INTRODUCCIÓN
La convivencia entre animales de compañía (AC) y seres humanos brinda bienestar y beneficios para unos y otros. En diversos estudios se ha demostrado que la tenencia de animales de compañía (TAC) incide de forma positiva en la salud física (reducción de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca y respiratoria), así como en la salud psico-emocional (disminución de la depresión, ansiedad, estrés, aislamiento) (Boya et al.,2012). La TAC promueve la socialización entre personas desconocidas, volviéndose más solidarias y comunicativas, así como una mayor estimulación en la participación en actividades físicas y recreativas (Portuondo, 2016).
En tiempos de pandemias como la COVID-19, la TAC podría promover la salud de las personas, tomando en consideración los efectos positivos mencionados (Díaz y Olarte, 2018). El valor o la significación de un AC se encuentra relacionado con la edad y el género de las personas con las que se vinculan. En los niños se desarrolla una relación de juego, en el caso de los jóvenes se presenta una relación de compañerismo, protección y vínculo social, en tanto que para los adultos los consideran como una compañía reconfortante que contribuye a atenuar el sentimiento de soledad, depresión, ansiedad y temores (Diaz Videla, 2015). Eleva la calidad de vida de las personas de la tercera edad, pues en muchos casos, estos animales cubren sus requerimientos de amor y cuidados al sentirse más necesitados y seguros (Rodríguez y Muñoz, 2015; Zapata-Herrera et al., 2021). En estas circunstancias, los animales también se benefician de sus tenedores al recibir cuidados, atención médica y protección, mejorando su estado de salud y bien- estar (Silas et al., 2019).
No obstante los beneficios que ejerce la interrelación con estos animales en los hogares, esta relación permite, además, la trans- misión de zoonosis, y lesiones causadas por mordeduras, arañazos y agresiones, así como traumas psicológicos ante la muerte de sus mascotas. Si se siguen las normas básicas de higiene personal y ambiental, se conoce su sistema de crianza y manejo, se adiestran y someten a controles veterinarios periódicos y se prepara a las personas para su muerte, se puede mitigar estos efectos negativos, que siempre serán superados por los beneficios que brinda la convivencia con ellos (Hugues et al., 2018c).
Teniendo en cuenta los beneficios que brindaría la TAC para las personas, en el Instituto Nacional de Endocrinología (INEN), Cuba, se inició en 2011 una línea de investigación en la que se evaluó la percepción de los beneficios de la TAC para las personas con diabetes mellitus 2 (DM2) de la mediana edad que se atendían en la propia Institución, la cual se amplió hacia otros grupos poblacionales que se atendían en la Clínica Veterinaria principal de La Habana «José Luis Callejas», incluyendo a personas con enferme- dades cardiovasculares, infertilidad, de orientación sexual homoerótica y transexuales, DM2 de la mediana y la tercera edad, así como en otros tres grupos poblacionales (estudiantes de 5° año de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Agraria de La Habana «Fructuoso Rodríguez Pérez», poseedores de aves ornamentales y de animales de compañía). De forma paralela se emprendieron estudios demográficos sobre la TAC, con respecto a los responsables y los propios animales.
En 2020 se presentó la pandemia de COVID-19 así como en Cuba (Serra, 2020). Dada la utilidad de la TAC durante estas contingencias (Díaz y Olarte, 2018), y teniendo en cuenta que las autoridades sanitarias (OIE- AVM, 2020) concuerdan en que no existen suficientes evidencias científicas que demuestren que los AC puedan transmitir el coronavirus SARS-CoV-2 a las personas en condiciones naturales, y la experiencia de los autores sobre la realización de estos estudios, se condujo una investigación semejante a las anteriores cuya muestra contempló a las personas que permanecieron en sus casas durante la pandemia y que fueran poseedoras o no de AC.
En la línea de investigación siempre se ha tenido en cuenta la aplicación del enfoque «Una Salud», que en el ámbito de los AC considera, entre otros aspectos, los vínculos entre los seres humanos y los animales. En la práctica este enfoque proporciona nuevas habilidades, herramientas y una nueva visión, integrando conocimientos entre las diversas disciplinas de la salud animal, la humana y el ecosistema (Overgaauw et al., 2020).
Considerando los aportes de la temática y su importancia para las ciencias médicas, psicológicas, biológicas, antrozoológicas, pedagógicas y económicas, se realizó el presente estudio recopilativo, en el cual se muestran los resultados alcanzados en este con- junto de investigaciones que pueden ser de utilidad a la salud pública con el fin de contribuir con los conocimientos sobre salud y bienestar humano y animal bajo concepciones científicas aplicando el enfoque «Una Salud». Dichos resultados se pueden utilizar como base para el desarrollo de proyectos y programas de intervención dirigidos a optimizar la salud de la población en general, así como de grupos vulnerables, en integración con el sostenimiento de un enfoque ecológico y ambiental amigable.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó a partir de los resultados científicos obtenidos en trabajos publicados por los autores en revistas extranjeras y cubanas (Cuadro 1).
