INTRODUCCIÓN
La producción lechera en el trópico peruano es una de las actividades ganaderas importantes para la economía de la población. Los pastos naturales (Axonopus compressus, Paspallum conjugatum y Homolepsis aturensis) y los pastos mejorados (Brachiaria decumbens y B. brizantha) son los alimentos más abundantes y económicos; por lo tanto, los más utilizados para cubrir los requerimientos nutricionales del ganado vacuno en la zona (Araujo-Febres y Rodríguez, 2001; Ríos, 2007). Sin embargo, la disponibilidad del pasto durante el año no es constante debido a la estacionalidad de las precipitaciones y el efecto de la temperatura que repercuten en la cantidad de la pastura en la época seca (Smith, 2017). A este problema se suma la baja calidad nutricional de la pastura dado los altos niveles de fibra y bajos contenidos de proteína, limitando el consumo y la digestibilidad (Lehmkuhler et al., 2014).
Ante esta problemática, se han desarrollado diferentes estrategias de suplementación nutricional en vacunos. Al respecto, los bloques multinutricionales han sido considerados como una buena alternativa como suplementos nutricionales para el ganado vacuno de pequeños y medianos productores con la finalidad de cubrir los requerimientos nutricionales cuando la disponibilidad de pastos es escasa (Ruíz, 2005; Corona, 2010). En un principio, los bloques multinutricionales estaban destinados para cubrir las necesidades de nitrógeno no proteico en periodos críticos para mejorar la actividad microbiana del rumen, lo cual permite aprovechar de manera más eficiente los pastos de baja calidad (Dewhurst et al., 2000). Sin embargo, con la utilización de otros insumos energéticosproteicos en la elaboración de los bloques se podrían obtener mejoras en la eficiencia productiva del ganado.
El uso de residuos agroindustriales es una buena opción, considerando su valor nutricional, su disponibilidad y bajo precio en el mercado. En algunas regiones del trópico peruano existen diversos residuos provenientes de la producción de arroz, cacao, coco y café, entre otros, los cuales han demostrado tener un adecuado potencial nutricional (Bernal et al., 2017; Goñas, 2017); no obstante, han sido escasamente estudiados. En ese sentido, el presente trabajo tuvo como objetivo evaluar el efecto de la suplementación con bloques multinutricionales elaborados a base de residuos agroindustriales del trópico sobre el comportamiento productivo de vacunos lecheros criados al pastoreo en San Martín, Perú.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de Estudio
El experimento se realizó en un fundo ganadero privado, ubicado en el distrito de Cuñumbuqui, en el departamento de San Martín, Perú. Este distrito se encuentra a 200 msnm, con temperaturas que varían entre los 21 y 35 °C de acuerdo con la estación, y se caracteriza por tener un clima tropical de sabana lluviosa, semicálida y húmeda, siendo considerado bosque húmedo-premontano tropical (Holdridge, 1987; Brack y Mendiola, 2004).
Animales y Tratamientos
Se utilizaron 12 vacas criollas cruzadas con Holstein, Brown Swiss o Gyr de 7.4 años y 5.2 partos en promedio, con peso vivo de 476 ± 46 kg y de 205 ± 23 días de lactación. Los animales evaluados, junto con otras 18 vacas, pastoreaban alrededor de 20 horas al día en potreros con predominancia de Brachiaria brizantha y se realizaba un ordeño al día (07:00). La carga animal en términos de unidades animales por hectárea (UA. ha-1) fue de 1.2. Las vacas fueron distribuidas en dos grupos de seis (A y B), las cuales tenían una producción de 4.02 ± 0.78 y 3.97 ± 1.7 kg de leche por día, respectivamente. Se trabajó con dos tratamientos: T0 bajo pastoreo sin suplementación y T1 bajo pastoreo con suplementación de bloques multinutricionales (BMN).
El BMN utilizado en el estudio fue previamente evaluado considerando su valor nutricional y condición física (fácil preparación, consistencia y aspecto). El contenido del BMN se muestra en el Cuadro 1. Asimismo, en el Cuadro 2 se presenta la composición nutricional de cada residuo agroindustrial usado para la elaboración de los bloques multinutricionales. Todos los análisis para la determinación de la composición nutricional de los residuos y los BMN se realizaron en el Laboratorio de Evaluación Nutricional de Alimentos (LENA) de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM).
