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Lexis

Print version ISSN 0254-9239

Lexis vol.39 no.2 Lima  2015

 

NOTAS

 

El vocabulario sechurano de Richard Spruce*

 

Matthias Urban

Universidad de Leiden

 


Resumen

Esta nota hace accesible una nueva transcripción del vocabulario de la lengua de Sechura recolectado por Richard Spruce. Elaborado a mediados del siglo XIX por el botanista inglés, constituye una de las solo dos fuentes para esta lengua del extremo norte del Perú. La comparación del original con versiones publicadas anteriormente hace evidente graves errores de transcripción, particularmente en las versiones de Otto von Buchwald y Jacinto Jijón y Camaaño. La nota también discute las probables circunstancias de la recolección de los datos y la historia de la publicación de las versiones anteriormente conocidas. Por último, concluye con primeras observaciones sobre la relevancia del vocabulario de Spruce, especialmente acerca de la situación lingüística en el pueblo de Olmos.

Palabras clave: Sechura, Olmos, lenguas peruanas, manuscrito.

 


Abstract

This paper makes accesible a new transcription of Richard Spruce’s vocabulary of the Sechura language. Collected in the mid-19th century by the British botanist, it constitutes one of only two sources of data for this language of northernmost Peru. A comparison of the original with previously published versions shows serious errors in transcription, in particular in those of Otto von Buchwald and Jacinto Jijón y Camaaño. The article also discusses the probable circumstances of data collection and the publication history of the hitherto known version, and concludes with some first observations on the significance of Spruce’s wordlist for elucidating the linguistic history of the region, in particular with regard to the question of the linguistic situation at Olmos.

Keywords: Sechura, Olmos, Peruvian languages, manuscript.

 


1. Introducción y objetivo del presente trabajo

Aparte del famoso "Plan" de las lenguas de la diócesis de Trujillo elaborado por el obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón (1985[1782-1790]), el corto vocabulario recolectado por el botanista inglés Richard Spruce, en los años 60 del siglo XIX, es considerado la única fuente propiamente lingüística de la lengua originalmente hablada en la región del desierto de Sechura en el extremo norte del Perú. Además de las lenguas de Colán y Catacaos, también conocidas por el Plan de Martínez Compañón, y posiblemente meros dialectos de una sola lengua, la lengua sechurana era una de las lenguas de la región costeña del departamento peruano de Piura.

Posiblemente colán y catacaos, comúnmente conocidas como tallán, habrían estado emparentadas con la lengua de Sechura, pero las evaluaciones de los datos en relación con esta pregunta divergen considerablemente (Torero 1986: 532; Adelaar con Muysken 2004: 400; Campbell 2012: 105). Spruce, a pesar de que sufría ya entonces de mala salud, recolectó datos en 1863, durante la última de sus muchas y largas expediciones en América del Sur. En esta época, las lenguas tallanas ya habían desaparecido.

La comparación del original con las versiones anteriormente publicadas por Götz von Buchwald, Jacinto Jijón y Camaaño, y Paul Rivet muestra que, particularmente, las transcripciones de Von Buchwald, y Jijón y Camaaño tienen algunos graves errores de transcripción. Dada la mínima documentación lingüística de esta lengua, la reproducción prolija de los datos existentes se vuelve importantísima —es el criterio mínimo y condición sine qua non para aprender algo sobre la estructura de una lengua con una base de datos escasos—. Por consiguiente, presento en este artículo una nueva transcripción del vocabulario acompañada de algunas notas sobre su elaboración. También trato la interrogante de poder adjudicar el vocabulario en su totalidad a la lengua de Sechura y muestro que, al menos como hipótesis de trabajo, esto puede ser justificado.

Una nueva publicación de la lista sirve, en primera instancia, para hacer accesible información fiable para futuras investigaciones filológicas. En ese sentido, termino este artículo con observaciones con respecto al uso potencial del vocabulario —solamente en el caso de ser transcrito fielmente y al detalle— para una mejor comprensión del pasado lingüístico del norte peruano, en particular, la situación lingüística del pueblo de Olmos.

