INTRODUCCIÓN
La salud mental es un componente integral y esencial de la salud porque permite a las personas hacer frente a las tensiones normales de la vida y funcionar productivamente (1, 2). Puede verse alterada en deportistas por distintas afecciones y por el aumento de los síntomas de ansiedad y depresión a través del sobreentrenamiento, las lesiones y el agotamiento 3. La depresión es la causa principal de la carga de enfermedades relacionadas con la salud mental y es una de las principales causas de discapacidad que afecta a 280 millones de personas aproximadamente (4, 5). Por ejemplo, en el Perú, en 2023, se atendieron 280 917 casos de depresión 6 Ello afecta negativamente a la vida en distintos aspectos, y, en relación con el tratamiento, la actividad física suele indicarse de forma paralela a tratamientos farmacológicos 7. También la ansiedad y la disminución de la capacidad de concentración pueden reducirse con la actividad física, debido a la capacidad de activar la neurogénesis en el hipocampo, en un contexto de práctica cotidiana fuera de una actividad de alta competencia, por lo cual es una gran medida de promoción de la salud (1, 8, 9).
Si bien existe relación entre la actividad física y los síntomas de ansiedad y depresión, en un estudio se asoció que la población joven, como los estudiantes, con niveles más altos de actividad física obtuvieron puntuaciones más bajas en las escalas de depresión y ansiedad 10. Lo mencionado se justifica en que la participación deportiva y la práctica de ejercicio tienen beneficios para el estado mental al generar un mejor estado de ánimo y una mejor calidad de vida sin necesidad de una estratificación por nivel de actividad 11. El ejercicio confiere efectos protectores sobre la depresión y puede promover la plasticidad cerebral, lo cual aumenta el volumen del hipocampo 12, reduce la atrofia neuronal y fomenta un mejor estilo de vida en el paciente. Sin embargo, la falta de energía en personas con síntomas depresivos puede interferir en el progreso de su bienestar. En ese sentido, en deportistas profesionales hay factores que demandan su estilo de vida, como el contexto de gran competitividad y las intensas exigencias físicas y mentales, los cuales pueden aumentar la susceptibilidad a ciertas alteraciones mentales, como la depresión y las conductas de riesgo, y, por ende, afectar a su calidad de vida 13.
Existen estudios que sugieren que los jóvenes deportistas de élite también podrían presentar riesgo de trastornos mentales, como la depresión, en relación con la población general 13. Cabe señalar que hay casos en los que este grupo de deportistas recibe apoyo con entrenamiento psicológico como parte de su programa deportivo y pueden haber desarrollado fortaleza mental y resiliencia para hacer frente al estrés, la ansiedad e incluso la depresión 3. Por ello, el bienestar emocional está presente al momento de explorar la salud mental del jugador y crear estrategias para guiar al jugador en obtener un mejor rendimiento 14. No obstante, se ha observado que entre los deportistas de élite aún existe estigma a la hora de reportar problemas de salud mental porque lo consideran signos de «debilidad», ello puede dar lugar a que se opte por suprimir, ignorar y no buscar ayuda cuando sea necesario 15.
Por otro lado, en el Perú el fútbol es el deporte más popular, pero las investigaciones sobre la depresión en deportistas son nulas y a nivel regional son escasas. Sumado a ello, los futbolistas pueden experimentar distintas situaciones, sobre todo por la presión mental que esta disciplina genera y lo susceptibles que pueden ser frente a las lesiones ocurridas o la soledad 14. La depresión en deportistas tiene un impacto considerable en la pérdida de salud y podría generar mayores complicaciones en su vida social y laboral. Esto es importante porque se describe a la depresión como un factor de riesgo para el suicidio 16.
