SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.48 número88Determinantes socioeconómicos y próximos de la mortalidad de niños menores de cinco años en el Perú (2015-2018)Impacto del programa de alimentación escolar Qali Warma sobre la anemia y la desnutrición crónica infantil índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Apuntes

versión impresa ISSN 0252-1865

Apuntes vol.48 no.88 Lima ene/jun. 2021

http://dx.doi.org/10.21678/apuntes.88.1277 

Artículo

Capital cultural y trayectorias de migración interna de estudiantes de recién ingreso a la Universidad Veracruzana

Cultural capital and internal migration trajectories of recently enrolled students at the Universidad Veracruzana

José Luis Suárez Domínguez1 

Alim Getze Mani Eden Vasquez Feria2 

1 Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana. Veracruz, México. lsuarez@uv.mx

2 Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana. Veracruz, México. alivasquez@uv.mx

RESUMEN

En este artículo abordamos el perfil migratorio de los estudiantes de nuevo ingreso a las universidades. Los desplazamientos estudiantiles han sido reconocidos recientemente en el campo de los estudios migratorios por su presencia en regiones altamente centralizadas. El objetivo es analizar esta modalidad migratoria de los estudiantes de recién ingreso que cambiaron su residencia para iniciar sus estudios en la Universidad Veracruzana, en México. Empleando la teoría de Bourdieu y una metodología mixta, identificamos dos grupos de estudiantes según el capital cultural que poseen, el cual conforma trayectorias escolares y migratorias, y define el valor de los estudios universitarios.

Palabras clave: capital cultural; estudiantes; migración; universidad; trayectorias

ABSTRACT

In this article, we approach the migratory profile of recently admi-tted university students. Student movements have recently been recognized in the field of migration studies for their presence in highly centralized regions. The objective is to analyse this migratory modality of newly stu-dents who changed their residence to start their studies at the Universidad Veracruzana, in Mexico. Using Bourdieu's theory and a mixed methodology, we identify two groups of students according to the cultural capital they possess, which shapes school and migratory trajectories, and defines the value of university studies.

Keywords: capital incorporated; students; migration; university; trajectories

Introducción

Este artículo aborda el perfil migratorio de los estudiantes de recién ingreso a la Universidad Veracruzana (UV) a través de sus trayectorias escolares. La UV es la principal institución de educación superior en el estado de Veracruz en la República Mexicana, pues atiende al 25% de la población inscrita en los establecimientos de este nivel educativo. Xalapa es la capital del estado, la región (de un total de cinco) con mayor matrícula estudiantil. Cada año un numeroso grupo de estudiantes se traslada a esta ciudad para iniciar los estudios universitarios. Consideramos que esto representa un fenómeno migratorio emergente que se articula con otros procesos de este tipo como los laborales, políticos, por inseguridad, entre otros.

Si bien el artículo analiza un caso de estudio, su alcance puede ser más amplio si se considera la reciente admisión de los desplazamientos intermunicipales por estudios de educación superior como un tipo de migración dentro de ese campo, toda vez que presentan rasgos característicos del fenómeno en cuestión. En ese sentido, consideramos que el uso de la teoría de Pierre Bourdieu aporta una mirada diferente para enfocar las trayectorias de los estudiantes y su coordinación con el contexto sociocultural, dentro del cual las instituciones universitarias se posicionan en la lista de los "polos de atracción migrante" junto con el trabajo, el bienestar y la seguridad social.

El artículo tiene dos objetivos de distinta magnitud. El primero es describir la relación entre el capital cultural de los estudiantes y la construcción de trayectorias escolares desde el nivel básico hasta el ingreso a la UV enfatizando la transición entre los niveles educativos. Previo a la universidad, el sistema educativo mexicano está estructurado por nueve años de educación básica, -seis en el nivel de primaria y tres en el de secundaria- y tres años de enseñanza media representados por el bachillerato. Las universidades son las principales instituciones públicas a nivel estatal y federal.

El segundo objetivo es identificar la articulación de la migración interna por estudios universitarios con otros procesos migratorios y sociales presentes en las diferentes transiciones que los estudiantes experimentan en sus trayectorias. Este objetivo, más amplio y complejo, requiere explorar la configuración del capital cultural y sus expectativas para explicar los desplazamientos.

Elaboramos dos preguntas genéricas para orientar el análisis: ¿cuáles son los perfiles de los estudiantes y sus familias, que incentivan la construcción de las expectativas de estudiar la educación superior (y el inicio de un proceso migratorio) en la UV?, y ¿cómo transitan los estudiantes entre los niveles educativos de su trayectoria escolar vinculando los desplazamientos con otros procesos presentes en la decisión de estudiar en la UV?

1. La migración como objeto de estudio

La migración es un objeto de estudio complejo: es el proceso de cambio de residencia de los sujetos que atraviesan un límite geográfico que, generalmente, es una división político-administrativa (Ruiz, 2002). La migración internacional es el cambio de residencia de un país a otro. Más específicamente, la migración interna es la mudanza al interior de un país, entre municipios o estados. Este fenómeno influye en las estructuras sociales, económicas y políticas de los lugares de origen y destino (Gregory & Urry, 1985; Franco, 2012). Algunas ciencias sociales como la sociología, la antropología, las ciencias políticas y la economía han aportado elementos para estudiar la migración nacional e internacional partiendo de la siguiente pregunta: ¿por qué ocurre la migración? (Pérez & Santos, 2013; Partida, 2018).

Los estudios de Ravenstein (1885) influyeron en el modelo de los factores de expulsión-atracción, antecedente directo de la teoría neoclásica de la migración (Massey et al., 2000; Arango, 2003; Durand & Massey, 2003). Dicha teoría combinó la perspectiva de la elección racional con el análisis económico neoclásico, centrado en la tasa salarial, para develar las condiciones estructurales de la toma de decisión racional para explicar el fenómeno migratorio (Massey et al., 2000; Arango, 2003).

La teoría neoclásica originó diferentes versiones sobre la migración. Stark y Bloom (1985) plantearon la existencia de una "nueva economía": las familias no buscan solo maximizar sus utilidades, sino también diversificar sus fuentes de ingresos, por lo que la migración es una estrategia para lograrlo, especialmente en condiciones de desigualdad en el lugar de salida (Arango, 2003; Massey et al., 2000).

Las teorías sobre migración introdujeron nuevos factores analíticos. La teoría del mercado dual se enfocó en las condiciones económicas de los lugares de llegada. Piore (1979), uno de sus principales exponentes, señaló la existencia de dos mercados distintos en las sociedades industrializadas (Arango, 2003). Por un lado, el primero está compuesto por empleos bien remunerados, ocupados mayormente por los residentes, quienes cuentan con formación escolar. Por otro lado, el segundo se conforma por trabajos precarios y escasa posibilidad de ascensos laborales donde la escolaridad no es relevante, cuestión que favorece la incorporación de migrantes (García, 2017). De esa manera, la teoría del mercado dual incorporó una perspectiva relacional: la demanda de fuerza de trabajo y las tasas significativas de desempleo estructural (Arango, 2013). A pesar de ello, prevalecía una racionalidad económica para observar la migración.

Las teorías tradicionales se aproximaron a este fenómeno desde una perspectiva macro; sin embargo, la complejidad de este objeto demandó emplear un nivel intermedio como base explicativa. Por ejemplo, la teoría de las redes migratorias (Veiga, 2000) se enfocó en las relaciones interpersonales "que vinculan a los inmigrantes, a los emigrantes retornados o a los candidatos a la emigración con parientes, amigos o compatriotas, ya sea en el país de origen o en el de destino" (Arango, 2013, p. 19). La información, la asistencia económica y el alojamiento contribuyen, desde la red, a disminuir costos e incertidumbre (Massey et al., 2000). Asimismo, se incorporó la noción de capital social, la cual explica lo migratorio desde su dinamismo y su continuidad (Arango, 2013).