2. El manuscrito original del vocabulario

El original del vocabulario de Spruce se encuentra en los archivos de los Kew Royal Botanical Gardens en Londres, donde está archivado bajo la clasificación RSP/3/1. Está constituido por dos páginas escritas a mano, entre las cuales el título "Words in the language of Morrope, Colan, Eten, Sechura and Catacaos"1 se ve dividido. Encima del título, se encuentra el número romano XV seguido por la declaración de autoría "Collected by Spruce"2 y, de mano diferente (probablemente la de un archivista), en letras mayúsculas la nota "(PRESERVE, PLEASE)".3 Las líneas del vocabulario en sí mismo comienzan con las entradas en inglés que están seguidas por una larga línea hasta el inicio de las palabras de la lengua descrita, que, además, se encuentran subrayadas. Los cuatro elementos finales constituyen una excepción. Estos aparecen verticalmente al margen lateral de la página desde abajo hacia arriba debido a la falta de espacio. En un caso, el significado inglés ‘plantain’ (‘plátano’) no se ve seguido por un equivalente en la lengua descrita, hecho que sugiere que, al menos en parte, Spruce habría fallado en determinar los sentidos que quería cubrir ya antes de consultar a su informante y que, por lo tanto, no pudo obtener ningún equivalente. La organización parcialmente semántica de los sentidos también sugiere un planteamiento anterior. En una tercera columna, que es mucho más estrecha que las restantes y presumiblemente añadida por Spruce solo después de la elaboración del manuscrito, se hallan equivalentes en la lengua chimú de cinco de los elementos del vocabulario. La lengua registrada en esta columna es el mochica. Por desgracia, estas cinco palabras no contribuyen al estudio de esta lengua porque ya son conocidas y ampliamente documentadas en otras fuentes más extensas. En efecto, el uso característico de la ligadura <æ> usada también por De la Carrera (1644), autor de la única gramática mochica colonial, así como otras semejanzas, sugiere que sus formas mochicas podrían, con ligeras adaptaciones, haber sido tomadas simplemente de esa fuente.4

Aunque el castellano no era la lengua materna de Spruce y da los significados en inglés, el uso de las letras <ñ> y <ll> en su vocabulario, tanto como otros indicios, muestran que generalmente sus grafías deben ser interpretadas según las reglas de la ortografía castellana, sin olvidar la posibilidad de influjos de la ortografía inglesa o de interpretación de lo oído por Spruce con el trasfondo de la fonética y fonología inglesas.

Una nueva transcripción junto con una comparación con las versiones publicadas se halla en el apéndice A del presente artículo. Para evitar la situación inconveniente de que los interesados deban continuar confiando en una transcripción secundaria, también incluyo notas pertinentes que, en algunos casos, mencionan transcripciones alternativas. Aun más importante, un facsímile del original se encuentra reproducido en el apéndice B, así que se puede comparar inmediatamente interpretaciones equivocadas con el original.

3. Versiones publicadas anteriormente

El vocabulario fue publicado anteriormente por Von Buchwald (1918), Lehmann (1920, 1084-1085), y Jijón y Camaaño (1945, 755-756). Además, Rivet (1949, 7-9) lo publicó combinado con los datos de la lengua sechura de Martínez de Compañón y la información aportada por el obispo trujillano acerca de las variedades tallanas, colán y catacaos, bajo la forma de un único vocabulario "sek".

Von Buchwald (1918: 231) señala que antes que nada pidió la lista a Clements Markham, amigo de Spruce y activo también en la investigación del mundo andino, pero que finalmente la obtuvo gracias a Jijón y Camaaño. Eso concuerda con la información dada por el mismo Jijón y Camaaño (1943, 601), quien dice que recibió una copia de la lista de Markham en 1912. Si se juzga sobre la base del propio relato de Lehmann (1920), este se apoyó en la versión publicada por Von Buchwald y no en el manuscrito original. Su lista carece de la palabra <cucutama> ‘mujer’, que está marcada como cuestionable por Von Buchwald (1918). La única diferencia adicional es que Lehmann da <re> donde von Buchwald escribe <ré> ‘cara’. La versión de Jijón y Camaaño difiere en algo más: <c> generalmente se sustituye por <k> en su versión del vocabulario.

