1. Introducción
La construcción de doblado de predicados es un patrón sintáctico que involucra un infinitivo o una frase de infinitivo dislocados en la periferia izquierda oracional. Como indica el nombre de la construcción, se trata de un fenómeno de doblado en el que una versión finita del mismo verbo léxico se realiza en el interior de la cláusula. Esta construcción es particularmente productiva en español rioplatense1:
(1) a. Correr, corro bastante.
b. Hablar con Eliana, ya hablé.
c. Hacer el asado, ya lo hice.
d. Comprar el auto, al final pude comprar el auto.
Diversos autores han discutido qué tipo de estructura sintáctica subyace a estas construcciones en español, por ejemplo, Vicente (2007, 2009) y Saab (2017). En particular, el debate se ha centrado en discernir si el predicado dislocado se deriva a partir de operaciones de movimiento sintáctico, o si involucra generación en la posición de especificador del complementante matriz. El presente trabajo se mantiene al margen de estas cuestiones. El interés central de este artículo es ofrecer un análisis de la estructura informativa de estas construcciones, es decir, se busca definir qué tipo de valores informativos se expresan en español a partir de estos patrones de doblado verbal.
Hasta el momento, la caracterización de la estructura informativa de las oraciones de (1) ha sido fragmentaria. Vicente (2007, 2009) observa que el elemento dislocado parece funcionar como un tópico; esta descripción, sin embargo, resulta un tanto vaga si se considera que existen diversos tipos de tópico (Frascarelli y Hinterhölzl 2007, Bianchi y Frascarelli 2010, Büring 2016). Vicente (2007) señala, además, que la construcción involucra interpretaciones de verum focus; sin embargo, Muñoz Pérez (2017) observa que esta caracterización no puede ser suficiente dado que el doblado de predicados se da con foco en distintos constituyentes. De este modo, no existe hasta el momento una propuesta de análisis unificada para las propiedades informativas de la construcción.
La hipótesis central que se presenta en este trabajo es que el predicado dislocado de las oraciones de (1) funciona como un tópico contrastivo en el sentido de Büring (2003, 2016), es decir, es un elemento que, junto con un foco estrecho, evoca una estructura discursiva que consiste en un conjunto de preguntas alternativas. La observación de que el doblado de predicados involucra una interpretación de tópico contrastivo se ha realizado con respecto a otras lenguas, por ejemplo, Aboh y Dyakonova (2009) para el ruso, y Jo (2013) para el coreano. Estas caracterizaciones no pueden trasladarse inmediatamente al español, dado que el verbo dislocado no recibe la misma interpretación en toda lengua que exhibe doblado de predicados. Por ejemplo, Koopman (1984) reporta que esta construcción en vata funciona como estrategia de focalización verbal. Por tanto, es necesario demostrar que el doblado de predicados del español efectivamente responde a las propiedades de los tópicos contrastivos.
La estructura del artículo es la siguiente: en la sección 2 se introducen los supuestos teóricos que sustentan la propuesta analítica; se presentan las nociones de foco en el marco de la semántica de alternativas (Rooth 1985, 1992, 1996), y la noción de tópico contrastivo en el marco de Question under Discussion (Roberts 1996, Büring 2003). La sección 3 se dedica a demostrar que la construcción de doblado de predicados que exhibe el español responde a una caracterización en términos de tópico contrastivo + foco estrecho. La sección 4 muestra que el análisis ofrecido permite predecir correctamente la distribución de la construcción en contextos subordinados. Finalmente, la sección 5 contiene las conclusiones.
2. Focos, tópicos y preguntas implícitas
Halliday (1967) introduce el término estructura informativa para referirse a un nivel de organización lingüística que funciona en paralelo a la estructura sintáctica. Como señala Halliday, uno de los factores informativos que determinan las propiedades formales de una oración (por ejemplo, su entonación) es la distribución de la información dada y la información nueva. La información “dada” es aquella que los hablantes asumen que puede recuperarse situacionalmente o a través de mecanismos anafóricos2. En cuanto a la información “nueva”, y parafraseando a Halliday, esta constituye el eje central o foco de la información que un hablante contribuye a la situación comunicativa a través de una determinada oración (1967: 202).
