero 2019. Como fertilización básica se incorporó al suelo 46 kg/ha de fósforo, 74 kg/ha de calcio como roca fosfórica, 60 kg/ha de potasio como cloruro de potasio y 23 kg/ha de nitrógeno (N) como urea, coincidiendo con el inicio de la época de mayor precipitación, de aquí pasaron seis meses para la primera evaluación, coincidiendo con el inicio de la época de menor precipitación. La evaluación de la época de mayor precipitación fue en enero y febrero de 2020.
Se utilizaron como semilla vegetativa 1280 estacas de tallos maduros con más de 1 cm de diámetro y dos yemas de crecimiento. Las estacas fueron sembradas en parcelas de 4x4 m, en hileras con 1 m de separación entre ellas y 1 m entre plantas dentro de hileras. Fueron colocadas a 10 cm de profundidad en posición oblicua con las yemas a los laterales de la estaca, presionando ligeramente el suelo para que haya contacto con la semilla. En total, se tuvo 16 estacas/parcela.
Seis meses después de la siembra, se hizo el corte de uniformización de las plantas a 0, 10, 20 y 30 cm del suelo como factor 1, se consideró los días de rebrote (dr) 28, 35, 42, 49 y 56 como factor 2. Luego del corte se aplicó en forma focalizada 23 kg/ha de N. Esto generó las siguientes interacciones: T1 = 0cm+28dr, T2 = 0cm+35dr, T3 = 0cm+42dr, T4 = 0cm+49dr, T5 = 0cm+56dr, T6 = 10cm+28dr, T7= 10cm+35dr, T8 = 10cm+42dr, T9 = 10cm+49dr, T10 = 10cm+56dr, T11 = 20cm+28dr, T12 = 20cm+35dr, T13 = 20cm+42dr, T14 = 20cm+49dr, T15 = 20cm+56dr, T16 = 30cm+28dr, T17 = 30cm+35dr, T18 = 30cm+42dr, T19 = 30cm+49dr y T20 = 30cm+56dr.
Para las evaluaciones se aplicó la metodología de los Ensayos Regionales propuesta por CIAT (1982), en las cuatro plantas centrales de las parcelas. Se evaluó:
altura de planta (cm), con una cinta métrica adherida a una varilla, hasta la hoja más alta sin estirarla;
diámetro de tallo (cm), con un escalímetro a 20 cm del suelo;
número de tallos y hojas,
largo de hojas (cm),
ancho de hojas, en la parte media de la hoja;
materia verde (kg/ha);
materia seca, las muestras de materia verde fueron secadas en una estufa de aire forzado a 55 °C hasta que logre un peso constante;
digestibilidad in vitro de la materia seca (DIVMS), utilizando el método del líquido ruminal (Ankom Technology 2008);
proteína cruda (%) utilizando el método Kjeldahl (Nx6.25).
El análisis de las muestras de forraje para PC y DIVMS fueron realizadas en el laboratorio de análisis clínicos «Natura» en la ciudad de Pucallpa, Perú. En el estudio se utilizó el Diseño Completo al Azar, con arreglo factorial de 4x5 con 4 repeticiones. Se utilizó la prueba de Duncan (p<0.05) para la prueba de promedios y para las tendencias se realizaron pruebas de correlación lineal simple. Para el análisis de épocas, se realizó una prueba «t» de muestras independientes. Se utilizó el software SPSS v. 24 para los análisis estadísticos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el Cuadro 1 se observa que durante la época de mayor precipitación el maralfalfa logra mayor altura de planta, y mayor largo y ancho de hojas. Este mayor crecimiento podría ser el resultado de la suficiente humedad que encuentra la planta en esta época para la optimización de su actividad fotosintética que se refleja en el mayor crecimiento de la planta, ya que las células crecen mejor cuando hay suficiente humedad y hay mayor expansión celular que permite un aumento en el tamaño de cada célula porque las plantas ajustan el tamaño y la cantidad de hojas según la disponibilidad de agua, tal como es indicado por Medrano et al. (2007).