El vocabulario original difiere en algunos aspectos de las versiones publicadas por Von Buchwald, y Jijón y Camaaño. En ambas versiones se encuentran algunos errores obvios en la transcripción. Hay repetidas ocasiones en las que la forma de las palabras está representada de una manera poco fiable, pero los errores más graves y dañinos se dan en los casos de los elementos propuestos por el mismo Spruce como ‘hearing’ (castellano: oído) y ‘hawk’ (castellano: halcón) traducidos al castellano como ‘arenque’ (inglés: herring) y ‘corazón’ (inglés: heart), respectivamente, no solo por Von Buchwald, sino también por Jijón y Camaaño. Rivet (1949: 6, nota1) reconoce que se trata de errores, pero en uno de los casos solamente sustituye el error por otro malentendido: en lugar de <hawk>, él cree leer <hark> ‘escuchar bien’ y entonces inexplicablemente traduce el infinitivo inglés como el imperativo plural francés ‘écoutez’.5

La interpretación correcta como <hearing> y <heart>, además de ser la mejor correspondencia a las palabras escritas a mano, se halla apoyada adicionalmente por dos hechos circunstanciales: en primer lugar, el vocabulario de Spruce muestra un enfoque parcialmente temático, en el que palabras que pertenecen al mismo campo semántico se encuentran en vecindad la una con la otra. Los elementos que realmente significan ‘oído’ y ‘halcón’ están rodeados por sectores en los que aparecen términos para partes del cuerpo y animales respectivamente.6 En segundo lugar, <kilkil>, que es el término en la lengua descrita para ‘halcón’, sería una palabra onomatopéyica que imita el grito del ave y por consiguiente encajaría con el sentido. El orden de los elementos en el original también difiere ligeramente de las versiones publicadas por Von Buchwald, y Jijón y Camaaño. Ellos listan la palabra para ‘maíz’ más abajo, entre las entradas para ‘algodón’ y ‘diablo’. Además, el orden de la frase ‘ven acá’ y la palabra que significa ‘tranquilo’ está invertido. Por último, el vocabulario "sek" de Rivet está organizado alfabéticamente.

En consecuencia, los vocabularios de Von Buchwald, y Jijón y Camaaño comparten dos particularidades comunes: la traducción errónea de dos palabras y el orden de los elementos. Esto hace pensar que, en realidad, ninguno de ellos tuvo acceso al manuscrito original, sino que trabajaron más bien con una copia, tal vez elaborada por Clements Markham, quien, como hemos visto, jugó un papel importante en la distribución de los datos. De esta manera, tanto la restructuración del orden como los errores habrían sido aceptados. Otro hecho sugiere, además, que esta copia hipotética ya estaba traducida al castellano: la forma<ré> está traducida como ‘casa’ en lugar de ‘cara’ por Jijón y Camaaño. Un error así solo es explicable teniendo en cuenta las traducciones originales inglesas ‘house’ y ‘face’ que el mismo Spruce ofrece. Sin embargo, Rivet (1949: 6, nota 1) señala que habría obtenido una copia del vocabulario hacía mucho tiempo de Jijón y Camaaño. Como Rivet obviamente tenía acceso al original inglés, se debe concluir que, en efecto, el original o una copia fiel se encontraba en posesión de Jijón y Camaaño. El hecho de que en su versión se encuentren los mismos errores y el mismo orden de elementos que difieren del original, como en la versión de Von Buchwald, se puede explicar solamente asumiendo que Jijón y Camaaño sí tenía en su posesión el original o una copia del mismo, pero que para la publicación del vocabulario no se tomó la molestia de consultar el original, sino que se fió enteramente de la transcripción elaborada antes por Von Buchwald, de tal manera que introdujo el error ‘casa’ por ‘cara’, además de otros errores menores.

4. Asignabilidad de los datos y circunstancias de la recopilación

A pesar de la sugerencia indefendible por parte de Von Buchwald (1918: 233) de que el vocabulario de Spruce representa una variedad del quechua, muchas veces se asume que se trata de una muestra de la lengua comúnmente conocida como sechura (siguiendo la denominación usada por Martínez Compañón). Rivet (1949: 6) supone que se trata de la misma lengua que De la Calancha (1638, 550) denomina sec. En efecto,-ura es un elemento final frecuente en topónimos de la región (compárese Piura, Nonura, Pisura, etc.), hecho que podría apoyar la identificación.

