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Lexis

versión impresa ISSN 0254-9239

Lexis vol.43 no.2 Lima Jul./Dic. 2019

http://dx.doi.org/10.18800/lexis.201902.009 

RESEÑA

 

Ráez, José Francisco María. Diccionario Huanca. Quechua-Castellano/ Castellano-Quechua. Edición, interpretación y modernización de Rodolfo Cerrón-Palomino, con la colaboración de Sergio Cangahuala Castro. 1ª edición. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva-Agüero, 2018. 430 pp. ISBN 978-9972-832-98-7.

 


En nuestros días, una de las entidades idiomáticas andinas que atraviesa un serio curso de retroceso es la variedad dialectal quechua conocida como huanca, perteneciente a la rama central de dicha familia lingüística, denominada Quechua I. En buena medida, tal fenómeno se debe, entre otras cosas, a la creciente castellanización de los habitantes del actual valle del Mantaro, además de un fuerte flujo migratorio de poblaciones procedentes del sur del país, motivado por el conflicto armado vivido en décadas pasadas.

En este contexto, resulta fundamental la publicación del volumen que es materia de la presente reseña, cuya autoría pertenece al fraile José Francisco María Ráez, nacido en 1851 y fallecido en 1949, integrante de una de las más importantes familias huancaínas de la época. El trabajo corresponde a un diccionario originalmente redactado en una sola dirección —quechua huanca hacia castellano—, cuyo manuscrito original obra en la biblioteca del convento de San Francisco de Asís de la ciudad de Ayacucho,1 pero que en esta oportunidad ha sido editado, interpretado y modernizado por el prestigioso lingüista peruano, y además procedente del valle del Mantaro, Rodolfo Cerrón-Palomino, con la asistencia del joven investigador Sergio Cangahuala Castro.

La presente edición del diccionario de Ráez está acompañada de un estudio introductorio a cargo de Cerrón-Palomino, además de tres apéndices relacionados a la vida y obra del notable franciscano, entre los que destaca un periplo vital del mismo, elaborado por Sergio Cangahuala. Sobresale también una segunda vía terminológica —desde el castellano hacia el quechua-huanca— que enriquece sobremanera el documento original, el cual contaba únicamente con la vertiente inversa, como ya se mencionó líneas arriba.

En el caso del estudio introductorio que precede al diccionario propiamente dicho, este parte de una revisión general de la ubicación del huanca —incluyendo sus dos ramificaciones, el ñuhahuanca hablado en Jauja y el yaʔa-huanca, predominante hacia el centro y sur del valle del Mantaro— dentro de la familia lingüística quechua, destacando básicamente los rasgos que definen su personalidad propia, tales como su lateralización y tratamiento singular de la postvelar, así como la retroflexión de la africada palatal /č/ y la africación de la lateral palatal /λ/. En el caso de los dos últimos cambios, se trata de fenómenos que marcan, a su vez, la separación del yaʔa-huanca en dos subdialectos, denominados huaicha-huanca y huailla-huanca, estando concentrado el primero hacia el territorio de la actual provincia de Concepción, en tanto que el segundo hace lo propio en el ámbito de las provincias de Chupaca y Huancayo.

A continuación, Cerrón-Palomino se enfoca fundamentalmente en una caracterización más detallada del huailla-huanca, en vista de que el léxico recogido por el padre Ráez corresponde a dicho subdialecto. En este punto, nuestro lingüista hace hincapié en fenómenos dentro del campo del vocalismo y consonantismo que operan dentro del huailla-huanca. En cuanto a lo primero, se incide en la presencia de vocales largas, en tanto que, sobre el segundo punto, se destaca la existencia de consonantes tales como la palatal retrofleja /ĉ/, el llamado saltillo u oclusiva glotal /ʔ/, la sibilante apical /ş/ y, finalmente, la lateral alveolar /l/.

Más adelante, se continúa con una semblanza biográfica de José Francisco María Ráez, seguida de una reseña de los antecedentes de la compilación léxica que elaboró el citado franciscano. Acto seguido, se prosigue con una aguda discusión sobre la propuesta alfabética que dicho autor empleó en su diccionario, poniendo en relieve creativas adaptaciones introducidas por este, pese a que tales soluciones derivan del castellano. Es el caso, a modo de ejemplo, de grafías como <t-r>, <h>, <ss> y <sh>, para representar consonantes como la palatal retrofleja /ĉ/, el saltillo /ʔ/ y los alófonos [ş] y [š]. También se explica cómo, en el caso de las vocales largas, el padre Ráez optó por el uso de la tilde aguda, aunque no se percató de ello cuando tales vocales aparecían dentro de una raíz.

