INTRODUCCIÓN
Los coronavirus (CoVs) son patógenos importantes para los seres humanos. Dentro de estos virus destacan los SARS-CoV que, hasta este momento, se han clasificado en SARS-CoV y SARS-CoV-2. Este último causa la COVID-19, enfermedad que puede complicarse y ocasionar una neumonía severa, el síndrome de dificultad respiratoria aguda, un shock séptico y edema pulmonar, cuadros que podrían tener un desenlace fatal 1.
Valdivia et al. refieren que en 2002, en Guangdong, China, se reportó el primer brote por SARS-CoV que afectó a 8422 personas, de las cuales fallecieron 916 (10,8 %) 2.
Hasta el 19 de noviembre del 2020, el John Hopkins University School of Medicine registra 56 754 669 casos confirmados que incluyen 1 357 641 muertes por COVID-19 en todo el mundo 3.
En el informe N.º 32 sobre el COVID-19, la OPS refiere que, hasta el 2 de noviembre del 2020, en la región de las Américas se registraron 20 722 940 casos confirmados y 642 995 muertes por COVID-19 4.
En el Perú, según el Ministerio de Salud (Minsa), hasta el 31 de octubre del presente año se reportaron 904 911 casos positivos sintomáticos y 34 529 defunciones confirmadas por COVID-19 (3,8 %). A su vez, la tasa de fallecidos en los hospitales Policía Nacional del Perú y de las Fuerzas Armadas (PNP/ FF. AA.) era el 2,6 % del total de fallecidos en el país 5.
En la actualidad, las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) son uno de los mayores retos para los sistemas de salud en todo el mundo. Entre ellas están la diabetes mellitus (DM), la hipertensión arterial (HTA), el sobrepeso, la obesidad, las dislipidemias, las nefropatías, las cardiopatías y las neoplasias, entre otras. Se ha observado que la mortalidad en el SARS-CoV-2 podría ser mayor en aquellos pacientes que tienen alguna enfermedad crónica no transmisible, sobre todo en los mayores de 60 años quienes, por la edad, ya poseen el riesgo para contraer esta infección y tienen un riesgo diez veces más alto de fallecer 6.
Diversos estudios sobre el COVID-19 han determinado cuál es el sexo más afectado, la edad de presentación más frecuente, las comorbilidades más frecuentes en los pacientes, entre otras características. Es por ello que el objetivo de esta investigación es determinar las características epidemiológicas de los pacientes con COVID-19 atendidos en el Servicio de Emergencia del Hospital Militar Central en el periodo de julio a octubre de 2020, para así poder tener una posible referencia para futuras atenciones.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño y población de estudio
El presente estudio fue descriptivo y estuvo basado en un análisis de series de tiempo correspondiente al periodo de julio a octubre del 2020 en el Servicio de Emergencia del Hospital Militar Central Luis Arias Schreiber. Se incluyó a 89 pacientes atendidos en el Servicio de Emergencia con resultado positivo a infección por SARS-CoV-2 (mediante prueba rápida o prueba molecular). El muestreo fue de tipo aleatorio simple.
Variables y mediciones
Se usó el reporte diario de pacientes con diagnóstico de COVID-19 proporcionado por el jefe del Servicio de Emergencia del Hospital Militar Central Luis Arias Schreiber.
RESULTADOS
De los 89 pacientes estudiados, el grupo etario de 50 a 59 años tuvo el porcentaje más alto de infección con 31 casos (34,83 %). El promedio de edad fue de 59,01 años (valor mínimo 29 años y valor máximo 87). Respecto al sexo, 75 pacientes fueron hombres (84,27 %) y 14, mujeres (15,73 %). En el sexo femenino el grupo más numeroso estaba entre los 70 a 79 años (6 casos), además, no se reportaron mujeres menores de 50 años.
Las comorbilidades se reportaron a partir de los 40 años. De ellas, la obesidad fue la más frecuente, seguida por la HTA y, en tercer lugar, la DM2.
El 67,41 % de los pacientes presentó una comorbilidad; el 19,10 % , tenía dos , y los pacientes con 3 comorbilidades fueron el 5,62 %; mientras que los pacientes que no tuvieron ninguna comorbilidad fueron el 32,58 % (Tabla 1). En el sexo femenino se observa que la comorbilidad más frecuente fue la DM2, con 6 casos (35,29 %).
De los 89 pacientes atendidos por COVID-19 en el Servicio de Emergencia, 44 fueron hospitalizados (49,44 %), 23 fallecieron (25,84 %), 19 pasaron a UCI (21,35 %) y 3 salieron de alta (3,37 %).
En la Tabla 2 se observa que fueron hospitalizados 40 hombres (53,33 %) y 4 mujeres (28,57 %). Con respecto a los pacientes fallecidos, 10 fueron del sexo femenino (71,43 %) y 13, del sexo masculino (17,34 %). Los pacientes de todos los grupos etarios fueron hospitalizados, excepto los de 70 a 79 años. El grupo con mayor número de ingresos a la UCI fue el de 50 a 59 años. El mayor porcentaje de fallecidos estuvo en los pacientes de 70 a 79 años (n: 9; 81,81 %), seguido por el grupo de mayores a 80 años (n: 3; 42,86 %) y los pacientes de 50 a 59 años (n: 6; 19,35 %).
La mayoría de pacientes que requirieron ventilación mecánica no invasiva fueron hospitalizados (n: 29; 48,33 %) y 14 pacientes (23,33 %) requirieron ser internados en UCI. De los fallecidos, 15 (25,00 %) precisaron ventilación no invasiva (Tabla 3).