De hecho, Rivet (1949: 6; cf. también Torero 1986: 542) identificó un número de elementos de la lista correspondientes a las anotados por Martínez Compañón. Se ofrece una comparación de los pocos sentidos que ambos vocabularios cubren (menos el caso de ‘corazón’, que, como hemos visto, solo aparece en la lista de Martínez Compañón).

 

 

Queda claro que hay correspondencias al menos parciales para cuatro de los cinco términos.7 Sin embargo, todavía no resulta claro en absoluto que todas las formas aportadas por Spruce pertenezcan a esta lengua cuando se considera el curioso título de la lista que hace referencia a una región relativamente estrecha que incluye lugares donde seguramente se hablaba el mochica (compárese la confusión expresada por Lehmann 1920: 1084). Von Buchwald (1918: 231) y Rivet (1949: 6, nota 2) quieren eliminar Mórrope y Eten de los posibles lugares donde Spruce pudiera haber estado activo precisamente por la misma razón (y Colán le parece dudoso al último porque piensa que una etimología mochica para el topónimo sería posible). No obstante, pues, el hecho de que algunas formas en el vocabulario de Spruce puedan ser atribuidas a la lengua sechurana, teniendo en cuenta las semejanzas con la lista de Martínez Compañón, no significa que automáticamente se pueda hacer lo mismo con las formas restantes. Dado que el título explícitamente hace referencia a Eten y Mórrope, aún un origen mixto de las formas —unas provenientes de la lengua sechurana, otras posiblemente de las lenguas tallanas o del mochica— es teóricamente posible.8

Referencias posteriores al manuscrito aun amplían la confusión: Markham (1910: 220), quien menciona una lista de 37 formas (en realidad son 38) de la lengua "sec" recogidas por Spruce en 1863, señala que en aquel momento la lengua documentada por Spruce ya se hablaba en Colán, Sechura y Catacaos. Esto es desconcertante, porque es bien conocido que en Colán y Catacaos se hablaba tallán, una lengua (o dialectos de ella) claramente distinguible de la de Sechura. Markham añade que las palabras "have not the remotest resemblance to equivalent words in the Mochica, Chibcha, or Atacama languages".9 A mediados del siglo XX, Mason (1950: 196) escribe que "[t]he Catacao… are said still to speak their ...language".10 No queda claro qué sustento tiene esta afirmación. Además, Mason (1950: 196), por su parte, atribuye la publicación de los datos de Spruce -40 palabras según él- no a Von Buchwald, sino a Markham (1864a). Esta obra, sin embargo, no contiene dicha lista. Tampoco se encuentra en Markham (1864b), pero al menos allí se halla información relevante acerca de la situación lingüística en el extremo norte del Perú a mediados del siglo XIX. Markham (1864b: xliii-xlv, nota 1) literalmente relata un pasaje de las "memoranda collected by Mr. Spruce at Piura".11 Los párrafos referentes a las lenguas de la región son los siguientes:

The Sechuras inhabit the large village of Sechura… Only the very oldest people recollect anything of their original language, but they relate that in their younger days it was in general use… The Catacáos live in the village of that name, about five leagues higher up the valley of Piura… I was unable to find among them any one who recollected anything of their ancient language, beyond the tradition that it was entirely distinct from the Sechura. The Colánes, formerly very numerous on the lower part of the river Chira (a little to the north of the port of Payta), and still existing in the village of Colan, at the mouth of the river, and at Amotape, a little way within it, have also lost all remembrance of the language of their forefathers.12