Adaptando la terminología de Halliday (1967) al uso actual, denominamos foco al constituyente que introduce, en el caso general, información novedosa. En principio, se pueden destacar dos contextos principales en los que un constituyente funciona como foco. El primero es el caso en que un determinado elemento de la oración introduce información nueva que resulta contraria a alguna alternativa dada por el contexto, por ejemplo, (2); este tipo de foco se conoce como foco contrastivo. En el segundo caso, la información nueva se introduce a través de un constituyente que “reemplaza” una frase interrogativa en una pregunta inmediatamente precedente, por ejemplo, (3); este foco se denomina foco de respuesta o foco informativo3.
(2) A: Cosmo escribió un artículo.
B: Cosmo escribió un [LIBRO]F (no un artículo).
(3) A: ¿Qué compró Cosmo?
B: Cosmo compró [vino]F.
En todos los casos, el constituyente que funciona como foco porta el acento nuclear de la oración. Esta condición se establece en (4).
(4) Correlación foco-acento nuclear
El acento nuclear de una oración recae en la última sílaba tónica de un constituyente focal.
Se pueden distinguir, además, dos tipos de foco dependiendo del “tamaño” del constituyente que introduce información nueva. Por un lado, está el llamado foco estrecho, en el que un determinado sintagma de la oración introduce información nueva; esto se observa en los ejemplos de (2B) y (3B). Por otra parte, si ningún elemento de la oración puede tomarse como información dada previamente, esto equivale a decir que toda la oración funciona como foco, por ejemplo, (5); esto se denomina foco amplio.
(5) A: ¿Qué pasó?
B: [Mi vecino se compró una Ferrari]F.
La teoría estándar para el funcionamiento del foco se da en el marco de la semántica de alternativas (Rooth 1985, 1992, 1996). De acuerdo con este marco, la función general del foco es evocar un conjunto de proposiciones alternativas a la expresada en una oración. La existencia de este conjunto se corrobora, por ejemplo, a partir del funcionamiento de operadores focales como el adverbio solamente. Como muestra el siguiente ejemplo, este adverbio niega implícitamente toda proposición según la cual Cosmo compró otra cosa que no sea vino.
(6) Cosmo compró solamente [vino]F.
→ Cosmo no compró pan, Cosmo no compró fruta, Cosmo no compró cerveza…
A nivel técnico, la idea es que toda oración ⟦α⟧ denota al menos dos tipos de valores semánticos: (i) un valor semántico ordinario ⟦α⟧o, que es la proposición que literalmente expresa la oración, y (ii) un valor semántico focal ⟦α⟧ f , en adelante, valor-f, que es el conjunto de proposiciones alternativas que se obtiene al reemplazar el constituyente focal por una variable para elementos dentro del mismo paradigma. Los valores semánticos correspondientes a la oración de (6) se ilustran en (7).
(7) a. ⟦(6)⟧o = Cosmo compró vino.
b. ⟦(6)⟧ f = Cosmo compró x = {Cosmo compró vino, Cosmo compró pan, Cosmo compró fruta, Cosmo compró cerveza, …}
Esta caracterización del foco permite capturar la llamada correlación pregunta-respuesta. Como muestran los diálogos en (3) y, en contraste, (8), si una oración O responde explícitamente una pregunta parcial Q, el constituyente que realiza el foco en O debe tener una función equivalente a la frase interrogativa en Q. Si esto se viola, la respuesta resulta inadecuada al contexto.
(8) A: ¿Qué compró Cosmo?
B: # [Cosmo]F compró vino.
Bajo el supuesto de que una pregunta denota el conjunto de sus potenciales respuestas (Hamblin 1973), esta correlación puede capturarse explícitamente como un requisito de congruencia entre la denotación de la pregunta y el valor-f de la respuesta. Asúmase informalmente la siguiente definición, adaptada y simplificada a partir de propuestas de diversos autores (Onea y Zimmermann 2019, Beaver y Clark 2008, Rooth 1996).
(9) Congruencia
Dada una pregunta Q y su correspondiente respuesta O, debe cumplirse que ⟦Q⟧o ⊆ ⟦O⟧ f .
El diálogo en (3) satisface la condición de congruencia. Como se observa en (10), el conjunto de las potenciales respuestas de (3A) es equivalente al valor-f de (3B). Por tanto, se cumple la relación de inclusión que establece la condición de congruencia en (9).
(10) a. ⟦(3A)⟧ = {Cosmo compró vino, Cosmo compró fruta, Cosmo compró pan, …}
b. ⟦(3B)⟧ f = {Cosmo compró vino, Cosmo compró fruta, Cosmo compró pan, …}
c. ⟦(3A)⟧ ⊆ ⟦(3B)⟧ f
Por otra parte, el diálogo en (8) no satisface la condición de congruencia: el conjunto de las posibles respuestas a la pregunta (8A) no pertenece al valor-f de (8B).
