INTRODUCCIÓN
La cabra (Capra hircus) es un mamífero poliéstrico estacional que, dependiendo de las razas y su distribución geográfica, la temperatura ambiental y las horas de luz (fotoperiodo) afectan el ciclo estrual y su eficiencia reproductiva (Jainudeen et al., 2002). La estacionalidad reproductiva afecta la producción de leche y carne a lo largo del año, trayendo fluctuaciones de la oferta en el mercado de carne y leche, así como en el ingreso económico de los productores (Celi, 2013; Gallego, 2016).
El Perú cuenta con 1 880 000 cabezas de ganado caprino, mayormente distribuidas en las regiones de Piura, Ayacucho, Huancavelica, Áncash y Lima (MINAGRI, 2017), bajo un sistema de crianza de tipo extensivo (Badajoz, 2013). La población caprina está conformada principalmente por caprinos criollos, producto de cruzamientos de razas que llegaron durante la conquista española en el sigo XV (Laureano, 2011). La crianza de la cabra especializada en producción de leche se ha ido incrementando, contándose con más de 250 mil cabezas con una producción de 20 420 TM de leche anual (FAOSTAT, 2016).
La mayor producción de leche se presenta especialmente en cabras Saanen bajo un sistema de crianza intensivo, con adecuados programas de selección, y manejo productivo y reproductivo estratégico. En esto último, se viene utilizando protocolos de sincronización de celo (Sánchez et al., 2013; Sen y Onder, 2016). Esta herramienta reproductiva permite manipular el ciclo estrual del ganado (De La Rosa, 2011; Manes y Ungerfeld, 2015), permitiendo, además, un mayor control de la época de parición (López, 2006; De Sousa et al., 2011).
En el Perú existe escasa información sobre protocolos de sincronización de celo en cabras que consideren su estacionalidad reproductiva, lo que limita la mejora del manejo reproductivo (Celi, 2013). El objetivo del presente trabajo fue determinar la tasa de presentación de celo y la tasa de concepción utilizando un protocolo de sincronización, basado en el uso de progestágenos, vía esponja intravaginal, en cabras cíclicas y en anestro.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se llevó a cabo en un establo caprino, ubicado en la comunidad de Huacán, distrito de Santa María, provincia de Huaura, región Lima. El estudio se realizó durante dos épocas del año: la primera comprendida entre enero y febrero de 2017, y la segunda entre abril y mayo de 2017. La justificación de estos periodos se basa en los estudios de Lopes et al. (2001) y Cruz et al. (2003), quienes reportan que la época reproductiva media en cabras Saanen en Brasil se presenta entre marzo y agosto.
Se trabajó con 60 cabras Saanen multíparas, de 35 kg de peso promedio y 2.5 3.5 de condición corporal. Los animales seleccionados no habían participado en un proceso previo de sincronización de estro a fin de reducir los efectos del uso repetido de la eCG, como la producción de anticuerpos antieCG (Maurel et al., 2003). Las cabras se encontraban en aparente buen estado de salud y libres de enfermedades como brucelosis, clamidiosis y toxoplasmosis. Los animales fueron distribuidos al azar en dos grupos (enero-febrero y abril-mayo).
Se realizó ultrasonografía transrectal para evaluar la condición morfológica del útero y de la actividad ovárica. Para la sincronización del estro se emplearon esponjas intravaginales impregnadas con 60 mg de MAP (Progespon®, Syntex, Argentina). La zona perivulvar fue desinfectada con una solución de povidona iodada al 5%. Las esponjas permanecieron en el fondo de la vagina durante 11 días. Se administró 300 UI de eCG (Novormon®, Sintex) y125µg de cloprostenol sódico (Lutaprost 250®, Agrovet, Perú) vía I.M. 48 horas antes del retiro de las esponjas (Figura 1).
