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Lexis

versión impresa ISSN 0254-9239

Lexis vol.46 no.1 Lima ene./jun. 2022

http://dx.doi.org/10.18800/lexis.202201.006 

Artículos

Esquemas de formación de palabras en solidaridad

Word Formation Schemes in Solidarity

Ramón F. Zacarías Ponce de León1 
http://orcid.org/0000-0002-1262-4107

1Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad Nacional Autónoma de México - México, rzacaria@hotmail.com

Resumen

La formación de palabras en español por afijación muestra un comportamiento mayoritariamente concatenativo en el que las relaciones de forma y significado se establecen linealmente. Sin embargo, existen muchos casos que no pueden describirse a partir de la adjunción recurrente de afijos. Una de estas correspondencias no concatenativas es la que se establece entre pares de sufijos que se correlacionan a nivel del significado, pero no formalmente, tal es el caso muy conocido de los sufijos -ismo e -ista (comunismo, comunista). Analizaremos este tipo de relaciones a partir del concepto de solidaridad propuesto por Beniers (1996). Estudiaremos, además del ya mencionado -ismo, -ista, los pares -ero, -ería; -nte, -ncia y -azo, -iza. Discutiremos el concepto de solidaridad, sus antecedentes y los trabajos previos basados en este tipo de análisis. Después, analizaremos cada una de estas solidaridades para establecer sus características y restricciones. Finalmente, concluimos que este tipo de análisis permite una descripción más precisa y adecuada de este tipo de relaciones derivativas no concatenativas.

Palabras clave: solidaridad; esquemas de formación de palabras; derivación; relaciones sufijales; morfología no concatenativa

Abstract

Word formation in Spanish, mainly by affixation, shows a mostly concatenative behavior in which the relationships of form and meaning are established linearly. However, there are many cases that cannot be described based on the recurrent attachment of affixes. These formations have long been identified, but they have not been studied in detail, since the type of analysis that prevails in approaches to the lexical morphology of Spanish cannot fully account for morphological relationships of this type. One of these non-concatenative correspondences is the one established between pairs of suffixes that correlate at the level of meaning but not at a formal level, such is the case of the suffixes -ismo and -ista (comunismo, comunista), probably the best-known case of this type of derivation. In this research we will analyze this type of word-formation scheme starting from the concept of solidarity, proposed by Beniers (1996). We will study four productive solidarity schemes from Mexican Spanish, all of them suffixal. In addition to the afore mentioned -ismo, -ista, we will analyze -ero, -ería; -nte, -ncia and -azo, -iza. As we will see, the solidarity scheme allows us to describe in detail the relationships that are stablished between each of these pairs of suffixes. In this paper we will first present the concept of solidarity, its background and the previous work that has been done based on this kind of analysis. Next, we will analyze each of these solidarities to establish their characteristics and constraints. Finally, we conclude that this type of analysis allows a more accurate and appropriate description of such non-concatenative word-formation schemes.

Keywords: Solidarity; word-formation schemes; derivation; suffix relationships; non-concatenative morphology

1. INTRODUCCIÓN

Los procesos de afijación del español suelen ser analizados como una concatenación de morfemas. Si bien es cierto que la morfología léxica de esta lengua muestra un comportamiento muy regular en la adición de afijos derivativos, existen, sin embargo, casos de interacción entre ciertos morfemas que no se ajustan plenamente a una morfotáctica lineal, particularmente en la sufijación, donde la relación uno a uno entre forma y significado no puede establecerse. Uno de los más llamativos desajustes tiene que ver con la concurrencia de morfemas que establecen una relación derivativa entre sus significados, pero que no se ordenan uno tras de otro. El más conocido es el de los sufijos -ismo e -ista: por ejemplo, la palabra comunista se entiende regularmente como ‘seguidor del comunismo’, es decir, comunista se deriva de comunismo. Si el comportamiento de estos sufijos fuera prototípicamente concatenativo, debería formarse la palabra *comunismista que, sin embargo, no se considera formada correctamente. Podemos decir, entonces, que estos sufijos se encuentran en una relación de derivación no concatenativa: a pesar de que sus significados se relacionan, nunca aparecen juntos en la palabra o palabras derivadas. Así, comunismo y comunista se consideran relacionadas semánticamente a pesar de que formalmente no lo están. Este fenómeno ha sido reconocido por mucho tiempo, pero nunca se ha estudiado con profundidad. Una de las formas más comunes para describirlo es como una «paradoja de encorchetado», noción que explicaremos en la siguiente sección. En este artículo nosotros trataremos este tipo de derivación a partir de la «solidaridad entre sufijos», concepto que, a nuestro entender, fue propuesto por Beniers (1996) para dar cuenta de la relación estrecha entre los sufijos -ismo e -ista.

1.1. Planteamiento del problema. La paradoja de encorchetado

La paradoja de encorchetado describe el problema de la aparición de dos estructuras de constituyentes incompatibles en una sola expresión lingüística (Spencer 1988: 663). Esto sucede cuando el análisis de una palabra a partir de su estructura formal no coincide con la interpretación semántica (Varela 1990: 55). Anderson la define como la contradicción que se da entre un análisis motivado por la forma de la palabra y otro motivado por su significado (1992: 72). Este investigador ejemplifica lo anterior con la palabra ungrammaticality, que puede analizarse a partir de dos segmentaciones distintas según se dé prioridad a la forma ([un- [[grammatical] -ity] ]) o al significado ([ [un-[grammatical]] -ity]) (1992: 254). Por otra parte, en su artículo de 2012, Scalise, Fábregas y Cano reconocen la paradoja de encorchetado en palabras donde «una misma estructura no parece ser capaz de dar cuenta simultáneamente de las relaciones formales entre los morfemas y de la forma en que se combina su significado» (413). En esta paradoja de segmentación, como también la llaman estos investigadores, la segmentación formal no hace la predicción correcta sobre el significado; de igual manera, una segmentación semántica no refleja de manera adecuada la estructura formal de la palabra. Esto es ejemplificado con la palabra extraterritorial, que, según el Diccionario de la Lengua Española (DLE), es un adjetivo que significa ‘fuera del territorio’. En el análisis de dicho término se requieren dos encorchetados distintos: uno para dar cuenta del significado y otro para establecer la relación formal:

