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Apuntes

versão impressa ISSN 0252-1865

Apuntes vol.50 no.94 Lima may./ago. 2023  Epub 31-Ago-2023

http://dx.doi.org/10.21678/apuntes.94.1964 

Artículo

La dinámica de las redes sociopolíticas en la acción colectiva del movimiento afrodescendiente de las Américas

The dynamics of sociopolitical networks in the collective action of the Afro-descendant movement in the Americas

John Herlyn Antón Sánchez1 

Marcia Santacruz Palacios2 

1 Instituto de Altos Estudios Nacionales, IAEN, Ecuador; Universidad Intercultural Amawtay Wasi, Ecuador. jhonanton@hotmail.com.

2 Corporación Amigos de la Unesco, Colombia. marciasanta56@gmail.com.

RESUMEN

Este artículo analiza la dinámica sociopolítica del movimiento social afrodescendiente a partir de la estructuración de redes de interacción. Sostenemos que las redes sociopolíticas han constituido la estrategia de incidencia y acción colectiva del movimiento social, especialmente en el ámbito transnacional. Sin embargo, la falta de continuidad de procesos, el escaso financiamiento y la dispersión generan una debilidad manifiesta en el logro de las agendas. La variedad de redes que van desde las afrocéntricas hasta las institucionales, como sus ideologías de izquierda y de derecha, son consideraciones que deben tenerse en cuenta al momento de impulsar proyectos de empoderamiento. No obstante, habría que dar más atención a las redes de carácter afrocéntrico, pues son más autónomas, independientes y perdurables.

Palabras claves: Movimiento social; afrodescendientes; redes de actores; organizaciones; afrocéntricos

ABSTRACT

This article analyzes the sociopolitical dynamics of the Afro-descendant social movement based on the structuring of interaction networks. We argue that sociopolitical networks have constituted the strategy for influencing and collective action of the social movement, especially in the transnational sphere. However, the lack of continuity in processes, limited funding, and dispersion generate a manifest weakness in achieving agendas. The variety of networks ranging from Afrocentric to institutional, as well as their left and right ideologies, are considerations that must be taken into account when promoting empowerment projects. Nevertheless, more attention should be given to Afrocentric networks, as they are more autonomous, independent, and enduring.

Keywords: Social movement; Afro-descendants; actor networks; organizations; Afrocentric

1. Introducción1

Este paper analiza el rol de las redes de actores sociopolíticos en la dinámica del movimiento social afrodescendiente de América Latina. Las preguntas que se intentan resolver son: ¿Qué se entiende por redes sociopolíticas en el contexto del movimiento afrodescendiente? ¿Cuáles son las características de dichas redes ante la coyuntura política regional? ¿Cómo describir su agenda y sus estructuras de movilización, incluyendo sus desafíos?

Cuando se hace referencia a las «redes de actores sociopolíticos» se trata de comprender la articulación de organizaciones, instituciones, actores colectivos e individuales que se unen o comparten estrategias para alcanzar objetivos sociales y políticos. No se trata de «redes sociales» que hoy en día aluden a medios de comunicación, a redes de internet o de tecnologías comunicativas. Más bien, las «redes de actores» de las que aquí hacemos mención usan dichas plataformas de «redes sociales» como instrumentos o herramientas de comunicación. Es decir, las plataformas sociales o comunicativas son mecanismos de comunicación, y no reemplazan para nada a los actores que les ponen vida a las redes sociales. Hoy en día, tanto las redes de actores como las redes sociales comunicacionales operan como un sistema integrado de valores. Con las tecnologías de comunicación (que siempre han existido, y que evolucionan), los actores sociales logran articularse, comunicarse y movilizarse. Del otro lado, no pudieran existir redes sociales de comunicación si estas no fueran operadas por los actores.

La teoría sobre los movimientos sociales (Della Porta & Diani, 2006) plantea elementos claves de la dinámica de las redes sociopolíticas: a) la interacción informal, es decir las relaciones interpersonales; b) las creencias compartidas, o algún criterio sobre lo cual hay consenso; c) el compromiso en la acción colectiva, o acuerdos tácitos frente a una situación; d) la protesta, o el comportamiento colectivo reactivo de carácter público. Estas consideraciones coinciden con otros teóricos de los movimientos sociales como Tilly, Tarrow, Mathieu y otros, los cuales son sintetizados en un texto de Amaro de la Rosa (2016), quien sostiene que, dadas estas características, los movimientos sociales no surgen como generación espontánea, pues para su consolidación se requiere de un conjunto de actores que se comunican entre sí, comparten una situación crítica y por tanto actúan en consecuencia, utilizando recursos, repertorios, estrategias y tácticas de movilización, siendo las interacción en redes un mecanismo efectivo.

El artículo se organiza en cuatro apartados: 1) El primero, dedicado a la teoría de los movimientos sociales y el papel de las redes de actores sociopolíticos; 2) el segundo, a la conceptualización del movimiento social afrodescendiente de las Américas; 3) el tercero, que aborda la dinámica de las redes de actores sociopolíticos del movimiento social afrodescendiente (diagnóstico); 4) y el cuarto, en donde se realiza un análisis de la dinámica de las redes de actores sociopolíticos afrodescendiente. Finalmente, se proponen conclusiones y recomendaciones.

2. La teoría de los movimientos sociales y el papel de las redes de actores sociopolíticos

Se comprende la dinámica del movimiento social afrodescendiente desde la acción colectiva de las redes de actores sociales en América Latina. Esta perspectiva da importancia a las formas como las organizaciones de base, los actores individuales, los grupos espontáneos y las entidades gubernamentales y no gubernamentales que se articulan en lo que aquí denominamos redes, o mecanismos de comunicación y movilización en el espacio público, las cuales, según Alberto Melucci, conforman concretamente lo que termina siendo un movimiento social. Desde la teoría sociológica de la movilización de recursos, las organizaciones sociales y comunitarias logran operar como redes intermediadoras entre las comunidades y las instituciones. Según Tarrow, algunas de estas redes logran procesos de maduración y de experiencia hasta convertirse en verdaderas organizaciones profesionales de movimientos sociales. Para S. Tarrow (1998) el «movimiento social» es una categoría reservada «a aquellas secuencias de acción política basadas en redes sociales internas y en marcos de acción colectivas, que tienen la capacidad de mantener desafíos frente a oponentes poderosos» (1998, p. 23). Consideramos que se trata de una definición un tanto elaborada dentro de las variadas corrientes teóricas que desde mediados del siglo XX se han planteado para analizar el fenómeno de los movimientos sociales.

