INTRODUCCIÓN
Un estilo de vida es el patrón adoptado, de manera consciente o inconsciente, de un tipo de comportamiento que finalmente puede influir en el desencadenamiento de una enfermedad no transmisible (ENT). Un estilo de vida saludable tiene como componentes principales a una alimentación saludable, actividad física, manejo adecuado del estrés, descanso y sueño adecuados, así como el no uso de sustancias tóxicas 1,2.
Las ENT tienen repercusión en la salud pública. Representan el 71% de las muertes a nivel mundial, siendo las enfermedades cardiovasculares las más importantes en frecuencia como causa de muerte, en comparación al cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes 3. Los factores de riesgo son la alimentación hipercalórica, la actividad física insuficiente, la hiperglicemia, la hiperlipidemia y el sobrepeso y obesidad 3,4. En América Latina este último factor de riesgo avanza sin control. Nuestro país no escapa a esta realidad, reportándose que el 37,6% de las mujeres y el 27,8% de los hombres presentan obesidad 4.
La Organización Mundial de la Salud declaró el 11 de marzo de 2020 como pandemia a la nueva enfermedad COVID-19, producida por el virus del SARS-CoV-2 5. A nivel mundial se instituyó el aislamiento y distanciamiento social como estrategias fundamentales para evitar el contagio. Es posible que ambos hayan repercutido negativamente en el estilo de vida de las personas, entre ellas los médicos que son la primera línea de defensa en el control de la pandemia.
A nivel regional y local se cuenta con reportes de instrumentos para evaluar los estilos de vida en diferentes poblaciones, como en estudiantes universitarios 6-9, en adolescentes 10 y en profesionales de la salud 11,12. Dichos instrumentos están referidos a cuestionarios que evalúan el estilo de vida, midiendo dominios tales como: actividad, nutrición, salud mental, hábitos nocivos, sueño, descanso, recreación y relaciones sociales.
Durante la pandemia del COVID-19, los profesionales médicos especialistas experimentaron cambios en las modalidades de trabajo como, por ejemplo, algunos de ellos realizaban turnos de 24 horas, mientras que otros, por diversos motivos, realizaron trabajo remoto exclusivo. Estos cambios abruptos en la modalidad de trabajo, sumado al estrés psicológico que produjo la pandemia, pudieron repercutir en el estilo de vida de estos profesionales. Por tanto, es importante conocer cómo estos cambios durante la pandemia influyeron en los médicos especialistas, ya que es uno de los grupos profesionales que presentaron una gran carga laboral y psicológica. Para esto es necesario contar con un instrumento válido y confiable que nos permita cuantificar los cambios en el estilo de vida.
De esta forma, al no contar con un cuestionario publicado y validado en médicos especialistas, se consideró necesario validar este instrumento para su aplicación en esta población específica. A nivel nacional los instrumentos publicados se aplicaron en diferentes profesionales de la salud. Así, el objetivo de la presente investigación fue diseñar y validar un cuestionario para evaluar el estilo de vida de los médicos especialistas antes y durante la pandemia por COVID-19.
MÉTODOS
Población y muestra
La población estuvo conformada por todos los médicos especialistas del Hospital Nacional Dos de Mayo de Lima, Perú. La oficina de personal de la institución proporcionó una relación de los 336 médicos especialistas. Se excluyeron a 8 médicos por ser cesantes o estar destacados en otras instituciones. A 41 médicos no se contactó. De los 287 médicos contactados, 81 no respondieron el cuestionario. De los 206 que respondieron el cuestionario, se excluyeron a 2, uno por ser cesante y otro por ser gestante; quedando admitidos 204 médicos especialistas.
Instrumento
Los estilos de vida son los patrones adoptados, consciente o inconscientemente, de un tipo de comportamiento que puede influir en el desencadenamiento de una enfermedad, que es secundaria a la afectación de diversos mecanismos biológicos, ocasionando alteraciones como cambios en la expresión genética, inflamación, estrés oxidativo y disfunción metabólica. Es la forma total de vivir que incluye costumbres, patrones de relaciones interpersonales, sociales e interacciones con el entorno 1. El estilo de vida resulta de la interacción de diferentes componentes, como los genéticos, neurobiológicos, psicológicos, socioculturales, educativos, económicos y medioambientales 13.