Los estudios se efectuaron en:
Pacientes con DM2 de la mediana edad que asistían al Centro de Atención al Dia- bético (CAD) del INEN, con y sin animales de compañía (Hugues et al, 2018a,b; Hugues et al., 2020).
Poseedores de AC que los atendían en la Clínica Veterinaria principal de La Habana «José Luis Callejas» y que padecían enfermedades cardiovasculares (Hugues et al., 2014a), diabetes mellitus de la me- diana y la tercera edad (Hugues et al., 2016a,b), infertilidad (Hugues et al., 2015b), así como personas de orientación sexual homoerótica (OSH) e identidad transexual (Hugues et al., 2015a) y otros grupos de la población general (descritos anteriormente) (Hugues et al., 2014b).
En esta clínica se hicieron, además, estudios sociodemográficos relacionados con los responsables y los propios animales en la consulta de oftalmología (Hugues y Torres, 2014).
Poseedores o no de AC que permanecieron en sus casas durante los primeros meses de la pandemia Covid-19 (Hugues et al., 2021).
Los estudios fueron exploratorios, descriptivos y transversales, en los que se utilizó metodología cuantitativa de investigación. Se incluyeron a mujeres y hombres, mayores de 19 años, que tuvieran o no a su cargo por un año y más a AC, y en los casos de enferme- dades crónicas con tiempo mínimo de evolución de la enfermedad de dos años. Se excluyeron a los que presentaron: condiciones de salud física y mental que dificultaron la lectura y comprensión de los cuestionarios aplicados y aquellos pacientes con complicaciones invalidantes para la actividad física (cardiopatía isquémica, neuropatía u otras).
En general, se consideró en todos estos estudios a dos grupos de personas, los que tenían o no AC desde hacía un año y más. La excepción fue el estudio con poseedores de AC que los atendían en la Clínica Veterina ria, donde solo se trabajó con un grupo.
Se utilizaron cuatro cuestionarios crea- dos por miembros del grupo de investigación:
Cuestionario sobre TAC y Diabetes Mellitus 2: se aplicó en los estudios efectuados en el CAD.
Cuestionario sobre TAC: se aplicó en el resto de los estudios, exceptuando los relacionados con la pandemia COVID-19.
Cuestionario sobre TAC durante la pandemia de la COVID-19.
Cuestionario sobre No TAC durante la pandemia de la COVID-19.
Los cuestionarios fueron sometidos a criterio de jueces y a pruebas piloto para realizar los ajustes necesarios. Contenían preguntas abiertas y cerradas, eran autoadministrados y los aplicaba una de las investiga- doras principales. Los cuestionarios 3 y 4, así como el consentimiento informado sobre la participación en este estudio, se entregaron personalmente o se enviaron y recibieron por vía electrónica, debido al aislamiento físico.
En todos los estudios se exploraron aspectos demográficos de los participantes (sexo, edad, nivel de escolaridad, municipio de residencia, convivencia o no con otras personas, estatus laboral, padecimiento de enfermedades). Los aspectos para evaluar la percepción de los beneficios de la TA fueron: satisfacción personal sobre la tenencia de AC, beneficios sobre la salud psico-emocional y/o control de la enfermedad y las motivaciones para realizar actividades físicas. En los cuestionarios 2 y 3 se indagaban aspectos relacionados con la satisfacción, el efecto y el bienestar físico y psicoafectivo. En el cuestionario 4 se preguntaba las razones por las cuales no los poseía, entre otros aspectos de interés. En todos los cuestionarios quedada un espacio abierto para comentarios y sugerencias relacionadas de los encuestados.
En el estudio efectuado en el INEN se evaluó además las variables clínicas (frecuencia cardiaca y tensión arterial (sistólica y diastólica), antropométricas (índice de masa corporal y la circunferencia de la cintura), psico-emocionales (depresión, ansiedad y vulnerabilidad al estrés utilizando la Auto Es- cala de Depresión de Conde y Sung, Modelo de Autoanálisis de Cattell y el Test de Vulnerabilidad al Estrés de Miller y Smith (González, 2007), de forma autoadministrada y la caracterización del control glucémico (hemoglobina glucosilada). La muestra comprendió 48 pacientes con DM2 de mediana edad, de los cuales 24 eran responsables de AC y 24 no.