(11) a. ⟦(8A)⟧ = {Cosmo compró vino, Cosmo compró fruta, Cosmo compró pan, …}
b. ⟦(8B)⟧ f = {Cosmo compró vino, Eliana compró vino, Jorge compró vino, …}
c. ⟦(8A)⟧ ⊈ ⟦(8B)⟧ f
En principio, este tipo de aproximación a la relación pregunta-respuesta puede parecer demasiado restrictivo. Por ejemplo, parece obvio que la condición de congruencia no puede satisfacerse en el siguiente diálogo, el cual es perfectamente posible.
(12) A:¿Qué tal estuvo el recital?
B: El cantante vomitó en el escenario.
Para dar cuenta de este y otros fenómenos que se discutirán más adelante, adoptamos los supuestos básicos del modelo de Question Under Discussion (Roberts 1996; Beaver, Roberts, Simons y Tonhauser 2017). Esta es una teoría de la estructura del discurso que modela los objetivos comunicativos de los hablantes como preguntas. Esto es, todo intercambio lingüístico se encuentra guiado por la necesidad de resolver una determinada pregunta implícita o explícita, esto es, la question under discussion (QUD). Por ejemplo, una oración como a Cosmo le gusta el pollo puede funcionar como parte de una discusión que intenta responder la pregunta ¿qué cosas le gustan a Cosmo?; a su vez, esta pregunta puede integrar un discurso mayor que apunta a responder una pregunta más general como ¿qué tipo de persona es Cosmo? y así sucesivamente. En definitiva, la teoría propone un modelo jerárquico del discurso que puede modelarse a partir de árboles discursivos (Büring 2003).
Los nodos de estos árboles se relacionan a partir del principio pragmático de relevancia.
(14) Relevancia (adaptado de Leech 1983: 94)
Un enunciado E es relevante a una situación de habla si E contribuye al objetivo comunicativo del hablante o del oyente.
Dado que la teoría de Question Under Discussion modela los objetivos comunicativos como preguntas, se espera que un enunciado sea relevante si contribuye a responder la QUD. En este sentido, si bien la oración de (12B) no es congruente con la pregunta de (12A), (12B) sí resulta congruente con una (sub)pregunta que es relevante a (12A). Como muestra el esquema de (15), es posible “conectar” los enunciados del diálogo (12) a partir de preguntas implícitas relevantes que hablante y oyente pueden acomodar pragmáticamente. Una de estas preguntas es congruente con la oración de (12B) en el sentido de (9); esta pregunta implícita permite explicar por qué un determinado constituyente funciona como foco en (12B) y por qué el acento nuclear se realiza donde se realiza (es decir, sobre el nombre escenario).
Este esquema debe contrastarse al de un diálogo incoherente como el de (16).
(16) A: ¿Qué tal estuvo el recital?
B: # Hay que ponerle sal al agua de los fideos.
En este caso, no hay secuencia de preguntas relevantes que pueda acomodarse para poder “conectar” (16A) y (16B).
La organización de los árboles discursivos adopta diversos aspectos de la semántica de alternativas. Considérese nuevamente el análisis del diálogo (3) que se ofreció en (10). Como se muestra en (18), una pregunta en un árbol discursivo tiene como nodos hijos al conjunto de sus potenciales respuestas, es decir, su denotación en términos de Hamblin (1973). A la vez, una oración con foco tiene como nodos hermanos a los demás miembros de su valor-f.
Para distinguirla de los objetivos comunicativos más generales de los hablantes, denominaremos QUD inmediata a la pregunta que satisface la condición de congruencia en (9) para una determinada oración. Esta relación se captura en términos de una dependencia madre-hijo en los árboles discursivos subsecuentes.
Pasemos a discutir la noción de tópico contrastivo. En primer lugar, debe distinguirse entre tópicos contrastivos y tópicos no contrastivos. Estos últimos se corresponden, a grandes rasgos, con la categoría tema propuesta por los lingüistas de la Escuela de Praga como, por ejemplo, Firbas (1964) y Mathesius (1975). Un tópico no contrastivo se define por ser aquello sobre lo que se comenta. Dependiendo de si el constituyente en cuestión se encuentra dado o no, pueden distinguirse familiar topics y aboutness-shifting topics (Frascarelli y Hinterhölzl 2007).