El estilo de vida incluye actividades diversas como son las rutinas cotidianas, hábitos o comportamientos sostenidos; como el número de comidas diarias, las características de la alimentación, las horas de sueño, la recreación, el descanso, el consumo de sustancias tóxicas, la actividad física, las técnicas de manejo del estrés, entre otros 14.
En base a la revisión bibliográfica se diseñó un cuestionario de preguntas cerradas con posibilidad de respuesta en base a una escala de Likert. Dicha escala tenía 5 alternativas de respuesta: siempre (todos los días), frecuentemente (3 a 6 veces por semana), a veces (1 a 2 veces por semana), casi nunca (1 a 3 veces por mes) o nunca (ningún día). Esta primera versión del cuestionario constaba de 61 preguntas, distribuidas en 4 dominios: actividad física (8 preguntas), nutrición adecuada (29 preguntas), descanso, sueño y recreación (14 preguntas) y salud mental (10 preguntas).
El cuestionario final en base a los resultados del análisis estadístico quedó conformado por 33 preguntas, distribuidas en 5 dominios: actividad física (5 preguntas), nutrición (7 preguntas), tipos de alimentos (4 preguntas), hábitos de alimentación, descanso y sueño (7 preguntas) y salud mental (10 preguntas). Además, se modificaron algunos formatos de respuesta en la escala de Likert, debido a que algunos ítems tenían una respuesta orientada hacia la frecuencia (nunca, casi nunca, a veces, frecuentemente y siempre) y otras como en salud mental relacionadas al grado de acuerdo con el enunciado (totalmente en desacuerdo, en desacuerdo, ni en desacuerdo o de acuerdo, de acuerdo y totalmente de acuerdo). El cuestionario final se encuentra adjunto al presente artículo como Material Suplementario.
Procedimientos
Se realizó una evaluación del instrumento en dos partes debido a su estructura, antes y durante la pandemia.
Se conformó un comité de siete expertos. Tres de ellos con grado académico de doctor y cuatro con grado académico de magister. Todos ellos con amplia experiencia en la docencia en investigación, además en la asesoría de tesis de posgrado; así como experticia en la validación de instrumentos. Tres de ellos versados en el área temática de nutrición y bioquímica.
El cuestionario preliminar fue evaluado virtualmente por los siete miembros del comité para determinar si el instrumento era aplicable para la población de estudio, utilizando la prueba Q de Cochran para aproximar la validez de criterio 15. Luego se realizó virtualmente una prueba piloto con 30 médicos especialistas, del 7 al 20 de marzo de 2022. Estos profesionales laboraban en distintos hospitales nacionales de Lima Metropolitana, con lo que se evitaba la pérdida de unidades estadística si se tomaba de la población de estudio. Considerando las opiniones de los siete miembros del comité y realizando una evaluación crítica se evaluó la validez de contenido utilizando la prueba V de Aiken16.
Se procedió a aplicar el cuestionario en la población de estudio a través de la plataforma Google Forms, previo consentimiento informado que fue desarrollado virtualmente. Del 8 de abril al 5 de mayo de 2022 se recibieron los cuestionarios. Cada pregunta en el cuestionario tenía opciones de respuesta en dos momentos, uno antes y otro durante la pandemia. Esto en virtud que para el tiempo "antes", era imposible hacerlo previo a la pandemia por el desconocimiento de cuando se iniciaría ésta.
Análisis estadístico
El análisis estadístico se realizó en el programa estadístico SPSS versión 26. La confiabilidad es el grado en que un instrumento mide con precisión y es capaz de brindar repetidamente resultados veraces y constantes en condiciones similares de medición 17. La validez es el grado en que un instrumento de medida mide aquello que realmente pretende medir 17. La prueba Q de Cochran evalúa la validez de criterio a través de un comité de expertos, que determina si el instrumento es aplicable para la población de estudio 15. La prueba de V de Aiken evalúa la validez de contenido a través de un comité de expertos, en relación con la relevancia, representatividad y claridad con la que están redactadas las preguntas 16. El análisis factorial exploratorio se utiliza para la validación psicométrica del constructo. Explora la estructura de los factores comunes que explican las respuestas y la varianza del conjunto de datos. El análisis factorial confirmatorio define cuántos factores quedan, la relación entre ellos y qué preguntas están relacionadas con cada factor 18,19.
El análisis psicométrico para evaluar la validez del constructo se realizó mediante un análisis factorial exploratorio, luego de evaluar la adecuación muestral global por medio de la prueba de esfericidad de Bartlett y la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO). Se utilizó el estimador de máxima verosimilitud y la rotación oblicua de Oblimin para determinar la cantidad de ítems 19, que representan mejor al constructo estilo de vida. Todo esto considerando la correlación policorica entre ítems y la comunalidad de cada ítem. Luego se realizó un análisis factorial confirmatorio con el estimador de mínimos cuadrados ponderados con la media y varianza (WLSMV) por la naturaleza ordinal de la escala, estimando las cargas factoriales, covarianzas y errores de varianza o residuos. Se determinó los grados de libertad (GL o DF en inglés), el índice de ajuste comparativo (CFI), el índice de Tucker-Lewis (TLI), la raíz residual estandarizada cuadrática media (SRMR) y el error cuadrático medio de aproximación (RMSEA), se consideró un adecuado ajuste del modelo, cuando el CFI y TLI eran mayores a 0,90 20, mientras que el RMSEA y SRMR fueran menores a 0,08 21. El análisis de confiabilidad se calculó con el coeficiente alfa de Cronbach, considerándose adecuado cuando se obtuvo un valor mayor a 0,70.
Aspectos éticos
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación Biomédica del Hospital Nacional Dos de Mayo. La investigación no supuso un riesgo para los encuestados o los investigadores, ya que el estudio se desarrolló de forma virtual, respetando las normas de distanciamiento físico y asegurando la confidencialidad de los encuestados. Se informó a los participantes acerca del estudio y sus objetivos, y se les solicitó el consentimiento informado antes de ingresar a la investigación.
RESULTADOS
El comité de expertos evaluó el cuestionario inicial de 61 preguntas para realizar la revisión de la validez de contenido. El grado de acuerdo se evaluó con la prueba Q de Cochran que tuvo un valor de 7 y un valor p de 0,50, lo que demostró que no existía discordancia entre las evaluaciones realizadas.
La prueba piloto con 30 médicos especialistas, para probar la versión del instrumento con 61 ítems, permitió evaluar la comprensibilidad y aplicabilidad del instrumento. Al evaluar el estilo de vida antes y durante la pandemia COVID-19, se realizaron 122 preguntas. Se determinó una adecuada confiabilidad del instrumento con un alfa de Cronbach de 0,842. Luego de una revisión cualitativa crítica se excluyeron 4 preguntas del cuestionario porque no estaban acorde al instrumento. Así, se generó una versión con 57 preguntas agrupadas en cuatro dominios. Además, se modificó algunos formatos de respuesta en la escala de Likert.
La nueva versión de 57 preguntas fue sometida al comité de expertos, para evaluar la validez de contenido de las preguntas, revisando la relevancia, la representatividad y la claridad con la que fueron redactadas. Luego de la evaluación por los expertos se estimó una V de Aiken global de 0,97 (Tabla 1).
La V de Aiken total como promedio del valor obtenido al evaluar la relevancia, representatividad y claridad mostró una adecuada validez de contenido de las 57 preguntas del cuestionario. Además, en la estimación de los dominios se obtuvo una V de Aiken de 0,97 para el dominio de actividad física, 0,98 para el dominio de nutrición, 0,98 para el dominio de recreación, descanso y sueño y 0,95 para el dominio de salud mental.
Para la validez del constructo se aplicó la versión de 57 preguntas, duplicando la cantidad de preguntas para evaluar el estilo de vida de los 204 médicos antes y durante la pandemia. En el instrumento se eliminó seis ítems debido a que no se obtuvo respuesta en todas sus categorías.
En las estadísticas descriptivas, de las 51 preguntas restantes, solo algunas mostraron una asimetría marcada y una concentración de datos no centralizada. En la evaluación con la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) se encontró un valor global de 0,78 para el cuestionario cuando evalúa los estilos de vida antes de la pandemia y un valor de KMO global de 0,76 cuando el cuestionario evalúa los estilos de vida durante la pandemia (Tablas 2 y 3). Además, en la prueba de esfericidad de Bartlett para el instrumento que evalúa los estilos de vida tanto antes de la pandemia COVID-19 (X2=4235,75, p<0,01) y durante (X2=4328, p<0,01), no se identificó una inadecuación muestral, por lo que se podía realizar un análisis factorial exploratorio.
a Valores de índice de Alfa de Cronbach si el ítem es eliminado
* Los ítems tienen una escala inversa
a Valores de índice de alfa de Cronbach si el ítem es eliminado
* Los ítems tienen una escala inversa
En el análisis factorial exploratorio que evalúa el estilo de vida antes de la pandemia COVID-19, se estructuro cinco dominios al realizar la gráfica de sedimentación. En la estimación de las cargas factoriales basadas en correlaciones policoricas y la rotación de Oblimin, para el instrumento cuando evalúa el estilo de vida antes de la pandemia se identificó 16 ítems con bajas cargas factoriales. En cuanto a la correlación entre los dominios los valores se encontraban entre -0,17 y 0,30, y el RSMR fue de 0,06.
