SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.43 issue78SEMINARIO DE MARZI, Bruno, 2015, El desarrollo de la economía peruana en la era moderna. Precios, población, demanda y producción desde 1700, Lima, Fondo Editorial de la Universidad del Pacífico. 1.300 ppWALKER, Charles, 2015, La rebelión de Tupac Amaru, Lima, IEP. 377 pp author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Apuntes

Print version ISSN 0252-1865

Apuntes vol.43 no.78 Lima Jan./Jun. 2016

http://dx.doi.org/10.21678/0252-1865-00430078_04 

RESEÑA

VAROUFAKIS, Yanis, 2015, Economía sin corbata. Conversaciones con mi hija, Barcelona, Editorial Planeta. 191 pp.


La primera edición de este libro en griego fue en 2013, antes de que su autor fuera nombrado ministro de finanzas y encargado de la renegociación de la deuda de su país hasta junio de 2015. El académico y el político en Varoufakis son coherentes y consistentes, ya que, al igual que cuando él lideró ese último proceso frente a la Unión Europea y los organismos financieros internacionales, en este libro demuestra conocimientos teóricos y aplicados, dominio de la historia y claridad en la comunicación de sus ideas. La publicación promueve la reflexión y la transformación y acudiendo a una visión alternativa del análisis económico (no estándar) analiza el origen de algunos de los problemas actuales que afectan a muchas economías; además, se escribe de manera asequible para el gran público.

No es un libro estrictamente académico, ya que no tiene la estructura, las formalidades y las referencias bibliográficas de ese tipo de documento. Al respecto, como ejemplo, solo se menciona explícitamente a K. Marx y J. J. Rousseau; pero detrás de muchos párrafos se esconderían citas a diversos economistas clásicos: J. M. Keynes, M. Kalecki y otros postkeynesianos, marxistas y neoclásicos. A pesar de lo anterior, este libro podría convertirse en material de lectura complementaria para los cursos de economía, tanto de inicio de carrera como finales, para economistas y estudiantes de otras profesiones. Aunque cabe señalar que, con un menor nivel de profundidad y extensión, seguiría en la línea de un libro ahora lamentablemente olvidado en los sílabos de los cursos de economía: Introducción a la economía moderna de Joan Robinson y John Eatwell (1976).

La publicación tiene ocho capítulos, la introducción y una sección final a modo de epílogo. Se retoma mucho de la estructura de los libros de los economistas clásicos, que parten del análisis de la estructura productiva y de la distribución del ingreso; luego se analiza la problemática del valor y los precios; la importancia de la deuda, el beneficio y la riqueza; la confianza, la crisis y el Estado; el rol de las máquinas y en específico el de la tecnología; el análisis de las particularidades de los mercados de trabajo y de dinero; y, finalmente, los problemas ambientales de las sociedades modernas y las posibilidades de crisis en los mercados financieros.

Mientras que los libros de economía estándar inician con el análisis de los factores explicativos del comportamiento del consumidor y la demanda, para luego pasar a la oferta y al equilibrio de los mercados, aquí se recuerda que el foco se ubica en la esfera de la producción, inicialmente agrícola 12.000 años atrás. Asimismo, la mejora de las formas en que se aprovechó la tierra generó el superávit agrícola que a lo largo del tiempo permitió el desarrollo de la escritura, la deuda, el dinero, los Estados, los ejércitos, el clero, la burocracia y la tecnología. Con los superávits surgieron todos los elementos anteriores, pero también la desigualdad y la concentración de riqueza e ingresos en pocas manos y territorios.

En el segundo capítulo se discute la problemática de los valores y los precios. Para el autor, el triunfo de los valores de cambio sobre los valores experienciales transformó el mundo, ya que acabó con el feudalismo y sus lacras y nació la idea de libertad, la abolición de la esclavitud y la posibilidad de que la tecnología produjera suficientes bienes para todos. Las sociedades de mercado nacieron cuando el trabajo, los medios de producción (capital) y la tierra se comercializaron adquiriendo valor de cambio. Sin embargo, la revolución industrial resultado de este proceso generó más riqueza, aunque también acrecentó las desigualdades.