La delimitación de las teorías sobre la migración interna, en ocasiones, se adapta de las teorías diseñadas para explicar la migración internacional. El modelo rural-urbano sostiene que el sector secundario o terciario es el catalizador de la migración interna de zonas rurales a urbanas (Franco, 2012; Pérez & Santos, 2013; Varela, Ocegueda, & Castillo, 2017). Un segundo modelo, el urbano-urbano, señala un cambio en el patrón de migración interna. Las zonas metropolitanas emergentes son vistas como destinos posibles, tanto en zonas rurales como en zonas metropolitanas consolidadas (Rodríguez, 2017; Pérez & Santos, 2013). Este modelo ha mostrado capacidad explicativa para los cambios de patrones de migración interna tanto en Latinoamérica (Rodríguez, 2017) como en México (Varela et al., 2017; Pérez & Santos, 2013).

En algunos países de Latinoamérica, aún se presenta la migración rural-urbana, aunque es cada vez menor; en contraparte, los efectos de la migración urbana-urbana indican impactos disimiles en la estructura poblacional por sexo, edad y nivel educativo (Rodríguez, 2017). La migración urbana-urbana indica una estructura diferenciada de oportunidades entre las ciudades grandes y medianas; estas últimas son los mejores destinos de traslado. En México, este fenómeno migratorio se denomina metropolitano-metropolitano (Pérez & Santos, 2013), urbano-urbano o urbano-regional (Varela et al., 2017).

La incorporación de los migrantes internos no siempre ocurre en el mercado formal de trabajo. Gámez, Wilson e Ivanova (2010) reportaron el efecto de incorporar al género femenino en el sector informal en Baja California Sur. En el comercio informal, esta inserción representa un empoderamiento para las mujeres, mientras que, en el trabajo agrícola informal, se reproducen los modos de vida de los lugares de origen.

Las teorías generales sobre migración todavía no explican procesos migratorios emergentes: políticos, de inseguridad, ecológicos; o bien, la construcción del sentido que los agentes otorgan al acto de migrar (Lacomba, 2001), en la cual influyen también aspectos socioculturales. La indagación de las redes de migración permitió aproximarse al agente y sus motivaciones en este proceso y a la configuración de una cultura de la emigración (Lacomba, 2001). No obstante, continúa el empleo utilitario de las redes para minimizar los costos o riesgos de este acontecimiento social.

En este artículo, nos enfocamos en la migración por estudios de educación superior, cuyo estado de conocimiento aún no está consolidado. La limitada literatura al respecto nos ubica ante categorías todavía en construcción y debate para indagar dicho fenómeno social. A pesar de ello, expondremos algunos trabajos precedentes en el ámbito latinoamericano y un esbozo de la teoría de Bourdieu que se articula con ellos.

1.1 La migración estudiantil en la región y en México

La migración que realizan los jóvenes al ingresar a la universidad ha sido apenas explorada a nivel internacional como nacional. Diversos autores coinciden sobre la cualidad distintiva de este sujeto de investigación: son migrantes por motivos escolares (Vielle, 1977; Salas, De San Jorge, Beverido, & Carmona, 2007; Ramos, Cabrera, & Echegoyen, 2019).

En el contexto latinoamericano, Santiviago y Maceiras (2019) compilaron estudios relativos a la migración estudiantil en Uruguay. Este trabajo contribuye a la pertinencia de nuestra investigación para considerar a los estudiantes como migrantes internos. En ese sentido, los autores señalan que la migración estudiantil es un fenómeno protagonizado principalmente por jóvenes, con una capacidad de agencia, definida como el desarrollo de una serie de estrategias que apelan a lógicas prácticas.

Estas estrategias son producto de una transmisión intergeneracional y de pares para consolidar los procesos de inclusión a los que aspiran (Santiviago & Maceiras, 2019). Los jóvenes migrantes enfrentan un doble proceso de adaptación: a la universidad y a la ciudad. Por eso, la familia es un soporte afectivo ante la situación que experimentan. Además, se enfatiza la relación educación-ascenso social: "Situación que liga indefectiblemente las representaciones, los valores y las motivaciones que los actores ponen en juego en función de la apropiación de capital cultural o buscando una mejora de enclasamiento social" (Maceiras & Pereyra, 2019, p. 57); es decir, la educación superior es una estrategia para mejorar o mantener una posición socioeconómica.

Ramos et al. (2019) documentan la heterogeneidad y continuidad de los migrantes. Si bien estos últimos parten de un lugar de origen específico, pueden construir una trayectoria sucesiva de destinos: estudiantes que han experimentado la migración en un grado escolar previo. También hay diferencias entre migrantes en términos de su experiencia escolar previa: se pueden identificar quienes representan la primera generación familiar en cursar el nivel superior, y quienes simbolizan una segunda o tercera generación.

Una de las referencias más cercanas al estudio que emprendimos es el trabajo de Ramos (2019), quien incorpora la voz de los protagonistas de este fenómeno y aporta información útil para ciertas categorías analíticas. El acceso a las redes de amigos o familiares, ya sean residentes en la ciudad de destino, migrantes por motivos laborales o educativos, influye positivamente en la decisión de migrar. Entonces, se determina que interviene la familia, pero también los pares que han migrado previamente y aportan confianza.

Rivera (2008) los denomina como migrantes universitarios y sostiene la influencia de las expectativas personales de una vida mejor en la decisión de migrar. La universidad es concebida como un medio indispensable para tal propósito. Asimismo, el autor indica la prexistencia de condiciones sociales, económicas y culturales, como contexto en el cual los jóvenes tienen oportunidades limitadas para desarrollar sus expectativas. Por lo tanto, la cultura influye no solo para migrar sino para permanecer en el destino.

En México, Vielle (1977) realizó un análisis macro de la migración estudiantil en el país. Bajo la denominación de "migración educativa interna a nivel superior", encontró que hay una correspondencia entre el nivel de desarrollo socioeconómico de una entidad y el nivel de educación superior de esta; por ello, la educación ejerce un poder de atracción sobre los estudiantes que emigran en busca de los estudios universitarios (1977, p. 90).

En años más recientes, se interpretan los desplazamientos indígenas como un referente de migración por motivos educativos. La decisión de emigrar de los jóvenes teének a la ciudad de Monterrey se integra al binomio estudio y trabajo, lo que no está presente en las comunidades de origen. Este traslado es aceptado y previsto por los líderes comunales y las familias, ya que la actividad laboral se percibe como la mejor opción; la percepción sobre estudiar una carrera universitaria se construye y valora gradualmente (Martínez, 2016).

Para Salas et al. (2007), la migración estudiantil expresa un desequilibrio regional entre la oferta educativa, la calidad y el prestigio de las instituciones de educación superior. El cambio de residencia se lleva a cabo para lograr una formación profesional, lo cual la distingue de las migraciones laborales (Salas et al., 2007).

2. Esbozo de una perspectiva estructural constructivista aplicada a la migración interna por estudios de educación superior: diseño de un modelo de análisis

Los estudios descritos brevemente, en el apartado anterior, abordaron la migración por motivos escolares y sus análisis dejan constancia de la capacidad de agencia de los estudiantes, la cual se traduce en una formulación de estrategias que tienen su origen en el núcleo familiar, desde el cual construyen las expectativas para iniciar los estudios universitarios y, con ello, los desplazamientos. Estos son elementos afines a la teoría estructural constructivista de Bourdieu: la capacidad de agencia es el resultado de un habitus incorporado que se adquiere a lo largo del tiempo a partir de una sensación de pertenencia familiar y de una socialización primaria.

