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Apuntes

versión impresa ISSN 0252-1865

Apuntes vol.43 no.79 Lima jul./dic. 2016

http://dx.doi.org/10.21678/apuntes.79.874 

RESEÑA

CAMPELLO, Daniela, 2015, The Politics of Market Discipline in Latin America. Globalization and Democracy, Nueva York, Cambridge University Press. 239 pp.


En el Perú, los titulares de las páginas económicas el lunes siguiente a las elecciones presidenciales son una perfecta evidencia de la forma en que los mercados reaccionan frente a los resultados electorales: ya sea con pánico, como en 2006 y en 2011, ya sea con euforia y algarabía, como en 2016. En todo caso, la manifestación suele ser dramática. Del porqué de esta reacción, así como de la posterior respuesta a los mercados de quien finalmente se instala en Palacio de Gobierno, es de lo que se ocupa este libro, riguroso en su argumentación y exhaustivo en su metodología.

¿Por qué algunos candidatos elegidos por la izquierda, como Lula en Brasil o Humala en Perú, corren presurosos a desligarse de economistas asociados con sus planes de gobierno para nombrar un ministro de Economía ortodoxo y alérgico a esos ideales, mientras otros, como Correa, pueden mandar a los mercados a «tomarse un Valium»? Esa es una de las preguntas que motiva esta investigación, que formaliza tanto los incentivos de los inversionistas como los de los políticos, así como la interacción entre ambos. La expectativa es que con la globalización de los mercados financieros y la liberalización de la circulación de capitales, la influencia de los inversionistas sobre la política económica se vuelva cada vez más efectiva. Sin embargo, Campello demuestra que la convergencia hacia políticas neoliberales no está presente por igual en todo el continente y se propone explicar los motivos.

En el capítulo teórico, la autora desarrolla un modelo formal de la relación entre inversionistas y candidatos de izquierda, detallando cómo aquellos reaccionan frente a la potencial victoria de un candidato de izquierda y, a su turno, cuál es la respuesta del presidente electo frente a la corrida financiera que suele acompañar su triunfo. En el primer caso, Campello argumenta, los capitales extranjeros tenderán a huir (o amenazar con hacerlo) tras la victoria electoral de la izquierda por temor a las políticas redistributivas (financiadas usualmente con mayores impuestos) que dicha fuerza política suele privilegiar en desmedro de políticas más favorables a los inversionistas. Este temor suele estar fundamentado por los réditos políticos que las políticas redistributivas brindan en países con altos niveles de desigualdad como los de la región.

En el segundo caso, en lo que constituye la contribución central y más original del libro, Campello establece las condiciones bajo las cuales los inversionistas tienen gran capacidad para disciplinar a un gobierno de izquierda. En breve, la influencia varía en función de los pronunciados ciclos de abundancia y escasez de divisas que caracterizan a los países de América Latina por la dependencia de sus economías de la exportación de productos primarios y su bajo nivel de ahorro interno. De ello se desprende que en periodos de bonanza, en los que los precios de los commodities están al alza y las tasas de interés internacionales son bajas, la disponibilidad de divisas reduce la necesidad del gobierno de atraer capital extranjero para cumplir con sus obligaciones financieras. Caso contrario, no queda más que adoptar la ortodoxia (aun habiendo hecho campaña en su contra) para atraer a los huidizos inversionistas y sus divisas. En los «buenos tiempos», entonces, hay más margen de maniobra; y durante los «malos tiempos» más vale abandonar cualquier atisbo de heterodoxia y nombrar rápidamente un ministro de Economía afín a los mercados como señal de buena fe y credibilidad.

En la sección empírica, Campello pone a prueba las hipótesis derivadas de su modelo formal, primero mediante un análisis cuantitativo y luego a través de detallados estudios de caso con los que busca desentrañar los procesos causales identificados en la parte teórica. La selección de casos está muy bien justificada y permite cambios en la variable dependiente. Brasil, que no gira con Lula elegido en 2002 (con evidentes similitudes al Humala de 2011); Ecuador, que gira con Correa (2006) pero no con Gutiérrez (2002); Venezuela, que no gira en 1998 (cuando el barril de petróleo estaba a 8 dólares) con Chávez, sino solo años después, cuando el precio del barril de petróleo se lo permite (por encima de 100 dólares a partir de 2004); y Argentina, donde los Kirchner pueden girar gracias al default de 2001, que los libera de presiones financieras.

Esta relación entre inversionistas y partidos de izquierda tiene importantes implicancias. Entre ellas, en primer lugar, el análisis sugiere que, a mayor exposición a ciclos de abundancia y escasez, menor será la probabilidad de tener una izquierda moderada en el poder. Por el contrario, en segundo lugar, en economías relativamente estables y menos sujetas a los vaivenes de los precios internacionales de sus productos de exportación, mayor será la convergencia hacia políticas neoliberales (tal y como se esperaría en un mundo globalizado, donde el capital puede fluir libremente hacia puertos más atractivos).

Ahora bien, casos como el de Chile (no discutido) demuestran que la dependencia en productos primarios no necesariamente se traduce en ciclos abruptos, sino que pueden ser relativamente controlados, lo que sugeriría que hay algo más que factores económicos internacionales detrás de ellos. Campello intenta minimizar el rol de las instituciones, en particular la fortaleza partidaria y la estabilidad política, pero es posible que la existencia de un sistema de partidos consolidado transmita información confiable a los mercados y reduzca la incertidumbre que suele gatillar las corridas financieras.

En ese sentido, aunque se menciona en el título, quizás la ausencia más saltante del libro sea la dimensión política. Como vimos, más allá de un secundario reconocimiento al nivel de institucionalización del sistema de partidos y del partido de gobierno y de una referencia al paso al rol de la sociedad y su capacidad de movilización e influencia, la variación se termina explicando por factores estructurales y mayormente económicos (tamaño y exposición de la economía a factores internacionales). Quizás por ello un caso como el peruano no termine de encajar en su explicación, como en tantas otras tesis sobre el giro a la izquierda en América Latina. Perú en 2011, como muchos economistas críticos de Humala señalan, era una economía boyante, al alza, en «buenos tiempos». A la ya clásica comparación entre la moderación de Lula de 2002 y el Humala de 2011 le falta el contexto. Lula se vuelve a los mercados en un contexto de vacas flacas, ¿pero Humala?

La respuesta podría venir de la mano de otra interrogante: ¿Hay realmente independencia entre los casos? ¿Influyó en algo el apoyo de Chávez en la heterodoxia de Correa o en la de los Kirchner? ¿Pudo la enorme billetera venezolana, que financió préstamos por 2,5 miles de millones de dólares a los Kirchner, sustituir la influencia de capitales extranjeros? Por otro lado, cabe preguntarse si influye en algo cuánto de esa renta extraordinaria es realmente «capturable» por el Estado. Contar con rentas directas de la industria estatal petrolera no es lo mismo que recibir ingresos indirectos provenientes de impuestos a minerales.

En líneas generales, el libro aborda un tópico de suma relevancia para entender el impacto y la relación entre globalización y democracia en América Latina. Si bien la estabilidad económica es un objetivo deseable, esta parece haber venido a costa del mandato representativo bajo el cual se elige a candidatos de izquierda en la región. El superávit fiscal se eleva sobre un déficit democrático y ello puede traer debilidad programática a nivel partidario y desafección por parte de los ciudadanos hacia el sistema político (algo de ello ya visible en países como Chile, por ejemplo). Si bien los «buenos tiempos» han permitido la expansión de programas sociales como Bolsa Familia en Brasil, Campello sugiere que nada garantiza que estos tengan la misma magnitud o alcance en los «malos tiempos».

Este libro representa una contribución fundamental en el estudio de la economía política en América Latina en general y de su giro a la izquierda en particular, e ilustra la importancia del contexto internacional y los desafíos y oportunidades que ello representa para los países de un continente sentado al borde de la periferia.

 

Omar Awapara Franco*

The University of Texas, Austin

 

*Correo electrónico: omarawaparafranco@gmail.com