En el ejemplo (1a) se forma primero la palabra territorial con el sufijo -al unido a la base territorio; posteriormente se da la prefijación con extra- para formar la palabra extraterritorial. Si bien este encorchetado es adecuado desde el punto de vista formal, da como resultado el significado ‘fuera de lo territorial’, el cual no es el asociado a la palabra en la lengua. En el ejemplo (1b), por otro lado, el significado es correcto: ‘la propiedad de ser externo al territorio’. Se une primero el prefijo extra- al sustantivo territorio para indicar «fuera del territorio»; posteriormente se adjunta el sufijo -al para crear el adjetivo relacional. Sin embargo, este encorchetado no es correcto desde el punto de vista formal, ya que da cuenta de una palabra que no existe: *extraterritorio.

Por otro lado, en el análisis concatenativo de los sufijos -ismo e -ista, aparece el mismo tipo de paradoja cuando se segmenta. La segmentación formal no da cabal cuenta del significado de las formas y, si se elige segmentar según el significado, la estructura formal no es la adecuada. Según Varela, la relación entre este par de derivados debe establecerse en la dirección Xismo → Xista (2005: 47): por ejemplo, el marxista es el seguidor del marxismo, es decir, la segunda palabra se deriva de la primera. Las dos opciones de segmentación son las siguientes:

En (2a) segmentamos a partir del significado, según el cual marxista es seguidor del marxismo. Sin embargo, esta segmentación produce una palabra inadecuada en la forma: *marxismista. Por el contrario, en (2b), dando prioridad a la segmentación formal, dado el comportamiento de estos sufijos, debemos proponer dos estructuras como las mostradas, donde ambos sufijos se concatenan a la base Marx. Aquí, la predicción errónea en cuanto al significado se da porque marxista debe entenderse como ‘seguidor de Marx’, significado que no es común en la mayoría de las interpretaciones, incluida la del DLE.

Varela describe este fenómeno como «sufijos que se agrupan en parejas» (2005: 46). Para esta investigadora, lo que sucede es una derivación por sustitución de un sufijo por el otro, en lugar de una derivación concatenativa. El problema, según Varela, es el de dilucidar las características de este emparejamiento y la dirección de derivación. Reconoce la existencia de tres relaciones de este tipo: -ero/-ería (zapatero, zapatería); -nte/-ncia (obediente, obediencia); -ismo/-ista (marxista, marxismo). Esta última pareja de sufijos la analiza con mayor detenimiento y, como ya lo dijimos líneas arriba, establece que la relación entre ellos se configura con la dirección -ismo-ista. En este artículo mostraremos que la propuesta de Varela en cuanto a la dirección de derivación no se cumple en todos los casos.

Como podemos ver en el ejemplo anterior, la segmentación lineal no permite dar cuenta con exactitud de todos los casos de derivación en español. En concreto, en los casos de interés para esta investigación, no es posible establecer una relación adecuada entre la forma y el significado del par de derivados. Para analizar estas estructuras se hace necesario utilizar un acercamiento diferente a la formación de palabras.

1.2. Solidaridad entre sufijos

Beniers califica las relaciones sufijales señaladas arriba como un fenómeno interesante dentro de la morfología léxica al que se refiere con el nombre de «solidaridad entre sufijos». A partir del texto de Beniers, podemos entresacar su definición del concepto de solidaridad entre sufijos:

Situación en la que co-ocurren con tal frecuencia [dos sufijos] con la misma base o en la misma familia que surge una fuerte presión paradigmática entre estos dos elementos, con la peculiaridad de que, en ocasiones, la lectura que se hace de los derivados es de uno como derivado del otro en cualquier dirección con elisión del sufijo de la palabra seleccionada como base (1996: 33).

Para esta investigadora, la presión paradigmática es omnipresente en la morfología y, en el caso de los sufijos solidarios, representa un dilema para la interpretación de los derivados. Este dilema se refleja en la implicación del significado de un derivado dentro del significado del otro, además de la supuesta elisión del primer sufijo. En cuanto a las definiciones de los derivados, siempre está presente el problema de la circularidad: a veces se hace proceder una palabra de la otra y viceversa.

Por su parte, Zacarías (2018a) define este tipo de esquemas solidarios a partir de la frecuencia de aparición de dos afijos con la misma base y de la implicación del significado de uno de los derivados en el del otro derivado. Analiza con detalle los pares de sufijos -ero, -ería e -ismo, -ista. La solidaridad se establece, desde su punto de vista, entre afijos cercanos en su significado y distribución y, además, productivos.

1.3. Esquemas solidarios. Antecedentes

Para explicar esta aparente paradoja, Hernández y Zacarías (2017), basados en el artículo de Beniers reseñado en la sección anterior, proponen una estructura tripartita:

Figura 1 Esquema tripartito 

La Figura 1 indica que la relación entre las tres palabras es tripartita y que cualquiera de ellas puede representar al conjunto. La palabra marxismo puede referir tanto a marxista como a Marx; de la misma manera, marxista puede ser interpretado por su relación tanto con marxismo como con la base Marx. No se presupone ninguna jerarquía entre las palabras ni ninguna dirección de derivación. Esta relación tripartita responde a lo que Varela llama sufijos en parejas (2005: 46), como dijimos en la sección anterior. Esta idea de sufijos en pareja es otra manera de afirmar que hay tres palabras estableciendo una relación derivativa. Siempre que se establece una relación de una base con alguno de los sufijos, ya sea -ismo o -ista, la otra palabra puede aparecer, ya que estos sufijos son concebidos en una relación tripartita con la base, tal como se representa en la Figura 1. La presión paradigmática que se establece entre esta pareja de sufijos facilita la aparición de uno de los derivados cuando el otro ya está presente.

