INTRODUCCIÓN
El proyecto de vida es una construcción permanente que se nutre de las decisiones que se toman día a día, las que van abriendo o cerrando posibilidades para lograr la meta propuesta, convirtiéndose en el camino para lograr materializar el proyecto de vida en la adultez 1.
Por consiguiente, la formación del estudiante de medicina obliga que el proyecto de vida sea el instrumento pedagógico, que le permita elaborar una visión de futuro que garantice su permanencia en la universidad, al asumir que la profesión no es el fin, sino el medio para hacer realidad su sueño de un futuro mejor para él, su familia y la sociedad. Asimismo, obtendrá resultados académicos satisfactorios, menores índices de desaprobación y deserción, al mejorar su capacidad de tomar decisiones priorizando la concordancia entre el proyecto de vida y su aprendizaje. Por tanto, el proyecto de vida debe permitir a los estudiantes diseñar y proyectar su propio destino para ser protagonistas de su éxito personal y profesional, al conjugar sus intereses con los de la sociedad, participando activa, crítica y constructivamente en su desarrollo 2.
Del Río y Cuenca encontraron que el 93,2% de estudiantes tenían una aspiración clara, pero la forma de lograrlo apenas estaba estructurada, con metas imprecisas y cortoplacistas, planteadas más como aspiraciones que como metas a ser alcanzadas en un tiempo y lugar determinado 3. Asimismo, Del Río y col. reportaron que el 84,4% de los estudiantes se acercaban a la conceptualización del proyecto de vida profesional y lo valoraban; sin embargo, no lo vinculaban con los resultados académicos, ni con la importancia de su implicación en el desempeño profesional 4. Por tanto, es importante crear espacios de reflexión para elaborar el proyecto de vida de los estudiantes, bajo la asesoría de docentes, para planificar actividades y planes de contingencia que permitan alcanzar las metas programadas y hacer realidad los sueños, a pesar de las dificultades 5, al estar influenciado por la dinámica familiar que incide en el proceso de definición de metas y toma de decisiones acerca del futuro personal y profesional 6.
El proyecto de vida no solo debe responder a la visión sobre la profesión y sobre los derechos de los pacientes, sino también a la visión de futuro personal y profesional 7. Demandando su cumplimiento el uso de la libertad para decidir al estar condicionado por las oportunidades que le ofrece la situación personal, el entorno y el accionar de los demás 8, así como la búsqueda de información para lograr su inserción laboral y desarrollo personal, al definir la trayectoria a seguir en la vida, logrando una transición exitosa a la vida profesional y personal 9.
En este sentido, Herrera y col. encontraron que el nivel de definición del proyecto de vida estuvo relacionado significativamente con el nivel de resiliencia de los estudiantes universitarios 10, posibilitando el dominio del futuro que requieren de vitales decisiones, más aún, si están vinculados a la situación social del estudiante, complementado, según Hernández 11, con el "enfoque historicista y contextual crítico-reflexivo y creativo del desarrollo de la persona en su situación social". Gómez y Urrizola 12 consideran a la familia y al trabajo como aspectos claves en la elaboración del proyecto de vida; más aún, si debido a la "diversificación en la forma de la familia y la desestructuración en la organización del trabajo remunerado, propicia que los jóvenes redefinan el lugar de trabajo y la familia en sus proyectos de vida".
En consecuencia, la universidad debe propiciar la investigación en esta área para identificar estrategias que posibiliten la realización del proyecto de vida de los estudiantes facilitándoles el logro de sus metas, la satisfacción de sus necesidades, así como, la enseñanza de una comunicación empática, demostrando interés ético en su desarrollo 13.
El tema motivo de la investigación fue abordado por Del Río y Cuenca 2 quienes revisaron las etapas y desafíos en la formación del proyecto de vida profesional y analizaron un modelo pedagógico del proyecto de vida profesional para estudiantes de medicina. Asimismo, Del Río y col. 4 abordaron las peculiaridades del proyecto de vida profesional en estudiantes de medicina; mientras Mosquera y col. 5 analizaron los factores motivacionales, metas de logro y proyecto de vida en estudiantes universitarios. Por otro lado, Durán y col. 6 estudiaron la relación entre la experiencia de la separación parental y la construcción de un proyecto de vida del joven universitario. Beca y col. 7 investigaron sobre la relación estudiante de medicina-enfermo: visión de los estudiantes; mientras Fernández 8 analizó el deslinde conceptual entre "daño a la persona", "daño al proyecto de vida" y "daño moral", y Olivares 9 analizó el proyecto profesional como un instrumento relevante en la transición a la vida activa del universitario. Finalmente, Herrera y col. 10 abordaron la orientación educativa para la estimulación de proyectos de vida en estudiantes universitarios, Hernández 11 evaluó el proyecto de vida y desarrollo integral humano, y Gómez 12 estudió las nuevas subjetividades y proyectos de vida en estudiantes universitarios.
