Introducción
La diabetes mellitus (DM) es una de las patologías con mayor impacto sanitario, tanto por su prevalencia, incidencia y las consecuencias socioeconómicas para la salud pública que derivan de sus complicaciones y del incremento de la morbimortalidad.1
Una de las complicaciones menos deseada de la DM es la retinopatía diabética (RD), que está considerada entre las tres primeras causas de ceguera en el mundo en personas entre 16 a 64 años, y es reportada aproximadamente en el 14% de la población diabética en general. Varios autores afirman que suele comenzar al cabo de los cinco años de aparición de la diabetes y está presente en el 50% de los diabéticos después de los diez años.3
En México, aproximadamente el 71% de la población con diabetes tiene RD; se ha identificado la forma no proliferativa (RDNP) en 37%, la forma proliferativa (RDP) en 63%, y con edema macular el 16%. Por otra parte, se estima que la prevalencia nacional de ceguera en México varía del 0,4 al 1,5%, y el 2,4 al 7% de la población tiene discapacidad visual.2
La literatura refiere que la hiperglucemia induce a una producción elevada de radicales libres, que se manifiesta por el aumento de los productos de la peroxidación lipídica. Varios estudios han evidenciado este fenómeno en la diabetes, especialmente los TBARS (sustancias reactivas al ácido tiobarbitúrico) o los isoprostanos3. El aumento de productos de peroxidación se ha correlacionado con la presencia de microangiopatías. Paralelamente se ha reportado una disminución de las defensas antioxidantes en el curso de la diabetes, pues se observó una mengua de la capacidad antioxidante plasmática total en los pacientes diabéticos tanto tipo i como tipo II4. Se han podido observar niveles disminuidos de superóxido dismutasa y glutatión reductasa en personas con RD y una correlación con deficiente vitamina c en sangre.5,6
Ante los resultados preliminares publicados, y sin datos concluyentes sobre el rol de los antioxidantes aportados con la dieta en la mejoría o progresión de la rd7,9, se torna importante evaluar la calidad alimentaria de los pacientes con esta patología, y conocer si la misma es adecuada en el aporte diario de vitamina C, E y selenio. De esta manera, se busca corregir posibles deficiencias, con el fin de monitorear la influencia de una dieta rica en antioxidantes. Por ello, el objetivo del presente estudio es valorar la calidad del consumo de alimentos ricos en antioxidantes como la vitamina C, E y selenio en pacientes con retinopatía diabética
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal en 28 pacientes con RD del instituto de la visión, del Hospital La Carlota de Montemorelos, Monterrey, durante febrero del 2021. Se incluyeron todos los pacientes ambulatorios con diagnóstico de RD, mayores de 20 años, hombres y mujeres, quienes firmaron el consentimiento informado y respondieron a la encuesta alimentaria aplicada en el hospital. Se excluyeron pacientes internados y aquellos con algún impedimento físico o cognitivo para responder a la encuesta.
A fin de conocer la ingesta de antioxidantes con la dieta, se utilizó una encuesta de frecuencia de consumo validada para ser utilizada en la población mexicana. En ella se estableció la ingesta media de alimentos con frecuencia diaria, semanal y mensual. Para esta investigación fue utilizada la frecuencia semanal. Para calcular la ingesta media de vitaminas c, e y selenio, se utilizó el programa informático nutricloud, el cual determina el índice de calidad de la dieta. Los puntos de corte establecidos para determinar un consumo adecuado, se basaron en las recomendaciones diarias de ingesta: vitamina c para hombres 90 mg y para mujeres 75 mg; vitamina e 15 mg en forma de a-tocoferol; selenio 55 mcg.
Una ingesta entre 90 y 110% se consideró adecuada, <90% deficiente y >110% excesiva.10
Los datos obtenidos a partir de la encuesta fueron cargados a una planilla electrónica de Excel 2007 y analizados con el software informático Epi Infotm (CDC, Atlanta). Se utilizó estadística descriptiva para resumir datos, las variables cuantitativas se expresaron como promedios y desviación estándar (DE), según su ajuste a la normalidad; las variables cualitativas se expresaron como porcentajes (%) y frecuencias absolutas (n). Para determinar la asociación de dos variables categóricas se utilizó la prueba x2 y el test exacto de fisher. Se consideró con significación estadística para el contraste de hipótesis un valor de p<0,05.
La investigación fue aprobada por el comité de ética del Hospital La Carlota. Los pacientes fueron informados acerca de los objetivos y alcances de la investigación en una charla ofrecida por el equipo investigador, previa aplicación del consentimiento informado.
Resultados
Se encuestaron 28 pacientes con diagnóstico de RD, la edad media observada fue de 56 ± 13 años, y hubo predominio del sexo masculino (tabla 1)
Variables | N | % | |
Sexo | |||
Masculino | 17 | 61 | |
Femenino | 11 | 39 | |
Rango etario | |||
<40 años | 5 | 18 | |
41 a 50 años | 5 | 18 | |
51 a 60 años | 8 | 29 | |
61 a 70 años | 6 | 21 | |
>70 años | 4 | 14 |
En lo que respecta al diagnóstico de RD al evaluar por ojo, el estadío más frecuente fue la RDP avanzada (52%), también se pudo observar cuatro casos de amaurosis por glaucoma neo vascular (8%), que es una de las complicaciones de la RDP avanzada. El 57% (n=16) presentó el mismo diagnóstico en ambos ojos, volviendo a encontrar RDP avanzada en mayor frecuencia. El sexo masculino fue el que más casos de RDP presentó en esta muestra (tabla 2)
Severidad | Ojo derecho | Ojo izquierdo | Total | % |
RDNP moderada | 2 | 1 | 3 | 5% |
RNDP severa | 2 | 1 | 3 | 5% |
RNDP sin características alto riesgo | 1 | 4 | 5 | 9% |
RNDP con características alto riesgo | 6 | 6 | 12 | 21% |
RDP avanzada | 15 | 14 | 29 | 52% |
RDP avanzada + amaurosis | 2 | 2 | 4 | 8% |
Total | 28 | 28 | 56 | 100% |
*RDNP: retinopatía diabética no proliferativa; RDP: retinopatía diabética proliferativa.