Además del trabajo mencionado de Hernández y Zacarías (2017) sobre los sufijos -ismo e -ista, existe otro par de trabajos que estudian este tipo de relaciones solidarias: el de Vázquez (2019) acerca de la solidaridad -nte y -ncia y el de Hernández (2019) sobre -ero y -ería. Retomaremos las propuestas de estos autores en los análisis de solidaridad de esta investigación.

2. METODOLOGÍA

El análisis de esta investigación se basará en el concepto de solidaridad entre sufijos que hemos delineado en la sección anterior. El objetivo principal es describir las características de cuatro esquemas solidarios. Las parejas de sufijos de los que nos ocuparemos son las siguientes: -ismo/-ista; -nte/-ncia; -ero/-ería y -azo/-iza. Se discutirán las características particulares de cada uno de estos esquemas y las relaciones que establecen las parejas de sufijos entre sí y con las palabras derivadas. Como ya lo hemos visto, la solidaridad -ismo/-ista ha sido tratada con cierta amplitud y es la pareja de sufijos que se utiliza invariablemente para ejemplificar este tipo de relaciones. Las dos siguientes parejas de sufijos, -ero/-ería y -nte/-ncia, han sido menos estudiadas, pero son reconocidas en la literatura sobre el tema. Finalmente, proponemos la existencia de una cuarta solidaridad, -azo/-iza que será descrita por primera vez. Para proceder al análisis, se acopiaron palabras reales de las cuatro solidaridades a partir de entradas tomadas del Diccionario de la Lengua Española (DLE), del Diccionario de americanismos (DAMER) y de neologismos recopilados en el corpus Morfolex1.

En esta investigación tomamos como punto de partida teórico un análisis funcional cognitivo. En particular, nos basamos en los preceptos de la gramática cognitiva, en la cual se les da la misma importancia a los aspectos formales y a los semánticos. De hecho, para Langacker, la gramática se compone de estructuras simbólicas formadas por un polo semántico y un polo fonológico (1987: 58). Consideramos que este punto de vista permite desarrollar con detalle el concepto de solidaridad de Beniers que se explicó anteriormente. En este análisis recurrimos al concepto de «esquemas», que no son otra cosa que la cristalización de las expresiones lingüísticas (Langacker 2000: 93). De esta manera, un esquema nos permite representar el comportamiento de un conjunto de palabras similares, su relación con otras palabras del propio esquema y su productividad, tal como se hace en el análisis de esta investigación. Por último, recurrimos también al concepto de «dominio» para explicar el área de influencia en la que opera un concepto o una expresión lingüística (Langacker 2000:4).

En el estudio, en primer lugar, analizaremos con detalle cada una de las cuatro solidaridades y las distintas relaciones que se establecen con las palabras derivadas. Al final, se hará una propuesta general para la descripción del fenómeno morfológico de la solidaridad.

3. ANÁLISIS

En esta sección nos proponemos describir cuatro tipos de solidaridad entre esquemas de formación de palabras: Xismo/Xista; Xero/Xería; Xnte/Xncia; Xazo/Xiza. En cada análisis presentaremos la casuística elaborada a partir de los derivados formados, el esquema general que ilustra las relaciones entre cada par de sufijos y los diferentes comportamientos del esquema solidario. Por último, se hará una breve caracterización del funcionamiento del esquema solidario.

3.1. Solidaridad Xismo/Xista

Esta solidaridad se establece entre el dominio creado por una entidad relevante, la cual destaca a partir de sus atributos, con otra entidad que interactúa con dicho dominio. El dominio está representado por la palabra Xismo, mientras que la entidad interactuante está referida por Xista. Esta solidaridad fue estudiada en detalle por Hernández y Zacarías (2017) con una metodología similar a la que utilizamos en este artículo. En esta sección del artículo seguiremos, en líneas generales, este análisis previo. En la Tabla 1 se muestra la casuística de palabras formadas con este esquema.

Tabla 1 Palabras del esquema Xismo/Xista 

Todas las palabras de la Tabla 1 han sido tomadas del DLE; no ha sido necesario incluir ningún neologismo en esta casuística. Este esquema es muy productivo y ha acuñado una gran cantidad de palabras, muchas de ellas atestiguadas en diccionarios. Como podemos observar, si bien gran parte de los esquemas, 22, están completos con la presencia de las tres palabras del esquema tripartito, hay varios con ausencias.

En total se analizan 50 esquemas de palabras. La relación solidaria general entre estos esquemas se representa en la Figura 2 con el ejemplo Marx, marxismo, marxista:

Figura 2 Esquema solidario Xismo/Xista 

En la figura 2a, el término ‘x’ es la entidad relevante en un domino conceptual dado; en este caso la entidad es el nombre propio Marx, referido al filósofo del siglo XIX. Esta entidad es muy relevante, por lo que crea un dominio que incluye todo lo que se relaciona con ella. Este dominio se representa como ‘dominio y de x’, es decir, marxismo. En la figura 2b, el dominio es la elipsis dibujada con línea gruesa que rodea a la entidad relevante.

Por su parte, otra entidad, el marxista, interactúa con el ‘dominio y’. Esta interacción está representada por la flecha que se dirige y hace contacto con dicho dominio. Es importante remarcar que marxista no interactúa directamente con ‘x’, sino con su ‘dominio y’. Esta es la relación básica que se establece entre los derivados Xismo e Xista, sin embargo, en la casuística se notan variaciones que tienen que ver, sobre todo, con la ausencia de alguno de los términos. A continuación discutiremos estas variaciones.