Conociendo la severidad de la repercusión de enfermedades como la depresión en la calidad de vida, buscamos mediante este estudio mejorar y sugerir la futura implementación de pruebas de cribado periódicas en los deportistas, promover la elaboración de herramientas psicológicas para obtener resultados deportivos positivos, y conocer los factores relacionados con la depresión, para tratarla a tiempo y evitar el deterioro o la afectación de la funcionalidad de los implicados (14, 15). El objetivo del presente estudio fue determinar la asociación entre calidad de vida y depresión en deportistas de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) en el período 2019-2020.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente estudio fue de tipo observacional, analítico y retrospectivo. Se analizó la base de datos del estudio «Diagnóstico situacional de salud física, mental, nutricional y social de futbolistas» de la FPF. Para el estudio original se solicitó a la FPF el listado de todos los deportistas inscritos en sus respectivos equipos de diferentes categorías. Se exportó dicho listado a una hoja de cálculo de Microsoft de Excel, excluyendo los datos de aquellos que no consintieron su participación (n = 47) y, de manera aleatoria simple, se escogió a 168 para ser invitados a participar en el estudio, 98 hombres y 70 mujeres. Dichos deportistas fueron contactados mediante los servicios sociales de sus equipos y se compartieron los formularios con los cuestionarios y el consentimiento informado para participar en el estudio. La recolección de datos fue realizada en el período 2019-2020, se evaluaron a futbolistas de categorías masculina y femenina inscritos en dichos años a través de encuestas virtuales y evaluaciones presenciales. El objetivo del estudio original fue describir las características físicas y de salud de los deportistas. El estudio original tuvo los siguientes criterios de inclusión y exclusión: se incluyeron a los deportistas que pertenecían a los equipos profesionales de la FPF en el momento de la realización del estudio; se excluyeron a quienes no deseaban participar y a aquellos que durante el reclutamiento del estudio no se encontraban en sus respectivas ciudades. Para el presente análisis secundario se incluyeron todos los datos de los participantes.
Las variables utilizadas para el estudio son las siguientes:
Se evaluó la «calidad de vida» a través de la escala KS-10, que es un instrumento genérico que evalúa la calidad de vida y ha sido validado en varios países de Europa 17; asimismo, ha sido aplicado por otro estudio donde se valora la calidad de vida relacionada a la actividad física 18. Consta de 10 ítems valorados unidimensionalmente. A mayor puntaje, mayor calidad de vida. Se asignaron parámetros de persona (PP) a cada posible respuesta. Los PP se transformaron en valores con una media de 50,0 y una desviación estándar (DE) de 10,0, donde 0 = adecuada y 1 = pobre 19. (Para mayor detalle del instrumento, ver anexo).
Se evaluó la variable «síntomas depresivos» con la escala CESD-7, la cual consta de siete ítems, valorados unidimensionalmente, que miden la frecuencia de síntomas o molestias en los últimos siete días. Se consideró depresión con un punto de corte de mayor o igual a 9 según el estudio realizado por Salinas-Rodríguez et al. en el artículo «Validación de punto de corte para Escala de Depresión del centro de Estudios Epidemiológicos» 20. Se analizó como una variable categórica. La valoración asignada fue 0 = no deprimidos y 1 = deprimidos. (Para mayor detalle del instrumento, ver anexo).
Se evaluaron variables sociodemográficas, como edad, número de años de estudio, número de personas en casa, estado civil (soltero, casado, divorciado/viudo), número de años en el club, número de partidos en el equipo, días de para por lesión. Asimismo, se preguntó sobre dificultades económicas, autorreporte de estado físico (muy malo, malo, regular, bueno, muy bueno), autorreporte de salud (muy malo, malo, bueno, muy bueno), autorreporte de rendimiento deportivo (muy malo, malo, bueno, muy bueno), consumo reciente de cigarrillos, drogas y alcohol (sí, no), índice de masa corporal, comorbilidades. (Para mayor detalle del instrumento, ver anexo).
Para el análisis estadístico se utilizó el programa STATA versión 15.0. Las variables categóricas se expresaron en frecuencias y porcentajes; y las variables numéricas en promedios y desviaciones estándar, pues tuvieron distribución normal según el gráfico del histograma. Además, se hizo un análisis bivariado basado en la variable «calidad de vida», donde se utilizó la prueba t de Student para el análisis de variables numéricas y la prueba exacta de Fisher para el análisis de variables categóricas. Finalmente, se calcularon las razones de prevalencia mediante una regresión de Poisson para cuantificar la asociación entre depresión y calidad de vida. El cálculo de la potencia estadística fue realizado a través del programa OpenEpi v 3.0, asumiendo un tamaño muestral de 204 participantes, con un intervalo de confianza de 95 %, una frecuencia de síntomas depresivos del 82 % en atletas con autorreporte de calidad de vida alterada y una frecuencia de síntomas de ansiedad o depresivos de 61 % en atletas jóvenes. La potencia estadística de nuestro estudio asciende a 99,65 %.
El estudio fue aprobado por el Comité Institucional de Ética e Investigación de la Universidad Científica del Sur. Todos los participantes firmaron un consentimiento informado antes de aceptar formar parte del proyecto de investigación. La base de datos fue anónima.
RESULTADOS
El total de participantes fue de 168 (98 hombres y 70 mujeres). En la tabla 1, se muestra un promedio de edad de 18,42 años (DE = 4,7) y encontramos que el 54,8 % de la población estudiada tuvo calidad de vida pobre (n = 92) y un 17,3 % tuvo presencia de síntomas depresivos según la escala CESD (n = 29).