(19)Familiar topic
A: Contame de tu amigo Jorge.
B: Lo echaron del trabajo, [a Jorge]TOP.
(20)Aboutness-shifting topic
A: ¿Qué pasó?
B: [Un auto]TOP se llevó puesto a Fernando.
Büring (2003, 2016) define al tópico contrastivo como una categoría perteneciente al dominio empírico del foco. De acuerdo con Büring, así como el foco permite relacionar una oración con un conjunto de proposiciones alternativas, un tópico contrastivo evoca un conjunto de preguntas alternativas (es decir, un conjunto de conjuntos de proposiciones). Considérese el clásico ejemplo del inglés en (21). La respuesta en (21B) tiene dos constituyentes prosódicamente prominentes: el constituyente focal the beans se realiza con lo que Jackendoff (1972) denominó un A-accent, mientras que el nombre Fred, que funciona como tópico contrastivo, se realiza con un B-accent. Este patrón entonativo sugiere una potencial continuación a (21B) en la que otras personas comieron otras cosas, por ejemplo, Mary ate the eggplant, George ate the tuna, Elaine ate the carrots, etc.
(21) A: What did you people eat?
B:Well, [Fred]TC ate [the beans]F.
Un ejemplo equivalente puede construirse en español, como se muestra en (22). La respuesta en (22B) también sugiere una continuación en la que otros individuos compraron otras cosas, por ejemplo, Eliana compró fruta, Jorge compró pan, etc.
(22) A: ¿Qué compraron, gente?
B: Bueno, [Cosmo]TC compró [vino]F.
Como advierte Büring, este “efecto de continuidad” señala que una estructura discursiva compleja se encuentra en juego. Particularmente, parece ser que tanto el foco como el tópico contrastivo funcionan como variables que introducen conjuntos de alternativas. Para determinar explícitamente qué estructura discursiva se pone en funcionamiento al utilizar un tópico contrastivo, Büring propone los siguientes pasos informales:
(23) Formación de valor-ct (adaptado de Büring 2003: 519)
a. Reemplace el foco con un pronombre interrogativo y forme una pregunta con este; si el foco cae sobre el verbo finito o la negación, simplemente muévalos a la izquierda para formar una pregunta total.
b. Forme un conjunto de preguntas a partir de la pregunta resultante del paso (23a); para ello, reemplace el tópico contrastivo por elementos equivalentes alternativos.
Si se aplica este algoritmo a (22B), el procedimiento deriva (i) la QUD inmediata y (ii) un conjunto de preguntas alternativas. Este último objeto es lo que Büring denomina valor-ct, es decir, ⟦(22B)⟧ ct .
(24) [Cosmo]TC compró [vino]F.
a. CosmoTC compró qué → ¿qué compró CosmoTC?
b. ¿qué compró x TC? → {¿qué compró Cosmo?, ¿qué compró Eliana?,…}
La información en (24) puede resumirse en un árbol discursivo como el de (25). Esta representación muestra que un enunciado que contiene un tópico contrastivo responde completamente su QUD inmediata, pero, además, evoca una serie de preguntas alternativas que, en conjunto, buscan resolver una pregunta más general, por ejemplo, ¿quién compró qué? Las respuestas asociadas a estas preguntas alternativas constituyen lo que se denominó previamente “efecto de continuidad”. Siguiendo a Büring (2003), se asume que el hecho de evocar preguntas alternativas es parte del significado convencional de los tópicos contrastivos, mientras que el contenido específico de dichas preguntas (y sus respuestas) depende de procesos de implicatura conversacional.
En la próxima sección, se mostrará que la proyección verbal dislocada en el doblado de predicados funciona como un tópico contrastivo en exactamente este sentido. Es decir, una oración que involucra doblado de predicados responde una QUD inmediata y evoca un conjunto de preguntas alternativas. Para determinar las estructuras discursivas relevantes en cada caso, se utilizará el algoritmo de Formación de valor-ct de Büring (2003) en (23). Esta operación, sin embargo, requiere de una leve modificación para poder aplicarse a tópicos contrastivos que involucran (i) doblado y (ii) dislocación. Como solución provisoria, se propone el siguiente agregado:
(26) Si el constituyente marcado como tópico contrastivo está dislocado fuera de la cláusula, póngalo en la posición de su correlato dentro de la cláusula para formar la QUD inmediata.