Esa información, que proviene del mismo Spruce, si le creemos a Markham (1864b), contradice explícitamente tanto a Von Buchwald (1918) como a la declaración posterior de Markham (1910) mismo. Su veracidad es probablemente más alta que la de los relatos posteriores según los cuales los datos provendrían de lugares distintos porque fue publicada más temprano que los mismos y porque provienen de su recopilador mismo. Lo dicho por Spruce, en efecto, es evidencia fuerte para identificar los datos aportados en su vocabulario como provenientes de la lengua sechurana: Spruce debe haber recolectado los datos en Sechura porque en Colán y Catacaos no habría logrado encontrar hablantes de las lenguas tallanas y, de hecho, hay semejanzas formales con las formas sechuranas de Martínez Compañón. El título del vocabulario que menciona Eten y Mórrope en el área mochica, tanto en Colán y Catacaos como los lugares en que la lengua documentada se hablaba, sin embargo, son todavía un misterio. No solo por esta razón, sino también por prudencia general, cualquier análisis del material debe proceder con cuidado: por ejemplo, la palabra <rancho>, que significa ‘pavo, gavilán’ según Spruce es, con alta probabilidad, una intrusión del castellano sudamericano que conoce con el nombre de carancho a aves del género Caracara (en las latitudes del norte peruano probablemente se refiere a Caracara cheriway), cuyo aspecto, a propósito, explicaría la aparición de dos aves muy diferentes en la entrada dada por Spruce. Sin embargo, como hipótesis de trabajo, se puede asumir que el vocabulario de Spruce es una muestra auténtica de la lengua sechurana.

5. El vocabulario sechurano y la cuestión de Olmos

El propósito principal del presente trabajo es únicamente hacer accesible una versión más fiable del importante vocabulario de Richard Spruce. Como objeto para un estudio más amplio, tengo planeado un análisis filológico de los datos disponibles de las lenguas del extremo norte del Perú que englobará también datos etnohistóricos y otro material relevante. Sin embargo, quiero mostrar aquí que no solo existen graves errores como la confusión de hearing por herring por parte de Von Buchwald, y Jijón y Camaaño, sino también modificaciones respecto a pequeños detalles o la omisión de las mismas en la transcripción.

Se ha especulado mucho acerca de la situación lingüística en el pueblo de Olmos. Esto se debe a dos fuentes de información: en primer lugar, hay una famosa referencia a la lengua de Olmos por De la Calancha (1638: 550), quien dice que "la de los Olmos mudan letras i finales, si bien cada pueblo, i aun cada familia tiene lengua propria, o vocablos diferentes, siendo la confusion de sus lenguas castigos de Babilonia".

En segundo lugar, como es bien conocido, Brüning (1929) da cuenta de una tradición oral de Olmos según la cual siete familias de Sechura se fueron desplazando de Sechura hacia Olmos, donde finalmente se reasentaron. Esto debe haber sucedido en tiempos coloniales porque se hallan apellidos españoles entre las familias. Brüning también reporta tres términos para partes del telar usado en su tiempo en Olmos con equivalentes ya sean mochicas ya sea sechuranos. Partiendo de eso, por ejemplo, Torero (1986: 544) especula sobre la posibilidad de que haya podido haber existido una lengua mixta en Olmos a manera del callahuaya, mientras que Cerrón-Palomino (1995: 27) cree que se trataba de una variedad de la lengua sechurana con un influjo fuerte del mochica. Cerrón-Palomino apoya esto con una descripción del sonido de la lengua sechurana de los viajeros Jorge Juan y Antonio Ulloa, que le parece muy semejante a la dada por De la Calancha para Olmos. Según Cerrón-Palomino, Juan y Ulloa dicen que "no solo se distinguen en lo formal de la lengua pero en el acento porque, además de prorrumpir las voces en un tono, como de canto triste, comen la mitad de las palabras finales, como si les faltase la respiración para concluirlas".