En términos generales la teoría de la movilización de recursos (TMR) parte de enfoque que se inspira en la clásica teoría de la Acción Racional sostenida por Olson (1963) al entender los movimientos sociales (MS) como una acción colectiva desarrollada por actores racionales que tienen un cálculo estratégico al momento de movilizarse. Así las cosas, la acción colectiva es determinada por el interés. Es por ello que la TMR valora un MS en tanto los individuos, de manera estratégica, se mueven calculando costos y beneficios de su participación en la acción colectiva. A partir de este postulado, que analiza de manera microestructural a los MS desde su capacidad de organización y recursos para la movilización, Anthony Oberschall (1973) propone que un movimiento social se compone no por individuos sino por organizaciones, asociaciones o comunidades donde interactúa el individuo. Un MS se trata, entonces, de un núcleo social, de redes sociales o de grupos solidarios con los que el individuo se identifica. Pero para que estos individuos se movilicen deben existir estímulos o sanciones. Aquí el actor individuo es capaz de movilizarse mediante un factor racional evidente. El grupo o el actor sopesan los costos y beneficios de toda acción colectiva propia.

Frente a los desafíos expuestos, muy pronto en la TMR aparece otro enfoque que se distancia del clásico centrado en los factores de organización, recursos y movilización. Se defiende ahora un postulado centrado en las cuestiones políticas o en “las estructuras de las oportunidades políticas” Sus máximos defensores serían Syney Tarrow (1988, 1989) y Chales Tilly (1978, 1984). Para Sydney Tarrow el análisis de los MS debería alejarse de las formulaciones inspiradas en Olson que ubican al individuo y su interés como el eje central de la acción colectiva. Desde este autor toda acción colectiva de un MS encarna una situación social antes que individual. Así un MS «surge cuando se dan oportunidades políticas para la intervención de agentes sociales que normalmente carecen de ellas» (1998, p. 22). De modo que el interés analítico de la acción colectiva tiene que ver con la forma como los actores se organizan y cómo usan los recursos para solucionar sus problemas. Por tanto, la atención no está puesta en el individuo, sino em la coordinación social. Desde Tarrow, las oportunidades políticas son factores claves para comprender cuándo es necesario emprender la acción de movilización. Según el autor, tanto «los cambios en las estructuras de oportunidades y las restricciones políticas crean los principales incentivos para iniciar nuevas etapas de acciones colectivas» (1998, p.29) A su vez, estas acciones generan otras, y también nuevas oportunidades que son aprovechadas y terminan, a su vez, en otras acciones colectivas. Identificar cada uno de esos momentos es lo que Tarrow denomina los «ciclos de protesta» o ciclos de acción colectiva (p. 30). Los ciclos de protestas son definidos como «una fase de intensificación de los conflictos del sistema social, con una rápida difusión de la acción colectiva de los sectores movilizados a los menos movilizados» (1998, p.142)

Pero el enfoque de Tarrow sobre los MS -cuyo concepto clave es el de oportunidad política como el factor determinante de una acción- tiene una observación. Doug Mc Adam (1998) advierte que no toda condición favorable para la acción es una oportunidad política. Para este autor, los «cambios estructurales y los cambios de poder son concebidos como oportunidades políticas», mientras que «los procesos colectivos por medio de los cuales estos cambios son interpretados y enmarcados” es otra cosa». (1998, p.94). Se consolidan así nuevos elementos del análisis de los MS: aspectos macro políticos que para Doug Mc Adam (1988) inciden en su formación y evolución: las estructuras de oportunidades políticas, las crisis.

Finalmente, para Melucci, si un NMS se enfrenta al sistema por cuestiones simbólicas y culturales, el término MS resultaría inadecuado. Por ello, propone el concepto de «áreas de movimiento» (1994), pues es allí donde se configura la identidad colectiva. Estas áreas están estructuradas en redes sociales de carácter sociopolítico, compuestas a su vez por múltiples organizaciones o grupos dispersos pero conectados a manera de circuitos a través de intercambios sociales. Se trata de redes que están sumergidas en la vida cotidiana y funcionan a manera de laboratorios culturales. En estas áreas o redes es donde se concreta la identidad colectiva, donde se forjan los vínculos para la acción, donde se dan los fundamentos de la movilización. Estas redes permiten que un individuo pertenezca a varias asociaciones. Así mismo los individuos asumen una militancia parcial y a corto plazo. Dichas redes exigen al individuo el compromiso personal y la solidaridad efectiva, como condición a la participación. A su vez tales redes conforman movimientos de continuo cambio, lo que implica diferentes orientaciones a sectores de la estructura social que mantienen distintas capacidades para la construcción de una identidad colectiva debido al desarrollo de las diferentes expectativas (1994, p.146)

3. El movimiento social afrodescendiente, estructura, repertorios, acciones colectivas.

Una mirada regional a los procesos sociales de los últimos 50 años, con un corte desde 1978 en que se celebró en Cali el primer Encuentro de las Américas Negras, presenta una exposición del movimiento social afrodescendiente en el espacio público con un cúmulo de acciones colectivas, locales, nacionales, regionales y transnacionales. A partir de los años 90 la exposición fue mayor y la capacidad de incidencia en las agendas políticas estatales y multilaterales alcanzó mayor notoriedad. Las demandas se dieron en términos de derechos culturales, participación política, acciones afirmativas, inclusión económica y acceso a la tierra y al territorio marcaron sin duda una narrativa distinta del movimiento social capaz de incidir en los discursos que cuestionaron la democracia liberal, el modelo de estado burgués y los derechos subjetivos. Pero es a partir de la Conferencia Regional de Santiago (2000), preparatoria de la III Conferencia Mundial de Durban (2001) en que las organizaciones afrodescendientes lograr articularse regionalmente en redes de interacción. Fue un momento marcado por una coyuntura que exigía visibilidad política de lo que hoy conocemos como movimiento social afrodescendiente de las Américas, compuesto por un tejido de actores que en todos los países se movilizan con el objetivo de alcanzar la ciudadanía plena en medio de una sociedad que aún mantiene fuertes barreras raciales que impiden su ejercicio.

Cuando hablamos de un movimiento social afrodescendiente hacemos referencia a un sector del pueblo afrodescendiente, que, envuelto en la dinámica global afrodiaspórica, lucha contra el racismo, la discriminación y la pobreza de los afrodescendientes. Desde una visión amplia, el movimiento social afrodescendiente de las Américas está compuesto por redes de organizaciones sociales, grupos culturales, asociaciones de campesinos, líderes, personalidades, intelectuales, aliados, e incluso entidades e instituciones. Todos estos actores tienen una agenda común: reivindicar la afrodescendencia y luchar contra el racismo que los oprime. Desde una visión estrecha, el movimiento social sería lo que actualmente se conoce como «proceso organizativo»; es decir, el conjunto de organizaciones y personas cuya temática exclusiva es la reivindicación de los derechos de los afrodescendientes, de modo que su agenda política, sus reivindicaciones y acciones colectivas siempre apelan al Estado y a las entidades multilaterales como el garante de los derechos humanos. Sin embargo, se trata de un modelo de Estado al cual se le ve como el adversario político responsable e incapaz de garantizar la ciudadanía a los afrodescendientes, dado el fenómeno de racismo estructural.

En otras investigaciones hemos sostenido que el movimiento social afrodescendiente no es emergente ni es un «nuevo movimiento social». Todo lo contrario: tiene un desenvolvimiento de larga duración, que va desde las luchas cimarronas por la libertad, hasta las movilizaciones contemporáneas contra el racismo y la lucha contra la pobreza. El alcance de la libertad, la ciudadanía y la igualdad de derechos ha sido la agenda política que ha movilizado a la diáspora africana en el mundo desde el siglo XV. Así el movimiento social afrodescendiente ha pasado por varios repertorios históricos señalados por grandes coyunturas mundiales de tipo geopolítico: la esclavitud, el colonialismo, el racismo institucional, la segregación, el apartheid y la servidumbre.

Un análisis de las reivindicaciones alcanzadas por el movimiento social afrodescendiente permitiría entender una especie de apertura política del sistema democrático, que a la luz del multiculturalismo liberal genera una política de representación corporativista hacia los sectores sociales. En medio de este multiculturalismo de representaciones, pero no de garantías, al parecer las organizaciones y sus líderes hábilmente buscan incidencia política mediante estrategias de mediación que facilitan la interpelación diplomática hacia el Estado y las agencias multilaterales, alcanzado eso sí logros importantes sin la necesidad de acciones colectivas y repertorios políticos desestabilizadores del estatus quo. No importa que el costo político de institucionalización del mismo movimiento sea alto, en algunos casos, pues en otros no sucede esto, pues más bien se evidencia un radicalismo en la agenda de reivindicación.

La larga duración del movimiento social afrodescendiente

Como bien lo hemos afirmado, el escenario oprobioso de esclavización, colonización, blanqueamiento y racismo en que se ha desarrollado la cultura afrodescendiente ha obligado a la generación de estrategias de resistencia y autoconciencia como alternativa de sobre vivencia. A lo largo del siglo XX los hijos de la diáspora africana articulan una lucha continental de larga duración por los derechos humanos y contra el racismo. El llamado a la unidad de todos los afrodescendientes en el mundo, la politización de la identidad por medio de la conciencia de la negritud, la descolonización de África y los derechos civiles fueron las banderas de figuras históricas como Marcus Garvey y W.E.B. Du Bois, entre otros en los Estados Unidos2; Juan Pablo Sogo en Venezuela; Aimé Cessaire y Frant Fanon en Martinica; Nicolás Guillén en Cuba, Jean Prince Mais en Haití, Adalbeto Ortiz en Ecuador; Luciano en Perú; Adbias Do Nascimento en Brasil; Diego Luis Córdoba y Manuel Zapata Olivilla en Colombia, entre otros. Todos estos personajes abrazaron la expresión de una negritud decolonial que se planteaba con dignidad la africanía y la lucha contra el racismo.

Durante el siglo XX, a medida en que la sociedad experimentaba transformaciones políticas profundas, a nivel mundial la movilización afrodescendiente lograba importantes manifestaciones de la politización de su identidad. Desde 1900 a 1945 se realizaron cinco congresos Pan Africanos los cuales logran poner a la negritud en agenda política internacional3. Muy pronto en América Latina la semilla de ideas políticas claras reivindicativas y de lucha contra el racismo cobran vigencia.

Luego de la experiencia de los Frentes Negros en el Brasil de los años 30, durante los años 50 y 60 los pensamientos de Aimé Cesaire, Franz Fanon, Amilcar Cabral, Leopoldo Senghor, Malcom X, Angela Davis, y Luther King alimentan el marco ideológico de las organizaciones negras en la región. Para 1977 en Cali se realiza el Primer Congreso de Cultura Negra de las Américas, liderado por el escritor afrocolombiano Manuel Zapata Olivella. Fue una reunión histórica. Más de 200 delegados de África y América concurrieron a esta cita, que luego se replicaría en Panamá (1980) y en Sao Pablo en 19824.

