SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.44 número2Steffen, Joachim; Harald Thun; y Rainer Zeiser. Classes populaires, scripturalité et histoire de la langue. Un bilan interdisciplinaire. Kiel: Editorial Westensee, 2018. 720 pp. ISBN 3-931368-72-6. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Lexis

versión impresa ISSN 0254-9239

Lexis vol.44 no.2 Lima jul-dic 2020

http://dx.doi.org/10.18800/lexis.202002.015 

In Memoriam

In memoriam Lía Schwartz (1941-2020)

Carlos F. Cabanillas Cárdenas1 

1UiT Universidad Ártica de Noruega (Tromsø) - Noruega

El 31 de mayo de este año 2020 falleció en Nueva York la gran filóloga Lía Schwartz (Corrientes, Argentina, 1941). La noticia de su fallecimiento tuvo repercusión en diferentes medios académicos e institucionales de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos, y evidenció la gran admiración, el agradecimiento y el profundo respeto que los hispanistas -en especial los dedicados al Siglo de Oro- tenían por su persona y obra académica. Lía no era ajena a Lexis. Además de miembro del Consejo de Redacción desde 1980, aquí publicó importantes trabajos como “Supervivencia y variación de imágenes clásicas en la obra satírica de Quevedo” (vol. II, 1978), y “En torno a la enunciación en la sátira: los casos de El Crotalón y los Sueños de Quevedo” (vol. IX, 1985), textos que, luego, formarían parte de sus obras más destacadas. También reseñó críticamente para esta revista obras significativas del quevedismo internacional (de autores como E. Cros, I. Nolting-Hauff, I. Arellano).

Además de catedrática e investigadora, Lía Schwartz era miembro correspondiente de la Real Academia Española desde el año 2016, y había recibido previamente la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, en 1999, y la Medalla de la Orden del Mérito Civil del Reino de España, en 2013. Pero, sobre todo, y más allá de esas justas distinciones, Lía era una humanista. Su formación académica, sus temas de estudios y su legado se corresponden al del mejor humanismo: el que dialoga con los clásicos, los comenta, y los sitúa y trata de comprender en un horizonte determinado de su difusión y lectura, que para ella sería el Siglo de Oro. Su mayor aporte está relacionado con este aspecto, pero implícitamente también con su defensa de la filología, como ciencia seria y rigurosa.

Lía Schwartz inició su formación académica en 1959 en la Universidad de Buenos Aires (donde estudió filología española y clásica); luego, profundizó sus estudios de filología clásica en la Universidad Johannes Gutenberg, en Maguncia, Alemania, gracias a una beca que obtuvo entre los años 1965 y 1966; y, finalmente, culminó su formación en los Estados Unidos, en la Universidad de Illinois, entre 1967 y 1971. Allí, en Illinois, adonde se había trasladado junto con su esposo (el también recordado hispanista Isaías Lerner), debido a la situación política en Argentina, se doctoró con una tesis sobre Francisco de Quevedo, autor al que le dedicó gran parte de sus investigaciones.

Atenta para la observación, el comentario, la crítica profunda del texto, Lía Schwartz reclamaba siempre el rigor académico, y el valor fundamental de la filología como arma contra el uso indiscriminado -a veces sin sentido- de teorías volátiles que no se sustentaban en la lectura rigurosa del texto, de la comprensión de sus modelos de imitación, de la originalidad basada en la reelaboración de la tradición y el contexto de recepción. Nunca fue ajena al aporte de las corrientes teóricas contemporáneas, como puede verse en su propia obra, pero exigía la valoración crítica de su uso y aplicación al estudio del texto.

Las contribuciones académicas de Lía Schwartz no solo llamaron la atención por la necesaria vuelta a la lectura de los clásicos para comprender con plenitud el discurso estilístico de los autores del Siglo de Oro, sino que también mostraron una forma de hacerlo: primero, decodificando y sistematizando el discurso satírico quevediano; y, luego, estudiando la traducción, imitatio, y la reconstrucción de la cultura grecolatina por los autores áureos y sus lectores.

De lo primero, son testimonios Metáfora y sátira en la obra de Quevedo (Madrid, Taurus, 1983, reeditado en 1985) y Quevedo: discurso y representación (Pamplona, EUNSA, 1987). En ellos, Lía, mostró la necesidad de la contextualización de la metáfora en el discurso satírico de su época. No trataba, y por ello su relevancia, de la sola búsqueda de pasajes eruditos grecolatinos, sino de postular la comunicación entre el contexto de enunciación y la fuente. Ambos textos son, por ello, ejemplos modélicos de estudios literarios, ya que conjugan la labor filológica tradicional, y las herramientas funcionales de teorías semióticas y literarias. Seguramente hay muchos aspectos superados de aquellos lejanos libros, pero les queda el mérito de cambiar de manera decidida la forma de leer y analizar los textos satíricos quevedianos durante décadas.