En todos los estudios se efectuaron los análisis estadísticos correspondientes (estadígrafos simples, asociación de las variables mediante la prueba de Chi cuadrado) empleando el sistema SPSS v. 19 y se tuvieron en cuenta los aspectos éticos propios de las investigaciones científicas (anonimato, voluntariedad, confidencialidad) y el consentimiento informado (oral y por escrito).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Estudio en las personas con DM2 de la mediana edad
El estudio arrojó mejores indicadores con respecto a las variables clínicas, antropométricas psico-emocionales y el control glucémico en el grupo que tenía AC en comparación con quienes no los tenían (Hugues et al, 2018a,b; Hugues et al., 2020).
Sus integrantes se mostraron muy satisfechos (75.0%) o satisfechos (25.0%) por la TAC. Sobre los efectos, indicaron que cui- daban mejor de su salud (100%), les provoca bienestar cuidarlo (83.3%) y disminuía su pre- ocupación por la DM (83.3%). El 70.8% re- comendaba a otros la TAC, el 100.0% con- testó que los incentivaba a cuidarse más, al 45.8% los motivaba a realizar actividades físicas. En la revisión bibliográfica llevada a cabo por Hosey y Melfi (2014) se reconoce el efecto beneficioso y la satisfacción que prodiga la TAC, lo cual ha sido corroborado en estos estudios.
Estudios realizados en la Clínica Veterinaria principal de La Habana
Los resultados fueron similares en cada grupo estudiado (Cuadro 2). La mayoría de las personas mostró que estaban muy satisfechas o satisfechas y no plantearon insatisfacciones. Es marcado el hecho de que refieren cuidarse más a partir de la TAC y el bienestar que les provoca cuidarlo. En los di- versos estudios abundaron también otras res- puestas sobre el efecto de la TAC, por ejemplo, que constituyen un medio de comunicación familiar y los libera del estrés y las tensiones.
Los TAC constituyeron para la mayo- ría de las personas adultas un compañero para su soledad. La motivación para la realización de actividades físicas fue muy positiva en los grupos en estudio. La mayoría coincide en recomendar la TAC a otras personas, mientras aquellas personas que no lo recomiendan se refieren a problemas económicos y materiales, conocimientos que se necesitan para cumplir con el bienestar animal y huma- no y una consideración sobresaliente se relaciona con el sufrimiento ante la enfermedad o muerte del animal.
El beneficio de la convivencia con es- tos animales ha sido explicado por Simpson y Keulyan, (2018) y se ha apreciado en las presentes investigaciones. Estos autores explican además que el alcance del efecto de la relación con los AC es tal, que pueden llegar a ser tutores de resiliencia.
Estudios sociodemográficos relacionados con los responsables y los propios anima- les en la Clínica Veterinaria principal de La Habana
En los estudios sobre aspectos socio- demográficos relacionados con los dueños y los animales que se efectuaron en la consulta de oftalmología de esta clínica se encontró que el animal preferido era el perro (53%), seguido por el gato (15%), resultado común en el resto de los estudios. El motivo principal de la tenencia era el intercambio afectivo posible de obtener con estas especies. Según Meléndez y Segarra (2018), el vínculo que se crea con los AC es más de una necesidad práctica y se ha convertido en una necesidad de tipo emocional.
Estudio durante la pandemia de la Covid-19
De 187 sujetos que integraron la muestra, 106 eran poseedores de AC y de los cuales, 95.3% estaba muy satisfecho o satisfecho con la TAC, 98.1% refirió que a partir de la TAC cuidaban mejor de su salud, al 93.3% le brindaba compañía y al 91.5% le proporcionaba bienestar y entretenimiento. Una res- puesta interesante fue la referida a que «gracias al animal lo pasaba mejor», ofrecida por el 90% de los poseedores. Asimismo, 84.9% recomendó la convivencia con el AC(Hugues et al., 2021). Los beneficios de la TAC, aun en tiempos de contingencias han sido planteados por Portuondo 2020a, b), los cuales concuerdan con los hallados en los estudios presentes.
Con referencia a las opiniones sobre el tema y el cuestionario, hubo amplia referencia a la relación y los beneficios de la TAC, la relación del tema con el medioambiente y la necesidad de la educación a la población con respecto a la tenencia responsable de AC. Sobre los cuestionarios, se planteó que eran comprensibles, muy bien diseñados y que era de interés continuar la investigación de estos temas novedosos y poco estudiados.
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos en este estudio recopilativo indicaron que la mayoría de los participantes percibían que la tenencia de animales de compañía (TAC) aporta beneficios considerables a su salud física y psico-emocional, aún durante la pandemia COVID-19.
Bajo el enfoque científico «Una Salud» se obtienen beneficios para la salud y el bienestar animal.