Señor Editor:
Durante los últimos años, el aumento de la prevalencia de la Diabetes Mellitus (DM) (11%, aprox. 3 520 000 personas) y de sus complicaciones vasculares crónicas, ha conllevado a la gran demanda de cirujanos vasculares y endovasculares en todo el Perú 1; estos ofrecen un manejo y tratamiento multidisciplinario de la insuficiencia arterial periferica (Salvataje del pie diabético) 2, el cual si no se trata oportunamente conlleva en sus estadios finales a un cuadro vascular de isquemia crónica que amenaza la extremidad (CLTI por sus siglas en inglés Chronic Limb-Threatening Ischemia) 3,4.
Son muchas las instituciones hospitalarias en nuestro país que cuentan con un Servicio de Cirugía Vascular y Endovascular que vienen realizando un salvataje del pie diabético de primer nivel; es decir, la gran demanda de pacientes ha condicionado la implementación de técnicas endovasculares novedosas, profesionales altamente capacitados y amplia infraestructura hospitalaria permitiendo un óptimo desempeño multidisciplinario (Traumatología, Endocrinología, Medicina Física y Rehabilitación, etc…) que exije un salvataje del pie diabetico exitoso.
En la mayoría de los pacientes con DM admitidos para algun tipo de tratamiento endovascular, se evalúa clínicamente incluyendo el índice tobillo-brazo (ITB) y la ecografía Doppler vascular (EDV), permitiendo en un primer momento estratificar el riesgo de amputación del miembro inferior mediante el Score WIFI (Wound, Ischemia, and foot Infection) y posteriormente junto al estudio arteriográfico, clasificar la lesion vascular mediante el sistema GLASS (Global Limb Anatomic Staging System), para finalmente determinar si el paciente es o no tributario del tratamiento de revascularización abierta o endovascular 3,5.
La revascularizacion endovascular junto a la curacion de heridas son consideradas en la actualidad, como la piedra angular de salvataje del pie diabético; debido a que se restituye adecuadamente el flujo sanguineo a zonas de la extremidad en donde antes no lo hubo, permitiendo contrarrestar los grados de isquemia crónica y propiciando la cicatrización exitosa de las heridas (5,6). Para lograr todo este proceso terapéutico, el cirujano vascular y endovascular hace uso de una serie de herramientas que incluyen guías, catéteres, balones medicados, stens con droga y equipos de aterotomía, según la localización (Vaso Target y angiosoma), tipo y abordaje (anterógrado, retrógrado o contralateral) de la lesion a tratar (figura 1) 7,8; por lo tanto, este proceso ha sido descrito como un verdadero desafío terapéutico debido a que se requiere una minuciosa planificación e innovacion de técnicas quirúrgicas teniendo en cuenta permanentemente la cartografía vascular a tratar 9,10.

Figura 1 A: Obstrucción total de vasos infrageniculares donde se identifica a la arteria tibial anterior (ATA) como el vaso de prioridad a tratar (Vaso Target) (flechas). B: Se recanaliza ATA con el pasaje de una guía hidrofílica por acceso retrógrado (flechas). C: Angioplastía con balón de ATA desde acceso anterógrado luego de recapturar la guía (flechas).
El salvataje de pie diabético, es una realidad palpable. A diario, nuestro servicio es afluente de muchos casos revascularizables procedentes de todo el Perú y en la actualidad estamos en pie de lucha contra dos grandes enemigos, la DM y la desinformacion que ha ocasionado en muchas oportunidades niveles de amputacion innecesarios en pacientes tributarios de terapia endovascular. Ante todo los mencionado, nace la necesidad de mayores investigaciones en la población de nuestro medio con la finalidad de estandarizar guías y protocolos de manejo multidisciplinario de pie diabético en las diferentes instituciones hospitalarias de nuestro país.