En el Análisis Factorial Exploratorio que evalúa el estilo de vida durante la pandemia COVID-19, se identificó 13 ítems con bajas cargas factoriales. En cuanto a la correlación entre los cinco dominios del instrumento que evalúa los estilos de vida los valores se encontraban entre -0,17 y 0,30, y el RSMR fue de 0,06.
Para el análisis factorial confirmatorio del instrumento sólo se incluyó 33 ítems agrupados en cinco dominios. En la evaluación del estilo de vida antes de la pandemia, se identificó cargas factoriales entre-0,69 y 0,93, covarianzas entre-0,23 y 0,58, así como residuos entre 0,13 y 0,98 (Figura 1). Los índices de bondad de ajuste fueron X2=1027,71 (p<0,01), GL=485, CFI=0,93, TLI=0,92, RMSEA=0,07 y SRMR=0,09, indicando un adecuado ajuste del modelo. En cuanto al análisis factorial confirmatorio del instrumento del estilo de vida durante la pandemia con 33 ítems, se identificó cargas factoriales entre -0,65 y 0,98, covarianzas entre -0,21 y 0,57, así como residuos entre 0,10 y 0,94 (Ver Figura 2). Los índices de bondad de ajuste fueron X2=965,82 (p<0,01), GL=485, CFI=0,93, TLI=0,93, RMSEA=0,07 y SRMR=0,09, indicando un adecuado ajuste del modelo.
La versión del instrumento con 33 ítems (cuestionario adjunto como Material Suplementario) mostró una adecuada confiabilidad total, con algunas preguntas con escala invertida. De forma específica, las preguntas que evaluaron el estilo de vida antes de la pandemia mostraron una alta confiabilidad, con un alfa de Cronbach de 0,87, similar a la confiabilidad de las preguntas que evalúan el estilo de vida durante la pandemia, con un alfa de Cronbach de 0,86.
Los estilos de vida se tipificaron de acuerdo a los rangos de puntajes obtenidos en: muy saludable (132-165), saludable (99 a131), poco saludable (66 a 98) y no saludable (33 a 65) (Material Suplementario).
DISCUSIÓN
El presente estudio muestra el proceso de diseño y validación de un instrumento para evaluar el estilo de vida de médicos especialistas antes y durante la pandemia. La adaptación del instrumento para su uso en la población de estudio fue sometida a múltiples revisiones con la finalidad de mejorar su comprensibilidad y aplicabilidad, además de sumar evidencias de validez basadas en el criterio de expertos y en el contenido de los ítems, según su relevancia, representatividad y claridad. Por ello, aunque se inició con 61 ítems, se aplicó una versión con 57 ítems y culminó en una versión de 33 ítems al realizarse el análisis factorial para abordar la validez de constructo. Finalmente se encontró adecuadas evidencias de validez para los ítems que evalúan el estilo de vida antes y durante la pandemia COVID-19 22.
Se tomaron en cuenta las diferentes propuestas de tópicos de los instrumentos previos considerados en el proceso de validación para lograr agrupar los ítems en cinco dominios, considerando las recomendaciones de Furr y col, que plantean que un domino no puede tener menos de tres ítems 23. Al culminar el análisis factorial se decidió renombrar el dominio descanso, recreación y sueño por hábitos alimenticios y sueño semejantes, basándonos en una interpretación cualitativa.
Además, el instrumento mostró una adecuada confiabilidad desde la prueba piloto cuando se aplicó la versión con 61 ítems, luego en la versión de 33 ítems agrupados en cinco dominios, la confiabilidad fue elevada para todo el instrumento y de forma específica para los ítems que evalúan el estilo de vida antes y durante la pandemia COVID-19. La mayoría de los estudios de validación de instrumentos relacionados al estilo de vida para determinar sus propiedades psicométricas, se realizaron en estudiantes universitarios 6-9, y algunos en profesionales de salud de diferentes áreas 11,12.