El 68,42 % de los pacientes que precisaron de ventilación mecánica fueron derivados a UCI (n: 13;), mientras que la mayoría de los que no lo requirieron fueron hospitalizados (n: 42; 60,00 %). De los pacientes fallecidos solo 4 (17,39 %) necesitaron ventilación mecánica, mientras que 19 no lo requirieron (82,61 %). Ninguna paciente mujer usó ventilación mecánica (Tabla 4).
Se observa que 11 pacientes (12,36 %) usaron ventilación mecánica y no invasiva en su estadía en emergencia (Tabla 5). El 55,05 % (9 pacientes) usó ventilación no invasiva pero no requirió ventilación mecánica; y 21 pacientes no emplearon ni ventilación no invasiva ni ventilación mecánica (23,59 %).
DISCUSIÓN
El COVID-19 es una nueva enfermedad causada por el SARS-CoV-2, por ende, se requieren estudios para comprender este nuevo virus y sus efectos.
En la gran mayoría de estudios realizados en pacientes con COVID-19, se encontró que los hombres constituyen el mayor porcentaje de pacientes 7,8,9,10,11, mientras que solo en tres predomina el sexo femenino 13,16,19. El presente trabajo coincide con estas investigaciones, ya que incluyó a 75 hombres (84,27 %) y 14 mujeres (15,73 %)
Según Villagran K et al., en ocho investigaciones sobre pacientes con COVID-19, el mayor rango de edad informado fue de los 40 a 70 años 7,10,12,18. Estos resultados coinciden con nuestro reporte, ya que el mayor número de pacientes está en el grupo etario de 50 a 59 (n: 31; 34,83 %), seguido por el de 60 a 69 años (n: 20; 22,47 %), y en tercer lugar, los enfermos de 40 a 49 años (n: 15; 16,85 %). El promedio de edad fue de 59,01 años, con un valor mínimo de 29 años y un valor máximo 87 años.
En nuestro estudio, los pacientes hospitalizados no requirieron ser transferidos a la UCI (n: 44 y 49,44 %), como sí ocurrió en los reportes de Zhao J et al. y Llaro M et al. 11,18.
El mayor número de los pacientes hombres tenía una edad entre 50 y 59 años y el 53,33 % de ellos fue hospitalizado. Por otro lado, en el grupo femenino predominan las mujeres de 70 a 79 años (54,55 %), seguidas por las mayores de 80 años (42,86 %). Es importante mencionar que el 71,43 % de los fallecidos eran mujeres; mientras que en otros estudios 8,10,12,13,17, la mortalidad más alta se presentó en los hombres mayores a 60 años.
Ante estos resultados, podemos señalar que, si bien las mujeres son menos propensas a requerir atención por el COVID-19 con respecto a los hombres, sí tienen mayor riesgo de fallecer, sobre todo el grupo mayor de 70 años; es por ello que consideramos adecuado catalogarlas como pacientes de alto riesgo. Sin embargo, creemos que estos resultados no serían exactos, ya que la población femenina de nuestro estudio es poco numerosa (14 mujeres), por lo cual se sugiere investigar más este aspecto.
Encontramos que 60 pacientes (67,41 %) tenían por lo menos una comorbilidad, y 29 (32,59 %) no tenían ninguna. Estos hallazgos coinciden con otros estudios 12,13,14 cuya población presentó, en su mayoría, comorbilidades. Además, cabe resaltar que, tanto en investigaciones previas y en nuestro trabajo, la presencia de una comorbilidad aumenta el riesgo y mal pronóstico.
Se evidencia que las comorbilidades más frecuentes son la obesidad, sobre todo en el grupo etario de 50 a 59 años, seguida por la HTA y, en tercer lugar, por la DM2. Esto refleja una diferencia con las investigaciones que señalan a la HTA como la comorbilidad más frecuente 7,8,9,11,12,13,14,15,19. Cabe resaltar que en nuestro estudio las comorbilidades se presentaron en el grupo etario de 40 años a más. Los cinco pacientes menores de 39 años no tuvieron ninguna. Esto plantea que el riesgo de necesitar asistencia médica aumenta en los mayores de 40 años debido a que es la edad a la que empezaron a presentar comorbilidades.
Los trabajos de Acosta G et al. y otros autores muestran que los enfermos con COVID-19 presentaban una o más comorbilidades 7,8,12,13,20. Según nuestros hallazgos, si aparece una sola comorbilidad, esta es la obesidad; si existen dos, la más frecuente es la hipertensión arterial; y por último, la obesidad y la HTA muestran la misma frecuencia si el paciente tiene tres comorbilidades. Por ello, reafirmamos que la obesidad y la HTA son las principales enfermedades que interferirían en la necesidad de atención continua por emergencia de los pacientes con COVID-19.
El 67,41 % de los pacientes usó ventilación no invasiva (60 personas) y de ellos, 11 también requirieron ventilación mecánica. Este estudio mostró que la ventilación mecánica fue administrada solo a 19 pacientes (21,34 %), mientras que 70 (78,66 %) no la usaron. Llaro MK et al. y Villagran KA et al. reportan que la ventilación mecánica fue usada en más del 69 % de los pacientes estudiados 11,17. De acuerdo con lo hallado, la ventilación mecánica se empleó con muy poca frecuencia, por lo cual sugerimos realizar más estudios al respecto para definir la razón de este hecho.
Los resultados de este estudio se obtuvieron a partir de la información de los pacientes con COVID-19 atendidos y monitorizados en el Servicio de Emergencia del Hospital Militar Central en el periodo julio-octubre del 2020, por lo cual no son extrapolables a la población en general. Además, estos hallazgos se limitan a la evolución de los pacientes mientras permanecieron en el servicio estudiado, por lo que la evolución final podría haber variado