El caso más general presenta los tres términos: x, el dominio de x -es decir Xismo- y, finalmente, el seguidor de dicho dominio, Xista. Ejemplos de este caso son los siguientes:

Este caso, la expresión completa del esquema solidario, es el más productivo: en la casuística se cuentan 22 ejemplos. Como podemos observar, la expresión de la entidad prominente que genera su propio dominio es variable, ya que pueden aparecer tanto sustantivos como adjetivos; asimismo, las entidades pueden ser relevantes tanto en un sentido positivo como en uno negativo, como macho o terror.

El esquema solidario persiste, aun cuando no existe uno de los derivados, como es el caso de la ausencia de Xismo. En estas situaciones, la entidad no es lo suficientemente prominente como para crear su propio dominio. Debido a esto, la relación de Xista se establece directamente con la entidad X, como puede advertirse en los siguientes ejemplos.

En la Tabla 1 se reconocen 16 ejemplos como los anteriores, donde, al no existir el dominio de X, no se produce el derivado Xismo, por lo que el derivado Xista debe interpretarse como la entidad que interactúa con X. Así, telefonista es ‘la persona que atiende un teléfono’ y carterista es ‘quien roba carteras’. Son también comunes en este caso los músicos con respecto a su instrumento, como flautista y pianista. La propuesta de Varela que describimos en la sección 1.1 no puede explicar las derivaciones de este tipo, donde la palabra Xismo está ausente.

Existen también casos donde el faltante es el derivado Xista. La entidad X es relevante y produce su propio dominio Xismo, pero no existe otra entidad que interactúe con tal domino.

Este esquema es menos productivo que los anteriores: los 8 ejemplos de (5) son todos los que están considerados en la casuística. En este caso, existe el dominio de X, pero no otra entidad que interactúe con tal domino, o bien, la interacción se da con el propio término X, el cual bloquea la aparición del término Xista; por ejemplo, burócrata es el que se relaciona con el burocratismo, lo que vuelve innecesario el término Xista.

Finalmente, tenemos los casos en los que no se conoce o no puede interpretarse la entidad X. A pesar de esta ausencia, sí aparecen las palabras Xismo y Xista, como son los casos siguientes:

Estos son los casos menos numerosos. Por lo regular, alguno de los derivados es un extranjerismo que se adoptó. La fuerza paradigmática del esquema solidario provoca la aparición del otro derivado, aun en ausencia de X. Es el caso de altruismo, proveniente del francés, y fascismo, del italiano. El caso de ciclismo y ciclista es diferente, ya que se conoce el término X -bicicleta- si bien la relación con los derivados es, hasta cierto punto, opaca.

Este esquema solidario es, como quedó asentado anteriormente, el más productivo y el que ha sido objeto de más investigaciones y acercamientos desde distintas posturas teóricas. Se ha demostrado en el análisis anterior que la solidaridad entre estos dos sufijos está muy extendida y que ha desarrollado una amplia fuerza paradigmática que le permite persistir, aun cuando no existe uno de los términos relacionados. Para una discusión más detallada de las interpretaciones semánticas de este esquema, se remite al lector al trabajo de Hernández y Zacarías ya comentado anteriormente.

3.2. Solidaridad Xnte/Xncia

La relación solidaria entre estos sufijos se establece entre una entidad que ejecuta la acción verbal, representada por X, y el dominio de influencia que establece tal entidad ejecutante. El ejecutante, como lo hemos llamado y que se representa como Xnte, puede oscilar entre un agente prototípico (comandante), un instrumento o sustancia activa (refrescante) y, finalmente, la cualidad de una entidad (importante). De igual manera, el dominio del ejecutante, Xncia, puede interpretarse como un locativo (comandancia) o bien, como la nominalización de la cualidad adjetival (importancia). Un análisis previo de esta solidaridad puede consultarse en el trabajo de Vázquez (2019). También Cano (2013) ha estudiado someramente la relación entre estos afijos. En la Tabla 2 se presenta la casuística con palabras de este tipo.

Tabla 2 Palabras del esquema Xnte/Xncia 

Las palabras de la Tabla 2 fueron tomadas en su mayoría del DLE. En este caso, además, se han incorporado palabras neológicas provenientes de Morfolex, las cuales se señalan en la última columna de la derecha. Es interesante notar que varios de los neologismos atestiguados han permitido completar esquemas tripartitos solidarios. Este hecho, sin lugar a duda, muestra que este esquema solidario es productivo y que la fuerza paradigmática permite la acuñación del derivado faltante cuando el otro término ya existe. En total, se analizan 50 esquemas solidarios. La siguiente figura representa este tipo de solidaridad.

Figura 3 Esquema solidario Xnte/Xncia  

La figura 3a es la representación esquemática de un verbo (Langacker 1987: 244). Por otro lado, 3b corresponde al ejecutante de la acción verbal; es una nominalización que se representa por el círculo dibujado con línea gruesa. Finalmente, este ejecutante establece un dominio alrededor de él: es una nominalización que se representa por la elipsis gruesa en la figura 3c. Como dijimos al principio de esta sección, Xnte puede codificar la cualidad prominente de una entidad, o bien, a un agente o instrumento. Asimismo, Xncia puede interpretarse como un locativo o como la nominalización de la cualidad exhibida por el ejecutante. El caso más general de esta solidaridad contiene los tres términos; sin embargo, al igual que en la solidaridad estudiada anteriormente, existen variaciones y lagunas que detallaremos a continuación.