De esta forma, la distancia geográfica entre el lugar de origen y la ciudad sede de la universidad, la conformación de expectativas de los jóvenes en torno a los estudios universitarios, el apoyo económico familiar y la influencia de estos últimos en la decisión de migrar se convierten en categorías analíticas. La teoría sociológica de Bourdieu puede formar parte del conjunto de aquellos enfoques que dedican su atención a los estudios migratorios de tipo interno relacionados con la incorporación a una institución universitaria, en tanto que considera los elementos básicos de este campo de investigación: la familia, las redes, la socialización, las trayectorias, las aspiraciones sociales y profesionales, tanto como la construcción social referida al valor que se otorga a estas instituciones.

Para el desarrollo del presente artículo, recuperamos las contribuciones de dos de los análisis recientemente mencionados. El primero es el de Santiviago y Maceiras (2019), y su aproximación a la migración estudiantil uruguaya entendida como una estrategia intergeneracional y de pares, lo que tradujimos en un seguimiento al capital cultural de las familias y a la búsqueda de una mejora o permanencia de ciertas condiciones de clase. En ese sentido, la migración es el resultado del empleo de capital económico y capital social de los agentes.

El segundo es el estudio de Ramos et al. (2019) del cual enfatizamos las nociones de heterogeneidad y continuidad de los migrantes, ambas articuladas con la noción de trayectoria de Bourdieu, en la cual las voces de los actores, caracterizados en nuestro análisis como los estudiantes que inician un proceso migratorio de tipo interno, se colocan en primer plano, y se convierten en los insumos principales para la reconstrucción del contexto de llegada a una nueva ciudad y la posible vinculación entre los estudios universitarios y el mundo laboral.

Las teorías y los estudios mencionados en el ámbito regional y mexicano constituyen nuestro referente empírico para iniciar el análisis de la relación entre migración y estudios universitarios en la UV. En Xalapa, se han delimitado tres tipos de estudiantes según su procedencia residencial: quienes viven en Xalapa y representan el 38.6% de la población; quienes proceden de la periferia, a una distancia no mayor de 30 km de la ciudad, y representan el 11.3% ; y quienes proceden de comunidades cuya distancia rebasa los 30 km, o provienen de otros estados del país, y representan el 49.6% (Suárez & Alarcón, 2015).

A manera de un modelo teórico-analítico en el estudio del fenómeno migratorio estudiantil, emplearemos un esquema en dos fases: el punto de origen de los estudiantes y las transiciones experimentadas. En la primera fase, reconocemos la configuración familiar como factor de influencia en la conformación del habitus, sistema de disposiciones adquiridas a lo largo del tiempo como resultado de la socialización de los agentes en espacios sociales específicos (Bourdieu, 2007).

La escolaridad, las profesiones, los hábitos y las prácticas de consumo cultural de los padres de familia, entre otros elementos, configuran al núcleo familiar, y se condensan en la noción de capital cultural, entendido como el conjunto de recursos acumulados que suponen la incorporación como resultado de la inculcación de prácticas cuya inversión de tiempo produce al habitus. Los agentes entienden, valoran y actúan; es decir, producen un sentido práctico según los capitales económicos, sociales y culturales que poseen, y son estos últimos reconocidos en las instituciones escolares (Bourdieu, 2007).

Las familias con escolaridad de nivel superior y profesiones universitarias son más propensas a valorar y promover los estudios universitarios entre sus miembros. En cambio, en aquellas cuya configuración es distinta, tales estudios se valoran más como un medio para el logro de movilidad social: mejorar condiciones de trabajo y buscar cambios en las circunstancias de vida. Esta valoración está sujeta a la disposición de recursos económicos (capital económico), sociales (capital social) y culturales (capital cultural) para iniciar una trayectoria. De tal manera, los desplazamientos son una expresión del sentido práctico para producir tales condiciones con el fin de poner a sus hijos en posición (tanto geográfica como escolar) de cursar los estudios universitarios.

La segunda fase, la transición, está engarzada con la primera. Enfatizamos el concepto de trayectoria, como una manera singular o grupal de recorrer el espacio social: "Los individuos no se desplazan al azar en el espacio social: por una parte, porque las fuerzas que confieren su estructura a este espacio se imponen a ellos (mediante mecanismos objetivos de eliminación y de orientación); y por otra parte, porque ellos oponen a las fuerzas del campo su propia inercia; es decir, sus propiedades, que pueden existir en estado incorporado, bajo la forma de disposiciones, o en estado objetivo, en los bienes, titulaciones, etc. A un volumen determinado de capital heredado corresponde un haz de trayectorias más o menos equiprobables que conducen a unas posiciones más o menos equivalentes" (Bourdieu, 1988, p.108).

En el campo escolar, los ciclos educativos que transitan los estudiantes representan esas posiciones socialmente válidas (como obtener un título en cada ciclo para habilitarse y cursar el siguiente; o bien, para ingresar al mercado profesional). El paso del nivel medio al superior implica para algunos agentes un traslado espacial según el conjunto de los capitales que dispone.

Los desplazamientos de los estudiantes a la ciudad de Xalapa siguen diversas rutas que ellos y sus familias trazan para estar en posición de iniciar el ciclo universitario. Estas rutas están marcadas por transiciones que intervienen en la definición de la historia de los agentes sociales; así, el cambio de residencia puede ser temporal o definitivo, y puede implicar el cambio de actividad (Oberai, 1989; Pezo, 2005; Varela et al., 2017; Partida, 2018).

Los estudiantes que llegan a Xalapa cumplen estas condiciones, y permanecerán al menos cuatro años en la ciudad para estudiar su carrera; es probable que consigan un empleo para sostener los estudios o adquirir experiencia profesional. Asimismo, establecerán redes, entre otros procesos articulados con la migración por estudios superiores.

3. Características del estudio y cuestiones metodológicas

En el 2018, iniciamos una investigación sobre agentes jóvenes, estudiantes universitarios y de primer año de estudios, con un planteamiento metodológico mixto. Se exploraron tres dimensiones de análisis. La primera se refiere al lugar de origen (ciudad y entidad federativa), y los desplazamientos efectuados por los estudiantes para cursar los diferentes niveles escolares. La segunda se orientó al conocimiento de algunos rasgos para elaborar un índice de capital cultural desde la teoría de Bourdieu. Para ello, se exploró el grado de escolaridad de los padres de familia, la profesión y la expectativa de que sus hijos cursen estudios universitarios. La tercera se refiere a los estudiantes trabajadores, y atiende la relación entre escuela y trabajo a lo largo de su trayectoria escolar. Con estas dimensiones reconstruimos las trayectorias escolares de estudiantes en condición migratoria.

Dado su carácter mixto, la parte cuantitativa inició con el diseño y la aplicación de un cuestionario a 1,033 estudiantes de recién ingreso a diez carreras de la UV (Medicina, Enfermería, Nutrición, Sociología, Historia, Pedagogía, Lengua inglesa, Lengua francesa, Letras españolas, y Física). La encuesta, tipo censo, se hizo cuando ellos tenían apenas tres meses de haber trasladado su residencia a la ciudad de Xalapa.

En la parte cualitativa, diseñamos una entrevista semiestructurada con doce preguntas para explorar la apreciación de veinte estudiantes elegidos intencionalmente de un universo mucho mayor, como se expone en la Tabla 1. Los estudiantes cumplían con dos criterios de inclusión. El primero fue el cambio de residencia a la ciudad de Xalapa, desde municipios ubicados a más de 30 km; el siguiente fue la pertenencia a un núcleo familiar en el cual se presentará alguno de los escenarios siguientes: i. padre y/o madre sin escolaridad superior; ii. padre y/o madre con escolaridad superior y al menos uno con profesión universitaria.

