Señor editor:
La gestación en muchas mujeres ha sido afectada durante la pandemia por Covid-19, ya que las cifras en Perú saltan a la vista, por lo que queda claro que las gestantes peruanas se han vuelto una población vulnerable, y esto se ve representado en el informe del MINSA que pone a disposición cifras que muestran incremento de muertes maternas en el 2020 a 439 casos, en consecuencia se han aumentado las defunciones maternas en un 42% en relación con el año 20191, siendo así un retroceso para Perú de 10 años (ver Figura 1).
La Covid-19 ha provocado una sobrecarga grave de los sistemas hospitalarios, donde el personal de salud está enfocado en detener el virus y debido a esto la atención y monitoreo prenatal han quedado en stand by. Es por esta razón que las gestantes han experimentado severas dificultades para acceder a los servicios de ginecología y obstetricia. En este sentido es importante mencionar las causas de mortalidad materna antes y durante la crisis sanitaria por el COVID-19, y es que, si bien es cierto, en el contexto peruano las causas de mortalidad materna se han asociado históricamente a causas directas que corresponden a temas propios del embarazo como eclampsia, hemorragia obstétrica e infección puerperal, sin embargo, durante la pandemia, los valores han tendido sobre causas indirectas2.
En este sentido pienso que es importante evidenciar que la situación en la que nos encontramos ha vulnerado el derecho a las mujeres peruanas a acceder a los servicios de atención primaria, para ello, planteo como ejemplo el caso en dónde una gestante primeriza de 25 años que dejó de recibir atención prenatal en marzo del año pasado, estando en su séptimo mes de embarazo y tras la incertidumbre de no saber el estado de su bebé padeció de una crisis de ansiedad3. Ante este escenario, otras muchas enfrentan situaciones similares durante esta emergencia nacional. Esto resulta preocupante ya que, de acuerdo al Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, más de un tercio de las mujeres fallecidas nunca tuvo un control prenatal. Es así que respaldo el hecho de que, según la OMS, la mayoría de las muertes maternas son evitables, dado que las soluciones sanitarias para prevenir o tratar las complicaciones son bien conocidas1,4.
Todas las mujeres necesitan acceso a la atención prenatal y especializada durante el parto. Respecto a lo último cabe aclarar que Perú, conforme al centro de promoción y defensa de los derechos sexuales y reproductivos también presenta datos que registran un aumento en el porcentaje de partos domiciliarios, siendo un acontecimiento que puede poner en riesgo la vida de la madre y del bebé5.
En este aspecto considero que el impacto de la COVID-19 en las futuras madres peruanas ha sido un disparo silencioso. Es por ello, que se deberían emitir recomendaciones que prioricen la atención y monitoreo de las gestantes, teniendo en consideración que son una población vulnerable para infectarse con el COVID-19. Asimismo, que se asuman como un grupo de alto riesgo por lo antes expuesto.