Este supuesto es independientemente necesario para poder dar cuenta de, por ejemplo, construcciones de dislocación de clítico que reciben interpretación de tópico contrastivo. Así, la oración de (27) puede analizarse a partir del mecanismo en (23) siguiendo los siguientes pasos.
(27) [Los porotos]TC, los comió [Cosmo]F.
a. Los porotosTC, los comió quién → ¿quién comió los porotosTC?
b. ¿quién comió x TC?→ {¿quién comió los porotos?, ¿quién comió la carne?, …}
3. Una caracterización informativa del doblado de predicados
Como se mencionó en la introducción, Vicente (2007) observa que la construcción de doblado de predicados recibe una interpretación de verum focus, esto es, enfatiza la polaridad positiva de una proposición. El verum focus se realiza de dos modos alternativos en español: (i) se puede asignar acento nuclear enfático al marcador de polaridad positiva sí (Escandell Vidal 2011), como en (28B), o (ii) el verbo finito puede recibir acento nuclear enfático, como en (28B’). Como se muestra en el diálogo en (28), ambas formas permiten refutar la afirmación en (28A).
(28) A: Jorge no leyó el libro.
B: SÍ lo leyó (pero no lo entendió).
B’: Lo LEYÓ (pero no lo entendió).
Como señala Vicente, el doblado de predicados puede emplearse en el mismo contexto para expresar básicamente el mismo valor informativo. En estos casos, el verbo finito debe realizarse con acento nuclear enfático.
(29) A: Jorge no leyó el libro.
B: Leer, lo LEYÓ (pero no lo entendió).
Sin embargo, la interpretación de verum focus no es un rasgo definitorio de la construcción de doblado de predicados. Como observa Muñoz Pérez (2017), el doblado de predicados permite focalizar otros elementos de la oración. Los ejemplos en (30) muestran que los objetos directos (30a), términos de preposiciones (30b), sujetos (30c) y adverbios (30d) también pueden recibir interpretación focal.
(30) a. Comprar, compré EL AUTO, no la moto.
b. Hablar, hablé con COSMO, no con Eliana.
c. Comprar, compró COSMO el asado, no yo.
d. Comprar, compré HOY el auto, no ayer.
Como puede observarse, tanto los ejemplos de (29) como los de (30) involucran formas de foco estrecho. La construcción de doblado de predicados resulta inaceptable en contextos que requieren foco amplio.
(31) A:¿Qué pasó?
B: # Comprar, compré el auto.
Puede concluirse, entonces, que el doblado de predicados requiere foco estrecho sobre algún constituyente. Como se discutió a lo largo de la sección precedente, el foco estrecho es uno de los elementos que permiten calcular el valor-ct de una oración con tópico contrastivo. El otro elemento necesario para realizar dicho cálculo es el tópico contrastivo en sí mismo. Nuestra hipótesis es que la proyección verbal dislocada en el doblado de predicados funciona siempre como tópico contrastivo; o, para ponerlo en términos ligeramente diferentes, proponemos que el patrón de doblado verbal es una estrategia para indicar que un predicado debe interpretarse como un tópico contrastivo en español. El siguiente esquema ilustrativo resume nuestro análisis.
(32)Infinitivo (SX), [cláusula … Verbo (SX) … SY … ]
tópico contrastivo foco
La predicción inmediata de (32) es que el doblado de predicados siempre debe involucrar un “efecto de continuidad” similar al descrito en (22B). Es decir, si la construcción siempre tiene un tópico contrastivo, su uso debe evocar una estructura discursiva compleja formada por una QUD y un conjunto de preguntas alternativas a dicha QUD. Además, la estructura discursiva relevante debe poder identificarse a partir de la aplicación de las reglas de Formación de valor-ct en (23) sobre (i) el foco de la oración y (ii) la proyección verbal dislocada.
Considérese el diálogo en (33), el cual no involucra doblado de predicados. La respuesta del hablante B resuelve completamente la pregunta ¿qué leyó Jorge? Lo que haya ocurrido con el libro resulta irrelevante, dado que la respuesta se limita a realizar la aserción de que Jorge leyó el artículo.
(33) A: ¿Qué leyó Jorge? ¿El artículo o la revista?
B: Leyó [el artículo]F.
Esta interpretación debe contrastarse con la que se obtiene a partir de utilizar doblado de predicados. La respuesta de B en (34B) sugiere una continuación en la que algo distinto a un evento de lectura sucedió con el libro. Asúmase un contexto en el que Jorge debía leer el libro y el artículo, pero no tuvo tiempo de leer ambos. En este escenario, el hablante A podría incluso inferir a partir de la respuesta de B que Jorge no leyó (propiamente) el libro, sino que simplemente lo miró por arriba.