En el Cuadro 2 se presentan las características del desarrollo promedio de las plantas de maralfalfa durante cinco periodos de rebrote en la época de menor precipitación. Los días de rebrote de la planta se correlacionan de manera positiva (p<0.05) con el largo y ancho de hojas, donde se observa que, a mayor número de días de rebrote, tanto el largo como el ancho de las hojas tienen mejores promedios. La planta alcanza 119 cm de altura promedio a los 56 días de rebrote, valor menor a los reportados por Ramírez y Pérez (2006) y Chiquini et al. (2019), quienes señalan valores en suelos ácidos de 1.73 m a los 45 días y de 1.87 m a los 60 días. En la medida que los días de rebrote aumentan, también el largo y ancho de hojas se incrementa.
Rebrote (días) | Altura de plantas (media ± d.e) (cm) | Número de tallos (media ± d.e) | Número de hojas (media ± d.e) | Largo de hojas (media ± d.e) (cm) | Ancho de hojas (media ± d.e) (cm) |
---|---|---|---|---|---|
28 | 49.91 ± 19.5a | 28.13 ± 7.4a | 133.94 ± 44.9a | 42.86 ± 14.7c | 1.29 ± 0.2c |
35 | 58.26 ± 17.1a | 25.69 ± 12.9a | 124.75 ± 60.2a | 45.6 ± 15.7c | 1.34 ± 0.3c |
42 | 92.64 ± 38.2a | 25.33 ± 18.9a | 132.87 ± 98.9a | 57.95 ± 21.3b | 1.96 ± 0.5b |
49 | 94.89 ± 23.3a | 26.69 ± 17.6a | 141.31 ± 102.1a | 72.53 ± 14.3a | 2.17 ± 0.4ab |
56 | 119.03 ± 36.9a | 17.44 ± 6.9a | 117.75 ± 45.1a | 78.78 ± 17.4a | 2.28 ± 0.4a |
Valores con superíndices diferentes dentro de columnas indican diferencia estadística (p<0.05)
En el Cuadro 3 se presentan las características del desarrollo promedio de las plantas de maralfalfa durante cinco periodos de rebrote en la época de mayor precipitación. La planta alcanza la mayor altura a los 49 días. Asimismo, presentaron mayor número de tallos a menores días de rebrote, lo que se relaciona directamente con el número, largo y ancho de hojas. Por otro lado, el número de tallos presentó una correlación significativa (p<0.003), pero negativa, ya que los tallos disminuyen a una tasa de -22.4.8% con el incremento de la madurez de la planta. Asimismo, se alcanzó el mayor largo y ancho de hojas a los 49 días de rebrote; resultado similar al obtenido por Pilco y Pérez (2017), quienes mencionan que maralfalfa tiene hasta 14 macollos cuando las plantas llegan a la madurez. La disminución del número de hojas con la edad del rebrote no fue significativa (p<0.267). lo cual está en desacuerdo con Calzada-Marín et al. (2014, que mencionan que la biomasa aérea empieza a declinar a los 167 días de la siembra.
Rebrote (días) | Altura de plantas (media ± d.e) (cm) | Número de tallos (media ± d.e) | Número de hojas (media ± d.e) | Largo de hojas (media ± d.e) (cm) | Ancho de hojas (media ± d.e) (cm) |
---|---|---|---|---|---|
28 | 81.8 ± 29.3c | 27 ± 16.3a | 118 ± 93a | 51 ± 15b | 1.8 ± 0.4b |
35 | 96.0 ± 38.7bc | 23 ± 19.6ab | 113 ± 106a | 57 ± 20b | 1.9 ± 0.5b |
42 | 122.8 ± 30.6b | 19 ± 16.8ab | 98 ± 82a | 72 ± 13a | 2.4 ± 0.4a |
49 | 151.4 ± 25.2a | 17 ± 11.9ab | 99 ± 69a | 81 ± 8a | 2.4 ± 0.4a |
56 | 123.5 ± 34.1b | 9 ± 4.3c | 57 ± 26a | 76 ± 9a | 2.4 ± 0.4a |
Valores con superíndices diferentes dentro de columnas indican diferencia estadística (p<0.05)
Las hojas crecieron a una tasa de 16.8 cm de largo y 0.3 cm de ancho por semana hasta los 49 días. Por otro lado, Calzada-Marín et al. (2014) señalan que la máxima producción de hojas se alcanza a los 151 días de crecimiento, tiempo en que los estratos inferiores se encuentran por debajo del punto de compensación de luz, iniciándose la senescencia por la pérdida gradual de la actividad fotosintética que conduce a la muerte del tejido (Azumí y Watanabe 1991).