La elección del arrocillo y polvillo, residuos del procesamiento del arroz y de la torta de coco se basó en la disponibilidad, precio en el mercado y la composición nutricional. El BMN con 17% de melaza presentó una mejor consistencia y mayor facilidad de preparación. La inclusión de 5% de maíz en el BMN como carbohidrato soluble mejoró el valor nutricional del suplemento que complementa con los otros insumos energéticos y proteicos.
La elaboración y obtención de los bloques multinutricionales tuvo una duración aproximada de tres semanas considerando los procesos de preparación, fraguado, desmoldeado y secado (Makkar, 2007; Tobía y Vargas, 2013). Los BMN tuvieron un tamaño de 25 cm, con un diámetro de 16 cm y un peso promedio de 5.1 kg.
El experimento fue conducido mediante el diseño de cambio simple (Patterson, 2006) en el cual cada animal recibió sucesivamente ambos tratamientos (T0 y T1) en etapas continuas, aumentando la precisión del estudio al eliminar el error de variabilidad entre unidades experimentales. Se establecieron dos periodos, cada periodo tuvo una fase de adaptación de 10 días y una fase de evaluación de 11 días. Durante el primer periodo, el grupo A recibió el tratamiento T1 y el grupo B, el T0 y en el segundo periodo, la suplementación fue a la inversa. Los BMN fueron suministrados a los animales individualmente durante el ordeño, teniendo un periodo de exposición de 20 minutos en promedio. Los animales involucrados en el ensayo no recibieron ningún otro tipo de suplementación o alimentación diferente a los tratamientos descritos.
Parámetros Evaluados
Se registró la producción diaria de leche (kg/día) mediante el pesaje de la leche obtenida de cada vaca. La composición de la leche (grasa, proteína, lactosa y sólidos totales) y el nivel de urea en leche de muestras tomadas al azar se evaluaron utilizando el equipo Lactoscan S PFP (Milkotronic, Bulgaria) y MilkoScan 7 RM (Foss®, España). El consumo diario de los BMN fue calculado mediante la diferencia entre el peso inicial y peso el final de los bloques suministrados, utilizando una balanza High Weight® TP9000.
Se colectaron muestras de pastos de los potreros mediante la técnica de simulación manual (Austin et al., 1983). El valor nutricional de las dietas a base de B. brizhanta se observa en el Cuadro 3. Los análisis correspondientes se realizaron en el LENA de la UNALM.
Análisis Estadístico
Se realizó el análisis de varianza para un diseño de cambio simple de la data recopilada usando el programa SAS v. 9.4. La comparación de medias entre ambos tratamientos respecto a la producción y composición de la leche se hizo mediante la prueba de Duncan a un nivel de significancia de 95%.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de la producción y composición de la leche de los animales de los dos tratamientos se observan en el Cuadro 4. No se encontró diferencias significativas respecto a la producción de leche entre tratamientos. Con respecto a la composición de la leche, se obtuvo mayores niveles de proteína (%) y lactosa (%) en la leche de los animales suplementados con BMN que en aquellos que no recibieron la suplementación (p<0.05). Los valores de urea en leche (mg/100 ml) y sólidos totales (%) no variaron entre tratamientos.
ESM=Error estándar de la media
a,b Medias dentro de la misma fila con distinta letra indican diferencias significativas (p<0.05) T0: pastoreo sin suplementación; T1: pastoreo con suplementación de bloques multinutricionales (BMN)
El consumo promedio de los BMN durante la fase de evaluación muy variable (Figura 1), siendo 346 g/día por animal. A pesar de que el nivel de proteína del BMN fue de 36.5%, superior o similar a los reportados por Becerra y David (1990) y Mata y Combellas (1992), el bajo consumo diario del bloque no habría influido en la producción de leche. Caso contrario ocurrió en los estudios de Pinto-Ruíz y Ayala-Brugos (2004) y AraujoFebres (2009), quienes reportaron incrementos de 1.5-2.0 kg de leche/día con consumos de 0.450 y 1.0 kg de BMN al día como suplemento a los pastos estrella y Brachiaria decumbens, respectivamente
Si bien se encontraron diferencias significativas entre tratamientos con respecto a la proteína y la lactosa de la leche, la diferencia biológica es muy pequeña (0.1%) entre los animales suplementados y no suplementados. Por otro lado, la nula diferencia significativa sobre el nivel de urea en leche de las vacas entre tratamientos (T1: 12.9, T0: 12.4 mg/100 ml), podría indicar que el desarrollo de las bacterias del rumen de estos animales seria eficiente por la adecuada relación de proteína-energía en la dieta consumida (Biswajit et al., 2011; Hutjens y Chase, 2007).