La recolección de la información empírica inició con la aplicación del cuestionario, y, con los resultados, ajustamos el orden y naturaleza de las preguntas del primer guion de entrevista. Los datos mostraron una distribución de estudiantes foráneos y originarios de Xalapa, según la caracterización ya realizada. Se confirmó que esta ciudad alberga un alto porcentaje de estudiantes inmigrantes: el 42% de ellos procedían de 165 municipios distintos omitiendo la zona conurbada con Xalapa.

Tabla 1 Lugar de origen de los estudiantes recién ingresados según carrera 

Xalapa (51 %) Zona conurbada (7 %) Foráneos (42 %) Total
Licenciaturas Filosofía 23 0 28 51
Sociología 33 4 15 52
Letras españolas 20 3 18 41
Historia 22 6 11 39
Lengua francesa 18 2 20 40
Lengua inglesa 67 7 81 155
Pedagogía 61 16 50 127
Antropología 37 2 35 74
Enfermería 59 5 42 106
Nutrición 65 10 32 107
Bioanálisis 39 7 34 80
Medicina 47 6 44 97
Física 24 5 23 52
Total 515 73 433 1021

Fuente: elaboración propia. *12 casos omitieron el dato

Los datos presentados nos dieron pauta para estructurar la perspectiva teórica, la ruta metodológica y el planteamiento de una hipótesis de trabajo para el análisis de los datos: la migración estudiantil es primordialmente municipal y está articulada con otros procesos socio-migratorios más amplios; además, los estudiantes migrantes no son un grupo homogéneo en cuanto a condiciones sociales, económicas y culturales. No obstante, el conjunto de sus trayectorias se puede subdividir en dos o más grupos, según el nivel de capital cultural que ellos poseen.

4. Análisis de resultados

Recuperamos el esquema analítico descrito en la sección teórica para iniciar la presentación de los resultados de investigación. Utilizaremos dos secciones: la de origen social y la de transiciones, en las cuales están presentes los constructos mencionados, sin dejar de lado el planteamiento de la hipótesis de trabajo.

4.1 El capital cultural y los desplazamientos para iniciar los estudios universitarios

En la Tabla 1, el universo inicial era de 1,033 estudiantes, de los cuales 433 casos provenían de municipios con una distancia mayor a los 30 km con respecto a Xalapa. Ellos constituyen la nueva población de este estudio. La construcción empírica del capital cultural de los estudiantes, conformada por el origen social y el estatus socioeconómico, comenzó con la revisión de la configuración familiar según el índice de escolaridad1 y el índice de ocupación de ambos padres2. Esta construcción tuvo mayor sentido con la recuperación de información cualitativa desde las voces de los estudiantes y el discurso en casa para iniciar los desplazamientos a la ciudad de Xalapa.

Tabla 2 Nivel de escolaridad de los padres de los estudiantes foráneos 

* En la construcción del índice, se perdieron 6 casos.

Fuente: elaboración propia

En este primer índice, comenzó a delinearse la idea de una población bimodal. La mitad de los estudiantes foráneos tenía en casa una referencia familiar con "al menos uno de los padres con estudios superiores". La otra mitad no contaba con esa referencia universitaria. En esta construcción, se observó cómo la institución universitaria jugó un rol en la definición del capital cultural. Las profesiones, por su parte, complementaron el perfil. La ocupación de ambos padres, presente en la decisión de iniciar los desplazamientos, produjo el siguiente resultado.

Tabla 3 Profesión de los padres de los estudiantes foráneos 

* Se perdieron 37 casos en la construcción del índice.

Fuente: elaboración propia

Nos encontramos frente a una población de estudiantes cuyo cambio de residencia se relacionó con la configuración familiar: quienes tenían padres de familia con profesiones universitarias representaron un 41%, mientras el resto de la población se dividió en profesiones no universitarias. En suma, la institución superior fue un referente para la identificación del capital cultural de los estudiantes en sus hogares.

Las profesiones proporcionan un estatus en varios sentidos: son el punto de partida de la edificación de las expectativas sociales y profesionales en el panorama familiar. Además, las profesiones generan redes y capital social, información que reduce la incertidumbre (Massey et al., 2000), y contribuye en la decisión de iniciar una carrera universitaria al ubicar los desplazamientos migratorios como una estrategia.

Recuperamos fragmentos de las entrevistas que ilustraron la diferencia en la configuración del capital cultural de los dos grupos identificados. Para fines descriptivos, llamaremos primer grupo a los estudiantes cuyas familias tienen escolaridad y profesiones universitarias; y segundo grupo, a quienes no cuentan con estas características. En el primer grupo, registramos estas tres apreciaciones:

Mi papá es antropólogo (...); estudio aquí porque mis papás estudiaron en la UV, e hicieron amistades (...). Mi papá estudió la maestría en la UV. De niño siempre fui a presentaciones artísticas, recitales de música, presentaciones de libros. Mis tíos son fotógrafos; vi presentaciones de fotos. (Estudiante San Andrés Tuxtla, comunicación personal, 2018).

Más que nada fue como una decisión de familia, porque mi papá es maestro. Muchas veces he estado en su trabajo y he visto como él colabora con niños de primaria. Me motivó en ese sentido de qué se sentiría estar frente de un grupo, tener ideas y transmitirlas a otras personas. Mi hermana también estuvo involucrada. Ella es mayor que yo por doce años. Estudió administración en la UV de Mendoza. Me dijo: "si vas a estudiar en alguna universidad, te recomiendo la UV, porque tiene métodos de enseñanza muy buenos; vas a salir bien preparado". De alguna manera, ella me inspiró para llegar a esta universidad. (Estudiante Tezonapa, comunicación personal, 2018).

Mi padre es ingeniero; trabaja en metalurgia. Mi mamá se dedica a ser ama de casa; ella siempre quiso estudiar historia, pero en la zona donde ella creció no había nada de eso. Estudió contaduría unos semestres, pero no sentía motivación por estudiar eso; entonces, yo creo que eso que me contó me sirvió para decir: voy a estudiar lo que yo quiero o lo que mi papá me diga. (Estudiante San Rafael, comunicación personal, 2018).

En los tres fragmentos, la orientación familiar fue parte de la construcción de las expectativas para estudiar una carrera en la UV. El proceso migratorio a Xalapa se presentó como un supuesto legítimo. En tanto fenómeno social protagonizado por jóvenes, la migración denota la capacidad de agencia traducida en estrategias que apelan a lógicas prácticas como expresión del habitus (Bourdieu, 1997; Santiviago & Maceiras, 2019). Por lo tanto, hay un acuerdo tácito entre los miembros de la familia para emprender los estudios universitarios que excluye la discusión sobre las condiciones socioeconómicas, culturales y profesionales que ello implica.

Observemos ahora tres fragmentos de estudiantes ubicados en el segundo grupo:

Mi mamá no estudió ni la primaria; ella no quería que yo estudiara Medicina. Quería más como una carrera corta, que me fuera a Cunduacan Tabasco, porque allá vive mi hermana y está más cerca de las Choapas. Me vine con mi expareja a Xalapa en 2018, para trabajar; me quise independizar. En las Choapas no hay nada de trabajo. Yo me gradué del bachillerato en 2016; presenté en la UV el examen de admisión para Medicina, pero no quedé. Volví a presentar en 2017 y nuevamente no quedé; entonces, comencé a trabajar y me quedé en Xalapa. Pensé: trabajo en la que caiga, incluso para pagarme la ficha (de nuevo ingreso). Hasta el 2019 presenté por tercera vez a Química clínica en Xalapa y en la BUAP3. Quedé en ambas, pero dije mejor en Xalapa. De mis amigos, hubo quienes ya tenían pareja; otros ya se casaron. Hubo quien decía que se iba a Estados Unidos (EE.UU) para conseguir trabajo allá a ver si se daba la posibilidad (Estudiante Las Choapas, comunicación personal, 2018).

