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Acta Médica Peruana

versión On-line ISSN 1728-5917

Acta méd. peruana v.28 n.2 Lima abr./jun. 2011

 

Artículo histórico

Aspectos de la Historia de la Medicina del Perú durante la fundación de la Escuela de Medicina Cayetano Heredia y su tiempo (1797-1861) (Parte I)

Some Aspects of the History of Peruvian Medicine During the Foundation of the Medical School: Cayetano Heredia and his Time (1797-1861) (Part I)

 

Uriel García Cáceres1

1. Médico patólogo, Profesor Emérito de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Ex Ministro de Salud, Lima Perú.


INTRODUCCIÓN

En julio del presente año celebramos el sesquicentenario de la muerte de Cayetano Heredia, el fundador de la Facultad de Medicina del Perú bajo las pautas de la modernidad. Fue un porfiado impulsor del progreso de la medicina peruana, cuando en aquel tiempo esa disciplina estuvo en lamentable atraso y desprestigio. Después de su designación, con plenos poderes para dirigir la enseñanza en la llamada escuela de medicina la “Independencia” actuó con tesón y certera intuición para impulsar su progreso en provecho del país. Con este propósito organizó una nueva universidad para crear allí una auténica facultad de medicina. Planificó, organizó, dirigió y controló el desarrollo de una profesión para prevenir, diagnosticar, curar y rehabilitar las enfermedades humanas. Esa profesión, la que Cayetano Heredia creó, se denomina, en este país la de médico cirujano, desde entonces y hasta ahora.

Las personas, especialmente las notables, de cualquier sociedad viven y actúan, en cualquier época, sumergidas en la intrincada trama social, política y económica del ambiente en el que se desarrollaron. Por eso es que no existe una historia encasillada en una persona o en una disciplina como si fuesen las plantas cultivadas en un macetero. La obra de Cayetano Heredia y la del desarrollo de la enseñanza para formar médicos es producto de lo ocurrido desde la creación de la escuela llamada de San Fernando, en 1807 hasta la fundación de la Universidad de Lima.

Cayetano Heredia nació tres años antes que finalizara el siglo XVIII, veinte y nueve años antes de la independencia, en una cuna humilde y vivió hasta cuarenta años después de la emancipación. Durante ese lapso alcanzó la cumbre de los más elevados sitiales de la docencia médica y universitaria de su país. Su tránsito por la vida peruana fue producto de los avatares de la transición del coloniaje a la república. Fue testigo y protagonista de las dificultades de ese tiempo; sin fortuna personal, ni carisma y aureola de sabio supo desenvolverse con la maestría de un experto en simbiosis, sacando ventajoso provecho de lo poco bueno que encontró en el ambiente y entregando, en retorno, su obra de progreso. Por todo ello esa etapa hay que exponerla con el realismo necesario.

Sobre las libertades esclavizadas por las necesidades

A fines del siglo XVIII y en las primeras décadas del siguiente, las potencias europeas con colonias en el continente americano entraron en agudas crisis económicas y en conflictos armados para combatir la amenazante Revolución Francesa y luego el surgimiento del imperialismo napoleónico. Esta situación fue ventajosa para iniciar los procesos de independencia de los países latinoamericanos. Imitando lo que ocurrió en el norte del mismo continente. Fue principalmente una rebelión de los habitantes europeos afincados en las diversas regiones de América y la de sus descendientes contra el poder de sus propios monarcas, como los reyes de Inglaterra, España o Portugal. Inclusive, hubo casos en los que los pueblos liberados buscaron crear su propia monarquía.

Se postuló una entera libertad de comercio sin tener que tributar al régimen dueño de la corona. Fueron los americanizados los que cambiaron su situación social y económica sin cambiar para nada su relación con los nativos americanos ni menos con los esclavos africanos. Esos americanizados (llamados “colonos” en Norteamérica y “criollos” en Suramérica) cambiaron la dominación económica que ejercían sus reyes sobre las ganancias de exportación e importación para un legítimo provecho propio. Todo lo demás permaneció igual.