En el tercer capítulo, titulado «Deuda, beneficio, riqueza», el autor nos transporta al ámbito de la macroeconomía. Aquí coloquialmente se presenta el principio de la demanda efectiva frente a la ley de Say, donde la oferta generaba su propia demanda. Si no hay gasto, no hay demanda ni producción. Asimismo, se da un paso adelante retornando a Kalecki al señalar que para obtener beneficios hay que gastar a través de un mayor consumo e inversión. En el lenguaje académico postkeynesiano, los empresarios ganarían más dependiendo de que gasten más; pero ¿cómo se puede gastar más de lo que se recibe inicialmente? Recibiendo dinero ahora a cambio de compromisos de pagos futuros, lo que da origen a la deuda, que fue el combustible de la revolución industrial, que creó mucha riqueza, pero también mucha infelicidad (p. 60).

El capítulo sobre confianza, crisis y Estado analiza el proceso de endeudamiento, pero desde el lado de los banqueros que traslapan la línea del tiempo y cogen valor del futuro (aún no creado) trasladándolo hacia el presente y prestándolo al empresario (p. 64). Ellos también pueden crear créditos sin tener necesariamente los depósitos. Asimismo, el autor nos recuerda que los banqueros pueden excederse en las tasas de interés y en el volumen de créditos, por exceso de confianza, lo que forma burbujas que luego conducen al crac y a la crisis (H. Mynsky). El capítulo termina recordándonos que la generación de la riqueza es resultado de un esfuerzo colectivo de los empresarios, los trabajadores y el Estado que la hacen posible. Este último, el Estado, es amigo de los banqueros y acabará salvándolos y generando que sean negligentes (riesgo moral).

El capítulo cinco, titulado «Máquinas embrujadas», parte de destacar la tendencia a invertir cada vez en más capital y tecnologías (K. Marx), lo que da origen a un proceso intenso de capitalización pero también conduce a convertirnos en accesorios de las máquinas (p. 89). Sin embargo, este proceso de sustitución de mano de obra por máquinas, que sería el sueño de cualquier empleador, supondría la destrucción de la sociedad de mercado, ya que conduciría a un menor valor de los productos fabricados y a menores beneficios (p. 96).

A la posibilidad de crisis financiera reseñada en el capítulo anterior, se agregan aquí las relativas tanto a la caída de la tasa de ganancia como a la sobreproducción o subconsumo y a problemas de demanda efectiva en el lenguaje keynesiano. Es obvio que para cualquier académico riguroso todas las explicaciones serían superficiales e incompletas.

En el capítulo sexto se ahonda en las particularidades del mercado de trabajo y del dinero. Se señala que el resultado final de mayores o menores niveles de contratación de la mano de obra dependería de si domina el optimismo o el pesimismo. Una reducción de las remuneraciones de los trabajadores no aumentaría el empleo, ya que probablemente predomine el pesimismo de los empresarios por la falta de poder de compra. Por otra parte, si domina el pesimismo, tampoco una caída de las tasas de interés conduciría a mayores niveles de inversión y empleo.

En el capítulo ocho se describen los efectos de la deflación, que aumenta el impacto negativo de las tasas de interés retroalimentando la imposibilidad de pagos y crisis. La ejemplificación del rol del dinero en una prisión (p. 153-160) es interesante pero no muy útil para introducirnos al tema de la deflación. El capítulo séptimo llamado «¿Virus idiotas?» se refiere a cómo el hombre afecta su medio ambiente. La sociedad de mercado es el peor enemigo del planeta Tierra debido al predominio del interés privado sobre el beneficio público (p. 132). Se discuten diversas alternativas, rechazando la privatización, para hacer frente a estos problemas.

El epílogo es un buen cierre del libro: el autor invita a su hija (en realidad a los lectores) a que escoja –en una analogía a la primera película de la trilogía Matrix (1999)– entre tomar una pastilla azul o una roja. Con la azul se vivirá «en la engañosa mentira de lo que se dice en los manuales económicos, los analistas económicos serios, la Comisión Europea, los anunciantes de éxito» (p. 187). La roja «te ofrece la mentalidad y visión de este libro, y una vida difícil y peligrosa te estará esperando» (p. 187). La economía, señala el autor, se parece más a la astrología o a la teología que a la astronomía. Hay que tener cuidado ante la capacidad de los economistas de construir invenciones ideológicas de apariencia tan científica que consiguen ocultar eficazmente la verdad sobre el funcionamiento y los secretos de las sociedades de mercado. «Las teorías de los economistas tejen un Matrix que te impide ver la verdad de la sociedad que te determina» (p. 191).

Germán Alarco Tosoni*

Universidad del Pacífico, Lima *

Correo electrónico: g.alarcotosoni@up.edu.pe