Mi papá es campesino; pertenece a la organización Antorcha Campesina, que tiene una organización de estudiantes. Aquí en Xalapa tienen albergues estudiantiles. Las desventajas económicas y los gastos no me dejaban venir. Llegué a Xalapa e ingresé a esta organización; no me dijeron que tengo que contribuir para la organización mientras estudio. Aun así me quedaré en la carrera. Esta casa- albergue tiene un fin político, pero para ser morador tienes que ser estudiante. Mis papás me dijeron: "si vas a la carrera tienes que trabajar, conseguir para tu inscripción y cuotas" (Estudiante Tantoyuca, comunicación personal, 2018).

(La familia) fue fundamental porque al principio era: ¿estás seguro? (...) ¿la vas a terminar?, ¿te gusta? Siempre fueron esas preguntas. Sabía que era un buen cambio y que iba a ser un buen logro ese movimiento. (En Coatzacoalcos) había otras opciones, muy raras porque son escuelas donde hay pedagogía, pero hay salones de cinco alumnos; entonces, yo creo que no iba a ser tan buena la convivencia con los alumnos porque, o sea, estamos en humanidades y tenemos que relacionarnos; yo creo que no iba a ser muy motivante estar ahí (Estudiante Coatzacoalcos, comunicación personal, 2018).

Los fragmentos nos permiten analizar, en primer lugar, el contexto de los desplazamientos. Mientras el primer grupo es parte de un sentido práctico, estratégico, en el que está presente un objetivo de mayor legitimidad (estudiar en la universidad), en el segundo, los traslados están más condicionados; son más inciertos. Están articulados con otros procesos que los distinguen del primer grupo: el trabajo, la vida en pareja y la posibilidad de migrar a EE.UU. Todos ellos están documentados en las teorías generales sobre migración, pero escasamente abordados en el contexto de los estudios superiores.

En ambos grupos se subraya la heterogeneidad de los estudiantes como migrantes (Ramos et al., 2019). Las trayectorias están ligadas a los niveles educativos previos no solo por la experiencia escolar de los actores, sino también por la probabilidad de convertirse en la primera generación en cursar estudios superiores.

4.2 Las trayectorias de los estudiantes foráneos según su capital cultural

En la segunda parte del esquema analítico, usamos el concepto de trayectoria y exploramos la vida estudiantil mediante tres directrices. La primera es la escolaridad: el tránsito por los niveles educativos previos al universitario. La segunda se refiere a las situaciones laborales para identificar el perfil de cada grupo de acuerdo con el capital cultural mostrado en la primera sección de análisis; la tercera se remite al capital social y las redes que las familias usan en el proceso migratorio.

El seguimiento de la escolaridad es un indicador que expresa los movimientos migratorios que las familias de los estudiantes han construido a lo largo de los años, en los cuales las situaciones de entrada en unión, trabajo, asentamiento definitivo, entre otras, se estructuran con los desplazamientos.

Tabla 4 Cambio de residencia en los niveles educativos cursados por los estudiantes (Primer grupo) 

*En el índice se perdieron 20 casos.

Fuente: elaboración propia

Los datos exponen que la escolaridad se relaciona con el cambio de residencia al egreso del bachillerato. Anterior a esta transición, alrededor de una quinta parte practicaba un desplazamiento intermunicipal diario a los establecimientos escolares en los distintos niveles cursados. A continuación, veamos la distribución en el segundo grupo:

Tabla 5 Cambio de residencia en los niveles educativos cursados por los estudiantes (Segundo grupo) 

*En el índice se perdieron 25 casos.

Fuente: elaboración propia

En el segundo grupo, se repitió la tendencia advertida en el primero. El cambio de residencia ocurrió entre el bachillerato y la universidad. De hecho, la categoría "cambio de municipio de residencia" fue disminuyendo gradualmente al paso del nivel básico al medio, hasta que apareció la transición referida.

Los dos grupos compartieron este rasgo en los desplazamientos. Como una primera conclusión parcial, se puede afirmar que los movimientos migratorios se intensifican en la transición del bachillerato a la universidad como resultado de una menor oferta cercana a los lugares de origen y como una valoración gradual de los estudios universitarios en el núcleo familiar. Este contexto propicia nuevas preguntas de investigación.

La configuración del capital cultural en las familias de origen delimita el objeto de estudio; así, las migraciones por estudios superiores se incrementan en la transición señalada, lo que denota el uso de diferentes capitales al interior de las familias. En ese sentido, las trayectorias escolares de los estudiantes tienen una etapa decisiva para el inicio de la migración. Esta nueva formulación condujo a explorar los establecimientos donde los estudiantes cursaron el bachillerato, como un precedente migratorio.

En México, la Educación Media Superior (EMS) ofrece tres tipos de bachillerato: generales, tecnológicos y profesionales técnicos. El servicio general se orienta a la formación de estudiantes para ingresar a la educación superior; el tecnológico proporciona capacitación técnica en áreas productivas (industrial, pecuaria, agropecuaria). El profesional técnico forma estudiantes para incorporarse directamente al sector productivo (Gobierno del Estado de Veracruz, 2018).

Dentro del servicio general, se ubican los bachilleratos generales y los telebachilleratos; estos últimos poseen ciertas desventajas en cuanto a infraestructura y modalidades pedagógicas al compararlos con los generales. Geográficamente, están más alejados de las zonas urbanas y son espacios sociales y culturales diferenciados. Por su parte, los bachilleratos privados tienen una orientación destinada a lo compensatorio.

Tabla 6 Bachillerato cursado por los estudiantes de recién ingreso a la UV 

Fuente: elaboración propia

Existen diferencias entre los dos grupos de estudiantes según los antecedentes escolares: los desplazamientos se relacionan con la elección de un tipo de bachillerato. El primer grupo tuvo casi dos terceras partes de su población concentrada en los bachilleratos generales, y apostó en menor medida por los tecnológicos; el segundo grupo tuvo más de la mitad en los bachilleratos generales y, aunque un 21% estudió en los tecnológicos, tuvo una representación del 14% en los telebachilleratos, que a menudo son la única opción escolar en municipios muy alejados de las zonas urbanas.

Estos matices en las trayectorias de los estudiantes toman relieve al relacionarlos con el proceso de admisión en la UV. Los bachilleratos generales ubican a la mayoría de su población en las carreras de esta institución; en cambio, los telebachilleratos están entre los últimos. Es decir, optar por alguno de ellos contribuye a la proyección de migrar considerando la probabilidad de ingreso a la UV. Entre los diversos sentidos otorgados al bachillerato (Guerra & Guerrero, 2012), se establecen los usos sociales de las instituciones escolares y las estrategias de reproducción social (Bourdieu, 2011; Santiviago & Maceiras, 2019).

La siguiente directriz aborda los desplazamientos y la actividad laboral. El censo indicó que el 40% de los estudiantes tenía experiencia previa en la combinación de estas actividades. En el inicio de la carrera, un 26% tenía en su panorama inmediato alternar estudios con trabajo. Asimismo, un 13% contaba ya con un empleo. El dato más revelador fue la edad de inicio de la trayectoria laboral.

Tabla 7 Capital cultural y perfil de trabajo de los estudiantes de nuevo ingreso 

Fuente: elaboración propia

Ambos grupos tenían antecedentes laborales desde muy temprana edad; sin embargo, los estudiantes del segundo grupo duplicaron al primero. Como ocurre en los estudios en ciencias sociales, se trata de dos subpoblaciones que, en ciertos rasgos, no son mutuamente excluyentes. Esto nos condujo a precisar la relación trabajo y estudios. Si ambos tenían estas condiciones, ¿las integraron de la misma forma en el proceso migratorio? Los siguientes fragmentos recuperados del primer grupo ilustran esta condición:

Pensé trabajar; lo hablé con mis papás. Me dijeron que si estaban invirtiendo en la carrera era para estudiar. Déjate de tonterías. Y yo pienso: sí, me quitaría tiempo a mi actividad central. (Estudiante San Cristóbal, comunicación personal, 2018).