Ejemplo de lo segundo son sus varios estudios reunidos en De fray Luis a Quevedo: Lecturas de los clásicos antiguos (Málaga, Universidad de Málaga, 2005), selección de trabajos que puede ser considerada una historia de la recepción áurea de autores clásicos. En ellos, fina y eruditamente, se reconstruyen contextos literarios (culturales e ideológicos) que ofrecen al lector de nuestro tiempo el horizonte de lectura e imitación en el que se movían -y creaban- los escritores del Renacimiento y el Barroco. Merece indicarse también, dentro de este aspecto, la contribución de Lía en la redacción de las entradas correspondientes a varios autores clásicos publicados en la Gran Enciclopedia Cervantina.

Los últimos trabajos de Lía Schwartz siguen, de alguna manera, este segundo tipo de acercamientos. Debemos a ellos lecturas imprescindibles de aspectos estilísticos e ideológicos (como sobre la retórica, la moral o la filosofía neoestoica) de diversos autores (Garcilaso de la Vega, Fernando de Herrera, Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Luis de Góngora, Gracián, etc.), publicados en revistas especializadas y obras colectivas. Pero merece destacarse, sin duda, su contribución por los aspectos discursivos -políticos, sociales y epistemológicos- de la sátira menipea, cuyo resultado nos legó en Lo ingenioso y lo prudente. Bartolomé Leonardo de Argensola y la sátira. Cinco ensayos (Salamanca, Universidad de Salamanca, 2013), textos que representan no solo el redescubrimiento de un género olvidado -que se adaptaba de maravilla a la situación histórico-social del Barroco-, sino que nos muestran su valoración, aceptación e imitación en el contexto concreto de los propios autores que manejaban, discutían e innovaban con la sátira, mostrando una conciencia de género en la época, y de sus límites y posibilidades.

Siguiendo esa estela humanista, merece destacarse también su labor de editora, como en sus dos antologías críticas de la poesía de Quevedo, preparadas junto con Ignacio Arellano: Poesía selecta (Barcelona, PPU, 1989) y Un Heráclito cristiano, Canta sola a Lisi y otros poemas (Barcelona, Crítica, 1998); también, su edición de la prosa quevediana: La Fortuna con Seso y Hora de todos -primero, en Obra Completa (Madrid, Castalia, 2003); y, luego, en la colección Clásicos españoles de la editorial Castalia (Madrid, 2009)-. Y, siguiendo el género de esta última, su edición, en colaboración con Isabel Pérez Cuenca, de las Sátiras menipeas de Bartolomé Leonardo de Argensola (Zaragoza, Larumbe-Textos aragoneses, 2011); amén de diversas antologías de estudios, entre las cuales merece destacarse la que preparó junto a Antonio Carreira: Quevedo a nueva luz: escritura y política (Málaga, Universidad de Málaga, 1997); además de Studies in Honor of James O. Crosby (Newark, Juan de la Cuesta, 2004); y, últimamente, junto con Nuria Morgado, Cervantes ayer y hoy (New York, Hispanic Society of America - The Graduate Center, 2017).

Institucionalmente, Lía Schwartz fue secretaria general, presidenta, y presidenta de honor de la Asociación Internacional de Hispanistas (AIH) entre 1992 y 2001; miembro electo de la The Renaissance Society of America entre 2007 y 2012; y tuvo diversos cargos en la Asociación Internacional Siglo de Oro (AISO) entre 1999 a 2012.

Como maestra, Lía inició su docencia en Argentina, pero, sobre todo, la desempeñó en los Estados Unidos. Allí, ejerció primero su labor en la Fordham University (1971-1989), continuó en el Dartmouth College (1990-2000), terminando su magisterio en The Graduate Center, The City University of New York (desde 2000), donde, además, llegó a ser jefa de Departamento entre los años 2000 y 2011. Fue, también, profesora visitante en las universidades de Princeton y de Pennsylvania. Pero su labor docente se extendió más allá de los límites norteamericanos, con su participación en diferentes congresos, seminarios y escuelas de verano, sobre todo en Europa. En ellas, Lía, siempre atenta y dispuesta al diálogo, mostraba el rigor de sus comentarios, la generosidad de sus recomendaciones y un agudo sentido del humor. Así, en ese medio, tuve el placer de conocerla: primero, en Oslo, en marzo de 2013, en la defensa de la tesis de Randi Lise Davenport (a donde había llegado por su interés en la sátira menipea quevediana y, como nos confesó, para animarse un poco después del fallecimiento de Isaías unos meses antes); luego, en la AISO de Venecia, en el 2014, con simpáticas y divertidas charlas entre los canales.

Si hay una característica que se debe destacar de Lía es la fortaleza de sus últimos años en los que, pese a su delicado físico, participó activamente en reuniones académicas y, sobre todo, debe recordarse su generosidad con los jóvenes investigadores. Una charla con ella era un impulso de ánimo para el trabajo y una muestra de amor por la filología.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons