Señor Editor:
En diciembre de 2019 se identificaron en Wuhan (China) una serie de casos de neumonía originados por un nuevo coronavirus. Este nuevo coronavirus tiene distintas denominaciones: 2019-nCoV según la OMS y SARS-CoV-2 según el Comité Internacional de Taxonomia de Virus 1. Para el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la enfermedad COVID-19, causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, como una pandemia 2. Siendo hasta el día de hoy el evento más grande de la historia contemporánea que ha puesto en seria dificultad a la humidad entera por los estragos tanto en los sistemas de salud como en las cadenas productivas, comerciales y financieras de la economía mundial. Esta carta desea exponer de manera breve la cronología de la pandemia en el Perú 3, a los 100 días de haber iniciado la misma, haciendo una comparación con lo ocurrido en España (4.
En el Grafico 1 se presenta un resumen de los poco más de 100 días que los peruanos convivimos con el COVID-19, comparándolo con lo ocurrido en España y lo sucedido en China, debemos de indicar la relatividad de las cifras, pues todas están en constante revisión y critica por los diferentes organismos de salud pública; El Perú tuvo 66 días de información o preparación antes que el virus debute estadísticamente y 86 días en alcanzar el número de máximo contagio, se puede decir también que a 105 días aún mantiene un R mayor a 1; entendiendo el R como el número de reproducción de una enfermedad infecciosa. A diferencia de España, 32 días de inter pandemia, 48 días en llegar al máximo número de contagios y 52 días en lograr un R menor a 1, desacelerando el contagio, y registrándose un repunte a los 137 días, con un R=1,05; por el contrario, China lo tendría controlado en poco tiempo, en el Grafico 2 se muestran unas curvas de letalidad bastante diferenciadas entre Perú y España.
Al sistema de salud peruano se le puede considerar precario e insuficiente; saber que solo contábamos con 100 camas UCI concentradas en su mayoría en la capital, donde habita el tercio de la población, nos da precisamente ese indicador, frente a las nueve mil camas UCI de España al inicio del proceso pandémico, señal de por si preocupante. Cien días después Perú alcanzó algo más de 1 000 camas, con un 35,42% de casos activos que requieren hospitalización; se podría decir, que las medidas de contención y mitigación de alguna manera ganaron tiempo para ir contrarrestando la demanda sanitaria de una pandemia de rápido contagio. A finales de junio, poco más de cumplir los 100 días, se decide levantar la cuarentena porque Lima registra un R menor a 1, manteniendo las restricciones focalizadas en Arequipa, Ica, Junín, Huánuco, San Martín, Madre de Dios y Áncash.
Finalmente queda el reto de cambios estructurales en el sistema de salud público peruano, en medio de una pandemia que no da tregua y que demanda el concurso inmediato de todos, al obligarnos a entender los cambios drásticos y urgentes que nos serviría para poder convivir con una pandemia que promete quedarse