(Un) compañero dijo que no tenía la intención de estudiar una carrera sino volverse chofer; se me hizo muy extraño porque estudiaba, (...) otros compañeros, después de la preparatoria, quisieron estudiar algo más; no pudieron, se salieron y a trabajar. Varios no podían costearse una carrera, porque tenían compromisos con otras cosas: tenían que ver por sus hermanos o cosas así. No era tan sencillo estudiar y trabajar (...) la mayoría de los que ya no están estudiando, están trabajando. Se metieron a un taller, como tal un taller de banquetita o un poco mejor, de alguna empresa de autobús o cosas así. Hay otros compañeros trabajando en tiendas de zapatos, y los que estudiaron, muchos, sí se fueron igual a una ingeniería mecánica o industrial; dos están estudiando otras cosas como Química; otra compañera, Comunicación. Aunque tú quieras estudiar pero tus papás no te apoyan, ni modo, a trabajar; mi vida ha sido más fácil. Mis papás me dijeron: "tú estudia lo que quieras" (Estudiante Orizaba, comunicación personal, 2018).

Un factor importante en Tezonapa es la economía. Si no tienes el dinero suficiente para una universidad, sabes que por un año otoda la vida vas a dejar de estudiar y tendrás que trabajar.Yo soy afortunado: me están apoyando económicamente; uno de mis compañeros de bachillerato que tiene pocos recursos económicos siguió estudiando gracias a las becas y tecnológicos que se hicieron por la zona. Sin embargo, la mayoría de mis amigos se quedaron estancados. Algunos dicen: "no me gusta la escuela; solamente quería terminar el bachillerato y buscar un trabajo". (Estudiante Tezonapa, comunicación personal, 2018)

Los fragmentos refuerzan el argumento desarrollado. El segundo tiene mucha fuerza, porque refiere a la trayectoria personal y a la de los pares que, en ese momento, experimentaban la misma transición. Asimismo, el trabajo tiene una presencia crucial en los procesos de migración cuando no se cuenta con un referente de capital cultural. Observemos los fragmentos recuperados con relación al segundo grupo:

No entré a la primera lista; entré por corrimiento, pues había quedado como a seis lugares, más o menos (...) mi papá se dedica el campo y mamá, pues es ama de casa, y pues ahorita viene a trabajar a Xalapa. Con algunos (amigos) me sigo mandando mensajes. Cuando podemos nos ponemos de acuerdo para vernos. A veces no van todos, porque unos trabajan; otros siguen estudiando. Algunos se fueron a otro lugar; algunos estaban en Monterrey (Estudiante Cetlalpan, comunicación personal, 2018).

No. De hecho, mi papá trabaja en el campo y mi mamá es ama de casa. Soy la primera de la familia. Había presentado examen en la Benemérita (Escuela Normal Veracruzana), pero ahí no quedé y, pues, pedagogía se me hizo fácil. De mis amigos (anteriores al ingreso a la UV), unos están estudiando en Acayucan; otros están en Coatza. Otros ya se fueron a trabajar a Playa (Vicente) y otros, pues, ya están arreglando sus papeles para irse al otro lado (Estados Unidos). (Estudiante Achotal de Moreno, comunicación personal, 2018).

Mis padres se sacaban de onda (se sorprendían): qué es física, qué es eso y el tío típico: ¿ganan mucho o ganan poco?, ¿cómo les va con el trabajo?, ¿consiguen trabajo o no? Yo les dije: voy a ser realista; la carrera no es para hacer tanto dinero. Podría hacerlo pero no es para eso. Es más que nada para, al menos para mí, como una forma de entender mejor las cosas; entonces, yo quiero dedicarme a entender mejor las cosas y explicarlas. (Estudiante Tuxpam, comunicación personal, 2018).

Los discursos de los estudiantes del segundo grupo están estructurados por otro conjunto de factores: aluden al fenómeno migratorio como una experiencia distinta. El trabajo estaba presente en el panorama desde el inicio de los desplazamientos a la ciudad de Xalapa; incluso, en el primer fragmento, los familiares se implicaron en el traslado como parte del proceso de cursar los estudios superiores por parte de los hijos.

Nuevamente aparece, en este grupo, la posibilidad de la migración internacional. Entre los pares está presente el desplazamiento hacia los EE.UU como opción de algunos estudiantes para iniciar su vida laboral. Entonces, la migración por estudios universitarios es primordialmente municipal, pero hay un estrecho margen entre esta y la internacional con fines laborales.

En la tercera directriz, utilizamos el concepto de capital social. Las redes forman parte de fenómeno migratorio estudiantil en la medida en que ayudan a concretar los desplazamientos. En el primer grupo, identificamos los siguientes argumentos:

Aunque siempre estuve en contacto con gente del ámbito antropológico, me interesaba la química. Un amigo de mi papá le dijo que en Xalapa había una carrera de Química clínica; mi papá me dijo investiga los pros y contras. Me dijeron: "busca una carrera especializada donde te presentes y te contraten". Xalapa era ventajosa, porque aquí vivieron mis papás: tenían amistades de cuando él estudió la maestría; les preguntamos cómo están las cosas allá (seguridad). Unos tíos viven aquí. Comencé a vivir en casa de uno de ellos; fue mi primer contacto con la ciudad. Me dieron información sobre cómo moverme; no entendía por qué tantos camiones de colores, líneas. Igual con las colonias: no te metas a esta u otra, no camines por aquí. (Estudiante San Andrés Tuxtla, comunicación personal, 2018).

Cuando supe de mis resultados de que había quedado, les comenté a mis tíos. Estos tíos nos visitaban frecuentemente. Les comenté si me podrían dar ese apoyo de vivir con ellos. Me dijeron que sí; llegué con ellos. Ellos me hablaban sobre la seguridad: si vas a salir, cuídate mucho. Fue un vínculo cálido. Llegué a vivir con mis tíos y una prima, porque ellos estaban viviendo aquí en Xalapa. No fue tan difícil porque estaba en familia; convivía con ellos (Estudiante Tezonapa, comunicación personal, 2018).

Determinamos el empleo del capital social en forma de redes sociales, familiares, de amistad, entre otras, como referencias cruciales para emprender el proceso migratorio. En este primer grupo, este tipo de capital abarca desde la orientación para una posible carrera a estudiar hasta el rol que juega la familia en las condiciones para enviar a sus hijos a la universidad: circula información, asistencia económica y alojamiento, que en su conjunto disminuyen los costos y la incertidumbre (Massey et al., 2000; Ramos et al., 2019). Prestemos atención a los fragmentos del segundo grupo:

Tenía algunos conocidos, amigos, no tan cercanos a los que les dije: ¿con quién vives o cómo está la cosa por allá? Me decían: "ahorita tengo unos compañeros; no te puedes quedar". Era complicado. Entonces, me puse investigar por Facebook, pues ya ves que aparecen cosas así como de cuartos o rentas. Contacté uno y lo vinimos a ver; nos gustó y no está lejos de la facultad. No me he salido de ahí por el miedo: ¿a dónde voy a vivir?, ¡qué flojera cambiarme!, ya tener todas tus cosas ahí y volver a cambiarte (...) Vivo en un cuarto de un edificio; hay varios (estudiantes) y me llevo con los del pasillo, como con dos, es así de: ¿qué onda?, ¿cómo estás? Y ya. (Estudiante Coatzacoalcos, comunicación personal, 2018).

