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Anthropologica

versión impresa ISSN 0254-9212

Anthropologica vol.34 no.37 Lima jul./dic. 2016

 

RESEÑAS

 

Campagno, Marcelo (ed.) (2014). Pierre Clastres y las sociedades antiguas. Buenos Aires: Programa de Estudios sobre Formas de Sociedad y Configuraciones Estatales en la Antigüedad. Universidad de Buenos Aires, Miño y Dávila.

 


El historiador argentino Marcelo Campagno nos entrega un libro titulado Pierre Clastres y las sociedades antiguas, cuya arquitectura y contenidos comprueban que, a casi cuarenta años de la obra científica del antropólogo francés, sus etnografías sobre las sociedades del ámbito amazónico y teorías acerca de los pueblos «salvajes» fuera y en contra de los Estados poseen un alto valor para abrir canales de diálogo entre las varias subespecialidades que parcelan la ciencia social, del mismo modo que soporta la posibilidad heurística de profundizar en el estudio y la reflexión teórica sobre las sociedades antiguas. Este nuevo volumen de la colección «Estudios del Mediterráneo Antiguo», del Programa de Estudios sobre Formas de Sociedad y Configuraciones Estatales en la Antigüedad de la Universidad de Buenos Aires, es una compilación de artículos elaborados por autores iberoamericanos especializados en regiones y períodos muy distintos. Todos comparten la noción de que las contribuciones de Clastres acerca del Estado, las sociedades no estatales, el papel de la guerra, las diferencias entre prestigio y poder, entre otras, pueden resultar de singular utilidad para otorgar mayor densidad a los complejos procesos históricos de configuración material y simbólica de diversas culturas políticas, nociones de autoridad y poder entre las sociedades antiguas, transitando escenarios tan diferentes como la cuenca del Mar Mediterráneo (Egipto, el Levante, Grecia y la Península Ibérica) y la América precolombina (Mesoamérica, el área andina y la selva amazónica).

En el capítulo introductorio, Campagno hace un recorrido por las diferentes lecturas y usos políticos de la noción de «sociedades contra el Estado», sistematizadas tanto en encuadres académicos como por actores sociales y políticos del mundo contemporáneo. Complementa el recorrido un repaso de la influencia de Clastres en los estudios sobre sociedades antiguas, consiguiendo así un retrato preciso del sentido general de la obra y de las investigaciones, que deviene un sugestivo y muy útil mapa de lectura.

Después, la obra se organiza en tres secciones que procuran reflejar los nudos problemáticos en torno a los cuales se organizan las contribuciones de los autores. La primera sección, «Sociopolíticas salvajes», es una aproximación a las distintas maneras en las que diversos arqueólogos emplean las ideas de Clastres. En el primer trabajo, Felipe Criado-Boado centra su indagación en la arqueología del paisaje de la sierra de Barbanza (ca. 4300-2500 a.C.), una región de la antigua Galicia, y procura indagar las razones de la aparición de su primera arquitectura monumental en el marco de una tendencia hacia la disolución de la sociedad primitiva, que supondría una dinámica de expropiación del trabajo detrás de la cual se adivina la instauración de un poder escindido de y sobre la sociedad. En el segundo capítulo, Eduardo Góes Neves plantea que una arqueología crítica de las sociedades amazónicas debe rechazar el supuesto teórico de que siempre «algo ha faltado» en su objeto de estudio. Este supuesto impone serias limitaciones en la interpretación de la índole específica de la Amazonía antigua, cuyas poblaciones conocieron la agricultura, la cerámica, las concentraciones demográficas y las jerarquías, para luego abandonarlas. El tercer capítulo de Denise Maria Cavalcante Gomes, amparándose en el análisis arqueológico de ciertos objetos funerarios ceremoniales de las áreas de Santarém y Marajó y su iconografía, sostiene que la existencia de una diversidad de puntos de vista cosmológicos. Sugiere la presencia de escenarios sociopolíticos contradictorios y de la inestabilidad que supone no solo la inexistencia de un punto de vista político unificador, sino —y más importante— una cosmopolítica renuente a la unificación ontológica que, en términos políticos, se traduce en la oposición contra el Estado planteada por Clastres.

En la segunda sección, titulada «Liderazgos no escindidos», dos trabajos se ocupan del examen de figuras de autoridad política y sus vínculos con las sociedades que las sustentan. Emanuel Pfoh critica los enfoques que utilizan la categoría de Estado y los modelos de feudalismo para el estudio de las dinámicas locales de las sociedades sirio-palestinas de las edades del Bronce Tardío y del Hierro (ca. 1600-600 a.C.). Este historiador determina que el prestigio personal, la restricción colectiva a la autoridad real y la relevancia de la reciprocidad en los vínculos políticos constituyeron elementos que dan cuenta de la trama sociopolítica interna en la antigua Palestina de mejor manera que la lectura evolucionista, que las retrata como versiones en pequeña escala de los Estados existentes en las regiones circundantes. El trabajo de Diego Paiaro, valiéndose del concepto de «sociedad indivisa», identifica la presencia de líderes políticos carentes de poder sobre el cuerpo de ciudadanos de la antigua Atenas, que alcanzan sus metas mediante el prestigio que otorgaba la oratoria y se condicionan tanto a la obligación de generosidad como a una plétora de mecanismos que obstaculizaban la posibilidad de una división entre dominantes y dominados —al menos a escala ciudadana—, ya que más allá de la comunidad cívica es posible ejercer la coerción sobre todos aquellos excluidos de los derechos políticos (metecos, esclavos, mujeres, poblaciones sometidas al «imperialismo»).