Las dos últimas secciones del estudio preliminar de Cerrón-Palomino desarrollan aspectos sobre el manuscrito original de fray José Francisco María Ráez y —lo que resulta sumamente importante como contribución del preclaro lingüista— los criterios seguidos para la interpretación, actualización y modernización del diccionario. Aquí se parte, primero, por una argumentación a favor de las innovaciones introducidas por Cerrón-Palomino para la representación escrita de consonantes como la africada /ĉ/, el saltillo /ʔ/ y los alófonos [ş] y [š], así como en el caso de las vocales largas. Por último, Cerrón-Palomino concluye con una explicación detallada del procedimiento aplicado para reorganizar y reajustar las entradas del diccionario de Ráez en el plano de la macroestructura y la microestructura. Dentro de la primera dimensión, se menciona que se suprimieron entradas repetidas, en tanto que, a la vez, se reacomodaron pseudoentradas, se subsumieron dos entradas en una y se insertaron otras nuevas. Con respecto al segundo nivel, se señala que se estableció un ordenamiento linear del modo siguiente para cada entrada: (1) lema, (2) interpretación, (3) etimología, (4) categorización, (5) definición, (6) identificación taxonómica de zoónimos y fitónimos, y (7) remisión opcional conducente a otras entradas.

Vista en conjunto, la presente obra destaca por su gran trascendencia en distintos planos, desde el estrictamente lingüístico hasta el antropológico e histórico, pasando por el pedagógico. En cuanto a lo primero, como bien señala Cerrón-Palomino, se trata del más nutrido diccionario de quechua huanca del que disponemos hasta la fecha, reforzado por el enorme empeño puesto por los editores para "voltear" las entradas en el sentido inverso al que dejó el padre Ráez en su manuscrito original. Más aún, también debe considerarse su gran valor en el plano gramatical, en la medida en que el léxico del religioso está complementado con numerosos sufijos cuyo estudio, como bien señala Cerrón-Palomino, aguardan todavía el interés de los especialistas en la materia.

En el plano pedagógico, el volumen reseñado reviste un impacto igualmente relevante, en vista de que nos ofrece una propuesta bastante bien fundamentada para la escritura del quechua-huanca, elaborada primigeniamente por fray José Francisco María Ráez y mejorada por los editores. Dicha propuesta viene a constituir un aporte fundamental para salir de una crisis largamente irresuelta entre instancias académicas, oficinas gubernamentales, hablantes de la lengua y público interesado en su aprendizaje. Tal crisis se expresa muy bien en la falta de consenso con respecto a la representación gráfica del quechua-huanca, el desconocimiento de su estructura gramatical, la carencia de métodos de enseñanza y la publicación, cada vez más frecuente, de textos —en su mayoría diccionarios— que, como bien denuncia Cerrón-Palomino, muy poco hacen en favor de la mencionada entidad idiomática. En tal sentido, el sistema de escritura aquí presentado tiene la bondad, entre otras cosas, de contar con la suficiente flexibilidad para que su manejo y lectura sean de fácil dominio e inteligibles entre los portadores de los tres subdialectos del huanca, así como también entre los hablantes de otras variedades de la familia lingüística quechua.

En perspectiva histórica, el diccionario del padre Ráez aporta en distintas direcciones, quizás sin que su autor haya estado plenamente consciente de ello. Por un lado, como bien manifiesta Cerrón-Palomino, los vocablos consignados en el trabajo dan cuenta del estado del quechua- huanca hacia la primera mitad del siglo XX. En este sentido, destacan términos como <pulina> ´camino´, que en décadas recientes ha sido reemplazado por la voz <kaminu> (v. Cerrón-Palomino 1976: 176), evidentemente derivada a partir de un préstamo del castellano.