Llegué con mi tía; vive con dos hijas, su nieta y dos yernos. Cada quien tiene sus cuartos y, pues, yo duermo con mi tía. Lo que hago ahí es que llego, me da de comer, lavo trastes; pues no es nada pesado, porque, pues, ya llego tarde de la escuela. Yo me llevo muy bien con sus hijas porque son igual que yo, me dejan por dos o tres años (diferencia de edad). Entonces, convivimos bien entre familia. (Estudiante La Gloria, comunicación personal, 2018)

En estos segmentos, se hace referencia a redes menos estructuradas. Aunque la familia volvió a estar presente, no se equipara con el primer grupo, porque no circula el mismo nivel de información ni el mismo tipo de apoyo. Aun cuando opera una red, no se expresó un habitus como el que produjo el capital cultural en la configuración familiar del primer grupo, sin mencionar las condiciones de vivienda y espacio.

De acuerdo con la teoría de Bourdieu, los movimientos migratorios están articulados con la acción social de los agentes para alcanzar las expectativas sociales y profesionales. En el primer grupo de estudiantes, se reconoce la perspectiva de continuidad en la configuración de un núcleo familiar donde la universidad forma parte ineludible de esta estructura. En el segundo, existe cierta incertidumbre en los desplazamientos, alentada por el panorama de movilidad social (Bourdieu, 1995; Santiviago & Maceiras, 2018). Por lo tanto, el capital cultural genera expectativas profesionales y, con ello, las estrategias que se ponen en práctica para lograrlas. Los desplazamientos intermunicipales están vinculados con otros procesos migratorios y sociales que regulan el inicio de este fenómeno. Los dos grupos son, en ese sentido, expresiones de la forma en que puede abordarse la relación entre migración y estudios universitarios, bajo una complejidad que apenas se vislumbra.

Conclusiones

Relacionamos las trayectorias escolares de los estudiantes universitarios foráneos con el capital cultural del núcleo familiar, con lo cual profundizamos en los desplazamientos migratorios que, desde diversos municipios, emprenden los estudiantes para iniciar una carrera universitaria en la ciudad de Xalapa.

Mediante el uso de un esquema analítico en dos fases (origen social y transición), despejamos la hipótesis planteada. Recuperamos categorías teóricas de la sociología de Bourdieu, vinculadas con investigaciones sobre la migración interna de tipo municipal por estudios universitarios. A partir de esto, elaboramos un estado final de los resultados.

La primera conclusión es que la configuración del capital cultural del núcleo familiar condiciona las trayectorias escolares y define el contexto para iniciar la migración. Esta es una de las principales aportaciones de la teoría de Bourdieu al campo de estos estudios, pues si bien la familia forma parte del análisis en este terreno, la aproximación al capital cultural configura diferentes tipos de migración. Se distinguieron dos grupos, en este sentido, quienes tenían antecedentes familiares en la escolaridad universitaria y profesiones en este nivel educativo, y quienes no tenían esa referencia en casa. Los dos grupos nos permitieron profundizar en tres directrices.

La primera fue la trayectoria de los desplazamientos ocurridos en cada ciclo escolar. En ambos grupos, estos traslados se intensificaron al egreso del bachillerato y, prácticamente, esto inició el proceso migratorio. De esa forma, adquirió relevancia la elección de los establecimientos escolares en este nivel. El primer grupo tuvo más representación en los bachilleratos generales y en, un plano secundario, los tecnológicos, mientras que el segundo grupo tuvo menos población en los bachilleratos generales y, aunque tuvo representación en los tecnológicos, una parte cursó en telebachilleratos; esto indica la importancia no solo de la elección per se, sino también las condiciones objetivas de posibilidad, entendidas como las opciones que están al alcance de los estudiantes en ese momento.

Los resultados de la primera directriz analizada nos conducen a enfocar la atención en las políticas institucionales de las universidades. Si bien, en México, algunas universidades tienen al nivel de bachillerato dentro de su organización, cuestión que no ocurre en la UV, no hay suficiente literatura que muestre que la diversidad estudiantil y la escolaridad en el bachillerato son parte de la agenda universitaria. Los desplazamientos de los estudiantes no han sido tipificados como procesos migratorios aun cuando han formado parte de la historia institucional.

Con respecto a la segunda directriz, la relación entre migración y trabajo, encontramos datos relevantes. El proceso migratorio tiene como correlato la actividad laboral. Es más estrecha esta relación en el segundo grupo (con menor capital cultural), en el cual el trabajo está presente en tres escenarios. Primero, se ubica al empleo como la principal causa de traslado y el ingreso a la UV es más periférico; segundo, el trabajo es valorado y desplegado al mismo tiempo que los estudios universitarios, incluso aquí con la variante de involucrar a otros miembros de la familia en el proceso migratorio también con fines laborales. En tercer lugar, un escenario más está constituido por el trabajo y los estudios universitarios con la finalidad de eludir un proceso migratorio más complejo como el que tradicionalmente se emprende a los Estados Unidos, donde se difumina la opción de los estudios universitarios.

La relación entre trabajo y estudios está muy documentada en la literatura nacional e internacional, pero, en el contexto de las universidades, la mayoría de las investigaciones concluyen que se trata de una relación ausente en el radar de las autoridades universitarias. Algunas instituciones han abierto una política de "bolsa de trabajo" pero es insuficiente, pues no solo se trata de la consecución de un empleo, sino que hay una estructura familiar detrás del mismo. El empleo, asimismo, tiene fines distintos, bien como un medio de sostenimiento, bien como vía de aprendizaje, conocimiento y desarrollo de las habilidades preliminares que están en la base de algunas profesiones.

Quizá, con respecto a esta situación, las instituciones universitarias pueden apostar por integrar, en los programas de becas y en los de empleos promovidos institucionalmente, algunas materias que permitan no solo incorporar a los estudiantes al mundo laboral, sino hacerlo con fines de obtención de experiencia, dada la inversión de tiempo que ello requiere. En cualquier caso, la primera tarea es la de reconocer a estos actores y a estos perfiles, entre otros rasgos imbricados en las trayectorias de la migración estudiantil.

La última directriz se orientó al conocimiento del capital social. El primer grupo mostró una estructura de redes que influyó en la decisión de migrar. Incluso, la resolución en sí misma no estuvo en discusión, lo cual es una estrategia que se fusionó con el objetivo de lograr una formación profesional para mantener el capital cultural del núcleo de origen. Diversos actores aparecieron en este escenario: aportaron información y pusieron a disposición recursos que redujeron la incertidumbre y los costos mismos. El segundo grupo tuvo otras condiciones en su panorama: la decisión de migrar era más incierta, matizada por otros factores, lo que nos permite decir que, claramente, el fenómeno se asocia con procesos más amplios, algunos de ellos documentados en la literatura sobre la migración internacional.

Resta profundizar en las condiciones socio-económicas y culturales de los municipios de origen de los estudiantes que conforman la matrícula de ingreso a la UV. Sería muy útil para el seguimiento a las trayectorias escolares saber cómo las familias y los estudiantes emplean un sentido estratégico para acercarse gradualmente a la ciudad, lo que se engarza con las situaciones presentes en la historia de todo núcleo familiar: conformación, trabajo, educación e incertidumbre.

En el saldo final, el empleo de la teoría de Bourdieu, en conjunto con algunos elementos teóricos y metodológicos aplicados en algunos estudios antecedentes en México y la región, nos permiten afirmar que las nociones referidas pueden formar parte de los recursos a disposición del análisis del fenómeno migratorio por estudios universitarios. La teoría en cuestión no desplaza a las teorías preexistentes en la perspectiva sociocultural, sino que las complementa, quizá, con discusiones y puntos de vista arraigados en una tradición sociológica, lo que hasta ahora se ha emprendido en el complejo campo migratorio.