De los congresos de Culturas Negras quedó la experiencia de articulación continental afrodescendiente en la región. Para los años 90s esta idea logra mayor maduración. La campaña continental de los 500 años de autodescubrimiento de América sirvió como marco general para la comunicación de varias redes subregionales de organizaciones afrodescendientes. Para 1992, en República Dominicana, se realiza el Primer Encuentro de Mujeres Negras. De allí se estructuró la Red de Mujeres Afrocaribeñas y Afrolatinoamericanas. En 1994 en Montevideo se organiza un Seminario Continental sobre Racismo y Xenofobia. Producto de este evento se crea la “Red Continental de Organizaciones Afroamericanas”5. De igual manera, respondiendo a diversos intereses eclesiásticos, culturales, académicos a lo largo de los años 90s del siglo XX y comienzos del siglo XIX se tejieron distintas redes continentales de organizaciones afrodescendientes.

A comienzos del siglo XXI, tres redes continentales jugaron un papel fundamental en la consolidación de un movimiento social afrodescendientes de carácter regional: La Alianza Estratégica Afrodescendiente Latinoamericana y Caribeña (Antes red continental de organizaciones afroamericanas); la Red Afroamérica Siglo XXI coordinada desde Estados Unidos; y la Iniciativa Global Afro Latina y Caribeña (GALCI). Más tarde en los últimos años se estructuró la Red de Parlamentarios Afrodescendientes de las Américas y el Caribe, la cual ya ha realizado tres encuentros regionales6.

La acción conjunta de las organizaciones afrodescendientes en la región permitió consolidar una agenda transnacional que ponía como centro las nuevas problemáticas sociales de hijos de la diáspora africana sobre viviente a la esclavitud. Teniendo como eje estratégico el combate al racismo las organizaciones de cada uno de los países dirigieron sus acciones hacia la inclusión social, el combate a la pobreza y la garantía de los derechos humanos mediante la demanda de políticas culturales y la exigencia de participación tanto en los espacios políticos ciudadanos como en las agendas públicas del desarrollo.

Durban y la agenda transnacional del movimiento afrodescendiente en redes.

Podríamos afirmar que la movilización social afrodescendiente en los años 90s logró impactos importantes tanto en la esfera política como en la esfera de la sociedad civil. El reconocimiento político a las organizaciones de base y a líderes comunitarios generó una respuesta positiva en medio de un escenario democrático alimentado por el multiculturalismo neoliberal. En países como Colombia, Honduras, Ecuador y Brasil se dieron reformas constitucionales que dieron paso al reconocimiento de las diversidades culturales. El multiculturalismo se concretó tanto en legislaciones nacionales como en oficinas públicas encargadas de administrar la cuestión étnica.

De la misma forma, la acción transnacional de las redes continentales del movimiento afrodescendiente dirigió sus estrategias políticas y de abogacía hacia los organismos internacionales, las agencias de Naciones Unidas y la Banca Multilateral. La interpelación a los instrumentos internacionales garantes de los derechos humanos de los pueblos, minorías culturales y grupos étnicos generó una dinámica política que permitió el diseño de nuevas políticas de combate al racismo, la pobreza y la desigualdad en la región.

En octubre del año 2000 en Santiago de Chile se realiza el Seminario Regional de Expertos para América Latina sobre medidas económicas, sociales y jurídicas para luchar contra el racismo. Dos meses después las redes de organizaciones se dan cita en la misma ciudad para celebrar juntamente con delegaciones oficiales de los estados de la región la Conferencia Regional de las Américas preparatoria de la III Cumbre Mundial contra el Racismo. Luego en el 2001 en la ciudad de Durban (Sur África) las Naciones Unidas celebran la III Cumbre Mundial contra el Racismo, la Discriminación, la Xenofobia y otras formas de intolerancia. Esta reunión constituyó un hito histórico para las organizaciones afrodescendientes en tanto se pudo poner en el escenario internacional la necesidad de seguir generando buenas prácticas y más efectivas aun para el combate al racismo estructural.

Las organizaciones bases de las redes del proceso organizativo afrodescendiente.

Días antes de la pandemia, la Corporación Amigos de la UNESCO, presentaron un volumen titulado “Afrodescendientes, realidades y desafíos” firmado por Santacruz, Antón, Viáfara y Sabino (2019), donde desde una visión académica afrocéntrica analizan la dinámica del movimiento social afrodescendiente en redes transnacionales.

En el volumen se presenta un capítulo sobre el proceso organizativo del pueblo afrodescendiente, los objetivos y sus principales demandas para, seguidamente, ver cuáles son sus debilidades, según la óptica de las propias organizaciones. Partiendo del estudio que la Secretaría General de los Estados Iberoamericanos SEGIB que realizó en 2016, se plantea la existencia de una base de datos de 869 organizaciones, mostrando la complejidad que presenta un intento de diagnóstico de las estructuras organizativas del movimiento social afrodescendiente en las Américas. Por ejemplo, “la cantidad de organizaciones de la población afrobrasileña supera con creces los números mencionados llegándose a hablar de cientos; lo mismo ocurre con las organizaciones de Uruguay, en número menor naturalmente por la cantidad de población del país. Pero también conocemos la breve existencia de muchas de ellas, así como la rotación constante de sus líderes, por lo cual sólo aludimos a las organizaciones fehacientemente comprobadas” (Santacruz, et al: 2020: xx)

Tabla 1 Base de datos de organizaciones de la población afrodescendiente de América Latina 

Nro. País Organizaciones en base SEGIB Organizaciones en base PUND Base de datos actuales
1 Argentina 2 7 28
2 Bolivia 1 3 6
3 Brasil 96 18 143
4 Chile 3 5 6
5 Colombia 65 47 288
6 Costa Rica 1 9 11
7 Cuba 5 3 9
8 Ecuador 19 19 169
9 El Salvador 1 1 2
10 Guatemala 3 0 3
11 Honduras 7 8 16
12 México 5 3 8
13 Nicaragua 8 5 13
14 Panamá 11 16 30
15 Paraguay 2 3 3
16 Perú 7 16 68
17 R. Dominicana 12 1 13
18 Uruguay 4 14 51
19 Venezuela 0 2 2
Total 252 180 869

Fuente: Silvia García, 2016, 11

4. Las redes sociopolíticas del movimiento social afrodescendiente hoy en día.

A continuación, se realiza un análisis del comportamiento de las redes sociopolíticas del movimiento social afrodescendiente a nivel regional en la actualidad. Este ejercicio se realizó a partir del análisis de las fuentes secundarias, las consultas a los actores claves y con base en la experiencia misma de militancia de los autores de este texto. En términos sociológicos se trata de combinar las “investigación acción participativa” y la “etnometodología”.