(34) A: ¿Qué leyó Jorge? ¿El libro o el artículo?
B: [Leer]TC, leyó [el artículo]F (el libro solo lo ojeó).
El “efecto de continuidad” observado en (34B) indica que hay una pregunta más general en juego que engloba a la QUD ¿qué leyó Jorge? Es decir, si bien la oración (34B) responde a esta pregunta, también indica que hay aspectos relevantes a la situación comunicativa que no se han resuelto completamente a partir de esta aserción. En otras palabras, (34B) introduce la estructura discursiva propia de los tópicos contrastivos.
Si el esquema en (32) resulta correcto, debería ser posible derivar la estructura discursiva que supone (34B) a partir de aplicar la operación de Formación de valor-ct a los constituyentes marcados como F y TC. Es decir, la regla en (23a) debe reemplazar el nominal el artículo por un pronombre interrogativo, mientras que (23b) debe reemplazar el verbo leer por una serie de verbos alternativos. El primer paso se representa en (35), en donde se observa que el mecanismo devuelve la QUD inmediata para el enunciado. Nótese, además, que es necesario adoptar (26) para obtener el resultado correcto.
(35) [Leer]TC, Jorge leyó qué → ¿qué leyóTC Jorge?
El segundo paso calcula el valor-ct de (34B) a partir de su QUD inmediata, a partir del reemplazo del constituyente marcado como tópico contrastivo en (35) por otros verbos. En este caso, el verbo leyó se reemplaza por, al menos, el verbo ojear; en (36) se emplea informalmente la notación R como una variable para un verbo.
(36) ¿Qué R Jorge? → {¿qué leyó Jorge?, ¿qué ojeó Jorge?, …}
Esto deriva exitosamente el “efecto de continuidad” de (34B): la oración con doblado de predicados responde completamente su QUD inmediata, pero a la vez introduce al menos una pregunta adicional que resulta relevante al tema general en discusión. Esto puede sintetizarse en un árbol discursivo como el de (37).
Considérese a continuación el diálogo en (38), el cual contiene una oración con doblado de predicados que expresa verum focus. Asúmase para este intercambio un escenario en el que Jorge es un estudiante que tiene como tarea leer un libro y escribir un informe al respecto. En (38A), la maestra le pregunta a un amigo de Jorge si este leyó el libro. La respuesta en (38B) responde esta pregunta, pero además sugiere una continuación que, en cierto sentido, contradice la respuesta. Esto es, (38B) expresa que Jorge efectivamente leyó el libro, pero da a entender que hay una razón adicional para considerar la tarea incompleta. Algunas continuaciones posibles son pero no terminó el informe, o pero se olvidó la tarea en casa. De hecho, sin una continuación explícita por parte de B, la respuesta más natural por parte de la maestra sería ¿pero qué pasó?
(38) A: ¿Leyó el libro Jorge?
B: [Leer el libro]TC, lo LEYÓ.
Si bien el verum focus se expresa fonológicamente como una acentuación enfática del verbo finito, el verbo léxico no recibe una interpretación focal. Por explicitud, seguimos a Samko (2016) y Goodhue (2018) en asumir que el verum focus involucra la marcación de foco del núcleo de polaridad Σ (Laka 1990, Holmberg 2016), tal como en (39); esta estructura subyacente se realiza como en (38B) debido a movimiento nuclear de T a Σ, es decir, el verbo flexionado es un núcleo complejo que contiene al núcleo de polaridad. En términos semánticos, este análisis implica que una proposición p marcada con verum focus se contrasta con su negación ¬p.
(39) [Leer el libro]TC, ΣF lo leyó.
Como en el ejemplo previo, el “efecto de continuidad” observado en (38B) puede recuperarse aplicando el mecanismo de Formación de valor-ct en (23). De acuerdo con la regla de (23a), se debe formar una pregunta total a partir de desplazar el verbo a la periferia izquierda de la oración. Esta pregunta es la QUD inmediata de la oración de (38B).
(40) [Leer el libro]TC, Jorge lo LEYÓ. → ¿[Leyó el libro]TC Jorge?