Los estudios mencionados revelan la importancia de incentivar que los estudiantes proyecten su vida para una adecuada inserción al medio profesional, familiar y social.
La presente investigación tuvo como objetivo conocer el proyecto de vida, sueños, visiones y metas de los estudiantes del sexto año de estudios, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal y de enfoque cuantitativo. La muestra fue por conveniencia, constituida por 189 estudiantes del sexto año de la Facultad de Medicina de la UNMSM, el 87,5% de la totalidad de alumnos matriculados durante el año 2019, el mismo año en que se realizó el estudio. Se utilizó un cuestionario de seis preguntas abiertas elaborado por el investigador para determinar la presencia de sueños, visión a largo plazo, proyecto de vida, metas a corto, mediano y largo plazo, así como conocer la razón por la que estaban estudiando la carrera de medicina. Si la respuesta era afirmativa, se planteó la necesidad de explicarla. Las respuestas se categorizaron y se calcularon promedios para cada pregunta.
Se solicitó el consentimiento informado a los participantes del estudio, se garantizó la confidencialidad de los datos.
RESULTADOS
El 56% de los participantes del estudio fueron varones, el grupo etario predominante fue de 21 a 30 años (97%). El 6% de los estudiantes no tenían un proyecto de vida, el 2% no tenían sueños, el 4% no tenían visión y el 24% no tenían metas a corto y largo plazo, según se muestra en la tabla 1.
El 4% de estudiantes que dijeron tener sueños y 5% que dijeron tener visión no lo explicitaron; 3% y 10% no tuvieron metas a corto y a largo plazo, respectivamente. De los estudiantes que no tenían proyecto de vida 58% fueron mujeres, de quienes no tuvieron sueños 71% fueron mujeres, y de quienes no tuvieron visión 70% fueron mujeres. De quienes no tenían metas a largo plazo, 61% fueron hombres. El 62% de estudiantes que manifestaron no tener metas a corto y largo plazo, el 61% no lo explicitaron. El sueño más ambicioso (22%) que tuvieron los participantes del estudio fue culminar la carrera, la residencia, tener especialidad y desarrollarse profesionalmente. Tabla 2.
El 31% de participantes del estudio tuvieron como visión ejercer la profesión, tener especialidad, posgrado, familia, empresa y viajar; y sólo el 1% tenían como visión ser feliz y hacer un aporte a la práctica médica. Más del 90% tuvieron sueños, visiones convincentes y metas imperativas a corto plazo, mientras que 80% tuvieron a largo plazo. Tabla 3.
El 28% tenían como meta al 2020 ingresar al internado y solo el 1% tenían como meta presentar la tesis con honores, publicarla en revista científica y estar entre los 15 primeros de la promoción. El 24% tenían como meta al 2039 tener una especialidad o subespecialidad así como estabilidad económica y sólo el 1% tenían como meta ser uno de los mejores médicos del país, ser exitoso empresario, ser ministro de salud, ser excelente profesional con ética y responsabilidad y estar realizado como ser humano y profesional. Tabla 4.
DISCUSIÓN
A pesar de que la mayoría de estudiantes manifestaron tener un proyecto de vida y lo valoraban, no se vinculaba con los resultados académicos alcanzados, ni con la importancia de su implicación en el desempeño laboral, constituyendo una oportunidad perdida para el aprendizaje, como lo evidenció Fernández cuando precisó que el "daño al proyecto de vida afecta el sentido mismo de la existencia al atentar contra la libertad convertida en acto o conducta" 8. Sin embargo, es preocupante que hubiese estudiantes que no tuvieron proyecto de vida, sueños, visión ni metas; es más, estudiantes que dijeron tener sueños, visión y metas, no lo manifestaron. Situación que se explicaría por la poca atención prestada sobre la importancia de planificar lo que se desea alcanzar en la vida, a través del proyecto de vida que permite hacer realidad lo soñado, al dar lo mejor de sí para hacerlo realidad. Asimismo, no hacer realidad lo soñado, se debería a la falta de concientización sobre la importancia de planificar la vida, para resaltar la importancia de imaginar cómo se quiere ser y hasta dónde se quiere llegar, para luego formular metas que permitan su logro, evidenciando la importancia de planificar para alcanzar las metas y supervisar su cumplimiento con responsabilidad, pasión y coraje.