El año 2021 corresponde a la continuación de un ciclo de protesta del movimiento social afrodescendiente marcado desde el 2011 por el año internacional de los afrodescendientes y la celebración de la primera Cumbre Mundial de los Afrodescendientes y la puesta en marcha del Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024).

Hoy en día observamos que la mayoría de las redes se mueven bajo la coyuntura del Decenio Internacional Afrodescendiente. Demandan por tanto la aplicación de su plan de acción y solicitan apoyo financiero constante de entidades gubernamentales, no gubernamentales y agencias de cooperación para el desarrollo. Quizá la disponibilidad de recursos para reuniones auspiciadas por agencias multilaterales da la oportunidad para crear alguna red. Pero esto está cambiando, pues dada la Pandemia por COVID 19 y la crisis financiera mundial, la dinámica de las redes de actores sociopolíticos comienza a evolucionar y se adapta a nuevas circunstancias, aprovechando las oportunidades de comunicación que ahora brindan las tecnologías de la información y la comunicación.

A continuación, se hace una lista de las redes de actores sociopolíticos actuales identificadas para este estudio. La lista se organiza de acuerdo a la propia experiencia (Tabla 2)

Tabla 2 Redes sociopoliticas actuales a corte de 2021 

Nr Nombre
1 La red de mujeres afrolatinoamericanas, afrocaribeñas y de la diáspora (RMAAC)
2 Organización Negra Centroamericana ONECA
3 Plataforma Cumbre Mundial Afrodescendiente
4 Afroamérica XXI
5 Red de Oficinas Regionales para el Análisis de Políticas de Equidad Racial (ORAPER)
6 Grupo de Trabajo sobre Afrodescendientes en los Censos de las Américas.
7 Articulación Regional Afrodescendiente de América Latina y el Caribe (ARAAC)
8 Coalición del Movimiento Afrodescendiente de las Américas
9 Coalición Latinoamericana y Caribeña de Ciudades contra el Racismo, la Discriminación y la Xenofobia
10 Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación (RIOOD)
11 Red Iberoamericana de Juventudes Indígenas y Afrodescendientes (REJINA)
12 Red de Jóvenes Afrodescendientes de América Latina y el Caribe
13 l Círculo de Juventud Afrodescendiente de las Américas (CJA)
14 Red de Autoridades políticas afrodescendientes. También llamada Red Interamericana de Altas Autoridades sobre Políticas para la Población Afrodescendiente RIAFRO
15 Articulación Afrodescendiente por el Decenio Afrodescendiente ALDA
16 Coalición Internacional de Afrodescendientes - ICPAD
17 Coalición Comunidades Afrodescendientes de las Américas “
18 Redes Panafricanistas en América Latina
19 Red de defensa de los territorios ancestrales afrodescendientes y el cambio climático
20 Red de Defensa de los derechos humanos afrodescendiente, por la justicia y en contra de la brutalidad policial
21 Red de intelectuales e investigadores afrodescendientes y por la investigación y cátedra de estudios afrodescendientes

Elaboración: John Antón y Gustavo Lugo

Caracterización de las redes sociopolíticas hoy en día.

En las 21 redes de actores sociopolíticos se pueden caracterizar varios matices y tendencias. Unas se mueven de forma espontánea, no tienen una coordinación central y actúan en función de situaciones coyunturales tales como denuncias públicas, manifiestos o intercambios de comunicación. Un ejemplo de ellas son los intelectuales, académicos o profesores universitarios. Aunque no tienen una agenda estructurada, ni poseen estatutos, coordinadores o sedes, dicha redes son muy dinámicas, están constantemente en las redes sociales y se mueven solidariamente por principios ideológicos y por alertas permanente frente a opresiones o manifestaciones de racismo y discriminación. Otras redes son más estructuradas, orgánicas e institucionalizadas, a la ONECA, Afroamérica XXI y La red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Díáspora -RMAAD, son el mejor ejemplo.

Con respecto a la RMAAD, según estudio realizado por el Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena de Indias y la Corporación Amigos de la Unesco (Diagnóstico de la Agenda de las Mujeres Afrodescendientes en América latina y el Caribe

Bogotá, D.C. 11 de abril de 2021), la Agenda de las Mujeres Afrodescendientes de América Latina y el Caribe constituye un importante avance para el Movimiento Social de los Afrodescendientes en la región, en tanto aporta una perspectiva de sobre la desigualdad étnico-racial y de género, en el marco de la defensa de los derechos humanos. En ese sentido, la Agenda de las mujeres afrolatinoamericanas y afrocaribeñas es una agenda de derechos humanos, que desde una perspectiva del sujeto “mujer negra” demanda a los Estados un abordaje interseccional étnico-racial y de género de las políticas públicas para la realización efectiva de dichos derechos, en los complejos contextos de las sociedades racializadas y profundamente desiguales de la región.

En ese sentido, el marco internacional de los derechos humanos y en particular de los derechos de los afrodescendientes constituye el referente para el reconocimiento y garantía de los derechos de las mujeres afrodescendientes en América Latina y el Caribe.