De otra parte, gracias a la interpretación y etimología desarrolladas por los editores del volumen, el diccionario arroja nuevos datos que serán de gran utilidad para reconstruir la trayectoria histórica de las lenguas andinas en esta parte del país, sumándose a los trascendentales aportes alcanzados por Cerrón-Palomino en años previos. De este modo, el lector podrá encontrar en las entradas del diccionario de Raéz determinadas referencias a postulaciones etimológicas que remiten al proto-quechua, aimara, castellano e incluso al puquina, marcadas con siglas como (PQ), (A), (C) y (P) respectivamente. A modo de ejemplo, podemos ubicar en el texto la entrada correspondiente a la palabra <huallallu> ´Nevado; divinidad tutelar de los huancas´, acompañada de una referencia a la voz aimara <wallu wallu>, de la que derivaría la anterior. Esto nos lleva a recordar planteamientos anteriores del citado lingüista, como el que postulaba la existencia de un sustrato aimara previo a la configuración del quechua-huanca (Cerrón-Palomino 1989: 50). No obstante, si tomamos en cuenta formulaciones más recientes, que sugieren que una rama sureña del denominado proto-aimara se habría difundido a la par de la expansión del Estado huari (Cerrón-Palomino 2018: 95-96), podríamos pensar en que dicha entidad idiomática pudo haber alcanzado plenamente al valle del Mantaro durante el periodo Horizonte Medio.

Adicionalmente, el diccionario de Ráez debería ser tomado en cuenta por parte de investigadores y público interesado en el estudio de distintos aspectos de la realidad de los pueblos del valle del Mantaro, de modo que se impulse una tendencia hacia la reivindicación del quechua-huanca en publicaciones académicas, documentos administrativos y escritos de diversa índole. Para ilustrar ello, podría mencionarse que en la literatura arqueológica los topónimos correspondientes a muchos sitios y yacimientos han sido difundidos en una versión "sureñizada" de quechua, como es el caso del emblemático asentamiento precolonial tardío de Tunanmarca, localizado en la provincia de Jauja (v. D’Altroy y Hastorf 2001). A partir de la información consignada en el volumen ahora reseñado, salta a todas luces que su forma escrita debería corresponder a <Tunan-malka> ´pueblo del rincón´, tal como ya ha adelantado el propio Cerrón-Palomino (2019) en una reciente nota.

En suma, como se ha podido apreciar, los méritos del volumen reseñado son abundantes, constituyéndose, por lo tanto, en una entrega de singular relevancia no solo para el estudio de la variedad dialectal huanca, sino para la lingüística andina en su conjunto. A tales virtudes se suma el cuidado notable de la edición en general, aspecto particularmente requerido en publicaciones de esta índole. Se espera que su revisión sea considerada imprescindible entre investigadores, gestores y hablantes de la lengua, de modo que, a la larga, se constituya en pieza fundamental en la implementación de políticas orientadas hacia un restablecimiento futuro del quechua-huanca y sus distintas ramas subdialectales, tan venidas a menos ante las arremetidas de los fenómenos que se han señalado al principio de esta recensión.

 

Manuel F. Perales Munguía

Proyecto Qhapaq Ñan – Sede Nacional Ministerio de Cultura del Perú. Lima, Perú.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Cerrón-Palomino, Rodolfo 1976 Diccionario Quechua Junín Huanca. Lima: Ministerio de Educación.         [ Links ]

Cerrón-Palomino, Rodolfo 1989 Lengua y sociedad en el valle del Mantaro. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.         [ Links ]

Cerrón-Palomino, Rodolfo 2018 "Las lenguas de los incas". En El Imperio Inka. Ed. Izumi Shimada. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 79-102.         [ Links ]

Cerrón-Palomino, Rodolfo 2019 "Significado de Tunanmarca". Diario Correo. Huancayo, 02 de febrero de 2019. Consultado: 24 de junio de 2019.         [ Links ]

D’Altroy, Terence y Christine Hastorf Eds. 2001 Empire and Domestic Economy. Nueva York: Kluwer Academic / Plenum Publishers.

 


1 Aquí debe destacarse que fue el reconocido filólogo César Itier quien comunicó inicialmente sobre la existencia del referido manuscrito, brindándole una copia facsimilar del mismo al profesor Cerrón-Palomino. Dicha copia fue posteriormente cotejada con el original, localizado por los editores en los anaqueles de la biblioteca de San Francisco Solano de Ayacucho. Con respecto al momento de redacción del documento, si bien en esta ocasión no se consigna de forma categórica una fecha precisa, los editores dejan entrever que ello habría ocurrido en la etapa final de la vida del fraile franciscano.

Recepción: 25/09/2019

Aceptación: 25/10/2019

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