El primer caso identifica los tres términos de la solidaridad: el verbo x, el ejecutante de x o Xnte, y, finalmente, el dominio del ejecutante, Xncia. De la casuística tomamos los siguientes ejemplos:

En el cuadro 2 se contabilizan 26 conjuntos de palabras de este tipo. Este esquema puede subdividirse según la interpretación del derivado en -nte.: cuando Xnte denomina una cualidad, Xncia representa la nominalización de dicha cualidad; un ejemplo es importar/importante/importancia. Por otro lado, cuando Xnte es un agente, por ejemplo comandante, la palabra Xncia representa un locativo, como comandancia. Finalmente, en el caso absorber/absorbente/absorbencia, la palabra absorbente indica una sustancia activa y absorbencia es el efecto de dicha sustancia. Como podemos observar, la interpretación de la palabra Xnte influye en la propia de Xncia. Es importante comentar que, dada la fuerza paradigmática del esquema, algunas de las solidaridades se han completado mediante la acuñación de neologismos, los cuales son atestiguados en Morfolex y señalados en (7); tales casos son coadyuvancia, colaborancia y refrescancia.

En algunos de los esquemas está ausente la base verbal, pero esto no obsta para que Xnte y Xncia establezcan solidaridad entre sí. En la casuística existen 12 esquemas de este tipo:

La ausencia del verbo es evidente en palabras antiguas en las que no puede reconocerse la base verbal, como cuentahabiente/cuentahabiencia; y también en extranjerismos que se importan sin dicha base verbal, por ejemplo, resiliente/resiliencia, donde resiliencia es la cualidad de ser resiliente.

El siguiente caso es la ausencia de la palabra Xnte. En este tipo de esquema, la palabra Xncia interactúa directamente con el verbo y puede interpretarse como un nominalizador de acción. En la casuística se pueden contar 4 conjuntos de estas palabras:

El significado de nominalización de acción es evidente, como se mencionó, en los casos donde la palabra Xnte no existe: advertir/advertencia; ganar/ganancia. Asimismo, dos esquemas de este tipo de solidaridad se completaron con neologismos: concentrancia y extrañancia.

Finalmente, tenemos el esquema con ausencia de la palabra Xncia. En algunos de estos casos el significado de Xnte puede haber bloqueado la existencia de Xncia, como en cantar/cantante donde una palabra existente, canto, bloquea la existencia de la otra palabra del esquema tripartito, en este caso, la palabra Xncia. Sin embargo, el motivo de la ausencia puede deberse simplemente a que no se haya atestiguado aún dicha palabra. En la casuística se cuentan 9 esquemas de este tipo, por ejemplo:

En esta variación del esquema no existe la palabra Xncia. Esta laguna léxica puede deberse a algún tipo de bloqueo, como el caso discutido de canto, o bien, puede deberse a que no se ha atestiguado dicha palabra. En el momento de acuñación de dichas palabras, el esquema se completa como en los casos de colaborancia, irradiancia y refrescancia, neologismos que completaron el esquema tripartito como puede corroborase en la Tabla 2.

Si bien este esquema no es tan productivo como el anterior, su fuerza paradigmática puede notarse en los neologismos que completaron los esquemas tripartitos. Notamos también que esta relación solidaria presenta una polisemia ligada a las interpretaciones que se le dan a la palabra Xnte y que influyen también en los significados del segundo derivado.

3.3. Solidaridad Xero/Xería

Según Beniers, la relación entre estos sufijos guarda similitud con la ya estudiada Xismo/Xista (1996: 37). Desde su punto de vista, el valor más frecuente de -ería, ‘lugar donde se expende x’, incluye ‘el que expende x’ que se construye con -ero. Por su parte, Hernández (2019) establece que la solidaridad se da entre un objeto manipulable x, el dominio de dicho objeto (Xería) y la entidad que lo manipula (Xero). En esta investigación nos basaremos en el artículo de este último investigador. En la Tabla 3 se muestra la casuística correspondiente a este esquema solidario.

Tabla 3 Palabras del esquema Xero/Xería 

Las palabras anteriores se tomaron del DLE y del DAMER. Además, al igual que en el esquema solidario anterior, se adicionaron palabras neológicas de Morfolex. En la última columna se indica la procedencia de este corpus. Estos neologismos, como puede observarse, permitieron completar varias de las relaciones tripartitas, lo que demuestra la alta productividad de este esquema solidario que favorece, como consecuencia del efecto paradigmático, la acuñación del derivado faltante cuando el otro término ya existe. La tabla contiene 50 relaciones tripartitas. Puede observarse que la mayoría de las bases son sustantivos, a excepción de los 5 adjetivos que se indican con subíndice. La siguiente figura esquematiza este tipo de solidaridad.

Figura 4 Esquema solidario Xero/Xería  

En la figura 4a, el término x es una entidad que puede ser manipulada, pero que es prominente en un dominio dado. En el ejemplo esta entidad manipulable es zapato. Por su parte, la entidad manipuladora de x es zapatero y se representa en 4b. Finalmente, en la figura 4c se representa el dominio de x, en este ejemplo, zapatería. Dadas las características de la entidad manipulable, el dominio puede ser interpretado ya como locativo, es decir, el lugar donde se guarda x (que sería la mejor interpretación para nuestro ejemplo), o bien, como actividad de x. Por otro lado, la interpretación del esquema tripartito varía cuando x es un adjetivo. La interpretación de x para estas bases es ‘cualidad x’, mientras que Xero es ‘entidad con la cualidad x’; asimismo, Xería es el dominio que puede interpretarse también como actitud o comportamiento de Xero. La Figura 4 representa la relación básica que se establece entre las entidades del esquema tripartito. Sin embargo, en la casuística podemos notar ausencias que evidencian las variaciones que presenta este esquema. A continuación discutiremos estas variantes.

En primer lugar, analizaremos las relaciones tripartitas completas: el objeto x, la entidad manipuladora Xero y el dominio Xería. Los siguientes ejemplos fueron tomados de la Tabla 3.

En estas relaciones tripartitas, 28 en total, el esquema solidario está completo. Es muy productivo en la lengua española y, en cuanto a los neologismos de la variante mexicana, estos son muy abundantes también y permiten completar varias relaciones tripartitas; ejemplos de estas palabras novedosas son anteojería, chelería, pozolería, entre otras. Este rendimiento es una evidencia de que la fuerza paradigmática está muy presente en este esquema solidario. Podemos señalar, como caso especial, el de las bases adjetivas como grueso (esta relación tripartita se establece a partir de la tercera acepción del DLE, ‘De entendimiento oscuro, confuso, y poco agudo’). En este caso, grosero se refiere a la persona que posee la cualidad de grueso y grosería el comportamiento de la persona que posee tal cualidad.

Ahora bien, en algunos de los esquemas se acusa la ausencia de la palabra x, ya sea porque no puede interpretarse, o bien, porque el origen de una de estas palabras es un extranjerismo; tal es el caso de rosticería, un italianismo; y mercería, catalanismo.

En estos casos la base no es transparente, lo cual no impide, sin embargo, que la relación paradigmática entre Xero y Xería se establezca. Así, la existencia del extranjerismo rosticería, por el efecto del paradigma, ha permitido que se acuñe rosticero, neologismo muy común en el español de México. Esta es una ventaja importante del análisis solidario sobre las explicaciones concatenativas, ya que no se propone una relación direccional entre los tres polos, lo que permite que dos de ellos actúen sin el tercero.

Nos ocuparemos ahora de los 13 casos con ausencia de la entidad que manipula x. La ausencia de Xero se debe a que no existe dicha entidad, ya sea porque no es relevante, o bien, porque no se ha acuñado.

Como observamos, la ausencia de estas palabras se debe a diversas razones. En albañil, tenemos una entidad humana que bloquea la aparición de Xero. En este caso, albañilería es el dominio de x. En el caso de crema - cremería, consideramos que, dado lo poco usual de esta actividad, no es relevante y no se ha acuñado la palabra Xero. Ahora bien, hablando de adjetivos, como galante, glotón o tonto, estos representan en sí mismos a la persona que tiene una cualidad, por lo que no se necesita el término Xero. Finalmente, hay que hacer notar que la ausencia de varios términos Xero en el DLE ha sido cubierta por neologismos atestiguados en el español mexicano, como el caso ya tratado de rosticero.

Por último, explicaremos los casos con ausencia del dominio de x, es decir Xería: 5 en total. Esta ausencia se debe principalmente a que x no es lo suficientemente relevante para establecer su propio dominio.

En esta variación del esquema podemos notar la importancia que tienen las palabras neológicas. Varias ausencias de Xería son subsanadas con neologismos, como en los casos anteriores. Una vez más, esto demuestra la productividad de este esquema tripartito en el español mexicano. La ausencia de las palabras Xería puede explicarse porque la entidad x no tiene la prominencia suficiente para establecer su dominio, como en el caso de camión o grafiti. En ambas relaciones solo existe la entidad que manipula x: camionero y grafitero, respectivamente. En el caso de turista, tenemos una palabra asociada con otra, turismo, que representa su dominio y pertenece a otro esquema, por lo que se bloquea la palabra Xería.

Este esquema solidario es similar en productividad al primero analizado con Xismo y Xista. Existe una gran cantidad de palabras que se relacionan solidariamente, como hemos comprobado en este análisis. Además, produce muchos neologismos tanto en Xero como en Xería, lo cual es evidencia de los efectos paradigmáticos presentes en los esquemas de solidaridad. Para ampliar la discusión de las relaciones semánticas que se establecen en este esquema solidario, consultar el trabajo de Hernández (2019).

3.4. Solidaridad Xazo/Xiza

Esta solidaridad puede describirse como la alternancia en el modo de dar un golpe: recalcamos la intensidad con las palabras Xazo y la iteración con las palabras Xiza. La relación solidaria entre estos esquemas es especial, ya que, a diferencia de las tres anteriores, se ha establecido recientemente y puede considerarse productiva en América, particularmente en México, como veremos. Aunado a esto, no hay relación etimológica entre los esquemas sufijales -azo e -iza si nos atenemos a las definiciones del DLE. El primero es polisémico, con valores aumentativos y despectivos y, el que nos interesa más en este análisis, golpe: palazo, golpazo, cuerazo, trancazo. Por su parte, -iza no es definido en el DLE con significado de golpe, sin embargo, este diccionario sí define varias palabras con este esquema: paliza, golpiza, cueriza, tranquiza, etc. En varios de estos casos, estas palabras pueden considerarse mexicanismos (Zacarías 2015). Algunas de estas palabras se obtuvieron a partir de los diccionarios DEM (Diccionario del español de México), DM (Diccionario de mexicanismos) y DAMER en los que aparecen con marca diatópica para México; otras palabras son neologismos encontrados en Morfolex. En la Tabla 4 se muestran las palabras correspondientes a este esquema:

Tabla 4 Palabras del esquema Xazo/Xiza 

Resalta en la tabla anterior el hecho de que varias de las parejas Xazo/Xiza se establecen a partir de palabras reconocidas en diccionarios específicos para América y México. Asimismo, se han incluido neologismos para México, como guamiza y maraquiza. En total se analizan 22 esquemas de palabras. La relación solidaria entre estos esquemas se representa en la Figura 5:

Figura 5 Esquema solidario Xazo/Xiza

En este caso, consideramos que la palabra base es instrumental, usada para dar golpes de distinto tipo. El esquema puede referirse a un golpe intenso, o bien, repetitivo. Cuando existe alguna de las dos palabras, el esquema de solidaridad facilita la aparición de la otra palabra de la pareja. En a) se representa la base de derivación, que por lo general es el instrumento con el que se da el golpe, o bien, el lugar donde se da. En b) representamos la acción violenta o intensa del instrumento x sobre otra entidad y; en este sentido, la intensidad de la acción se simboliza con la flecha gruesa y, si bien no se incluye en la figura, el uso del instrumento codificado en el derivado presupone la existencia de un agente. En c) la representación de la iteración de la acción violenta se debe a la repetición del golpe dado de x sobre y. A continuación discutiremos con detenimiento todas las posibilidades que se establecen en este esquema solidario.