Tabla 1 Análisis descriptivo de las variables de estudio (n = 168).

DE: desviación estándar; CESD: Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos.
En la tabla 2, se aprecia el análisis bivariado entre la calidad de vida y las demás covariables. Se evidencia que el promedio de edad en los deportistas con calidad de vida pobre era significativamente mayor que los que tenían calidad de vida normal. Asimismo, hay diferencias estadísticamente significativas entre el autorreporte de estado físico y la calidad de vida. Adicionalmente, entre los participantes que reportaron una calidad de vida pobre, un 8,7 % (n = 8) señala haber consumido cigarrillos recientemente y un 31,5 % (n = 29) indica haber consumido alcohol recientemente, en ambos casos con resultados estadísticamente significativos. Finalmente, un 21,7 % (n = 20) de deportistas con depresión reportaron tener una calidad de vida pobre.
Tabla 2 Análisis bivariado basado en la calidad de vida en futbolistas (n = 168).

DE: desviación estándar. Para el análisis de variables categóricas se utilizó la prueba exacta de Fisher y para las numéricas la t de Student.
En la tabla 3, se muestra la regresión de Poisson para calcular razones de prevalencias e intervalos de confianza en un modelo crudo y ajustado con varianza robusta. En el modelo crudo se incluyeron todas las variables y las que tuvieron significancia estadística (depresión, edad, rendimiento deportivo, consumo de cigarrillos, alcohol y drogas) pasaron al modelo ajustado. En este modelo solo se asoció con pobre calidad de vida a la depresión, donde tener depresión se asoció con 1,42 veces (IC 95 %: 1,05-1,93) más probabilidades de tener pobre calidad de vida en comparación con los que no tienen depresión; por otro lado, los que consumían cigarrillos de forma reciente tenían una probabilidad 1,73 veces (IC 95 %: 1,25-2,39) mayor de tener pobre calidad de vida en comparación con los que reportaron no haber consumido cigarrillos, en un modelo ajustado por edad, rendimiento deportivo, consumo de alcohol y consumo de drogas.
Tabla 3 Análisis de regresión de Poisson para determinar la asociación entre calidad de vida, síntomas depresivos y demás covariables (n = 168).

RP (IC 95 %): razón de prevalencias (intervalo de confianza al 95 %); DE: desviación estándar; CESD: Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos.
DISCUSIÓN
El objetivo del presente estudio fue determinar la relación entre síntomas depresivos y deterioro de la calidad de vida en futbolistas de la FPF; y encontramos que aquellos que padecían de síntomas depresivos tenían 1,42 veces (IC 95 %: 1,05-1,93) más probabilidades de deterioro de su calidad de vida en comparación con los que no presentaban síntomas depresivos.
En primera instancia, el factor biológico y social es crucial para asegurar el rendimiento físico y mental de los deportistas. De acuerdo con Jurecka et al. 21, entre los factores importantes asociados con la calidad de vida que pueden afectar la salud mental de los atletas profesionales, destacan la alteración del sueño y el aislamiento social que se reflejaron en un contexto de pandemia por COVID-19. En relación con el primer punto, el sueño tiene un efecto reparador en el organismo de los atletas ante sus exigencias fisiológicas y mentales que mantienen durante el entrenamiento y la competencia, por ende, debe ser de calidad y duración adecuada 22.
Sumado a lo anterior, debido a que la actividad física influye en procesos biológicos y psicosociales implicados en la fisiopatología de la depresión, genera cambios en la neuroplasticidad, la inflamación, el estrés oxidativo, el sistema endocrino, la autoestima, el apoyo social y la autoeficacia 23. De igual forma, en relación con el factor social, en el fútbol, al ser un trabajo en equipo, existe mayor probabilidad de que los deportistas adquieran hábitos poco saludables, como el consumo de tabaco, puesto que se puede generar una sensación de poca responsabilidad con respecto a los logros en equipo al no hacer énfasis su rendimiento físico individual 24. En ese sentido, el equipo interdisciplinario conformado por especialistas de la salud mental, familiares cercanos y terapistas físicos es importante para el rendimiento del deportista, lo cual deberá complementarse habitualmente con sesiones de psicoterapia 25.