REFERENCIAS

Arango, J. (2003). La explicación teórica de las migraciones: luz y sombra. Migración y desarrollo, 1, 1-30. [ Links ]

Bourdieu, P. (1988). La distinción. Criterio y bases sociales del gusto. Madrid: Taurus. [ Links ]

Bourdieu, P. (1995). Las reglas del arte: génesis y estructura del campo literario. Barcelona: Anagrama. [ Links ]

Bourdieu, P. (1997). Meditaciones pascalianas. Barcelona: Anagrama . [ Links ]

Bourdieu, P. (2007). El sentido práctico. Madrid: Taurus . [ Links ]

Bourdieu, P. (2011). Las estrategias de la reproducción social. Buenos Aires: Siglo XXI. [ Links ]

Durand, J., & Massey, D. (2003). Clandestinos Migración México-Estados Unidos en los albores del siglo XXI. Ciudad de México: Universidad Autónoma de Zacatecas, Miguel Ángel Porrúa. [ Links ]

Franco, L. (2012). Migración y remesas en la ciudad de Ixmiquilpan. Hidalgo: Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. [ Links ]

Gámez, A. E., Wilson, T. D., & Ivanova, A. (2010). Las mujeres en la migración interna y el empleo informal en Baja California Sur. La Ventana, 32, 214-243. [ Links ]

García, A. (2017). Revisión crítica de las principales teorías que tratan de explicar la migración. Revista Internacional de Estudios Migratorios, 7, 4. Recuperado de http://ojs.ual.es/ojs/index.php/RIEM/article/view/1963/2566. [ Links ]

Gregory, D., & Urry, J. (1985). Social Relations and Spatial Structures. Londres: Macmillan. [ Links ]

Gobierno del Estado de Veracruz. (2017). Programa Estatal de Educación 2017-2018. Veracruz: Gaceta Oficial de Veracruz. [ Links ]

Guerra, I., & Guerrero, E. (2012). ¿Para qué ir a la escuela? Los significados que los jóvenes atribuyen a los estudios de Bachillerato. En E. Weiss (Coord.). Jóvenes y Bachillerato (pp. 33-62). Ciudad de México: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. [ Links ]

Lacomba, J. (2001). Teorías y prácticas de la inmigración. De los modelos explicativos a los relatos y proyectos migratorios. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 94. Recuperado de http://www.ub.edu/geocrit/sn-94-3.htm. [ Links ]

Maceiras, J., & Pereyra, L. (2019). Escenario general de las migraciones estudiantiles internas en Uruguay. En C. Santiviago & J. Maceiras (Comps.). Trayectorias educativas y migraciones estudiantiles (pp. 55-74). Montevideo: Universidad de la República Uruguay, Progresa, Comisión sectorial de la enseñanza. [ Links ]

Martínez, J. (2016). Elementos del contexto sociocultural de origen que inciden en la decisión migratoria de los estudiantes universitarios huastecos residentes en Monterrey. Universidades, 68, 23-39. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/373/37346303005.pdf. [ Links ]

Massey, D., Arango, J., Graeme, H., Kouaouci, A., Pellegrino, A., & Taylor, J. (2000). Teorías de migración internacional: una reseña y una evaluación. Revista Trabajo, 3, 5-50. [ Links ]

Oberai, A. (1989). Migración, urbanización y desarrollo. Ginebra: Organización Internacional del Trabajo. [ Links ]

Partida, V. (2018) Migración interna de la población con derecho a votar, entre estratos de bienestar social 2010-2015. Papeles de Población, 24(98), 31-63. doi: https://dx.doi.org/10.22185/24487147.2018.98.35. [ Links ]

Pérez, E., & Santos, C. (2013). Tendencias recientes de la migración interna en México. Papeles de Población , 19(76), 53-88. [ Links ]

Pezo, L. (2005). La migración rural en su fase motivacional: aportes para su estudio desde el caso de Río hurtado, IV región, Chile. Werken, 7, 151-164. [ Links ]

Ramos, S. (2019). La transición a la Universidad y el proceso migratorio: una mirada desde la percepción estudiantil. En C. Santiviago & J. Maceiras (Comps.). Trayectorias educativas y migraciones estudiantiles (pp. 221-246). Montevideo: Universidad de la República Uruguay, Progresa, Comisión sectorial de la enseñanza . [ Links ]

Ramos, S., Cabrera, L., & Echegoyen, A. (2019). Los hogares estudiantiles de educación superior como espacios de sostén del proceso migratorio. En C. Santiviago & J. Maceiras (Comps.). Trayectorias educativas y migraciones estudiantiles (pp. 107-128). Montevideo: Universidad de la República Uruguay, Progresa, Comisión sectorial de la enseñanza . [ Links ]

Rivera, L. (2008). Redefiniendo identidades culturales. Jóvenes universitarios migrantes del altiplano peruano. En F. García (Ed.). Identidades, etnicidad y racismo en América Latina (pp. 181-201). Quito: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Ecuador. [ Links ]

Rodríguez, J. (2017). Efectos de la migración interna sobre el sistema de asentamientos humanos de América Latina y el Caribe. Revista de la CEPAL, 123, 7-34. [ Links ]

Ruiz, A. (2002). Migración oaxaqueña, una aproximación a la realidad. Oaxaca: Coordinación Estatal de Atención al Migrante Oaxaqueño. [ Links ]

Salas, B., De San Jorge, X., Beverido, P., & Carmona, Y. (2016). La migración interna en estudiantes universitarios. ¿Un riesgo para el consumo de drogas? Ciencia UAT, 10, 23-32. [ Links ]

Santiviago, C., & Maceiras, J. (2019). Fundamentación. Las migraciones estudiantiles internas. En C. Santiviago y J. Maceiras (Comps.). Trayectorias educativas y migraciones estudiantiles (pp. 35-54). Montevideo: Universidad de la República Uruguay, Progresa, Comisión sectorial de la enseñanza . [ Links ]

Suárez, J., & Alarcón, J. (2015). Capital cultural y prácticas de consumo cultural en el primer año de estudios universitarios. Revista Interamericana de Educación de Adultos, 37, 42-62. Recuperado de https://www.crefal.org/rieda/images/rieda-2015-1/exploraciones2.pdf. [ Links ]

Varela, R., Ocegueda, J., & Castillo, R. (2017). Migración interna en México y causas de su movilidad. Perfiles Latinoamericanos, 49. doi: 10.18504/pl2549-007-2017. [ Links ]

Veiga, U. (2000). Teorías sobre las migraciones. Migraciones & Exilios: cuadernos de la Asociación para el estudio de los exilios y migraciones ibéricos contemporáneos, 1, 11-26. [ Links ]

Vielle, J. (1977). Las migraciones educativas a nivel superior. Su importancia en el estudio del desarrollo socioeconómico regional y de la distribución de la fuerza de trabajo. Revista del Centro de Estudios Educativos, 7, 79-95. [ Links ]

1Se usó la técnica de maximización de índices del paquete estadístico SPSS. Tanto la variable "escolaridad de padre" como "escolaridad de la madre" tienen cuatro valores: i. sin estudios; ii. estudios básicos; iii. estudios medio superiores; iv. estudios superiores. La maximización de índices suma los valores de ambas y arroja a su vez 4 valores nuevos, que clasificamos como "al menos uno de los padres": i. sin estudios; ii. con estudios básicos; iii. con estudios de bachillerato; 4. con estudios superiores.

2La clasificación fue: i. labores exclusivas del hogar; ii. trabajador (a) semicalificado o autoempleo a pequeña escala (albañil, obrero, trabajador eventual, etc.); iii. empleado(a) o autoempleo a mediana escala (empleado o propietario a nivel intermedio, técnico especializado); iv. propietario a gran escala; v. profesionista universitario. Se aplicó la maximización de índices y se obtuvo la combinación resultante.

3Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Institución pública en ese estado, colindante con Veracruz.

Recibido: 20 de Marzo de 2020; Aprobado: 26 de Noviembre de 2020

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons