INTRODUCCIÓN
El 2020 se ha visto marcado por la aparición de una nueva enfermedad infecciosa con una alta mortalidad, el COVID-191. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como pandemia, debido a su acelerada propagación a otras ciudades y países fuera del centro del brote, en la provincia de Wuhan, China2,3. Desde entonces, a nivel mundial, los gobiernos han respondido de diferentes maneras a la propagación del virus, siendo la principal la declaración de la emergencia sanitaria1.
Los casos positivos aumentaron dramáticamente, produciendo el colapso de muchos hospitales por el déficit de recursos humanos y materiales. Aunque, esto ya lo evidenció la OMS desde el 2011, cuando estimó un déficit de 4,3 millones de profesionales de la salud4. El actual contexto ha maximizado dicho déficit, dado que parte del personal de salud se encuentra dentro del grupo vulnerable, por ello se les retiró de los hospitales. Debido a la escases de médicos, el Reino Unido reclutó a jóvenes de 18-30 años, entre ellos, estudiantes de medicina de último año y médicos recién egresados; para realizar actividades de promoción y prevención de la salud5. De similar forma, Perú creó sistemas de reclutamiento de médicos recién egresados, para así, poder contrarrestar el déficit de personal que lucha en esta pandemia.
El desempeño óptimo del personal de salud siempre será una pieza clave en la prevención y el control efectivo y oportuno de la población6; por lo que, no se debe dejar de lado su salud mental, la cual también puede verse alterada puesto que, el pánico es la primera reacción humana ante las pandemias, sumados al temor, sufrimiento y la posibilidad de muerte7. Sin embargo, muchas veces el personal de salud que se encuentra en un ambiente de mucha mortalidad, presenta menor miedo a la muerte8. Por lo mencionado, el objetivo principal del presente artículo es medir la percepción y los factores asociados a la posibilidad de atender pacientes con COVID-19 en médicos recién egresados del Perú.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Investigación analítica-transversal, en 352 médicos recién egresados del Perú , distribuidos equitativamente en Lima Metropolitana y provincia, mediante toma de datos primarios por encuesta auto aplicada de forma virtual.
Población y muestra
Se consideró una población extrapolable de egresados en medicina humana del Perú, se incluyó a los que tuviesen interés de participación y que su universidad pertenezca a la Asociación Peruana de Facultades de Medicina-ASPEFAM9.
Se obtuvo 352 encuestas: 119 fueron de Lima y 223 de provincias del Perú; mediante muestreo de tipo no aleatorio y con el método de bola de nieve a los que realizaron el internado médico el año 2019.
Variables y herramienta.
Las preguntas de la posibilidad de atención (Alpha de Cronbach: 0,86) y el que mide la posibilidad del fatalismo ante la enfermedad (Alpha de Cronbach: 0,78) 10 tenían seis y siete preguntas; respectivamente, se podían responder con 5 alternativas bajo formato Likert (desde muy en desacuerdo hasta en muy de acuerdo). Además, se preguntó de su sexo, edad, si contaba con seguro de salud y el lugar de residencia.
Procedimientos y ética
Elaborado el instrumento; se encuestó a los participantes mediante una plataforma virtual gratuita, se siguió las recomendaciones de conservación ética mediante encuestas anónimas (respeto a la privacidad y certeza de no ser identificados; para responder con libertad acerca de sus percepciones). Se indicó en el objetivo de la investigación, que su participación era totalmente voluntaria y que al llenar la encuesta comprendíamos que aceptaba la participación. Posterior a la recolección se exportó la base de datos mediante Microsoft Excel (para Windows 2019), donde se procedió a un primer proceso de depuración, y se exportó al programa estadístico Stata (versión 11,1); en donde se realizó un segundo filtro y depuración de datos.
Análisis de datos
Se describió los ítems mediante sus frecuencias/porcentajes (generando la tabla de descripción de respuestas). El análisis multivariado se obtuvieron las razones de prevalencia ajustadas, los intervalos de confianza al 95% y valores p. Se utilizó modelos lineales generalizados, con familia Poisson, función de enlace log, modelos para varianzas robustas; ajustados por sede de encuestado (Lima o provincias). Se consideró estadísticamente significativos valores p menores al 0,05.
RESULTADOS
De los 352 encuestados, el 56,8% (200) fueron mujeres, la mediana de edades fue de 26 años (rango intercuartílico: 24-27 años), el 50,9% (179) contaba con un seguro de salud y el 66,2% estudió en provincia. Según las percepciones de estar muy de acuerdo o de acuerdo, el 58,8% se sentiría cómodo apoyando en hospitales, el 54,0% aceptaría ser reclutado, el 33,8% podría trabajar en un lugar con muchos casos, el 46,6% podría movilizarse a un hospital lejano y el 49,7% se siente capaz de atender (Tabla 1).
Tabla 1 Descripción de la población y de las preguntas de la posibilidad de atender en hospitales o a pacientes con COVID-19 por médicos recién egresados en el Perú.

Cuando se obtuvo los porcentajes desagregados, se encontró que el 12% estuvo muy en desacuerdo de que puede trabajar en un lugar que hay muchos casos, el 11% que podría movilizarse a un hospital lejano, el 5% que aceptaría ser reclutado en un hospital y el 4% que se sentiría cómodo apoyando en hospitales (Figura 1).

Figura 1 Porcentajes de posibilidad de atender en hospitales o a pacientes con COVID-19 por médicos recién egresados en el Perú.
El 49,7% (175) se siente capacitado para poder atender, el 90,9% (301) se capacitaría con guías clínicas y el 69,8% (231) con vídeo conferencias, el 51,1% (con cursos de la OMS). En cuanto al tipo de capacitaciones, el 68,3% (226) se capacitaría en el uso de equipo de protección personal y el 31,7% (105) en el lavado de manos.
En el análisis multivariado, se encontró que a más percepción fatalista de la enfermedad aceptaría menos ser reclutado en un hospital (RPa: 0,73; IC95%: 0,67- 0,78; valor p<0,001); sin embargo, a pesar de esto, si se sentirían bien capacitados (RPa: 14,99; IC95%: 10,87-20,67; valor p<0,001), cómodos apoyando en hospitales (RPa: 2,52; IC95%: 1,20-5,31; valor p=0,015), capaces de atender en forma general (RPa: 1,31; IC95%: 1,18- 1,45; valor p<0,001) y podrían trabajar en un lugar con muchos casos (RPa: 1,25; IC95%: 1,11-1,40; valor p<0,001); esto estuvo ajustado por el sexo y el lugar de realización de la carrera (Tabla 2).
Tabla 2 Análisis bivariado y multivariado de la posibilidad de atender en hospitales o a pacientes con COVID-19 según la fatalidad percibida en médicos recién egresados en el Perú.
Posibilidad de atender pacientes COVID-19 | Análisis bivariado | Análisis multivariado |
---|---|---|
Aceptaría ser reclutado en un hospital | 0,41 (0,31-0,54) <0,001 | 0,73 (0,67-0,78) <0,001 |
Se siente capacitado en conocimiento | 8,68 (5,20-14,49) <0,001 | 14,99 (10,87-20,67) <0,001 |
Cómodo apoyando en hospitales | 0,26 (0,06-1,14) 0,074 | 2,52 (1,20-5,31) 0,015 |
Se siente capaz de atender (de forma general) | 0,44 (0,42-0,46) <0,001 | 1,31 (1,18-1,45) <0,001 |
Puede trabajar en un lugar con muchos casos | 0,68 (0,58-0,79) <0,001 | 1,25 (1,11-1,40) <0,001 |
Podría movilizarse hasta un hospital lejano | 0,82 (0,52-1,30) 0,399 | 0,75 (0,47-1,21) 0,243 |
Sexo masculino | 0,57 (0,50-0,65) <0,001 | 0,69 (0,55-0,86) 0,001 |
Edad (variable cuantitativa tomada en años) | 1,10 (0,73-1,64) 0,651 | No entró al modelo |
Seguro EsSalud (seguridad social peruana) | 0,80 (0,24-2,69) 0,713 | No entró al modelo |
Los coeficientes (intervalos de confianza al 95%) y valores p fueron obtenidos con los modelos lineales generalizados (familia Gaussian, función de enlace identity, modelos para varianzas robustas y ajustando por el lugar de realización de la carrera).
DISCUSIÓN
Uno de cada dos de los médicos recién egresados encuestados estuvo de acuerdo con atender, ser movilizado o se siente capaz de atender a pacientes COVID-19. Ya que, sienten una gran vocación de servicio11 . Aunque, muchos consideran que no obtuvieron todos los conocimientos requeridos en procedimientos durante los años previos12. Esto va a ir cambiando en el tiempo, ya que, se que irán adquiriendo habilidades, que se potenciarán cuando realicen la especialidad13.
Por otro lado, al sugerirles atender en un centro de salud con alta cantidad de casos, solo uno de cada tres aceptó. Dado que, aunque no apoyen directamente en el área de emergencia su probabilidad de contagio es mayor; como se evidencia una investigación realizada en un hospital con alta incidencia de pacientes COVID- 19 positivos, en donde el 72% de médicos contagiados no pertenecían a áreas COVID14. Además, el apoyo limitado que brindan las autoridades al personal de salud podría ser otra determinante para no desear acudir15. Así como también, evitar una sobre carga psicológica; ya que, al ser la primera línea estarían sujetos a estigmas sociales16. Pero no solo eso, el temor a llegar a ser un vehículo para la propagación del virus, pudiendo contagiar a personas que entren en contacto con él, incrementaría su poca disposición a apoyar en dicho escenario17.
Además, aún falta mucho en cuanto a capacitación, ya que, menos de la mitad se siente capaz de atender pacientes con COVID-19, y la mayoría de los que se sienten capaces consideran que su conocimiento no es suficiente, estando de acuerdo con capacitarse de diferentes maneras y sobre diferentes tópicos. Esto podría deberse a que la información sobre esta enfermedad está en constante evolución18, además de que, en todo el mundo evidencia que incluso para los profesionales en el campo, el conocimiento aún es deficiente y se necesita más capacitación19-21. Sabiendo que, si se tiene el conocimiento se podría aumentar la confianza y la pericia de los médicos en su capacidad para atender a estos pacientes20.
Los que tuvieron una percepción más fatalista son menos propensos a aceptar ser reclutados, posiblemente debido al temor que puede presentarse ante lo desconocido22 , además de la falta de conocimiento23, capacitación y equipos de protección personal19, así como, el miedo a contagiar a sus familiares y la estigmatización22-24, entre otros. Además, los medios de comunicación y las redes sociales juegan un rol importante en estos problemas, muchas veces causando desinformación, pero siendo también necesarios en esta crisis22-25. Se recomienda estudiar más a fondo los factores asociados a esta percepción fatalista y las consecuencias y repercusiones que podría traer la posible falta de personal médico en el país26.
A pesar de las limitaciones, los encuestados apoyarían en la atención de pacientes con COVID-19. Un trabajo realizado en China, se pudo evidenciar que el optimismo y la motivación estaban relacionados al apoyo a la primera línea de defensa, con el otorgamiento de materiales, políticas y fortaleciendo la confianza en su capacidad para hacer frente al virus27. Asimismo, el conocimiento se ha relacionado con las actitudes y la confianza para derrotar el virus28. Se tuvo la limitación del sesgo de selección, por lo que, estos resultados deben tomarse como resultados preliminares, a la espera de investigaciones con un mayor muestreo y cantidad de variables.
En conclusión, la mitad encuestados podría atender, ser movilizado o se siente en la capacidad de laborar con pacientes COVID-19. Sin embargo, pocos encuestados trabajarían en lugares con gran afluencia. Refieren tener un conocimiento bajo y que buscarían diferentes medios de capacitación. Los que tuvieron mayor percepción de fatalismo no deseaban ser reclutados, pero, aun así, podrían atender, ser movilizados o se sienten capaces de ejercer en sedes que atienden pacientes COVID-19.