En los países con pocos nativos o en los que no existieron civilizaciones precolombinas desarrolladas dicho modelo de libertad funcionó sin contratiempos, con completo olvido de los escasos nativos y esclavos importados de África. En cambio en los lugares con civilizaciones precolombinas desarrolladas hasta alcanzar numerosa población y con huellas de su cultura avanzada cuyos ancestrales pobladores fueron sometidos a la esclavitud por los invasores europeos, como los del Imperio de los Incas y en los de Mesoamérica con los Aztecas, el proceso de adaptación a la nueva vida independiente fue muy difícil. Porque, de un lado, los europeos puros quisieron mantener sus antiguos privilegios económicos y políticos; y, por otra, los mestizos, abundantes en esos países, después de tres siglos de ocupación (desde que para los europeos españoles no era pecaminoso tener sexo con personas de otra etnia, al revés de los anglicanos puritanos entre los que eso no solamente era ofensa a su Dios sino un crimen punible). Este fenómeno sociológico produjo un efecto secundario una vez conseguida la independencia. La falta de identidad nativa cultural, social y doctrinaria, trajo un estado caótico en la gobernabilidad de los países andinos. Especialmente durante el tiempo de Heredia, cuyo propio origen genético es totalmente desconocido, aunque todo indica que fue mestizo.

Para tener una idea de la situación económica y social del Perú en la que Heredia, como maduro médico fue testigo, sin tener que recurrir a confeccionar la alucinante sucesión de militares, de descendencia europea o de mestizos, que se sucedieron como jefes de gobierno, baste con citar a Charles Darwin que estuvo en Lima, en 1835:

Ninguna república en Sudamérica, desde la declaración de la Independencia, ha sufrido más de la anarquía que el Perú. Al tiempo de nuestra visita había cuatro jefes militares en armas contendiendo por la supremacía en el gobierno. Si uno de ellos lograba por un tiempo ser muy poderoso los otros se coligaban contra él; pero tan pronto como ellos resultaban victoriosos surgía la hostilidad entre uno y otro…”. El otro día en el aniversario de la Independencia se cantó una solemne misa en la cual el Presidente Salaverry tomó parte. Durante el Tedeum laudantus, en lugar de que cada regimiento desplazara la bandera peruana, izaban un pabellón negro en la que aparecía una calavera. ¡Imagínense un gobierno bajo el que tal espectáculo pueda ordenarse, en una ocasión así, típica de su determinación de lucha hasta la muerte! Este estado de cosas apareció muy desafortunado para mí, pues me impidió hacer ninguna excursión más allá de los límites de la ciudad…”1

Poco tiempo después del tétrico “Tedeum” con las banderas negras, Salaverry fue fusilado, en Arequipa por su opositor Santa Cruz. Ese estado de cosas tragicómicas fue presenciado por Cayetano Heredia como cirujano del ejército del general Orbegoso, destacado miembro de los sucesivos pretendientes y perdedores a la jefatura del gobierno.

Otro fue el destino de los alzamientos de nativos o de mestizos, en los Andes, antes de la Independencia “oficial”. Estos no fueron apoyados por los criollos. Al contrario todos los intentos de abolir el estado de esclavitud por los nativos fueron condenados por los descendientes españoles en el Perú o en el resto de los dominios hispanos. Juan Santos Atahualpa fue apostrofado por Unanue como:

… aborto del infierno, un monstruo dominado por la ambición y la soberbia… con estrago de almas, vidas, haciendas y ultraje de ambas Majestades. Tal fue el apóstata Juan Santos, pretenso Inga Atahuallpa, que rebelde a su Dios y a su Rey dio principio a su funesto alzamiento en el Pueblo del Pajonal, llamado Quisopango…2

La revolución de Túpac Amaru II fue prácticamente ignorada por los llamados próceres de la Independencia. Con la Revolución de los hermanos Angulo y el cacique Mateo Pumacahua, ni se diga; baste con recordar que un presidente de la naciente república peruana, que fue declarado Benemérito de la Patria comandó un batallón realista para derrocar y mandar ahorcar a Pumacahua y sus camaradas. Ese fue don Andrés Santa Cruz, sobresaliente peruano y boliviano que fue dos veces jefe del estado peruano3 . Otro caso es el del promotor de la Carta de Derechos Humanos de la Revolución Francesa, en Quito, hijo de un indio cajamarquino y una mulata quiteña, fue el doctor en medicina Francisco Xavier Eugenio de Santa Cruz y Espejo (1747-1795) murió en prisión antes que la Independencia propiciada por los criollos llegara a la región Andina de lo que hoy es Ecuador4.