Entre los factores que podrían haber influenciado el bajo consumo de BMN estaría la dureza del bloque, que con el pasar del tiempo va aumentando, toda vez que se reportaron menores consumos de BMN en los últimos días, tal y como manifiesta Pirela et al. (1996). Dicho comportamiento se observa con mayor claridad durante el segundo periodo del presente trabajo. Así mismo, el tiempo de exposición de los BMN hacia los animales fue limitado (20 minutos). En contraste, en otros estudios los animales tuvieron acceso a los BMN durante 2-3 horas al día o a voluntad durante el pastoreo (Arias et al., 2002; Tekeba, 2012).
Otro factor importante es la palatabilidad de los BMN, el cual depende del tipo y proporción de los insumos. En el presente trabajo, el nivel de melaza fue de 17 %, valor inferior a los utilizados en otros estudios con 35-37% de inclusión (An et al., 1991; Rodríguez-Reyes et al., 2005), de allí que se podría considerar que la inclusión de melaza fue baja y, por ello, la palatabilidad del bloque no fue adecuada. Con niveles altos de melaza se han reportado consumos desde 530 hasta 1020 g/día en los trabajos mencionados, mejorando significativamente la producción lechera. Sin embargo, Yuzhi et al. (1993) reportaron aumentos de 1.3 kg de leche en animales suplementados con BMN con 8% de melaza, siendo factores claves el valor nutricional de los demás insumos y las condiciones de suplementación. Por su parte, Tekeba (2012) reportó que vacas suplementadas con BMN con un consumo de 334 a 514 g/día aumentaron significativamente en 0.7 litros de leche por animal/día.
Por otro lado, es importante tener en cuenta la calidad nutricional de la dieta basal, en este caso, del pasto brachiaria (B. brizantha). El análisis del pasto indicó niveles de 6.5% de proteína, valores inferiores a los reportados por Balseca et al. (2015) de 8.3 % de proteína. Esto, sumado al poco consumo del BMN; es decir, menor cantidad de nitrógeno fermentable produce un menor estímulo de consumo del forraje, resultando en una baja producción por animal (Escobar, 1989). Este resultado concuerda con el trabajo de Becerra y David (1991) quienes no encontraron diferencias significativas en producción de leche de vacunos suplementados con BMN, atribuyendo el resultado al bajo consumo del BMN y a la época de lluvias.
La etapa de lactancia tardía y la edad avanzada de los animales también pudieron haber influenciado en la respuesta a la suplementación. Se ha reportado que el consumo de materia seca (kg/d) de pasturas y suplementos se ve afectado por la etapa de lactación, mostrando una reducción con el avance de la lactancia (Lemus-Ramírez et al., 2008; Flores y Correa, 2017). De igual forma, la producción lechera declina en comparación a las etapas de lactancia previas. No obstante, los requerimientos energéticos durante esta etapa de lactancia siguen siendo importantes debido a la gestación del animal y a la necesidad de aumentar la condición corporal para el próximo ciclo productivo (Roche et al., 2009), por lo que se podría señalar que, bajo un sistema de alimentación fluctuante, las vacas habrían priorizado el aporte de nutrientes del BMN en el desarrollo del feto que en aumentar la producción lechera (Sheen y Riesco, 2002).
En cuanto a la edad de los animales, se conoce que el promedio de la vida productiva de vacas en establos lecheros es de 3.5 años (Orrego et al., 2003), y que normalmente las vacas mayores a dicha edad son descartadas por problemas metabólicos y reproductivos que se traducen en una baja en la producción de leche. Sin embargo, es común observar en el trópico peruano a pequeños y medianos productores criando vacas longevas que no poseen problemas reproductivos, manteniéndolas hasta que ya no puedan iniciar un nuevo ciclo productivo.