La tercera sección, titulada «Violencias primitivas», reúne tres contribuciones sobre las prácticas y representaciones de la guerra. Augusto Gayubas indaga sobre la cuestión del conflicto en la vida de las comunidades nilóticas con anterioridad a la emergencia del Estado y postula que las particulares teorizaciones sobre la guerra esbozadas por el antropólogo francés —en especial aquellas que subrayan el carácter definidamente político de dicha praxis en tanto dispositivo que sanciona la lógica de la diferencia entre las comunidades— permiten replantear los sentidos que los egiptólogos han asignado tradicionalmente a los testimonios arqueológicos de los tiempos prehistóricos. Marcos Cabobianco examina la «rebelión primigenia», un episodio recurrente en los relatos míticos del antiguo

Egipto que trata de un tiempo en el que el orden establecido por el dios creador fue desafiado. La derrota de los rebeldes sería la primera vez en que el liderazgo del dios deviene violento y represivo, características del orden estatal. El autor destaca que dicho episodio representa el modo en que la sociedad antigua egipcia pensaba, a través del lenguaje mitológico, el origen de lo estatal. El trabajo de Francisco Javier González García se ocupa de las modalidades de organización social en el noroeste de la Península Ibérica durante el primer milenio a.C. y de resituar el rol de la guerra en la prehistoria tardía europea, echando luz sobre un movimiento de oscilación entre la estructuración de «sociedades con guerreros» (en las que existe una élite de especialistas militares cuya legitimidad procede del prestigio que otorga la actividad bélica) y «sociedades guerreras» (en las cuales la guerra es llevada a cabo de manera grupal por la colectividad).

La cuarta sección, denominada «Del poder escindido», reúne artículos que discuten las posibilidades teóricas que brinda el pensamiento de Clastres para resolver las diversas interrogantes que aún despierta la cuestión paradojal de la emergencia de las primeras dinámicas sociopolíticas estatales en el mundo antiguo. Marcelo Campagno advierte que ese «misterio de los orígenes» del que hablaba Clastres —la paradoja de un Estado que aparece en el contexto de sociedades «contra el Estado»— no puede ser resuelto apelando ni a presupuestos evolucionistas ni mucho menos a la receta posmoderna de evitar los dilemas de índole teórica. Por el contrario, este historiador sugiere la posibilidad de pensar, a partir del análisis de tres contextos intersticiales (las guerras de conquista, la concentración poblacional en núcleos urbanos iniciales y las realezas sagradas), el surgimiento de la práctica estatal en tanto dinámica que emerge en exterioridad respecto de una lógica del parentesco que produce el lazo social en las sociedades pre estatales y que, a partir de entonces, no queda eliminada sino subordinada a la nueva lógica estatal. A continuación, Marcelo Campagno y Enrique Fernando Aramburú revisan la evidencia empírica del valle del Nilo a finales del cuarto milenio a.C., del valle de Oaxaca a finales del primer milenio a.C. y de la cuenca del Titicaca en los primeros siglos de la era cristiana, para identificar y comparar los diversos escenarios y transformaciones que conducen al surgimiento del Estado en el antiguo Egipto, Mesoamérica y los Andes centrales. Cierra la sección un artículo de Ferrán Iniesta (Universidad de Barcelona, España) sobre los diversos procesos identitarios y las complejas formas de poder del África negra, cuya configuración histórico-cultural el autor retrotrae hasta el antiguo Egipto, a partir de las contraposiciones entre un «nosotros» y los «otros», a la guerra hacia afuera y su relación con lo estatal y a la crítica de conceptualizaciones de las sociedades africanas precoloniales en clave marxista.

Solo nos resta señalar que Pierre Clastres y las sociedades antiguas testimonia de modo proverbial cómo la perspectiva antropológica puede constituir un giro iluminador para los historiadores que se proponen brindar nuevas explicaciones e interpretaciones, que resulta posible revalorar la obra de Pierre Clastres en una dimensión teórico-metodológica que va más allá del reporte etnográfico y que significa descubrir un arsenal de herramientas analíticas. El volumen es un aporte al conocimiento del mundo antiguo, cuyos autores, historiadores y arqueólogos, lograron una metamorfosis en clave «clastreana» de sus marcos conceptuales y prácticas de oficio para pensar, de una forma diferente y remozada, el régimen de lo histórico-social.

 

Horacio Miguel Hernán Zapata

Universidad Nacional del Nordeste.
Universidad Nacional del Chaco Austral.
Argentina

 

Palabras clave: Pierre Clastres, historia antigua, antropología sociocultural, América precolombina, prehistoria europea, África negra, origen del Estado.