Materia Seca
El rendimiento de materia seca fue mayor en la época de mayor precipitación (391.8 ± 386.1 kg/ha/corte) que en la época seca (235.5 ± 205.1 kg/ha/corte) fue mayor (p<0.0012; Cuadro 4). Estos niveles de MS fueron menores a los reportados por Gómez-Gurrola et al. (2020) de 17.1 t/ha a los 60 días de crecimiento, aunque sin especificar si este dato es por corte o anual.
Altura de corte (cm) | Época seca | Época húmeda | Promedio |
---|---|---|---|
0 | 130.4 ± 91.9b | 211.1 ± 159.4c | 153.4 ± 118.0b |
10 | 181.7 ± 142.6b | 412.2 ± 448.1a | 284.1 ± 332.5ab |
20 | 297.1 ± 244.1a | 331.8 ± 431.1b | 312.0 ± 331.9ab |
30 | 332.9 ± 240.5a | 510.6 ± 339.6a | 414.6 ± 299.8a |
Promedio | 235.5 ± 205.1 | 391.8 ± 386.1 | 299.9 ± 302.2 |
Valores con superíndices diferentes dentro de columnas indican diferencia estadística (p<0.05)
En la época de mayor precipitación, las alturas de corte de 10 y 30 cm tuvieron mayor (p<0.05) producción de MS, en tanto que en la época de menor precipitación el rendimiento de MS fue mayor a los 20 y 30 cm de altura de corte (p<0.05; Cuadro 4). Estos valores son menores que los reportados por Cerdas-Ramírez (2015), quién trabajando con diferentes dosis de nitrógeno, obtuvo 9820 kg MS.ha-1.corte-1 al aplicar 60 kg/ha de nitrógeno durante la época lluviosa. Asimismo, Ruíz Cárdenas (2016) obtuvo 9830 kg MS/ha/corte a los 105 días de crecimiento de maralfalfa en época seca.
Independientemente de las épocas, los cortes a 30 cm de altura presentaron un mayor rendimiento de MS que los cortes a 0 cm (p<0.05). Asimismo, la altura de corte a 30 cm tuvo mayor rendimiento de MS (p<0.05) independientemente de los días de rebrote. Por otro lado, la producción de MS al corte a 10 y 20 cm a los 49 días de rebrote fue estadísticamente similar, por lo que se podría considerar que ambas alturas también pueden ser recomendadas (Cuadro 5).
Rebrote (días) | Alturas de corte (cm) | ||||
---|---|---|---|---|---|
0 | 10 | 20 | 30 | Promedio | |
28 | 120.8 ± 44.1c | 81.4 ± 82.1c | 88.3 ± 59.9c | 204.2 ± 265.9b | 123.7c |
35 | 99.4 ± 75.1c | 165.5 ± 207.5c | 213.5 ± 328.3b | 326.1 ± 248.6b | 201.1c |
42 | 104.7 ± 101.7c | 311.1 ± 214.7b | 337.8 ± 239.7b | 495.9 ± 355.1a | 312.4b |
49 | 262.3 ± 170.8b | 527.5 ± 566.8a | 487.9 ± 516.3a | 557.8 ± 322.8a | 458.9a |
56 | 162.1 ± 97.8c | 336.8 ± 152.6a | 427.2 ± 241.4b | 537.5 ± 138.5a | 365.9b |
Promedio | 149.9 | 284.5b | 310.9 | 424.3 | 292.4 |
Valores con superíndices diferentes dentro de columnas indican diferencia estadística (p<0.05)
La máxima tasa de crecimiento promedio fue a 49 días de rebrote con 458.9 kg/ha/ corte, resultado similar al obtenido por Loza-no-Trejo et al. (2020) a los 56 días en parcelas fertilizadas, aunque Hinojosa et al. (2014) y Correa et al. (2004) reportaron mayores rendimientos a los 75 y 90 días de crecimiento, respectivamente.
Proteína Cruda (%)
El contenido promedio de proteína cruda (PC) del forraje de maralfalfa en la época húmeda (11.9 ± 1.94) no varió significativamente (p>0.674) con respecto al de la época seca (9.64 ± 1.63), posiblemente debido que las plantas no tuvieron mayores restricciones de humedad, dado que regulan su crecimiento en función a la disponibilidad de agua (Medrano et al., 2007). Valores ligeramente mayores reporta Gómez et al. (2020) en suelos con clima semi cálido húmedo obteniendo 11.8% de PC a 60 días de rebrote en época seca. Asimismo, Lozano y Arroyo (2020) reportaron 7.35% de PC en maralfalfa. Por otro lado, las interacciones entre las edades de rebrote x las alturas de corte muestran que, aunque hubo variaciones en el contenido de PC, las diferencias no fueron significativas (p>0.05; Cuadro 6).
Rebrote (días) | Alturas de corte (cm) | |||
---|---|---|---|---|
0 | 10 | 20 | 30 | |
28 | 11.0 ± 0.5a | 11.2 ± 0.6a | 11.6 ± 3.3a | 13.0 ± 1.9a |
35 | 9.6 ± 0.2a | 11.4 ± 1.2a | 11.8 ± 2.5a | 11.8 ± 2.3a |
42 | 11.3 ± 2.9a | 10.0 ± 1.3a | 9.1 ± 1.1a | 10.5 ± 0.1a |
49 | 9.3 ± 2.1a | 9.9 ± 1.3a | 10.1 ± 2.5a | 9.3 ± 2.1a |
56 | 9.1 ± 1.4a | 9.0 ± 2.5a | 10.1 ± 2.3a | 10.1 ± 2.2a |
Medias con superíndices iguales dentro de columnas son estadísticamente similares (p<0.05)
La correlación lineal muestra que independientemente de la época, la disminución del contenido de PC está asociada negativamente (p<0.229) a la madurez de la planta en 65.6%. En la época de menor precipitación lo hace a 85.1% y en la de máxima a 47%. Igualmente, Hinojosa et al. (2014) y Barrera et al. (2015) reportan porcentajes de PC (10.6%) a los 30 días de rebrote, disminuyendo a edades mayores. En este sentido, Correa-Cardona (2007) encontró 5.98 y 7.04 de PC en plantas con 90 y 105 días de madurez. Algunos investigadores reportan mayores valores de PC; así, Citalán et al. (2012) reportaron 13.18% de PC en pasto maralfalfa a 30 días de corte; Ortiz et al. (2016) encontraron 12.7% de PC en plantas jóvenes, disminuyendo hasta 4.9% a los 75 días. También Ramos et al. (2014) encontraron 14% de PC en cortes con 40 días de rebrote, disminuyendo a 11% a los 50 días.
La relación entre producción de MS y contenido de PC se encuentra a los 42 días de rebrote, alcanzando una producción de 237.8 MS kg/ha/corte y 10.1% de PC. No obstante, Hinojosa et al. (2014) reportaron que el punto de equilibrio es a los 66 días y con 6.8% de PC. La especie más utilizada por los productores de leche en la zona del trabajo es la gramínea Brachiaria decumbens que tiene entre 6 a 10% de PC, en tanto que la maralfalfa puede alcanzar hasta 11.8% de PC. Esto implica que utilizar maralfalfa con cortes a 30 cm y cosechada a 35 días podría significar una ligera ventaja para los productores lecheros de la zona.
