Las células plasmáticas o plasmocitos se caracterizan por un núcleo ovalado excéntrico con cromatina madura o “cerrada”, citoplasma basófilo (tonalidad azul o violeta oscuro) y una región perinuclear clara que coincide con el aparato de Golgi 1. En gamapatías monoclonales como la leucemia de células plasmáticas, suelen observarse anomalías morfológicas en los plasmocitos; entre ellas, la morfología monocitoide es un hallazgo poco frecuente, caracterizado por células plasmáticas con hendiduras y lóbulos nucleares y un aspecto general semejante al de los monocitos 2. En estos casos, la morfología ha estado asociada con una presentación clínica agresiva y un pronóstico adverso 2,3. En un estudio que abarcó 192 casos de mieloma de células plasmáticas, el 2% se manifestó con morfología monocitoide 4.
Frotis de sangre periférica de un paciente con leucemia de células plasmáticas (Aumento: 100x / Tinción: Wright): En las Microfotografías 1 3 se observan células plasmáticas con núcleos de borde irregular, hendiduras múltiples y aparentes repliegues (señalado con un símbolo “<”) que les otorgan un aspecto característicamente monocitoide. En la Microfotografía 4 se observa: un monocito (M), una célula plasmática monocitoide (CPM) y una célula plasmática no monocitoide (CP). Resalta la notable similitud entre el monocito y la célula plasmática monocitoide; es posible discernir entre ambas por la intensa basofilia citoplasmática y la cromatina más compacta de la célula plasmática monocitoide. En la Microfotografía 5 se observa: un neutrófilo (N), una célula plasmática monocitoide (CPM) y una célula plasmática no monocitoide (CP).
Un aspecto notable de las Microfotografías 1 5 es que, a pesar de la apariencia anómala de las células, se conservan las características morfológicas generales de los plasmocitos: citoplasma basófilo, zona clara perinuclear, cromatina cerrada y un núcleo levemente excéntrico. Esto hace posible que un analista experimentado identifique correctamente las células.