El caso más general del esquema representa la alternancia en el modo de golpear a partir de una base que, por lo regular, actúa como instrumento. Las palabras Xazo refieren intensidad mientras que las palabras Xiza representan iteración:

El anterior es el caso donde el esquema solidario se representa completamente, con la alternancia intensidad/iteración. Es el más productivo y el que está representado por más parejas de palabras. Una variación en el esquema solidario consiste en considerar que la base no es el instrumento con el que se golpea, sino el lugar donde se golpea:

Este esquema es una extensión poco productiva del esquema principal. No se han encontrado más ejemplos que los mostrados. La poca productividad se nota también en la ausencia del esquema solidario al no existir las contrapartes Xiza en los casos de cocotazo y panzazo.

En otros casos, la base de derivación no puede considerarse instrumento, sino que refiere la acción misma: golpe - golpazo - golpiza. Este caso es interesante porque la base de derivación alude por sí misma a la acción violenta. Golpazo, por su parte es, sin lugar a duda, un aumentativo, pero que cumple con su función de esquema solidario. Por su parte, la palabra Xiza, golpiza, cumple su función de iteración.

En el siguiente caso, es interesante señalar que la solidaridad entre los esquemas derivativos permite la existencia de las palabras Xazo y Xiza, aun cuando no existe una base de derivación, o bien, no puede determinarse con exactitud, como en los siguientes casos:

Como puede observarse en los casos anteriores, se cumple la relación de solidaridad y la alternancia en el modo de golpear, sin embargo, no parece ser posible determinar, al menos con claridad, cuál es la palabra base instrumental sobre la que se construye esta relación solidaria. Estos derivados son importantes, ya que demuestran que la presión paradigmática del esquema solidario permite la alternancia Xazo/Xiza, aunque la relación con la base sea opaca. Esta misma característica del esquema solidario, la fuerza paradigmática, permite la existencia del derivado Xiza sin la existencia de la palabra Xazo:

En estos casos, la palabra Xazo no existe porque es bloqueada por derivados establecidos en la lengua (patada, cachetada) con el mismo significado. La existencia de una palabra con el significado de ‘golpe violento’ y la presión paradigmática son los factores que permiten la acuñación de palabras Xiza como cachetiza.

Finalmente, tenemos los casos donde el esquema solidario no se completa debido a la ausencia de las palabras Xiza. Esta carencia del esquema puede deberse a lagunas léxicas o algún tipo de bloqueo que habrá que determinar en cada caso:

Es de suponer que algunas de las palabras Xiza puedan acuñarse cuando los hablantes tengan necesidad de utilizar tales significados. La denominación a través de palabras que se refieran a la iteración de golpes puede verse favorecida por la productividad de este esquema.

Como podemos observar, si bien este esquema es más moderno y, al parecer, está marcado diatópicamente, funciona de manera similar a los tres primeros que analizamos. La fuerza paradigmática de la relación solidaria permite que existan las parejas Xazo y Xiza a pesar de que muchas veces no haya bases evidentes de derivación. Por otro lado, los significados ‘intensidad’ para Xazo e ‘iteración’ para Xiza son muy precisos y permiten la amplitud y adecuación del esquema solidario. Si bien la productividad en este caso es menor que la productividad de los esquemas anteriores, podemos observar que existen abundantes casos y que la noción de solidaridad se cumple cabalmente. Es de esperarse que este tipo de solidaridad siga extendiéndose a distintas variedades del español, como de hecho ya sucede, y que su productividad siga en aumento.

4. CARACTERIZACIÓN DEL ESQUEMA SOLIDARIO

Después de analizar detalladamente cada una de las cuatro solidaridades que hemos identificado, en esta sección describiremos las características generales del esquema derivativo solidario. Como dijimos en la introducción, este tipo de derivación es muy común y productiva, como puede comprobarse por la gran cantidad de palabras creadas con estos esquemas, pero no se ha estudiado con la profundidad debida. En las siguientes líneas esbozaremos una descripción de la derivación por solidaridad entre esquemas de formación de palabras. Partiremos de los rasgos comunes que comparten los cuatro análisis descritos en la sección anterior para identificar las características más importantes de este tipo de esquema derivativo. Posteriormente, propondremos cuatro condiciones que, a nuestro juicio, pueden determinar una relación solidaria entre dos afijos.

4.1. Características generales de la solidaridad afijal

Si se observan con detenimiento las cuatro descripciones de esquemas solidarios realizadas en la sección previa, podemos afirmar que existen características compartidas. En primer lugar, en todos los casos la solidaridad se establece entre parejas de sufijos, es decir, la solidaridad tiene tres polos, considerando los dos derivados y la palabra base. La dirección de derivación puede variar, ya que en el fondo de una solidaridad afijal se encuentra una relación tripartita, por lo que no se presupone prioridad de ninguno de los derivados. En segundo lugar, resalta la similitud formal que guardan los pares de sufijos. En el caso de la solidaridad entre -ismo/-ista, la proliferación de términos es un fenómeno del siglo XX, según Lang (2002: 178). Con respecto a las solidaridades -ero/-ería, y -nte/-ncia, sabemos que guardan una cierta relación etimológica, según Pharies (2002)2. En el caso de -azo/-iza, estos sufijos no tienen un origen común y ha sido la evolución gramatical de este último la que los ha llevado a coincidir (Zacarías 2018b) y establecer una relación solidaria. En tercer lugar, hay que notar la cercanía conceptual entre los pares de sufijos. Esta relación semántica estrecha es la que permite que compartan un mismo campo semántico y se complementen en la formación de los derivados. En las tres primeras solidaridades, uno de los afijos (-ismo, -ncia, -ería) se utiliza para crear palabras que establecen un dominio a partir de una palabra base prominente, mientras que el segundo afijo (-ista, -nte, -ero) forma palabras que describen la interacción, ya sea con la base de derivación, o bien, con el dominio establecido por el primer sufijo. En el caso de la última solidaridad -azo/-iza, la relación es aspectual, con alternancia entre intensidad (-azo) e iteratividad (-iza). En los cuatro casos descritos es evidente la conexión semántica entre ambos derivados.

4.2. Condiciones que determinan una solidaridad sufijal

No siempre la interacción entre dos afijos, aunque presenten cierta cercanía semántica, implica que se establezca entre ellos una solidaridad derivativa. Para que esta exista deben cumplirse cuatro condiciones, las cuales describiremos a continuación.

I. Ausencia de relación concatenativa

Entre ambos sufijos existe una relación clara de derivación a nivel del significado, sin embargo, no puede establecerse una relación formal concatenativa. Si se quiere postular la concatenación, hay que plantear un acortamiento del sufijo, o bien, recurrir al concepto poco explicativo de la «paradoja de encorchetado», que enfatiza el problema, pero no establece la causa de este desajuste derivativo y no logra describirlo adecuadamente. Tampoco puede establecerse inequívocamente la dirección de derivación.

II. Compatibilidad semántica

Para que exista un esquema solidario, ambos sufijos deben ser cercanos en su significado, pero no compitiendo sino complementándose. Ambos sufijos comparten un campo semántico y se distribuyen dentro de este, de acuerdo con su función respectiva. Entre ellos se establece una relación derivativa, pero no es posible establecer la dirección de derivación (es decir, reconocer, sin duda alguna, cuál derivado se formó primero).

III. Productividad

Para que la solidaridad represente un esquema usual en una lengua, ambos sufijos deben tener un nivel de productividad relativamente alto. Una diferencia amplia de productividad implica la inexistencia de tal solidaridad, o bien, un debilitamiento de esta en el caso de que un sufijo pierda productividad en un momento dado. La productividad de los afijos es la causante de que se establezca entre ellos una presión paradigmática que hace presuponer la existencia de un derivado cuando el otro solidario se ha atestiguado en la lengua.

IV. Relaciones variables dentro del esquema solidario

Los distintos casos de solidaridad establecen distintas rutas entre los derivados, lo cual es una prueba de que detrás de la solidaridad existe una relación de tres polos: la base y los dos derivados. La dirección de derivación entre los derivados puede leerse de distintas maneras, tal como quedó demostrado en la interpretación de los ejemplos analizados en la tercera sección. Cuando no es posible establecer con certeza la dirección de derivación entre dos palabras derivadas, es probable que guarden entre ellos una correspondencia solidaria.

5. CONCLUSIONES

En este artículo damos cuenta de la investigación realizada sobre parejas de sufijos que establecen entre sí una relación solidaria. Tal relación de solidaridad puede identificarse en los casos de ­derivación donde no es posible establecer con certeza una conexión uno a uno entre la forma y el significado: estos sufijos se encuentran en una correlación derivativa a nivel semántico, pero no formal. Esta clase de esquema derivativo ha sido difícil de analizar a partir de modelos tradicionales que privilegian una visión concatenativa de la formación de palabras y que han tenido que recurrir a las llamadas paradojas de encorchetado para explicar dicho desajuste formal. En este escrito hemos demostrado que un análisis basado en esquemas solidarios es más adecuado y logra describir mejor la relación derivativa entre estos pares de sufijos. Una característica importante de la solidaridad es que los afijos están ligados a nivel conceptual y establecen una relación tripartita junto con la base de derivación. Esta conexión tripartita es la que provoca que existan distintas interpretaciones de significado entre los derivados de tales esquemas.

De -ismo/-ista, Hernández y Zacarías (2017) afirman que representan una solidaridad muy marcada y, como hemos podido comprobar por los numerosos ejemplos de pares de palabras existentes en la lengua, sumamente productiva. Por otro lado, Hernández (2019) considera que la solidaridad -ero/-ería es más débil porque hay más restricciones para la formación de dobletes. En cuanto a -nte/-ncia, es también una solidaridad con varias restricciones, sobre todo porque se da con los valores menos agentivos de -nte (Vázquez, 2019). Con respecto a la relación -azo/-iza, se reconoce que estos sufijos conforman la solidaridad más reciente, pero también la menos productiva, ya que, como se demostró en la sección 3.4, esta está condicionada diatópicamente.

Las relaciones tripartitas en las que hemos basado los análisis de las cuatro solidaridades pueden interpretarse también como paradigmas derivativos en el sentido que los define Fernández-Domínguez (2020). En este tipo de paradigmas es muy importante la llamada presión paradigmática, tal como lo mencionamos en la introducción de este artículo. Consideramos que un análisis como el delineado en este trabajo puede ofrecer una mejor alternativa para aquellos casos donde no es posible aplicar un análisis concatenativo tradicional.

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2Describir el origen etimológico y la evolución de estos pares de afijos queda fuera de los objetivos de este artículo.

Anexo. Neologismos tomados de Morfolex

Recibido: 16 de Marzo de 2021; Aprobado: 19 de Agosto de 2021

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