En un segundo paso, se forma un conjunto de preguntas polares alternativas a partir de reemplazar el verbo que funciona como tópico contrastivo por una serie de alternativas salientes, como se indica en (23b). Se utiliza informalmente la notación P para señalar una variable que reemplaza un predicado.
(41)P Jorge? → {¿leyó el libro Jorge?, ¿olvidó la tarea Jorge?, …}
Esto permite derivar el “efecto de continuidad” descrito con respecto a (38). Una vez más, el resultado puede esquematizarse en un árbol discursivo.
En su descripción del doblado de predicados, Vicente (2007: 62) explota la distinción entre verum focus contradictorio y no contradictorio. El primero enfatiza la verdad de una proposición p en contraste con ¬p, mientras que el segundo establece un contraste entre la verdad de p y una proposición diferente q. Vicente sostiene que el doblado de predicados en español involucra un verum focus no contradictorio. Esto puede verse en el ejemplo de (29), en donde la proposición p = Jorge leyó el libro se contrasta con la proposición q = Jorge no entendió el libro.
El análisis hasta aquí ofrecido deriva la interpretación no contrastiva que reconoce Vicente sin necesidad de distinguir dos tipos primitivos de verum focus. Como se mencionó con respecto a (39), el verum focus sobre una proposición p siempre involucra un contraste con su negación ¬p, es decir, verum focus contradictorio en los términos de Vicente. La interpretación no contradictoria está dada por una de las preguntas alternativas que introduce el tópico contrastivo, por ejemplo, en el caso de (29), el verbo dislocado leer, como se observa en (43). En otras palabras, el valor no contradictorio del verum focus en construcciones de doblado de predicados no es otra cosa que el “efecto de continuidad” que introduce el infinitivo dislocado.
4. Doblado de predicados y cláusulas subordinadas
Si la proyección de infinitivo que aparece dislocada en la construcción de doblado de predicados es efectivamente un tópico contrastivo, entonces la siguiente generalización debe estar activa:
(44) El constituyente verbal dislocado explicita parte de la QUD inmediata que el resto de la oración debe responder.
La generalización de (44) establece una correlación entre forma sintáctica y discurso: una oración con doblado de predicados siempre tendrá como QUD inmediata una pregunta que se construya a partir del predicado dislocado. En términos técnicos, esto se sigue del algoritmo de Formación de valor-ct de (23), que indica que la QUD inmediata de una oración se obtiene a partir de (i) reemplazar el elemento marcado con foco con un pronombre interrogativo y (ii) mantener el tópico contrastivo. En este sentido, como vimos en la sección anterior, el constituyente marcado como tópico contrastivo en una oración con doblado de predicados siempre tendrá un correlato idéntico también marcado como tópico contrastivo en la QUD inmediata.
Desde un punto de vista discursivo, la generalización de (44) implica que el predicado dislocado “anuncia” acerca de qué será la QUD inmediata. Esto se debe a que los tópicos contrastivos designan una parte de la información de la QUD inmediata que (i) responde a una gran pregunta y (ii) distingue a la QUD inmediata de otros nodos hermanos del árbol discursivo (es decir, otras alternativas del valor-ct de la oración). A modo de ilustración, considérese el ejemplo de (45). En el momento en el que el verbo comprar es pronunciado, el oyente ya puede saber que la cláusula que sigue a continuación será acerca de alguien comprando algo (en algún lugar, en algún momento, de algún modo, etc.), dado que la QUD inmediata debe necesariamente construirse en torno a comprar para que el tópico contrastivo reciba una interpretación adecuada.
(45) [Comprar]TC, compré [el auto]F.
Esquemáticamente, podemos ilustrar esta situación a partir del gráfico de (46): el tópico contrastivo “anuncia” que la QUD inmediata será una pregunta acerca de comprar (por ejemplo, ¿qué compré?) y el resto de la oración constituye una respuesta a esa pregunta.
El análisis aquí propuesto permite explicar también la distribución del doblado de predicados en cláusulas subordinadas. Como se puede observar en (47), el doblado también es posible si el verbo finito se encuentra dentro de una cláusula completiva.
(47) Comprar, escuché que compró un auto.
