Sr. Editor,
Desde mediados de diciembre del 2022 hasta parte de febrero del 2023 se desarrollaron en el Perú protestas sociales de gran magnitud que expresaron el reclamo de un sector de la población 1. Así, se registraron incidentes de violencia entre protestantes y las fuerzas del orden, bloqueo de carreteras, toma de aeropuertos, entre otros 2. Estos incidentes produjeron la paralización de actividades económicas, sentimiento de inseguridad e incertidumbre social 1; y al 5 de febrero del 2023, 59 fallecidos y 1229 heridos 2. Además, millones de personas atestiguaron estos incidentes directa o indirectamente por medios de comunicación y redes sociales.
Una revisión sistemática publicada en 2020 que incluyó 52 estudios de 20 países/regiones ofrece interesantes resultados sobre el impacto de las protestas sociales en la salud mental. La revisión mostró que después de protestas de gran magnitud, la prevalencia de depresión mayor (probable) aumentó en un 7% en las comunidades, independientemente de la participación de las personas en estos incidentes 3. Además, la prevalencia de estrés postraumático estuvo entre 4% a 41% en las áreas donde estos incidentes ocurrieron 3. Los factores asociados a la presencia de problemas de salud mental fueron la exposición directa a hechos violentos, uso frecuente de las redes sociales, sexo femenino, nivel socioeconómico bajo, conflictos interpersonales, y menor resiliencia. Por ello, los autores recomiendan la vigilancia de problemas de salud mental durante y después de periodos de protestas 3.
En ese sentido, se ha señalado que el efecto de las protestas sociales de gran magnitud en la salud mental puede ser comparable con el producido por los desastres naturales, ataques terroristas o conflictos armados 3. El modelo ecológico explica este fenómeno al mostrar que existe una interacción constante entre los factores del nivel social e individual 4. Por ejemplo, en conflictos armados, la exposición directa a la guerra o al desplazamiento que ocurre tras ella incrementa el riesgo de problemas de salud mental en personas vulnerables 4. En Perú, la exposición directa o indirecta a escenas de alta violencia en las protestas sociales podría llevar al desarrollo de problemas de salud mental o a la exacerbación de patologías preexistentes en personas con diagnósticos establecidos. Aunque no existe estudios al respecto en Perú, algunos reportes periodísticos muestran las versiones de personas que han experimentado problemas de salud mental en torno a las protestas sociales 5. Por consiguiente, nosotros consideramos que debe haber consciencia sobre el potencial impacto de las protestas sociales en la salud mental poblacional. Los hospitales y profesionales de la salud deben estar preparados para la atención de problemas de salud mental, especialmente, durante y después de periodos de protestas. El público general debe valorar su grado de exposición a este tipo de noticias y escoger medios serios y apropiados para obtener información. Además, los medios de comunicación deben transmitir responsablemente estas noticias evaluando la utilidad de mostrar escenas de extrema violencia, evitando el tono sensacionalista y valorando la necesidad de su retransmisión en distintos horarios y plataformas.