Conforme a lo anterior, podemos decir que dichas redes, tienen un carácter duradero, poseen estatutos, una directiva, y funcionan de forma organizada. Poseen una intensa labor de abogacía, canalizan proyectos y reciben donaciones. Aunque pueden tener una tendencia ideológica diversa, prefieren mantener sus principios, objetivos y definiciones institucionales. De otra parte, se encuentran aquellas redes que solo se mueven en función de las coyunturas o de las agendas que marcan las agencias de cooperación. Casi que aparecen y desaparecen en función de las llamadas a participar a eventos. El modus operandi consiste en que una agencia de cooperación convoca a individuos o a líderes de organizaciones, éstos viajan y se encuentran en los aeropuertos, hoteles y restaurantes, entonces allí aprovechan para ponerse al día y ven una situación propicia para declararse en una red sin tener que llegar a serlo. Un cuarto grupo son las redes gubernamentales propiamente dichas. Consistente en poner en marcha acuerdos entre países o gobiernos. Muchas veces son lideradas por jefes de carteras o funcionarios secundarios que cumplen con la tarea. Son redes muy concretas, casi que técnicas y se limitan a actuar dentro de lo que las cancillerías les permiten.

A continuación, se intenta hacer una caracterización de estas redes, teniendo en cuenta su permanencia, activismo, ideologías, movilización de recursos, agendas.

A) Carácter de las redes en el espacio público trasnacional

En esta parte podemos caracterizar las redes según su grado de autonomía o dependencia en cuatro grupos:

  1. Las autónomas, que no dependen de nadie, más que sus propios estatutos e intereses colectivos

  2. Las institucionales, que están girando alrededor de las agendas de los gobiernos y las agencias de cooperación y multilaterales

  3. La de coyuntura, que solo funcionan cuando hay convocatorias a eventos

  4. Las espontáneas, que surgen en función de alguna coyuntura o problemática social.

B) Acciones colectivas

Este indicador mide la capacidad de incidir en el espacio público transnacional de las redes. Determina la periodicidad, la permanencia en el tiempo y la capacidad de agencia de los actores en el espacio público. Se podría clasificar dicha intensidad se exposición en el espacio público en; Alta, media, baja y poca:

  • Alta: hace referencia a aquellas redes que de manera constante están en la arena de la movilidad. Por lo general son las más organizadas, mejor equipadas, con una militancia y una consistencia ideológica fuerte. Poseen estatutos, o cartas declarativas, inciden de forma constante y tocan puertas a cada rato. Como ya son conocidas, por lo general siempre las llaman.

  • Media: Hace referencia a aquellas redes que son latentes, que aparecen siempre en los espacios institucionales. Por lo general son compuestas por individuos que dicen representar a las organizaciones y se mantienen en constante abogacía. Siempre están pendientes de convocatorias de proyectos para financiación.

  • Baja: Se podrían situar aquellas redes que poco o nada aparecen en el espacio público. Son lideradas por una persona, pero apenas esa persona se ocupa de otros asuntos la red se debilita, de modo que termina que, casi desapareciendo, pero una vez el líder o el activista se ocupa de la red, de inmediato se activan nuevamente.

  • Poca: Son las redes en vía de extinción, que nacen, no crecen ni se reproducen y mueren. Más que flor de un día, son redes de eventos, pues se crean al calor de un evento convocado por organismos gubernamentales y no gubernamentales y luego aparecen en la próxima convocatoria. Por lo general estas redes sirven de fachada para que algunos individuos consigan recursos económicos a nombre de las organizaciones.

C) Puntos centrales de la agenda de reivindicaciones de las redes

De acuerdo a las agendas, repertorios, discursos e intereses, las redes podrían tener los siguientes puntos de reivindicación:

  1. Agenda ambiental y defensa de los territorios ancestrales. Estas redes son más afrocéntricas, autónomas, independientes y muchas veces se mueven más en función de lo local y lo nacional. Por lo general los mueve lo ideológico y la convicción. El sustento está en la fuerza de las organizaciones locales que las respaldan.

  2. Inclusión económica. La agenda de estas redes es más liberal que afrocéntricas. Predican la inclusión laboral, universitaria y los derechos. Hacen énfasis en la necesidad del poder “negro” empresarial, por lo que llaman al desarrollo económico a la generación de empleo y al emprendimiento microempresarial. Por lo general son redes auspiciadas por ONGs por líderes de partidos políticos que tienen interés en capitalizar el voto afrodescendiente con fines electorales.

  3. La participación política. Igual que la anterior, pero con la diferencia que es una agenda explícita que reclama, más que reivindicar, la participación en la democracia liberal. Platean claramente alianzas, coaliciones y uniones con otros sectores sociales que buscan gobernar.

  4. Los derechos humanos y los derechos colectivos. En este escenario se encuentran la mayoría de las redes. Dado que el espectro de los derechos humanos es tan amplio, se pudiera especificar temáticas concretas como la lucha contra el racismo, la judicialización de actos de discriminación, la defensa de los derechos étnicos y el combate a todas las formas de exclusión y dominación.

D) Ámbito de incidencia o radio de acción

Por último, se intenta una caracterización de las redes de acuerdo a su ámbito de acción geopolítico: Local, Regional, Mundial y Global

  1. Local: Hace referencia a la incidencia en el plano bilateral o de los países de la región. Son redes que pese a tener carácter transnacional, logran fuertes acciones en los estados nacionales, gracias a que tienen organizaciones de base consolidadas, cuentan con infraestructura de movilización y actores locales de reconocimiento.

  2. Regional: Estas redes actúan en función de agendas institucionales de organismos regionales: La Organización de Estados Americanos, La Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe CELAC, el CARICOM, el Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones

  3. Mundial: Más que mundial son redes que su existencia depende de la agenda de las Naciones Unidas y sus diferentes dependencias. En realidad muchas redes se sitúan aquí dado que la agenda política del movimiento afrodescendiente se circunscribe en demandar de las Naciones Unidas un cúmulo de garantía de derechos.

  4. Global. Estos ámbitos de acción son poco por no decir que inexistente. Quizá las redes panafricanistas intentan navegar en este espacio, pero con grandes limitaciones por los idiomas de los países.