Vera-Ponce y col. 6, realizaron la validación de una escala de cambios en los estilos de vida en estudiantes universitarios de medicina humana y psicología en Perú durante el periodo de cuarentena. Realizaron la validez de constructo, la fiabilidad y las categorías para calificar el estilo de vida. Su escala final contaba con 25 items. La prueba de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y la prueba de esfericidad de Bartlett, tuvieron valores similares al estudio realizado. Los dominios que evaluaron semejantes al instrumento validado fueron hábitos alimenticios y actividad física.
Santiago-Bazan y Carcausto 7, realizaron un estudio de validación de un cuestionario de estilo de vida saludable en estudiantes universitarios peruanos. La validez fue realizada por jueces expertos y la fiabilidad con un alfa de Cronbach de 0,81; fue semejante a lo encontrado. Calificaron el estilo de vida saludable en nivel bajo, nivel medio y nivel alto a diferencia del estudio realizado. El dominio físico-mental incluía el consumo de alimentación saludable, actividad física y salud mental semejante a los dominios del instrumento.
Orejón 8, realizó la validación de un instrumento para medir el estilo de vida de estudiantes de una facultad de medicina humana en Lima. El instrumento constaba de 49 ítems en una escala tipo Likert. Realizó un análisis factorial y el coeficiente alfa de Cronbach fue 0,79 semejante al instrumento presentado. Calificó el estilo de vida en pésimo, malo, aceptable., muy bueno y excelente. Evaluó cinco dimensiones, tres semejantes al instrumento; actividad física, hábito alimentario y salud mental.
Arrivillaga 9, en su estudio en jóvenes universitarios realizado en Colombia, validó sus instrumentos con un juicio de expertos y una prueba piloto. No realizó análisis factorial. La calificación del estilo de vida semejante al instrumento presentado. Evaluó seis dimensiones del estilo de vida, siendo la actividad física, hábitos alimenticios y sueño semejantes al instrumento.
Palomares 12, realizó un estudio de los estilos de vida y su relación con el estado nutricional en profesionales de la salud en un hospital de Lima. Utilizó un cuestionario con 48 preguntas en una escala tipo Likert, adaptado sobre estilos de vida saludables de Salazar y Arrivillaga, validado por un juicio de 3 expertos. No realizó análisis factorial. La calificación del estilo de vida fue semejante a lo presentado. Evaluó seis dimensiones, siendo similares la actividad física, el sueño y los hábitos alimenticios.
Grimaldo 11, determinó las propiedades psicométricas de un cuestionario de estilo de vida saludable en profesionales de la salud, estudiantes de postgrado de ciencias de la salud (entre ellos médicos). La validez del contenido la realizó con un criterio de jueces, con el coeficiente V de Aiken, la validez del constructo con el análisis factorial y la confiabilidad con el coeficiente alfa de Cronbach global de 0,76, coincidiendo con lo presentado. Evaluó 3 dimensiones, actividad deportiva, consumo de alimentos y sueño y reposo; semejante al instrumento.
Bazán-Riverón y col. 10, realizaron la validación de un instrumento con 40 ítems en una escala tipo Likert para evaluar el estilo de vida de adolescentes mexicanos. Constaba de seis dimensiones, siendo tres semejantes al nuestro: alimentación, actividad física y salud mental. Evaluaron la consistencia interna mediante el alfa de Cronbach (0,68-0,85) y con el análisis factorial confirmaron las seis dimensiones, similar a lo encontrado en el presente estudio.
La importancia de diseñar y validar este instrumento que evalúa el estilo de vida de los médicos especialistas en un hospital nacional, antes y durante la pandemia COVID-19, toma mayor relevancia considerando que estamos viviendo una crisis sanitaria mundial especialmente en países como el nuestro y que nos permitirá rediseñar acciones preventivas a favor de la salud de estos profesionales.
Si bien se respetó el distanciamiento social para la toma de datos del estudio de forma virtual, esto finalmente representó una limitación al mismo. De la población total, finalmente se tuvo que prescindir de un 40% de potenciales unidades estadísticas, esa fue la razón por la que no se consideró una muestra probabilística. Pese a ello, el número total de admitidos permitió un adecuado análisis factorial.
Se concluye que el instrumento diseñado para evaluar el estilo de vida de los médicos especialistas antes y durante la pandemia COVID-19, puede considerarse como útil, válido y fiable.