Digestibilidad in vitro de MS (%)
La DIVMS en la época seca (57.1 ± 9.36%) fue significativamente mayor (p<0.05) que en la época húmeda (32.5 ± 4.9%), posiblemente debido a una menor precipitación, donde las plantas regulan su crecimiento y no hay abundancia de hojas, de modo que la disponibilidad es menor. En estas condiciones, cuando estas plantas se encuentran en zonas de pastoreo son consumidas con mayor frecuencia, y la planta no llega a madurar, de modo que su digestibilidad es mayor.
En el Cuadro 7 se presentan los resultados de la DIVMS y los estimados de las interacciones entre los días de rebrote con la altura de corte. La dinámica del comportamiento de la digestibilidad en los días de rebrote de la planta muestra que la DIVMS disminuye constante y significativamente (p<0.002). Se inicia con 56.3% a 28 días de rebrote, disminuyendo a 53.6, 51.1, 48.2 y 47.4% los contenidos a 35, 42, 49 y 56 días de rebrote, respectivamente; es decir, la disminución de la DIVMS está asociada en 98.8% a la edad de madurez de la planta.
Rebrote (Días) | Altura de corte (cm) | ||||
---|---|---|---|---|---|
0 | 10 | 20 | 30 | Media | |
28 | 59.5 ± 19.4a | 58.0 ± 23.8a | 52.6 ± 14.2a | 55.0 ± 10.6a | 56.3 |
35 | 59.5 ± 5.5a | 50.4 ± 12.8b | 47.7 ± 8.6b | 56.7 ± 16.0a | 53.6 |
42 | 48.1 ± 17.7b | 54.4 ± 16.3a | 52.5 ± 17.0a | 49.2 ± 13.2b | 51.1 |
49 | 47.0 ± 14.1b | 45.8 ± 13.1c | 49.4 ± 13.0ab | 50.7 ± 10.4b | 48.2 |
56 | 48.3 ± 16.8b | 48.8 ± 12.9b | 44.6 ± 12.5c | 48.0 ± 14.2b | 47.4 |
Media | 52.48 | 51.48 | 49.36 | 51.92 | 51.3 |
Valores con superíndices diferentes dentro de columnas indican diferencia estadística (p<0.05)
En la interacción de 28 días de rebrote con 0 cm de altura de corte se encontró la máxima digestibilidad, la misma que va disminuyendo cuando los cortes son a mayor altura. Al contrario de esto, a los 42 y 49 días de rebrote la DIVMS presentó una tendencia a incrementar en la medida que la planta es cortada a mayor altura. De acuerdo con Hinojosa et al. (2014), el valor de la DIVMS del presente trabajo es de medio a bajo. Mayores valores reportan Ortiz et al. (2016) con un valor de 79.4% de DIVMS a los 39 días de corte, Camacho-Escobar et al. (2020) con 72.9% en plantas con 60 días de crecimiento, y Ramos-Santana et al. (2014) con 82% a los 40 días de rebrote.
Datos comparativos de la DIVMS en B. decumbens, la gramínea más utilizada en la zona, se reportan valores de 60% (50-57% en época seca y 51-62% en época lluviosa) (Vega et al., 2006; Balseca et al., 2015), valores que son similares a los del presente trabajo para maralfalfa. Ante estos resultados, la maralfalfa podría considerarse como una alternativa para mejorar la calidad nutritiva del forraje ofrecido, cuando es ofrecido a pocas semanas de rebrote.
CONCLUSIONES
La planta de maralfalfa logra mayor altura de crecimiento cuando es cortada a 30 cm del suelo, siendo esto más notorio en la época seca.
Los cortes a 0 cm del suelo presentaron los resultados más bajos en contenido de proteína cruda.
La maralfalfa presentó 15.9% de MS, por lo que podría considerarla como una planta suculenta, que logra tener hasta 11.8% de PC (10.5% en promedio), siendo superior a otras gramíneas utilizadas en la zona.
El 59.5% de digestibilidad in vitro de la materia seca (DIVMS) de la maralfalfa fue ligeramente menor a lo esperado.