E) Tipo de financiamiento de las redes.

Se plantean cuatro tipos de financiamiento de las redes de actores sociopolíticos de la afrodescendencia: Alto, medio, bajo y nula:

  1. Financiamiento alto: Estas redes son las más fuertes, afrocéntricas, estructuradas, con una jerarquía en sus directivas y una gran capacidad de abogacía y gerencia de recursos.

  2. Financiamiento medio: Son redes que viven en función de proyectos y convocatorias a financiamiento. Son redes por lo general institucionalizadas y cuentan con actores lobistas.

  3. Financiamiento bajo. Por lo general son las redes que no se mueven, son inorgánicas y solo sirven para movilizar a sus líderes en función de convocatorias a eventos.

  4. Nulo financiamiento: Estas redes no reciben financiamiento porque actúan coyunturalmente, y por lo general son fachada de sus coordinadores que buscan otros intereses, por lo demás políticos.

F) Tendencias ideológicas de las redes de actores del movimiento social afrodescendiente.

Analizando los comportamientos, agendas, estrategias de acción, reivindicaciones, perfil de los actores e intereses, y partiendo de la experiencia propia en el conocimiento de las redes, se podría presentar un cuadro hipotético de las tendencias ideológicas de las redes de actores del movimiento social afrodescendiente. Este ejercicio pudiera plantear cuatro escenarios: a) Tendencia de institucionalización, b) tendencia afrocéntrica, c) tendencia gubernamental, c) tendencia de coyuntura o interés corporativo. Describiremos estas cuatro tendencias, las cuales son permeadas por ideologías de izquierda, progresistas, de derechas o afrocéntricas o combinadas.

Tendencias afrocéntricas.

Son aquellas redes de actores sociopolíticos que se mueven en función de la agenda propia de la negritud o de los problemas de la diáspora africana. Por lo general son independientes y autónomas. Pueden tener o no estatutos, pero siempre se mueven alrededor de una declaración radical de fundación, donde determinan sus objetivos. Estas redes afrocéntricas centran sus repertorios alrededor de las necesidades globales o del colectivo: lucha contra el racismo, la desigualdad, defensa de derechos colectivos, las acciones afirmativas y las reparaciones.

Tendencias institucionalistas

Se caracterizan así aquellas redes que se mueven solo en función de lo que se ha acordado como colectivo o grupo corporativo. Aunque también tienen como objetivos aquellos de tipo afrocéntricos, realizan alianzas estratégicas con otras redes no afrocéntricas o que no tienen como centro los temas afrodiásporicos. Son abiertas a varias tendencias partidistas (de izquierda o de derecha) y muchas veces actúan pragmáticamente en función de sus intereses, pero sin descuidar los propósitos o las metas establecidas en sus planes de trabajo. Muchas de estas redes logran ser permanentes en el tiempo, son verticales en su organización y poseen una militancia.

a) Tendencias gubernamentales

Estas son las redes que giran alrededor de convocatorias o agendas de los gobiernos y de las agencias de cooperación. Dependen mucho de los recursos disponibles por las Naciones Unidas, ONGs o entidades de cooperación. Son muy funcionales a los aparatos del status quo. Muchas veces son efectivas, pragmáticas y logran sus propósitos.

b) Tendencias coyunturales o de interés corporativo

Estas redes son agenciadas por un individuo o grupos de individuos. En realidad, no son redes, pues solo lo aparentan. Suelen surgir o resurgir en función de Reuniones Gubernamentales Regionales, mesas de trabajo institucionales de los gobiernos. Por lo general no tienen activistas sino accionistas, o individuos con una disponibilidad de tiempo, de alta gerencia y lobby para conseguir recursos. (Figura 1)

Figura 1 Cuadro sinóptico de las tendencias de las redes 

5. Algunas conclusiones

En este artículo hemos analizado la dinámica de las redes sociopolíticas en las cuales se articulan las organizaciones del movimiento afrodescendiente de las Américas. El movimiento social afrodescendiente en las Américas actualmente se articula en una configuración de expresiones de la sociedad civil que demandan una sociedad más igualitaria y libre de racismo y discriminación. Estas expresiones organizativas van desde colectivos comunitarios, organizaciones profesionales, asociaciones, grupos espontáneos y líderes, intelectuales y demás actores sociopolíticos. Básicamente se interpelan espacios democráticos de participación y demandas a los Estados Nacionales por garantía de derechos a la igualdad ciudadana, el derecho a la no discriminación, la autonomía política, la proyección de los territorios, el cuidado del medio ambiente, y los derechos económicos, sociales y culturales, además de la protección de la niñez, el apoyo a la juventud y los derechos de las mujeres afrodescendientes. Estas articulaciones son redes de actores sociopolíticas del movimiento social afrodescendiente de las Américas. Las redes sociopolíticas, históricamente han constituido la estrategia de incidencia y acción colectiva al movimiento social, especialmente en el ámbito transnacional. Por ejemplo, desde Durban (2001) demostraron su efectividad en repertorios, demandas, propuestas y conquistas. Sin embargo, la falta de continuidad de procesos, el escaso financiamiento y la dispersión generan una debilidad manifiesta en el logro de las agendas. A corte del 14 de febrero de 2021, encontramos 21 redes transnacionales del movimiento social afrodescendiente en las Américas. Variedad de redes que van desde las afrocéntricas hasta las institucionales, como sus ideologías de izquierda y de derecha, son consideraciones que deben tenerse en cuenta a la hora de impulsar proyectos de empoderamiento. No obstante, habría que ponerle más atención a las de carácter afrocéntrico, pues son más autónomas, independientes y perdurables. Las redes de actores sociopolíticos del movimiento social afrodescendiente se enfrentan a una tendencia mundial que se resiste en posicionar el tema de las desigualdades raciales como un obstáculo para la calidad de la democracia, el desarrollo socioeconómico de los países y la garantía de derechos a las minorías culturales. Pero al interno, se pudiera interpretar algunas problemáticas que poseen actualmente las redes de actores sociopolíticos del movimiento social afrodescendiente de las Américas.