No hacer realidad lo soñado se explicaría, por no remarcar que el proyecto de vida se encuentra directamente relacionado con la magnitud de lo soñado y de la visión, como lo remarca Del Río y Cuenca 2. Sueño y visión lo estarán con la magnitud de las metas formuladas que serán utilizadas como instrumentos de idealización de la visión de un futuro exitoso 5, que le permita ser protagonista de su éxito personal, profesional y social. A la vez de constituirse en pilar fundamental de su formación y desarrollo 3,4.
Sin embargo, a pesar de que la gran mayoría de estudiantes expresaron tener su proyecto de vida como aspiración, cortoplacista y no ambiciosa, la manera de lograrlo apenas estaba estructurada con metas imprecisas, planteadas más como aspiraciones, sin plazos de tiempo ni lugar, resultados coincidentes con los encontrados por Durán y col. 6. Por consiguiente, la universidad debería ayudarlos a plantear objetivos y metas claras, ambiciosas, para cambiar las condiciones socioculturales y económicas, al potenciar las oportunidades que brinda el entorno para generar proyectos de vida trascendentales que contribuyan con su progreso personal, profesional y social 7.
Las diferencias encontradas entre estudiantes que no tenían proyecto de vida y que teniendo sueños y visión no lo explicitaron, y los que manifestaron no tener metas y teniéndolos no lo manifestaron, se explicaría por las diferencias existentes en estructura, funcionamiento 14 y manera de actuar 15, de los cerebros masculinos y femeninos, que ante tareas complejas las mujeres suelen utilizar ambos hemisferios, mientras que los hombres utilizan el más adecuado, razón por la que las mujeres tienen una visión más amplia y los hombres una visión focalizada 16,17.
El hecho de que más de la mitad de estudiantes tuviera como sueño mayor culminar la carrera, tener especialidad, desarrollarse profesionalmente, y que solo el 10% soñaran con ser el mejor médico especialista, tener familia y ser feliz, se debería al hecho de que el plan de estudios prioriza la formación profesional sobre el desarrollo del estudiante como persona, sobrevalorando lo comercial en desmedro de la formación ética, humana y desarrollo integral del estudiante como persona con plena realización humana para tomar decisiones efectivas, basadas en principios éticos, dado que el interés está centrado en priorizar el desarrollo de la mente para aprender. Sin embargo, están ausentes: el cuidado del cuerpo para vivir sanamente, el modelar las emociones y lograr relaciones óptimas escuchando empáticamente, y el desarrollo del espíritu para dejar un legado y trascender, al no ser una enseñanza centrada en el estudiante como persona 18,19,21,13. Por consiguiente, es importante incentivar en los estudiantes que sueñen en grande para no quedarse relegados, dado que no tener un proyecto de vida es un problema que demanda enfrentarlo para encontrar estrategias de intervención adecuadas para revertirlo, tal como lo afirma Ruiz: "el proyecto de vida de los sujetos debe ser un proceso explícito en las organizaciones educativas para poder desarrollarse como individuo y así incluirse en un mundo cada vez más complejo, dinámico y exigente" 20. Así, se deben crear espacios de reflexión para elaborar el proyecto de vida, asesorados por docentes en la fijación, planificación de actividades y planes de contingencia, que les permitan alcanzar las metas programadas 5.
Por tanto, la universidad debe ser consciente de la importancia del proyecto de vida sustentado en una visión de futuro que contemple metas de corto, mediano y largo plazo, para no dejar el futuro en manos de las circunstancias, más aún, cuando todo proyecto de vida está influenciado por la dinámica familiar al incidir en el proceso de definición de metas y toma de decisiones acerca del futuro personal y profesional 6. Enfatizando que el proyecto de vida no solo debe responder a la visión sobre la profesión médica y el concepto que tienen sobre los derechos de los pacientes, sino también a su visión de futuro personal y profesional 7. Dado que cumplirlo, implica hacer uso de su libertad, por estar condicionada por las oportunidades que le ofrece la situación personal, el medio donde se desenvuelve y por el accionar de los demás 8. Además, la importancia de contar con el proyecto de vida, permite a los estudiantes que ante los problemas que puedan afrontar durante su puesta en práctica, así como los que encuentren durante su formación y práctica profesional, tengan la fortaleza para solucionarlos. Toda vez que el tiempo del ser humano es el futuro, dado que "solo los actos proyectados son actos humanos y por tanto morales", por consiguiente, el estudiante debería proyectar su futuro a través del proyecto de vida 21,22,23.
Para lograrlo, será indispensable desarrollar nuevas y mejores estrategias de inserción laboral y desarrollo personal, al definir la trayectoria que desea seguir en la vida el estudiante; por tanto, lograr una transición exitosa a la vida activa 9, requiere estrategias y asesoría para la adecuada estructuración de logro de metas trazadas 10.
Las cuatro quintas partes de los estudiantes tuvieron como visión ser buen profesional, tener especialidad, posgrado, familia, empresa y viajar, a diferencia de los que tuvieron como visión ser feliz, hacer un aporte a la práctica médica, así como los que no tuvieron visión a pesar de tener sueños. Esto se explicaría por la poca importancia prestada para inculcar a los estudiantes que la realidad imaginada de sus sueños es la visión, que es la creación mental que se antecede a la creación física, es ver más allá de la realidad del momento, es crear, inventar lo que no existe, es convertirnos en el que aún no somos. Es el que determina nuestra elección y la forma de emplear nuestro tiempo, es la pasión que nos lleva a superar el miedo, la duda y el desaliento que nos alejan del logro y la contribución 24. Además que "ofrece el contexto y significado al sitio donde nos encontramos, al lugar donde nos dirigimos y la manera de llegar allí" 25, porque "el futuro les pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños" 26, porque los sueños determinan dónde queremos llegar, mientras que la vida nos enseña cómo llegar, dado que la visión es el resultado de nuestros sueños en acción 27.
La visión debe ser amplia y detallada, y debe responder al qué, al cuándo, al cómo y al por qué, y además debe ser positiva y alentadora para que inspire a la superación más allá de uno mismo y justifique el esfuerzo a realizar 28, toda vez que una visión sin acción es un sueño, una acción sin visión es pérdida de tiempo, mientras que una visión con acción es capaz de transformar el mundo 28, además de ser la amalgama que une el hoy con el mañana, el hoy con los sueños, es el que determina el camino para realizarlo, la coordinación eficaz para avanzar por él y la energía y motivación para superar obstáculos, teniendo en cuenta que los valores determinan los límites del sendero a seguir, lo que le permitirá desenvolverse éticamente en el ámbito personal, familiar, profesional y social.
Que los estudiantes tuvieran como meta al 2020 terminar satisfactoriamente la carrera, ingresar al internado, presentar la tesis con honores, publicarla en una revista científica y estar entre los 15 mejores, y por otro lado tuvieran como meta al 2039 tener una especialidad, subespecialidad, estabilidad económica, ser empresario exitoso, así como los que no tenían metas, se explicaría por la excesiva concentración en el desarrollo de la mente como único fin 21, al considerar como meta máxima el lograr una profesión o un posgrado y trabajar en una institución de salud, evidenciando la mezquindad del sueño, visión cortoplacista y considerar a la profesión como fin y no como medio.
Los estudiantes deberán comprender que para ejecutar el plan de vida necesitarán la colaboración de muchas personas y tener "liderazgo, entendido como la capacidad de trasladar la visión a la realidad" 27, y de "comprometer a la gente a la acción, de transformar seguidores en líderes y líderes en agentes de cambio" 28,29.
La muestra no probabilística, al ser censal y pequeña, y las respuestas subjetivas fueron las limitaciones del presente estudio, toda vez que respondieron a un estado de ánimo que impide asegurar que las respuestas dadas responden realmente al propósito del estudio.
Concluimos que en los estudiantes de medicina del sexto año de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el 94% manifestaron tener proyecto de vida, 98% tener sueños, 96% visión, y 76% tener metas a corto y largo plazo.