Sin correlaciones con datos lingüísticos, sin embargo, la conexión es débil. Ahora bien, en la transcripción de Von Buchwald, y Jijón de Camaaño se halla la palabra <konmpar> como equivalente a ‘culebra’, mientras que Spruce en realidad claramente aporta <kon’mpar>. Es posible vincular esta transcripción particular con la variación entre <cuctum> (Martínez Compañón) y <cucutama> (Spruce) ‘mujer’. Juntos, creo, hacen constar un aspecto fonético perteneciente a la lengua de Sechura. Aunque no podemos decir precisamente de qué se trataba, los indicios indican que tiene que ver algo con vocales débilmente articuladas o con otra característica fonética que las hizo fácil de desoír o al menos indujo a Spruce a representarlas meramente con un apóstrofe y a Martínez Compañón a no representarlas de ninguna manera al menos una vez. Sin saltar a ningunas conclusiones fijas, a mi juicio, esto encaja bien con la caracterización de la lengua hablada en Olmos por parte de De la Calancha, en el sentido de que "mudan letras y finales", y de Juan y Ulloa, de que los hablantes de la lengua sechurana "comen la mitad de las palabras finales". Concordante con la sugerencia de Cerrón-Palomino (1995: 27), ¿podría De la Calancha simplemente haber descrito el sonido de la lengua sechurana como la oyó en Olmos? Si fuera así, esto significaría que el éxodo de los sechuranos habría tenido lugar bastante temprano, antes de la redacción de la obra de De la Calancha en las primeras décadas del siglo XVII.

 

Referencias bibliográficas

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Brüning, Enrique

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De la Carrera Daza, Fernando

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Apéndice A. Una nueva transcripción del vocabulario sechurano de Richard Spruce junto a una comparación con las versionas publicadas por Von Buchwald y Jijón y Camaaño

 

 

 

 

Apéndice B

 

 

 


* Deseo agradecerles cordialmente a Lorna Carhill y Miriam Hopkinson, de los archivos de los Kew Royal Botanical Gardens en Londres, por sus esfuerzos en localizar el manuscrito y facilitar su difusión. También agradezco a Rita Eloranta, María del Carmen Parafita Couto y Luis Miguel Rojas Berscia por las correcciones gramaticales y estilísticas.

1 "Palabras en la lengua de Mórrope, Colán, Eten, Sechura, y Catacaos". La versión inglesa citada en el texto es original, las traducciones de las notas redactadas son mías.

2 "Recolectado por Spruce"

3 "CONSÉRVESE, POR FAVOR"

4 Sin embargo, nótese que si fuera así, otra letra característica usada por De la Carrera, <ɥ> como en <locɥ> ‘ojo’ (Salas 2002, 68), aparece sustituida por <h> en la transcripción de Spruce, quién escribe <loch>. Además, <ssap> ‘boca’ (Salas 2002, 47) aparece <sap> en el vocabulario de Spruce.

5 Generalmente, sin embargo, resulta que la transcripción de Rivet es la más fiel al original. Tal apreciación, por supuesto, solo es posible después de la nueva examinación independiente del original efectuada en el artículo presente.

6 No resulta enteramente claro por qué Spruce eligió ‘hearing’ como traducción del término en lugar de ‘ear’, que es probablemente lo que intentó elicitar. Una posibilidad es que fue influido por el castellano oído con su característica ambigüedad semántica entre ‘órgano del oído’ y ‘sentido del oído’.

7 Rivet (1949: 7-8) y Torero (1986: 542) adémas advierten de la semejanza entre <yura> ‘luz’ (Spruce) y <yoro> ‘sol’ (Martínez Compañón) y entre <coyu roro> ‘playa’ (Spruce) y <roro> ‘mar’ (Martínez Compañón).

8 Cf. Curnow (1998) acerca de los efectos perniciosos de un documento temprano mixto en el caso de la clasificación del Páez.

9 "no tienen ni una semejanza remota con palabras equivalentes en las lenguas mochica, chibcha, o atacama".

10 "se dice que los catacaos todavía hablan su lengua"

11 "apuntes recolectados por el Sr. Spruce en Piura"

12 Las sechuras habitan el gran pueblo de Sechura…solo la gente más vieja recuerda algo de su lengua original, pero informan que en su juventud era de uso general. Los catacaos viven en el pueblo del mismo nombre, aproximadamente cinco leguas más arriba en el valle de Piura. No fui capaz de encontrar a nadie entre ellos que recuerde algo de su antigua lengua, más allá de la tradición que era completamente distinta de la de Sechura. Los colanes, que eran anteriormente muy numerosos en la parte baja del Chira (un poco al norte del puerto de Paita), y que todavía existen en el pueblo de Colán, en la boca del río, y en Amotape, una distancia corta al interior, también han perdido toda memoria de la lengua de sus antepasados".

 

Fecha de recepción: 31 de octubre, 2014
Fecha de aceptación: 12 de junio, 2015

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