En las figuras1y2se destacan los alimentos que consumen preferentemente los pacientes, en una frecuencia de 3 a 5 veces por semana. El huevo fue el alimento de origen animal de mayor ingesta entre los encuestados. Con respecto a las hortalizas, los aliáceos como la cebolla y el ajo se consumieron de forma casi diaria, así como el perejil. En cuanto a las harinas, la tortilla de maíz fue la que más frecuentemente formó parte del menú. Los cítricos como la naranja y el limón ocuparon el primer lugar de las frutas preferidas por los pacientes, seguido por el plátano. Más del 70% consumió algún tipo de chile con sus comidas principales. También se destacó el aguacate como uno de los alimentos de mayor demanda en la muestra. Por otro lado, se observó una ingesta casi nula de fibra integral, frutos secos y aceites.
En lo referente al consumo medio de antioxidantes a partir de la dieta, en latabla 3se resumen los valores. Existe un déficit en la ingesta diaria de vitamina c (40%), e (70%) y selenio (80%), en la muestra. Las mujeres por lo general cubren sus requerimientos de vitamina c, mucho más eficientemente que los hombres (figura 3).
Micronutriente | Mediana | Rango |
Vitamina c | 87,5 mg. | 18,5 - 111 mg. |
Vitamina e | 13,9 mg. | 0,11 - 38 mg. |
Selenio | 36,7 mcg. | 0,17 - 62 mcg. |
Discusión
Actualmente se viene estudiando el papel que cumplen los antioxidantes como agentes protectores en la progresión de la RD, pues se ha demostrado que la hiperglucemia es un detonante para la producción aumentada de radicales libre, a nivel retiniano. A pesar que los resultados aún son controversiales, algunos autores han reportado el efecto benéfico del consumo y suplementación de antioxidantes como la vitamina c, e y selenio11,12. En china, se ha encontrado que la vitamina e (OR 0,97 IC 95%, p=0,036) y el selenio (OR 0,98, IC 95%, p=0,017) son factores protectores de la RD13.
En esta investigación preliminar con pacientes que cursan con RD, se ha valorado la calidad de la dieta, a partir de una encuesta alimentaria, pues es sabido que la población adulta mexicana tiene un consumo preferente por los alimentos de origen animal, dejando relegadas a las frutas y verduras, fuentes por excelencia de antioxidantes. El consumo deficiente o inadecuado de vitaminas c, e y selenio observado en esta muestra ronda el 63%, a pesar de ello, no se asoció significativamente a la RDP (p=0,2), tal vez por el tamaño muestral pequeño. Pero es importante resaltar que la mayoría de las ingestas inadecuadas, se observaron en pacientes con RDP.
No existe mucha literatura que valore longitudinal y cuantitativamente los hábitos alimentarios de pacientes diabéticos, mucho menos en aquellos que cursan con RD, para estimar realmente el efecto protector de los antioxidantes aportados con los alimentos. En Paraguay, meza e. Et al14evaluaron la calidad de la dieta en pacientes con RD que acudían a una clínica privada, encontrando un marcado déficit en el consumo de frutas y verduras.
Hoy día, los expertos están enfocados en buscar combinaciones de nutrientes o nutracéuticos que puedan ayudar a disminuir los efectos del estrés oxidativo potenciado en la diabetes, a fin de evitar la progresión de la misma y sus complicaciones. No se han reportado aún resultados concluyentes sobre el efecto protector que tienen algunos alimentos ricos en antioxidantes en la diabetes, pues los ensayos siguen en fase experimental15.
No obstante, se ha demostrado un marcado efecto deletéreo ocasionado por el estrés oxidativo en la retina del diabético, pues la presencia de moléculas fotosensibles se combina con la prolongada exposición a energía radiante, períodos de elevada actividad metabólica y elevado consumo de oxígeno, creando así un ambiente en donde la producción de radicales libres es elevada y donde el nivel de sustratos del daño oxidativo es alto. De hecho, en la incubación de células retinianas en condiciones de alta glucosa se han demostrado cambios en los niveles de ácidos grasos poliinsaturados (AGP) y un aumento de la peroxidación lipídica (PL).
A pesar del corto tiempo de estudio y del pequeño tamaño muestral, lo cual impide realizar una inferencia estadística, en esta investigación se ha podido observar un deficiente consumo de alimentos fuentes de antioxidantes en pacientes diabéticos. Esto se debe considerar al determinar la evolución desfavorable de la patología, ya que la misma diabetes predispone a un medio interno inflamatorio y multiplicador del estrés oxidativo, que tiene como consecuencia la aparición de complicaciones a mediano y largo plazo. Con estos resultados preliminares, se pretende sentar las bases para futuros estudios de mayor envergadura metodológica y casuística, con la misma línea de investigación, en la población con RD.
Conclusiones
No se encontró variedad y cantidad en el consumo de frutas y hortalizas de forma semanal, por lo que es deficiente el aporte de antioxidantes con la dieta. La ingesta diaria de vitamina c es adecuada solo en las mujeres. A pesar de los resultados observados en este estudio, el déficit no se relaciona con la RDP o su gravedad, pero es importante señalar que los pacientes con este diagnóstico, fueron los que consumieron en menor grado los antioxidantes estudiados, según la encuesta alimentaria.