Con los esclavos africanos ocurrió, principalmente en la costa del Perú, algo demostrativo del significado del estado de independencia que fue principalmente para la clase dominante. El libertador del Perú, San Martín, que venía de una región como el Río de la Plata, en la que hubo muy pocos nativos, salvo en el norte de Argentina, como parte la nación Inca, y sin ningún esclavo africano, seguramente se horrorizó a ver a la numerosa población de esclavos en las haciendas de la costa, especialmente en Cañete. Apenas a las dos semanas de asumir la jefatura del nuevo Perú independiente, el 12 de agosto de 1821, dictó una ordenanza histórica, que cual si fuera una buena encíclica fue reverenciada con unción, pero no fue cumplida por los ricos pecadores hacendados, San Martín dictó un decreto con varios considerandos contundentes de rechazo a la esclavitud y varios mandatos numerados. He aquí algunos:

… Una porción numerosa de nuestra especie, ha sido hasta hoy mirada como un efecto permutable y sujeto a los cálculos de un tráfico criminal: los hombres han comprado a los hombres… Yo no trato, sin embargo, de atacar de un golpe este antiguo abuso: es preciso que el tiempo mismo que lo sancione lo destruya… Artículo 1. Todos los hijos de esclavos que hayan nacido, y nacieren en el territorio del Perú, desde el 28 de julio del presente año en que se declaró la Independencia, comprendiéndose a los departamentos que se hallen ocupados por las fuerzas enemigas… Serán libres y gozarán de los mismos derechos de los ciudadanos peruanos…5

La esclavitud era una necesidad económica indispensable. Los bienes conseguidos por el trabajo gratuito en las haciendas de la costa eran el sustento económico de la clase social que apoyó la independencia de los criollos. Inclusive quisieron buscar un príncipe que reemplace a Fernando VII, el apodado El Felón. El mestizo Cayetano Heredia estaba terminando sus estudios en la escuela fundada por

Cuando el Libertador Simón Bolívar, que reemplazó a San Martín, dejó el mando a una junta de gobierno, en enero de 1825, para dirigirse al sur del país en una suerte viaje de apoteosis triunfal, mandó crear una serie de importantes centros educativos y dictar medidas para liberar a los indígenas de su estado de esclavitud disimulada. Estas últimas fueron, otra vez, encíclicas para los pecadores terratenientes del Cusco. El mando de la nación estuvo en manos de un Consejo de Gobierno, presidido por Hipólito Unanue, quien el día 24 de octubre de 1825 convocó a los hacendados de la costa del Perú, mejor dicho a los barones de algodón y de azúcar, el más prominente de éstos era él mismo. Se trataba de redactar un reglamento que identifique las obligaciones de los patronos con sus esclavos. Era obvio que había que disimular el “crimen” tipificado por San Martín: comprar hombres por hombres, olvidándose de los mecanismos para liberarlos dispuestos por San Martín. En esos tiempos no se reparaba en la valla ética y deontológica del impedimento para que un funcionario no deba consagrar con su autoridad algo que favorezca a sus propios intereses.

El Consejo de Gobierno: Queriendo reparar los estragos causados por la guerra en la agricultura; y que los esclavos empleados en sus importantes labores, al paso que la hagan prosperar, sean tratados con la humanidad y justicia propias del actual sistema independiente…. (con obreros que trabajaban gratis y obligatoriamente)

Horas que deberán trabajar los esclavos

Art. 2° En las haciendas de caña el trabajo del trapiche, bien sea de agua, bien de bueyes, no podrá empezar antes de las cuatro de la mañana en el verano y de las cinco en el invierno… los trabajos concluirán a las seis de la tarde…

Corrección de los esclavos

Art. 7° En ningún caso se darán a un esclavo más de doce azotes, sin hacerles sangre, por las faltas comunes, y cuando ese castigo no fuese suficiente, para que se corrijan, se hará uso de cepo, grillos y bragas, quedando prohibida la glorieta, rabo de zorra y otras prisiones6.

Estas son dos aspecos de las muchos que existen en el mencionado dispositivo firmado por todos los miembros del Consejo de Gobierno, de 1825, presididos por Unanue y refrendado por el ministro de gobierno.

Fue verídico el comentario de Humbolt sobre el sentimiento de libertad de los limeños: Lima está más lejos que Londres del resto del Perú7 … El discurso, ante un virrey que recién llegaba a Lima, de José Baquíjano y Carrillo, como supuesta protesta por la crueldad con que develaron la revuela del Túpac Amaru II, el mismo que es elogiado como un ideólogo de la Independencia, fue desmentido por él mismo, años más tarde, al ser, en Madrid, Consejero Real de Fernando VII, el mismo que quiso aplastar la guerra de liberación peruana, la que felizmente terminó con la derrota de España en la Batalla de Ayacucho.