Una vez retiradas las esponjas, las cabras fueron ubicadas en un corral para observación visual de celo con la ayuda de dos machos detectores que estuvieron siempre fuera del corral de hembras. Las que presentaron celo, fueron colocadas de inmediato en un corral con macho semental por dos horas para la monta natural controlada recibiendo cada cabra dos montas por macho. Fueron habilitados cuatro corrales para la monta controlada con igual número de machos, de manera que se mantuvo un número similar de cabras en celo en cada corral. Se practicó ultrasonografía transrectal (Chison D600VET y un transductor de 5.0 MHz) para detectar el desarrollo de placentomas y feto a los 30 días de la monta.
La tasa de presentación de celo y de concepción fue analizada mediante la prueba de Chi cuadrado para proporciones independientes, con un nivel de significancia del 5%.
RESULTADOS
De las 30 cabras sometidas a sincronización de celo por estación, 26 presentaron celo en el periodo enero-febrero y 29 en el periodo abril-mayo, sin diferencia significativa entre periodos (Cuadro 1). La tasa de concepción en las cabras sincronizadas en el segundo periodo fue de 66.5%, significativamente menor que la tasa de concepción de 88.5% obtenida por las cabras sincronizadas en el primer periodo (Cuadro 2).
Cuadro 1 Presentación de celo en 60 cabras Saanen bajo un protocolo de sincronización de celo con esponjas intravaginales Época Con celo manifiesto Enero-febrero 26 86.7ª Abril-mayo 29 96.7ª Total 55 92.0

DISCUSIÓN
Los resultados indican que el tratamiento de sincronización fue efectivo, obteniéndose una alta tasa de presentación de celo en los dos periodos del estudio, más aún conociendo que las cabras Saanen del establo en estudio recién presentaron celo natural en marzo. Por otro lado, es posible que las cinco cabras que no manifestaron celo hayan llegado a ovular luego de un celo silente. Greyling y van Der Nest (2000) indican que si bien el uso de esponjas intravaginales impregnadas con MAP es eficiente, es posible que hasta el 10% de las hembras presenten celo silencioso, lo cual podría estar relacionado a bajos niveles de progesterona endógena (Allison y Robinson, 1970).
Siete de las ocho cabras del grupo sincronizado entre abril y mayo que no llegaron a quedar gestantes presentaron un ciclo estrual corto, donde posiblemente el cuerpo lúteo no llegó a desarrollar, afectando el desarrollo del embrión (Menchaca y Rubianes, 2001).
La exposición de altas concentraciones de progesterona en cabras con fase luteal temprana acelera la emergencia de una nueva onda folicular (Menchaca y Rubianes, 2002). En tratamientos mayores a 10 días, después del sexto día de tratamiento, las concentraciones séricas de progesterona son menores a 2 ng/ml, permaneciendo así hasta el día del retiro de la esponja vaginal (Menchaca y Rubianes, 2004; Chao et al., 2008). Estas concentraciones bajas de progesterona no afectan la regulación secretoria de la FSH (Suganuma et al., 2007), pero incrementan el patrón secretorio pulsátil de LH, aunque insuficiente para lograr un pico preovulatorio (Cunha et al., 2013), lo que promueve la permanencia del folículo de la primera onda folicular, cuyo folículo dominante será el que llegue a ovular (López et al., 2007), y donde el cuerpo lúteo resultante tendrá una regresión temprana. Se reconoce que altas tasas de concepción se asocian con ovulaciones de folículos jóvenes, mientras que tasas de concepción bajas se encuentran relacionadas a folículos persistentes o envejecidos (Nooruldeen et al., 2014).
También se ha planteado pérdidas embrionarias como resultado de la asincronía entre el concepto y el endometrio, debido a una producción inadecuada del interferón tau (IFN-τ), señal antiluteolítica en los rumiantes elaborada por el concepto (Cetin et al., 2014). Esta pérdida embrionaria en cabras ocurre 15 a 17 días después del estro, siendo este un periodo crítico donde el concepto debe producir cantidades suficientes de IFN-τ para prevenir la secreción pulsátil de prostaglandina y mantener el cuerpo lúteo (Bilby et al., 2006).
Los resultados del presente estudio demuestran la eficacia de las esponjas intravaginales impregnadas con MAP en protocolos para la sincronización del estro, incluso en periodos de anestro estacional de los animales.