De acuerdo con lo que planteamos anteriormente, el verbo dislocado comprar señala que la QUD inmediata debe ser una pregunta acerca de un evento de comprar; la cláusula adyacente, por su parte, debe funcionar como una respuesta a esa pregunta. Esto es, efectivamente, lo que ocurre. Como ha sido señalado en la bibliografía, ciertos predicados matrices pueden ser interpretados parentéticamente (Urmson 1952, Hooper y Thompson 1973, Simons 2007, Hunter 2016). Esto significa que el contenido asertivo del enunciado se encuentra en la cláusula subordinada y que el predicado principal funciona como una especie de evidencial, señalando la fuente y la certeza del hablante respecto de la información contenida en su complemento. Volviendo al ejemplo de (47), podemos observar que esta oración puede funcionar como una respuesta a la pregunta ¿qué compró Juan? (48). En este caso, es el contenido de la cláusula completiva lo que constituye una respuesta para la pregunta, mientras que el predicado matriz escuché es interpretado parentéticamente. En otras palabras, la oración de (48) responde una pregunta acerca de comprar y no una acerca de escuchar. De este modo, podemos comprobar que, en estos casos de subordinación, se cumple también la generalización de (44).
Una de las predicciones directas que hace esta propuesta es que el doblado en cláusulas subordinadas no será posible si el predicado matriz no puede ser interpretado parentéticamente. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en ciertos casos que involucran cláusulas factivas. Como podemos observar en los siguientes ejemplos, mientras que es posible doblar un predicado que se encuentra dentro de una cláusula subordinada por un factivo cognitivo, como saber (49a), el doblado resulta agramatical si el verbo matriz es un factivo emotivo, como lamentar (49b).
(49) a. Leer, sé que leyó.
b. * Leer, lamento que haya leído.
Uno de los puntos fundamentales que diferencia a los factivos cognitivos de los emotivos es la posibilidad de presentar lecturas no presuposicionales. Concretamente, mientras que los factivos cognitivos pueden presentar una interpretación parentética4 (50), los factivos emotivos no pueden recibir esta lectura (51).
(50) A: ¿Qué compró Juan?
B: Pedro descubrió que compró un auto.
(51) A: ¿Qué compró Juan?
B: # Pedro lamentó que haya comprado un auto.
Esta diferencia entre ambos tipos de verbos permite dar cuenta de la asimetría en el doblado que presentamos en (49). Respecto a las cláusulas subordinadas por factivos cognitivos, recibirían la misma explicación que postulamos anteriormente para el caso de (48). Así, en (52B), el tópico contrastivo leer “anuncia” que la QUD inmediata será acerca de un evento de leer, por ejemplo, ¿leyó el libro Juan? El resto de la cláusula, por su parte, constituye una respuesta adecuada a esta pregunta: el verbo matriz es interpretado parentéticamente y su complemento introduce la respuesta a la pregunta. De este modo, tanto el predicado dislocado como el resto de la cláusula “se relacionan” con la misma QUD.
(52) A: ¿Leyó el libro Juan?
B: Leer, sé que lo leyó.
En el caso de las cláusulas subordinadas por factivos emotivos, como vimos, el doblado resulta agramatical. Esto se puede explicar siguiendo el mismo razonamiento que presentamos para los casos anteriores: el verbo dislocado leer, nuevamente, señala que la QUD inmediata debe ser acerca de alguien leyendo algo (por ejemplo, ¿leyó el libro Juan?); sin embargo, el resto de la cláusula no constituye una respuesta adecuada para esta pregunta. Dado que lamentar no puede tener una lectura parentética, toda la cláusula se interpreta como parte de la aserción principal. En este sentido, hay un desajuste entre el tópico contrastivo y el resto de la cláusula: mientras que el verbo dislocado “anuncia” una QUD inmediata sobre leer, el material no dislocado responde a una QUD sobre lamentar (por ejemplo, ¿qué lamentás?).
(53) A: ¿Leyó el libro Juan?
B: * Leer, lamento que lo haya leído.
5. Conclusiones
En este trabajo, hemos analizado la estructura informativa del doblado de predicados en el español rioplatense. Concretamente, hemos argumentado que el predicado dislocado funciona como tópico contrastivo en el sentido de Büring (2003) y que un elemento dentro de la cláusula siempre recibe foco estrecho. Esta caracterización nos permitió dar cuenta del “efecto de continuidad” que presenta esta construcción y de su distribución en cláusulas subordinadas.
Como hemos visto, a lo largo del trabajo hemos empleado una serie de definiciones explícitas de la estructura de la información que fueron originalmente postuladas para otros fenómenos gramaticales en otras lenguas. En este sentido, desde un punto de vista teórico, nuestro trabajo también resulta relevante en la medida en que constituye una aplicación de estas definiciones a un dominio empírico nuevo como lo es el doblado de predicados en español.