Un proyecto para avanzar

El llamado “Colegio de San Fernando” fue fundado durante el coloniaje y cuando el sentimiento de libertad de casi todos los pueblos americanos estaba en efervescencia, menos en la población de Lima. Fue fundado por mandato del Virrey Fernando de Abascal, quien, en esos días fue representante de una monarquía inexistente, sin ningún poder real en España o sus colonias, porque los dos reyes españoles Carlos IV y Fernando VII, padre e hijo y entrambos pugnaces enemigos, eran prisioneros de Napoleón. Así fue que Abascal se sintió Rey de Sud América, como ahora así se le califica8. Nombró a Hipólito Unanue Protomédico del Virreinato del Perú sin el concurso establecido en las normas que entonces existían; para luego, encargarle la organización de una escuela para la formación de médicos; esto, otra vez, sin el estatutario consentimiento del Consejo Universitario.

Apenas se restableció en el gobierno metropolitano - después de la heroica jornada del pueblo español para expulsar a Napoleón y a su hermano, José Napoleón, espurio monarca de España, Abascal y Unanue fueron acusados ante el gobierno central de España, por el Consejo Universitario de la Universidad de San Marcos, con el cargo de abuso de autoridad y por desvestir un santo para vestir a otro. La imponente personalidad de Unanue, cambió las acusaciones en triunfos, en Madrid. Allí viajó como diputado por la provincia de Arequipa a las Cortes de Cádiz, a la que dicho diputado desconoció, para ser protegido por el absolutista y tiránico Fernando VII. Este nuevo rey apodado, cuando estuvo preso, como “el deseado”, por alentar la redacción de una constitución para crear una monarquía parlamentaria y que, después de abolirla, su apodo cambió por “el felón”; porque, al ser restituido en su trono, arrojó al suelo el texto empastado de la Constitución de Cádiz. Unanue, vasallo leal del rey Fernando VII9, consiguió el triunfo de una causa que parecía perdida. Fue uno de los mayores logros de La Magia de Unanue, al conseguir la absolución y el reconocimiento de su designación como Protomédico con la aprobación de la fundación de la Escuela de San Fernando para la formación de médicos y de cirujanos10.

La formación de Heredia

Heredia nació en Catacaos, un distrito de la hoy región de Piura y que en esa época perteneció a la región Trujillo. Fue un hijo “natural” tal como manifestó al dictar su testamento. Dijo que llevaba el apellido de su madre porque a su padre no lo conoció11. En el libro de registros de bautismos de la parroquia de Catacaos alguien arrancó la hoja correspondiente a la cristianización del niño Cayetano. Por ello, es interesante comentar la piadosa mentira con la que se le otorgó apellidos paterno y materno en el expediente de graduación de Doctor en Medicina ante el Protomedicato aparece como … hijo legítimo de don Pablo Heredia y de doña Manuela Sánchez… con fecha 2 de agosto de 1826; quiere decir que a cinco años de la Independencia todavía ningún hijo ilegítimo podía alcanzar el grado de doctor, ni menos ingresar a una universidad para no avergonzar a sus compañeros alumnos con certificado de pureza de sangre12.

Cuando niño fue enviado a Lima para ser protegido por un sacerdote franciscano que, dicen sus biógrafos, lo educó con gran cariño para luego pasar al recientemente creado de San Fernando, cuando su Director era otro sacerdote, don Fermín Goya, para que estudiase la carrera médica pagando el costo de sus estudios con su trabajo manual dentro del propio local de dicho colegio. Paz Soldán trascribió el texto completo de la certificación de sus estudios y calificaciones. Entró a estudiar en abril de 1818, tiempo en el que Unanue acababa de retornar triunfante de España. Estuvo cargado de responsabilidades por el complicado manejo de la inmensa fortuna heredada de la familia Landaburo Belzunce, que fue ratificada por el propio monarca Fernando VII. Por ello es muy dudoso que Heredia y los otros matriculados de San Fernando (que no pasaban de 12 en toda la escuela) hubieran recibido lecciones de Unanue.

El médico y naturalista suizo Johann Jacob von Tschudi (1818-1889) que vivió cinco años en el Perú, entre la décadas de 1830 y la siguiente, para estudiar y dar a conocer al mundo la cultura andina con sus admirables civilizaciones precolombinas, los idiomas quechua y aymara en uso por una mayoría de los habitantes andinos, divulgar los usos y costumbres de los núcleos sociales peruanos de los tiempos que estuvo en el Perú; en fin, se ganó el título de “Peruanista” al publicar en libros y en revistas sus observaciones las que en Europa causaron sensación y sus libros fueron traducidos del alemán a otros idiomas. Sobre la vida académica de la medicina hizo este descarnado comentario sobre la enseñanza en la escuela en el tiempo que el Protomédico del Estado Peruano era el doctor José Manuel Valdés, un discípulo predilecto de Unanue y director de la escuela de medicina era el doctor Cayetano Heredia, seguramente en su etapa de toma de conciencia para reformar las cosas. Escribió Tschudi:

… El Colegio de San Fernando fue fundado, en 1810, por el Marqués de la Concordia, para estudiantes de medicina. En el año 1826 esta institución recibió el nombre de Colegio de la Independencia, un título justo, porque, en verdad, la medicina es enseñada allí con una singular independencia de toda regla o sistema. Los Profesores que nunca recibieron una formal capacitación, comunican sus escasos conocimientos a los alumnos de una manera imperfecta. El número de los estudiantes varía entre doce a quince. Las lecciones clínicas son dictadas en el Hospital San Andrés, al que se le agregó un Anfiteatro Anatómico, en 1792, el caluroso clima hace que los entierros deban realizarse en 24 horas después de la muerte, lo que es un impedimento para el fundamental estudio de la Anatomía13 … (traducción libre de la versión inglesa).

Hipólito Unanue, en 1807, al fundar la Escuela de San Fernando con un plan de estudios basados en las enseñanzas de la llamada “Escuela de Leyden”, a fines del siglo XVII y principios del siguiente, la que con la habitual reverencia de la época honraba las ideas de Hipócrates, aunque con algunas modificaciones de modernidad, como la de establecer la existencia de enfermedades que deberían distinguirse unas de otras por el estudio minucioso de los síntomas. Esa escuela holandesa de Leyden, cuando Unanue fundó San Fernando, había sido superada porque la medicina mundial a fines del siglo XVIII y principios de siguiente sufrió progresos sustanciales, dejando atrás los dogmas hipocráticos. Claro está, que en el estado de atraso en el que estuvo la medicina peruana cuando se fundó San Fernando el traer a Lima, en 1810, lo que enseñó Boerhaave, en 1710, fue un “avance”, ¡consolador!14. Un moderno crítico de la historia de la medicina hace este comentario sobre la obra del renombrado doctor Hermenn Boerhaave:

Modificó el sistema corporal humano no como uno integrado y balanceado, sino otro en el que las presiones y los líquidos están equilibrados y todo encuentra su propio nivel… Boerhaave trató este estado como un si fuera una red de tuberías y de depósitos conteniendo los fluidos corporales (los humores)15.

Los médicos estaban desprestigiados casi en la categoría de curanderos, pertenecían a las clases más bajas. Cuando Heredia comenzó su labor los escritos de Hipócrates y Galeno tenían la categoría de evangelios, que por más de dos milenios, fueron incontrastables y la causa del atraso de esa disciplina. En el mundo entero, antes del inicio del siglo XIX, esos escritos se podían interpretar de manera imaginativa y, a veces, novedosa; pero, nunca estar en desacuerdo o pretender su negación, como sucede con las sagradas escrituras.

Nadie ha notado o acaso ha sido disimulado el hecho que Heredia fue siempre relegado no obstante de sus triunfos por su permanente deseo de actuar con honesta rectitud en el ejerció de su profesión. Por ejemplo, durante muchos años fue “disector” del anfiteatro anatómico”, un cargo que en la escala académica era inferior, estuvo reservado a los Cirujanos Latinos, en las universidades españolas y en Lima. Unanue, cuando fue Profesor de Anatomía, contrató como disector a un cirujano español. Así fue desde que existió el protomedicato, hay que recordar que cirujanos limeños, la mayoría zambos, en el siglo XVII realizaron autopsias importantes tal como registra la bibliografía médica de la colonia. En su calidad de disector, en 1825 y un año antes de obtener el título de doctor, se le encargó realizar la autopsia de Domingo Faustino Sánchez Carrión, en el pueblo de Lurín para despejar dudas malévolas sobre el motivo de la muerte de ese prócer. Continuó siendo cirujano disector hasta la siguiente década.

El Congreso Constituyente de esa época promulgó una ley para que a dos alumnos pobres del Colegio de la Independencia se les exonerase de los pagos por los derechos de grados y las propinas que los candidatos tenían

que erogar16 para beneficio de los jurados durante unas ridículas ceremonias17, que persistieron desde la colonia hasta la fundación de la Facultad de Medicina. Con toda seguridad que el graduando Heredia, pobre de solemnidad se benefició con ese decreto del Congreso Constituyente. Su protector, Fermín Goya, tenía influencia en Unanue que era Ministro de Hacienda.

LA MEDICINA PERUANA

La medicina peruana en los tiempos de la colonia y en las primeras décadas de la república, Cayetano Heredia, el estado de atraso de la medicina se mantuvo casi sin cambios. Todas las observaciones, de extraordinaria agudeza, por Juan Del Calle y Caviedes, sobre los médicos y la medicina de fines del siglo XVII estuvieron en vigencia durante el siglo siguiente. Hay que aclarar que las ideas que trajeron los españoles, en cuanto se refería a las prácticas de atención para la curación de las enfermedades no diferían mucho de las que los nativos realizaban. En el texto de consulta que por casi siglo y medio tuvo vigencia, en Europa, la famosa obra del alemán Johannes de Ketham, en latín cuya primera edición fue 149118. Allí se demuestra que la sangría era una panacea que se usaba hasta para tratar a los heridos con hemorragias en el campo de batalla. Un seguro método de diagnosticar una enfermedad interna era examinar organolépticamente los orines guardados por 24 horas, metiendo un dedo para detectar por el sabor una diabetes. Las recetas para curar cáncer o diarreas eran similares a las de los médicos nativos de los andes. Los únicos profesionales de la salud que realmente salvaban la vida eran los cirujanos que de manera brutal pero hábil amputaban, cosían o trepanaban. Por más de dos mil años no hubo ningún remedio para curar un enfermo de un mal específico.

Los médicos andinos, nativos, descubrieron un febrífugo poderoso, en la corteza pulverizada del árbol de la quina que crece en las laderas de media altitud de las zonas selváticas andinas. Curaba de manera específica a la malaria (en esa época conocida como terciana). Fue el primer remedio específico contra una enfermedad, tanto es eso cierto que si se administra esos polvos en alguien que se sospeche que tiene malaria y éste no cura, de seguro que esa persona no padece de esa enfermedad. Ese fue un descubrimiento para un premio Nobel, que ha salvado y sigue haciéndolo con millones de humanos en el mundo entero de las porfía.

Cayetano Heredia fue silencioso testigo del poco edificante entredicho entre José Manuel Dávalos e Hipólito Unanue sobre los polvos del famoso árbol. El primero, aunque pareciera mentira, trajo como novedad desde Europa, a fines de la década de 1790, donde se graduó de doctor en medicina en Montepelier, que allí se usaba la quina como remedio específico contra la malaria y recomendaba su uso a sus colegas limeños. Unanue en cambio criticó hasta maltratarlo a Dávalos negando ese descubrimiento hecho por Sydenham, entre oros, en 167019. Unanue persistió en su error al punto que en 1815, cuando el uso de ese remedio estaba consagrado en todo el mundo, dijo: … y muchas veces con sólo las sangrías y alguna bebida atemperante, lavativas, y dieta correspondiente se curan (las fiebres intermitentes) sin necesidad de la quina…20 .La buena contribución que Unanue hizo a la literatura mundial para revivir el interés de Hipócrates por considerar el clima y los humores como factores en la génesis de las enfermedades pareciera que se introdujo en su mente como un dogma inconmovible. Llegar a recetar medidas para restablecer el desbalance humoral de enfermos con tercianas “sin necesidad de la quina”, siglo y medio después de haberse descubierto ese específico fue demasiada fe en el sabio de Cos.

Dicen los historiadores modernos que el descubrimiento de la corteza del árbol de la quina, ese de los médicos nativos de nuestros Andes, es sólo comparable con el de la circulación de sangre, demostrada experimentalmente por William Harvey (1568-1657), en 163021, se puede decir casi simultáneamente; cuando se comprobó que la sangre circulaba bombeada desde el corazón hacia los órganos y tejidos y esa misma sangre regresaba por las venas hacia los pulmones y el corazón para ser impulsada de nuevo. Las sangrías contra toda enfermedad incluyendo el paludismo o graves hemorragias se siguieron usando, por los fieles seguidores de las sagradas escrituras de Hipócrates y Galeno.

Mucho antes que nacieran Heredia o Unanue, pero en el mismo siglo, en 1723, estuvo en Lima el médico italiano Federico Bottoni que llegó como intérprete del Tribunal del Santo Oficio. Escribió una obra con el sugestivo título de: Evidencia de la Circulación de la Sangre22. Una obra de divulgación del estudio científico realizado por William Harvey durante varios años la que fuera publicada en 162823. Así en Lima se conoció con 103 años de atraso uno de los pilares de lo que más tarde sería la biomedicina. Bottoni no sólo vulgarizó ese trabajo sino la invención del microscopio por Robert Hooke, al que lo nombró como HoK, y detalló su observación de la estructura de los vegetales por pequeñas celdas a las que llamó células, la real apariencia de pequeños bichos como piojos, moscas o garrapatas24. También mencionó a von Leeuwenhoek (con el apelativo de LeovenheK) y su revelación de unos seres vivos invisibles a simple vista sino bajo la una poderosa lupa que el mismo fabricó, los llamó animálculos. Describió por primera vez los espermatozoides, los glóbulos de la sangre. Todo los relatos en su opúsculo, el doctor Bottoni, divulgó en Lima los extraordinarios avances de la medicina científica de la época. Premonitoriamente manifestó:

Mas estos elementos de la sangre descubiertos por medio del microscopio no siendo evidentes a los desnudos ojos de todos, particularmente en Lima, a donde todavía no ha entrado la delicadeza de los microscopios, pudieran facilitar censurable, sin el propio desengaño de la experiencia (página 14)

El primer microscopio que llegó a Lima fue importado de Francia por Heredia, en 1856, en su nueva Facultad de Medicina de la nueva “Universidad de Lima” con ese aparato se realizaron aportes científicos, como se comentará luego.

El Colegio de la Independencia siguió un curso de lamentable desprestigio. Al desvestir un santo para vestir a otro25, como fue el comentario del auditor español que revisó la protesta de las autoridades de San Marcos contra Unanue y Abascal, ya que todas las cátedras de ciencias de la universidad pasaron a formar parte de la nueva escuela de medicina. Fue por ello los militares que aspiraban ascender en el escalafón castrense tenían que acreditar habilidades y destrezas en varias ramas de la ciencia, especialmente las matemáticas. Se matriculaban en la escuela de medicina militares de alto rango que estaban en camino a convertirse en jefes de gobierno. Fueron compañeros y discípulos de Cayetano Heredia distinguidos generales y mariscales que participaron por años en la política y en las frecuentes guerras civiles que azotaron al país. Cuando estuvieron en el poder ponían en los cargos directivos de la escuela de medicina a sus profesores o condiscípulos. Esa fue una herencia que dejaron Abascal y Unanue y duró hasta 188526 .

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Amautacuna de historia: frases de Charles Darwin sobre el Perú www.amautacunadehistoria.com/.../frases-de-charles-darwin.2 Feb 2009 Charles Darwin pasó por el Perú y estuvo en Lima entre el 19 de julio y el 30 de agosto de 1835. ...  

2. Unanue, en una de sus crónicas sobre las misiones religiosas hacia las ignotas regiones de la selva amazónica “Entrada a la Montaña por la parte de Tarma” (franciscanos) Mercurio Peruano: Volumen III, p.162] Hay que recordar que ese movimiento de liberación duró quince años, siendo el primero en todo el Continente Americano, Norte y Sur. Además hay que leer: Juan Santos el Invencible. Manuscritos del año 1742 a 1755. Compilados por Carlos Romero y Francisco Loayza. Los Pequeños Grandes Libros, 1942, Lima  

3. http://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9s_de_Santa_Cruz: En 1815 participó en la develación del levantamiento independentista del brigadier Mateo Pumacahua, para luego emprender la ofensiva sobre Tucumán a órdenes del general José de la Serna  

4. Paredes Borja, Virgilio: Historia de la Medicina en el Ecuador. 1963, Editorial, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, pp. : 449- 464.  

5. Santos de Quirós, Mariano: Colección de Leyes, Decretos y Órdenes Publicadas en el Perú desde su Independencia. 1834, Tomo 1, Imprenta de José Masías, Lima, p. 16. Ordenanza firmada por San Martín y Bernardo Monteagudo  

6. Santos de Quirós, Mariano: Colección de Leyes, Decretos y Órdenes Publicadas en el Perú desde su Independencia. 1834, Tomo 2, Imprenta de José Masías, Lima, pp. : 167-169  

7. Carta de Alexander von Humbolt al gobernador de Jaén, don Ignacio Checa, en: Núñez, Estuardo y Petersen, Georg: El Perú en la Obra de Alejandro de Humbolt. 1971, Librería Studium, Lima, pp. : 197-199, fechada en 1803.  

8. Vargas Ezquerra, Juan Ignacio, “Cuando no había rey en España, Abascal lo era de América”, Aportes. Revista de Historia Contemporánea, n. ° 55, Madrid, Universidad de San Pablo-CEU, 2004, Págs. 10/20. ISSN 0213-5868. Editorial Actas Asimismo publicado en: Tiempos de América. Revista de Historia Cultura y Territorio, n. ° 11, Castellón, Centro de Investigaciones de América Latina-Universidad de Jaime I, 2004, Págs. 15/26. ISSN 1138-1310.  

9. En el Archivo General de Indias existe una nutrida documentación sobre el entredicho San Marcos versus Abascal- Unanue. Por ejemplo, el: AGI T. N. I. 214028 Signatura Lima 1028 2/03/1812 Por acuerdo de 14 de Agosto del año próximo pasado volvió a la Contunda gral. El expediente de que dio cuenta el Virrey del Perú Dn. Joseph de Abascal, relativo a la fundación de un Colegio de Medicina y Cirugía en aquella Capital con la solicitud del Dr. Dn. Joseph Manuel Dávalos, relativa a que se le restituya la Cátedra de Prima de Medicina que obtenía en calidad de substituto.  

10. García Cáceres, Uriel: La Magia de Unanue: 2010, Fondo Editorial de Congreso del Perú, ISBN 798-612-4075-06  

11 , “Testamento del Sr. Dr. Cayetano Heredia” trascripción del original de: José de Selaya, Escribano, Folio 1077, en Paz Soldán, Carlos Enrique: Cayetano Heredia y las Bases Docentes de la Escuela Médica de Lima. 1951, Publicaciones del Instituto de Medicina Social, pp. : 199-203.  

12. Zavala; el protomedicao  

13. Tschudi, J. J.: Travels in Peru, during the years1838-1842. 1847, Translated by Thomasine Ross, David Bogue, London, pp. : 126-127.  

14. Ver: Clément, Jean-Pierre: “Decadencia y Restauración de la Medicina Peruana a Fines del Siglo XVIII”, en Sciences et Technics en Amérique Espagnole au XVIII Siécle. Colloque Franco-Espagnol. 1987, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, pp.: 217-238  

15. Cook, Harold J.: “Boerhaave and the Flight from Reason in Medicine”. 2000, Boletín of the History of Medicine. Vol. 74, pp.: 221-240. Se trata de un estudio muy bien sustentado donde se demuestra que la figura del maestro de Leyden fue deificada, casi inmediatamente después de su muerte por muy ilustres intelectuales que se ocuparon mayormente en ensalzar su figura antes que estudiar sus ideas.  

16. Santos de Quirós, Mariano (op. Cit) p.: 307. La Junta Gubernativa del Perú, el 11 de enero de 1823: Por cuanto el Congreso Constituyente, ha decretado y decreta  

17. Eguiguren, Luís Antonio: El Paseo Triunfal y el Vejamen del Graduando. 1949. Biblioteca del IV Centenario de la Fundación de la Universidad de San Marcos, 1551-1951  

18. De Ketham. Johannes, Alemanus: Fasciculus Medicinae, 1491. Facsimile of the first Venetaian Edition of 1491. The Classics of Medicine Library, 1988, Birmingham, Al. Diarria ê fluxus vêtris simplex quâdo sfuunt humorece diuerside ventre. Cura stercus canis sola osse cômendentis … Los médicos andinos tenía mejores recetas que el estiércol de per ros alimentados solo con huesos.  

19. The Complete Works of Thomas Sydenham, MD. Syhenham Society. 1848. Facsímile: The Classics of Medicine Library, p.: 3, del Capítulo: Epistles to Doctor Brady and Doctor Paman  

20. Unanue, Hipólito Observaciones sobre el Clima y sus Influencias Sobre los Seres Organizados, en Especial el Hombre. 1815, 2ª Edición), Francisco Garfias, Imprenta de Sancha Madrid p.: 282.  

21. Sournia, Jean-Charles: The Illustrated History of Medicine.1991, Harold Starke, London, pp. : 276-279  

22. Bottoni, Federico: Evidencia de la Circulación de la Sangre. 1723. Impreso en Lima, (Sin el crédito de la imprenta en el ejemplar existente en la biblioteca de UGC).  

23. Harvey, William: Exercitato Anatomica Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus 1628, Guilielmi Fitzeri, Frankfurt  

24. Hooke, Robert: Micrographia, 1665, Printed by the Royal Society, London  

25. Frase puesta por el Auditor Joseph de Limonta del Consejo de Indias, en el dictamen de la queja presentada por los agraviados miembros de San Marcos (Archivo General de Indias, T. N. I. 214028 Signatura Lima 1028 2/03/1812)