(MarcadorDePosición1)Actualmente las redes sociopolíticas del movimiento afrodescendiente mantienen una agenda política inspirada en el mandato de los ancestros de construir una sociedad basada en una democracia intercultural, paritaria, en una sociedad descolonizada, desracializada, garante de las oportunidades, reparadora y garante de un modelo de desarrollo basadas en los principios filosóficos del Ubuntu y del buen vivir. En consecuencia, y pensando en los objetivos del Decenio Internacional Afrodescendiente, la agenda política del movimiento afrodescendiente se concentra en algunos puntos a saber:

En reconocimiento:

  1. Construir una Declaración Internacional sobre los Derechos de los Afrodescendientes (CERD A/67/18).

  2. Generación de estadísticas básicas de inclusión étnica racial en las entidades censales de los estados nacionales

  3. Implementación del Foro Permanente de Cuestiones Afrodescendientes en las Naciones Unidas y la OEA

  4. Reconocimiento del carácter de pueblo a los afrodescendientes en el espíritu del derecho internacional y en consecuencia realizar reformas constitucionales y legales.

  5. Impulsar proceso de educación nacional con énfasis en la historia, la identidad y la contribución de los afrodescendientes a los estados nacionales

En Justica

  1. Impulsar procesos de incidencia para el garantiza el acceso a la justicia sin prejuicio racial en los operadores, erradicar la violencia policial y el perfilamiento racial

  2. Garantizar la protección de los territorios ancestrales, los conocimientos tradicionales y los recursos naturales, junto con la defensa del agua sin contaminación.

En Desarrollo

  • Impulsar el Fondo para el Desarrollo de los Afrodescendientes, mismo que cuenta con gran receptividad a nivel Banco Mundial como del BID.

  • Generación de estadísticas afrodescendientes que monitoreen los avances del Decenio, del Consenso de Montevideo, de los alcances de los ODS, los impactos de la pandemia del Covid-19 y los progresos en temas de visibilidad estadística, incluidos Censos y Registros Administrativos.

  • Fortalecimiento de las redes sociopolíticas afrodescendientes, especialmente aquellas con poder de agencia (red de mujeres, la Plataforma Cumbre Mundial Afrodescendientes, la RIAFRO, las redes académicas y observatorios afrodescendientes).

  • La realización de una Cumbre Mundial sobre los Afrodescendientes, a instancias de la ONU, que bien podría clausurar el “primer” Decenio e inaugurar el “Segundo Decenio Internacional de los Afrodescendientes”, que se prevé será proclamado.

En suma, el movimiento afrodescendiente ha creado espacios de interlocución institucional y gubernamental que luego se convierten en redes de tipo transnacional. Estos espacios son conquistas importantes para sus reivindicaciones. Alguna de estas redes son espacios que demuestran compromiso ideológico, además que cumplen la tarea de incidencia de forma técnica e institucional.

Una preocupación central está en la forma como se logra sostenibilidad, duración y permanencia de las redes en el tiempo y en el espacio. Especialmente se debería intentar mejor apoyo a aquellas redes que ha demostrado fortaleza, consistencia ideológica, representación. Estas redes por lo general son compuestas por organizaciones afrocéntricas comprometidas con el seguimiento, veeduría, y rendición de cuentas.

Se debería apuntar a sostener aquellas redes propias afrocéntricas, que finalmente tienen capacidad de estar en todos los espacios de articulación de forma independiente y no dependen de factores externos ni intereses corporativistas.

Es necesario cambiar una tendencia. Los organismos de cooperación prefieren apoyar a los gobiernos para la implementación de temas de afrodescendientes en lugar de prestar más apoyo a las organizaciones. Los gobiernos tienen recursos, pero las organizaciones no.

Sería importante hacer énfasis en las redes locales o subregionales dentro de los estados nacionales, al fin y al cabo, las organizaciones locales están en la primera línea de las acciones colectivas. Se requiere, por tanto, que se trabaje más con la sociedad civil, para que se haga más incidencia en los gobiernos locales.

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1Ese trabajo es resultado de una investigación financiada por la Agencia de Cooperación Española. Un resumen ejecutivo fue publicado en: Agencia Española para la Cooperación y el Desarrollo y Corporación Amigos de la Unesco. (2022). Derechos humanos de los pueblos afrodescendientes en América Latina y el Caribe. AECID. Madrid.

2Booker T. Washington (1856-1915), A. Philip Randolph (1889-1979) Malcolm X (1925-1965) Rosa Parks (1913- 2005). Martin Luther King Jr. (1929-1968).

3En total fueron 4 congresos panafricanos: 1900 en Londres, 1919 en París, 1921 en Bruselas, París y Londres, 1927 en Nueva York (Ver Siglo XXI). El Quinto congreso fue en 1945, el sexto fue ya en 1974

4El primer congreso fue coordinado por la Asociación Cultural de los Jóvenes Negros Peruanos, el Centro de Estudios Afrocolombianos y la Fundación Colombiana de Investigaciones Folclórica: El segundo congreso fue liderado por el Centro de Estudios Afropanameños y el Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura del Gobierno de Panamá, su presidente fue Gerardo Maloney. El tercer congreso fue liderado por el Teatro Experimental Afrobrasilero, su presidente fue Abdias Nascimiento.

5La Red se articuló teniendo en cuenta las relaciones funcionales subregionales de América Latina: El Cono Sur, Andina, América Central y Norte América.

6El Primer encuentro de parlamentarios afrodescendientes se realizó en Brasil en 2003; el segundo en Bogotá 2004; y el tercero en Costa Rica 2005.

ANEXO

REDES INTERNACIONALES DE ACTORES SOCIOPOLTICOS DEL MOVIMIENTO AFRODESCENDIENTE DE LAS AMÉRICAS. 

Recibido: 17 de Octubre de 2022; Aprobado: 20 de Abril de 2023

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