En segunda instancia, los factores psicológicos conllevan que se pueda agravar la presencia de síntomas depresivos en deportistas, como lo es sufrir de una lesión que le impida ejercer el deporte 26. Por ejemplo, en un estudio de Alemania se evidenció que los jugadores lesionados suelen tener tasas de depresión más altas que los jugadores no lesionados 27. Lo mencionado recalca la influencia que tienen los deportistas al enfrentar una respuesta sobre cómo actúan frente a lesiones y enfermedades al momento del entrenamiento 28. Para contrarrestar este factor, se ha encontrado la asociación entre el apoyo social y una disminución de los síntomas depresivos y ansiosos 29.
Del mismo modo, en una revisión sistemática, se encontró que atletas de élite enfrentan un mayor riesgo a tener problemas de salud mental debido a los rigurosos programas de entrenamiento y a la presión por mejorar constantemente su rendimiento; sin embargo, buscar tratamiento puede ser desafiante debido al estigma asociado de ser un «atleta fuerte y ganador» en lugar de «ser humano débil y deprimido», lo que puede empeorar la situación y, en ocasiones, llevar al retiro del deportista 15.
En tercera instancia, en otra revisión sistemática llevada a cabo en 2023, se encontró que los futbolistas de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) experimentaron beneficios tanto sociales como emocionales, incluida una mejora en su autoestima y salud mental. A pesar de estos hallazgos positivos, casi todos los jugadores enfrentaron al menos un problema de salud mental durante su carrera, que incluyó depresión, ansiedad o dificultades para controlar su temperamento 30. De la misma forma, en otro estudio realizado en 2019, se encuestaron a once consejeros registrados para trabajar en la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA), quienes mencionaron que las lesiones sufridas por los futbolistas son un factor estresante que puede predisponer a sufrir síntomas de salud mental, como la depresión, junto con una disminución del rendimiento, entre otros 31
Por otro lado, Brown et al. 32 señalaron que, dentro de sus participantes, existió una afectación en la calidad de vida de los atletas debido a problemas en su salud mental, principalmente relacionados con ansiedad o depresión, independientemente del sexo. Esto se justifica en la exposición de estrés a la que están sometidos los atletas de élite, así como la presión constante para rendir, el sobreentrenamiento, los viajes extensos y los desafíos en la vida familiar y social, lo que puede generar problemas de salud mental 33.
Finalmente, Junge y Prinz 26, en un estudio en el que se utilizó la escala CES-D en 17 equipos de la primera división de la liga alemana (Bundesliga), hallaron que el 16,6 % presentó síntomas de depresión leve, el 14,4 % presentó síntomas de depresión severa y la mayor prevalencia fue en la segunda división de fútbol alemán, encontrando que 1 de cada 5 jugadores (20,6 %) presentó síntomas de depresión severa. De igual forma, los jugadores de fútbol que anteriormente pertenecieron a la selección mostraron un bajo porcentaje de depresión y de suicidio 34; por ende, se puede establecer una relación comparativa entre los jugadores que pertenecieron y los que ya no forman parte, obteniéndose como resultado que la tasa de depresión disminuye en aquellos que se han retirado del fútbol. Es así que se puede señalar que en los deportistas existen factores que contribuyen al desarrollo de un cuadro depresivo que interfieren negativamente en su calidad de vida.
El presente estudio contó con algunas limitaciones, una de ellas fue que las conclusiones serían extrapolables a la población de deportistas peruanos. Por otro lado, debido a que parte del estudio se realizó durante la pandemia por COVID-19, los deportistas evaluados podrían haber estado predispuestos a padecer estrés, ansiedad o síntomas depresivos. De igual forma, el estudio se limitó a considerar solo futbolistas de la Primera División, no se tuvo grupo control y, al tratarse de un estudio transversal, no puede estimarse causalidad. Tampoco se hizo una comparación entre hombres y mujeres para evaluar la diferencia entre ambos sexos, conocer de manera holística si existen factores vulnerables dependiendo del género, dimensiones de calidad de vida o mayor susceptibilidad a lesiones. De esta forma, se invita a continuar con investigaciones que consideren evaluar cómo el género influiría en la adquisición de algún trastorno psicológico y cómo funciona en cada uno de los atletas.
CONCLUSIONES
Debemos tener en cuenta que los futbolistas se enfrentan a grandes situaciones de estrés competitivo que puede afectar a su salud mental, esto a pesar de los múltiples estudios que indican al ejercicio como antidepresivo 2.
Por otro lado, nuestros hallazgos apoyan las publicaciones realizadas acerca de la afectación de la calidad de vida por depresión en deportistas y la necesidad de promover la implementación de pruebas de cribado, no solo médicas, sino también psicológicas, como herramienta fundamental para el óptimo rendimiento de los atletas, reiterando la importancia que juega el aspecto psicológico en un deportista de alta competitividad 35.